—115→
Prosigue la comenzada batalla, con las extrañas
y diversas muertes que los araucanos ejecutaron en los vencidos,
y la poca piedad que con los niños y mujeres usaron,
pasándolos todos a cuchillo.
Al valeroso espíritu, ni suerte, | |||
ni revolver de hado riguroso | |||
le pueden presentar caso tan fuerte, | |||
que le traigan a estado vergonzoso; | |||
como ahora a Villagrán, que con su muerte, | 5 | ||
no siendo de otro modo poderoso, | |||
piensa atajar el áspero camino | |||
adonde le tiraba su destino. | |||
Sus soldados, el paso apresurando, | |||
en confuso montón se retrujeron, | 10 | ||
cuando en el nuevo y gran rumor mirando | |||
a su buen capitán en tierra vieron: | |||
solos trece, la vida despreciando, | |||
los rostros y las riendas revolvieron; | |||
rasgando a los caballos los ijares | 15 | ||
se arrojan a embestir tantos millares. | |||
—116→ | |||
Con más valor que yo sabré decillo | |||
el pequeño escuadrón ligero cierra, | |||
abriendo en los contrarios un portillo, | |||
que casi puso en condición la guerra: | 20 | ||
rompen hasta do el mísero caudillo | |||
de golpes aturdido estaba en tierra, | |||
sin ayuda y favor desamparado, | |||
de la enemiga turba rodeado. | |||
Todos a un tiempo quieren ser primeros | 25 | ||
en esta presa y suerte señalada, | |||
y estaban como lobos carniceros | |||
sobre la mansa oveja desmandada, | |||
cuando discordes con ahullidos fieros | |||
forman música en voz desentonada; | 30 | ||
y en esto los mastines del egido | |||
llegan con gran presteza a aquel ruïdo; | |||
Así los enemigos apiñados, | |||
en medio al triste Villagrán tenían, | |||
que por darle la muerte, embarazados, | 35 | ||
los unos a los otros se impedían: | |||
mas los trece españoles esforzados, | |||
rompiendo a la sazón, sobrevenían | |||
de roja y fresca sangre ya cubiertos | |||
de aquellos que dejaban atrás muertos. | 40 | ||
Con gran presteza, del amor movidos, | |||
adonde a Villagrán ven se arrojaban, | |||
y los agudos hierros atrevidos | |||
de nuevo en sangre nueva remojaban: | |||
desamparan el cerco los heridos, | 45 | ||
acá y allá medrosos se apartaban: | |||
algunos sustentaban con más suerte | |||
su parte y opinión hasta la muerte. | |||
—117→ | |||
Si un espeso montón se deshacía; | |||
desocupando el campo escarmentados, | 50 | ||
otra junta mayor luego nacía, | |||
y estaban sus lugares ocupados: | |||
del sueño Villagrán aún no volvía; | |||
mas tal maña se dieron sus soldados, | |||
y así las prestas armas revolvieron, | 55 | ||
que en su acuerdo a caballo lo pusieron. | |||
A tardarse más tiempo fuera muerto, | |||
y a bien librar salió tan mal parado | |||
que, aunque estaba de planchas bien cubierto, | |||
tenía el cuerpo molido y magullado: | 60 | ||
pero del sueño súbito despierto, | |||
viendo trece españoles a su lado, | |||
olvidando el peligro en que aún estaba, | |||
entre los duros hierros se lanzaba. | |||
Por medio del ejército enemigo | 65 | ||
sin escarmiento ni temor hendía, | |||
llevando en su defensa al bando amigo, | |||
que destrozando bárbaros venía: | |||
trillan, derriban, hacen tal castigo | |||
que duran las reliquias hoy en día, | 70 | ||
y durará en Arauco muchos años | |||
el estrago y memoria de los daños. | |||
Bernal hiere a Mailongo de pasada | |||
de un valiente altibajo a fil derecho; | |||
no le valió de acero la celada, | 75 | ||
que los filos corrieron hasta el pecho: | |||
Aguilera al través tendió la espada, | |||
y al dispuesto Guamán dejó mal trecho; | |||
haciendo ya el temor tan ancha senda | |||
que bien pueden correr a toda rienda. | 80 | ||
—118→ | |||
Salen, pues, los catorce vitoriosos | |||
donde los otros de su bando estaban, | |||
que turbados, sin orden, temerosos | |||
de ver su muerte ya remolinaban: | |||
no bastaron ni fueron poderosos | 85 | ||
Villagrán y los otros que llegaban | |||
a estorbar el camino comenzado, | |||
que ya el temor gran fuerza había cobrado. | |||
Viendo bravo y gallardo al araucano, | |||
del todo de vencer desconfiados, | 90 | ||
y los caballos sin aliento, en vano | |||
de importunas espuelas fatigados; | |||
a grandes voces dicen: «¡A lo llano! | |||
No estemos desta suerte arrinconados;» | |||
y con nuevo temor y desatino | 95 | ||
toman algunos dellos el camino. | |||
Cual de cabras montesas la manada, | |||
cuando a lugar estrecho es reducida, | |||
de diestros cazadores rodeada | |||
y de importunos tiros perseguida; | 100 | ||
que viéndose ofendida y apretada, | |||
una rompe el camino y la huïda, | |||
siguiendo las demás a la primera; | |||
así abrieron los nuestros la carrera. | |||
Uno, dos, diez y veinte, desmandados | 105 | ||
corren a la bajada de la cuesta, | |||
sin orden y atención apresurados, | |||
como si al palio fueran sobre apuesta: | |||
aunque algunos valientes ocupados | |||
con firme rostro y con espada presta, | 110 | ||
combatiendo animosos, no miraban | |||
cómo así los amigos los dejaban. | |||
—119→ | |||
No atienden al huir, ni se previenen | |||
de remedio tan flaco y vergonzoso; | |||
antes en su batalla se mantienen, | 115 | ||
trayendo el fin a término dudoso | |||
y con heroicos ánimos detienen | |||
de los indios el ímpetu furioso, | |||
y la disposición del duro hado | |||
en daño suyo y contra declarado. | 120 | ||
Y así resisten, matan y destruyen, | |||
contrastando al destino, que parece | |||
que el valor araucano disminuyen, | |||
y el suyo con difícil prueba crece: | |||
mas viendo a los amigos cómo huyen, | 125 | ||
que a más correr la gente desparece, | |||
hubieron de seguir la misma vía, | |||
que ya fuera locura y no osadía. | |||
Quiero mudar en lloro amargo el canto, | |||
que será a la sazón más conveniente, | 130 | ||
pues me suena en la oreja el triste llanto | |||
del pueblo amigo y género inocente. | |||
No siento el ser vencidos, tanto cuanto | |||
ver pasar las espadas crudamente | |||
por vírgenes, mujeres, servidores, | 135 | ||
que penetran los cielos sus clamores. | |||
La infantería española sin pereza | |||
y gente de servicio iban camino, | |||
que el miedo les prestaba ligereza, | |||
y más de la que a algunos les convino; | 140 | ||
pues con la turbación y gran torpeza | |||
muchos perdieron de la cuesta el tino, | |||
ruedan unos, los lomos quebrantados, | |||
otros hechos pedazos despeñados. | |||
—120→ | |||
Quedan por el camino mil tendidos, | 145 | ||
los arroyos de sangre el llano riegan, | |||
rompiendo el aire el llanto y alaridos | |||
que en son desentonado al cielo llegan: | |||
y las lástimas tristes y gemidos, | |||
puestas las manos altas, con que ruegan | 150 | ||
y piden de la vida gracia en vano | |||
al inclemente bárbaro inhumano. | |||
El cual siempre les iba caza dando, | |||
con mano presta y pies en la corrida, | |||
hiriendo sin respeto y derribando | 155 | ||
la inútil gente, mísera, impedida, | |||
que a la amiga nación iba invocando | |||
la ayuda en vano a la amistad debida, | |||
poniéndole delante con razones | |||
la deuda, el interés y obligaciones. | 160 | ||
Y aunque más las razones obligaban, | |||
si alguno a defenderlos revolvía, | |||
viendo cuanto los otros se alargaban, | |||
alargarse también le convenía. | |||
Ni a los que por amigos se trataban, | 165 | ||
ni a las que por amigas se debía, | |||
con quien había amistad y cuenta estrecha, | |||
llamar, gemir, llorar les aprovecha. | |||
Que ya los nuestros sin parar en nada | |||
por la carrera de su sangre roja | 170 | ||
dan siempre nueva furia en su jornada, | |||
y a los caballos priesa y rienda floja: | |||
que ni la voz de virgen delicada, | |||
ni obligación de amigos los congoja: | |||
la pena y la fatiga que llevaban | 175 | ||
era que los caballos no volaban. | |||
—121→ | |||
Sordos a aquel clamor y endurecidos, | |||
miden con sueltos pies el verde llano; | |||
pero algunos de lástima movidos, | |||
viendo el fiero espectáculo inhumano, | 180 | ||
de una rabiosa cólera encendidos, | |||
vuelven contra el ejército araucano | |||
que corre por el campo derramado, | |||
la más parte en la presa embarazado. | |||
Determinados de morir, revuelven | 185 | ||
haciendo al sexo tímido reparo, | |||
y de suerte en los bárbaros se envuelven, | |||
que a más de diez la vuelta costó caro: | |||
por esto los primeros aún no vuelven, | |||
que quieren que el partido sea más claro, | 190 | ||
y no poner la vida en aventura, | |||
cuanto lejos de allí tanto segura. | |||
Torna la lid de nuevo a refrescarse; | |||
de un lado y otro andaba igual trabada: | |||
pecho con pecho vienen a juntarse, | 195 | ||
lanza con lanza, espada con espada; | |||
pueden los españoles sustentarse, | |||
que la gente araucana derramada | |||
el alcance sin orden proseguía | |||
haciendo todo el daño que podía. | 200 | ||
Cual banda de cornejas esparcidas | |||
que por el aire claro el vuelo tienden, | |||
que de la compañera condolidas, | |||
por los chirridos la prisión entienden, | |||
las batidoras alas recogidas | 205 | ||
a darle ayuda en círculo descienden; | |||
el bárbaro escuadrón de esta manera | |||
al rumor endereza la carrera. | |||
—122→ | |||
La gente que de acá y allá discurre, | |||
viendo el tumulto y aire polvoroso | 210 | ||
deja el alcance, y de tropel concurre | |||
al son de las espadas sonoroso: | |||
cada araucano con presteza ocurre | |||
adonde era el favor más provechoso, | |||
y los sangrientos hierros en las manos, | 215 | ||
cercan el escuadrón de los cristianos. | |||
La copia de los bárbaros creciendo, | |||
crece el son de las armas y refriega, | |||
y los nuestros se van disminuyendo, | |||
que en su ayuda y socorro nadie llega: | 220 | ||
pero con grande esfuerzo combatiendo | |||
ninguno la persona a ciento niega, | |||
ni allí se vio español que se notase | |||
que a su deuda una mínima faltase. | |||
Mas de la suerte, como si del cielo | 225 | ||
tuvieran el seguro de las vidas, | |||
se meten y se arrojan sin recelo | |||
por las furiosas armas homicidas: | |||
caen por tierra, y echan por el suelo, | |||
dan y reciben ásperas heridas, | 230 | ||
que el número dispar y aventajado | |||
suple el valor y el ánimo sobrado. | |||
Y así se contraponen, no temiendo | |||
la muerte y furia bárbara importuna, | |||
el ímpetu y pujanza resistiendo | 235 | ||
de la gente, del hado y la fortuna: | |||
mas contrastar a tantos no pudiendo | |||
sin socorro, favor ni ayuda alguna, | |||
dilatando el morir, les fue forzoso | |||
volver a su camino trabajoso. | 240 | ||
—123→ | |||
Parece el esperar más desatino, | |||
que van los delanteros como el viento; | |||
usar de aquel remedio les convino | |||
y no del temerario atrevimiento: | |||
muchos mueren en medio del camino | 245 | ||
por falta de caballos y de aliento, | |||
y de sangre también, que el verde prado | |||
quedaba de su rastro colorado. | |||
Flojos ya los caballos y encalmados, | |||
los bárbaros por pies los alcanzaban, | 250 | ||
y en los rendidos dueños derribados | |||
las fuerzas de los brazos ensayaban: | |||
otros de los peones empachados, | |||
digo, de los cristianos que a pie andaban, | |||
casi moverse al trote no podían, | 255 | ||
que con sólo el temor los detenían. | |||
Los cansados peones se contentan | |||
con las colas o aciones aferradas, | |||
y en vano lastimosos representan | |||
estrechas amistades olvidadas: | 260 | ||
de sí los de a caballo los ausentan, | |||
si no pueden a ruego, a cuchilladas, | |||
como a los más odiosos enemigos; | |||
que no era a la sazón tiempo de amigos. | |||
Atruena todo el valle el gran bullicio, | 265 | ||
armas, grita, clamor triste se oía | |||
de la gente española y de servicio | |||
que a manos de los indios perecía: | |||
no se vio tan sangriento sacrificio, | |||
ni tan extraña y cruda anatomía | 270 | ||
como los fieros bárbaros hicieron | |||
en dos mil y quinientos que murieron. | |||
—124→ | |||
Unos vienen al suelo mal heridos, | |||
de los lomos al vientre atravesados; | |||
por medio de la frente otros hendidos, | 275 | ||
otros mueren con honra degollados: | |||
otros, que piden medios y partidos, | |||
de los cascos los ojos arrancados, | |||
los fuerzan a correr por peligrosos | |||
peñascos sin parar precipitosos. | 280 | ||
Y a las tristes mujeres delicadas | |||
el debido respeto no guardaban, | |||
antes con más rigor por las espadas | |||
sin escuchar sus ruegos las pasaban: | |||
no tienen miramiento a las preñadas, | 285 | ||
mas los golpes al vientre encaminaban, | |||
y aconteció salir por las heridas | |||
las tiernas pernezuelas no nacidas. | |||
Suben por la gran cuesta al que más puede, | |||
y paga el perezoso y negligente, | 290 | ||
que a ninguno más vida se concede | |||
de cuanto puede andar ligeramente: | |||
y aquel torpe es forzoso que se quede | |||
que no es en la carrera diligente; | |||
que la muerte que airada atrás venía, | 295 | ||
en afirmando el pie le sacudía. | |||
Aunque la cuesta es áspera y derecha, | |||
muchos a la alta cumbre han arribado, | |||
adonde una albarrada hallaron hecha, | |||
y el paso con maderos ocupado: | 300 | ||
no tiene aquel camino otra deshecha, | |||
que el cerro casi en torno era tajado; | |||
del un lado le bate la marina, | |||
del otro un gran peñón con él confina. | |||
—125→ | |||
Era de gruesos troncos mal pulidos | 305 | ||
el nuevo muro en breve tiempo hecho, | |||
con arte unos en otros engeridos | |||
que cerraban la senda y paso estrecho: | |||
dentro estaban los indios prevenidos, | |||
las armas sobre el muro y antepecho, | 310 | ||
que según orgullosos se mostraban, | |||
al cielo, no a la gente amenazaban. | |||
Viendo los españoles ya cerrados | |||
los pasos y cerrada la esperanza, | |||
a pasar o morir determinados, | 315 | ||
poniendo en Dios la firme confianza, | |||
de la albarrada un trecho desviados | |||
prueban de los caballos la pujanza, | |||
corriendo un golpe dellos a romperla, | |||
y los bárbaros dentro a defenderla. | 320 | ||
Así la gente estaba detenida, | |||
que todo su trabajo no importaba, | |||
ni al peligro hallaba la salida, | |||
hasta que el viejo Villagrán llegaba: | |||
que vista la excusada arremetida | 325 | ||
cuán poco en el remedio aprovechaba, | |||
sin temor de morir ni muestra alguna | |||
dio aquí el último tiento a la fortuna. | |||
Estaba en un caballo derivado | |||
de la española raza poderoso, | 330 | ||
ancho de cuadra, espeso, bien trabado, | |||
castaño de color, presto, animoso, | |||
veloz en la carrera y alentado, | |||
de grande fuerza y de ímpetu furioso, | |||
y la furia sujeta y corregida | 335 | ||
por un débil bocado y blanda brida. | |||
—126→ | |||
El rostro le endereza, y al momento | |||
bate el presto español recio la ijada, | |||
que sale con furioso movimiento | |||
y encuentra con los pechos la albarrada: | 340 | ||
no hace en el romper más sentimiento | |||
que si fuera en carrera acostumbrada, | |||
abriendo tal camino, que pasaron | |||
todos los que de abajo se escaparon. | |||
Los bárbaros airados defendían | 345 | ||
el paso, pero al cabo no pudieron, | |||
que por más que las armas esgrimían | |||
los fuertes españoles los rompieron: | |||
unos hacia la mano diestra guían, | |||
otros tan buen camino no supieron, | 350 | ||
tomando a la siniestra un mal sendero | |||
que a dar iba en un gran despeñadero. | |||
A la siniestra mano hacia el Poniente | |||
estaban dos caminos mal usados; | |||
estos debían de ser antiguamente | 355 | ||
por do al agua bajaban los venados: | |||
Digo en tiempos pasados, que al presente | |||
por mil partes estaban derrumbados, | |||
y el remate tajado con un salto | |||
de más de ciento y veinte brazas de alto. | 360 | ||
Por orden de Natura no sabida, | |||
o por gran sequedad de aquella tierra, | |||
o algún diluvio grande y avenida, | |||
fue causa de tajarse aquella sierra: | |||
pues por allí la gente mal regida | 365 | ||
ocupada del miedo de la guerra, | |||
huyendo de la muerte ya sin tino | |||
a dar derechamente en ella vino. | |||
—127→ | |||
La inadvertida gente iba rodando | |||
que repararse un paso no podía, | 370 | ||
el segundo al primero tropellando, | |||
y el tercero al segundo recio envía; | |||
el número se va multiplicando, | |||
un cuerpo mil pedazos se hacía, | |||
siempre rodando con furor violento | 375 | ||
hasta parar en el más bajo asiento. | |||
Como el fiero Tifeo, presumiendo | |||
lanzar de sí el gran monte y pesadumbre, | |||
cuando el terrible cuerpo estremeciendo | |||
sacude los peñascos de la cumbre, | 380 | ||
que vienen con gran ímpetu y estruendo | |||
hechos piezas abajo en muchedumbre; | |||
así la triste gente mal guiada | |||
rodando al llano va despedazada. | |||
Pero aquella que el buen camino tiene, | 385 | ||
de verle con presteza el fin procura: | |||
ninguno por el otro se detiene, | |||
que detenerse ya fuera locura: | |||
rodar también alguno le conviene, | |||
que más de lo posible se apresura: | 390 | ||
A caballo y a pie y aún de cabeza | |||
llegaron a lo bajo en poca pieza. | |||
Sueltos iban caballos por el prado, | |||
que muertos lo señores han caïdo; | |||
otros desocuparlos fue forzado | 395 | ||
que por flojos la silla habían perdido: | |||
cuál ligero cabalga y cuál turbado, | |||
del temor de la muerte ya impedido, | |||
atinar al estribo no podía, | |||
y el caballo y sazón se le huía. | 400 | ||
—128→ | |||
No aguardaban por esto, mas corriendo | |||
juegan a mucha priesa los talones, | |||
al delantero sin parar siguiendo, | |||
que no le alcanzarán a dos tirones: | |||
votos, promesas entre sí haciendo | 405 | ||
de ayunos, romerías, oraciones, | |||
y aún otros reservados sólo al Papa, | |||
si Dios de este peligro los escapa. | |||
Venían ya los caballos por el llano | |||
las orejas tremiendo derramadas: | 410 | ||
quiérenlos aguijar, mas es en vano, | |||
aunque recio les abren las ijadas: | |||
El hermano no escucha al caro hermano; | |||
las lástimas allí son excusadas: | |||
quien dos pasos del otro se aventaja, | 415 | ||
por ganar otros dos muere y trabaja. | |||
Como el que sueña que en el ancho coso | |||
siente al furioso toro avecinarse, | |||
que piensa atribulado y temeroso | |||
huyendo de aquel ímpetu salvarse, | 420 | ||
y se aflige y congoja presuroso | |||
por correr, y no puede menearse; | |||
así estos a gran priesa a los caballos | |||
no pueden, aunque quieren, aguijallos. | |||
Haciendo el enemigo gran matanza | 425 | ||
sigue el alcance y siempre los aqueja: | |||
dichoso aquél que buen caballo alcanza, | |||
que de su furia un poco más se aleja: | |||
quién la adarga abandona, quién la lanza, | |||
quién de cansado el propio cuerpo deja; | 430 | ||
y así la vencedora gente brava | |||
la fiera sed con sangre mitigaba. | |||
—129→ | |||
A aquél que por desdicha atrás venía, | |||
ninguno, aunque sea amigo, le socorre, | |||
despacio el más ligero se movía, | 435 | ||
quien el caballo trota mucho corre: | |||
el cansancio y la sed los afligía: | |||
mas Dios, que en el mayor peligro acorre, | |||
frenó el ímpetu y curso al enemigo, | |||
según en el siguiente canto digo. | 440 |