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Garibay, lugar citado. No existe ya en Bermeo aquella iglesia, ni hay noticia del paradero que tuvieron los restos de los que estaban allí sepultados.

 

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Anotación tomada por Vargas Ponce del legajo relativo a esa armada; que existe en el Archivo de Indias. Memorias de la Real Academia Española, t. VIII, p. 53, nota. Esa armada se componía de cinco naves y la capitana medía 1200 toneles.

Por una inducción del todo impertinente, cual es, de que por el hecho de haberse embarcado Ruiz de Ercilla en la tal armada para Sevilla, y de que Rodrigo Caro en sus Adiciones al Convento jurídico, (manuscrito que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid) dé a esa ciudad por patria de Fortún García de Ercilla, afirma ese erudito y le signe Ferrer del Río, que el padre de nuestro poeta vio la luz allí en 1494, pues «cabe muy bien -son sus palabras-, que viviendo con su esposa, ó estando ella antes en Sevilla, diese allí á luz, el año siguiente de 94 á Fortún García». No hay tal. Fortún García, como su padre, eran naturales de Bermeo: lo dijo Ercilla, lo repitió Garibay y lo comprueban sin discrepancia alguna los testigos de la probanza que venimos aprovechando. Don José de Miravel y Casadevante, en su traducción del Diccionario histórico de Moreri, París, 1753, gran folio, tomo IV, p. 981, reproduce el mismo aserto. Otro error grave que se halla en ese mismo artículo, es el de suponer que don Alonso de Ercilla peleó en San Quintín, según lo advertimos ya.

¿Y los libros parroquiales de Bermeo, se preguntará? Pues, nada. Es imposible aprovecharlos respecto de partidas tan remotas, porque el más antiguo que se conserva es el de la parroquia de Santa Eufemia, cuya primera anotación corresponde al 25 de mayo de 1553.

 

633

«Marcantes», se lee, quizás por errata, en la impresión de las pruebas de Ercilla. Declaración de Juan Ibáñez de Aróstigui, p. 72.

 

634

Declaración del mismo Ibáñez.

 

635

Así consta de dos provisiones del primero de esos años, una de las cuales ha publicado íntegra Labayru en su Historia de Vizcaya, t. IV, p. 61, y de otra de 1515, extractada por el mismo autor.

 

636

«[...] Martín Ruiz de Ercilla y doña María Fernández de Ermendurúa, fueron naturales desta villa de Bermeo...». Declaración de Juan de Aguirre, p. 88.

 

637

«[...] es cosa muy pública é notoria que fué cristiana vieja é hijadalgo, descendiente de la Casa de Irmendurúa, una de las cuatro Casas é apellidos principales desta villa...». Declaración de Juan de Izaguirre, p. 79.

 

638

«[...] Martín Ruiz de Ercilla, hermano mayor del dicho doctor Fortunio García de Ercilla...». Declaración de Pedro de Aróstigui, p. 83, -que se equivoca en el nombre de aquél o aparece trocado en la copia-, que era Juan Pérez de Ercilla, como resulta de otros documentos y lo justifican Pedro de Goytía en la suya (p. 85) y Juan de Ibáñez (p. 72).

De Juan Pérez de Ercilla hemos encontrado algunos antecedentes biográficos en el Archivo de Indias. De una real cédula de 7 de Marzo de 1534 consta que hizo viaje a la Isla Española como maestre de la nao Imperial con la gente que llevaba Francisco de Barrionuevo para la guerra del «Baurcuso» (sic), y que había regresado a Sanlúcar el 29 de Julio del año anterior. Era fallecido antes del 26 de mayo de 1536, fecha que lleva la siguiente real cédula, dictada en una instancia que hicieron sus herederos para el arreglo de las cuentas de que en ella se hace mención:

«La Reyna.- Nuestros Oficiales que residís en la cibdad de Sevilla en la Casa de la Contratación de las Indias.- Por parte de los hijos y herederos de Juan Pérez de Arcila, difunto, capitán que fué de la nao Imperial nombrada Nuestra Señora de la Humildad, nos ha sido hecha relación que en ciertas cuentas y averiguaciones que se hicieron, podrá, haber tres ó cuatro años, por Luis Fernández de Alfaro, nuestro contador que fué desa Casa, sobre los fletes de la dicha nao, fué agraviado el dicho capitán en ciento y cincuenta pesos de oro, que se le quitaron de su flete y derechos, y diez mill maravedís que le pertenecían de su cámara, como paresce por la cuenta que sobrello se había fecho, que estaba en poder del escribano desa Casa; é que después de lo susodicho, por el mes de Septiembre del año próximo pasado, había sido embargada y detenida la dicha nao por cierto tiempo, é que por causa del dicho detenimiento se perdió; é me fué suplicado que, atento lo mucho quel dicho capitán nos había servicio é que en nuestro servicio había gastado cuanto tenía é ellos quedaban por ello pobres, mandase que en las cuentas que agora se habían de hacer con ellos se compensase con cualquier alcance que se hiciese al dicho capitán de los dichos ciento é cincuenta pesos é diez mil maravedís é todo lo que más pareciere habérsele quitado en las cuentas é averiguaciones pasadas, é que si todo ello montase más que el dicho alcance, ó como la mi merced fuese: lo cual visto por los del nuestro Consejo de las Indias, fué acordado que debíamos mandar dar esta mi carta para vos; por la cuál vos mandó que veáis la cuenta que el dicho Juan Pérez Arcila dió al dicho Luis Fernández de Alfaro y averigüeis por todas las vías que pudiéredes el agravio que los dichos herederos dicen que recibió el dicho capitán, y la dicha averiguación, juntamente con la dicha cuenta, la enviad ante Nos al nuestro Consejo de las Indias para que, en él vista, se provea lo que sea justicia: é non fagades ende al. Fecha de la villa de Madrid, á veinte y seis días del mes de Mayo de mill é quinientos y treinta y seis años.- YO LA REYNA.- Refrendada de Samano, señalada del Cardenal, Beltrán, Bernal; Velázquez.-».


(143-2-3, libro IV, folio 115).                


 

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Los testigos de la información hablan sólo de estos dos hermanos, pero no taxativamente, y a tal causa, subsiste la duda de si no hubo otros hijos de Martín Ruiz de Ercilla.

 

640

Para señalar esta fecha nos fundamos en la edad que asegura Garibay tenía cuando falleció: 40 años en 1534.