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Antigua. Historia y Arqueología de las civilizaciones

Conjunto arqueológico de Cáparra. Municipium flavium caperensis (Cáceres)

Presentación del conjunto arqueológico de Cáparra. Municipium flavium caperensis (Cáceres)

El actual yacimiento de Cáparra está situado en plena vía de la Plata, al norte de la actual provincia de Cáceres. Se accede a través de la Nacional 630, a través de una carretera comarcal que desde el cruce de Villar de Plasencia se dirige al embalse de Gabriel y Galán.

Desde la Edad Media es conocido su estado ruinoso, de modo que ya no fue repoblada en el siglo XII y se vio convertida en ventas del camino ahora medieval, paso obligado para viajeros y humanistas del siglo XVI que certificaron la abundancia de inscripciones. Las primeras excavaciones las realizó Antonio Cristino Floriano en 1929 y continuó José María Blázquez en la década de los años sesenta. A partir de 1988 los terrenos fueron adquiridos por la Diputación de Cáceres y desde la Universidad de Extremadura se llevaron a cabo varias campañas hasta 1997 financiadas por la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. En 2001 dentro del Proyecto Alba Plata, Ana Bejarano dirigió una campaña a través de la cual ha permitido conocer las termas públicas frente al foro, un área doméstica, las tabernae, la puerta sureste, la construcción del anfiteatro y un tramo de la vía romana conocida como de la Plata en su trayecto urbano.

Es posible que el nombre de esta ciudad correspondiera ya a un asentamiento prerromano de las inmediaciones. Pero lo que hoy son las ruinas de una ciudad romana corresponden a una de las entidades de población de carácter estipendiario citadas por Plinio dentro de la Lusitania: los caparenses y convertida en los últimos años del siglo I d. C. en el municipium flavium caparensis, tal como se refleja en una inscripción.

De la primera de las fases citadas, la prerromana, no existen indicios claros de su existencia. La segunda ha de relacionarse arqueológicamente con un asentamiento de nueva planta dotado de caracteres urbanos, de cronología augustea en torno al cambio de era, documentado a través de importaciones de cerámicas itálicas. Éste se hallaba atravesado de sureste a noroeste por el iter ab Emerita Asturican que actuaba de decumanus maximus a 110 millas de Augusta Emerita según el Itinerario de Antonino. Uno de estos miliarios, concretamente del CX corresponde a una de las actuaciones de Nerón en dicha vía y fue reutilizado, cortado en varios fragmentos pero sin la damnatio memoriae como basamento de los ejes de las tres puertas de foro. Cáparra se convirtió así en una de las «mansiones» de la citada vía: Cappara. Ya desde entonces contó con diseño ortogonal y modulado que ofrece la planta de sus edificios al excavarse. Lo mismo ocurre con la muralla elevada cuando aún era un oppidum, en torno al cambio de Era. Una de sus puertas ha sido excavada recientemente y de ella partía el kardo maximus. A época más reciente corresponde una importante reforma de la cerca que sirvió para engrosar la anchura del muro, realizado con una técnica muy diferente a la que ofrece el momento inicial.

La municipalización flavia sirvió para revitalizar a Cáparra con nuevas construcciones monumentales propias de la nueva situación a la que había ascendido. Fruto de ella son las modificaciones realizadas en el foro y otras áreas y la instalación de la curia y la basílica en espacios que anteriormente cumplían otras funciones. No obstante, sería posible observar dos fases en esta ornamentación urbana llevada a cabo a partir de su conversión en municipio. La primera, más temprana realizada en granito, mientras que en la segunda se utilizaría ya el mármol y correspondería ya al siglo II, tal como puede advertirse del análisis de las inscripciones. Dentro de la primera habría que incluir el tetrapylon, el nymphaeum y el edículo dedicado a Trebaruna, mientras que en la segunda se incluiría la conversión del espacio porticado en una galería local de summi viri con pedestales y estatuas.

La nueva situación política local llevó a algunos de sus ciudadanos a materializar esos proyectos de monumentalización. Uno de ellos, de carácter ornamental y simbólico, más que funcional, fue la construcción de un tetrapylon en el punto en que el kardo se encuentra con el decumanus, justo donde se hallaba en el acceso al foro. Este edificio se convirtió, milagrosamente, en el único que resultó indemne del proceso de formación de la ruina de la antigua ciudad. Acaso ya desde entonces se convirtió en el icono de la ciudad, tal como lo sigue siendo en la actualidad. Está formado por cuatro pilares realizados en sillares de granito y núcleo de opus caementicium que dejan paso a cuatro arcos enfrentados dos a dos. De esos mismos cuatro pilares arranca una bóveda de arista que sostiene un ático, la zona más deteriorada actualmente. Dos de esos pilares sirvieron de soporte a dos inscripciones, de las que en la actualidad sólo se conserva una. En ella se cita al ciudadano M. Fidius Macer, que lo dedica a su madre, Bolosea Pelli filia y a su padre, Fidius Macri filius. La otra la dedicó a su esposa, Iulia Luperca Luperci filia y ha desaparecido. Del constructor se conoce otra mención cuando era praefectum fabrum y dedicó un posible aediculum a la diosa lusitana Trebaruna. Según esta inscripción en tabula ansata, con anterioridad había ocupado otros cargos municipales: en dos ocasiones magister y en otras dos duumvir.

Éste no es el único caso en que se observa la actividad propagandística de los nuevos cargos municipales. En 1929 se encontró un pedestal de mármol con una dedicación a Iupiter por Valerius Vegetinus. Dos fragmentos de una inscripción monumental perteneciente a un nymphaeum citan a un Albinus como constructor de un aqua augusta en la que por primera vez se halla la mención de municipium flavium caparensis. Es posible que a ese mismo comportamiento propagandístico personal se deba la construcción de un anfiteatro situado extramuros de la ciudad y de las termas públicas frente al foro.

Este espacio se encuentra flanqueado por una galería porticada y por un edificio en bloque. En el primero de ellos se instaló la basílica con la adición de un aediculum-tribunal y allí se colocaron numerosas basas para soportar pedestales incluso togados, como el que se conserva en Casablanca. Entre las inscripciones se hallaba un grupo formado por tres pedestales dedicados por Cocceia Severa que se repartieron por diversos lugares a partir de la Edad Media. Uno de ellos se encuentra en una portada de los jardines del palacio de los duques de alba en Abadía y otras dos fueron a parar a la colección formada en el siglo XVI en la Casa del Deán en Plasencia y que antes habían sido descritas por Accursius en Oliva de Plasencia. De ellas, la primera ha desaparecido y la otra se halla en el Museo Arqueológico Nacional procedente del castillo de Las Navas del Marqués. Las dimensiones coinciden con las basas situadas en dicha galería. Durante las excavaciones de 1993 se halló una inscripción honorífica, la de P. Me[…] Ligu[…]. T.

La curia en la actualidad sólo conserva dos pavimentos laterales de opus signinum y el emplazamiento de dos sillares que sostuvieron sendas columnas y un cancel que sirvió para separar el espacio de la curia de otro precedente. Las excavaciones que realizó Floriano permitieron conocer la existencia de una plataforma a la que se accedía por dos grupos de escaleras situadas en los laterales. Recientemente hemos podido comprobar la presencia de un pavimento en la zona central que actuaría a modo de pasillo.

En el frente principal hubo tres templos, cuyos ejes longitudinales coinciden con los tres accesos a la plaza del foro, correspondiendo el central con el mismo eje del kardo y del tetrapylon. Este templo fue tetrástilo y debió de ser reedificado en época flavia, a juzgar por el empleo de materiales amortizados.

En el siglo III aún se mantenía la actividad municipal, ya que a esa época pertenece la inscripción sobre un pedestal dedicada a Iulia Domma por el senado local que fue llevada a Ledesma por Gaspar de Castro. A fines este siglo o comienzos del siguiente existen ya síntomas de privatización de áreas públicas, en especial en el foro. Allí se construyó un horno en el que se fundirían elementos de bronce o acaso se realizó para aprovechar los numerosos mármoles para utilizarlos como cal. Igualmente se observan cimentaciones de edificios que no siguen las pautas marcadas por las construcciones previas, lo que evidenciaría su estado ruinoso.

Dentro del citado proyecto Alba Plata de la Junta de Extremadura a través de la Consejería de Cultura y el Mecanismo Financiero del Espacio Económico Europeo, se han realizado trabajos de excavación a lo largo de 2001, a la vez que se ha construido un Centro de Interpretación sobre la antigua ciudad en el que se dota de información previa a la visita a los visitantes.

Enrique Cerrillo Martín de Cáceres
Universidad de Extremadura

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