Alude a Fr. Lope Barrientos, obispo de Cuenca, preceptor que había sido del Rey durante su adolescencia.
Don Enrique había entrado en Toledo en junio de 1449 a petición de los rebeldes y contra el deseo y mandamiento expreso de su padre. Pero en la época en que el bachiller escribe (octubre-noviembre del mismo año), ya pensaba, con consejo de su antiguo preceptor, el obispo de Cuenca, expulsar de la ciudad al cabecilla Pero Sarmiento y erigirse en dueño absoluto de aquélla, cosa que realizaría poco después, en el mes de diciembre.
El Ms. 2041 dice: Infans.
Ms. 2041: Juan García.-Ms. 9165: Juan de Vi.
Ms. 9175: Lib. XI.
Al margen de la posible ascendencia hebraica del relator Fernán Díaz de Toledo (el Mose Hamomo del memorial), sí es cierto que éste procediese de la ciudad alcalaína, en cuya iglesia de Santa María fundó una capilla para enterramiento propio y de los suyos, y en la que, al parecer, andando el tiempo, sería bautizado Cervantes. Cf. al respecto M. PORTILLA Y ESQUIVEL, Historia de la Ciudad de Compluto, Parte I, Alcalá, 1725, pp. 563-567 y 586-587; M. DE ASSAS Y EREÑO, «Capilla de Santiago en Santa María (Alcalá de Henares)», Monumentos Arquitectónicos de España; RODRIGO AMADOR DE LOS RÍOS, «La parroquia de Santa María la Mayor de Alcalá de Henares y su abandonada Castilla del Relator», Bol. Real Acad. Bellas Artes de San Fernando, XVIII, 1898, pp. 231-255 y 279-284; y LUIS MARÍA CABELLO Y LAPIEDRA, La capilla del Relator o del Oidor de la parroquia de Santa María la mayor en la ciudad de Alcalá de Henares, Madrid, 1905.
Desarrollo y documentación de estas afirmaciones en mi libro Toledo en el siglo XV, de donde están extraídas, con leves retoques, las páginas que siguen.
No hemos hallado el traslado de su original en el Archivo de la Catedral de Toledo, donde, al parecer, estuvo. Otras copias manuscritas de distintas épocas obran en B.N., Ms 2041, fols. 36-40, y Bibl. Provincial de Toledo, Sala Reservada, núm. 106, fols. 251-264. Se halla publicada como Apéndice en la edición por Sancha de la Crónica de Enrique IV, de DIEGO ENRÍQUEZ DEL CASTILLO, Madrid, 1787, pp. 109-115, tras las Coplas de Mingo Revulgo; por A. MARTÍN GAMERO, en su Historia de Toledo, ilustración XIII, pp. 1040-1045; y en la Colección diplomática de Enrique IV, núm. CXLV, pp. 545-551. No creemos que el destinatario de esta carta fuera el arzobispo Carrillo, como supone MARTÍN GAMERO (p. 785, nota 20), por cuanto en ella se le alude en tercera persona.
Colección Salazar, 9/1049, fol., 199-201. Dice haberse copiado en 1573 «de un papel antiguo comprado en el almoneda de un difunto».
Pedro de Aguilar, lego y casado, que murió dos días después «en su casa y cama», dice el relato de la Academia de la Historia (fol. 199).