Instrucción, ed. cit., p. 344, «Los judíos se han de convidar y atraer... por alagos e ruegos e beneficios, e por otras maneras de buena e graciosa enseñanza para los ganar a fabor hijos de Dios, e que los Christianos los deben ayudar y socorrer y honrar y tratar fraternalmente y caritativamente aun con todo amor, sin hacer departimiento ni distinción alguna de los antiguos a los nuevos, antes en algunas cosas los deben faborecer e facer ventaja más que a otros, hasta que sean plantados e radicados en la Santa Fee, según se face a los novicios en la religión» (Idem, p. 348).

Loc. cit., p. 350.

Loc. cit., p. 348.

Instrucción, p. 355.

Ob. cit., p. LXXXVI.

Trataríase de don Fernando Díaz de Toledo, arcediano de Niebla y Algeciras, canónigo de la catedral toledana, capellán mayor de Reyes Nuevos y miembro del Consejo Real (CRISTÓBAL LOZANO,Los Reyes Nuevos de Toledo, Madrid, 1764, p. 389). A él parece aludir su primo y homónimo el Relator al comienzo de su Instrucción, afirmando que en el rosario (la predicación vespertina en la iglesia mayor) contradecía valientemente la doctrina de Marquillos (loc. cit., p. 344). El sepulcro del Arcediano se halla en la capilla de San Juan Bautista de la Catedral de Toledo, y su inscripción reza que murió en 29 de septiembre de 1452.

Lo publica el P. LUIS A. GETINO en su Vida y obras de fr. Lope de Barrientos, ed. cit., pp. 181-204.

Publicado por el P. MANUEL ALONSO en su ed. del Defensorium, pp. 323-342.

Est conclusio -termina- quod neophytos seu de novo conversos, quos causae prohibitionis adhuc sequebantur, et tenent. Et hoc tantum, circa Episcopatus vel maiores dignitates. In aliis vero sufficiat ponderare quod tales ordinandi seu promovendi habeant fidem rectam et sint in officiis sibi committendis experti et examinati (p. 342).

Cf. supra, nota 60.