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ArribaAbajo- 346 -


El último poeta


ArribaAbajo   La noche más oscura se avecina
no puedo remediarlo con más cuentos.
Me pesan más los años que los vientos
y una invisible causa me asesina.

   Sólo escribir en verso me fascina;  5
y en esta colección de alumbramientos,
son ajenos sonetos mis alientos
y los propios la luz que me ilumina.

   Viendo esta decisión, tan noble y sana,
quien dispone la marcha, tiene dudas,  10
o quizás guste oír lo que se olvida.

   El caso es que dispongo de mañana.
¿O es qué al darme la Muerte sus ayudas,
quiere dar vida al verso con mi vida?




ArribaAbajo- 347 -


La fiesta del soneto


ArribaAbajo   Me suceden las cosas más extrañas,
que resultan después las más sencillas.
Se me prende una caja de cerillas
y la apago en un mar de musarañas.

   Son mis últimas Musas tan tacañas  5
que me acercan los versos en camillas.
Pero yo lo que quiero son rosquillas
y subir el primero en las cucañas.

   No me importa saber lo que sucede,
ni a cuanto estaba el Euro el mes pasado...  10
Con lo justo procuro ser dichoso.

   Mi ilusión, es comprarme, cuando herede,
un tranvía amarillo y colorado
y ponerme en tu fiesta a hacer el oso.




ArribaAbajo- 348 -


Por verte sonreír...


ArribaAbajo   Por verte sonreír, yo pagaría,
con el alma, si el alma me valiera.
Por verte disfrutar la primavera,
al Dios que tanto dudo, rogaría.

   Por verte harto de pan y de alegría,  5
vestido con tu traje de arpillera;
pondría en un altar a una ramera
y le quitaba el sol al mediodía.

   Yo sería capaz, y te lo juro,
de hacer por siempre un duro sacrificio,  10
si Tú te despertaras y los vieras.

   Y a estos niños les dieras: un futuro,
haciendo padecer igual suplicio
a los que dan la Muerte y Tú veneras.




ArribaAbajo- 349 -


Aquellos días de cine...


ArribaAbajo   Era uno de esos días, mal perdidos,
con un programa doble en el «Montera».
Una de Juan de Orduña, la primera,
y otra de Burt Lancaster: «Forajidos»

   Me gustaban las «pelis» de bandidos,  5
las de Tarzán y Jane, su compañera,
las del Gordo y el Flaco y la manera
de un Charlot que sonaba sin sonidos.

   Conocer a la Garner, fue mi gloria;
lo demás era triste y secundario  10
y lo digo con todos mis respetos.

   Desde entonces la llevo en mi memoria:
Declarado lo tengo ante un notario
que por ella empecé a escribir sonetos.




ArribaAbajo- 350 -


El soneto es un canto...


ArribaAbajo   El soneto es un canto tan sublime,
que es perfecto en su acento y su medida.
Una música dulce, donde anida,
el néctar que al poeta le redime.

   Gloria te puede dar, pues es sublime,  5
su solvencia moral; reconocida,
por aquellos que hicieron de él su vida
sin que ni un solo verso les lastime.

   Tan notorio es su estilo entre las Rimas
que por Rey Soberano es coronado  10
por estrofas divinas y profanas.

   Es la coronación entre las cimas
de todos los poetas que han logrado,
voltear en el aire sus campanas.




ArribaAbajo- 351 -


No hay mayor soledad...


ArribaAbajo   No hay mayor soledad, ni más agravio,
que el que siente un poeta en su escritura.
Cada letra que engarza le asegura
una tortura nueva de su labio.

   Dura es la sombra gris de un hombre sabio  5
toda sabiduría siempre es dura
que refleja en sus ojos la amargura
y en sus manos la voz de un desagravio.

   Con la muerte le llegan los laureles
de un instante que luego es el olvido,  10
y para más desgracia de su muerte,

   se terminaron todos los claveles,
por morirse en un día conocido
por el de los difuntos. ¡Vaya suerte!




ArribaAbajo- 352 -


El verso y la memoria


ArribaAbajo   ¡Cuántos versos nacidos al relente
de la sombra del árbol preferido,
para hacerme la siesta, se han perdido,
en los mil laberintos de mi mente!

   Pero, cuántos, un día, de repente,  5
en la flor de mi labio han renacido,
para darle a un soneto colorido
o sentido a una octava floreciente.

   Mi memoria es tan leve y tan estrecha,
que a la mínima brisa me abandona  10
y un olvido jugando se aprovecha

   para hacerme estas bromas, que perdona
-siempre si queda el alma satisfecha-,
este ser que es poeta y que es persona.




ArribaAbajo- 353 -


Ejercicio: un soneto


ArribaAbajo   ¡Qué termine, Señor, en «ina» o en «ente»
me conformo, Señor, si así termina,
el trabajo de hacer con voz minina
un soneto que suene diferente!

   Me lo encarga el maestro de mi mente,  5
el que con su mirada me fulmina,
y me pone la carne de gallina
cuando dice que no soy competente.

   Si me encuentra una falta; por ejemplo:
en un verso una sílaba de menos;  10
sufre, Señor, tu ira, la del templo.

   Y si sale perfecto el manuscrito,
siempre deja que pruebe sus venenos
y que en pleno silencio, lance un grito.




ArribaAbajo- 354 -


Contradictorio


ArribaAbajo   Si camino despacio, soy cansino.
Si al andar voy pensando, soy callado.
Si les digo que pienso, ¡qué pesado!
y si alabo una dama, libertino.

   Si pido algo de pan y algo de vino,  5
me dicen si primero lo he ganado.
Y si cumplo y soy fiel y soy honrado
dicen que mi honradez huele a tocino.

   Me ponga de perfil o de ternura
siempre existe algún pero que me arruina.  10
Si me pongo de frente y amargura

   siempre hay una sonrisa clandestina
y un mal samaritano que me cura...
y mi propio soneto se termina.




ArribaAbajo- 355 -


Soneto para pasar el rato


ArribaAbajo   Cada día me cuesta más trabajo
competir con los años y la vida.
Cada vez es más fácil cada herida
y más duro cerrarse cada tajo.

   Me presiento vagando cabizbajo  5
esperando mi próxima caída
y una mano o una voz desconocida
que me invita a seguir por otro atajo.

   Que amanezca o la noche se haga oscura
no me importa, pues nada me consuela,  10
si persiste el dolor de mi vestido.

   Cada vez menos miel. Más amargura.
Al mirar hacia atrás y ver la estela
que ha dejado mi voz sobre el olvido.




ArribaAbajo- 356 -


Soneto sobre la muerte de la Poesía


ArribaAbajo   En el año dos mil, la Poesía,
dejará de tener ningún sentido.
Comenzará su exilio hacia el olvido
donde nunca florece una utopía.

   Por los años dos mil, llegará un día,  5
que no tenga a ninguno parecido,
en que el hombre maldiga haber nacido
por matar su mayor sabiduría.

   Todo se llevará con tal secreto
que no lo advertirá ni el ser más puro.  10
Todo será por ley reglamentado.

   Nadie querrá salvar ningún soneto
para adornar el alba de un futuro
o acordarse del «polvo enamorado».




ArribaAbajo- 357 -


Hoy...


ArribaAbajo   Hoy parece que todo tiene estilo,
que todo lo que toco se embellece,
y que una nueva luz en mí amanece
y que en un nuevo labio me destilo.

   Hoy no tengo temor y no vacilo  5
en tomar lo que a mí me pertenece,
sin saber si mi esfuerzo se merece
el alegre mañana que perfilo.

   Hoy me siento a la orilla de un planeta
donde todas las cosas me son dadas,  10
para alivio de mi alma perezosa.

   Hoy doy gracias a Dios por ser poeta
y escuchar a mi espalda las pisadas
de la mujer que tengo por esposa.




ArribaAbajo- 358 -


De un poeta del siglo XXI, buscando el estilo de pasados siglos


ArribaAbajo   No se merece Amor, quien no padece,
por lograrlo la duda de la espera,
ni merece piedad quien adultera
el Amor cuando ya no lo merece.

   La pasión a más llama, más se crece,  5
y al crecer proporciona tal ceguera
que al amante de dudas aligera
y el Amor del amante se enriquece.

   No hay un dolor mayor que el del olvido,
ni una muerte más lenta que el desprecio  10
que podemos sentir de nuestro amante.

   Y quien después de haberlo padecido
se diferencia en algo del más necio
es que en la necedad hay un calmante.




ArribaAbajo- 359 -


Soneto


ArribaAbajo   Hay temporadas largas de carencias
que parecen que nunca se terminan;
y otras, que son más cortas, e iluminan
todas nuestras divinas ocurrencias.

   Largos son los pesares y dolencias  5
que si no andas con ojo te asesinan,
y unas pausas que un día te confinan
a las ruinas que son las decadencias.

   Esto es y no otra cosa la rutina
que tan ciegos nos lleva hacia la nada,  10
que es esa oscuridad que nos espera.

   Yo, que he sabido siempre que me inclina,
aunque ser ya mayor me desagrada,
no he de pedir vivir cuando me muera.




ArribaAbajo- 360 -


Soneto


ArribaAbajo   Ni mi mano dirige los que escribe,
ni mi mente razona con mesura;
que otra cosa no siento que pavura
al mirar en el tiempo mi declive.

   La juventud ni piensa ni concibe  5
que se puede acabar tanta hermosura
o que todo termine en la basura
y que la edad de tanto gozo prive.

   Yo, que veo tan claro el horizonte,
donde acaba mi verso congelado,  10
he dispuesto mi frágil equipaje:

   Ser de un barco fantasma polizonte
y en el puerto que tenga preparado
terminar con mil gozos el viaje.




ArribaAbajo- 361 -


Momento... (año 2000)


ArribaAbajo   Me la trajeron «ciega» de heroína.
Y aquel día, tenía sólo en casa,
un poco de algodón, alguna gasa,
y en un tubo la última aspirina.

   No funcionaba el gas en la cocina  5
y el teléfono móvil, con su guasa,
tuvo una cobertura tan escasa
que no pude llamar ni a la oficina.

   Todo se confabula en ese instante
para que yo parezca ante sus ojos,  10
más que un remedio, un potro de tormento.

   Y ella, que hizo un infierno, como el Dante,
tiene tanta ternura en sus despojos,
que aun me pide perdón, con un: «lo siento».




ArribaAbajo- 362 -


Cara y cruz


ArribaAbajo   Tengo la cara y cruz, siempre en un grito,
y la esperanza tengo destemplada.
Casi por no tener no tengo nada,
porque en necesidades soy perito.

   Me doy cuenta que vivo, porque sito,  5
en el mismo lugar de esta explanada,
donde viven los hombres que a su amada,
alabaron su nombre, y está escrito.

   Si me miro al espejo me doy asco,
y no hay agua que lave esta amargura  10
que es el pago, quizás, por vivir tanto.

   Y no digo que todo ha sido un chasco,
pero sí que la vida ha sido dura,
a pesar de tener mi propio canto.




ArribaAbajo- 363 -


Soneto a Elena en el día de su agua bautismal


ArribaAbajo   Esta dulce criatura que ha nacido
del fruto del amor y la belleza,
tiene un aura especial en la cabeza
como un ángel por Dios reconocido.

   Todo en ella parece que ha tenido  5
la leve claridad de la pureza,
y en sus labios inicia la cereza
el asomo del beso prometido.

   Si bendita es la rama donde anida,
más bendita es la mano, que con mimo,  10
acaricia su piel amaneciente.

   Te bautizamos hoy, como partida,
a una ilusión que con mi verso rimo,
¡al bendecirse el agua por tu frente!




ArribaAbajo- 364 -


Hablando del...


ArribaAbajo   He nacido con poca artillería
y la poca que tengo, entristecida,
porque no encuentro un hoyo a la medida,
ni la mano que cause mi alegría.

   Cada vez tengo menos puntería  5
y la poca que tengo, mal metida,
que me pide al entrar ya la salida
asustada de tanta porquería.

   Yo no tengo un corral con cien gallinas
ni para darles trigo buen dinero,  10
que hasta en esto soy corto y reducido.

   Menos mal que con pilas alcalinas,
voy cargando la pluma en el tintero
y lo corto lo doy por lo escogido.




ArribaAbajo- 365 -


A Joaquín Sabina


ArribaAbajo   No conoce la paz ni el buen sosiego
de dedicar un día a la lectura;
o indagar porque fue la dictadura
y porqué él nunca estuvo en el talego.

   Con la droga se pone casi ciego,  5
aunque dudo que emplee la más dura,
que una cosa es su cara de amargura
y otra dar con la muerte en este juego.

   Se ha hecho rico contando las desgracias
de todos los nocturnos, paso a paso,  10
aunque tiene este rollo superado.

   A esto llevan las nuevas democracias:
Que quien canta la ruina y el fracaso,
logre ser el mayor damnificado.

   Mas a pesar de todas mis censuras  15
me gusta más Sabina que los curas.




ArribaAbajo- 366 -


El poeta aconseja a la niña Silvia


ArribaAbajo   Este pan y quesillo, tan cotorra,
llegando a Peralejo, ya es leyenda,
de ser lo más bonito, dice «menda»,
y todos los que van siempre de gorra.

   Cuídate con el lobo y con la zorra,  5
no salgas sin tus padres de la hacienda,
donde se come bien y dan vivienda;
y en estos menesteres ¿quién no ahorra?

   Cuídate de las vacas, siempre hambrientas,
cuando les das el pan con tu manita,  10
no confundan tu piel con un regalo.

   Y sobre todo: a nadie le consientas,
si es extraño, que bese tu carita;
que te puede comer un hombre malo.




ArribaAbajo- 367 -


El que espera, desespera


ArribaAbajo   No encontrar el momento más propicio
y esperar cada día a que el siguiente,
ha de ser el propicio nuevamente,
para encontrar por fin algún resquicio.

   Esperar y esperar, algún indicio,  5
y seguir y seguir devotamente,
sin saber que esperar exactamente
por hacer de la espera nuevo oficio.

   Poco espero, más siendo tanto el poco,
me conformo con ser más lo que sueño,  10
que lo que he de lograr de tu alto cielo...

   Dicen que hay en mi espera, un pobre loco,
que locura le llaman a este empeño,
de esperar y esperar, algún consuelo.




ArribaAbajo- 368 -


Para Celia al cumplir 13 años


22 - 4 - 2001


ArribaAbajo   Hoy cumple trece años. Y es mi nieta.
Es casi una mujer y todo un cielo.
porque a todo le sirve de modelo,
como dicen el lirio y la violeta.

   Ella es tan natural, tan inocente,  5
que hasta el sol de su abril empalidece
cuando rompe la luz y se estremece
la mirada del astro por su frente.

   Es mi Celia y hoy cumple trece añitos.
Y todos nos sentimos tan dichosos  10
que por ella pedimos este día.

   Por eso de mis versos ya marchitos,
escoge para ti los más hermosos
¡que aún soy tu manantial de Poesía!




ArribaAbajo- 369 -


El menú del ogro


ArribaAbajo   Empezar con un Mario a la cazuela,
bien relleno de trufa decorada,
con la luz de una playa enamorada
donde el plato primero va que vuela.

   De segundo una Celia con ciruela,  5
y que tenga una gran corazonada,
por un ángel de frente despejada
y una virgen que al santo se rebela.

   De tercero un Ramón, bien preparado,
con un golpe de salsa zalamera  10
que en su aroma el sabor se manifiesta.

   Y de postre un Javier tierno y plegado
que en sus brazos albergue la litera,
donde el ogro se deje hacer la siesta.




ArribaAbajo- 370 -


Ella...


ArribaAbajo   Abro mi corazón y, ¡allí está ella!
Ella es en mi soneto la armonía.
Ella en mi despertar la luz del día
y en mi noche de paz, única estrella.

    Ella es siempre en mi duda, la que sella,  5
el amargo sabor con la ambrosía.
Ella es leve relente que rocía,
de pureza la rosa que hay más bella.

   Ella es mi voluntad y mi existencia
mi manantial de amor y el primer beso  10
que amaneció en mi alba de deseo.

   Ella es ella y en ella está la esencia
de todas mis carencias y el exceso
que Amor rebosa en mí cuando la veo.




ArribaAbajo- 371 -


Con los años y el tiempo...


ArribaAbajo   Con los años y el tiempo se madura
como la sed que acaba siendo fuente;
cuando vivir tan sólo es el presente
y el amor deja paso a la ternura.

   Poco a poco se pierde la frescura  5
y te vas acoplando entre la gente,
que como tú, se muestra indiferente,
y acorta en cada paso su figura.

   Nadie puede salvarse del abismo
y el uso de vivir con la rutina:  10
me levanto... me acuesto... me levanto...

   Con un gesto de «todo da lo mismo»
sólo piensas mientras el sol declina,
que ni Dios frena ya tanto quebranto.




ArribaAbajo- 372 -


¡El siglo veintiuno!


Con una fecha irrepetible: 1 - 1 - 1


Este soneto es el clásico que hago todos los años cuando acaban montando los últimos instantes del año viejo con el nuevo. Pero en este caso monto el viejo con el nuevo, el siglo con el nuevo siglo y el milenio con el nuevo milenio


ArribaAbajo   ¡El Siglo Veintiuno! ¡Qué bien suena!
Dando tumbos igual que un borrachito
llego al umbral del siglo que se estrena.
y al que aquí me ha traído felicito.

   Con la voz de la sangre ya serena  5
me dedico al repaso de lo escrito
y romperme los versos me da pena,
aunque no tuve nunca un favorito.

   Mas si hablo de favores, gracias debo,
ha todos los que son por mí queridos,  10
pues en ellos contemplo mi fianza.

   Tanto que en este pórtico me atrevo,
a componer con todos mis sentidos
un soneto de amor y de esperanza.




ArribaAbajo- 373 -


El primer soneto del siglo XXI


ArribaAbajo   El primero me debe portar algo,
aunque luego se gaste por la boca;
que se sienta su piel cuando se toca
y me diga quien soy y lo que valgo.

   En las cosas de Dios, ni entro ni salgo,  5
que es más grande mi duda que su coca
y a mis años ya nadie me equivoca,
pues descanso mi pie cuando cabalgo.

   El primero debiera ser discreto,
porque el verso no mueve ya molino,  10
cuando a todos les cuenta su secreto

   con el gesto que da al borracho el vino.
Si este cuento, que cuento, es un soneto,
más que cuento, parece un cuento chino.




ArribaAbajo- 374 -


Sin razón aparente...


ArribaAbajo   Sin razón aparente, este soneto,
empieza dibujando una quimera,
y acaba con la alegre primavera
de ver como termino este cuarteto.

   Jamás me han de poner en un aprieto  5
aquellos que han perdido la cartera,
y dicen, que el soneto es de otra era,
sin dar pruebas de amor o de respeto.

    Y una vez el cuarteto terminado
afronto este terceto con codicia  10
que osado me hace ser el ser poeta.

   Y viendo que esto está bien acabado,
sorprendo en mi mirada una caricia
de amor, por esta rima tan secreta.




ArribaAbajo- 375 -


El primo


ArribaAbajo   Como ni Dios su brazo a dar torcía
y Satanás estaba de igual modo;
recurrieron a mí, después de todo
lo que vieron que en este mundo había.

   La ocasión su banquete merecía,  5
y entre platos, hablamos, sobretodo,
de llegar a la paz codo con codo
respetando mi pacto de armonía.

   Mas se fueron los dos refunfuñando,
aunque al verse se ponen buena cara  10
y en sus logros se dan la enhorabuena.

   Sin que nadie se acuerde como ando,
por servir de buen juez y de cuchara,
al pedir yo la cuenta de la cena.

   Moraleja:  15
Si te piden ser juez, ¡cuida la escena!
que los más extremistas son pareja.




ArribaAbajo- 376 -


A Cintya, la deportista, en mis últimos metros de amor


ArribaAbajo   Algo tiene de ti, la Primavera,
siempre de flor en flor, como ave errante;
siempre saltando limpia, y elegante,
para llevar tu néctar la primera.

   Ni la luz ni su sombra te supera,  5
cuando luces gacela y aspirante,
a lograr de tu péndulo oscilante
la victoria en un golpe de cadera.

   De tus labios brotan las aguamieles
al superar barreras y sonidos  10
que son las nuevas metas del mañana.

   Al coronarte, Cintya, de laureles,
tu corazón estalla en mil latidos:
al recibir la gloria del que gana.




ArribaAbajo- 377 -


Aires del foro


ArribaAbajo   Tengo el canguelo propio del pureta
que sina más castañas que un papiro
y que piensa, si un aire me respiro,
con la última luz que me respeta.

   Los dolores en mí tienen su meta;  5
yo, que ni juego al mus, y me las piro
cuando dicen que se ha escapado un tiro,
cuando un nota cantaba una saeta.

   Se me nota al hablar mi procedencia
en la forma de darle al pico leña  10
o en mi cuerpo serrano la presencia

   de un pobre tan pirado, que ni sueña,
a pesar de fijar su residencia,
en los bajos de una ja madrileña.




ArribaAbajo- 378 -


Si me falta un soneto...


Todos los sonetos que cree a partir de este nuevo siglo llevarán fecha de creación... Por si acaso...


ArribaAbajo   Si me falta un soneto en la comida,
esta, de hacer diario mi sustento,
ni me encuentro feliz ni estoy contento,
que a estos grados de amor llevo mi vida.

   Si no escucho su voz, reconocida,  5
más que por mis oídos, por mi aliento,
el que le da de alguna forma viento
a la vela que impulsa mi partida.

   Me parece que vivo en un abismo,
donde pierdo al caer la última hora,  10
que dedico al soneto cada día.

   Que esta lucha, ya es casi un heroísmo,
y encontrar uno nuevo es una Aurora
en la parte que soy de Poesía.




ArribaAbajo- 379 -


No me pidas, jamás...


ArribaAbajo   No me pidas, jamás, que te dedique,
en tu fiesta onomástica un soneto,
si no quieres ponerme en un aprieto
y que en vano mi amor se sacrifique.

   Ni pretendas que en verso me complique  5
la vida por llegar a este cuarteto;
que no estoy para darle mi secreto,
al que después por nada me critique.

   Pues pensándolo bien, ¿cuál es tu ruego?
Que te ensalce sólo por lo que quiero,  10
o que al hacerlo diga quien no eres.

   No pretendas que yo juegue con fuego,
que me encuentro muy bien siendo soltero,
y es de sabio ser sordo entre mujeres.




ArribaAbajo- 380 -


Me muero de un soneto en terminales


ArribaAbajo   Me muero de un soneto en terminales,
con un verso de amor recién prestado.
Me muero de un cuarteto mal logrado,
juzgado por mil mentes criminales.

   Me muero de mis penas capitales;  5
-catorce endecasílabos- al lado,
de aquel que por herirme en mi costado
me aplica sus instintos más brutales.

   Me muero entre el olvido de la gente;
olvido, y sobre todo indiferencia,  10
pues nadie me responde cuando llamo.

   Quizás es que soy alguien procedente,
de algún siglo pasado, como herencia,
y todo lo que tengo es lo que amo.




ArribaAbajo- 381 -


No me preocupa nada...


ArribaAbajo   No me preocupa nada, en este instante,
porque todo se arregla con un vino,
en cualquier tasca inmunda del camino
donde llevo a mi sed de caminante.

   No se puede encontrar nada importante  5
cuando nada es mi luz y mi destino,
porque nada soy yo, sin este trino
que me da cuando canto voz de amante.

   Mala es la soledad no deseada,
pero es quizás peor la compañía  10
del que nada te dice si le llamas.

   Como veis se reduce todo a nada,
porque nada es la noche y nada el día,
y nada te responden si reclamas.




ArribaAbajo- 382 -


Soneto


ArribaAbajo   Vino, y sólo me dijo: ¿me esperabas?
Como el ser que yo espero más querido,
y se puso a jugar en el tendido
de mis versos al sol. ¿Qué me augurabas?

   Nunca supe saber lo que pensabas  5
en tu oscuro mirar desconocido,
ni si el suave contacto ha florecido
en el roce del aire que impregnabas.

   Te quedaste sin sombra y sin aroma
y empezaste a vivir de mis quimeras  10
que es el único pan que puedo darte.

   Aunque sueles decirme, medio en broma,
que si no fueras tú, mi compañera,
con mis versos tendría que inventarte.




ArribaAbajo- 383 -


Los nombres de las putas


ArribaAbajo    Me ha pedido un soneto, una ramera,
-que es una cortesana dicho en fino-
y como de la carne voy al vino,
la llamo en vez de furcia: hurgamandera.

   Decir horizontal, decir hetera,  5
es poner una zorra en tu camino;
o si va para largo en tu destino
busca alguna buscona que te quiera.

   Meretriz y pindonga, son corales,
con mozcorra y zurrona y con gamberra,  10
del oficio más viejo de la tierra.

    Contad bien si hay catorce nominales
y si falta una puta en este aprieto,
es culpa del autor, no del soneto.




ArribaAbajo- 384 -


Apatía del soneto


ArribaAbajo    Hace tiempo que tengo mala suerte,
y esa dicha que en todos se refleja,
ni me lleva con ella ni me deja
cual si fuera la hora de mi muerte.

   Hace tiempo que todo me convierte  5
en presunto que ya nada festeja,
y el mosqueo me va de oreja a oreja
pues cualquier alegría me pervierte.

   Se me nota que estoy en horas bajas,
cuando pido una prórroga al destino  10
o presento un proyecto de futuro.

   Que lo mío es tomar cuatro migajas,
y brindar como no me gusta el vino
con un verso, por todo lo que es puro.




ArribaAbajo- 385 -


Otro soneto a mi padre


ArribaAbajo   Quiso el pan ser más bueno, y nunca pudo,
a pesar de sus dones celestiales
igualar a mi padre y sus caudales
a pesar de vivir medio desnudo.

   Y que el Dios de los dioses, quedo mudo,  5
viendo tantas auroras boreales,
ofrecer en su muerte funerales
a pesar de ser pobre y ser menudo.

   Y si no pudo el pan rozar siquiera,
la ternura que en todos derramaba,  10
que mi verso declare mi tendencia:

   «Que sólo el corazón es quien venera,
y el mío con su sangre declaraba,
que más que ser su Dios, fue su existencia.»




ArribaAbajo- 386 -


A mi bruja y musa


ArribaAbajo   Cuando todas las sombras, sólo son,
una oscura mañana en mi tristeza
y un abismo profundo en mi cabeza
paraliza en mí toda decisión.

   Cuando no puedo darle al corazón  5
otra cosa que mi áspera dureza
y me inunda maligna la pereza
con un muro contra mi vocación.

   Hay una bruja musa que consuela
todas mis pesadumbres con sus dones  10
y me alienta a seguir si desfallezco.

   Que me deja su cielo como estela,
aclarando en mi verso los borrones,
de una gracia que sé que no merezco.




ArribaAbajo- 387 -


Tentaciones


ArribaAbajo   Si pudiera pintar, en donde escribo
mis versos, un botón de tentaciones;
donde fuera posible con presiones
alcanzar al tocarlo un objetivo;

   y que en uno dejara de estar vivo,  5
tan sólo con las mínimas presiones,
sin el libro de las reclamaciones
ni pedir un acuse de recibo.

   ¡Cuántas veces por alcanzar sosiego,
y dejar este valle de lamentos  10
no hundiría el botón con firme dedo!

   Sin tener que esperar como un borrego,
que la vejez, borre mis pensamientos
y acabe mi vivir, muerto de miedo.




ArribaAbajo- 388 -


El coleccionista


ArribaAbajo   Colecciono dolores de cabeza
y los tengo de todos los países;
si de Francia del tiempo de los Luises;
si de Rusia, del Zar y su nobleza.

   Propios tengo de la Naturaleza  5
que rezuman resacas con anises;
y los tengo del Norte, por lo grises;
y los tengo del Sur, por la tristeza.

   No me gusta prestarlos a ninguno,
que tenerlos costó gloria y apego,  10
y el sufrirlos merece mi respeto.

   Porque entre todos ellos hay alguno,
que manda, y me permite algún sosiego,
cuando busco la paz con un soneto.




ArribaAbajo- 389 -


Evocación


ArribaAbajo   Tú, me decías siempre: Después nada.
Y acertabas pues nada es sólo muerte.
Tú te fuiste dejándome una fuente
que en mis ojos se siente desdichada.

   Me acostumbré a estar solo, madre amada,  5
porque sin ti fue todo diferente;
tuve que mal vivir entre la gente
con la puerta de amor siempre cerrada.

   Y cuando todo estaba preparado,
para ser yo también, ninguna cosa,  10
como no me resigno a no escucharte,

   me inventé un paraíso inmaculado,
donde yo fuera el lirio y tú la rosa,
que florecía sólo con mirarte.




ArribaAbajo- 390 -


Evocación II


ArribaAbajo   Era un azul distinto y otro cielo,
otro el agua del río, y otro el canto,
del ruiseñor mostrando su quebranto,
que hiere y parte en lágrimas el hielo.

   ¡Qué amarillo tenía el semillero,  5
del aroma, del tacto y el encanto!
Cristalizado el órgano del llanto
cualquier flor te ofrecía su consuelo.

   Sólo tú eras igual. Tú solamente.
Lo demás era todo diferente  10
a como siempre quise yo soñarlo.

   Un sueño que de niño en mi nacía
y que yo conservé, por la alegría,
de intentar verte, ¡madre!... y de lograrlo.




ArribaAbajo- 391 -


ArribaAbajo   Cada vez que amanece me pregunto
¿será el último día de mi vida?
y después el ocaso me convida
a soñar que soñando estoy difunto.

   Por lo visto me cuesta estar a punto  5
o quizás al que manda se le olvida
que hasta el alma ya tengo prevenida
para ser diligente en este asunto.

   Cada vez que amanece se repite
esta luz, este cielo y esta orilla,  10
y una voz que me dice: ¡falta poco!

   Mientras tanto la vida me permite
escribir de la forma más sencilla,
y evitar que me vuelva medio loco.




ArribaAbajo- 392 -


Soneto del siglo XVI por Ramón García González


ArribaAbajo   Este dolor que viene y va en mi seno,
ora del alma, y ora del sentido,
debe ser algún fuego despedido
por dejar en mi mal, algo de bueno.

   Alguien debiera al fin ponerle freno,  5
que mi esfuerzo por vano está cumplido,
más por tu decepción, que por mi olvido,
que es tu ausencia quien mata, no el veneno.

   Sólo por un momento, malgastado,
por la fuente que mana tu belleza,  10
yo tendría el alivio necesario,

   para poder vivir sin tu cuidado.
Que tu desdén me mata de tristeza,
y la tristeza me hace solitario.




ArribaAbajo- 393 -


Verano ardiente


ArribaAbajo   Se apagaba la tarde más ardiente
del prolongado fuego del verano.
Yo con un abanico en cada mano
procuraba del sol estar ausente.

   A mi lado como el más fiel sirviente  5
llegó la noche un poco más temprano,
por librarme del peso del tirano
que me deja traspuesto levemente.

   Al momento refresco este soneto
que a medio terminar, con luz estaba.  10
Y en medio de la paz que da el sosiego

   desvelo al corazón mi gran secreto:
Que más que el fuego ardiente, me mataba,
querer a quien me toma como un juego.




ArribaAbajo- 394 -


El poeta a la playa del Calderer, tras una larga ausencia


ArribaAbajo   Ando sobre la arena de la playa,
justo donde florece, blanca espuma.
Una leve nostalgia me perfuma
la tristeza del labio cuando calla.

   Playa del Calderer. Donde yo vaya,  5
sólo glorias dará mi pobre pluma,
sin que jamás la tinta se consuma,
al ponerte mi amor esta medalla:

   ¡Cómo embriaga la luz que se derrama,
por la piel del recuerdo levemente,  10
Cuál amada caricia de los dioses!

   No es más feliz siquiera el que más ama,
sino el que agradecido, por ausente,
pone su corazón en los adioses.

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