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Sonetos a Lope de Vega. Siglos XVI a XX

Ramón García González




ArribaAbajoSobre esta antología de sonetos en homenaje a Lope de Vega

Cuenta, Montalbán, hablando de los privilegios de Lope, que fue durante su vida un hombre que siempre gozó de los favores de los reyes y de todos los cortesanos de su época. Pero donde Lope tuvo de verdad el cariño y la admiración hacia su persona como poeta, fue sin duda en el pueblo llano. Ellos nunca se cansaron de aplaudirle y de alabar todos su escritos, sobre todo sus comedias, con ellas recogió gran parte de toda su popularidad.

También tuvo el reconocimiento de los poetas y amigos de su época en los sonetos que le dedicaron a lo largo de su vida y que afortunadamente para la Poesía, estos han llegado a nuestros días. Son estos sonetos los hallazgos que he ido encontrando a lo largo de mi investigación sobre esta modalidad del verso para mi «Biblioteca del soneto». Siempre que encontraba en mi búsqueda algún soneto dedicado a Lope, pensaba en agruparlos algún día y con ellos además de mi satisfacción personal, agregar de alguna manera un nuevo homenaje a quien dentro de la Poesía en lengua española ha sido y es para el firmante el mejor de todos los poetas que ha habido y habrá. Sobre todo como sonetista, ya que en esta faceta es único, fecundo y fuente donde todos los demás poetas, algunos ignorando esta influencia, hemos bebido el estilo y la gracia del mayor de todos nuestros maestros: Lope.

Desde los poetas más celebrados en la época llamada el Siglo de Oro y los más desconocidos hasta nuestros días todos los sonetos que he podido encontrar están en esta Antología de amigos de Lope. Desde Juan de Arguijo, Cervantes, Francisco de Rojas Zorrilla, Francisco de Medrano, Juan Pérez de Montalbán, Luis Vélez de Guevara, los valencianos Carlos Boyl y Cristóbal de Virués; Quevedo y sobre todos Góngora con seis sonetos ha Lope, todos ellos contemporáneos de Lope.

También hay dos sonetos de una de sus amantes Camila Lucinda. Y así hasta llegar a nuestros días. Nunca le han faltado a Lope el reconocimiento en sonetos de la admiración y estima de todos los poetas.

Valga esta Antología de amigos de Lope como muestra de todo el amor que siempre he sentido por los sonetos de Lope. Para mí, ha sido mi referencia, mi gran valedor y la guía y veleta que impulsó mis endecasílabos. Si el alumno no ha sabido entender la gran valía de su maestro, cúlpese al alumno, mejor aprendizaje nunca hubiera podido encontrar.






ArribaAbajoDiego de Agreda y Vargas

España. Siglos XVI - XVII

Poeta. Amigo de Lope de Vega.




ArribaAbajoA Lope de Vega


   En Hércules, Atlante el grave peso
puso que el cielo sólo de él confía,
temiendo si en otro hombro le ponía
de la pesada máquina el exceso.

   De vos puede contarse este suceso,  5
oh fértil Vega donde el cielo envía
tanto divino néctar y ambrosía
que tenéis al Parnaso sacro en peso.

   Las nueve hermanas y el divino Apolo
teniéndos en el mundo han descuidado  10
de mostrar su furor santo y profundo.

   Y en vos como el de Arabia único y solo
el peso de sus ciencias han cargado
haciéndoos un nuevo Hércules del mundo.




ArribaAbajoMiguel de Agüera

España. Siglo XVII

Poeta




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Ese que admiras polvo inanimado,
deshecho nudo, corazón partido,
lino cortado, estambre destejido,
barro para quebrar, vidrio quebrado.

   Roto edificio, alcázar derribado,  5
anegado bajel, muro rompido,
seco jardín, clavel descolorido,
mortal cuaderno y libro deshojado.

   Fue caja, fue depósito, fue Atlante
de un diamante, que al sol hizo ventaja;  10
adora sus cenizas, caminante.

   Que aunque no está el diamante en la mortaja,
mientras que no gozares del diamante,
templarás el dolor con ver la caja.




ArribaAbajoClemente Althaus

Perú. Lima 1835 - París 1881




ArribaAbajoA Lope de Vega


   ¡Salve, gran Lope, de la tierra espanto,
de España eterno honor, oh el más fecundo
de cuantos vates vio jamás el mundo
y la Gloria endiosó en su templo santo!

   Si a tu tan fácil vena, a caudal tanto,  5
arte correspondiera más profundo,
si par te declarara, y sin segundo
el dios augusto que preside al canto.

   ¡Cuántas veces tu rica fantasía
las tres jornadas animó de un drama  10
en el pasmoso término de un día!

   Y aunque imperfectos la Razón los llama,
bástele de tu patria a la ufanía
que de ti sólo lo contó la Fama.




ArribaAbajoJuan de Arguijo

Sevilla. 1560 - 1623




ArribaAbajoA Lope de Vega Carpio


   Con heroica grandeza el sabio griego
cantó de aquel astuto Peregrino
el luengo discurrir, cuyo camino
tuvo por fin de Itaca el sosiego.

   Y del ilustre Dárdano, que el ruego  5
de Elisa desdeño y a Italia vino,
los varios casos resonó el latino
plecto, que celebró de Troya el fuego.

   Del uno y otro a la sublime gloria
un Peregrino en su fortuna aspira  10
por la voz dulce y cortesano aviso

   del culto Lope, que en su nueva historia
tales sucesos canta con la lira
del Peregrino que lo fue en Anfiso.




ArribaAbajoJuan Astete de Monroy

Valladolid. Siglo XVII

Capitán de Infantería, Poeta y amigo de Lope de Vega




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   El grande, el raro, el solo, el peregrino
admirado esplendor del suelo Hispano,
hoy a la muerte satisfizo humano
las sospechas que tuvo de divino.

   En sus obras la pira se previno,  5
que ofrecérsela digna fuera en vano,
cuanto excelsa Pirámide el Gitano
Nilo ostenta en espejo cristalino.

   Emula de su fama, ¡o muerte fiera!
el vital tronco tu fatal guadaña  10
deshizo al golpe de mortal herida.

   Mas renaciendo a superior esfera
procedió del eclipse luz a España,
y de la muerte a su memoria vida.




ArribaAbajoJacinta Baca

España. Siglo XVII

Poeta y amiga de Lope de Vega.




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


(Aludiendo a un eclipse de luna que hubo la noche en que murió)


   Llegó ya a las montañas de Apenino,
llegó a la Libia ardiente y Seythia helada
la fama por justicia acreditada
de este varón de tanto laurel digno.

   Y así del más remoto al más vecino  5
con himnos de dolor será llorada,
su falta, y la memoria venerada
del que en el velo humano fue divino.

   Hasta en el campo de zafir hermoso
la noche, que dio término a su vida,  10
mostraron sus lumbreras sentimiento.

   Y con afecto triste y amoroso,
cuando Delio llegó a su luz cumplida,
le formó en sombras sacro monumento.




ArribaAbajoAntonio Barbosa Bacelar

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega.




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Mientras Sirena en piélagos de llanto
a la muerte se opuso tu armonía,
pues las vidas, que indómita rendía,
vivificaban armónico tu canto.

   Alta ruina al Reino del espanto  5
temió la muerte, y con razón temía,
mas cuando más vengarse presumía,
en tu armonía receló su encanto.

   Hoy que a tu vida se atrevió la muerte,
sin duda que tu Musa suspendida  10
suspendido tenía el dulce acento.

   Pues si cantando te envistiera fuerte,
en vez de dar la muerte a tanta vida,
vida diera a la muerte tu contento.




ArribaAbajoFernando Bermúdez Carvajal

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Atiende, o huésped, y que canta admira
muerta la voz de Apolo el monumento,
que son por resolverse en su elemento
los nervios cuerdas y los huesos lira.

   Suena, no arde, que cortés la pira,  5
como por desnudar el instrumento,
llegó a quitar la piel a aquel portento
mudo que canta, muerto que respira.

   Las primeras cenizas que han mentido,
que en la urna, que Sessa las construye,  10
faltando el alma, asiste la viveza.

   Mas no, que siempre con igual partido,
porque viva este cuerpo sustituye,
o Lope el alma, o Sessa su grandeza.




ArribaAbajoJacinto Bocanegra y Guzmán

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Hable el dolor, la lengua sustituya
en los ojos su acción, publique el llanto,
o prodigio Español, o Lope, cuanto
debe el mundo sentir la muerte tuya.

   Suspenda triste la corriente suya  5
el por tu pluma célebre Amaranto,
y en su cristal tu nombre escriba. en cuanto
a la inmortalidad le restituya.

   Si las fertilidades de tu vega
tantos lustros al Tajo han coronado  10
de glorioso laurel la clara fuente.

   Hado infeliz este esplendor las niega,
bien que al sol de tu fama ha reservado
en triste ocaso, luminoso oriente.




ArribaAbajoCarlos Boyl

Valencia. 1577 - 1618




ArribaAbajoA Lope de Vega cuyo nombre va en él cifrado


   Lacedemonia se honra de Bulides,
Ortigia de su oráculo y su suerte,
Préciase Atenas de su Codro fuerte,
Esparta de Cleomenes y sus lides.

   Del gran Teseo y del famoso Alcides  5
Es Grecia madre, y tiene aunque, en la muerte,
Vivo al famoso hijo de Laerte,
En el estado en que se vio su Euclides.

   Gentil renombre Córdoba la llana
Adquiere, porque ha Séneca ha criado,  10
Crisol y espejo de la ciencia Hispana.

   Ahora, mejorando más su estado,
Recibe honor Madrid, alegre, ufana
Por el varón insigne que ha engendrado.

   Y pues su cielo ha dado  15
Otro retrato de estas sombras vivo,
loen mis versos su saber altivo.




ArribaAbajoFernando Cardoso

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Este de quien el Lauro es corta gloria
en copiosos conceptos que derrama,
libra su excelso túmulo en su fama,
y el trofeo inmortal en su memoria.

   No el bronce le reserva eterna historia,  5
en unos y otros números le aclama,
y en vivos esplendores de su llama
contra el olvida ilustra su victoria.

   Milagroso prodigio en fértil pluma,
admiración será de las edades,  10
honor de lo ingenioso y lo fecundo.

   Mas porque nunca el tiempo le consuma,
vota al cielo a su nombre eternidades,
dolor España, y sentimiento el mundo.




ArribaAbajoAntonio Carnero

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega.




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Lope yace en reposo, no su fama,
que resonante trompa gravemente,
de donde muere en húmido tridente
a donde nace el sol su nombre aclama.

   Penda su avena de luctuosa rama,  5
cuando del Tajo funeral corriente
de cristales lo erige, si eminente
pira sus cisnes, reposada cama.

   Gloria de Pindo fue, cuya enseñanza
su nación ha imitado y las ajenas  10
oráculo veneran su Talía.

   ¡O miserable humana confianza!
¿cómo en tus ambiciones te encadenas,
viendo tanto varón ceniza fría?




ArribaAbajoFrancisco Cascales

España. Murcia. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega.

Catedrático de Retórica de Murcia.




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Morir es ley forzosa en el que nace,
nazca plebeyo, o majestad suprema,
para la muerte no hay estratagema,
aunque espíritu angélico la trace.

   Aunque el hombre se mude, o se disfrace  5
en formas mil, llega la hora extrema;
romperse tiene nuestra humana nema,
por más que el alma al cuerpo amigo abrace.

   Merced del cielo, que a los orbes once
a Lope trasladó, y en urna de oro  10
conservar fénix, si inmortal aclama.

   Imprimen Musas su memoria en bronce,
y a un tiempo trina dulce, alto, sonoro,
tu lira Orfeo, su clarín la fama.




ArribaAbajoAgustín de Castellanos

España. Siglos XVI - XVII

Poeta. Amigo de Lope.




ArribaAbajoA Lope de Vega Carpio


   Espíritu gentil que el alto cielo
asaltas con ingenio peregrino,
vuela seguro, pues el sol divino
te presta aliento, te respeta el vuelo.

   Que no serás cual el audaz mozuelo  5
(bien que imitas el áspero camino),
que dando nombre al Ponto cristalino
fueron las ondas de su muerte el hielo.

   Que las alas opuso al sol ardiente
de cera y de soberbia, pues con ella  10
al cielo presumió ponerle escalas.

   Mas tú que llevas en la ilustre frente
el privilegio de su Dafne bella
puedes subir sin abrasar tus alas.




ArribaAbajoMiguel Cervantes y Saavedra

Alcalá de Henares (Madrid) 1547 - Madrid 1616




ArribaAbajoA Lope de Vega por su segunda edición de «La Dragontea» 1602


   Yace en la parte que es mejor de España
una apacible y siempre verde vega,
a quien Apolo su favor no niega,
pues con las aguas de Helicón la baña.

   Júpiter, labrador por grande hazaña,  5
su ciencia toda en cultivar la entrega;
Cilenio, alegre, en ella se sosiega;
Minerva eternamente la acompaña.

   Las Musas su Parnaso en ella han hecho;
Venus, honesta en ella aumenta y cría  10
la santa multitud de los amores;

   y así, con gusto y general provecho,
nuevos frutos ofrece cada día,
de ángeles, de armas, santos y pastores.




ArribaAbajoDoctor Céspedes

España. Siglo XVII

Poeta y Amigo de Lope de Vega.




ArribaAbajoA Lope de Vega Carpio


   Halló la ambigüedad un hablar mudo
por industria de aquel pintor famoso,
que debajo de un velo artificioso
mostró el extremo dedo lo que pudo.

   Fue sutil invención, ingenio agudo,  5
y ardid para los necios provechoso,
que encubren su caudal defectuoso,
al silencio tomando por escudo.

   Mas si este ¡o caro Lope! es tan parlero,
cuando yo mudo, que no puedo hablando  10
de las vuestras loar la menor parte.

   Para decir lo que decir espero:
callar quiero, y de vos decir callando,
que hacéis igual al pensamiento el arte.




ArribaAbajo Juan Delgado

España. Siglo XVII

Poeta.




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   O tú de Apolo universal destino,
transito es, no es muerte, haber faltado,
porque puede ascender de grado en grado,
mas no puede postrarse lo divino.

   Desde catorce lustros peregrino  5
sobre altares de antorchas colocado
no fue adquirir más gloria tu cuidado,
fue volverse al honor de donde vino.

   La eternidad te erige jerarquía,
porque nunca en tu ser se anocheciera  10
lo que infinitamente amanecía.

   Siempre fuiste carbunclo de una esfera,
primavera de luz tu ingenio ardía,
y siempre se ha quedado primavera.




ArribaAbajoJuan Duque de Estrada y Guzmán

España. Siglo XVII

Caballero del Hábito de Santiago.

Poeta y amigo de Lope de Vega




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Repita aquí el dolor mayor grandeza,
pues cuanto fuere más el sentimiento,
vivirá de la acción el lucimiento
en el áspero ardor de la tristeza.

   Faltó, posible fue, naturaleza,  5
humano se perdió el entendimiento
en el más grave y próspero ardimiento
que pudo fabricarle su belleza.

   Llore mucho la vida el grave daño,
quéjese que le falta el mayor hombre,  10
pues no gozará, no, mejor empleo.

   Si bien llega tan presto al desengaño
en la opinión, la fama y en el nombre,
que es cortísimo afecto aun el deseo.




ArribaAbajoJoseph Estrata y Espinola

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega.

Caballero de la Orden de Santiago.




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Félix te nombra, ya feliz te advierte
canora fama a coros repetida,
pues sin pisar el límite a la vida,
pasaste la carrera de la muerte.

   La envidia castigada ya convierte  5
en caricioso afán lo que fue herida,
que es castigo a su saña prevenida
crueldad tan halagüeña de la suerte.

   De liberal quedaste con renombre,
pues das, o por venganza, o por victoria,  10
a la envidia silencio que la asombre.

   Modestia a la disculpa más notoria,
y el inmortal aplauso de tu nombre
dejas por mayorazgo a la memoria.




ArribaAbajo Tomás Fajardo

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega.

Del Hábito de San Juan.




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   No ya festivo tus arenas dores,
Manzanares gentil, mas tu corriente
viste de negras ondas, y tu frente
de marchito ciprés, no de verdores.

   Con su llanto las Ninfas y pastores  5
cubran tu margen de capaz creciente,
la tierra, que el funesto agravio siente,
produzca abrojos, y sepulte flores.

   Pues ya la noche de la muerte fea
escondió en occidente apresurada  10
la mayor luz de Febo y de su idea.

   Que yo en la pira lloraré encumbrada,
porque sigo erigida, al menos sea
del caudal de mis lágrimas regada.




ArribaAbajoFrancisco Faria Correa

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Murió el fénix d España, y cuando llega
el fin natal en túmulo de olores,
fertilísima pira de sus flores
para su muerte ministró su Vega.

   La misma Parca, aun siendo Parca, niega  5
jurisdicción fatal a sus rigores,
pues con logro de alientos superiores
al destinado fin su vida entrega.

   Así bien que forzosa, desmentida
quedó la muerte en la olorosa llama,  10
ejecutada sí, pero corrida.

   Pues tanto el mundo al fénix vivo aclama,
que aunque su muerte acreditó a su vida,
no fue su vida estorbo de su fama.




ArribaAbajoBernarda Ferreira de la Cerda

Oporto. Portugal. 1595




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Cuando admirable al mundo enriqueciste
con dulce canto, Apolo soberano,
mientras el tiempo te mentía humano,
acciones de divino al tiempo diste.

   Hoy que tu ausencia España llora triste,  5
muestras fénix que de Atropos la mano
contra tanta deidad se opuso en vano,
pues felice muriendo renaciste.

   De la muerte alcanzando así victoria,
a tus obras, asombro del olvido,  10
supremo altar conserva la memoria.

   Tú ya a los mismos astros preferido
entre mares de luz, golfos de gloria,
eres eterno sol, si Apolo has sido.




ArribaAbajo Blas Fernández de Mesa

España. Siglo XVII

Poeta. Fiscal y Contador Mayor de Toledo.




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   No sella, si le buscas, caminante,
al fénix Español, no le guarnece
esta que Mantua religiosa ofrece
a su posteridad urna elegante.

   No yace aquí, que en duración brillante  5
sobre sus plumas santas resplandece,
que a pesar de los años no fallece
quien la inmortalidad se labra instante.

   Dejónos pues, y en la región extraña
la admiración, o huésped, se apercibe,  10
intimándose fénix no segundo.

   Breve esfera a sus méritos fue España,
y en capaz proporción ahora vive
dilatado en los términos del mundo.




ArribaAbajoPedro Fernández Marañón

Sevilla. Siglos XVI - XVII

Poeta




ArribaAbajoA Lope de Vega Carpio


   Un número y dulzura milagrosa,
suave estilo, erudición con seso
tiene Lope de Vega con exceso
sobre cuantos escriben verso o prosa.

   Natural es el numen y copiosa  5
la vena, cual carácter sacro impreso:
es sabroso en lo lírico, y el peso
en su épico poema es grave cosa.

   Tiene elección, dispone y en él sólo
se ve en lo sumo la una y la otra parte  10
de ciencia y natural con tal grandeza.

   Que se puede dudar, por este Apolo,
si la Naturaleza vence al arte,
o vence el arte a la Naturaleza.




ArribaAbajoDiego de Fuentes Manrique

España. Siglo XVII

Poeta y amigo de Lope de Vega




ArribaAbajoA la muerte de Lope de Vega


   Ya el mejor rayo de la luz de Apolo
sintió del tiempo la fatal herida,
y su frente de honores guarnecida
ocupa muerta el negro Mausoleo.

   Ya Manzanares, ya, sin Lope solo,  5
de su voz no verá favorecida
la nieve entre esmeraldas derretida,
imperiosa a las ondas de Pactolo.

   Mas si murió de Lope el sacro bulto,
hoy en la fama vivirá su nombre  10
glorioso al monte de la Musas culto.

   Ninguna envidia su esplendor asombre,
pues a este clima y al opuesto oculto
falto de la Poesía el mayor hombre.




ArribaAbajoRamón García González

Madrid. 1928

Vive en Valencia y es el autor de esta Antología




ArribaAbajoA Fray Lope de Vega


Acróstico


(Al más puro estilo Siglo XVII)


   Fácil es comprender tanta armonía,
Ríos que desembocan en tu pluma,
Alma de cinco mares y la espuma
Yaciendo bajo tierra y losa fría.

   Labrador de más alta fantasía,  5
Obligado es por ello que presuma,
Pues el último aliento se le esfuma,
En la primera luz del nuevo día.

   De tu inmensa y eterna fuente clara,
El vulgo transparente te recibe,  10
Viviendo más tu muerte que tu vida.

   Es tu literatura quien me ampara,
Gracias te doy por ser quien me cultive,
Antes de que prepare mi partida.




ArribaAbajoQue te escriba, me pides, que te escriba...


Acróstico


   Que te escriba, me pides, que te escriba,
y amoroso y contento, te hago caso.
Caminando en el verso paso a paso,
y en la prosa, confuso, a la deriva.

   Que aunque en balde malgaste mi saliva,  5
puede más mi ilusión que mi fracaso,
aunque viva de amor al cielo raso
y mi lira no sea creativa.

   Que te escriba, quizás con la esperanza,
de avivar algún fuego en la ceniza  10
de lo que fue un amor desesperado.

   Y en la espera, esperar esta mudanza,
que los dos esperamos, y utiliza
más que nuestra pasión, nuestro pecado.




ArribaAbajoA Lope de Vega


   Se le acercó la Parca conocida
para llevarse el cuerpo hacia la nada,
y cuanto menos era, más granada
iba dejando el surco de la vida.

   Todo iba floreciendo en la medida,  5
que la Sombra se hacía más osada,
porque nunca jamás fue tan violada
por el Tiempo una vida más querida.

   Suelo y Cielo se hicieron conjurados
sobre el mármol que ensalza la figura,  10
al más alto mortal de los mortales.

   Por su estela llegamos consagrados
al Templo de la Gran Literatura
donde sus versos viven inmortales.




ArribaAbajoA Lope de Vega


   Este que en bronce está reproducido
por plazas, y por calles, y de veras,
también reproducido en extranjeras
ciudades donde fue reconocido.

   Vencedor fue del Tiempo y del Olvido,  5
de la Envidia y de todas las Quimeras,
y de todos los mares y riberas,
donde nace el silencio y el sonido.

   No fue su muerte grata vencedora,
pues con matar a Lope, dio más vida  10
a lo que fue una vida fabulosa.

   Ya ni lágrimas quedan, nadie llora,
ni hay una fosa triste y dolorida,
donde dejar un verso o una rosa.




ArribaAbajoA mi amigo Lope de Vega


   Por nacer inquilino en tu soneto
hoy me siento más Lope que García.
Pertenezco a la misma Cofradía
y termino con esto este cuarteto.

   Grande es mi admiración y mi respeto  5
al llevarte por sombra y compañía,
que a los buenos poetas Dios los cría
y a los malos les pone en un aprieto.

   Cada vez es mi Vega más extensa,
más natural, si cabe, y más sencilla,  10
sólo para lograr lo que pretendo.

   Cada uno que piense lo que piensa,
ancho es mi corazón, y ancha Castilla,
e infinita la luz que por ti enciendo.




ArribaAbajoLuis de Góngora y Argote

Córdoba. 1561 - 1627




ArribaAbajoA Lope de Vega


   Embutiste Lopillo, a Sabaot
en un mismo soneto con Ylec,
y echándosele a cuesta a Lamec
le diste un muy mal rato al justo Lot.

   Sacrificaste al ídolo Behemot,  5
que matan mal coplón Melquisedec,
y traiga para el fuego Abimelec
sarmientos de la viña de Nabot.

   Guárdate de las lanzas de Joab,
de tablazos del arca de Jafet,  10
y leños de la escala de Jacob;

   no te metas con el rey Acab,
ni en lugar de Bethelén me digas Bet,
que con tus versos cansas aun a Job.

   Y este soneto a buenas manos va:  15
¡Ay del Alfa, y Omega, y Jehová!




ArribaAbajoA Lope de Vega


   Por tu vida Lopillo, que me borres
las diez y nueve torres del escudo,
porque aunque todas son de viento dudo,
que tengas viento para tantas torres.

   Válgame los de Arcadia, no te corres  5
armar de un pavés noble, un pastor rudo
a tronco de Mi col, Nabal barbudo,
o brazos Leganeses, y Vinorres,

   No me dejéis en el castillo almena,
vuelva a su oficio, y al rocín alado,  10
y en el Teatro sáquele los reznos.

   No fabrique más torres en arena,
sino es que la segunda vez casado
nos quisiere hacer torres los torreznos.




ArribaAbajoA cierto señor que le envió «La Dragontea» de Lope de Vega


   Señor, aquel Dragón de inglés veneno,
criado entre las flores de la Vega
más fértil que el dorado Tajo riega,
vino a mis manos, púselo en mi seno.

   Para ruido de tan grande trueno  5
es relámpago chico: no me ciega.
Soberbias velas laza: mal navega.
Potro es gallardo, pero va sin freno.

   La musa castellana bien la emplea
en tiernos, dulces, músicos papeles,  10
como en pañales niña que gorjea.

   ¡Oh planeta gentil, del mundo Apeles,
rompe mis ocios, porque el mundo vea
que el Betis sabe usar de tus pinceles!




ArribaAbajoA la «Jerusalén conquistada» que compuso Lope de Vega


   Vimo, señora Lopa, su Epopeya,
e por Diosa, aunque sá mucho legante,
que no hay negra poeta que se pante,
e si se panta, no sá negra eya.

   Corpo de san Tomé con tanta Reya.  5
¿No hubo (cagayera fusse o fante)
morenica gelofa, que en Levante
as Musas obrigasse aun a peeya?

   ¿Turo fu Garcerán? ¿Turo fu Osorio?
Mentira branca cierta prima mía  10
do Rey de Congo canta don Gorgorio,

   la hecha si, vos tuvo argentería,
la negrita sará turo abalorio,
corvo na pruma; cisne na armonía.




ArribaAbajoA Lope de Vega


   Después que Apolo, tus coplones vido
salidos por la boca de un pipote,
insolente poeta tagarote,
en su délfico trono la ha sentido.

   La satírica Clío se ha corrido  5
en ver que la frecuente un necio zote,
y de que tantas legua sen un trote
la hayas hecho correr. Crueldad ha sido.

   Deja las damas, deja a Apolo y tente;
pido perdón al pueblo que enojaste,  10
que, aunque corrido el cortesano bando,

   no corras tanto, corredor valiente:
que si un sombrero por correr ganaste,
mira no ganes un jubón trotando.




ArribaAbajoA los apasionados por Lope de Vega


   «Aquí del Conde Claros», dijo, y luego
se agregaron a Lope sus secuaces:
con al Estrella de Venus cien rapaces,
y con mil soliloquios sólo un ciego:

   con La Epopeya un lanudazo lego,  5
con La Arcadia dos dueñas incapaces,
tres monjas con La Angélica locuaces,
y con El Peregrino un fray borrego.

   Con El Isidro un cura de una aldea,
con Los Pastores de Belén Burguillo,  10
y con La Filomena un idiota.

   Vinorre. Tifis de La Dragontea,
Candil, farol de la estampada flota
de Las Comedias, siguen su caudillo.



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