La cuestión social
Cartas a un obrero
Carta primera
Peligros de recurrir a la fuerza.-No se resuelven
por medio de ella las cuestiones, y menos las económicas
Carta segunda
Toda cuestión social grave es en parte
religiosa. -Necesidad de la resignación. -Distinción de la
pobreza y de la miseria. -Manera equivocada de juzgar de la felicidad por la
riqueza
Carta tercera
Ninguna cuestión social puede ser puramente
material: aun reducida a la de subsistencias, tiene elementos intelectuales y
morales
Carta quinta
Que la llaga que conviene curar es el pauperismo, el
cual no es cosa nueva ni calamidad creciente
Carta novena
De los que no pueden trabajar o malgastan el fruto
de su trabajo
Carta decimosexta
Que mientras el obrero no eleve su nivel moral o
intelectual, no se elevará para él el social
Carta decimonona
Sociedades cooperativas: necesidad de la
provisión y del sacrificio
Carta vigesimocuarta
Dificultad: la retribución justa no puede
existir con opinión extraviada.-La desigualdad debe estar limitada por
la justicia, pero la justicia se define con dificultad y no se entiende por
todos del mismo modo
Carta vigesimoquinta
Del Cuarto Estado.-No existe realmente.-Error de
equiparar las revoluciones políticas con las transformaciones
económicas.-Males del retraimiento político, y error de que las
reformas políticas son indiferentes para las sociales
Carta vigesimoséptima
Influencia de la familia en la religión, en
la moral, en la ciencia, en el arte, en la economía
Carta trigésima
Continuación de la
anterior.-Donación.-Herencia. Modo de adquirir la propiedad y de
gastarla
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