Poema I (La Mañana Eterna) - fonoteca
¡La tesorería!
Calculando segundos: «Ágil, ágil».
Engorroso
-combate
moscatel-, tropezarme, en la esquina,
con Pedrito.
Demonios,
me encarcelo:
-¿Tan temprano?
-Esperándote, pues.
-¿Esperándome?
-...
-¿Por qué?
-Me punzas.
-¿Te punzo?
-...
Bullicio de mesetas
de alegría.
-¿Para qué?
-¿No lo sabes?
¿Y tú?
-Óyelo de tus párpados:
abrazarte.