291

En este sentido, la pretensión de corrección que opera en el discurso jurídico se distingue de la del discurso práctico general en que «no se pretende que el enunciado jurídico normativo afirmado, propuesto o dictado sea sin más racional, sino sólo que en el contexto del ordenamiento jurídico pueda ser racionalmente afirmado», idem, p. 208. Así pues, afirmar algo racionalmente en el contexto jurídico supone atender tanto a las reglas y formas del discurso práctico como a las reglas y formas específicas del discurso jurídico.

292

Idem, p. 213. Cursiva mía.

293

«Los problemas ligados a la justificación interna han sido discutidos ampliamente bajo el rótulo de «silogismo jurídico», idem, p. 214. Cfr., idem, pp. 214-222. Para una exposición más breve, cfr., op. cit., Las razones del Derecho, pp. 194ss.

294

Op. cit., Teoría de la argumentación jurídica, p. 222. Cursiva mía. Atienza señala que esta última categoría, la de premisas que no son ni enunciados empíricos ni reglas de Derecho, se compone básicamente de reformulaciones de normas. Cfr., op. cit., Las razones del Derecho, p. 195.

295

Op. cit., Teoría de la argumentación jurídica, pp. 223ss. También, en forma resumida, op. cit., Las razones del Derecho, pp. 193-201.

296

En este sentido, el resultado depende de las convicciones normativas de los participantes, es relativa a un momento temporal y, en la mayoría de los casos, el procedimiento no puede ser llevado a la práctica de una manera perfecta. Al respecto Cfr., R. Alexy, «La idea de una teoría procesal de la argumentación jurídica», Derecho y razón práctica, (trad. Ernesto Garzón Valdés), Fontamara, México, 1993, pp. 66ss.

297

Op. cit., «La idea de una teoría procesal de la argumentación jurídica», pp. 66ss.

298

R. Alexy, «Sistema jurídico, principios jurídicos y razón práctica», Derecho y razón práctica, (trad. Manuel Atienza), Fontamara, México, 1993, p. 15.

299

Op. cit., «Sistema jurídico, principios jurídicos y razón práctica», pp. 11ss.

300

Idem, pp. 12ss.