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En donde se encuentra el origen de esta verdadera historia
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Cómo se prueba que las palabras, del modo que las lluvias, no falta nunca quien las aproveche
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Donde se da cuenta de lo que pasó entre el arzobispo de Toledo y D. Fadrique y quién era éste
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Dase cuenta de cómo desempeñó su comisión el enviado del duque de Benavente, D. Fadrique de Castilla
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En el que se prueba que los pastores suelen a veces descarriar a las ovejas
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Donde se vuelve a tomar el hilo de esta verdadera historia
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Cómo se verificó en Ocaña el juramento del Cuerpo de Dios, y se da cuenta del motivo que hubo para prestarlo
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Donde se da cuenta cómo dieron principio las grandes alteraciones de Castilla
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Cómo de consejos y alianzas, cada uno toma la parte que le conviene a su gusto
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Donde se da cuenta de quién era la reina de Navarra, y lo que ésta hacía en Castilla con otras cosas que verá el lector
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Donde se ve que no tuvo habilidad D. Fadrique para coger una rosa y se clavó en los dedos las espinas
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Donde se da cuenta de lo que llevaba a la cámara de la Reina al Alférez mayor del Rey
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Cómo fue recibido del Rey Mosén Guerau de Queralt, y lo que le dijo en nombre del rey de Aragón
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Cómo Rodrigo López de Ayala se enteró de lo que le atañía y dio cima a su empresa
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Cómo fue presentado el testamento del rey D. Juan I por su hijo D. Enrique y la resolución que tomó en su vista el duque de Benavente
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De la plática que tuvieron la reina Doña Catalina y el arzobispo de Toledo
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Que apenas fue llegado el du que de Benavente a su castillo, le pidió cuenta de su depósito al astrólogo, y el descubrimiento que hizo y la resolución que tomó
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Cómo siguieron las alteraciones en Castilla, saliéndose el arzobispo de Toledo de la villa de Madrid
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Continúa la materia del anterior, y se da cuenta de la salida de Madrid de la corte, y cómo a D. Enrique le llevaron a Valladolid
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En el que se retrocede, para mejor proseguir los sucesos de esta historia
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De cómo la Reina de Navarra no perdía ninguna batalla de las que daba
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Cómo D. García Manrique le cumplió la palabra al Rey
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Cómo se consiguió cesaran las grandes alteraciones de Castilla con el convenio de Perales
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Donde se da cuenta de algunas cosas que sirven para que se comprendan muchas otras y entretenimiento del lector
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Donde se cuentan las aventuras del torneo y cómo el prez se partió
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Cómo la estrella de Rodrigo López de Ayala siguió oscureciéndose a pesar de sus esfuerzos
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Que la vida como el cielo, tiene nubes y tempestades
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En el que se demuestra cómo el libro en que leyó el astrólogo Ben-Samuel no se apolillará jamás
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Cómo los relámpagos sirvieron para más de lo que el page necesitó
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Cómo Rodrigo López de Ayala hizo más de lo que se propuso, y otra cosa de lo que quería
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Donde se da cuenta a quién confesó Elvira la lectura del famoso libro de Ben-Samuel, con otras cosas que verá el lector
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Cómo Rodrigo López de Ayala contó con las borrascas del Océano para olvidar las de su amor
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De cómo fue el duelo de D. Alfonso Manrique y el señor Rodrigo López de Ayala, y por quién se pronunció el juicio de Dios
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De lo que a Elvira aconteció en la cámara de la Reina
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En el que se da cuenta de lo que ocurrió después de la muerte del Adelantado mayor, y de la plática que tuvo Elvira con el Arzobispo su tío
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Cómo el Arzobispo D. García Manrique hizo el encargo de su sobrina, y consiguió de D. Enrique lo que de él solicitó
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Cómo fue entrada la hermosa Elvira Manrique de Lara en el monasterio de nuestra Señora de las Huelgas de Burgos
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Cómo entre anochecer y amanecer pueden suceder grandes cosas y súbitas mutaciones
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En el que se da cuenta cómo por segunda vez comenzaron las turbulencias de Castilla
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De lo que oyó D. Gonzalo Núñez de Guzmán, y la plática que tuvo con el arzobispo D. García Manrique
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Cómo quedaron los disturbios de los gobernadores, y qué éxito tuvieron los intentos de D. García, con otras cosas que verá el lector
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Cómo vinieron a recordar a D. Fadrique de Castilla que hay algo más poderoso que la propia voluntad
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En el que se da cuenta de dónde venía Rodrigo López de Ayala, y con quién tropezó impensadamente, y de lo que le sirvió tropezar
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De cómo cumplieron los sayones del duque de Benavente lo que su señor les encomendara, y lo que de resultas pasó en el camino de las Huelgas y en el alcázar del rey Enrique III
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Cómo Rodrigo López de Ayala sólo pudo decir su resolución a Elvira, pero no cumplirla como se había prometido por un obstáculo que no pudo vencer a pesar de su energía
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Cómo los ánimos se alteraron en Burgos con el homicidio de Día Sánchez de Rojas, y cómo Enrique III pidió justicia cumpliendo lo que al Alférez mayor prometiera
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Que fue guardado el testamento de D. Juan I, con la resolución que tomó el Duque de Benavente
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Cómo D. Fadrique de Castilla se despidió de la reina Doña Catalina y de Doña Leonor su hermana
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En el cual se da fin a esta entretenida y verdadera historia
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