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ArribaActo II

 

Jardín. En el fondo de la escena hay una gran cascada de hiedras y todo el suelo estará plantado de margaritas gigantescas. Es un verdadero bosque de florecillas. A la izquierda del teatrito, y en parte del fondo, perdiéndose en la espesura, brilla el agua de un manantial... Todas las plantas están pintadas con luz suave del crepúsculo maduro.

 

Escena I

 

CURIANITA CAMPESINA 1.ª, CURIANITA CAMPESINA 2.ª y CURIANITA SANTA.

 
 

Vienen por la derecha dos CURIANITAS CAMPESINAS que viven al pie de unas setas. Son muy viejas. Una de ellas tiene fama de santa en los alrededores.

 
CURIANITA SANTA
¡Qué gran disgusto traigo, comadre, qué disgusto!
¿Visteis a Curianito recitar en el prado?
CURIANITA 1.ª
Yo le vi columpiarse sobre un hilo de araña.
Cantaba triste, triste. Estaría soñando.
Él no piensa ganarse la vida honradamente.
CURIANITA SANTA
Es muy bueno y muy dulce. ¡Un gran poeta!
CURIANITA 1.ª
¡Un vago!
Sobre un hilo de araña nadie vive.
CURIANITA SANTA
¡Comadre,
no critiquéis a nadie, dijo el Gran Cucaracho!
 

(La otra CURIANA inclina sus antenas.)

 
«Meditad con la hierba que nace vuestras vidas
y sufrid en vosotras los defectos extraños.
Valen más en mi reino los que cantan y juegan
que aquellos que se pasan la vida trabajando...;
que habéis de ser la tierra y habéis de ser el agua,
pétalos en los rosales y corteza en el árbol».
CURIANITA 1.ª
¿Es que el Gran Cucaracho no comía, comadre?

 (Con sorna.) 

Pues decidle a un hambriento esas frases.
CURIANITA SANTA
¡Callaos!
El hambre es un demonio con antenas de fuego
a quien hay que alejar...
CURIANITA 1.ª
¿Comiendo, eh?
CURIANITA SANTA
Orando.
CURIANITA 1.ª
Dejadme en paz, comadre. Sois muy santa y muy sabia,
pero para esta vida no habló San Cucaracho...
Si Curianito el Nene no trabaja y se aplica,
se morirá de hambre, tan listo y tan pintado.
¡Si yo fuera su madre, lo cogía...!
CURIANITA SANTA
Amiga,
que un amor imposible era su último canto
y hablaba de unas alas de mariposa herida,
más digna del rocío que la carne del nardo.
CURIANITA 1.ª
¡Es terrible esta plaga de gente perezosa!
CURIANITA SANTA
¡Tened misericordia del lindo enamorado...!
«Sufrid sobre vosotras las heridas extrañas,
los dolores ajenos», dijo San Cucaracho.
CURIANITA 1.ª
¡Pero a mí qué me importan tanta y tanta tontuna!
Y de una mariposa, ¿por qué se ha enamorado?
¿No sabe que con ella no podrá desposarse?
CURIANITA SANTA
¡Que ha de ser negro lodo sobre la nieve acaso!,
cuando llega tan blanca de donde no se sabe.
CURIANITA 1.ª

 (Enérgica.) 

Cae de las azucenas.
CURIANITA SANTA

 (Severa.) 

Comadre, no afirmarlo.
CURIANITA 1.ª
En fin, que el Curianito está loco.
CURIANITA SANTA
¡Tan bueno!
Estaré en oración porque tenga descanso.
Su cantar me recuerda mi amor de juventud.
CURIANITA 1.ª

 (Muy refunfuñona.) 

¡Vamos a la casita, que ya es de noche!
CURIANITA SANTA

 (Muy triste.) 

¡Vamos!
 

(Vanse las dos por la derecha, penetrando entre las hiedras donde tienen las cuevas. Es ya la noche cerrada y cae el primer rayo de luna sobre el bosque de margaritas. El agua del manantial tiembla con una ternura lejana.)

 


Escena II

 

MARIPOSA, CURIANA NIGROMÁNTICA, DOÑA CURIANA, una CURIANA CAMPESINA.

 
 

Por la derecha entran la CURIANA NIGROMÁNTICA y DOÑA CURIANA, la mamá de CURIANITO. Hablan acaloradamente.

 
DOÑA CURIANA
Para el baño de luna de nuestra mariposa
es muy bueno este prado.
CURIANA NIGROMÁNTICA
Sus alitas de cera
quedarán como estaban en la mañana hermosa
en que ella rompió los rayos del sol por vez primera.
DOÑA CURIANA
Ella viene del alba. Es una flor errante,
dijo mi niño anoche.
CURIANA NIGROMÁNTICA
Tened mucho cuidado,
doña Curianita amiga.
DOÑA CURIANA
Su corazón amante
la canta por las noches de un modo apasionado.
CURIANA NIGROMÁNTICA
¡Pues estemos alerta!

 (Dirigiéndose a las dos y llamando.) 

¡Venid acá! ¡Sin prisa!
¡Procurad que no rocen las alas con el suelo!
Sujetad las antenas, que las mueve la brisa
y temo que se tronchen. ¡Saltad el arroyuelo!

 (Volviéndose a DOÑA CURIANA.) 

Ya están aquí, señora.
 

(Entran en escena cuatro CURIANITAS CAMPESINAS que traen sobre sus caparazones a la MARIPOSA. A las CAMPESINAS.)

 
Dejadla lentamente.

 (A DOÑA CURIANA.) 

¿Le pusisteis ungüento de mosca machacada?
DOÑA CURIANA
Le puse dos unturas.
CURIANA NIGROMÁNTICA

 (Examinándola.) 

Ella ni ve ni siente.
Tiene los ojos muertos y la boca cerrada.
¿De qué reino llegaste con tu blanco vestido?
DOÑA CURIANA

 (Recordando.) 

Ella viene del alba. Es una flor que vuela.
CURIANA NIGROMÁNTICA
Tú con las alas rotas y el corazón herido
te vas hacia los reinos donde el amor se hiela.

 (Dirigiéndose a DOÑA CURIANA.) 

¡A qué la dejaremos bajo la luna! Siento
la tristeza de aquella voz en el encinar
que decía perdiéndose en el alma del viento:
se ha muerto un hada; el hada del campo y de la mar.
DOÑA CURIANA
El dolor o la muerte me cercan la casita.
Curianito no cesa de cantar sus amores.
CURIANA NIGROMÁNTICA
Hay que casarlo pronto con Silvia. Necesita
jugar y distraerse.

 (A una CAMPESINA.) 

Quédate entre las flores
vigilando los sueños de la blanca durmiente.
Si suspira, le acercas este ramo bendito.
DOÑA CURIANA

 (Con el mismo tema.) 

¡Ay doctora vecina! Mi corazón presiente
mucho mal.
CURIANA NIGROMÁNTICA

 (Sin hacerle caso.) 

¡Ten cuidado! ¡Si viene Alacranito!
 

(DOÑA CURIANA llora en silencio.)

 
Tened mucha presencia, señora. Sois inquieta.
DOÑA CURIANA

 (Llorando.) 

Toda, toda la culpa la tiene mi marido.
No hay desgracia mayor que la de ser poeta.
¡Yo los quemaba a todos!
CURIANA NIGROMÁNTICA
Los quemará el olvido.
 

(Vanse. Queda la escena rota. La CURIANITA GUARDIANA se apoya en el tronco de una margarita y allí se queda inmóvil, moviendo sus antenas lentamente.)

 


Escena III

 

MARIPOSA y CURIANAS GUARDIANAS.

 
MARIPOSA

 (Despertando.) 

Volaré por el hilo de plata.
Mis hijos me esperan,
allá en los campos lejanos,
hilando en sus ruecas.
Yo soy el espíritu
de la seda.
Vengo de un arca misteriosa
y voy hacia la niebla.
Que cante la araña
en su cueva;
que el ruiseñor medite
mi leyenda;
que la gota de lluvia se asombre
al resbalar sobre mis alas muertas.
Hilé mi corazón sobre carne
para rezar en las tinieblas,
y la muerte me dio dos alas blancas,
pero cegó la fuente de mi seda.
Ahora comprendo el lamentar del agua,
y el lamentar de las estrellas,
y el lamentar del viento en la montaña,
y el zumbido punzante
de la abeja.
Porque soy la muerte
y la belleza.
Lo que dice la nieve sobre el prado,
lo repite la hoguera;
las canciones del humo en la mañana
las dicen las raíces bajo tierra.
Volaré por el hilo de plata;
mis hijos me esperan.
Que cante la araña
en su cueva;
que el ruiseñor medite
mi leyenda;
que la gota de lluvia se asombre
al resbalar sobre mis alas muertas.

 (La MARIPOSA mueve las alas con lentitud.) 



Escena IV

 

MARIPOSA, ALACRANITO EL CORTAMIMBRES y CURIANAS GUARDIANAS.

 
 

Por la derecha asoma la graciosísima pinza de ALACRANITO.

 
ALACRANITO
Una rica fragancia
de carne fresca
me llegó.
CURIANA GUARDIANA

 (Iracunda.) 

¡Márchate!
ALACRANITO
¡Déjame que la vea!

 (Acercándose.) 

CURIANA GUARDIANA
¡Vete al bosque, borracho!
ALACRANITO
¡Ojalá lo estuviera!
Ya me hubiese comido
sus alas.
CURIANA GUARDIANA
¡Sinvergüenza!
¡Márchate de este bosque!
ALACRANITO

 (Suplicante.) 

¡Un bocado siquiera
donde tiene la herida!
¡La punta de una antena!
CURIANA GUARDIANA

 (Furiosa.) 

¡Si no te marchas pronto,
llamo a mis compañeras
y te matamos!
ALACRANITO

 (Serio.) 

Oye,
si yo un viejo no fuera,
¡cómo me tragaría
tu sabrosa cabeza!

 (ALACRANITO se acerca presto a morder a la MARIPOSA.) 

CURIANA GUARDIANA

 (Alarmada.) 

¡Mira que grito! ¡Vete!
 

(La MARIPOSA se mueve.)

 
¡A ver si la despiertas!
ALACRANITO

 (Saltando y riendo a carcajadas.) 

¿Qué dice la damita
apetitosa y tierna?
CURIANA GUARDIANA

 (Yendo a pegar a ALACRANITO.) 

¡Esto es intolerable!
ALACRANITO

 (Muy cerca de la MARIPOSA y abriendo la pinza.) 

¿A que a mí no te acercas?
CURIANA GUARDIANA

 (Aterrada.) 

¡Venid, que se la come!
ALACRANITO

 (Retirándose.) 

¡Calla, Curiana fea!
CURIANA GUARDIANA
¡Vete pronto a tu casa!
ALACRANITO

 (Cantando cínicamente.) 

Ya me voy a mi cueva;
a comerme diez moscas.
CURIANA GUARDIANA

 (Indignada y empujándole.) 

¡Vete!
ALACRANITO

 (Con guasa.) 

¡No es mala cena!
CURIANA GUARDIANA
¡Eres canalla y medio!
ALACRANITO

 (Yéndose.) 

¡Y tú loca y soltera!
 

(La CURIANITA GUARDIANA se enfurece, se acerca a examinar a la MARIPOSA y después vuelve a su sitio. La voz aguardentosa de ALACRANITO se siente tarascar cada vez más lejos.)

 


Escena V

 

GUSANO 1.º, GUSANO 2.º, GUSANO 3.º, MARIPOSA y CURIANAS GUARDIANAS.

 
 

Entre las yerbas brilla un grupo de GUSANOS DE LUZ. Avanzan lentamente.

 
GUSANO 1.º
Ya podemos bebernos
el rocío.
GUSANO 2.º
Ahora he visto en el lago
temblar a los lirios.
Pronto caerá sobre las hierbas,
santo y cristalino.
GUSANO 1.º
¿Caerá de los ramajes
o lo traerán los fríos?
GUSANO 3.º
Nunca comprenderemos
lo desconocido.
Ya se ha apagado mi luz;
estoy viejo y marchito,
y no vi descender
de la rama el rocío.
GUSANO 2.º
Brotará de la tierra.
GUSANO 3.º
Un viejo sabio ha dicho:
«Bebed las dulces gotas,
serenos y tranquilos,
sin preguntar jamás
¿de dónde habrán venido?».
GUSANO 1.º
Endulzan el amor
esas gotas.
GUSANO 3.º
Los viejos
sabemos que el amor
es igual que el rocío.
La gota que tú tragas
no vuelve sobre el prado;
como el amor, se pierde
en la paz del olvido.
Y mañana, otras gotas
brillarán en la hierba
que a los pocos momentos
ya no serán rocío.
GUSANO 1.º
No nos pongamos tristes...
GUSANO 2.º
Cegó mi luz antigua.
GUSANO 1.º
... que buscando el amor
vamos por este sitio.
GUSANO 2.º
Pronto veré brillar
las hojas y la tierra.
GUSANO 1.º
Las rociadas hacen
los prados.
 

(Ya se han acercado mucho a la MARIPOSA; ésta los oye, y, como soñando, habla.)

 
MARIPOSA
Yo he sentido
cómo las claras gotas
hablaban dulcemente,
contándose misterios
de campos infinitos.
GUSANO 3.º

 (Volviéndose bruscamente.) 

Las gotas no hablan nunca;
nacen para alimento
de abejas y gusanos
y no tienen espíritu.
MARIPOSA
Habla el grano de arena,
y las hojas de los árboles,
y todas ellas tienen
un sendero distinto;
pero todas las voces,
y los cantos que escuches,
son disfraces extraños
de un solo canto. Un hilo
me llevará a los bosques
donde se ve la vida.
GUSANO 3.º
¿Eres acaso un hada?
MARIPOSA
Yo no sé lo que he sido;
me saqué el corazón
y el alma lentamente;
y ahora mi pobre cuerpo
está muerto y vacío.
GUSANO 1.º
Pues goza del amor,
que la mañana viene.
¡Bebe con alegría
las gotas de rocío!
MARIPOSA
No sé lo que es amor,
ni lo sabré jamás.
GUSANO 1.º
El amor es el beso
en la quietud del nido,
mientras las hojas tiemblan
mirándose en el agua.
MARIPOSA
Tengo las alas rotas
y mi cuerpo está frío.
GUSANO 1.º
Pero puedes dar besos
y mover tus antenas.
MARIPOSA
¡Ay, que no tengo boca!
GUSANO 1.º
¡Es bello tu vestido!
MARIPOSA
¿Vosotros sois estrellas?
GUSANO 1.º
A un amante buscamos
y vamos embriagados
de amor por el camino.
MARIPOSA
Yo no sé qué es amor.
¿Por qué turbáis mi sueño?
GUSANO 3.º
¡Te dejamos en paz!
¡Sé muy feliz!
MARIPOSA
El hilo
de plata va a los campos
donde se ve la vida...
 

(Los GUSANOS se retiran comentando.)

 
GUSANO 1.º
¿Será un hada?
GUSANO 2.º
Su cuerpo
está todo dormido.
GUSANO 1.º
Me da miedo de verla
tan blanca y solitaria.
GUSANO 3.º
Es una mariposa
medio muerta de frío.
GUSANO 2.º
¡Qué misterio tan grande!
Vamos a nuestro campo.
GUSANO 3.º
¡... Y que llame al amor
vuestro cuerpo encendido!
¡Quién pudiera enroscarse
con el amante fuerte!
GUSANO 1.º

 (Intrigado.) 

¿Por qué dice que hablaban
las gotas de rocío?
 

(Los GUSANOS se van.)

 


Escena VI

 

MARIPOSA, CURIANITO EL NENE y CURIANAS GUARDIANAS.

 
 

La otra CURIANITA da varias vueltas por la escena. Aparece CURIANITO EL NENE, pintado graciosísimamente de amarillo. Trae una cara doliente y afligida.

 
CURIANITO

 (Declamatoriamente.) 

Las hojas y las flores
se marchitaban.
Yo tenía el silencio
de la mañana.
CURIANITA CAMPESINA

 (Irritada.) 

(Ya tenemos aquí
lo que nos hace falta.)
Se ha pintado de azucena
por enamorarla.
CURIANITO
Era el tiempo dichoso de mis versos tranquilos,
pero a mi puerta un hada
ha llegado vestida de nieve transparente
para quitarme el alma.
¿Qué haré sobre estos prados sin amor y sin besos?
¿Me arrojaré a las aguas?
Pero pienso en el mundo con que mi madre sueña,
un mundo de alegría más allá de esas ramas,
lleno de ruiseñores y de prados inmensos:
el mundo del rocío
donde el amor no acaba.
¿Y si San Cucaracho no existiera? ¿Qué objeto
tendría mi amargura fatal? Sobre las ramas,
¿no vela por nosotros aquel que nos hiciera
superiores a todo lo creado?
CURIANITA CAMPESINA
¡Qué lástima!
¡Definitivamente está loco del todo!


Escena VII

 

MARIPOSA, CURIANITO EL NENE, CURIANAS GUARDIANAS y CURIANA NIGROMÁNTICA.

 
CURIANITO

 (Acercándose a la MARIPOSA.) 

¿Duerme la casta reina de este prado?
¿La que el rocío cuaja?
¿La que sabe el secreto de la hierba
y el canto de las aguas?
 

(La MARIPOSA no contesta y danza.)

 
¿No contestas? ¿Acaso no has oído
mi voz apasionada?
 

(La MARIPOSA hace como si quisiese volar.)

 
¿Quieres volar? Hay mucha sombra encima
y tienes rota un ala.
Con besos curaré yo tus heridas
si conmigo te casas;
y un ruiseñor inmenso que es mi amigo
nos llevará volando en la mañana.
No insistas en volar. Es de noche. Mira
cuánta sombra en las ramas
y la sombra es el peso que nos duerme:
es muy sutil y aplasta.
 

(La MARIPOSA cae al suelo.)

 
Sin ti mi corazón se está secando.

 (CURIANITO se acerca a ella.) 

Escucha mis palabras.
No pienses en volar hacia los montes
y quédate en mi casa.
Yo cazaré, para que te diviertas,
una buena cigarra
que arrullará tus sueños por las noches
y por las alboradas.
Te traeré piedrecitas de la fuente
 

(La CURIANITA GUARDIANA va entre los troncos de las margaritas para oír mejor.)

 
y hormiguitas enanas;
y beberás las gotas de rocío
en mis labios que abrasan.
¿Qué he visto en tus antenas?
¡Mariposa! ¡Espejo de las hadas!,
que eres como una flor del otro mundo
o la espuma del agua.

 (CURIANITO está abrazando a la MARIPOSA. Ésta se le entrega inconsciente.) 

Tienes el cuerpo frío. Ven conmigo,
que es mi cueva templada
y desde allí verás el prado verde
perderse en la distancia.
 

(La MARIPOSA se aparta bruscamente y danza.)

 
¿No tienes corazón? ¿No te ha quemado
la luz de mis palabras?
¿Entonces a quién cuento mis pesares?
¡Oh Amapola encantada!
¡La madre del rocío de mi prado!
¿Por qué si tiene el agua
fresca sombra en estío y la tiniebla
de la noche se aclara
con los ojos sin fin de las estrellas
no tiene amor mi alma?
¿Quién me puso estos ojos que no quiero
y estas manos que tratan
de prender un amor que no comprendo?
¡Y con mi vida acaba!
¿Quién me pierde entre sombra?
¿Quién me manda sufrir sin tener alas?
CURIANA GUARDIANA
¡Ah! ¿Por qué gritas tanto, Curianito?
¡Está loco!
CURIANA NIGROMÁNTICA
¿Qué pasa?
[...]2




 
 
FIN DE EL MALEFICIO DE LA MARIPOSA