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LÓPEZ...

No hay fuerzas contra el amor. Manuscrito. Biblioteca de Osuna.

LOYOLA (JUAN BAUTISTA DE). Toledano, comediante célebre; como tal y como poeta dramático, celebrado por Agustín de Rojas Villandrando en el Viaje entretenido. Cuéntale este escritor entre los que después de Lope de Rueda, Navarro y Berrio, fueron ensanchando el dominio de la fábula teatral, y cita una pieza cómica suya, única de que tenemos noticia, en estos versos:


Hizo el comendador Vega
sus Lauras, y El Bello Adonis
Don Francisco de la Cueva;
Loyola aquella de Audalla;
que todas fueron muy buenas.



Dio a la estampa la siguiente obra:

Viaje y naufragios del Macedonio, de Loyola. Dirigido a don Rodrigo de Herrera. (Esc.) Con licencia. -En Salamanca. En casa de Pedro Lasso. 1587. A costa de Diego López; 12.º

Poseo este rarísimo librito que don N. Antonio menciona con referencia a Tamayo de Vargas. Es una ingeniosa novela alegórico-moral, con sus puntas de mística, en prosa, y lindos versos, entre ellos un Romance. Dedicóle su autor al Rey, reasumiendo en un soneto los títulos del monarca, y poniendo su oferta en el último terceto. La dedicatoria a Herrera (don Rodrigo de Herrera y Ribera, el poeta cómico) es del librero López. Aprobóle Renjifo. Lo precede una especie de epístola del autor a su libro, donde dirige notables alusiones satíricas a los libros caballerescos y a sus apasionados. Está escrita en redondillas, y de ella consta que Loyola enviaba el libro a Salamanca, desde un punto lejano, para su publicación.

También consta de un soneto panegírico del licenciado Damián de Vega, que lleva a su frente, que Loyola era muy joven cuando lo escribió. -Otro panegirista, Rojas Villandrando, y Antonio, nos dan noticia de la patria de Loyola.

Comedia de Audalla. (Desconocida.):

LOZANO (DOCTOR DON CRISTÓBAL). Nació en la villa de Hellín (Murcia). Su padre, honradísimo artesano (carpintero) le dedicó desde luego a la carrera eclesiástica, observando sus felices disposiciones para el estudio. Hizo en él rápidos progresos, debidos a su natural talento, «pues con menos trabajo que otros (dice el mismo) mandaba a la memoria las lecciones y discursos; y a poco curso de escuelas, solo mirando los libros, se hizo de Letras sagradas». Ya sacerdote, y «desde recién ordenado, subió (añade) a puestos honoríficos, a cargos honrosos» en su carrera; fue sucesivamente comisario de la Santa Cruzada, en Hellín y su partido; comisario del Santo Oficio; promotor fiscal de la reverenda Cámara Apostólica, en el reino de Murcia, y, finalmente, en 1658, fue nombrado capellán de S. M. en la capilla de señores. Reyes Nuevos de la santa iglesia de Toledo. Puede calcularse que por aquel tiempo contaría sobre cuarenta años de edad, y por tanto fijar su nacimiento hacia el de 1618.

Dotado Lozano de imaginación viva y fecunda, entretuvo los ocios de sus primeros estudios componiendo ingeniosas novelas, que matizó de poesías, menos afectadas y gongorinas que otras muchas de su tiempo. Publicólas, seguidas de cinco comedias, bajo el título de Soledades de la vida y Desengaños del mundo, y bajo el nombre de su sobrino el doctor don Gaspar Lozano Montesinos, en el año de 1658. Declaró éste su verdadero autor y la época de su composición, al imprimirlas por segunda vez, cuando, muerto ya don Cristóbal, no había razón ni motivo para privarle de su merecida gloria y legítima propiedad152.

Las Soledades han obtenido repetidas veces los honores de la reimpresión; pero habiendo prohibido el Santo Oficio parte de la comedia titulada: El Estudiante de día, una de las cinco que contenían, salieron ya en su segunda edición sin las comedias, que, no obstante, han sido impresas varias veces separadamente.

De no menor popularidad ha disfrutado la singular obra que Lozano escribió con el título de David perseguido y alivio de lastimados, amplificando, llevado de su afición a la inventiva, la historia del Rey profeta, conjetural y novelescamente, y adornándola con una extraordinaria profusión «de símiles e historias peregrinas»; curiosísima colección de cuentos históricos, vertidos en correcto y castizo lenguaje, y con una tersura y elegancia nada comunes en aquel decadente período de nuestra literatura.

De la Parte primera del David perseguido, publicada antes del año 1658, se habían despachado ya dos impresiones al salir a luz la Segunda parte, cuya tasa lleva fecha de 26 de setiembre de 1659. Tengo a la vista la tercera impresión de dicha Parte segunda, hecha en Madrid, año 1668, y en ella se estampa una fe de erratas de 1664. Se infiere que las ediciones de esta Segunda parte, son de Madrid, 1659, 1664, 1668.

En 1658 había publicado, con título de El Rey penitente, David, una Colección de discursos morales y sermones vespertinos, la cual, sin su anuencia, salió titulada: Segunda parte del David perseguido, como él en el prólogo de la verdadera lo declara, prometiendo una Tercera parte, que no llegó a publicar. Obra suya es también, bastante conocida, la que denominó: Los Reyes nuevos de Toledo. Descríbense las cosas más augustas de esta ciudad, y quiénes fueron los Reyes nuevos, etc..

Imprimióse en Valencia, año de 1664, la novela de nuestro autor: Persecuciones de Lucinda, dama valenciana, que va inserta al fin de las Soledades de la vida. Lleva esta edición expreso el nombre de don Cristóbal; y, según Fajardo, incluye una comedia titulada: Darse celos por vengarse, que consta anónima en los Catálogos, y acaso es la misma que En mujer venganza honrosa, una de las que Lozano publicó en la primera y peregrina edición de las Soledades.

Con bastante duda escribo la noticia bibliográfica de estas. Hallo citada una edición de 1663 (Madrid, por Mateo Fernández); y sin embargo, la de 1672 va titulada: Segunda impresión. En la dedicatoria de esta dice don Gaspar:

Salieron estas Soledades en mi nombre, cuando los quince años de mi edad desmentían caudal para tanto empleo. Habla (don Cristóbal) sacado a luz su David perseguido... y no quiso su modestia que saliesen después del sol las madrugadas. Cortó la parca su inmortal vida, lastimando nuestra familia y patria, con que cesando aquel inconveniente de la primera impresión, en esta segunda he querido que se vuelvan al mar los arroyos...



En el prólogo repite lo mismo, y promete la Tercera parte de David perseguido, que dice había dejado nuestro autor «casi escrita». Parece, pues, a juzgar por estos datos, que debió de fallecer el doctor don Cristóbal Lozano de 1660 a 1662. Pero en la portada del David, segunda parte, edición de 1668, se habla del autor como de persona que a la sazón existía. ¿Será por haberse copiado, en ella literalmente la portada primitiva?

Parte segvnda de David persegvido y alivio de lastimados. Historia sagrada, adornada de símiles y historias peregrinas. A la Reina Soberana, María señora nvestra, virgen y Madre de Dios. Le dedica humilde, y consagra fervoroso el doctor Christóual Lozano, comissario etc... Tercera impressión. Con privilegio. -En Madrid, en la imprenta real, año 1668. A costa de Francisco Serrano de Figueroa, familiar y Notario del Santo Oficio, y mercader de libros, en la calle Mayor; 4.º

Dedicatoria. -Suma del privilegio, de 1658. -Fe de erratas, 1664. -Tasa. -Censura del padre fray Benito de Rivas, benedictino, sin fecha. -Licencia marzo de 1658. -Aprobación de fray Miguel de Cárdenas, carmelita, id. id.

Sus dos novelas (segunda y tercera de las Soledades): Todo es trazas y Buscar su propia desdicha, fueron traducidas en trances y comprendidas en el primer tomo de la Colección intitulada: Lectures amusantes, ou les délassements de l'esprit, avec un discours sur les nouvelles. -Á la Haye, chez Adrien Moetjens, 1739; 12.º

Los monjes de Guadalupe. Soledades de la vida y desengaños del mundo. Novelas y comedias ejemplares. Compuesto por el licenciado don Gaspar Lozano, colegial theólogo y rector del colegio de Nuestra Señora de la Anunciata, de la ciudad de Murcia, y natural de Hellín. -Madrid, 1658; 4.º

Aprobación de don Pedro Calderón de la Barca, Madrid, julio de 1058. -Licencia del Ordinario, id. id.

Contiene las comedias:

Los Amantes portugueses y querer hasta morir.

En mujer venganza honrosa.

Los trabajos de David y finezas de Micol.

El Estudiante de día y Galán de noche.

Herodes Ascalonita y la hermosa Marienna.

Soledades de la vida y desengaños del mundo, novelas y comedias ejemplares, por el doctor don Cristóbal Lozano... -Madrid, por Mateo Fernández, año 1663; 4.º

Esta es la segunda edición. La tercera lleva equivocadamente título de segunda impresión; pero en ella se insertan la censura y licencias de esta, firmadas en 1662.

Soledades de la vida y desengaños del mvndo. Novelas exemplares, por el doctor don Christóval Lozano, comissario de la santa Cruzada de la villa de Hellín y su partido. Corregidas y enmendadas en esta segunda impressión. Dedicadas a don Diego de Gamarra y Valcárcel, cavallero del Orden de Santiago. Año (Esc. del M.) 1672. Con privilegio. -En Madrid, por Andrés García de la Iglesia, a costa de Francisco Serrano de Figueroa, familiar y notario del Santo Oficio, y mercader de libros en la calle Mayor; 4.º Biblioteca Nacional de Madrid.

Dedicatoria de don Gaspar Lozano al expresado caballero, el cual era asimismo natural de Hellín. -Aprobación primitiva, de Calderón, Madrid 12 de julio 1658. En ella, lo mismo que en la licencia del Ordinario que la subsigue, con fecha del 15, se da al libro el nombre de: Los Monges de Guadalupe, Soledades, etc. -Otra censara y licencias, de 1662. -El prólogo de don Gaspar, que va en las posteriores.

Soledades de la vida y desengaños del Mundo. Novelas exemplares, por el doctor don Christóval Lozano, comissario de la Santa Cruzada de la villa de Hellín y su partido. -Madrid, 1713.

Las mismas. Corregidas y enmendadas en esta sexta impressión. Con licencia. -Barcelona, por Pablo Campins, impressor, año 1722. Se hallará en su casa, en la calle de Amargós; 4.º En mi librería.

Lleva la aprobación de Calderón, y la licencia, de 1658. -La censura, de fray Francisco Palanco (1713), de todas las obras de don Cristóbal. -Licencia, erratas y tasa de esta impresión y el prólogo de don Gaspar. Las mismas. -Madrid, 1759; 4.º

Persecuciones de Lucinda, dama valenciana, y trágicos sucessos de don Carlos, por el doctor Cristóval Lozano. -Valencia, 1664; 8.º Las licencias de este libro son de 1636.

Contiene la comedia:

Darse celos por vengarse.

Los trabajos de David y finezas de Micol. (Comedias nuevas de los más célebres autores y realzados ingenios de España. -Amsterdam, 1726.)

Los Pastores de Belén. (Auto.)

LOZANO ESTARRUES (DON FRANCISCO).

El Fénix español, San Lorenzo Mártir.

LUDEÑA (DON FERNANDO DE). Nació en Madrid hacia el año de 1590. Fueron sus padres don Fernando de Ludeña, señor de la casa de éste apellido, y doña Luisa de Barrionuevo, también naturales de esta capital. Sirvió en la milicia al rey don Felipe IV, y el año de 1623 se hallaba de capitán de infantería; por cuyos méritos y los de su casa, le hizo el Rey merced de un hábito en la Orden de Santiago, título que no le despachó el Consejo hasta 25 de octubre de 1631. Casó con doña María Pacheco de Aragón y Mendoza, de quien tuvo dos hijos: don Diego, que nació en 1607, y don Fernando Isidoro, en 1612; ambos fueron bautizados en la parroquia de Santiago, donde están, dice Baena, las casas de los Ludeñas. Falleció en 15 de julio de 1634, en la parroquia de San Sebastián, en cuya capilla, de la de San Juan Bautista, se le dio sepultura, Dejó los dos hijos expresados.

Fue Ludeña muy aficionado al cultivo de la poesía. Se han conservado algunas composiciones líricas de su pluma, que citaremos después, haciendo ahora principal mención del bello soneto, que en alabanza de Cervantes se escribió y fue impreso al frente de las novelas de este grande ingenio, año de 1613. Compuso, según Moltabán asegura, sazonadísimos entremeses y bailes, y algunas comedias, piezas, que si existen, no son conocidas153. Cervantes, en el Viaje del Parnaso, le tributó el lisonjero elogio siguiente:


    También llegaron a la rica tierra,
puestos debajo de una blanca seña,
por la parte derecha de la sierra,
    otros, de quien tomó luego reseña
Apolo, y era dellos el primero
el joven don Fernando de Ludeña.
    Poeta primerizo, insigne empero,
en cuyo ingenio Apolo deposita
sus glorias para el tiempo venidero.



Y Lope de Vega, en el Laurel de Apolo, este, que nos pinta muy vivamente el genio y el ingenio del elogiado, a quien había dedicado, en 1620, su comedia. El primer Rey de Castilla:


    Y para que despoje
cuanto verde laurel al sol desdeña,
mira de don Fernando de Ludeña
el cuerdo ingenio y el decir suave,
lo apacible y lo grave
en los versos y el trato;
y verás con las gracias el recato,
la honestidad con el donaire iguales,
y con la autoridad musas marciales.

Ingenioso y bizarro poeta (dice Moltabán),ha escrito y escribe comedias con aprobación, y particularmente los versos de burlas con mucha sal, como se ha visto en sus sazonadísimos bailes y entremeses.



Concurrió con un soneto al certamen celebrado en Toledo, año de 1616, para festejar la inauguración de la capilla del Sagrario, construida por diligencia del cardenal arzobispo don Bernardo de Sandoval y Rojas. (Descripción de la capilla, y relación de las fiestas... -Madrid, 1616.)

Para el certamen de la canonización de san Isidro, celebrado en Madrid el año 1622, escribió dos composiciones, y obtuvo el primer premio de las Redondillas. La otra composición fue un Romance.

Entremés de Los relojes. Manuscrito. En la biblioteca del señor duque de Osuna.

Escribió las últimas escenas del Segundo acto del drama:

Algunas hazañas de las muchas de don García Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete. (Compuesto por nueve ingenios.) (Véase Luis de Belmonte.)

LUIS (FRANCISCO).

Auto de Gil Ripado, conde don Bernardim. -Lisboa, por Antonio Álvarez, 1631; 4.º

LUNA Y MORENTÍN (DON JOSÉ DE).

Jornada de El Príncipe del desierto, y Ermitaño de palacio. (Con don Diego de Villanueva Núñez.) Manuscrito. Biblioteca de Osuna.

LUZÁN (DON IGNACIO DE). Nació en Zaragoza, el 28 de marzo de 1702; hijo de don Antonio de Luzán y Guaso, señor de Castillazuelo, gobernador del reino de Aragón y de doña Leonor Pérez Claramont de Suelves. Quedó huérfano, de cuatro años, al cargo de su abuela, que residía en Barcelona; y por las circunstancias políticas no pudo recibir educación correspondiente a sus inclinaciones, hasta concluido el sitio de aquella ciudad, en 1715. Llevóle su tío don José de Luzán a Génova y Milán, y en esta última y su Seminario de Nobles estudió con los jesuitas lengua italiana, gramática latina y retórica. Nombrado su tío inquisidor de Sicilia, pasó con él a Nápoles, donde cursó lógica, y después a Palermo. Abrazó la carrera de Leyes, doctorándose en la Universidad de Catania, año de 1727. Se dedicó después a más extensos estudios jurídicos, a las ciencias físicas y matemáticas; adquirió conocimientos en historia, antigüedades, teología, lenguas, música y dibujo. Aprendió casi de memoria los poetas clásicos latinos, italianos y algunos griegos; y al mismo tiempo se ocupaba en escribir discursos, componer poesías y hacer traducciones, ya por su gusto, ya por encargo de las Academias de Palermo, a que pertenecía. Habiendo perdido a su tío, en 1729, pasó a Nápoles al lado de su hermano el conde de Luzán, gobernador del Castillo de San Telmo, y continuó allí sus estudios y tareas con el mismo afán, hasta que a fines de 1733 regresó a España con objeto de administrar la abandonada hacienda de su hermano, radicada en Aragón. Zaragoza y Monzón fueron su residencia por algún tiempo; casó por los años de 36 al 37, con doña María Francisca Mincholet, y luego hizo varios viajes a la corte con deseo de obtener colocación. Impensadamente fue nombrado secretario de la embajada de París, en cuya capital residió con este carácter hasta setiembre de 1749, en que por retiro del embajador duque de Huescar obtuvo el cargo de encargado de negocios, que desempeñó con el mayor tino y acierto. Confiriósele, reemplazado ya, plaza de consejero de Hacienda, y se le dieron otros destinos importantes. Servíalos, definitivamente establecido en Madrid, alternando estas ocupaciones con los trabajos literarios. Fue admitido en las Academias Española, de la Historia y de Buenas Letras, de Barcelona; tuvo gran parte en la fundación de la de Nobles Artes, y perteneció con nombre de el Peregrino a la titulada del Buen gusto, que desde 1749 reunía en su casa la marquesa de Sarriá, doña Josefa de Zúñiga y Castro, y que tan eficaz parte tuvo en la restauración de nuestra literatura. Muy señalada le alcanzó al laborioso don Ignacio en esta empresa, aunque la muerte vino antes de tiempo a terminar su gloriosa carrera. Falleció en Madrid, de cincuenta y dos años, el 19 de mayo de 1754, dejando tres hijos, que fueron atendidos por el rey don Fernando VI.

La Poética, de Luzán, es su obra más notable y conocida. Escribió y publicó un Discurso apologético de ella; la Retórica de las conversaciones y las Memorias literarias de París; compuso poesías en todos los idiomas que le eran familiares; hizo importantes trabajos para el Diccionario de la Academia, y además de las obras dramáticas que compuso o tradujo (imprimiendo solo una de ellas), dejó muchas inéditas, cuyo catálogo forma Latassa. El señor Ramírez Casas Deza ha escrito una biografía de Luzán en el Semanario Pintoresco del 10 de diciembre de 1848, que he tenido presente.

La razón contra la moda. Comedia traducida del francés. -En Madrid, en la imprenta del Mercurio, por Joseph de Orga, año de 1751; 8.º Traducción en verso de la original de monsieur Nivelle de la Chauasée, titulada: Le Préjugé a la mode. La dedicó Luzán a la erudita marquesa de Sarriá, doña Josefa de Zúñiga y Castro, que reunía y presidía en su casa la academia del Buen Gusto. Firmó la dedicatoria, que es un discurso doctrinal sobre el arte del drama, con el nombre de El Peregrino, que había adoptado en la expresada reunión académica. La virtud coronada. Comedia original; compúsola en Monzón, año de 1742. Inédita.

Artagerges. (Traducción en verso de la original de Metastasio. Inédita.)

Las ceremonias de Aurelia. (Comedia traducida del Italiano.)

La clemencia de Tito. (Opera traducida del Italiano.)




ArribaAbajo- LL -

LLAGUNO Y AMÍROLA (DON EUGENIO DE). Uno de los más eruditos y laboriosos escritores que ilustraron el reinado de Carlos III. Debió gran protección a don Agustín de Montiano y Luyando; fue primer oficial de la Secretaría de Estado y del despacho universal, y dignísimo individuo de la Real Academia de la Historia; vistió el hábito de la Orden militar de Santiago. En 1754 publicó su excelente versión de la Athalía, tragedia de Juan Racine, en verso castellano. Renovó en la Academia el pensamiento de la publicación y reimpresión de nuestras antiguas Crónicas. Cinco de ellas, las de don Pedro de Castilla, don Enrique II, don Juan I, don Enrique III y don Pedro Niño, conde de Buelna, debieron su ilustración al señor Llaguno, imprimiéndose en los años de 1779 y 1782, con curiosos o importantes apéndices. Bajo el nombre de don Patricio de España, tradujo y publicó, en 1765, la Disertación de Ballexerd sobre la Crianza física de los niños. Escribió las Noticias de los arquitectos y Arquitectura de España, obra de grande interés y mérito, que generosamente legó a su amigo don Juan Agustín Cean Bermúdez para que completase con ella el Diccionario histórico de los profesores españoles de Bellas Artes, que sin este complemento publicó Cean en el año de 1800, reservando el manuscrito de Llaguno, hasta que por mandato expreso de S. M. el rey don Fernando VII le dio a la estampa en el año de 1829, aunque sin las ilustraciones bio-bibliográficas debidas a su insigne autor. Del cual dice un eminente crítico de nuestros tiempos, que apenas hubo en su época empresa gloriosa para las artes, para las letras, o que de cualquier manera pudiese conducir a la honra del nombre español, a que no coadyuvase eficaz y generosamente.

Murió Llaguno en Madrid, año de 1799. Débese también a su diligencia la segunda edición, aumentada, de la Poética, de Luzán.

Athalta, tragedia de Juan Racine, traducida del francés en verso castellano, por don Eugenio de Llaguno y Amírola. -En Madrid, en la oficina de don Gabriel Ramírez, MDCCLIV, 8.º

Con una dedicatoria del traductor, doctrinal e ilustrativa, a la señora doña María Josefa Manrique, camarista de la reina, y con el prólogo, de Racine. Al fin van las aprobaciones y licencias de 1754.

LLAMOSAS (DON LORENZO DE LAS). Natural del Perú; de una de las poblaciones ribereñas del río Apurima o Apurimac, que pasa por las cercanías del Cuzco. A fines de 1694, siendo ya de edad madura, residió en Madrid, donde publicó por febrero o marzo de 1695 su curiosa obrita denominada:

Ofrenda política, con qve se pretende instrvir vna noble jvventud. Ofrécela don Lorenco de las Llamosas. Conságrala al excelentíssinio señor don Bernardino Fernández de Velasco, Carvajal, Benavides Ponce de León, hijo de los excelentísimos señores marqueses de Jodar, y heredero presumpto de las casas del excelentíssimo señor condestable de Castilla. Con privilegio. -En Madrid, por Francisco Sanz, año 1695; 8.º

Escribió don Lorenzo este librito por mandato del marqués de Jodar (que un año después heredó los títulos de condestable de Castilla y duque de Frías) para instrucción del primogénito de este magnate; con el objeto de que sus nueve discursos de enseñanza moral y social, sirviesen de muestras de escritura al niño, entonces de diez años de edad, quedando tan saludables avisos grabados en su memoria y sirviéndole de norte y dirección en la próxima época de su juventud.

Aprovechó don Lorenzo esta ocasión para hacer más y más públicos los prodigios de su feliz memoria y facultad de improvisar. Consta por la relación que ingiere en el texto, testimoniada y amplificada por seis respetables personas (predicadores, consejeros, etc.), en lisonjeras cartas y censuras puestas al frente del volumen, que poseía las habilidades, probadas repetidamente, de dictar siete cartas y consultas a un tiempo, escribiendo él la octava; de repetir cien voces o nombres que se le leyesen, por el mismo orden con que los oía pronunciar, o por cualquiera otro, inverso o de varias maneras alternado; de glosar de repente una octava en ocho octavas, dictando a la vez esta glosa, y además cuatro octavas y cuatro sonetos a diez y seis escribientes; y finalmente, de improvisar, dados los consonantes respectivos, diez y seis octavas, ocho sonetos y cuatro décimas, sin dar apenas tiempo a la pluma para copiarlas.

No obstante la posesión de tan relevantes facultades, confiesa en la Introducción que se inclinaba más a escribir en prosa:

Assí (dice), porque a los versos los miro menos apreciables en este siglo, y más opuestos a mi genio, como porque alguna vez que corrí la pluma en habilidad tan desautorizada, tuve las disculpas que ya hoy me faltan. Fue precepto superior el discurrirla, obsequió a los años de un Rey el publicarla, y tener en apartado reino poco más de veinte años al escribirla; edad en que son menos culpables estas travesuras del ingenio.



Este pasaje, y al mismo tiempo el carácter de la obrita, parecen indicar que por aquella fecha debía de pasar de la edad de treinta años. Sin embargo, dice más adelante:

No aspiró a la autoridad de enseñaros con dictámenes, que por mis errores y mis años, fueran tan despreciables como desautorizados.



Y uno de los aprobantes oficiales del libro, se expresa así: «Y lo que más me admira es que, en tan pocos años como los del autor, se hallen ya tantas canas para enseñar...» etc.

Entre el gran número de elogios poéticos fúnebres que se escribieron en loor de la famosa poetisa mejicana, sor Juana Inés de la Cruz (que falleció en 17 de abril de 1695), y van al principio del tercer tomo de sus obras: Fama y obras pósthumas del Fénix de México... Madrid, 1700, se leen unas octavas «de don Lorenzo de las Llamosas, teniente por su majestad (que Dios guarde) de la comisión de sus festejos reales». Consta en esta composición más expresamente la patria del autor, como es de ver por los siguientes versos:


    Yo que del Rimac la dorada arena
besé inculto con labio balbuciente...
[...]
Cuantos debemos cuna al Nuevo-Mundo
duplicada su pérdida sentimos;
pues de sus ciencias en el mar profundo
todo el tesoro del saber perdimos;
bien que felices, con favor segundo,
sus inmensos caudales recibimos;
que admitió los talentos en dos modos:
por todos ella, y ella para todos.



La comedia de Llamosas titulada: Destinos vencen finezas, se representó en palacio en celebridad de un cumpleaños de Carlos II.

Destinos vencen finezas. Con un baile titulado: El Bureo.

Amor, industria y poder.

LLANO (DON LOPE DE).

(Véase DON LOPE DE LIAÑO.)

LLANOS Y VALDÉS (DON FRANCISCO DE). Capitán se le titula en el epígrafe de sus dos comedias, insertas en la Parte veinte, Madrid, 1663.

El hijo de la virtud, San Juan Bueno, primera y segunda parte. (P. 20.)

LLOBREGAT Y ESTEVE (DON FRANCISCO).

Más pesan pajas que culpas, si Francisco las ampara. Manuscrito autógrafo con la fecha de 1659, en la biblioteca de Osuna. Anónima en el Catálogo de Huerta.

Hacer del dado remedio.

La Palas de Hungría.

LLORENS Y BONO (DON SEVERIANO).

El crisol de una amistad. Impresión de Alicante, suelta; fines del siglo XVII. Catálogo del señor Durán.




ArribaAbajo- M -

MACEDO DE SAN AGUSTÍN (FRAY FRANCISCO DE). «Varón verdaderamente enciclopédico, le llama con razón su compatricio Barbosa. Fue hijo de Juan Rodríguez y de María de Macedo; nació en Coimbra, año de 1596. Perteneció desde 1610 a 1642 a la Compañía de Jesús, enseñando con universal aplauso en los Colegios de Lisboa, Coimbra y Madrid. Pasó después a la religión Franciscana, profesando en 28 de diciembre de 1642. Por mandado del rey don Juan IV acompañó a cuatro embajadores que aquel monarca envió a Roma, París y Londrés; fue distinguido por el pontífice Alejandro VII, y por los duques de Saboya, Florencia y Mantua; enseñó en Roma y Padua y sostuvo en Venecia, año de 1667, las famosas conclusiones llamadas: Leonis Sancti Marci rugitus litterarii; y antes, en 1658, las de Omni Seibile. Murió en Padua el 1.º de mayo de 1681. Todos los sabios de su época le tributaron merecidos elogios. Barbosa hace subir el número de sus composiciones de todos géneros a una cifra prodigiosa. Dio a la estampa unas ciento nueve obras, la mayor parte en lengua latina, y muchas de ellas métricas. Escribió cuatro comedias latinas, imprimiendo la titulada:

Orpheus, tragicomedia in Aula Regia Palatii Parisiensis coram Rege Christianissimo Ludovico XIV, acta. -Parisiis, apud Dionisium Langlæum, 1647;4.º Dedicada al cárdenal Mazarino. Se reimprimió en Lisboa.

MACHADO (SIMÓN). (Después fray Buenaventura Machado.) Célebre poeta hispanoportugués; nació en Lisboa; cultivó desde muy joven la ciencia de Apolo. En 1588 ya escribió un soneto castellano en loor de las reliquias de san Roque, regaladas por don Juan de Borja al Colegio de Jesuitas de Lisboa, y recibidas en aquella capital con solemnes fiestas, cuya Relación, traducida al castellano, se imprimió en Alcalá, 1589. Al terminar el siglo tenía escritas varias comedias, de las cuales gozaron especial celebridad las del Cerco de Dios, dos partes; y otras dos Da Pastora Alphea; impresas en Lisboa. Por el mismo tiempo escribió y publicó siete novelas castellanas que, según Barreto, citado por Barbosa, vieron la luz en Castilla.

Entre 1601 y 1604, dejó Machado su país natal y pasó a Barcelona, donde tomó el hábito de los menores de San Francisco y el nombre de fray Buenaventura. Distinguióse en el nuevo estado, no menos por su ciencia que por su santo celo. Fue gran teólogo, definidor de la Orden Seráfica y predicador eminente. No abandonó, sin embargo, del todo el dulce trato de las musas; renunció solo a las profanas, dedicando sus horas de recreo a la composición de un poema místico-biográfico, en treinta y dos cantos y diversidad de metros; publicándole en Barcelona, con un soneto al frente, en alabanza suyo, escrito por el insigne don Francisco, Manuel de Melo. He aquí el título y asunto de este poema, desconocido, como las antedichas novelas, de don N. Antonio.

Primera parte del libro llamado Sylva de espirituales y morales pensamientos, symbolos y geroglíficos sobre la vida y dichosa muerte del padre maestro Pedro Díaz, religioso de la Compañía de Jesús154. -Barcelona, Sebastián Mathevad, 1632; 4.º

Ignórase la época del fallecimiento de Machado.

Primeira e segunda parte do Cerco de Dio155. -Lisboa, Pedro Crasbeek, 1601; 4.º

Primeira e segunda parte da Pastora Alphea. -Lisboa, Antonio Álvarez, 1651; 4.º

Comedias portuquezas, feytas pelo excellente poeta Sima Machado... Nesta terceyra impressa emendadas, e acrescentadas, dous entremeses, e quatro loas famosas. -Lisboa, Na officina de Antonio Pedrozo Galram, anno de 1706; 4.º

Contiene:

Primeira e segunda parte do Cerco de Dio.

Primeira e segunda parte da Pastora Alphea.

Con dos entremeses de Quevedo, que en su lugar se citan, y cuatro loas que no son de Lope.

MADRID (FRAY MIGUEL DE).

Fiestas Reales de justa y torneo, pleito sobre la Iglesia, sacerdocio y, reino de Christo, farsa en cinco actos, en verso, por fray Miguel de Madrid.

Manuscrito, a cuyo fin dice:

«Fecha en Nuestra Señora del Parral (Segovia) a 15 de abril de 1589 años».

(Citado por el señor B. de Schack.)

MALASPINA (DON FRANCISCO DE). Doctor en ambos derechos; escribió para el Certamen de nuestra Señora de la Soledad, celebrado en esta corte, año de 1660, un epigrama latino, que fue premiado. Recibió el siguiente vejamen del fiscal Avellaneda:

Don Manuel Ochoa... retando a los epigramistas dijo: que... por qué le daban premio a un ingenio que su musa es de las siete chimeneas, y su cara Estrellera desciende por tinta recta de un Postillón de los Reyes Magos; y dexar a muchos ingenios alemanes del tintero, que es lo mesmo que de la galla. Suspendió su enojo el auditorio con esta seguidilla:


    El premiar al poeta
de buena tinta,
les dio a todos el premio
muy Mala-espina.



Imitó, o más bien refundió, la célebre comedia que se estima por de Belmonte: El Diablo Predicador y mayor contrario amigo, con título de La fuerza de la verdad, y Diablo Predicador. lmprimióse esta en la Parte catorce, Madrid 1661. Los personajes son diversos de los que figuran en la primitiva, de cuya gracia e importancia carece.

La fuerza de la verdad. (El Diablo predicador. Güelfos y Gibelinos.) (P. 14.)

MALDONADO (DON JUAN).

El Mariscal de Virón. (Burlesca.)156 (P. 12.)

Triunfos de amor y lealtad.

Jornada de La más constate Mujer. (Burlesca.) (P. 11.) (Con don Diego La-Dueña y don Jerónimo de Cifuentes.)

MAL-LARA (MAESTRO JUAN DE). Nació este insigne humanista en Sevilla, año de 1527. Fue su padre Diego de Mal-Lara, pintor acreditado en la misma ciudad, amigo del célebre Pedro Campaña. Procedían los Mal-Laras («gente honrada y limpia» dice Francisco Pacheco157, a quien principalmente seguimos en esta noticia biográfica) de la villa de Alcázar de Consuegra, en la Mancha.

Siendo mancebo de catorce a quince años, y después de haber estudiado gramática griega y latina en el Colegio de San Miguel, de Sevilla, con el acreditado maestro Pedro Fernández158, entró a servir de paje a los sobrinos del cardenal de Sevilla don fray Jofré de Loaysa. Pasó con ellos a Salamanca y después a Alcalá de Henares; en esta ciudad se quedó estudiando Cánones, pero en breve abandonó la emprendida carrera para dedicarse exclusivamente al estudio de las letras humanas. Deseando hacerse consumado en él, quiso perfeccionarse en las escuelas extranjeras, y con esta intención llegó a Barcelona, donde oyó con grande aprovechamiento las lecciones de un insigne profesor humanista, de nación francés. Salió de aquella ciudad con motivo de haber sido nombrado maestro del barón de la Laguna, y habiendo estado algún tiempo a su servicio, volvió a Salamanca, donde en el estudio del famoso León de Castro, hizo oficio de repetidor en compañía del insigne Francisco Sánchez, el Brocense, y de otros doctos varones.

Regresó a Sevilla con el deseo de asistir y socorrer a sus ancianos padres; y abriendo desde luego clase pública de gramática, se asoció poco después con el maestro Medina, llamado el Griego, y por su ausencia ocupó su cátedra en la calle de Catalanes. De allí pasó a la Laguna, hoy alameda de los Hércules, donde tuvo muchos y muy brillantes discípulos y escribió las obras que por su temprana muerte no pudo perfeccionar.

Al grande y acertado impulso que Mal-Lara dio en Sevilla a los estudios literarios, y a los aventajados discípulos que formó, se debieron en gran parte los progresos de la escuela sevillana, que tanto brilló y tan insignes ingenios produjo. En su casa se reunía la academia literaria, que se distinguió con su nombre, y a la cual concurrían, favoreciéndole con la amistad más afectuosa, Juan de la Cueva, Fernando de Herrera, el canónigo Pacheco, el maestro Francisco de Medina, Cristóbal de las Casas y otros doctos y floridos ingenios.

Casó Mal-Lara, muertos sus padres, con doña María Hojeda, natural de la Rinconada, pueblo cercano a Sevilla: pero no tuvo hijos de este enlace.

Por su Descripción (inédita) de la popa de la galera real del Serenísimo señor don Juan de Austria, capitán general del mar, sabemos que se hallaba en Madrid, en el año de 1566.

Estando yo, dice, en Madrid el año de 1560, mandaba su Majestad aderezar seis cuadros de pinturas, de mano de Ticiano los más de ellos, que contenían las penas de Prometheo, Tityo, Ixión. Tántalo Sysipho y las hijas de Danae; para los cuales hice a cada uno cuatro versos latinos y una octava, que agradablemente fueron admitidos de su Majestad.



Encargósele, pues, el adorno alegórico de dicha nave capitana, y le desempeñó con el acierto que encarece Pacheco:

Cuando otra cosa no hubiera intentado que la obra maravillosa de la popa de la galera real (que había de ser estancia de tal Príncipe como el señor don Juan de Austria), esto solo le diera eterno nombre, pues en cierta manera parece que adivinó la gloria y ventura de esta divina pieza, aderezándola con tantas victorias, hermoseándola con tantas empresas y figuras de virtudes y letras artificiosas, que se puede decir haber estado esta grande invención guardada para tan alto capitán.



Por aquel mismo tiempo hubo de escribir y dedicar al príncipe don Carlos su

Poema de los trabajos de Hércules, dividido en cuarenta y ocho Cantos de octava rima. Obra que se cita vagamente como impresa.

Ya de regreso en Sevilla publicó su más conocida obra:

Primera parte de la philosophía vulgar, que contiene mil refranes de los que se usan en Hespaña. -Sevilla, 1568. (En folio.)

Según Pacheco, nuestro autor escribió asimismo la segunda parte de esta Colección de refranes; pero no llegó a imprimirla. En este trabajo, tan útil para el estudio de nuestra lengua, siguió Mal-Lara a su amigo Hernán Núñez de Guzmán (el comendador griego) cuyo refranero, concluido por León de Castro, se había impreso póstumo en Salamanca, 1555. De los seis mil refranes del comendador escogió los suyos, con algunas adiciones, ilustrándolos con copiosos comentarios, cuya amenidad y curiosa erudición, no menos que su buen estilo y puro lenguaje, los hacen muy interesantes. En este libro da noticia de su Tragedia de Absalón, y de su comedia llamada: Locusta. Se reimprimió la Philosophía vulgar de Mal-Lara, junta con la Colección del Comendador y las Cartas en refranes, de Blasco de Garay, en Madrid, por Juan de la Cuesta, 1618-19.

Habiendo hecho indicación de dos composiciones dramáticas de Mal-Lara, debemos apuntar las noticias que se conservan de sus tareas en este género.

Juan de la Cueva en el Exemplar Poético, hablando de los dramáticos sevillanos que siguieron los preceptos clásicos, dice:


    Ya fueron a estas leyes obedientes
los sevillanos cómicos: Guevara,
Gutierre de Cetina, Cozar, Fuentes;
    el ingenioso Ortiz, aquella rara
musa de nuestro astrífero Mexía,
y del Menandro Bético Malara.



Y más adelante:


    El maestro Malara fue loado,
porque en alguna cosa alteró el uso
antiguo con el nuestro conformado.
    En el teatro mil tragedias puso,
con que dio nueva luz a la rudeza,
de ella apartando el término confuso.



Pacheco dice que Mal-Lara

Compuso muchas comedias y tragedias divinas y humanas, adornadas de maravillosos discursos y ejemplos; llenas de epígramas, odas y versos elegíacos, así latinos como españoles.

No existe conocida ni una sola de estas producciones cómicas. Constan los títulos de las dos citadas por su autor, o más bien tres, puesto que hizo la Locusta, en latín y en castellano, y además se sabe por indicación estampada por Rodrigo Caro en sus Antigüedades de Baena (Osuna, 1622), y en el manuscrito de los Claros Varones, que Mal-Lara compuso otra comedia en verso, en elogio de nuestra Señora de la Consolación de Utrera, donde la representó con sus discípulos, año de 1561.

En gran número fueron las obras que nuestro autor escribió, ya relativas a la enseñanza, ya de otras materias, y que dejó inéditas o no pudo terminar. De ellas formaremos catálogo al fin de este artículo, siguiendo las noticias de Pacheco. Ahora debemos agregar a las impresas que van referidas, la Relación que publicó del

Recibimiento que hizo la ciudad de Sevilla al Rey don Felipe II, con una breve descripción de la ciudad y su tierra. -Sevilla, 1570.

Historió Mal-Lara esta solemne entrada del prudente Rey en Sevilla, año de 1570, con florido estilo, según escribe Pacheco. En aquella ocasión es de creer que mereciese del monarca nuevas y señaladas pruebas de aprecio.

Como tuviese por entonces terminada su traducción castellana de la Historia de Scanderberg. Rey de Epiro, pasó a Granada con objeto de presentar esta obra al duque de Sessa, a quien la dedicaba. A la vuelta enfermó gravemente, y murió en su casa de Sevilla, plazuela del Solano, parroquia de San Martín, a los cuarenta y cuatro años de su edad, el de 1571.

Lloraron su muerte los ingenios sevillanos en sentidos versos, entre los que se distingue una Elegía, de Fernando de Herrera, que inserta Pacheco, y se ha impreso en el referido artículo del Semanario, y en la Revista de Ciencias, Literatura y Artes de Sevilla, tomo III. Sucedióle en la cátedra su discípulo, el eminente sevillano Diego Girón.

Su retrato, de medio cuerpo, obra del conocido pintor moderno de aquella ciudad don Manuel Rodríguez, se halla colocado en la biblioteca Colombina. Es copia fiel de que conservaba don Vicente de Albelda entre sus muchas y preciosas curiosidades159.

Del aventajado talento poético de Mal-Lara habla Pacheco, citando varias de sus obras de esta especie, y muy encarecidamente el grande Herrera.

Obras poéticas de Mal-Lara:

? Impresa:

Hércules. (Poema.)

Manuscritas.

Phsyche, o Psiquis. (Poema en doce libros o cantos, de rima suelta.)

La muerte de Orpheo. (Poema en octavas, que celebró Juan de la Cueva con un elegante soneto.)

El martirio de las santas justa y Rufina, patronas de Sevilla. (Poema en latín y en castellano.) Hace merito de él en su relación de la entrada del Rey, 1570.

Traducción latina del Libro primero de la Ilíada. Citada por Pacheco; mas no dice si era en verso.

Diversas poesías sueltas, y obras dramáticas.

Obras en prosa, manuscritas:

Principios de Gramática.

Escolios de Retórica, sobre las introducciones de Aphtonio.

Anotaciones a la Sintaxis, de Erasmo.

Tesoro de Elocuencia.

Notas a los emblemas de Alciato.

Crónica de los Santos Apóstoles.

Agréguense a estas las que van referidas en la biografía.

Por su diligencia se publicó la titulada:

Aphtonii Sophistœ Progymnasmata cum Latina versione et Scholiis Francisci Scobarii.

Colóquese en su lugar la siguiente más expresa nota:

Recibimiento que hizo la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla, d la Calhólica R. M. del Rey don Phelipe II, N. S.; va todo figurado con una breve descripción de la ciudad y su tierra, compuesta por Juan de Mal-Lara. -Sevilla, por Alonso Escribano, 1570; 8.º de 181 folios y 3 de tablas.

Los grabados son en madera; la mayor parte intercalados, algunos sueltos.

Obras dramáticas:

Tragedia de Absalón. (Cita esta desconocida pieza en su Primera parte de la Philosophía vulgar... -Sevilla, 1568.)

Comedia: Locusta. (Da noticia de ella en su Primera parte de la Philosophía vulgar.) -Dice hablando del nombre Bambalio:

«Así llamé yo a un bobo de una comedia mía, que hice en latín y la misma en romance; representada en las escuelas de la insigne Universidad de Salamanca, año de 1548, llamada: Locusta».

Comedia en elogio de Nuestra Señora de la Consolación, escrita en verso; representada por los discípulos del autor en Utrera, año de 1561. (Citada por Rodrigo Caro (que conservaba copia de ella) en sus Antigüedades de Baena, 1622; y en los Claros Varones Sevillanos.)

MALO DE MOLINA (JERÓNIMO). De este poeta, a quien se atribuyen dos comedias y algún entremés, hallamos una composición laudatoria al principio del Poema de Santa Casilda, de Juan Hidalgo Repetidor, impreso en Toledo, 1642.

Contra su suerte ninguno. (P. 11.)

La amistad vence al rigor: Pitias y Damón.

E.: La reliquia. (¿Es de Moreto?) (Flor de entremeses, bailes y loas. Zaragoza, 1676.) Hállase con el nombre de Moreto en esta Colección y en la titulada: (Verdores del Parnaso. -Pamplona, 1697.)

E.: La reliquia. (Entremeses varios ahora nuevamente recogidos... Zaragoza, Dormer. Sin año; fines del siglo XVII.) Ya con el nombre de Malo en este libro y en el denominado (Floresta de entremeses y rasgos del ocio. -Madrid, 1691.)

MALUENDA (JACINTO ALONSO). Natural y ciudadano de Valencia; feliz y agudísimo ingenio. Nació a fines del siglo XVI, y acaso fue hijo de Alonso Maluenda, a quien por los buenos servicios que prestó, en todo lo relativo a la representación de comedias, al hospital de aquella ciudad, que en ellas tenía uno de sus principales recursos, concedieron los administradores de aquel establecimiento, en 4 de mayo de 1584, plaza de alcaide del nuevo teatro, que acababa de construirse en el Vall-cubert, y habitación en el propio edificio. Conjeturo que nuestro Jacinto sucedió al expresado en el destino de alcaide, pues, construido nuevo coliseo, años después, el de 1619, en la plaza llamada de la Olivera, por otro acuerdo de la junta de administradores, firmado en 8 de abril de 1622, se mandó que «Jacinto Maluenda, alcaide de la dicha casa de comedias» se mudase a la llamada del Autor, y allí habitase, continuando en el goce de los emolumentos que por su oficio habían disfrutado todos sus antepasados. En 1650, hallándose prohibida por Real decreto la representación de comedias, los jurados de Valencia y la referida junta administrativa de su Hospital general acordaron, con fecha 27 de mayo, dirigir a S. M. una exposición en solicitud de que se alzase aquel entredicho, que privaba al piadoso establecimiento de más de 30,000 pesos anuales; acompañándola con una sumaria información de testigos de las clases principales de la ciudad, que acreditase cuánto mayor era el número de delitos que en ella se cometían desde que faltaban los espectáculos dramáticos, y comisionando «a Jacinto Maluenda para que la llevase a la villa de Madrid, e hiciese de ella presentación oportuna, para que a S. M. y a su Consejo de Aragón constase la verdad».

Hállanse estas noticias en la obrita de don Luis Lamarca sobre El teatro de Valencia, (1840).

Jimeno y Fuster apenas hacen mención biográfica de Jacinto Alonso Maluenda. Hablando Fuster de su obrita denominada: Tropezón de la risa (Valencia, sin año, 1629), dice que la dedicó a don Juan Alonso Maluenda, caballero de Santiago, señor de las casas de Maluenda, en las montañas de Burgos, y que «se infiere de su contexto que cuando la compuso residía en Madrid, donde al parecer murió».

Lo cierto es, que aún vivía en el año de 1656; puesto que se hallan poesías suyas en la descripción que su amigo, Marco Antonio Ortí, publicó de las fiestas Centenarias, celebradas dicho año en Valencia: Siglo II de San Vicente Ferrer y IV de la conquista de Valencia, impreso en la misma ciudad.

Compuso Maluenda algunas comedias y bailes, y escribió la tercera jornada de La Virgen de los Desamparados de Valencia (las dos primeras son de Marco Antonio Ortí), que se imprimió en la Parte treinta y dos de escogidas, Madrid 1669. Sus bailes deben de ser muy graciosos; pero las más estimables producciones de su pluma son dos Colecciones de poesías festivas y burlescas que dio a luz en 1629, y cuyos títulos:

Tropezón de la Risa, compuesto por Jacinto Alonso Malvenda, natural de la ciudad de Valencia. -Valencia, por Silvestre Esparza, sin año. (1629 según los anotadores del Ticknor; según otro bibliógrafo es libro de fines del siglo XVII) 12.º

El Bureo de las Musas del Turia y la Cozquilla del gusto. -Valencia, por Silvestre Esparza, 1629; 12.º Reimprimióse esta última obra en Valencia, por Miguel Sorolla, 1631.

El Tropezón contiene romances llenos do sal y gracejo, sátiras, endechas en valenciano, un epitalamio burlesco y un Baile de Bras y Menga. Entre otras poesías laudatorias lleva al frente unas décimas de Castillo Solórzano.

La Cosquilla es un tomito de 64 hojas y 8 de preliminares; contiene veinte y seis romances; octavas, pintando una batalla entre un perro y un gato; dos fábulas burlescas (Hacteón y Pasife) y diferentes décimas, endechas, etc.

Son libros muy raros; del primero ha trasladado el señor Durán tres romances en su último Romancero.

Onofre Esquerdo (manuscrito de Ingenios Valencianos) atribuye a Maluenda:

Bailes satíricos contra las depravadas costumbres de los hombres.

Hállanse poesías sueltas de nuestro Jacinto en varios libros de su tiempo, entre ellos el titulado: Expulsión de los moriscos rebeldes de la Sierra y Muela de Cortes... Poema compuesto por Vicente Pérez de Culla, impreso en Valencia, 1635.

El apellido de este autor se halla en lo antiguo y moderno diversamente escrito: Malvenda y Maluenda.

San Luis Bertrán.

La Magdalena.

El sitio de Tortosa.

Santo Tomás de Villanueva.

Baile de la Pelota.

Baile del licenciado Enero.

Estas seis piezas, cuatro comedias y dos bailes, cita Jimeno, de Maluenda, y dice que es imprimieron sueltas.

La Comedia. (Baile entremesado.)

Baile de Bras y Menga. (Tropezón de la risa.)

Tercera jornada de La Virgen de los Desamparados de Valencia. (Con Marco Antonio Orti.) (P. 32.)

Baile: Los pájaros. (...Libro de entremeses de varios autores, incompleto y sin portada ni preliminares; impreso, al parecer de 1670 a 1675. Bibliotecas de los señores Durán y Fernández-Guerra.)

Entremés: El Sastre. Índice del señor Fernández-Guerra.

MANRIQUE DE LARA (MANUEL).

Hallarle culpa al amor, no siendo culpa el amar. (Inédita.) Manuscrito autógrafo; mediados del siglo XVIII: señor Sancho Rayón.

MANUEL (DON JUAN FRANCISCO).

Amor y Filotea.

La columna de la Fe. San Atanasio.

Los tres mayores prodigios del humano Serafín. (San Francisco do Asís, o el menor de los menores.)

Lucir con ajena estrella.

Santa Rosa de Viterbo, y columna de la Iglesia.

El Canonizado en vida y milagroso en su muerte, San Diego de Alcalá.

Hay una suelta de San Diego de Alcalá atribuida a Lope.

No hay ser Padre siendo Juez. (Auto.)

MANUEL DE MELO (DON FRANCISCO). Nació en Lisboa, en 23 de noviembre de 1611; sus padres, de clasificada nobleza, fueron don Luis de Melo y doña María de Toledo de Mazuellos. Estudió en Coimbra; a los catorce años compuso un poemita sobre la restauración de Bahía; y sucesivamente otras obras que fueron muestra de sus grandes talentos. Militó en Flandes con el grado de maestre de campo, y después en la guerra de Cataluña, cuya historia se le mandó escribir; fue preso por sospechas de participación en el levantamiento de Portugal, año de 1641; puesto en libertad, pasóse a Lisboa y de allí a Londres, donde asistió a las conferencias de la paz celebrada entre aquellas dos cortes. Sirvió después en diferentes cargos importantes a su país, ya independiente de España, hasta que falsamente acusado de un asesinato, sufrió nueve años de prisión en Lisboa y seis de destierro en el Brasil; no obteniendo su libertad sino por la eficaz mediación del rey de Francia Luis XIII. Durante su prisión escribió la más célebre de sus producciones: la Historia de los movimientos, separación y guerra de Cataluña, que se imprimió por primera vez en 1645. -Melo es uno de nuestros polígrafos más insignes: el dilatado catálogo de sus obras puede verse en Barbosa y don Nicolás Antonio. Escribió excelentes poesías en castellano y portugués. Fue muy apreciado de los más doctos varones de su tiempo y grande amigo de Quevedo, perteneció a las más celebres academias literarias.

Murió en Lisboa, a 45 de octubre de 1666, dejando un hijo natural llamado, don Jorge Manuel de Melo, que se distinguió en la carrera militar, y murió en la batalla de Senef, año de 1674.

Las tres Mvsas del Melodino. Halladas por don Francisco Manuel. Que por su industria recogió y publica Enrique Valente de Oliuera. Al señor Iván Rodríguez de Vasconcelos y Sosa, conde de Castelmallor... -En Lisboa. Con todas las licencias. En la officina Craesbeckiniana. Por Enrique Valente de Oliuera, y a su costa. Año 1649; 4.º

Licencias de Lisboa, 1649. -La dedicatoria y prólogo u impresor. -Carta del autor, que sirve de introducción.

Contiene:

La Impossible. Idylio Cómico Real. Tragedia. La scena en los montes de la Luna. Con introducción. Es solo un fragmento de la primera o única jornada; comprende siete escenas. La introducción está completa. En castellano.

Obras métricas de don Francisco Manuel, y segvndo tomo de sus obras... Obras métricas de don Francisco Manuel, al sereníssimo señor infante don Pedro. -En León de Francia. Por Horacio Bocesat, y Jeorge Remevs MDCLXV. Con licencia de los superiores; 4.º Aprobaciones dadas en León de Francia, abril y mayo de 1665. -Licencia, 4 mayo, id. Dedicatoria y prólogo del autor. -Texto.

En esta colección se reproducen las tres Musas del Melodino y se añaden otras seis. Hizo el autor mismo la edición, costeándola los referidos impresores.

Contiene:

La Imposible. -Idilio Cómico Real Tragedia. Con introducción. Es solo el fragmento citado.

Cazamento. Égloga moral. -Pastores André e Gil.

Temperamça. Égloga moral. -Interlocutores: Afouto, Medrozo, Mediano.

Égloga rústica. -Clemente, Gabriel.

Antiloquio u Loa a ha. -Comedia de Iob.

O Fidalgo Aprendiz. -Farça que se presente a suas Altezas. En tres jornadas. -Fue reimpresa suelta en Lisboa, 1676. Solo la primera incompleta pieza está en castellano. Comedias del mismo ingenio que se citaban manuscritas en 1747.

El laberinto de Amor.

Los secretos bien guardados.

De burlas hace amor veras.

El Dómino Lucas. (Burlesca.)

MANZANO DEL PINO (DON JULIÁN).

El asombro de la tierra, en milagros y devotos: Nuestra Señora de los Hoyos, primera y segunda parte: Inéditas. El señor Durán posee el manuscrito de la segunda. (Siglo XVIII.)

MARTÍ Y ZARAGOZA (DON MANUEL). El célebre deán de Alicante. Nació en Oropesa de Tortosa, a 19 de julio de 1663. La vida de este insigne erudito, elegantemente escrita por su íntimo amigo don Gregorio Mayano, y extrectada en la Biblioteca de Jimeno, con extensa noticia de sus producciones literarias, no debe repetirse aquí. Murió en Alicante, día 21 de abril de 1737. Escribió en verso castellano:

Soledad. (Imitación de las de Góngora. -Valencia, Francisco Mestre, 1682; 4.º

La Gigatomachia. (Poema en octavas cuatro cantos.)

Y las cuatro comedias que se nombran a continuación:

Amar y no amar el un tiempo.

¿Qué más infierno que Amor?

Tener de sí mismo celos.

Ulyses y Penélope.

MARTÍNEZ O MARTÍN (ESTEBAN).

Auto de cómo San Juan fue concebido y ansimesmo el nacimiento de San Juan. Entran en él las personas siguientes: Primeramente un Pastor, Zacarías, Santa Isabel, un ángel llamado Gabriel, dos vecinos del pueblo... Agora nuevamente hecho por Esteban Martínez, vecino de Castromocho. -Burgos, en casa de Juan de Junta, año de 1528. (Moratín.)

Aquí comiença el Auto, como San Iuan fue concebido: y como ntra. Señora fue a visitar a Santa Isabel, y el Nacimiento de San Juan. Entra en el vn Pastor: Zacarías: santa Isabel: vn ángel llamado Gabriel: dos vezinos de el pueblo: vn muchacho: Iosef: ntra. Señora: vn pariente de Zacarías: y vna Comadre: vna muger: un Bobo: un Sacerdote. Assimismo ya vn Romance de la degollaci de San Iuan. Y vnas cciones para la noche de Navidad: con otras canciones muy devotas. Nuevamte hecho por Estevan Martín, vezino de Castromocho. (Sobre este título van grabadas en madera tres figuras.) -Sin lugar ni año; en 4.º, letra gótica.

Edición que poseo y tengo a la vista.

MARTÍNEZ DE BARROS (CAYETANO MANUEL). Nació en Odivellas, término de Lisboa, en 20 de enero de 1712. Fue hijo del doctor Manuel Martín Vaz de Barros, médico, y de doña Andrea María Bayma. Publicó dos obras ascéticas, una de ellas en verso; y tenía, en 1738, escritos cuatro autos.

Auto dos sete Sabios da Grecia.

Auto da discriça.

Auto da liça proueitosa.

Auto dos bous conselhos.

MARTÍNEZ DE MENESES (DON ANTONIO). Fecundo y apreciable poeta dramático; nació en el año de 1608. A la edad de catorce años dio ya notable muestra de su feliz talento concurriendo al certamen poético, celebrado en el Colegio Imperial de esta corte, para festejar la canonización de san Ignacio de Loyola y san Francisco Javier, con una composición latina que obtuvo el primer premio y una glosa castellana160.

Ignoramos su patria; yo presumo que es el Martínez, ingenio toledano, a quien elogia Lope en la Silva 1.ª del Laurel.

No le incluyó Montalbán en su Memoria de los que escribían comedias en Castilla por el año de 1632, aunque es de creer que a esta fecha ya hubiese dado al teatro algunas de las que escribió, ya solo, ya en colaboración con célebres ingenios.

En 1635, a la muerte de Lope de Vega, y bajo el epígrafe: Al sepulcro de Lope, hizo Martínez de Meneses un soneto en extremo conceptuoso y elegante. Otro compuso cuatro años después en fúnebre elogio de Montalbán.

Entre las varias composiciones laudatorias que se leen al principio del Manual de Grandes, de monseñor Querini, traducido por Mateo de Prado (Madrid, 1640), se halla una décima de don Antonio Martínez de Meneses.

Perteneció este poeta por los años de 1649 a la academia literaria denominada Castellana o de Madrid.

Encontrámosle citado en el famoso Vejamen dado por Cáncer, de esta manera:

Y apenas me dejaron aquellos, cuando se acercaron a mí envueltos en sudor y polvo, don Antonio Martínez y Luis de Belmonte. Hízome novedad el vellos juntos, y don Antonio Martínez me sacó desta novedad con esta redondilla:


    Con esa duda me enfadas:
¿Quién el vernos extrañó?
Porque siempre hago yo
con Belmonte las jornadas.



La mayor parte de las comedias de este autor se publicaron, bajo su primer apellido solamente, en la Colección general de escogidas, impresa en Madrid, desde la Parte quinta, que lo fue el año de 1653.

Tercera jornada de El Príncipe perseguido. (Con Belmonte y Moreto.) Manuscrito autógrafo de los tres co-autores: en la biblioteca del señor duque de Osuna. (Publicóse esta comedia en El mejor de los mejores libros que han salido de comedias nuevas. -Alcalá, 1651. -Madrid, 1653.)

La Silla de San Pedro. (P. 11.)

El tercero de su afrenta.

Los Sforcias de Milán.

Pedir justicia al culpado. (Juez y reo de su causa.) (P. 16.)

También da Amor libertad. (P. 17.)

La Reina en el Buen-Retiro. (P. 19.)

El mejor Alcalde el Rey, y no hay cuenta con serranos. (P. 20.)

El Platero del cielo, San Eloy.

Amar sin ver. (P. 21.)

Comedias sueltas:

La campana de Aragón.

La dicha en el precipicio.

San Estacio.

Jornada de El hamete de Toledo. (P. 1.ª)

Jornada de Fiar de Dios. (P. 26.)

(Ambas con Belmonte Bermúdez.)

Primera jornada de El Príncipe de la Estrella, y castillo de la vida. (Con Zabaleta y don Vicente Suárez de Deza.) (P. 43.)

La verdad en el engaño. (Con Martínez, Cáncer y don Juan Vélez de Guevara.) (P. 17.)

Segunda jornada de Oponerse a las estrellas. (Con Moreto y Matos.) (P. 7.ª)

Segunda jornada de La Mujer contra el consejo. (Con Matos y Zabaleta.) (P. 7.ª)

El arca de Noé. (P. 22.)

El mejor representante, San Ginés. (P. 29.) (Ambas con Rosete y Cáncer.)

Primera jornada de La razón hace dichosos, y la traición desdichados. (Con Zabaleta y Cáncer.) (P. 21.)

Jornada o escenas de El Rey don Henrique el Enfermo. (Con Zabaleta, Rosete, Villaviciosa (don S.) Cáncer y Moreto.) Manuscrito: en la biblioteca de Osuna. (Está impresa en la P. 9.ª)

De este autor se ha publicado en la Colección de Dramáticos posteriores a Lope de Vega (Biblioteca de Autores españoles, tomo XLVII, de M. Rivadeneyra), la comedia:

El tercero de su afrenta.

MASCAREÑAS (VICENTE). Natural del Algarbe; estudió humanidades en la Universidad de Evora. Compuso un libro novelesco pastoril, que intituló: Iberio firme, dedicándole a la condesa de Odemira. Barbosa le atribuye nueve comedias; de ellas, tres por lo menos, con error evidente: Los prados de León, de Lope; El Galán secreto, de Amescua; La Gitana melancólica, de Gaspar de Aguilar.

Las seis restantes son:

Los amores y locuras del Príncipe Filisberto.

?Batalla naval de don Juan de Austria.

El desafío del gran Turco al emperador Carlos V.

La jornada del Rey don Sebastián.

?Males del conde Alarcos.

Peregrinación de Jacob, y amores de Raquel.

MASCÓ (MOSÉN DOMINGO). Valenciano; floreció a fines del siglo XIV; fue consejero del rey don Juan I de Aragón. Escribió una tragedia titulada: L'hom enamorat y la fembra satisfeta, alusiva al amor que profesaba el Rey don Juan a doña Carroza, dama de la Reina. El original de este drama, que se representó en el Real de Valencia por abril de 1394, formaba un precioso códice, que con anotaciones de la misma letra, poseía, en 1782, el erudito valenciano don Mariano José Ortiz, quien dio noticia de él en su Informe sobre el descrubrimiento de las leyes palatinas, que gobernaban en lo antiguo el palacio real de Valencia, presentado a S. M., e impreso en Madrid, por Andrés Sotos, el citado año de 1782.

Perdióse este códice a la muerte de su poseedor, acaecida en 1799.

Otra obra de mosén Domingo Mascó, intitulada: Regles de amor, y parlament de un hom y una fembra, se conservaba en otro códice, también del siglo XIV, que fue del mismo Ortiz, y don Vicente Salvá anunció existente en su librería de Londres, año 1826.

Mascó y Lucas de Bonastre estuvieron comisionados en Castilla por el expresado rey don Juan I de Aragón, para concertar la alianza (que según Zurita y Garibay se ajustó definitivamente en 22 de mayo de 1394) entre este Monarca y los parciales y amigos de su pariente el marqués de Villena (el arzobispo de Toledo, el maestre de Santiago, Diego López de Zúñiga y otros próceres): concordia encaminada a lograr la devolución de la dignidad y oficio de Condestable de Castilla al Marqués, y asegurar el predominio e influencia de sus contratantes en la corte del Rey don Enrique III.

El códice de Mascó, anunciado por Salvá en su Catálogo de Londres (A Catalogue of spanish and portug. books, parte primera), con el número 1345, estaba dividido en dos tomos, en folio, de letra del siglo XIV, y comprendía las obras que indica su título, a saber:

Regles de amor y parlament de un hom y una fembra, fetes per mosen Domingo Mascó, a requesta de la Carrosa, dama del Rey don Juan el I, y carta amorosa de esta al Rey y sa resposta. -Tragedia de Hércules y Meda, per mosen Antoni Vilaragut, dedicada al Rey don Juan el I.

La primera de estas, que es dialogada, puede hasta cierto punto figurar como dramática.

L'hom enamorat, y la fembra satisfeta. Tragedia manuscrita de fines del siglo XIV. Se ha perdido.

MATAMOROS (Don FRANCISCO).

Amarilis y Adonis. (Auto.)

MATOS (ÁLVARO DE). Natural de Yelves, librero; escribió algunas poesías y comedias en el primer tercio del siglo XVII.

O cazado venturoso e pastora pretendida. -Lisboa, por Antonio Alvares, 1636; 4.º

MATOS FRAGOSO (DON JUAN DE). Ingenio hispano-portugués, de los más felices que brillaron en la segunda mitad del siglo XVII. Nació por los años de 1610 a 1614 en la villa de Alvito, provincia de Alentejo; fueron sus padres Antonio Fragoso de Matos y doña Ana de Souza. Estudió filosofía y jurisprudencia en la Universidad de Evora; graduóse de licenciado, y pasó a residir en Madrid, donde su natural ingenio e inclinación a las bellos letras, sólidamente fundada en sus buenos estudios humanísticos, le granjearon desde luego el trato de los más insignes talentos que florecían en este, a la sazón, primer centro literario de España. Contrajo especial amistad con el malogrado Pérez de Montalbán, cuya muerte lloró en un soneto, primera producción que conocemos de su pluma. Léese en las Lágrimas panegíricas (1639), después del de Agustín Moreto, asimismo primera composición conocida de este ilustre ingenio, que solo contaba entonces veinte y un años, y cuya amistad con Matos debió también de tener principio por aquel tiempo. Titúlase este último simplemente, en el epígrafe del soneto referida, el «licenciado Iván de Matos Fragoso».

Así en esta composición como en la que seis años después compuso a la muerte de la Reina doña Isabel, esposa de Felipe IV (es una canción, la primera de este metro, impresa en la Pompa funeral, 1645), manifestó nuestro Matos su afición al conceptismo y al gusto culterano, y cierta ampulosidad e hinchazón de estilo, que su amigo el donoso y desenfadado Cáncer le satirizó en el conocido Vejamen que dio siendo secretario de la academia Castellana por los años de 1649:

Iba entrando el invierno (dice) y enfermaban muchos poetas y don Juan Matos, viéndose impedido, llegó a pedir licencia para volverse, y dio la causa de su enfermedad en esta copia:


Con las aguas que llueven
desde el Parnaso,
las voces castellanas
se me han hinchado.



Afortunadamente sobresalía en Matos con ricas y felices dotes el instinto de invención dramática, y ejercitándole con incesante aplicación y trabajo, recogió abundantes laureles, que la crítica más ilustrada y exigente de nuestro siglo no puede menos de conceder a muchas de sus producciones cómicas.

De la que escribió con el título de: Pocos bastan sí son buenos, impresa en la Parte treinta y cuatro, año de 1670, parece inferirse que Matos estuvo en Italia, y que la pieza se representó en Nápoles delante del virey. Ignoramos por qué especie de servicio, o si únicamente por su distinguida alcurnia, obtuvo el hábito de la Orden de Cristo, en la cual fue caballero profeso.

El drama de don Juan de Matos, que con más antigua fecha conocemos estampado, es el que compuso en unión de Moreto, denominado:La defensa de la rey Príncipe prodigioso, que salió a luz en el libro de comedias: El mejor de los mejores. -Alcalá, 1654. -Madrid, 1653. En 1658 publicó doce de sus comedias coleccionadas en un tomo, que tituló: Primera parte, libro ya muy raro a la presente fecha. Los editores de la gran Colección de escogidas, impresa en Madrid, dieron privilegiado lugar a las de nuestro poeta desde la Parte quinta (1655) a la Treinta y nueve (1673). Al mismo tiempo, en varios libros de entremeses, se publicaron composiciones de esta especie debidas a su fecundo ingenio.

Fue Matos uno de los poetas cómicos más aficionados a escribir en colaboración: no sabemos que lo verificase con el ilustre autor de La vida es sueño, pero sí con Moreto, Diamante, Martínez de Meneses, Cáncer, don Juan Vélez, Villaviciosa, Zabaleta, Arte, los dos Figueroas y don Andrés Gil Enríquez.

Ejercitábase a la par en la poesía lírica, ya concurriendo a justas y certámenes, ya escribiendo elogios de libros y autores, ya algunos pequeños poemas que publicó por sí en diferentes épocas. A este último género pertenecen los siguientes libritos suyos:

Fábula burlesca de polo y Leucotoe, dedicada a don Gabriel de Rojos, cauallero de la Orden de Santiago, regidor desta coronada villa de Madrid, por don Juan Matos Fragoso. Sin lugar ni año. (Madrid, 1652) 4.º; ocho hojas.

Fábula de Eco y Narciso. Dedicada a don Francisco de la Plaza Roca, canónigo de Segovia. Año 1655; 4.º -En octavas.

Muestra del ingenio en la de un relox. Sin lugar ni año; 4.º

Festejo nupcial en las felices bodas de la Majestad de don Pedro II y la muy alta y soberana señora doña María Sofía Isabela, Palatina, Reyes de Portugal. -Madrid, 1687; 4.º En octavas.

Acentos lyricos al feliz nacimiento del esclarecido Príncipe hijo primogénito de los señores Reyes de Portugal. -Sin lugar ni año; 4.º161.

De los versos que escribió para diferentes certámenes, mencionaremos sus octavas a San Pedro de Alcántara (Relación de las fiestas a la canonización de este Santo; Madrid, 1670), y la canción que hizo, y fue premiada, en el de la Soledad, año de 1660.

Falleció Matos, en Madrid el 18 de mayo de 1692.

Entre las comedias de este feliz ingenio, que, constituyendo un numeroso repertorio, aún no han sido todas detenidamente analizadas y juzgadas, brilla en primer término la de Juan labrador; El Sabio en su retiro y Villano en su rincón; y la siguen, no inferiores en dotes de originalidad, artificio dramático y estilo poético, las tituladas: Lorenzo me llamo, y Carbonero de Toledo; Callar siempre es lo mejor; El yerro del entendido; Con amor no hay amistad; El Traidor contra su sangre; El Galán de su mujer, y algunas otras muy conocidas. No podemos, sin embargo, salir completamente garantes a favor de Matos, de la originalidad de todas sus producciones, en vista de la falta de conciencia literaria con que procedió al colectar las Partes treinta y siete y treinta y nueve de comedias de los mejores ingenios de España, cuyas dedicatorias llevan su firma; atribuyéndose en la treinta y nueve la comedia de Lope El desprecio agradecido (publicada en la Vega del Parnaso, año de 1637); con la circunstancia agravante de variar su título, y haciendo falsificación análoga con La discreta venganza, de Lope también, que regaló al ya difunto Moreto, a quien tal vez quitó para dársela a don Diego de Figueroa, en el tomo XXXVII, la de Todo es enredos amor, como despojaba a Gaspar de Aguilar de su Venganza honrosa en obsequio de don Fernando de Zárate.

Obras dramáticas de Matos Fragoso:

La más nórdica fineza, y fortunas de Isabela. Manuscrito con su firma y con la licencia 1668: en la biblioteca del duque de Osuna. Esta comedia se imprimió en la Parte treinta y tres (1670), como de Matos y de los hermanos Figueroas; es de creer que el primero la presentase bojo su firma a la censura.

La Cortesana en la Sierra. (Escrita en colaboración con Diamante y don Juan Vélez de Guevara. Hizo Matos la primera jornada.) Manuscrito del siglo XVII: en mi librería; es indudablemente una copia sacada del original u originales en tiempo de los autores. Ha sido esta comedia publicada siempre anónima, como de tres ingenios y así citada en los Catálogos de Medel y de Huerta y en el Índice de Fajardo. En las impresiones modernas se añade a su título el de Fortunas de don Manrique de Lara, con cuya adición salió en la Parte veinte y siete.

La inocencia perseguida, y venganza en el empeño. (Santa Genoveva.) Manuscrito de fines del siglo XVII, en el códice M-178 de la Biblioteca Nacional. Consta en los Catálogos con los títulos de La inocencia perseguida, Santa Genoveva; el otro puede hacerla confundir con la del mismo autor: La venganza en el Despeño, y Tirano de Navarra.

Primera parte de comedias de don Juan de Matos Fragoso. Madrid, por Julián de Paredes, 1658; 4.º

Contiene:

El hijo de la piedra162.

Amor, lealtad y ventura.

El Traidor contra su sangre.

La devoción del Ángel de la Guarda.

La Tía de la menor163.

El Marido de su Madre164.

Los indicios sin culpa.

El Genízaro de Hungría165.

Callar siempre es lo mejor.

El yerro del entendido.

Con amor no hay amistad.

El amor hace valientes166.

Comedias en las Colecciones de Varios:

La venganza en el despeño, (y Tirano de Navarra).

Estados mudan costumbres. (Comedias de los mejores y más insignes ingenios de España. -Colonia, 1697.)

Lorenzo me llamo. (El Carbonero de roleda.) (Comedias escogidas de diferentes libros de los más célebres e insignes poetas. -Bruselas, 1704.)

Estados mudan costumbres. (P. 5.ª)

A su tiempo, el desengaño. (P. 7.ª)

El Job de las mujeres. (Santa Isabel, Reina de Ungría). (P. 9.ª)

El Delincuente sin culpa, y Bastardo de Aragón.

Poco aprovechan avisos cuando hay mala inclinación.

El Galán de su mujer. (P. 14.)

Los dos prodigios de Roma, San Adrián y Santa Natalia. (P. 23.)

Lorenzo me llamo (la dicha del Carbonero o el Carbonero de Toledo). (P. 25 y 28.)

Los bandos de Rávena y fundación de la Camándulo. (P. 27.)

La razón vence al poder. (P. 29.)

No está en matar el vencer (el cerco de Zamora). (P. 30.)

El Sabio en su retiro (y Villano en su rincón, Juan Labrador.)

El Fénix de Alemania, vida y muerte de Santa Cristina. (P. 33.)

Pocos bastan si son buenos, y crisol de la lealtad.

La venganza en el despeño, y Tirano de Navarra. (Alfonso de Navarra.) (P. 34.)

El Nuevo-Mundo en Castilla167. (P. 37.)

La Corsario catalana. (P. 39.)

Comedias sueltas:

La Fénix del Ave María.

El imposible más fácil.

La inocencia perseguida, Santa Genoveva.

El Mudable arrepentido.

Riesgos y alivios de un manto.

San Jerónimo.

San Gil de Portugal.

Ver y creer, el hoy don Pedro de Portugal y doña Inés de Castro. Segunda parte de Reinar después de morir.

Barbosa Machado, cita, con la duda de que sean de Matos, y varias, comedias que dice se imprimieron sueltas con su nombre. Descartadas de esta lista las conocidas por obra suya en todo o en parte, o que de seguro no le pertenecen, quedan los siguientes títulos: solamente uno de ellos (Don Quijote), aparece en el Catálogo de Huerta. -¿Será esa comedia de Don Quijote la de don Pedro Calderón de la Barca?...

El amor fino en el valle.

Dejar un reino por otro.

El Negro de Sevilla.

Ofender con el favor.

El Príncipe Transilvano.

Don Quijote de la Mancha.

La vida de Frislán.

Comedias que escribió con otras autores:

Jornada de El mejor Par de los doce. (Con Moreto.) (P. 39.)

La mitad primera de La defensa de la fe, y Príncipe prodigioso. (Con Moreto.) (El mejor de los mejores libros que han salido de comedias nuevas. -Alcalá, 1651. -Madrid, 1653.)

Jornada de San Froylán, o el segundo Moisés. (Con Moreto.) (P. 19.)

Va como de solo Matos que en ella tuvo parte Moreto, se declara en un catálogo manuscrito de la librería de Gámez que poseo, y lo confirman los chistes que sazonan su dialogo.

Jornada de La Adúltera penitente. (P. 9.ª)

Jornada de Caer para levantar. (P 17.)

Jornada de El Bruto de Babilonia. (P. 30. Y en el tomo de Comedias varias impreso en Amsterdam, 1726.)

(Escribió estas tres comedias con Moreto y Cáncer.)

El Redentor cautivo. (P. 23.)

El Letrado del cielo. (P. 25.)

(Ambas con Villaviciosa (don Sebastián).

El divino Calabrés, San Francisco de Pavia. (La escribió con Avellaneda.) (Fénix de los imperios... etc. Certamen poético de la Virgen de la Soledad, celebrado en Madrid, y publicado por don Tomás de Oña. -Madrid, 1664; 4.º.)

Jornada de No hay Reino como el de Dios. (Con Moreto y Cáncer.)

Primera jornada de Oponerse a las estrellas. (Con Moreto y Martínez.) (P. 5.ª)

Segunda jornada de Nuestra Señora del Pilar. (Con Moreto y don S. de Villaviciosa.) (P. 5.ª)

Tercera jornada de Reinar por obedecer. (Con Diamante y don Sebastián de Villaviciosa.) (P. 5.ª)

El Vaquero Emperador. (Con Diamante y don Andrés Gil Enríquez.) (P. 59.)

Primera jornada de La Mujer contra el consejo. (Con Martínez y Zabaleta.) (P. 7.ª)

Segunda jornada de Amor hace hablar los Mudos. (El Amante mudo o la fuerza de la sangre.) (Con Villaviciosa y Zabaleta.) (P. 17.)

Jornada de La Virgen de la Fuencisla. (Con Villaviciosa y Zabaleta.) (P. 23.)

La corte en el valle. Fiesta que se representó en Valladolid a S. M. viniendo de Irún. (Con Villaviciosa y Avellaneda.) (P. 22.)

Primera jornada de Solo el piadoso es mi Hijo. (Con Villaviciosa y Avellaneda.) (P. 24.)

La más heroica firmeza, y fortunas de Isabela. (Con don Diego y don José de Figueroa y Córdoba.) (P. 33.)

Primera jornada de La Cortesana en la sierra y fortunas de don Manrique de Lara. (Con Diamante y don Juan Vélez de Guevara.) (P. 27.) Va anónima: de tres ingenios.

Vida y muerte de San Cayetano. (Con Moreto, Diamante, Villaviciosa, don Ambrosio de Arce y Avellaneda.) (P. 38.)

?Remedio, industria y valor. (Con Villaviciosa.) (Índice manuscrito de Gámez). Generalmente va con el nombre de Montalbán.

Entremeses y bailes:

Entremés: El detenido don Calceta. (Con don S. de Villaviciosa.) (Laurel de entremeses varios. -Zaragoza, 1660.)

Entremés del Asaetado. (Rasgos del ocio, en diferentes bailes, entremeses y más de diversos autores. -Madrid, Domingo García Morrás, 1661; 8.º)

Entremés de Las reverencias.

Entremés del Galán llevado por mal.

Entremés del Trepado.

Baile del Mellado. (Tardes apacibles de gustoso entretenimiento. -Madrid, Andrés García de la Iglesia, 1663; 8.º)

Entremés del Matachín.

Entremés de Don Terencio. (Verdores del Parnaso, etc. -Madrid, por Domingo García Morrás, 1668.)

Entremés: Los Carreteros.

Baile: El desafío. (Ramillete de sainetes escogidos de los mejores ingenios de España. -Zaragoza, 1672.)

Baile entremesado: Los Carreteros. (Floresta de entremeses y rasgos del ocio. -Madrid. 1691.) (Entremeses varios, ahora nuevamente recogidos... -Zaragoza, Dormer. Sin año, fines del siglo XVII.)

Entremés de La Fregona.

Las comedias de Matos, publicadas por el señor Mesonero en la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra, son:

El Sabio en su retiro.

Lorenzo me llamo.

El Galán de su mujer.

El yerro del entendido.

Ver y creer.

Callar siempre es lo mejor.

Inclúyese, atribuida equivocadamente a Matos, la de Lope:

El desprecio agradecido.

MEDEIROS CORREA (JUAN DE). Jurisconsulto; nació en Lisboa a principios del siglo XVII: y murió en 1671. Publicó un Tratado de política militar y algunas otras obras, y dejó escritas comedias, novelas y poesías líricas.

MEDINA (DON FRANCISCO DE).

Los milagrosos sucesos del Almirante do Aragón. Manuscrito; primer tercio del siglo XVII, en la biblioteca del señor duque de Osuna. Pieza al parecer inédita.

La confusión de un retrato.

MEDRANO (DOCTOR DON SEBASTIÁN FRANCISCO DE). Nació en Madrid, de ilustre familia, a fines del siglo XVI. Fue sacerdote, protonotario apostólico, comisario del Santo Oficio y revisor de comedias por el mismo, y capellán, limosnero mayor y tesorero del duque de Feria, don Gómez Suárez de Figueroa. En 1622, a 29 de junio, ingresó en la Congregación de San Pedro de sacerdotes naturales de Madrid, a la cual sirvió con particular esmero, desempeñando entre otros cargos los de secretario y capellán mayor.

Dedicóse con afición y arte a la poesía, sin olvidar los estudios de su profesión. En su casa se reunía la academia Poética de Madrid, cuyo presidente era. Tuvo muy íntimas relaciones con Lope de Vega, y la casualidad hizo que a su cuarto, situado en el Seminario de los escoceses, fuese conducido aquel grande hombre cuando le acometió el desmayo, que precedió tres días a su muerte. Ocurrió la de Medrano en el año de 1653. Baena no pudo averiguar en qué día ni dónde, solo sí que dejó un legado a la exprosada Congregación, que esta aceptó en junta de 17 de julio.

Las obras en verso que compuso siendo presidente de la academia Matritense, los recogió don Alonso del Castillo Solórzano, su amigo, que los imprimió en Milán, con el título de Favores de las Musas, hechos a don Sebastián Francisco de Medrano, en varias, rimas y comedias. (Milán, por Juan Bautista Malatesta), en el año de 1631. Las publicó en dos tomos, de los cuales el primero, que contiene cinco libros, repartidos por las cinco primeras Musas, se imprimió antes y fue enviado a España y reimpreso en Madrid el propio año; y el segundo, estampado más tarde, quedó sepultado en el mar, habiendo naufragado el buque portador de la edición.

Escribió y dio a la estampa Medrano las obras siguientes:

Relación de la colocación y fiestas al Santísimo Sacramento en la nueva iglesia de San Miguel de los Octoes, a 12 de Febrero de 1613; 4.º

Soliloquios del Ave María. -Madrid, 1629; 16.º

Caridad y misericordia que precisamente deben los fieles a la necesidad que padecen las Ánimas del Purgatorio. -Madrid, 1650.

En las justas a la beatificación y canonización de san Isidro hay composiciones de don Sebastián, y en la primera es suya la Descripción de la Justa, en prosa. Se hallan versos panegíricos suyos en muchos libros de aquel tiempo. A la memoria de Lope dedicó un breve Discurso evangélico y moral, inserto en la Fama póstuma del mismo, quien le había dado merecido lugar en su Laurel de Apolo, y elogiado en otras de sus obras. He aquí el elogio del Laurel:


Don Sebastián Francisco de Medrano,
ilustre en nacimiento y en ingenio,
con diferente genio
devoto deja, el escribir profano:
Ornad, Musas divinas,
las dos sienes sagradas
de cedro y clavellinas
del oloroso Líbano cortadas;
que quien al monte del amor penetra
tales coronas a tu frente impetra.



Montalbán le dio su correspondiente alabanza en el Catálogo de ingenios y célebres matritenses.

No debe ser confundido con el insigne de Sevilla don Francisco de Medrano, algo anterior a él, y uno de nuestros primeros líricos. Tenemos asimismo otro Medrano, escritor militar.

Fue don Sebastián de la academia Poética de Madrid, que se reunía por los años de 1623 al 26. En el segundo Vejamen, de Pantaleón, dice Sirene.

¿Es justicia que me traiga como palillo de suplicacionero Sebastián Francisco de Medrano, poeta de Venecia, por lo clarísimo y de tan rubicundo aspecto que la aurora del pasado, teniéndole por el verdadero sol de aquel día, fue su precursora, y se anduvo tras él hasta más de las diez un girasol con el mesmo engaño?



Noticia de sus obras dramáticas:

Favores de las Musas hechos a don Sebastián Francisco de Medrano, en varias rimas y comedias. Parte primera. -En Milán, por Juan Bautista Malatesta, 1631; 8.º Reimpreso en Madrid, 1631.

Contiene:

El lucero eclipsado, San Juan Bautista, o la historia trágica, espectáculo triste y muerte lastimosa del gran Precursor de Cristo, San Juan Bautista.

Lealtad, amor y amistad. Comedia dedicada a la marquesa de Arizcal de la Rivera, doña Leonor de Portugal.

Las venganzas de amor. Dedicada a doña Juana Pacheco, duquesa de Feria, y marquesa de Villalba.

Publicó suelta la siguiente:

El nombre para la tierra y la vida para el cielo. Panegírico dramático a la muerte de la reina doña Isabel de Borbón.

MEJÍA (PEDRO). De este docto escritor sevillano, cronista del emperador Carlos V, autor célebre de la Silva de varia lección, de los Diálogos o Coloquios y de la Historia imperial y cesárea, que nació a principios de 1500 y murió de cincuenta y dos años; asegura su contemporáneo Juan de la Cueva, en el Ejemplar poético, que ejercitó su pluma en la composición dramática:


    Ya fueron a estas leyes obedientes
los sevillanos cómicos, Guevara,
Gutierre de Cetina, Cozar, Fuentes;
    el ingenioso Ortiz, aquella rara
musa de nuestro astrífero Mejía,
y del Menandro Bético Mal-Lara.



Nada indica, sin embargo, sobre este punto Francisco Pacheco en el elogio biográfico de Mejía, que insertó en su Libro de Retratos, y publicó don L. Villanueva en el Semanario Pintoresco español de 1844, páginas 405 y siguientes.

MEJÍA DE LA CERDA (LICENCIADO JUAN). Residía en Granada, y obtenía ya ese grado literario por la facultad de jurisprudencia, viviendo en la misma ciudad el distinguido poeta lisbonense Gregorio Silvestre (Rodríguez), que habitó allí por lo menos desde 1540 a 1570, en que falleció. Fue el licenciado Mejía su amigo, y escribió versos en alabanza suya; acredítalo así la biografía de Silvestre, escrita al frente de sus Obras. (Granada, 1582, 1588, 1592; Lisboa, 1592; Granada, 1599, por Pedro de Cáceres y Espinosa.)

El licenciado Juan Mejía de la Cerda no debía llegar, en el año de 1570, a los treinta de edad, si positivamente es el mismo licenciado Mejía de la Cerda, relator de la Chancillería de Valladolid, mencionado por el doctor Navarro y por Agustín de Rojas entre los más insignes dramáticos españoles de fines del siglo XVI y principios del siguiente, autor de la Tragedia de doña Inés de Castro, reina de Portugal, que se imprimió por primera vez en (¿Valencia, 1611?) Barcelona, 1612, y, a lo que inferimos, elogiado por Cervantes en el Viaje del Parnaso.

MEJÍA DE LA CERDA (LICENCIADO...) A principios del siglo XVII escribía el doctor Antonio Navarro su estimable Discurso a favor de las comedias, que tan repetidamente llevamos citado en esta obra. Entre los autores dramáticos que individualmente nombra, y a la sazón florecían, pero gran parte de ellos conocidos ya por sus tareas literarias desde las últimas décadas del siglo XVI, figura el «licenciado Mejía de la Cerda, relator de la Chancillería de Valladolid». Agustín de Rojas Villandrando, que publicó en 1603 su Viaje entretenido, hizo mérito en su Loa de la comedia, inserta allí, pero sin duda compuesta con mucha anterioridad, del mismo poeta dramático:


El licenciado Ramón,
Justiniano, Ochoa, Cepeda,
El licenciado Mejía,
el buen don Diego de Vera... etc.



En el año de 1611 disponía para la imprenta el ilustrado y diligente Aurelio Mey una escogida Tercera parte de comedias de Lope de Vega y otros autores, cuya edición de Barcelona, 1612, acaso fue precedida de otra valenciana del año anterior. En esta colección de doce peregrinos dramas, halló lugar La tragedia famosa de doña Inés de Castro, Reina de Portugal, compuesta por el licenciado Mejía de la Cerda.

Escribió Cervantes el Viaje del Parnaso por el año de 1613. El capítulo VII de esta obrita nos ofrece el nombre de un Mejía entre los de escogidos poetas que concurrían a la defensa del imperio de Apolo y las nueve:


Hacer milagros en el trance piensa
Cepeda, y acompáñale Mejía:
poetas dignos de alabanza inmensa.



¿Era este Mejía el autor de la tragedia referida? Muy posible es que aludiese Cervantes al sevillano Diego Mejía, autor del Parnaso Antártico; traducción muy apreciable de las Epístolas de Ovidio, en tercetos castellanos. (Sevilla, 1608.)

Lope de Vega no se dignó dispensar sus elogios al licenciado Mejía de la Cerda, a pesar de haber sido su compañero de antología dramática. La circunstancia de aparecer omitido el nombre de bautismo de este poeta en los escritos que acabamos de enumerar, aumenta nuestra duda acerca de su identidad con el licenciado Juan Mejía de la Cerda, amigo de Gregorio Silvestre.

Se ha reimpreso últimamente en la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra, tomo XLIII, primero de Dramáticos contemporáneos a Lope de Vega, la tragedia de Mejía de la Cerda.

Posteriormente encuentro noticia de un «licenciado Luis Mejía de la Cerda» de quien se conserva en la biblioteca de Osuna un auto original, fechado en el año de 1625.

La tragedia famosa de Doña Inés de Castro, Reina de Portugal. (Tercera parte de las comedias de Lope de Vega y otros autores... -En Barcelona, en casa de Sebastián de Cormellas, al Call, año de 1612...) (¿Antes impresa esta colección en Valencia 1611?)

Tragedia famosa de Doña Inés de Castro. (Doce comedias de varios autores... -Empresso en Tortosa en la emprenta de Francisco Martorell, año 1638.)

MEJÍA DE LA CERDA (LICENCIADO LUIS).

El juego del Hombre. (Auto sacramental.) Manuscrito original, con fecha de 1625. En la biblioteca de Osuna.

MEJÍA...

La natural Extranjera. Manuscrito antiguo inédito: señor Durán.

MELGAREJO.

El mínimo Calabrés, San Francisco de Paula.

Entremés de Escanderbech.

MELO (DON FRANCISCO MANUEL DE).

(Véase MANUEL DE MELO.)

MELO (DON SIMÓN DE). Señor de la Torre de Coelheiros; nació en la quinta del Piñeiro, cerca de Lisboa, a fines del siglo XVII, y murió en 1732.

Fue militar, poeta y genealogista. Sus Poesías varias, manuscritas, comprendían cuatro comedias.

MÉNDEZ (PADRE ALFONSO). De la Compañía de Jesús, ilustre por sus trabajos apostólicos y vastísima literatura. Fue natural de Santo Aleixo, diócesis de Evora; entró en su religión a los diez y seis años, el de 1595; fue electo, en 1621, patriarca de Etiopía, donde predicó el Evangelio y redujo a los cismáticos al gremio de la Iglesia Católica. Cuando acababa de ser nombrado arzobispo de Goa, falleció en esta ciudad, día 29 de junio de 1656. En el extenso catálogo de sus obras hállase incluida una

Tragicomedia latina, intitulada: Paulinus, Nolœ Episcopus. (Guardábase en el Colegio de Jesuitas de Coimbra.)

MÉNDEZ DE LOYOLA (PEDRO). Perteneció a la academia Poética de Madrid por los años de 1623 al 26. Hállase comprendido con burla ya extremadamente pesada y mordaz, en los dos Vejámenes que dio el festivo Anastasio Pantaleón de Ribera, siendo secretario de aquella reunión literaria. Estos Vejámenes se imprimieron entre las Obras de Pantaleón con los nombres de los poetas disfrazados, y el segundo con su más curioso e interesante pasaje suprimido. Consérvanse íntegros y sin rebozo alguno en un códice de la Biblioteca Nacional. Finge el ingenioso Ribera en el primero, que visita la enfermaría de los poetas dolientes de locura, en Selenópolis, corte de la Luna, acompañado de don Lúcido Intervalo (don Alonso de Oviedo), loquero del Hospital Lunático. Después de la jaula de Castillo Solórzano sigue la de Méndez:

En pos de esta se seguía otra pieza en que vi a un hombre flaco, descolorido y barbado, como sobre máscara. Pregunté quien era, y díjome don Lúcido. -Unos muy buenos cascos para en arrope. Este es un falto de seso a quién llaman don Gerardico, que trae unos fuelles en traje de cabeza, y una ventosa en hábito de meollo, hombre carnal y mundano, que de la misma manera concibe una copia (seguírlas hace de coloradas) que si concibiera un madroño... Su tema es ser poeta a la deshonestidad y a la malicia... -No soy sino a la bonicia (respondió el tal) que escribir con desenfado no se ha de interpretar luego a delito. Si dais noticia de mí, hablad verdades públicas. Decid que juego de la noche a la mañana, y que me ganaron mi hacienda como a un niño inocente, que perdí con un verdugo que dio garrote secretamente a los naipes; que me salgo a buscar la flor de los tahures... Pero decid también, que la vez que tengo suerte, van pintas de mí como de una vaca; y sino diga este mozo... si pinta más que yo don Gelcanbo (Bocángel), con toda su habilidad. -De solo que me habló cerca, dio con toda la batería de una infinidad de perdigones y otros avechuchos en mis narices de suerte que para arredrarle de mí, te dije interrumpiéndole. -Hombre de los diablos ¿dices o salpicas? ¿Pronuncias o rocías? ¿Hablas o jabonas? Si has de razonar conmigo, pónganme babador, que haces más saliva que todo un lavadero...» etc., etc.



En el segundo Vejamen (pasaje principal donde se nombran y vejan los poetas, suprimido en el impreso) vuelve a tacharle de jugador.

Montalbán en la Memoria de los que escriben comedias en Castilla, dice de este ingenio:

Ha escrito algunas comedias; sin que en esta materia, como en las demás, tengan la envidia ni la calumnia que morder ni que murmurar. Bien saben que esto es verdad cuantos te conocen y comunican su divino ingenio.



MENDOZA (DON ANTONIO HURTADO DE). Un pequeño pueblo de las montañas de Asturias fue cuna de don Antonio Hurtado de Mendoza, vástago de la ilustre rama de los Hurtados, por más que infundada y gratuitamente lo niegue el señor Jorjo Ticknor. Que su país natal fue la montaña de Asturias, no la de Burgos, claramente se infiere del elogio que le dedicó Lope en el Laurel de Apolo (Silva 3.ª):


    Mas ya la gran montaña en quien guardada
la Fe, la sangre y la lealtad estuvo,
que limpia y no manchada
más pura que su nieve la mantuvo,
(primera patria mía)
a don Antonio de Mendoza envía.
Aquel famoso Hurtado
de las Musas... etc.



Nació a fines del siglo XVI, y vino muy niño a la corte a servir de paje en la casa del conde de Saldaña, y antes acaso en la del padre, duque de Lerma. Léese en la Colección de anécdotas y dichos célebres titulada: Floresta española, tomo II, lo siguiente:

Estando don Antonio de Mendoza, siendo niño, por paje en casa de un excelentísimo, sirviendo una tarde el refresco, dijo la duquesa al duque su esposo: Primo: Antonio en estando en su lugar dirá que es tan bueno como tú. Entonces, haciendo una profunda reverencia, respondió con gracia: Y aquí también, señora. Y a pocos días le pusieron el hábito.



Que don Antonio sirvió a los condes de Saldaña en la clase que aquí se refiere, hállase comprobado en el librito de Luis Vélez de Guevara: Elogio del juramento del Príncipe don Felipe Domingo, cuarto deste nombre... -Madrid, 1608; donde se lee, entre otras muchas composiciones laudatorias que al autor y a tan fausto suceso escribieron señalados ingenios, una de «don Antonio de Mendoza, paje del conde de Saldaña, mi señor». Ocupa esta composición el último lugar, como lo exigía la juvenil edad del poeta. Luis Vélez de Guevara estaba asimismo por aquel tiempo al servicio del de Saldaña en clase de gentil hombre. Nuestro joven don Antonio adquirió, pues, en aquella casa la amistad del célebre poeta ecijano, y acaso debió mucho a sus lecciones y ejemplo para el desarrollo de los talentos que le distinguieron.

Con respecto a lo del hábito, puede asegurarse que hay inexactitud en la anécdota, pues no le recibió hasta, mucho tiempo después, reinando ya Felipe IV, el año de 1623.

Con excelentes disposiciones se dedicó el joven don Antonio, aunque si hemos de creer a Góngora, poco adornado de estudios, al cultivo de la gaya ciencia; vémosle ya mencionado por Cervantes en Viaje del Parnaso, año de 1614:


    Este que por llevarle te fatigas
es don Antonio de Mendoza, y veo
cuanto en llevarle al sacro Apolo obligas.



Encontramos dos composiciones suyas (glosa y soneto) en el certamen de las famosas fiestas del. Sagrario de Toledo, año de 1616, y observamos que concurrió también (escribiendo solamente a la devoción), en 1620 y 22, a las no menos célebres de san Isidro, de Madrid. Dióle, al describir estas últimas, Lope de Vega honroso lugar en sus Romances panegíricos de los poetas que tomaron parte en las justas. Notamos que en el respectivo a la de 1622 dice de él:


    Escribe la devoción
que tan devoto le han hecho,
tristezas de su fortuna
y honor de sus pensamientos.



No sabemos qué motivo pudiera tener Mendoza para estar por aquel tiempo descontento de su fortuna. Desde la elevación de Felipe IV al trono y de Olivares al mando, nuestro poeta hubo de lograr entrada en palacio, y pruebas de aprecio del joven monarca debidas a su ingenio y calidad. Celebrado en Aranjuez, el 8 de abril de 1622, la famosa fiesta que a los años del Rey dispuso, y en cuya ejecución tomó parte la simpática reina doña Isabel de Borbón, representando a la diosa de la Hermosura en la comedia: Las glorias de Niquea, obra del desgraciado Villamediana; escribió don Antonio Hurtado de Mendoza circunstanciadas relaciones de aquel festejo, en verso y prosa, que demuestran claramente cuán familiares le eran ya los salones regios.

Posteriormente fue Mendoza el encargado de la composición dramática con qué debía festejarse el cumpleaños de la Reina, y, en efecto, escribió la comedia: Querer por solo querer, inmenso poema caballeresco de sobre seis mil y cuatrocientos versos, que ejecutaron en el propio sitio de Aranjuez las señoras meninas de S. M.

En premio de este esfuerzo de su ingenio obtuvo Mendoza título de secretario y ayuda de Cámara del Rey, pocos días después del 12 de marzo del siguiente año de 1623. Y luego, en el período que medió desde 15 de agosto a fin de seguirle subsiguientes, recibió con grande ostentación el hábito de Calatrava168.

Llevóse Mendoza el Palacio, como dice Antonio Enríquez Gómez: su excelente tacto cortesano, el feliz ingenio que le adornaba, y su carácter agradable, a la par que franco y desenfadado, le aseguraron aquella intimidad o privanza literaria que gozó con el monarca y que, si bien más adelante compartida con Villayzan, supo conservar hasta el fin de sus días. La estimación que de él hacía la real familia, y la que debió a sus compañeros de palacio y a muchos altos personajes, según se infiero de sus obras líricas, demuestran la excelencia de susprendas y cualidades. Dábasele el dictado de el discreto de palacio, que ciertamente le honra mucho, dando la más aventajada idea de su carácter y feliz ingenio.

Tuvo relaciones muy íntimas con los escritores más eminentes que florecían en la corte y en toda España. Lope de Vega le dirigió aquella sentida Epístola que insertó, en la Circe (1624), donde alaba se «excelente y natural poesía». Con Quevedo y Mateo Montero escribió una comedia, cuyo título no consta, que se representó en palacio para festejar los días de la Reina, el 9 de julio de 1625. Y con el mismo, insigne Quevedo, en 1631 la titulada: Quien más miente medra más, para la magnífica función que dio el de Olivares a los reyes la noche de San Juan del expresado año169. Estimó muy señaladamente a Luis Vélez de Guevara, y le socorrió con generosidad. Fue amigo de Rioja, de Montalbán, de Fernando de Soria Galvarro, Amescua, Barbadillo y otros muchos ingenios; y aun debió serlo de Góngora, de quien recibió un dictado juntamente crítico y honroso: el de Aseado lego. Perteneció a varias reuniones literarias, una de ellas la que en 1623 satirizó tan desapiadada al ilustre dramático don Juan Ruiz de Alarcón Mendoza.

Tenía don Antonio de Mendoza facilidad e ingenio para rivalizar en lo fecundo con otros poetas dramáticos de su tiempo, como Vélez, Montalbán, Amescua y algunos más de los que forman el segundo orden o rango de nuestro teatro; pero con prudencia notable, prefirió irse a la mano y perfeccionar más sus poemas, que, siendo la mayor parte dramas de costumbres, exigían de suyo más estudio y atención que los puramente fantásticos. Al final de su comedia: Más merece quien más ama, se disculpó de esta sobriedad suya con mucha gracia y oportunidad, diciendo:


    Más merece quien más ama:
y pocas vetes os sirve
su dueño, porque, no digan:
más yerra quien más escribe.



Alcanzaron el mejor éxito sus producciones dramáticas, y se imprimieron las más, ya sueltas, ya en Colecciones de varios autores. Mendoza, poco cuidadoso en este punto, solo dio por sí a la estampa la titulada: Querer por solo querer, en el año de 1623.

Habiéndose verificado en marzo de 1632 la convocación de las Cortes y jura del príncipe don Baltasar Carlos, el Rey ordenó a Mendoza que escribiese la Relación de este acto y de las funciones que lo solemnizaron. La publicó, en efecto, obteniendo privilegio por diez años para su impresión, dado en Barcelona, a 13 de mayo del propio año. En este libro se titula secretario de la Cámara de S. M. y del Consejo de la Suprema y General Inquisición170, caballero del hábito de Calatrava y comendador de Zurita. Según cierto moderno escritor parece que también disfrutó don Antonio de Mendoza el señorío de Villar del Olmo. Suppico de Moraes, al referir una anecdotilla suya, nada limpia, asegura que desempeñó en palacio el empleo de guarda-damas.

Por algunas de sus composiciones líricas consta que fue casado, y más circustanciadamente nos lo noticia Lope de Vega en la Parte decinueve de sus comedias (Madrid, 1623.) Incluyó Lope en este tomo la que se titula: El Vellocino de oro, dedicándola «a la señora doña Luisa Briceño de la Cueva, mujer de don Antonio Hurtado de Mendoza... «dedicatoria que comienzo así:

Esta fábula de Jasón, ni escrita ni representada en competencia de la que ilustró con su presencia y hermosura el sol de España, sino representada y escrita para acompañar su fiesta de Aranjuez, la mayor que de aquel género ha visto el mundo como las Relaciones del señor don Antonio tendrán advertida, a vuesa merced la dedico... Bien conozco que a sus bodas debíamos los que le tenemos por maestro felices epitalamios, y a su venida célebres parabienes, pero en tanto que a los dichosos sucesos que resultan del matrimonio se previenen las musas, para pagarlo todo, he querido...» etc., etc.



Las aprobaciones de esta Parte diez y nueve son de junio de 1622, y la fiesta famosa de Aranjuez se representó en 8 de abril del mismo año; en ese intervalo, pues, debió de verificarse el enlace de nuestro don Antonio. Parece que no se lograron de él, o se malograron los felices sucesos que esperaba y se proponía celebrar el buen Lope.

Vivió en la Morería vieja; así aparece del final de un romance que escribió a su compañero de Secretario, Antonio de Alosa Rodarte:


    De la vieja Morería;
quien parece que nació
dentro, y primer montañés,
repentísimo señor.



De los epígrafes que llevan otras de sus composiciones resulta que en 1632 acompañó al Rey a la jornada de Valencia y Cataluña, que regresó y se hallaba con S. M. en Aranjuez por Santiago del año siguiente, y que continuaba al servicio del Rey por los años de 1636, 37 y 38. La segunda edición de sus Obras que tengo a la vista, contiene (página 72) una Loa suya para la comedia del Marido hace mujer, que se hizo en palacio por febrero de el año de 1643». En esta fecha hay sin duda equivocación, pues que la Loa contiene lisonjas al Conde-duque, ya entonces caído y desterrado171.

Ignoramos si la desgracia de este célebre privado alcanzó también a nuestro poeta, su favorecido, y si tal fue la causa de hallarse éste en Zaragoza por setiembre de 1614. Lo cierto es que en los curiosos Avisos de don José Pellicer se lee, con fecha del 20 de ese dicho mes y año, la siguiente noticia:

Ayer vino también aviso que murió don Antonio de Mendoza, de la cámara de S. M. y su secretario de ella, que tantos años se había conservado en la gracia de todos.



Esta última frase parece que excluye la sospecha de que su residencia en Zaragoza procediese de la caída del Conde-duque de Olivares.

Para juzgar del mérito de don Antonio Hurtado de Mendoza como poeta lírico debe tenerse en cuenta que sus composiciones de esa especie se publicaron póstumas cuarenta y seis años después de su muerte, en Lisboa, por un manuscrito que se conservaba en la librería del arzobispo de aquella diócesis, don Luis de Sousa. Este manuscrito debía de ser muy incompleto, y la edición salió plagada de errores. Lo que a esta impresión se añadió en la segunda de Madrid, 1728, no compensa lo mucho que allí falta sin duda, de las primeras y más felices inspiraciones de nuestro poeta. Inclinóse con preferencia a los antiguos metros castellanos, y a pesar de haberse extraviado y pervertido con el conceptismo, todavía pueden entresacarse de su colección muy lindos romances y otras buenas composiciones en verso corto. De los metros italianos hizo bastante uso en la comedia: Querer por solo querer, de la cual pudieran asimismo escogerse algunas excelentes poesías. Fue muy dado al género festivo, y bajo este concepto merecen aprecio varias de sus obras. Algunas composiciones son curiosas, entre las suyas, por los datos históricos que contienen: para la historia literaria son apreciables el Romance sobre la representación de la comedia:De un castigo dos venganzas, del insigne Calderón, y la letrilla satírica que escribió contra Villayzan, celoso del favor que le dispensaba el monarca.

Mendoza, sin embargo, ha debido su más justa y principal nombradía literaria a sus escritos dramáticos.

Anterior a la publicación de las Obras de Mendoza, en Lisboa, y póstuma también, fue la de su poema:

Vida de Nuestra Señora María Santíssima, que se imprimió en Nápoles, por Juan Francisco de Paz, 1672; 8. º

Reimprimióse este poema por un manuscrito no concluido, autógrafo a lo que se infiere, en la segunda edición de las Obras del autor, que corrió a cargo de don Juan de Lama, preceptor de gramática y vecino de esta corte. Según esta impresión, consta de ochocientas redondillas, harto gongorinas. Ignoramos si en Nápoles salió a luz completo.

La Relación del juramento del príncipe don Baltasar, lleva este título:

Convocación de las Cortes de Castilla, y juramento del Príncipe nuestro señor, don Baltasar Carlos, primero de este nombre. Año de 1632. -Madrid, 1832; 4.º

Se ha reimpreso en Madrid, 1760 (8.º); y 1849 (8.º marquilla.)

Obras dramáticas de Mendoza:

Cada loco con su tema. Manuscrito autógrafo con la firma de «don Antonio de Mendoza»; fechado en Madrid a 21 de agosto de 1630. En la biblioteca del señor duque de Osuna. De la misma pieza existe otro manuscrito (mediados del siglo XVII) en la Biblioteca Nacional.

Querer por solo querer. (Fiesta Real, hecha en Aranjuez.) Manuscrito contemporáneo del autor, en 8.º; colección del señor Sancho Rayón.

Famoso entremés de Getafe, compuesto por don Antonio de Mendoza. Manuscrito del siglo XVII, en el códice M-14 de la Biblioteca Nacional de Madrid. Probablemente inédito.

La Fiesta que se hizo en Aranjuez a los años del Rey N. S. don Felipe IV, con la comedia de Querer por solo querer. -Madrid, 1625; 4.º

El Fénix castellano don Antonio de Mendoza, renascido. -Lisboa, 1690; 4.º Primera edición de sus obras, muy escasa, que no hemos tenido presente.

Obras líricas y cómicas, divinas y humanas, con la celestial ambrosía del admirable poema sacro de María Santíssima; último suave divino aliento de aquel canoro Cisne, el más pulido, más asseado, y el más Cortesano Cultor de las Musas Castellanas: don Antonio Hurtado de Mendoza, Comendador de Zurita, del Orden de Calatrava, Secretario de cámara y de Justicia de la Magestad del Rey don Fhelipe IV en la Suprema Inquisición. Segunda impressión, corregidas y enmendadas de los muchos yerros que en la primera havía cometido el descuido de la Imprenta. Añadidas algunas obras, que según la Bibliotheca de Nicolás Antonio refiere, se tienen por ciertas y verdaderas del autor. Dirigidas por mano de don Ambrosio Cano al Excelentísimo señor don Juan Bautista Centurión Ursino Arias Fernández de Córdova Mendoza Carrillo y Albornoz, hijo primogénito del Excelentísimo señor marqués de Estepa y Almuña, etc. Con privilegio. -En Madrid. En la oficina de Juan de Zúñiga; a costa de Francisco Medel del Castillo Mercader de libros. Hallaráse en su casa, en la Plazuela de la calle de la Paz. Sin año (1728); 4.º

Dedicatoria de Medel al expresado: sin fecha. -Aprobación del padre Antonio de Zamora, Lector jubilado, y prefecto de la casa de la Asunción de Madrid, de padres clérigos Reglares, Ministros de los enfermos, 30 mayo 1728. Suma del privilegio Real, dado a favor de don Juan de Lama, vecino y preceptor de gramática en esta corte, por... diez años, para poder reimprimir... estas... Obras que ha corregido y añadido, 7 de octubre 1728. Cesión de este privilegio a Medél, 6 de noviembre de id. -Fe de erratas. -Tasa, 10 de noviembre 1728. -Prólogo al lector (anónimo). -Texto. Contiene:

Querer por solo querer, fiesta que representaron las señoras Meninas a los años de la Reina. Con loa.

No hay amor donde hay agravio.

El Marido hace Mujer, y el trato muda costumbre172.

Los empeños del mentir.

Mas merece quien mas ama.

Cada loco con su tema (o el Montañés indiano).

Entremés de Misser Palomo.

Comedias en las Colecciones de Varios:

Más merece quien más ama. (Doce comedias nuevas de Lope de Vega Carpio y otros autores. Segunda parte. -En Barcelona, por Jerónimo Margarit; año de 1630.)

El Marido hace Mujer. (Y el trato muda costumbres.) (Parte treinta de comedias famosas de varios autores.) -Zaragoza, en el Hospital Real y general de Nuestra Señora de Gracia; 1636.)

(?) El trato muda costumbres. Una comedia de este título se halla atribuida a Lope en el libro de Comedias de Lope de Vega (y otros autores.) Parte veinte y ocho. -Zaragoza, 1639; una de las extravagantes. ¿Será la de Mendoza?

No hoy amor donde hay agravio.

Los empeños del mentir. (Flor de las mejores doce comedias de los mayores ingenios de España, sacadas de sus verdaderos originales. -Madrid, 1652.)

El Galán sin Dama. (El mejor de los mejores libros que han salido de comedias nuevas. -En Alcalá, por María Fernández; 1651. -En Madrid, por María de Quiñones, 1653; 4.º) En la primera impresión van todas las comedias sin nombre de autor.

El trato muda costumbres (o el Marido hace Mujer.) (P. 1.ª)

Los riesgos que tiene un coche. (Lo que es un coche en Madrid.) (P. 4.ª)

Querer por solo querer. (P. 31.)

Más merece quien más ama. (P. 46.)

En la tabla de esta última se dice de la comedia: «Fiesta que se representó a SS. MM. de don Antonio Hurtado de Mendoza». Y en el epígrafe del texto: «De don Antonio de Mendoza y de don Juan de Vera y Villarroel».

Hallábase esta pieza impresa como obra de Mendoza, desde el año de 1650, cuando aun no había nacido Vera Tassis; quien hubo de retocarla para una función real; y conservando el final, escrito por Mendoza, le adicionó el siguiente en boca en de



BURÓN

Y para el grande Mendoza
hoy don Juan de Vera os pide
aplauso, pues le merece,
y a él perdón, pues que se os rinde.



Comedias sueltas:

El premio de la virtud, y sucesos prodigiosos de don Pedro Guerrero.

Celos sin saber de quién.

La Celestina. (?)

Quien más miente medra más. (Con Quevedo.) Escribieron Mendoza y Quevedo esta comedia en el breve término de un día, por encargo del conde-duque de Olivares, para la magnífica fiesta que dio este célebre ministro a los Reyes la noche de San Juan, del año 1631, en los jardines de conde de Monte Rey y del duque de Maqueda, próximos al Prado. «Estaba (dice la Relación de dicha fiesta, impresa en aquel tiempo y reimpresa por don Casiano Pellicer) poblada de las agudezas y galanterías cortesanas de don Francisco... En muchas comedias de las ordinarias no se vieron tantos cazonados chistes juntos como en esta sola».

Ticknor en su Historia de la Literatura española, conjetura que esta comedia, que se tiene por inédita y perdida, tal vez pudiera ser la que, atribuida solamente a Mendoza, y con el título de Los empeños del mentir, se publicó en la colección denominada: Flor de las mejores doce comedias de los mayores ingenios de España, sacadas de sus verdaderos originales; impresa en Madrid, 1652; y fue después bajo el mismo nombre y título inserta en la colección de Mendoza.

Escribió una comedia de «capa y espada», que se representó en las fiestas que se celebraron en palacio con motivo de la solemne jura en Cortes del príncipe don Baltasar Carlos, año de 1632173. Así lo dice, sin expresar su título, el mismo Mendoza en la Relación oficial que redactó de aquel acto público.

Escribió en unión con Quevedo y Mateo Montero una comedia, cuyo título no consta, que se representó en palacio para celebrar los días de la reina Isabel de Borbón, el 9 de julio de 1623. (Avisos manuscritos: Biblioteca Nacional.)

Entremés famoso del doctor Dieta. De don Antonio de Mendoza. Hallase en un libro comprensivo de trece Entremeses de varios autores, al parecer impresos separadamente. «Impreso en Cádiz, por Francisco Juan de Velasco, en la plaza entre los escrivanos. Año de 1648». (En algunos 1647.) Hemos citado ya este libro, que posee el señor Fernández-Guerra, y contiene además:

Miser Palomo. Entremés famoso de don Antonio de Mendoza.

Para fin de fiesta de la comedia de Luis Vélez de Guevara: El Caballero del Sol, en las famosas de Lerma, año de 1618, se representó (dice el licenciado Pedro de Herrera, coronista de ellas) «un Entremés de don Antonio de Mendoza, en que con mucha agudeza se satirizaron en donaire, por diferentes figuras, diversas inclinaciones y costumbres de gente ociosa cortesana».

Se han reimpreso de este poeta en la Biblioteca de Autores españoles, de M. Rivadeneyra, las comedias tituladas: Cada Loco con su tema; Los empeños del mentir; y El Marido hace Mujer.

Su comedia: Los riesgos que tiene un coche, se insertó con el título de Lo que es un coche en Madrid, y atribuida a Lope, en la Parte veinte y seis de las Comedias de Lope de Vega (una de las extravagantes) impresa por primera vez de 1632 al 33, y después en Zaragoza, 1645.

MENDOZA (DON PEDRO DE). Natural de Madrid, según Montalbán. «Poeta lírico y cómico, y de mucho ingenio, aplauso y verdor; ha escrito excelentísimos versos, y comedias que se han representado».

Omitido por Baena.

MENESES (DON FERNANDO DE). Segundo conde de la Ericeira; nació en Lisboa, año de 1514, varón distinguido en armas y letras, militó en Italia y Portugal, fue consejero de Estado y Guerra y sirvió otros importantes cargos. Murió de ochenta y cuatro años, el de 1699. Se han impreso sus principales obras históricas, entre ellas la Historia de Tánger, de cuya plaza fue gobernador. Quedaron inéditas sus poesías (latinas, italianas, portuguesas y castellanas), a excepción de algunas que publicó sueltas.

No es desengaño el desprecio. Comedia con loa y bailes. Inédita.

MENESES (DON FRANCISCO JAVIER DE). Cuarto conde de la Ericeira, nieto de don Fernando, y el más insigne entre los de esta ilustre familia que cultivaron las letras. Nació en Lisboa el 29 de enero de 1673, y desde su más tierna edad dio muestras de los talentos que debían de granjearle la brillante reputación que alcanzó entre los doctos de su época. El catálogo de las obras de este eminente polígrafo, que falleció en 1743, comprende las siguientes dramáticas:

El tesoro de la armonía.

La edad del Impíreo.

A ligeireza más firme.

Y además veinte obras músicas para teatro, cuyos títulos no se expresan.

MENESES (DON JORGE DE). Señor de Alconchel y Fermoselle. Tradujo en verso portugués los Siete salmos penitenciales, y compuso, dedicándola a Felipe II, una

Tragicomedia de La muerte del Rey don Sebastián.

MENESES (DOÑA JUANA JOSEFA DE). Tercera condesa de la Ericeira, hija de don Fernando, segundo Conde, y madre de don Francisco Javier, que la sucedió, y a quienes acabamos de dar merecido lugar en esta obra. Nació en Lisboa, año de 1651. Recibió una brillante educación literaria, a que correspondieron su afición y talentos. Casó con su tío don Luis de Meneses. Fue muy estimada de la reina de Inglaterra, doña Catalina, a quien sirvió de camarista, y de la de Saboya, doña María Francisca Isabel, con la cual siguió dilatada correspondencia. Murió en 1709. Suyo es el conocido poema en trescientas octavas castellanas, titulado; Despertador del alma al sueño de la vida. (Lisboa, 1695), que publicó bajo el nombre de Apolinario de Almada, criado suyo.

Publicó otras dos obras en prosa, traducidas del francés, y dejó varias manuscritas, entre ellas muchas poesías. Conservaba estas producciones inéditas, en 1747, su biznieto el marqués del Lourizal.

Obras poéticas españolas. (Manuscritas.)

Contenían:

Divino imperio de amor. (Comedia.)

El duelo de las finezas. (Comedia.)

Dos autos sacramentales, y algunas otras obras de teatro.

MERANO Y GUZMÁN (DON ANTONIO). Autor de mediados del siglo XVIII.

En vano el poder persigue a quien la deidad proteje, y Májico Apolonio. Escrita en 1749.

MESA (DON ANTONIO DE).

La de los lindos cabellos. (Impresión del siglo XVI, sin año ni lugar.)

El cielo por los cabellos, Santa Inés. (Con este título va citada en el Índice de Fajardo como obra del autor expresado; y publicada en la Parte cuarenta y tres, e incluida en el Catálogo de Huerta, como de tres ingenios.)

MESA (CRISTÓBAL DE). Felicísimo ingenio extremeño; nació en Zafra por los años de 1564. Comenzó, pero no terminó la carrera de leyes; en la insigne escuela de Salamanca asistió a las lecciones de Francisco Sánchez el Brocense; y habiendo pasado a Sevilla y dado a conocer su inclinación a las bellas letras, su talento no vulgar, y excelentes estudios humanísticos, se granjeó el aprecio de los ilustres Fernando de Herrera, Pacheco, Luis Barahona de Soto y el maestro Medina, de quienes se glorió siempre de haber sido discípulo. Ignoramos si fue por esta época, o más entrado en años, cuando se ordenó de clérigo presbítero. Trarladóse a Italia, donde trató con intimidad por espacio de cinco años al gran Torcuato Tasso, apasionándose cada vez más a la escuela italiana, de la que fue constantemente celoso y exclusivo partidario.

Hallábase, a lo que parece, de vuelta en España al publicar su primera producción literaria:

Las Navas de Tolosa. Poema heróico. -Madrid, Pedro Madrigal. 1594 y 1598; 8.º

Este poema, en treinta cantos, salió honrado con un soneto panegírico del autor, escrito por el Tasso, y con la aprobación oficial de Ercilla.

Estableció su residencia en la corte, gustando más de Castilla que de su país natal, como él mismo confiesa; y buscando sin duda la protección y auxilio de algunos influyentes personajes. No era, sin embargo, el más propio para lograrla su carácter severo y franco en demasía; y así no es de extrañar que con los obligados y elegantes versos laudatorios que dirigió a próceres y ministros, en diferentes épocas, y aun del mismo trato y comunicación de algunos de estos magnates, sacase tan escaso fruto para sus mejoras y acrecentamientos de fortuna.

No la alcanzó mayor en literatura con los repetidos esfuerzos que hizo para ceñirse el laurel de la épica española, envidioso de la fama de su amigo, maestro y panegirista. En 1607 publicó, dedicado como el anterior al rey don Felipe III, su poema:

La Restauración de España. -Madrid, Juan de la Cuesta, 1607; 8.º

Divídese en diez cantos; su asunto es también eminentemente nacional: Pelayo y el triunfo de Covadonga.

Consagró Mesa uno de los cantos de este último poema a la memoria de muchos ilustres ingenios de los que daban honor y prez a nuestra España en aquella memorable época literaria. Celebró muy privilegiadamente a los poetas andaluces; y entre los de Castilla dedicó un recuerdo al gran Cervantes, agradeciendo el elogio que le había merecido en la Galatea (1584); pero, ¡cosa notable! omitió a Lope de Vega, dando ya muestras de la acerba censura que, encerrado en su estéril rigorismo clásico, preparaba para el gran dramático español.

Había logrado Cristóbal de Mesa cierto favor con el ilustre conde de Lemos, cuyo secretario, Juan Ramírez de Arellano, era particular amigo suyo. Nombrado el Conde para el vireinato de Nápoles en el año de 1610, y habiendo coincidido conteste nombramiento la muerte de Arellano, el Conde ofreció la secretaría de Estado y Guerra de aquel gobierno al célebre Lupercio L de Argensola, con especial encargo de que le acompañase su hermano; y a entrambos comisionó para buscar y proponer oficiales que a su aptitud reuniesen la cualidad de aficionados al estudio y ejercicio de la poesía, con el intento de rodearse de una docta y entretenida corte académica. Solicitó Mesa acompañar al Conde, manifestándole su deseo en una carta poética; mas no pudo conseguirlo, ni directa ni indirectamente, ya fuese por haberle faltado el apoyo de Arellano, ya por su carácter u otras circunstancias. Resentido, no disimuló al Conde sus quejas, antes se las expuso con claridad en otra epístola, añadiéndolo: que algunos de los que tanto estimaba no merecían llegar a la falda del Parnaso, como lo conocería bien en Italia, donde la poesía y el buen gusto estaban más adelantados. En esta carta ofrecía, no obstante, al virey la traducción de La Eneida, que a la sazón trabajaba; pero no cumplió su palabra, cuando la publicó cinco años después; si bien no había perdido del todo la amistad del Conde, a quien dirigió, cuando terminado su vireinato volvía con la presidencia del Consejo de Italia, dos lisonjeros sonetos.

Acaso, a la inversa de Cervantes, que desairado, dicen, por el duque de Béjar, halló protección y amparo en el de Lemos; nuestro Mesa, desdeñado por éste, se acogió a la sombra de aquel; no menos digno, según cierto escritor coetáneo, de ser el Mecenas de su tiempo. Lo cierto, sí, es que Mesa residió con el de Béjar en la villa de este nombre, y que allí, en elogio del ilustrado magnate y de su esposa, escribió siete sonetos, de los cuales, por su corrección y desenfado merece aprecio, y trasladaré como documento, el siguiente:


    Gustad, señor, de aquesta vuestra villa,
en la cual bien se vive y bien se bebe,
porque falta el calor y sobra nieve,
y hay las mejores frutas de Castilla.
    Y si en el bosque, ameno a maravilla,
cansare el ocio de las diosas nueve,
considerando que la vida es breve,
no está lejos la corte ni Sevilla.
    Procurad la salud y el alegría,
que la vida en el mundo no es más de una;
y si dijere el vario vulgo, diga.
    Desterrad la mortal melancolía,
que si está triste el ánimo, una biga
para toda la próspera fortuna.



En otro soneto llama al Duque su Apolo, y da bien claramente a entender que habitaba en su palacio.

El duque de Feria también fue objeto muy privilegiado de los encomios de nuestro poeta; una de las composiciones que le dirigió, comienza así:


    Resplandeciente sol, único Norte,
nuevo Mecenas, nuevo Augusto mío,
sin vos, quedando el corazón vacío,
la corte no será para mí corte.



De 1611 a 1612 publicó su tercer ensayo épico junto con diversa rimas, entre las cuales van sus citadas epístolas:

El Patrón de España, y varias rimas. -Madrid, Alonso Martín. (El poema suele llevar la data de 1612; las rimas, que tienen portada separada, la de 1611; 8.º)

Dirigido al Rey; el poema versa sobre la milagrosa translación a España del santo cuerpo del apóstol Santiago. Divídese en seis libros.

Por el mismo año de 1612 se instaló en esta corte la reunión literaria llamada Academia Selvaje, a que pertenecieron a los mayores ingenios de España, que a la sazón se hallaban en Madrid». La promovió y presidió en su casa el joven caballero don Francisco de Silva, de la familia de los duques de Pastrana; lúcido ingenio a quien Cervantes elogió, y que poco después murió como valentísimo soldado. De esta academia (cuyo extraño nombre se derivó del apellido de su fundador) hubo de ser individuo nuestro poeta, que la celebró en dos sonetos dirigidos, el uno a Silva, y el otro a la misma academia. Pertenecían a ella Lope y Soto de Rojas, que leyó en su inauguración un Discurso, en prosa, acerca de la poética.

No debió Lope de alternar muy gustoso en esta academia con él poeta zafreño, que por el mismo tiempo criticaba, y aun satirizaba con acritud sus comedias y escuela dramática en el prólogo de las citadas Rimas, y en las epístolas que de ellas forman parte muy principal, quejándose de que mientras se enriquecía el poeta cómico, pereciesen de hambre el trágico y el épico. Sin duda, en lo de poeta épico aludía Cristóbal a sí mismo; porque al fin había compuesto y dado a luz tres poemas; pero no es creíble que aspirase al premio y la fama de trágico por sola su tragedia (aún no publicada en aquella fecha): El Pompeyo, obra por cierto de las más desatinadas en este género, con todas sus pretensiones clásico-griegas.

Continuaba entre tanto perfeccionando su traducción castellana, en octavas y tercetos alternados, de la Eneida, que publicó tres años después:

La Eneida de Virgilio, traducida, etc. -Madrid, viuda de Alonso Martín, 1615. (Dedicada al Rey.) 8.º

Esta elegante versión es muy rara. Mesa tradujo asimismo la Ilíada, pero no llegó a publicarla. Tamayo de Vargas la vio manuscrita.

En 1616 concurrió al certamen poético del Sagrario de Toledo, escribiendo a tres asuntos (octavas, tercetos y un soneto). Y últimamente, en 1618, dio a la estampa, traducidas en octavas: Las Églogas y Geórgicas, de Virgilio, añadiendo a continuación algunas rimas originales, sonetos la mayor parte, y El Pompeyo, tragedia.

Desde esta época falta ya toda noticia de nuestro autor, si bien del elogio que Lope, generosa e imparcialmente le dedicó en su Laurel de Apolo, pudiera inferirse que aun vivía por los años de 1628 a 1650. Dice así:


Y a Cristóbal de Mesa,
trípoda de las Musas y las Gracias,
¡oh letras, pocas veces sin desgracias!
llama para ganar tan alta empresa;
que cuando mires tanta copia impresa,
y tan alta virtud sin premio mires,
imposible será que no suspires:
que sigue pocas veces, o ninguna,
a la virtud la próspera fortuna.



Fue particular amigo de Francisco de Figueroa, de Quevedo, del conde de Salina y de don Juan de Fonseca y Figueroa. Un soneto que dirigió a este última, demuestra bien su propensión a la sátira.

Al frente de su poema: La Restauración de España, impreso año de 1607, se leen composiciones en su elogio, del doctor Tejada Paez, de Quevedo, Cejudo, Barabona., y un tal don Luis Manuel, a quien responde en otra el autor. Al fin se hallan un soneto de fray Cristóbal de Zafra, rector del Colegio de San Lorenzo el Real, primo del autor; otro del licenciado don Luis Sara, gobernador de Zafra, primo del autor, y otro de don Hernando de Guzmán.

Las Églogas y Geórgicas de Virgilio, y Rimas, y El Pompeyo, tragedia. De Cristóbal de Mesa. A don Alonso Fernández de Córdoba y Figueroa, marqués de Priego y Montalbán señor de la casa de Aguilar y Castro-el-río y Villafranca. Año (Ens.) 1618. Con privilegio. -En Madrid, por Juan de la Cuesta; 8.º

Las Églogas y Geórgicas de Virgilio, y Rimas, y el Pompeyo, tragedia. De Christóval de Mesa. -Madrid, en la imprenta de Ramón Ruiz, año de MDCCXCIII; 8.º