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11

Este hecho es interpretado por Mettmann como prueba de la existencia de tres redacciones, una primera de 100 cantigas, una segunda de 200 y una tercera de 400 (véase Cantigas de Santa María, 1986: I, 21-40). Pero en realidad las divergencias entre los mss. T/F y E respecto de To, tal como aparecen descritas por este estudioso, parecen sugerir que: 1) T/F y E derivan de un mismo sub-arquetipo, caracterizado por el deseo de aumentar la colección a 400 cantigas y por haber gestado, por ese motivo, una nueva estructura de las primeras doscientas que estaría ultimada hacia 1277; en ese sub-arquetipo se cometieron algunos errores textuales desconocidos de To; 2) que ese sub-arquetipo sólo tema el aspecto de un borrador en sus doscientas cantigas finales cuando se elaboraban los códices F y E, de forma que en cada uno se gestó una versión diferente.

 

12

Véase la opinión de Martínez Díez (Fuero real: 22-90).

 

13

Se trata del ms. Add. 20.787 del British Museum, editado por Arias Bonet (1975) y transcrito en los corpus Concordances and Texts (1978) y Electronic Texts of Alfonso X (1997). Ya Herriot (1938: 287) señaló que se trataba de un códice de factura alfonsí, y aunque el estudio de las miniaturas lo corroboraba, las reticencias paleográfícas impidieron concederle esa categoría en la edición de Arias.

 

14

Véanse Craddock (1981) y (1983), Iglesia Ferreirós (1986) y MacDonald (1984) y (1986).

 

15

Véanse Craddock (1986b), Linehan (1986) y Martin (1993-94a) y (1995). La opinión tradicional ubica esta obra como una producción temprana al inicio del reinado de Alfonso X (véase Vanderford, Setenario 19842: XIII-XVII).

 

16

Craddock (1981).

 

17

Véase Fernández-Ordóñez (2000b).

 

18

Sería el caso de los códices T/F y E de las Cantigas.

 

19

Las redacciones sucesivas de las Partidas, la Versión crítica de la Estoria de España.

 

20

Los trabajos fundamentales para el estudio de la Estoria de España son la introducción de R. Menéndez Pidal a su edición de la Primera crónica general de España (19552), la de Cintra a la Crónica Geral. de 1344 (1951: vol. I), y los estudios que Catalán le ha dedicado a lo largo de más de treinta años (1962) y (1992), que culminan en su última y magistral aportación (1997).