1
Para comodidad del lector, la reproduzco aquí; sigo la edición de O. Macrí, La poesía de Fray Luis de León, Salamanca, Anaya, 1970, pgs. 2434:
2
Está recogido en la Obras completas del autor, Madrid, Gredos, vol. II (1972), págs. 789 y ss.
3
El curso solía abrirse en toda Europa a mediados de octubre con una prolusio en latín, en la cual se alababan las artes liberales y las otras disciplinas que se enseñaban en la Universidad. Cfr. Francisco Rico, «Laudes litterarum. Humanismo y dignidad del hombre en la España del Renacimiento», Homenaje a Julio Caro Baroja, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 1978, pg. 895.
4
Esos tres momentos se han atribuido a la redacción del poema; cfr. Macrí, op. cit., pg. 350.
5
Publicó estos versos, sacándolos de un manuscrito de la Biblioteca de Palacio, Raimundo de Miguel como apéndice a sus propias Poesías, Madrid, Jubera, 1877, pg. 501, acompañados de una deslealísima traducción; ni siquiera se dio cuenta de que están dedicados a Fray Luis. El cariño y admiración que Sánchez sentía por el agustino, lo confirma otro poema en que lo señala como modelo a dos jóvenes poetas: «Sit speculum vobis doctissimus usque magister, / sit speculum vobis, alter Apollo, Leo»
(pg. 533) .
6
Cito los poemas que no figuran en Macrí por la ed. del P. Llobera; éste, en el vol. II, Madrid, 1933, pg. 484 y ss.
7
Ibid., I, pg. 415.
8
Cfr. A. Bell, Luis de León, Barcelona, Araluce, 1927, pg. 124.
9
Tomo el texto de Angeli Politiani operum, tomus primus, Lyon, 1539, pg. 324.
10
Con su habitual rudeza crítica, escribía el P. Ángel C. Vega a propósito de este verso 19: «No creemos que se refiera al Parnaso, sino al templo de la Gloria, que situaban los poetas en un monte». ¿No se daba cuenta de que, en los vs. 24-5, el autor alude inequívocamente a la fuente Castalia? Y hay otros motivos que examinaremos.