El café en Colombia (1850-1970): una historia económica, social y política - Tercera edición

Registro bibliográfico

  • Título: El café en Colombia (1850-1970): una historia económica, social y política - Tercera edición
  • Autor: Palacios, Marco, 1944-
  • Publicación original: Bogotá: Planeta, Ediciones Uniandes, El Colegio de México, 2002
  • Descripción física: PDF
  • Notas de reproducción original: Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
  • Notas:
    • Colombia
    • Resumen: La concepción, investigación y escritura de EL café en Colombia fue un trabajo de la década de 1970. Desde entonces hay muchas novedades tanto en el campo de la producción bibliográfica, como en el mundo cafetero internacional y colombiano. Nuevas investigaciones del tema han enriquecido los aspectos económicos, sociales e institucionales. Sin embargo, estimo que la narrativa y el tipo de análisis de este libro aún se sostienen con solvencia. Al final del último capítulo se afirma lo siguiente: En el cerco tendido al productor campesino -posibilitado por la «revolución verde» en la caficultura y el a censo del productor moderno-- se vislumbran indicios de que el sistema está en capacidad de resolver -por lo menos en el mediano plazo-- el problema de mantener la posición competitiva del café colombiano en el mercado internacional, aumentando la productividad. Si consideramos que en el contexto de esta afirmación «mediano plazo» fueron las décadas de 1970 y 1980 entonces no pareció existir problema grave. Pero a partir de la década de 1990, y más específicamente con el fin de la cartelización de la economía cafetera internacional en 1989 -el fin del sistema de precios-cuotas de la Organización Internacional del Café-, empezaron a emerger problemas de competitividad que, al comenzar el siglo XXI parecen agravarse. En 1989, después de casi un siglo de manipulaciones políticas del mercado internacional del café volvió a imperar el libre comercio. Pero hay una diferencia sustancial con la situación que prevaleció de la segunda mitad del siglo XIX a 1906, cuando el Brasil intervino el mercado mediante el Primer esquema de valorización. Ahora el mercado está muy concentrado y controlado de la cadena de grandes empresas comercializadoras y tostadoras. En la vida real esto quiere decir que a pesar de la caída de los precios del green coffee en las bolsas, ha aumentado considerablemente el precio que los consumidores finales pagan en los supermercados por los cafés solubles tostados o molidos, empacados al vacío. La caída del precio pagado a los países productores se origina en que, dada una demanda que crece muy poco, la producción aumentó fuertemente en la década de 1990, gracias a nuevas técnica en el control de plagas y a la expansión de cultivos. Este es el caso del Brasil y también de Vietnam, un recién llegado que desplazó a Colombia del segundo puesto que ocupara por tantos decenios en el volumen de exportaciones. Esta pérdida de terreno de Colombia puede ser un síntoma de su baja competitividad. De ser así, la causa no hay que buscarla solamente en el sector productivo. Dicho llanamente el sector cafetero colombiano ya no tiene el poder que tuvo hasta 1989. Aunque las actividades ligadas a la economía cafetera continúan siendo las más importante en la agricultura nacional y el empleo del país, continúa disminuyendo su participación en el PIB y en las exportaciones. En consecuencia, quedan cada vez más en el pasado lo tiempos en que la FNCC podía presionar con éxito políticas cambiarías no digamos para mantener una paridad real sino abiertamente devaluatorias. La debilidad del gremio cafetero, en una época de globalización y liberalización de los mercados e manifiesta en que una de las características de la política económica de lo últimos años ha ido mantener una tasa revaluada, pese al panorama catastrófico del mercado del café. Es cierto que la caficultura colombiana continuó modernizándose aceleradamente en el eje cafetero (aunque desde la década de 1980 enfrenta altos sobrecostos por las plagas, la roya y la broca) y que la productividad por unidad de tierra (sacos por hectárea) se ha duplicado en promedio desde 1970. Pero no ha conseguido abatir los costos de la mano de obra. Y todas las faenas del cafeto, siembra, desyerbe, poda, recolección incluido el control de plagas y la aplicación de fertilizantes, siguen siendo altamente intensivas en trabajo. De este modo Colombia es un país de altos costos. El empresario moderno, presentado desde la década de 1960 como el paradigma de las mejores virtudes del caficultor, no parece responder positivamente cuando la política económica no se diseña en función del café. Pero tampoco hay políticas alternativas que consideren la posibilidad de cambiar el uso de la tierra en las fértiles laderas del eje cafetero central y estimulen la producción de café tecnificado en zonas ecológicamente aptas, bien integradas a la red de transportes, donde los niveles educativos son más altos ahora que hace 30 años y los precios de la tierra y de la mano de obra inferiores a los del eje cafetero central. Esas zonas están en lo que llamamos los «departamentos marginales». Es interesante apuntar cómo en el momento de mayor crisis del sector cafetero colombiano desde la guerra de los Mil Días, no hay un sentimiento de crisis nacional ligado al café. Pero en las comarcas cafeteras los signos de los tiempos que corren han cambiado dramáticamente. Un breve ejemplo: cuando las FARC trataron de poner pie en el Quindío, a mediados de la década de 1960, quedaron prácticamente diezmadas. Hoy operan con gran libertad varios «frentes» en el eje cafetero. Pero la violencia guerrillera y contra-guerrillera no es la única fuente de violencia en esas comarcas, si nos atenemos a otros índices de criminalidad. Y entonces parece válido preguntarse si las raíces no están en la forma como se ocuparon y colonizaron en el siglo XIX y primera mitad del XX y en la forma como hombres y tierras se redistribuyeron a la sombra de la Violencia.
    • Resumen: Primera parte: ¡A sembrar café! El internacionalismo capitalista y las clases altas colombianas (c1850-1900) 1. Exportar o perecer en el camino a la civilización 2. Los comerciantes regionales durante la primera expansión cafetera (c1850-1910) 3. Divisiones políticas, inflación, devaluación y ciclo cafetero 4. Negocio cafetero y ascenso de una oligarquía 5. Problemas de rentabilidad y de endeudamiento hipotecario de las haciendas de café Segunda parte: Los primeros territorios del café. Haciendas frágiles y campesinados en busca de raíces (c1870-1940) 6. Tierra y sociedad: la región bogotana durante la segunda mitad del siglo XIX 7. Geografía social y estructura agraria 8. Para una regionalización de la propiedad de la tierra 9. Las haciendas: un armazón frágil 10. Las relaciones de trabajo en las haciendas (c1870-1940) Tercera parte: El despegue cafetero. Capitalismo internacional regulado, colonizaciones y conflictos por la tierra (c1907-1940) 11. Brasil y los campesinos colombianos protegen el negocio cafetero 12. La apropiación de la tierra: la letra muerta de la ley 13. Papel sellado y pistolas en la frontera agraria antioqueña 14. El conflicto de las haciendas cafeteras de Cundinamarca y Tolima 15. El conflicto agrario politizado Cuarta parte: El café colombiano en el siglo XX. Las bases políticas y el poder del liberalismo económico 16. El modelo liberal cafetero 17. El partido del café 18. Transformaciones de la estructura productiva cafetera (c1932-1970) 19. El campesino: de héroe a villano, y el ascenso del empresario caficultor Bibliografía
    • Resumen: Café; Economía cafetera; Aspectos económicos; Comercio; Historia
    • Derechos reservados Biblioteca Virtual del Banco de la República
    • http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/fondos-abiertos/autores/marco-palacios
  • Forma/género: texto
  • Idioma: español
  • Institución origen: Biblioteca Virtual del Banco de la República
  • Encabezamiento de materia:

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