Presentación de la XXVI edición del Festival de Almagro

Almagro y el teatro

Al cumplir, en 2002, veinticinco años, el Festival de Almagro pasó su reválida, según todos, con creces: no pocas compañías nacionales volvieron a los clásicos españoles y extranjeros, se pudieron ver montajes de Japón o de Italia, de Francia o de Luxemburgo, y la Compañía Nacional de Teatro Clásico repitió en el Hospital de San Juan sus dos obras como ha sido tradicionalmente desde 1986. En julio de 2003, otra vez en el Corral de Comedias volverá a sentirse la magia de unos versos de los siglos áureos, mientras el resto de los envidiables espacios ofrecerá los textos de Lope, Calderón o Shakespeare, y las calles y plazas de Almagro se convertirán en el marco envidiable de historias de amor y de celos, de héroes de leyendas y odiosos antagonistas, de venganza y ambiciones, de dolor y de gozo, de sublime pacer y malditas guerras... Las historias de siempre y los hombres y mujeres de ayer y de hoy. La condición humana al desnudo, en mentiras que parecen verdades. El teatro.

Almagro, en el verano de 2003, ofrece mucho teatro; para adultos, pero también para niños; hace vivir la calle; une la palabra y la música; muestra el pasado (de Catalina Bárcena a Buero Vallejo o José Tamayo) y la creación de hoy (Tomás Marco) o la recreación del ayer (de Lope o de Tirso); hermana y reconoce al «hacedor» (José María Flotats) con el académico (Francisco Ruiz Ramón)... Eso fue Almagro aquellos días de septiembre de 1978; eso, y van veintiséis «bolos», será Almagro en julio de 2003. Que ustedes lo disfruten.

Luciano García Lorenzo
Director del Festival