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Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro

Presentación de la XXVII edición del Festival de Almagro

Cartel del XXVII Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Almagro, durante el mes de julio, duerme durante la modorra de sus tardes, mientras decenas de gentes del teatro montan escenografías, ensayan texto, ponen luces, prueban sonido... Y hacen todo esto para que unos miles de personas puedan cada noche trasladarse al mundo maravilloso de la mentira del teatro desde un Corral de Comedias, un Claustro renacentista, un Patio mudéjar, un Hospital convertido en sala de espectáculo, un precioso local del novecientos o plazas y calles bañadas ya de versos e historia de amor, de celos, de ambición, de muerte...

Son casi 30 años de llamada al gozo del espectáculo, con la palabra y el cuerpo como protagonistas. Son 27 encuentros con Lope de Vega o Shakespeare, con Calderón o Moliere, con Tirso o Gil Vicente. Son cuatro semanas conviviendo con Arlequín o Puck, con Don Juan o Segismundo, con Hamlet o Pedro Crespo. Son veinticinco días de convivencia con adultos de mil lugares, jóvenes de diferentes países y niños de cien pueblos de tierras manchegas. Porque Almagro no puede entenderse sino como eso, como el triunfo de la convivencia: un pueblo de ocho mil personas albergando el mes de julio a decenas de miles de espectadores, los cuales saben muy bien que escuchar los diálogos de Lope, Shakespeare o Moreto, es llegar, a partir de la belleza, a la práctica también del diálogo, de la tolerancia, del respeto… Almagro y el teatro. Pocas ciudades en el mundo pueden hacer una afirmación tan bañada de verdad. Almagro y la fiesta siempre haciéndose del teatro.

Luciano García Lorenzo
Director del Festival

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