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«Only when we start telling our stories to ourselves or others, when we compare memories of the same events, the reflection on the relation between these components may raise considerable scepticism. This second order observation of memory is of course an integral part of memory as non-trivial machine. We then co-construct our memory stories intersubectively in order to somehow relate to a collective notion of reality, narratives and memory»
(Wägenbaur 1998: 8).
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Hace ya más de treinta años cuando en los principios de los años setenta Oskar Negt y Alexander Kluge publicaron su libro Öffentlichkeit und Erfahrung (1972). No obstante que los discursos críticos respecto del poder y los movimientos sociales se han cambiado desde entonces, la conexión de los dos conceptos «espacio público» y «experiencia» todavía me parece útil como punto de partida del estudio de la transformación del espacio público desde el punto de vista de la crítica literaria orientada por las teorías culturales.
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«This means that the major achievement of memory is not to remember what has actually happened, but a constant discrimination between recollection and forgetting. Memories exist nowhere else but in the presence of the active nervous system, they constitute but do not restitute a passed event. The cognitive model can be confirmed by our experience: the stories that we recollect about our life are certainly our stories, but they never re-present the past. The difference between passed event and present recollection is inevitable and not only achieves significance in the cognitive patterns of the brain but also in many literary and especially autobiographical texts»
(Wägenbaur 1998: 6).
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Algo de esta tradición se mantiene aún en la manera de tratar textos literarios de carácter testimonial y/o particular por los sectores académicos, comprometidos con la teoría crítica de la sociedad, por ejemplo en los estudios postcoloniales o feministas. La literatura se ha transformado de esta forma del objeto del raisonnement burgués en objetos del raisonnement de círculos en la nueva formación de esperanza democrática y punto de referencia para la sociedad civil.
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Un caso parecido es el sector literario en la RDA. Como no hubo espacio público para tratar problemas políticos muchos conflictos aún dentro de la SED se desplazaron en conflictos en el sector cultural y especialmente de la literatura.
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Hay que tener en cuenta, que en esta diferenciación el mercado de libros y la academia son factores clave, esta última especialmente con la transformación del canon literario. Nuevos labels como «la literatura de mujer» o «la literatura centroamericana» responden a cambios en estos sectores relacionados a la transformación del espacio público.
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Además hay una canción muy conocida en Nicaragua que empieza así.