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41

AGNA, MU, Declaración de la Asociación Latinoamericana, leg. 35.

 

42

La incertidumbre por la falta de información sobre lo que sucedía en México era también compartida por los miembros de una pequeña comunidad de mexicanos residentes en Buenos Aires. Con la firma de Luis Vega, representante de esta comunidad, Ugarte recibió cartas elogiosas por su defensa de la causa mexicana, «ante una propaganda enemiga que cansa hasta el fastidio, con horrorosos relatos de nuestras contiendas civiles, proyectando la imagen de que somos todos forajidos, bandidos, víctimas y verdugos». AGNA, MU, leg. 32, f. 69.

 

43

AGNA, MU, «A la juventud y al pueblo de México», enero 1915, leg. 30.

 

44

Ugarte aprovechó la experiencia de la Asociación Latinoamericana, para dirigir su mirada hacia la realidad argentina. A mediados de 1915 fundó una efímera organización, que con el nombre de «Comité Popular» pasó a enarbolar un programa que, entre otros puntos, contemplaba la protección y el fomento de las industrias nacionales, la explotación estatal de las riquezas minerales y forestales, el abaratamiento de los servicios ferroviarios, la creación de una marina mercante y la intensificación de los vínculos comerciales con el resto de América Latina. En su proyecto político, Ugarte incluyó la edición de un periódico, La Patria, que por dificultades financieras sólo circuló tres meses. Véase Ugarte, 1953, pp. 324 y ss.

 

45

A fines de 1915, el crucero británico Orama apresó al vapor argentino «Presidente Mitre». Este hecho, durante semanas ocupó la atención del periódico de Ugarte, y fue motivo de actos estudiantiles en solicitud de una inmediata «reparación» inglesa. Véase La Patria (dic. 1915).

 

46

La Argentina (20 jun. 1915).

 

47

A mediados de julio de 1915, el secretario de Estado norteamericano, R. Lansing, convocó a los ministros del ABC, así como a los de Guatemala, Bolivia y Uruguay. La búsqueda de fórmulas tendientes a la pacificación de México mal escondía el interés estadounidense por tratar de incidir en los asuntos mexicanos. Esta situación fue abiertamente denunciada por la diplomacia constitucionalista. Con la firma de E. Arredondo, y más tarde con la de V. Carranza, fueron giradas comunicaciones a las cancillerías y presidencias latinoamericanas. En Argentina, y ante el manto de «confidencialidad» que la cancillería otorgó a esta nueva «gestión mediadora», la legación mexicana consiguió que aquellas comunicaciones fueran publicadas por la prensa de Buenos Aires. (Véase La Prensa, Buenos Aires, 14 de agosto de 1915.) Sobre esta conferencia, que a la postre terminó otorgando reconocimiento diplomático al gobierno de Carranza, véase Secretaría de Relaciones Exteriores, 1918 y Fabela, 1959, 2 vols.

 

48

La Tarde (28 jul. 1915).

 

49

La Tarde (28 jul. 1915).

 

50

La Nación (23 ago. 1916).