—271→
Llega Francisco de Villagrán de noche sobre el fuerte
de los enemigos sin ser dellos sentido: da al amanecer súbito
en ellos, y a la primera refriega muere Lautaro. Trábase
la batalla con harta sangre de una parte y de otra.
¿Cuál será aquella lengua desmandada | |||
que a ofender las mujeres ya se atreva, | |||
pues vemos que es pasión averiguada | |||
la que a bajeza tal y error las lleva; | |||
si una bárbara moza no obligada | 5 | ||
hace de puro amor tan alta prueba, | |||
con razones y lágrimas, salidas | |||
de las vivas entrañas encendidas? | |||
Que ni la confianza, ni el seguro | |||
de su amigo le daba algún consuelo, | 10 | ||
ni el fuerte sitio, ni el fosado muro | |||
le basta asegurar de su recelo: | |||
que el gran temor nacido de amor puro | |||
todo lo allana y pone por el suelo; | |||
sólo halla el reparo de su suerte | 15 | ||
en el mismo peligro de la muerte. | |||
—272→ | |||
Así los dos unidos corazones | |||
conformes en amor desconformaban, | |||
y dando de ello allí demostraciones, | |||
más el dulce veneno alimentaban: | 20 | ||
los soldados en torno los tizones, | |||
ya de parlar cansados reposaban, | |||
teniendo centinelas, como digo, | |||
y el cerro a las espaldas por abrigo. | |||
Villagrán con silencio y paso presto | 25 | ||
había el áspero monte atravesado, | |||
no sin grave trabajo, que sin esto, | |||
hacer mucha labor es excusado: | |||
Llegado junto al fuerte, en un buen puesto, | |||
viendo que el cielo estaba aún estrellado, | 30 | ||
paró, esperando el claro y nuevo día, | |||
que ya por el Oriente descubría. | |||
De ninguno fue visto ni sentido; | |||
la causa era la noche ser escura, | |||
y haber las centinelas desmentido | 35 | ||
por parte descuidada por segura: | |||
caballo no relincha, ni hay ruido, | |||
que está ya de su parte la ventura; | |||
ésta hace las bestias avisadas, | |||
y a las personas bestias descuidadas. | 40 | ||
Cuando ya las tinieblas y aire escuro | |||
con la esperada luz se adelgazaban, | |||
las centinelas puestas por el muro | |||
al nuevo día de lejos saludaban: | |||
y pensando tener campo seguro | 45 | ||
también a descansar se retiraban; | |||
quedando mudo el fuerte, y los soldados | |||
en vino y dulce sueño sepultados. | |||
—273→ | |||
Era llegada al mundo aquella hora | |||
que la escura tiniebla, no pudiendo | 50 | ||
sufrir la clara vista de la aurora, | |||
se va en el Occidente retrayendo: | |||
cuando la mustia Clicie se mejora | |||
el rostro al rojo Oriente revolviendo, | |||
mirando tras las sombras ir la estrella, | 55 | ||
y al rubio Apolo Délfico tras ella. | |||
El español, que ve tiempo oportuno, | |||
se acerca poco a poco más al fuerte, | |||
sin estorbo de bárbaro ninguno, | |||
que sordos los tenía su triste suerte: | 60 | ||
bien descuidado duerme cada uno | |||
de la cercana inexorable muerte; | |||
cierta señal que cerca della estamos | |||
cuando más apartados nos juzgamos. | |||
No esperaron los nuestros más, que en viendo | 65 | ||
ser ya tiempo de darles el asalto, | |||
de súbito levantan un estruendo | |||
con soberbio alarido horrendo y alto; | |||
y en tropel ordenado arremetiendo | |||
al fuerte van a dar de sobresalto; | 70 | ||
al fuerte más de sueño bastecido | |||
que al presente peligro apercebido. | |||
Como los malhechores que en su oficio | |||
jamás pueden hallar parte segura, | |||
por ser la condición propia del vicio | 75 | ||
temer cualquier fortuna y desventura, | |||
que no sienten tan presto algún bullicio | |||
cuando el castigo y mal se les figura, | |||
y corren a las armas y defensa, | |||
según que cada cual valerse piensa; | 80 | ||
—274→ | |||
así medio dormidos y despiertos | |||
saltan los araucanos alterados, | |||
y del peligro y sobresalto ciertos, | |||
baten toldos y ranchos levantados: | |||
por verse de corazas descubiertos | 85 | ||
no dejan de mostrar pechos airados: | |||
mas con presteza y ánimo seguro | |||
acuden al reparo de su muro. | |||
Sacudiendo el pesado y torpe sueño, | |||
y cobrando la furia acostumbrada, | 90 | ||
quién el arco arrebata, quién un leño, | |||
quién del fuego un tizón, y quién la espada; | |||
quién aguija al bastón de ajeno dueño, | |||
quién por salir más presto va sin nada, | |||
pensando averiguarlo desarmados, | 95 | ||
si no pueden a puños, a bocados. | |||
Lautaro a la sazón, según se entiende, | |||
con la gentil Guacolda razonaba; | |||
asegúrala, esfuerza y reprehende | |||
de la desconfianza que mostraba: | 100 | ||
ella razón no admite y más se ofende, | |||
que aquello mayor pena le causaba, | |||
rompiendo el tierno punto en sus amores | |||
el duro son de trompas y atambores. | |||
Mas no salta con tanta ligereza | 105 | ||
el mísero avariento enriquecido, | |||
que siempre está pensando en su riqueza, | |||
si siente de ladrón algún ruïdo, | |||
ni madre así acudió con tal presteza | |||
al grito de su hijo muy querido, | 110 | ||
temiéndole de alguna bestia fiera, | |||
como Lautaro al son y voz primera. | |||
—275→ | |||
Revuelto el manto al brazo, en el instante | |||
con un desnudo estoque, y él desnudo, | |||
corre a la puerta el bárbaro arrogante, | 115 | ||
que armarse así tan súbito no pudo. | |||
¡Oh pérfida fortuna, oh inconstante, | |||
cómo llevas tu fin por punto crudo, | |||
que el bien de tantos años en un punto | |||
de un golpe lo arrebatas todo junto! | 120 | ||
Cuatrocientos amigos comarcanos | |||
por un lado la fuerza acometieron, | |||
que en ayuda y favor de los cristianos | |||
con sus pintados arcos acudieron, | |||
que con extrema fuerza y prestas manos | 125 | ||
gran número de tiros despidieron: | |||
del toldo el hijo de Pillán salía, | |||
y una flecha a buscarle que venía. | |||
Por el siniestro lado, ¡oh dura suerte! | |||
rompe la cruda punta, y tan derecho, | 130 | ||
que pasa el corazón más bravo y fuerte | |||
que jamás se encerró en humano pecho; | |||
de tal tiro quedó ufana la muerte, | |||
viendo de un solo golpe tan gran hecho; | |||
y, usurpando la gloria al homicida, | 135 | ||
se atribuye a la muerte esta herida. | |||
Tanto rigor la aguda flecha trujo | |||
que al bárbaro tendió sobre la arena, | |||
abriendo puerta a un abundante flujo | |||
de negra sangre por copiosa vena: | 140 | ||
del rostro la color se le retrujo, | |||
los ojos tuerce, y con rabiosa pena | |||
la alma, del mortal cuerpo desatada, | |||
bajó furiosa a la infernal morada. | |||
—276→ | |||
Ganan los nuestros foso y baluarte, | 145 | ||
que nadie los impide ni embaraza, | |||
y así por veinte lados la más parte | |||
pisaba de la fuerza ya la plaza: | |||
los bárbaros con ánimo y sin arte, | |||
sin celada, ni escudo, y sin coraza, | 150 | ||
comienzan la batalla peligrosa, | |||
cruda, fiera, reñida y sanguinosa. | |||
En oyendo los indios extranjeros | |||
que con Lautaro estaban recogidos | |||
el súbito rumor, salen ligeros, | 155 | ||
del miedo y sobresalto apercebidos: | |||
mas sintiendo los golpes carniceros, | |||
el ánimo turbado y los sentidos, | |||
con atentas orejas acechaban | |||
adónde con menor rigor sonaban. | 160 | ||
Como tímidos gamos, que el ruïdo | |||
sienten del cazador, y quietamente, | |||
altos los cuellos, tienden el oído | |||
hacia la parte que el rumor se siente, | |||
y el balar de la gama conocido, | 165 | ||
que apedazan los perros, y la gente, | |||
con furioso tropel toman la vía | |||
que más de aquel peligro se desvía; | |||
la baja y vil canalla, acostumbrada | |||
a rendirse al temor de aquella suerte, | 170 | ||
por ciega senda, inculta y desusada, | |||
rompe el camino y desampara el fuerte, | |||
acá y allá corriendo derramada; | |||
y era tan grande el miedo de la muerte, | |||
que al más valiente y bravo se le antoja | 175 | ||
ver un fiero español tras cada hoja. | |||
—277→ | |||
Pero aquellos que nunca el miedo pudo | |||
hacerlos con peligros de su bando, | |||
poniendo osado pecho por escudo, | |||
están la antigua riña averiguando. | 180 | ||
La desnuda cabeza del agudo | |||
cuchillo no se ve estar rehusando, | |||
ni rehúsa la espada la siniestra, | |||
ejercitando el uso de la diestra; | |||
Que el joven Corpillán, no desmayado | 185 | ||
porque su espada y mano vino a tierra, | |||
antes en ira súbita abrasado | |||
contra la parte del contrario cierra; | |||
y habiendo ya la espada recobrado, | |||
la diestra, que aun bullendo el puño afierra, | 190 | ||
lejos con gran desdén y furia lanza, | |||
ofreciendo la izquierda a la venganza. | |||
Flaqueza en Millapol no fue sentida, | |||
viéndole atravesado por la ijada | |||
y la cabeza de un revés hendida, | 195 | ||
ni por pasalle el pecho una lanzada; | |||
que de espumosa sangre a la salida | |||
vino la media lanza acompañada, | |||
dejando aquel lugar della vacío, | |||
aunque lleno de rabia y nuevo brío: | 200 | ||
que a dos manos la maza aprieta fuerte, | |||
y con furia mayor la gobernaba: | |||
bien se puede llamar de triste suerte | |||
aquel que el fiero bárbaro alcanzaba: | |||
con la rabia postrera de la muerte, | 205 | ||
una vez el ferrado leño alzaba; | |||
mas faltole la vida en aquel punto, | |||
cayendo cuerpo y maza todo junto. | |||
—278→ | |||
Aunque la muerte en medio del camino | |||
le quebrantó el furor con que venía, | 210 | ||
un valiente español a tierra vino | |||
del peso y movimiento que traía: | |||
mas luego puesto en pie, con desatino | |||
hacia el lugar del dañador volvía, | |||
y viendo el cuerpo muerto dar en tierra | 215 | ||
pensando que era vivo con él cierra: | |||
y encima del cadáver arrojado, | |||
de dar la muerte al muerto deseoso, | |||
recio por uno y por el otro lado, | |||
hiere y ofende el cuerpo sanguinoso, | 220 | ||
hasta tanto que, ya desalentado, | |||
se firma recatado y sospechoso, | |||
y vio a aquel que aferrado así tenía | |||
vueltos los ojos y la cara fría. | |||
Traía la espada en esto Diego Cano | 225 | ||
tinta de sangre, y con Picol se junta: | |||
haciendo atrás la rigurosa mano | |||
el pecho le barrena de una punta: | |||
turbado de la muerte el araucano | |||
cayó en tierra, la cara ya difunta, | 230 | ||
bascoso, revolviéndose en el lodo, | |||
hasta que la alma despidió del todo. | |||
De dos golpes Hernando de Alvarado | |||
dio con el suelto Talco en tierra muerto; | |||
pero fue mal herido por un lado | 235 | ||
del gallardo Guacoldo en descubierto: | |||
estuvo el español algo atronado; | |||
mas del atronamiento ya despierto, | |||
corriendo al fuerte bárbaro derecho | |||
la espada le escondió dentro del pecho. | 240 | ||
—279→ | |||
El viejo Villagrán, con la sangrienta | |||
espada por los bárbaros rompiendo, | |||
mata, hiere, tropella y atormenta, | |||
a tiempo a todas partes revolviendo: | |||
un golpe a Nico en la cabeza asienta, | 245 | ||
el cual los turbios ojos revolviendo | |||
a tierra vino muerto; y de otro a Polo | |||
le deja con el brazo izquierdo solo. | |||
Usadas las espadas al acero, | |||
topando la desnuda carne blanda, | 250 | ||
ayudadas de un ímpetu ligero | |||
dan con piernas y brazos a la banda: | |||
No rehúsa el segundo ser primero, | |||
antes todos siguiendo una demanda, | |||
como olas, que creciendo van, crecían, | 255 | ||
y a la muerte animosos se ofrecían. | |||
La gente una con otra así se cierra, | |||
que aún no daban lugar a las espadas, | |||
apenas los mortales van a tierra, | |||
cuando estaban sus plazas ocupadas: | 260 | ||
Unos por cima de otros se dan guerra, | |||
enhiestas las personas y empinadas; | |||
y de modo a las veces se apretaban, | |||
que a meter por la espada se ayudaban. | |||
Las armas con tal rabia y fuerza esgrimen, | 265 | ||
que los más de los golpes son mortales, | |||
y los que no lo son, así se imprimen | |||
que dejan para siempre las señales: | |||
todos al descargar los brazos gimen; | |||
mas salen los efetos desiguales; | 270 | ||
que los unos topaban duro acero, | |||
los otros al desnudo y blando cuero. | |||
—280→ | |||
Como parten la carne en los tajones | |||
con los corvos cuchillos carniceros, | |||
y cual de fuerte hierro los planchones | 275 | ||
baten en dura yunque los herreros; | |||
así es la diferencia de los sones | |||
que forman con sus golpes los guerreros, | |||
quién la carne y los huesos quebrantado, | |||
quién templados arneses abollando. | 280 | ||
Pues Juan de Villagrán firme en la silla | |||
contra Guarcondo a toda furia parte, | |||
y la lanza le echó por la tetilla | |||
con una braza de asta a la otra parte: | |||
el bárbaro, la cara ya amarilla, | 285 | ||
se arrima desmayado al baluarte; | |||
dando en el suelo súbita caída, | |||
el alma gomitó por la herida. | |||
Pero Rengo, su hermano, que en el suelo | |||
el cuerpo vio caer descolorido, | 290 | ||
cuajósele la sangre, y hecho un hielo, | |||
del súbito dolor perdió el sentido; | |||
mas vuelto en sí, se vuelve contra el cielo, | |||
blasfemado el soberbio y descreído; | |||
y el ñudoso bastón alzando en alto, | 295 | ||
a Juan de Villagrán llegó de un salto. | |||
Mas antes Pon con una flecha presta | |||
hirió al caballo en medio de la frente; | |||
empínase el caballo, el cuello enhiesta, | |||
al freno y a la espuela inobediente; | 300 | ||
y entre los brazos la cabeza puesta, | |||
sacude el lomo y piernas impaciente: | |||
rendido Villagrán al duro hado, | |||
desocupó el arzón y ocupó el prado. | |||
—281→ | |||
Apenas en el suelo había caído | 305 | ||
cuando la presta maza descendía | |||
con una extraña fuerza y un ruido, | |||
que rayo o terremoto parecía; | |||
del golpe el español quedó adormido, | |||
y el bárbaro con otro revolvía, | 310 | ||
bajando a la cabeza de manera, | |||
que sesos, ojos y alma le echó fuera. | |||
Y con venganza tal no satisfecho | |||
del caso desastrado del hermano, | |||
antes con nueva rabia y más despecho, | 315 | ||
hiere de tal manera a Diego Cano, | |||
que, la barba inclinada sobre el pecho, | |||
se le cayó la rienda de la mano; | |||
y sin ningún sentido, casi frío, | |||
el caballo lo lleva a su albedrío. | 320 | ||
En medio de la turba embravecido | |||
esgrime en torno la ferrada maza; | |||
a cuál deja contrecho, a cuál tullido, | |||
cuál el pescuezo del caballo abraza; | |||
quién se tiende en las ancas aturdido; | 325 | ||
quién, forzado, el arzón desembaraza; | |||
que todo a su pujanza y furia insana | |||
se le bate, derriba y se le allana. | |||
Por partes más de diez le iba manando | |||
la sangre, de la cual cubierto andaba; | 330 | ||
pero no desfallece, antes bramando, | |||
con más fuerza y rigor los golpes daba: | |||
ligero corre acá y allá saltando, | |||
arneses y celadas abollaba; | |||
hunde las altas crestas, rompe sesos, | 335 | ||
muele los nervios, carne y duros huesos. | |||
—282→ | |||
En esto un gran rumor iba creciendo | |||
de espadas, lanzas, grita y vocería, | |||
al cual confusamente, no sabiendo | |||
la causa, mucha gente allí acudía: | 340 | ||
y era un gallardo mozo que, esgrimiendo | |||
un fornido cuchillo, discurría | |||
por medio de las bárbaras espadas, | |||
haciendo en armas cosas extremadas. | |||
Venía el valiente mozo belicoso | 345 | ||
de una furia diabólica movido, | |||
el rostro fiero, sucio y polvoroso, | |||
lleno de sangre y de sudor teñido, | |||
como el potente Marte sanguinoso, | |||
cuando de furor bélico encendido, | 350 | ||
bate el ferrado escudo de Vulcano, | |||
blandiendo la asta en la derecha mano. | |||
Con un diestro y prestísimo gobierno | |||
el pesado cuchillo rodeaba, | |||
y a Cron, como si fuera junco tierno, | 355 | ||
en dos partes de un golpe lo tajaba: | |||
tras éste al diestro Pon envía al infierno, | |||
y tras de Pon a Lauco despachaba: | |||
no hallando defensa en armadura, | |||
descuartiza, desmiembra y desfigura. | 360 | ||
Llamábase éste Andrea, que en grandeza | |||
y proporción de cuerpo era gigante, | |||
de estirpe humilde, y su naturaleza | |||
era arriba de Génova al Levante: | |||
pues con aquella fuerza y ligereza | 365 | ||
a los robustos miembros semejante, | |||
el gran cuchillo esgrime de tal suerte, | |||
que a todos los que alcanza da la muerte. | |||
—283→ | |||
De un tiro a Guaticol por la cintura | |||
le divide en dos trozos en la arena, | 370 | ||
y de otro al desdichado Quilacura | |||
limpio el derecho muslo le cercena: | |||
pues de golpes así desta hechura | |||
la gran plaza de muertos deja llena, | |||
que su espada a ninguno allí perdona, | 375 | ||
y unos cuerpos sobre otros amontona. | |||
A Colca de los hombros arrebata | |||
la cabeza de un tajo, y luego tiende | |||
la espada hacia Maulén, señor de Itata, | |||
y de alto a bajo de un revés le hiende: | 380 | ||
lanzas, hachas y mazas desbarata, | |||
que todo el pueblo bárbaro le ofende. | |||
Llevando muchos tiros enclavados | |||
en los pechos, espaldas y en los lados. | |||
Como la osa valiente perseguida, | 385 | ||
cuando le van monteros dando caza, | |||
que con rabia y dolor de la herida | |||
los ñudosos venablos despedaza: | |||
y furiosa, impaciente, embravecida, | |||
la senda y callejón desembaraza, | 390 | ||
que los heridos perros lastimados | |||
le dan ancho lugar escarmentados; | |||
de la misma manera el fiero Andrea, | |||
cercado de los bárbaros venía, | |||
pero de tal manera se rodea, | 395 | ||
que gran camino con la espada abría: | |||
crece el hervor, la grita y la pelea, | |||
tanto que la más gente allí acudía; | |||
he aquí a Rengo también ensangrentado | |||
que llega a la sazón por aquel lado. | 400 | ||
—284→ | |||
Y como dos mastines rodeados | |||
de gozques importunos, que, en llegando | |||
a verse, con los cerros erizados | |||
se van el uno al otro regañando: | |||
así los dos guerreros señalados, | 405 | ||
las inhumanas armas levantando, | |||
se vienen a herir... Pero el combate | |||
quiero que al otro canto se dilate. |