—76→
Vienen catorce españoles por concierto a juntarse
con Valdivia en la fuerza de Tucapel: hallan los indios en
una emboscada, con los cuales tuvieron un porfiado recuentro:
llega Lautaro con gente de refresco: mueren siete españoles
y todos los amigos que llevan: escápanse los otros
por una gran ventura.
¡Cuán buena es la justicia y qué importante! | |||
por ella son mil males atajados, | |||
que si el rebelde Arauco está pujante | |||
con todos sus vecinos alterados, | |||
y pasa su furor tan adelante, | 5 | ||
fue por no ser a tiempo castigados: | |||
la llaga que al principio no se cura | |||
requiere al fin más áspera la cura. | |||
Que no es virtud, mas vicio y negligencia, | |||
cuando de un daño otro mayor se espera, | 10 | ||
el no curar con hierro la dolencia, | |||
si del mal lo requiere la manera: | |||
mas no con tal rigor que la clemencia | |||
pierda su fuerza y la virtud entera; | |||
Clemente es y piadoso el que sin miedo | 15 | ||
por escapar el brazo corta el dedo. | |||
—77→ | |||
No quiero yo decir que a cada paso | |||
traiga el hierro en la mano la justicia, | |||
sino según la gravedad del caso, | |||
y la importancia y fin de la malicia: | 20 | ||
pues vemos claro en el presente paso, | |||
que al cabo, corrompida de avaricia, | |||
dio a la maldad lugar que se arraigase, | |||
y en los ánimos más se apoderase. | |||
Mas no se ha de entender, como el liviano | 25 | ||
que se entrega al primero movimiento, | |||
que por ser justiciero es inhumano, | |||
y por alcanzar crédito es sangriento; | |||
y como aquél que con injusta mano, | |||
sin término, sin causa y fundamento, | 30 | ||
por sólo liviandad y vanagloria, | |||
quiere dejar de su maldad memoria. | |||
No faltara materia y coyuntura | |||
para mostrar la pluma aquí curiosa; | |||
mas no quiero meterme en tal hondura, | 35 | ||
que es cosa no importante y peligrosa: | |||
el tiempo lo dirá, y no mi escritura, | |||
que quizá la tendrán por sospechosa: | |||
sólo diré que es opinión de sabios, | |||
que donde falta el rey sobran agravios. | 40 | ||
Pero a nuestro propósito tornando, | |||
dejaré de tratar de sinrazones, | |||
que es trabajar en vano, derramando | |||
al viento en el desierto las razones: | |||
de los nuestros diré, que peleando | 45 | ||
estaban con los fieros escuadrones, | |||
ganando fama y prez, honor y gloria, | |||
haciendo cosas dignas de memoria. | |||
—78→ | |||
Fue hecho tan notable, que requiere | |||
mucha atención, y autorizada pluma: | 50 | ||
y así digo que aquél que le leyere, | |||
en que fue de los grandes se resuma: | |||
diré cuanto en mi estilo yo pudiere, | |||
aunque toda será una breve suma; | |||
y los nombres también de los soldados, | 55 | ||
que con razón merecen ser loados. | |||
Almagro, Cortés, Córdova, Nereda, | |||
Morán, Gonzalo Hernández, Maldonado, | |||
Peñalosa, Vergara, Castañeda, | |||
Diego García Herrero el arriscado, | 60 | ||
Pero Niño, Escalona, y otro queda | |||
con el cual es el número acabado; | |||
don Leonardo Manrique es el postrero, | |||
igual en el valor siempre al primero. | |||
Estos catorce son los que venían | 65 | ||
a verse con Valdivia en el concierto, | |||
que del pueblo Imperial partido habían | |||
sin saber que Valdivia fuese muerto: | |||
por la alta cuesta de Purén subían, | |||
y en el más alto asiento y descubierto | 70 | ||
los caminos de rama ven sembrados, | |||
señal de paga y junta de soldados. | |||
Conocen que la tierra está alterada, | |||
y que de gentes hacen llamamiento; | |||
no torcieron por esto la jornada, | 75 | ||
ni les mudó el temor el firme intento: | |||
la fresca y nueva aurora colorada | |||
daba con su venida gran contento, | |||
y las sombras del Sol se retraían, | |||
cuando el licúreo valle descubrían. | 80 | ||
—79→ | |||
Aquí estaban los indios emboscados | |||
esperando a los nuestros si viniesen | |||
por cogerlos sin orden descuidados | |||
antes que del peligro se advirtiesen: | |||
de un bosque a mano hecho rodeados, | 85 | ||
para que más cubiertos estuviesen, | |||
hasta que, inadvertidos del engaño, | |||
pudiesen a su salvo hacer el daño. | |||
Los catorce españoles abajaban | |||
por un repecho, al valle enderezando, | 90 | ||
donde ocultos los bárbaros estaban | |||
cubiertos de los ramos aguardando: | |||
los nuestros con el bosque aún no igualaban | |||
cuando los indios, súbito sonando | |||
bárbaras trompas, roncos tamborinos, | 95 | ||
los pasos ocuparon y caminos. | |||
En cazador no entró tanta alegría, | |||
cuando más sin pensar la liebre echada | |||
de súbito por medio de la vía | |||
salta de entre los pies alborotada; | 100 | ||
cuanto causó la muestra y vocería | |||
del vecino escuadrón de la emboscada | |||
a nuestros españoles, que al instante | |||
arrojan los caballos adelante. | |||
En un punto los bárbaros formaron | 105 | ||
de puntas de diamante una muralla; | |||
pero los españoles no pararon | |||
hasta de parte a parte atravesalla: | |||
hombres, picas y mazas tropellaron, | |||
revuelven, por dar fin a la batalla, | 110 | ||
con más valor y esfuerzo que esperanza, | |||
vista de los contrarios la pujanza. | |||
—80→ | |||
De tres dos escuadrones desviados | |||
el paso les cercaron y huida: | |||
viéndose así de bárbaros cercados, | 115 | ||
piensan abrir por ellos la salida: | |||
otra vez arremeten apiñados, | |||
y aunque una escuadra dellos fue rompida | |||
volvieron a sus puestos recogidos, | |||
quedando desta vuelta mal heridos. | 120 | ||
Dos veces embistieron desta suerte, | |||
las cerradas escuadras tropellando; | |||
mas viéndose cercanos a la muerte, | |||
prosiguen su derrota, enderezando | |||
al desolado sitio y casa fuerte, | 125 | ||
a diestro y a siniestro derribando, | |||
que los indios entre ellos van mezclados, | |||
hiriéndoles también por todos lados. | |||
Estréchase el camino de Elicura | |||
por la pequeña falda de una sierra: | 130 | ||
la causa y la razón de esta angostura | |||
es un lago que el valle abajo cierra: | |||
Para los nuestros esto fue ventura, | |||
pues siguen su jornada haciendo guerra, | |||
que sólo un español que atrás venía | 135 | ||
la bárbara arrogancia resistía. | |||
Ellos, que iban así por una espesa | |||
mata, al calar de un áspero collado | |||
ven un indio salir a toda priesa, | |||
el vestido y el rostro demudado, | 140 | ||
el cual en el camino se atraviesa, | |||
y del seno sacó un papel cerrado | |||
que Juan Gómez de Almagro el propio día, | |||
dando aviso a Valdivia escrito había. | |||
—81→ | |||
El mismo mensajero ven lloroso, | 145 | ||
que dellos adelante había partido: | |||
de Valdivia el suceso lastimoso | |||
les dijo, y lo demás acontecido: | |||
y que el castillo el bárbaro furioso | |||
le había por los cimientos destruido. | 150 | ||
Viendo el remedio y presupuesto vano, | |||
tomaron a la diestra un sitio llano. | |||
Era el sitio de lomas rodeado, | |||
aunque por esta senda y paso abierto, | |||
del Este, Norte, Oeste está abrigado, | 155 | ||
y el Sur le hiere casi en descubierto, | |||
por do seguido va el camino usado, | |||
de los ligeros bárbaros cubierto | |||
en espaciosa hila prolongada, | |||
sedientos de la sangre bautizada. | 160 | ||
Tras los nuestros los bárbaros saliendo, | |||
en el llano asimismo repararon, | |||
y la gente esparcida recogiendo, | |||
dos gruesos escuadrones reformaron: | |||
los catorce españoles, conociendo | 165 | ||
que era mejor romper, se aparejaron; | |||
mueven los escuadrones concertados | |||
por el fuerte Lincoya gobernados. | |||
Con flautas, cuernos, roncos instrumentos, | |||
alto estruendo, alaridos desdeñosos, | 170 | ||
salen los fieros bárbaros sangrientos | |||
contra los españoles valerosos, | |||
que convertir esperan en lamentos | |||
los arrogantes gritos orgullosos: | |||
tanto el esfuerzo y ánimo les crece, | 175 | ||
que poca gente en contra les parece. | |||
—82→ | |||
Aunque allí un español desfigurado, | |||
que yo no digo aquí cuál dellos era, | |||
dijo, viendo tan poca gente al lado: | |||
«¡Oh si nuestro escuadrón de ciento fuera!» | 180 | ||
Pero Gonzalo Hernández animado, | |||
vuelto al cielo, responde; «A Dios pluguiera | |||
fuéramos solos doce y dos faltaran, | |||
que doce de la fama nos llamaran.» | |||
Los caballos en esto apercibiendo, | 185 | ||
firmes y recogidos en las sillas, | |||
sueltan las riendas, y los pies batiendo, | |||
parten contra las bárbaras cuadrillas: | |||
las poderosas lanzas requiriendo, | |||
afiladas en sangre las cuchillas, | 190 | ||
llamando en alta voz a Dios del cielo, | |||
hacen gemir y retemblar el suelo. | |||
Calan de fuerte fresno como vigas | |||
los bárbaros las picas al momento, | |||
de la suerte que suelen las espigas | 195 | ||
derribarse al furor del recio viento: | |||
no bastaron las armas enemigas | |||
al ímpetu español y movimiento, | |||
que los nuestros rompieron por un lado, | |||
dejando el escuadrón aportillado. | 200 | ||
A un tiempo los caballos volteando, | |||
lejos las rotas lanzas arrojadas, | |||
vuelven al enemigo y fiero bando, | |||
en alto ya desnudas las espadas: | |||
otra vez arremeten, no bastando | 205 | ||
infinidad de puntas enastadas, | |||
puestas en contra de la airada gente, | |||
a que no se mezclasen igualmente. | |||
—83→ | |||
Los unos, que no saben ser vencidos, | |||
los otros a vencer acostumbrados | 210 | ||
son causa que se aumenten los heridos, | |||
y que bajen los brazos más pesados: | |||
de llamas los arneses encendidos, | |||
con gran fuerza y presteza golpeados, | |||
formaban un rumor, que el alto cielo | 215 | ||
del todo parecía venir al suelo. | |||
El buen Gonzalo Hernández, presumiendo | |||
imitar al de Córdova famoso, | |||
iba por el ejército rompiendo, | |||
no menos diestro y fuerte que animoso; | 220 | ||
Peñalosa y Vergara, conociendo | |||
que vencer o morir era forzoso, | |||
hacen de sus personas arriscadas | |||
de esfuerzo y fuerzas pruebas señaladas: | |||
El valiente soldado de Escalona, | 225 | ||
la rigurosa espada ejercitando, | |||
aventura y señala su persona | |||
mil bárbaros valientes señalando: | |||
don Leonardo Manrique no perdona | |||
los golpes que recibe, antes doblando | 230 | ||
los suyos con gran priesa y mayor ira, | |||
los castiga, maltrata y los retira. | |||
Otro, pues, que de Córdova se llama, | |||
mozo de grande esfuerzo y valentía, | |||
tanta sangre araucana allí derrama, | 235 | ||
que hizo cien viudas aquel día: | |||
por una que venganza al cielo clama, | |||
saltan todas las otras de alegría; | |||
que al fin son las mujeres variables, | |||
amigas de mudanzas y mudables. | 240 | ||
—84→ | |||
Cortés y Pero Niño por un lado | |||
hacen un fiero estrago y cruda guerra; | |||
Morán, Gómez de Almagro y Maldonado | |||
siembran de cuerpos bárbaros la tierra: | |||
el Herrero, como hombre acostumbrado | 245 | ||
y diestro en golpear, mata y atierra: | |||
pues Nereda también, que era maestro, | |||
hiere, derriba a diestro y a siniestro. | |||
Como si fueran a morir desnudos, | |||
las rabiosas espadas así cortan; | 250 | ||
con tanta fuerza bajan golpes crudos, | |||
que poco fuertes armas les importan: | |||
lo que sufrir no pueden los escudos, | |||
los insensibles cuerpos lo comportan | |||
en furor encendidos, de tal suerte, | 255 | ||
que no sienten los golpes ni aun la muerte. | |||
Antes de rabia y cólera abrasados, | |||
con poderosos golpes los martillan, | |||
y de muchos con fuerza redoblados | |||
los cargados caballos arrodillan: | 260 | ||
abollan los arneses relevados, | |||
abren, desclavan, rompen, deshebillan: | |||
ruedan las rotas piezas y celadas, | |||
y el aire atruena el son de las espadas. | |||
Lincoya combatiendo y derribando | 265 | ||
anima con hervor los escuadrones, | |||
contra su fuerza y maza no bastando | |||
de crestas altas fuertes morriones. | |||
Cortés un golpe suyo reparando, | |||
la cabeza inclinó entre los arzones, | 270 | ||
llevándole el caballo medio muerto, | |||
suelto el freno, corriendo a campo abierto. | |||
—85→ | |||
Con el cuello inclinado, adormecido | |||
acá y allá el caballo le traía; | |||
pero tornando luego en su sentido, | 275 | ||
vergonzoso las riendas recogía: | |||
vuelve a buscar aquél que le ha herido, | |||
y al punto que miró le conocía, | |||
que al mayor araucano que allí andaba | |||
de los hombros arriba le llevaba. | 280 | ||
Conócelo también en la braveza | |||
que mostraba, animando allí su gente, | |||
y en la facilidad y ligereza | |||
con que esgrime la maza diestramente. | |||
Como el suelto lebrel, por la maleza | 285 | ||
se arroja al jabalí fiero y valiente, | |||
así asalta Cortés al araucano, | |||
la adarga al pecho, el duro hierro en mano. | |||
Al través le hirió por un costado, | |||
no le valiendo el coselete duro: | 290 | ||
mas de aquella manera le ha mudado | |||
que mudara un peñasco o fuerte muro: | |||
pasa recio el caballo espoleado, | |||
y Cortés, de Lincoya ya seguro, | |||
por medio de la espesa escuadra hiende, | 295 | ||
y al un lado y al otro muchos tiende. | |||
Almagro cuerpo a cuerpo combatía | |||
con el joven Guacón, soldado fuerte; | |||
pero presto la lid se decidía, | |||
que poco se mostró neutral la suerte; | 300 | ||
de un golpe Almagro al bárbaro hería, | |||
por donde una ancha puerta abrió a la muerte, | |||
sale de ella de sangre roja un río, | |||
y ocupa el desangrado cuerpo el frío. | |||
—86→ | |||
Airado Castañeda en la batalla | 305 | ||
mata, tropella, daña, hiere, ofende; | |||
acaso a Narpo a la derecha halla, | |||
y allí la rigurosa espada tiende: | |||
no le valió el jubón de fina malla, | |||
ni un peto de dos cueros le defiende | 310 | ||
que la furiosa punta no calase, | |||
y el cuerpo del espíritu privase. | |||
La gente una con otra se embravece, | |||
crece el hervor, coraje y la revuelta, | |||
y el río de la corriente sangre crece, | 315 | ||
bárbara y española toda envuelta: | |||
del grueso aliento el aire se escurece, | |||
alguna infernal furia andaba suelta, | |||
que por llevar a tantos en un día | |||
diabólico furor les infundía. | 320 | ||
Tanto el tesón entre ellos ha durado, | |||
que espanta cómo alzar pueden los brazos; | |||
estaban por el uno y otro lado | |||
de amontonados cuerpos los ribazos. | |||
El Sol había en su curso declinado, | 325 | ||
cuando ya sin vigor hechos pedazos, | |||
de manera igualmente enflaquecían, | |||
que moverse adelante no podían. | |||
Como el aliento y fuerza van faltando | |||
a dos valientes toros animosos, | 330 | ||
cuando en la fiera lucha porfiando | |||
se muestran igualmente poderosos, | |||
que se van poco a poco retirando | |||
rostro a rostro con pasos perezosos, | |||
cubiertos de un humor y espeso aliento, | 335 | ||
y esparcen con los pies la arena al viento; | |||
—87→ | |||
los dos puestos así se retiraron, | |||
sin sangre y sin vigor desalentados, | |||
que jamás las espadas se mostraron, | |||
mas siempre frente a frente careados, | 340 | ||
ambos a un mismo tiempo repararon, | |||
a un punto hicieron alto, y desviados | |||
los unos de los otros tanto estaban, | |||
que aún un tiro de flecha no distaban. | |||
Mirábanse del uno y otro bando | 345 | ||
en el sitio y contrario alojamiento, | |||
cubiertos de agua y sangre y jadeando, | |||
que no pueden hartarse del aliento: | |||
los fatigados miembros regalando, | |||
el pecho y boca abierta al fresco viento, | 350 | ||
que con templados soplos respiraba, | |||
mitigando del Sol la fuerza brava. | |||
Y desde allí con lenguas injuriosas | |||
a falta de las manos se ofendían: | |||
diciéndose palabras afrentosas | 355 | ||
la muerte con rigor se prometían; | |||
y a vueltas de esto, flechas peligrosas | |||
los enemigos arcos despedían, | |||
que aunque el aliento y fuerza les faltaba | |||
el rabioso rencor las arrojaba. | 360 | ||
Yo no sé de cuál brazo descansado | |||
una flecha con ímpetu saliendo, | |||
a manera de rayo arrebatado, | |||
el aire con rumor iba rompiendo: | |||
tocó en soslayo a Córdova en un lado, | 365 | ||
y la furiosa punta no prendiendo, | |||
torció a Morán el curso, y encarnada | |||
por el ojo derecho abrió la entrada. | |||
—88→ | |||
El buen Morán con mano cruda y fuerte | |||
sacó la flecha y ojo en ella asido; | 370 | ||
Gonzalo, al duro paso de la muerte | |||
le apercibe y esfuerza condolido; | |||
pero Morán gritó: «No estoy de suerte | |||
que me sienta de esfuerzo enflaquecido; | |||
que solo, así herido, soy bastante | 375 | ||
a vencer cuantos veis que están delante». | |||
Pica el caballo temerariamente, | |||
que galopear no puede de cansado, | |||
contra todo aquel número de gente, | |||
que en escuadrón estaba reformado: | 380 | ||
pero Gonzalo Hernández diligente | |||
se le puso delante acelerado, | |||
que ya Lincoya al paso le salía, | |||
y al puesto, aunque por fuerza, le volvía. | |||
Con grande alarde, estruendo y movimiento, | 385 | ||
sobre la cumbre de una verde loma, | |||
tendidas las banderas por el viento, | |||
Lautaro con la presta gente asoma. | |||
Como cuando de lejos el hambriento | |||
león, viendo la presa, placer toma, | 390 | ||
y mira acá y allá, feroz rugiendo, | |||
el bedijoso cuello sacudiendo: | |||
Lautaro así veloz por un repecho | |||
bajaba, enderezando a los de España, | |||
pensando él solo dar fin a aquel hecho, | 395 | ||
si no le desamparan la campaña. | |||
Delante de su gente va gran trecho: | |||
digna es de celebrarse tal hazaña; | |||
solos catorce esperan, hechos piezas, | |||
rotos los brazos, piernas y cabezas. | 400 | ||
—89→ | |||
Cuatro mil sobrevienen vitoriosos, | |||
apiñados los nuestros los esperan, | |||
no de ver tanta gente temerosos, | |||
porque aún morir con más honor quisieran; | |||
los fieros enemigos orgullosos | 405 | ||
en alta voz gritaban: «¡Mueran! ¡Mueran!», | |||
y el Lincoyano ejército animado, | |||
también acometió por otro lado. | |||
Lanzaron los caballos los cristianos, | |||
batiendo bien de espacio el hueco suelo | 410 | ||
contra los descansados araucanos | |||
que fieros amenazan tierra y cielo: | |||
vienen con tardos pies a prestas manos, | |||
y del primer encuentro hecho un hielo | |||
Pero Niño tocó la blanca arena, | 415 | ||
bañándola de sangre en larga vena. | |||
Atravesole el cuerpo la herida, | |||
aunque en atribuirla hay desconcierto: | |||
unos dicen que Angol fue el homicida, | |||
otros que Leocotón, y esto es más cierto: | 420 | ||
cualquier dellos que fue, de gran caída | |||
pero Niño quedó en el campo muerto | |||
con un trozo de pica atravesado, | |||
donde fue del tropel despedazado. | |||
También el de Manrique volteando | 425 | ||
a los pies de Lautaro muerto vino; | |||
rompen los otros doce, enderezando | |||
por las espesas armas al camino: | |||
pero Ongolmo, los pies apresurando, | |||
de un golpe derribó fuera de tino | 430 | ||
a Nereda, que en guerras era experto; | |||
Cortés de muy herido cayó muerto. | |||
—90→ | |||
Tras él al suelo fue Diego García, | |||
de una llaga mortal abierto el pecho; | |||
de otro golpe Escalona se tendía | 435 | ||
que Tucapel le acierta por derecho: | |||
los demás españoles en la vía | |||
(considere quien ya se vio en estrecho) | |||
con cuánta priesa baten las ijadas | |||
de los lasos caballos desangradas. | 440 | ||
El fiero Tucapel haciendo guerra | |||
a todos con audacia los asalta, | |||
y en viendo que estos dos baten la tierra, | |||
gallardo por encima dellos salta: | |||
topa a Almagro y con él ligero cierra, | 445 | ||
en los pies levantado y la maza alta, | |||
que sobre él derribándola venía | |||
con toda la pujanza que tenía. | |||
O fue mal tiento, o furia que llevaba, | |||
o que el Sumo Señor quiso librallo, | 450 | ||
que el tiro a la cabeza señalaba, | |||
y a dar vino en las ancas del caballo: | |||
con tanta fuerza el golpe le cargaba, | |||
que Almagro más no pudo meneallo, | |||
quedando derrengado de manera | 455 | ||
que si fuera de masa o blanda cera. | |||
Almagro con presteza por un lado, | |||
viendo el caballo cojo, se derriba, | |||
ora fue su ventura y diestro hado, | |||
ora siniestro del que tras él iba, | 460 | ||
el cual era el valiente Maldonado, | |||
que envuelto en sangre y polvo al punto arriba | |||
que el golpe segundaba Tucapelo, | |||
y por poco con él diera en el suelo. | |||
—91→ | |||
Con el jinete estribo en el derecho | 465 | ||
lado al bárbaro encuentra de pasada, | |||
y cuatro cinco pasos o más trecho | |||
lo lleva hacia adelante por la estrada: | |||
brama el bárbaro ardiendo de despecho; | |||
víbora no se vio más enconada, | 470 | ||
ni pisado escorpión vuelve tan presto, | |||
como el indio volvió el airado gesto. | |||
Muda el intento, muda la sentencia | |||
que contra Juan de Almagro dado había, | |||
y la furiosa maza e impaciencia | 475 | ||
al triste Maldonado revolvía: | |||
cala un golpe con toda su potencia, | |||
mas el presto caballo se desvía; | |||
Tucapel de furioso el tiro yerra, | |||
y el ferrado troncón metió por tierra. | 480 | ||
No escapó Maldonado de la muerte, | |||
que al punto llega el bravo Lemolemo | |||
con un largo bastón ñudoso y fuerte, | |||
a manera le corvo y grueso remo; | |||
y un golpe le señala de tal suerte, | 485 | ||
que no le erró el ferrado y duro extremo, | |||
ni la celada prestó de estofa llena, | |||
que los sesos saltaron por la arena. | |||
En esto una gran nube tenebrosa, | |||
el aire y cielo súbito turbando, | 490 | ||
con una obscuridad triste y medrosa | |||
del Sol la luz escasa fue ocupando: | |||
salta Aquilón con furia procelosa | |||
los árboles y plantas inclinando, | |||
envuelto en raras gotas de agua gruesas, | 495 | ||
que luego descargaron más espesas. | |||
—92→ | |||
Como el diestro atambor, que apercibiendo | |||
al duro asalto y fiera batería, | |||
va con los tardos golpes previniendo | |||
la presta y animosa compañía, | 500 | ||
pero el punto y señal última oyendo, | |||
suena la horrenda y áspera armonía: | |||
así el negro nublado turbulento | |||
lanza un diluvio súbito y violento. | |||
En escura tiniebla el cielo vuelto, | 505 | ||
la furiosa tormenta se esforzaba, | |||
agua, piedras y rayos todo envuelto | |||
en espesos relámpagos lanzaba: | |||
el araucano ejército revuelto | |||
por acá y por allá se derramaba: | 510 | ||
crece la tempestad horrenda, tanto | |||
que a los más esforzados puso espanto. | |||
De Juan Gómez la próspera ventura | |||
hizo que al punto el cielo se cerrase, | |||
y la tiniebla de la noche escura | 515 | ||
gran rato en su favor se anticipase: | |||
turbado se metió en una espesura | |||
hasta tanto que el ímpetu pasase | |||
de aquella gente bárbara furiosa, | |||
de la española sangre codiciosa. | 520 | ||
Cuando vio en su violencia el torbellino | |||
y que él podía salir más encubierto, | |||
el bosque deja y toma su camino, | |||
que el temor se le muestra bien abierto: | |||
cayendo y levantando al cabo vino, | 525 | ||
de sangre, lodo y de sudor cubierto, | |||
junto donde los nuestros esperaban | |||
si las furiosas aguas aplacaban. | |||
—93→ | |||
Estaban del camino desviados, | |||
y uno de los caballos relinchando, | 530 | ||
el español con pasos sosegados | |||
al alegre rumor se fue acercando: | |||
llegó adonde los seis amedrentados | |||
con baja voz estaban dél tratando, | |||
y en aquella sazón se les presenta, | 535 | ||
dándoles del suceso entera cuenta. | |||
Con espanto fue luego conocido, | |||
que entre ellos ya por muerto se tenía, | |||
y cada uno de lástima movido, | |||
a morir en su ayuda se ofrecía; | 540 | ||
mas él como animoso y entendido, | |||
viendo que aprovechar no le podía, | |||
dice: «De mí, señores, nadie cure, | |||
la vida el que pudiere la asegure.» | |||
Esto no dijo bien, cuando esforzado | 545 | ||
por el bosque tomó una senda incierta, | |||
y aquella más usada deja a un lado, | |||
de gente y pueblos bárbaros cubierta: | |||
otro trance mayor le está guardado; | |||
pero pues hay de Chile historia cierta, | 550 | ||
allí lo podrá ver el que quisiere, | |||
si gana de saberlo le viniere. | |||
El coronista Estrella escribe al justo | |||
de Chile y del Perú en latín la historia, | |||
con tanta erudición, que será justo | 555 | ||
que dure eternamente su memoria; | |||
y la vida de Carlos Quinto Augusto, | |||
y en verso los encomios y la gloria | |||
de varones ilustres en milicia, | |||
gobernación, en letras y justicia. | 560 | ||
—94→ | |||
Vuelvo a los seis guerreros, que sintiendo | |||
la desgracia de Almagro, lo mostraban: | |||
pero ayudalle en ella no pudiendo, | |||
a la Imperial ciudad enderezaban: | |||
la tempestad furiosa iba creciendo, | 565 | ||
relámpagos y truenos no cesaban, | |||
hasta que salió el Sol y el claro día | |||
la plaza de Purén les descubría. | |||
Era un castillo, el cual con poca gente | |||
le había Juan Gómez antes sustentado, | 570 | ||
hallándose una noche de repente | |||
de multitud de bárbaros cercado: | |||
repelidos al fin gallardamente, | |||
fue por su industria el cerco levantado: | |||
No escribo esta batalla, aunque famosa, | 575 | ||
por no tardarme tanto en cada cosa. | |||
Allí los seis guerreros arribados | |||
fueron con tierna muestra recebidos | |||
de los caros amigos admirados | |||
de verlos a tal término traídos; | 580 | ||
míseros, afligidos, demudados, | |||
flacos, roncos, deshechos, consumidos, | |||
corriendo sangre y lodo, sin celadas, | |||
las armas con las carnes destrozadas. | |||
Casi veinticuatro horas sustentaron | 585 | ||
las armas defendiendo su partido, | |||
que nunca en este tiempo descansaron, | |||
haciendo lo que habéis, Señor, oído: | |||
un rato en el castillo reposaron, | |||
del cual la noche atrás habían salido, | 590 | ||
no con poco temor de los de casa, | |||
y más cuando supieron lo que pasa. | |||
—95→ | |||
La sangre les cuajó un temor helado, | |||
gran turbación les puso a todos, cuando | |||
el caso de Valdivia desastrado | 595 | ||
les fueron por sus términos narrando: | |||
y así viendo el castillo mal parado, | |||
de consejo común, considerando | |||
la pujanza que el bárbaro traía, | |||
le dejaron desierto el mismo día. | 600 | ||
Hacia Cautén tomaron la jornada, | |||
llevando a Almagro acaso de camino, | |||
que por venir la noche tan cerrada | |||
libre salió del campo lautarino: | |||
la fuerza fue por tierra derribada, | 605 | ||
que luego el enemigo pueblo vino | |||
talando municiones y comidas, | |||
que en el castillo estaban recogidas. | |||
Dieron vuelta los bárbaros gozosos | |||
hacia donde su ejército venía, | 610 | ||
retumbando en los montes cavernosos | |||
el alegre rumor y vocería; | |||
y por aquellos prados espaciosos, | |||
con la alegre vitoria de aquel día, | |||
tales cantos y juegos inventaban | 615 | ||
que el cansancio con ellos engañaban. | |||
Juntos, el general con grave muestra | |||
los habla y los recibe alegremente; | |||
y asiendo blandamente de la diestra | |||
al valiente Lautaro, su teniente, | 620 | ||
una escuadra le entrega de maestra, | |||
escogida, gallarda y buena gente, | |||
en armas y trabajo ejercitada, | |||
para cualquier empresa y gran jornada. | |||
—96→ | |||
A Lautaro dejemos pues en esto, | 625 | ||
que mucho su proceso me detiene: | |||
forzoso a tratar dél volveré presto, | |||
que llegar hasta Penco me conviene, | |||
pues hace tanto a nuestro presupuesto | |||
decir cómo a la guerra se previene | 630 | ||
que sangrienta y mortal se aparejaba, | |||
y el justo sentimiento que mostraba. | |||
Ya la fama, ligera embajadora | |||
de tristes nuevas y de grandes males, | |||
a Penco atormentaba de hora en hora, | 635 | ||
esforzando su voz ruines señales: | |||
cuando llegan los indios a deshora, | |||
los dos que ya conté que en los jarales, | |||
viendo a Valdivia roto, se escondieron, | |||
y estos el triste caso refirieron. | 640 | ||
Por mensajeros ciertos entendiendo | |||
el duro y desdichado acaecimiento, | |||
viejos, mujeres, niños concurriendo, | |||
se forma un triste y general lamento: | |||
el cielo con aguda voz rompiendo, | 645 | ||
hinchen de tristes lástimas el viento | |||
nuevas viudas, huérfanas, doncellas; | |||
era una dolorosa cosa vellas. | |||
Los blancos rostros, más que flores bellos, | |||
eran de crudos puños ofendidos, | 650 | ||
y manojos dorados de cabellos | |||
andaban por los suelos esparcidos; | |||
vieran pechos de nieve y tersos cuellos | |||
de sangre y vivas lágrimas teñidos; | |||
y rotos por mil partes y arrojados | 655 | ||
ricos vestidos, joyas y tocados. | |||
—97→ | |||
No con menor estruendo los varones | |||
de la edad más robusta juntamente | |||
daban de su dolor demostraciones, | |||
pero con otro modo diferente: | 660 | ||
suenan las armas, suenan municiones, | |||
suena el nuevo aparato de la gente; | |||
y la ronca trompeta del dios Marte | |||
a guerra incita ya por toda parte. | |||
Unos botas espadas afilaban, | 665 | ||
otros petos mohosos enlucían, | |||
otros las viejas cotas remallaban, | |||
hierros otros en astas engerían, | |||
cañones reforzados apuntaban, | |||
al viento las banderas descogían, | 670 | ||
y en alardosa muestra los soldados | |||
iban por todas partes ocupados. | |||
Caudillo era y cabeza de la gente | |||
Francisco Villagrán, varón tenido | |||
por sabio en la milicia y suficiente, | 675 | ||
con suma diligencia prevenido: | |||
de Pedro de Valdivia fue teniente, | |||
después de su persona obedecido: | |||
sentido del suceso y caso fuerte | |||
brama por la venganza de su muerte. | 680 | ||
Las mujeres de nuevos alaridos | |||
hieren el alto cóncavo del cielo, | |||
viendo al peligro puestos los maridos | |||
y ellas en tal trabajo y desconsuelo: | |||
con lagrimosos ojos y gemidos, | 685 | ||
echadas de rodillas por el suelo, | |||
les ponen los hijuelos por delante; | |||
pero cosa a moverlos no es bastante. | |||
—98→ | |||
Ya de lo necesario aparejados | |||
en demanda del bárbaro salían, | 690 | ||
de arneses lucidísimos armados, | |||
que vistosos de lejos parecían: | |||
las mujeres por torres y tejados | |||
con fijos ojos tiernos los seguían; | |||
y echándoles de allí mil bendiciones, | 695 | ||
vuelven a Dios el ruego y peticiones. | |||
Del tropel se despiden ciudadano, | |||
que del pueblo saliera a acompañallos, | |||
y en busca del ejército araucano | |||
pican a toda priesa los caballos: | 700 | ||
dejan a la siniestra a Mareguano, | |||
y a la diestra de Talca los vasallos, | |||
hijo de Talcaguano, que su tierra | |||
la ciñe casi en torno el mar y sierra. | |||
De los seguros límites pasando, | 705 | ||
pisan de Andalicán la enjuta arena, | |||
y el espacioso llano atravesando, | |||
suben las lomas, y el rumor no suena; | |||
y al pie del cerro andálico llegando, | |||
sin entender lo que Lautaro ordena, | 710 | ||
sólo el miedo de entrar por el estado | |||
les mitigó el furor demasiado. | |||
Un paso peligroso, agrio y estrecho, | |||
de la banda del Norte está a la entrada | |||
por un monte asperísimo y derecho, | 715 | ||
la cumbre hasta los cielos levantada: | |||
está tras éste un llano a poco trecho, | |||
y luego otra menor cuesta tajada, | |||
que divide el distrito andalicano | |||
del fértil valle y límite araucano. | 720 | ||
—99→ | |||
Esta cuesta Lautaro había elegido | |||
para dar la batalla, y por concierto | |||
tenía todo su ejército tendido | |||
en lo más alto della y descubierto: | |||
viendo que a pie en lo llano es mal partido | 725 | ||
seguir a los caballos campo abierto, | |||
el alto y primer cerro deja exento, | |||
pensando allí alcanzarlos por aliento. | |||
Porque se tome bien del sitio el tino | |||
quiero aquí figurarle por entero: | 730 | ||
la subida no es mala del camino, | |||
mas todo lo demás despeñadero: | |||
tiene al Poniente al bravo mar vecino, | |||
que bate al pie de un gran derrumbadero, | |||
y en la cumbre y más alto de la cuesta | 735 | ||
se allana cuanto un tiro de ballesta. | |||
Estaba el alto cerro coronado | |||
del poderoso ejército enemigo, | |||
y el camino al entrar desocupado, | |||
sin defensa ni estorbo, como digo: | 740 | ||
pasado el primer monte, había llegado | |||
al pie deste segundo bando amigo; | |||
pero aquí Villagrán confuso estuvo, | |||
que el peligroso trance le detuvo. | |||
Como el romano César, receloso | 745 | ||
el pie en el Rubicón fijó a la entrada, | |||
pensando allí de nuevo el peligroso | |||
hecho que acometía y gran jornada; | |||
Al fin soltó las riendas animoso; | |||
diciendo: «¡Sús!, ¡la suerte ya es echada!...» | 750 | ||
Así nuestro español rompió el camino, | |||
dando libre la rienda a su destino. | |||
—100→ | |||
Apenas el primer paso había dado, | |||
cuando luego tras él osadamente | |||
por el fragoso monte levantado | 755 | ||
alegre comenzó a subir la gente: | |||
Lautaro sin moverse, arrinconado, | |||
franca les da la entrada llanamente; | |||
diez mil hombres gobierna, gente usada | |||
en el duro ejercicio de la espada. | 760 | ||
Tenía su campo en torno de la cuesta, | |||
y mandado que nadie se moviese | |||
un paso a comenzar la dura fiesta, | |||
hasta que el son de arremeter se oyese, | |||
con una irremisible pena puesta | 765 | ||
para aquél que del término saliese; | |||
que estaban así quedos y callados | |||
cual si fueran en mármoles mudados. | |||
Pues la española gente, deseando | |||
ejercitar la vencedora diestra, | 770 | ||
se va a los enemigos acercando | |||
por la banda del bárbaro siniestra: | |||
Lautaro al puesto término llegando, | |||
presenta la batalla en bella muestra, | |||
con gran rumor de bárbaras trompetas, | 775 | ||
atambores, bocinas y cornetas. | |||
Paréceme, Señor, que será justo | |||
dar fin al largo canto en este paso, | |||
porque el deseo del otro mueva el gusto, | |||
y porque de cantar me siento laso. | 780 | ||
Suplícoos que el tardar no os dé disgusto, | |||
pareciéndoos que voy tan paso a paso, | |||
que aun de gentes agravio una gran suma, | |||
atento a no llevar prolija pluma. |