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- XXI -

Consecuencias de la victoria

556                                             Cuando vió don Fernando que las espaldas tomaban,                     
Que con miedo de la muerte el campo les dejaban,
El Conde e sus gentes fuérte los aquejaban,
Espuelas en los piés, azotes en manos tomaban.
 
557     Fasta dentro en el Almeria a los moros malfazaron,
Muchos fueron los presos e muchos los que mataron,
Un día e dos noches siempre los alcanzaron;
Después al tercero dia a Facinas se tornaron.
 
558     Buscaron por los muertos que espesos ahí yacían,
Como estaban sangrientos aduro los conocían,
Los cristianos finados que los soterrarían,
Cada uno a sus lugares que se los llevarían.
 
559     Dice el Conde don Fernando, complido de bondades:
Oid, amigos, non me semeja que en esto bien fagades;
Desembargarvos de los muertos nada ahí non ganades;
Meteredes grandes duelos en vuestras vecindades.
 
560     Los muertos a los vivos �por qué han de embargar?
Por duelo non podremos a ninguno dellos tornar;
Aquí hay una ermita que es un buen logar,
Teníe yo por bien de ahi los soterrar.
 
561     Nunca podian yacer en lugar tan honrado,
Yo mismo he el mi cuerpo allí encomendado,
Mándome yo alli llevar cuando fuere finado,
E alfi quiero facer un lugar mucho honrado.
 
562     Lo que dijo el Conde todos esto otorgaron;
Los cristianos finados para ahi los llevaron,
Muchos honradamente alli los soterraron;
Cuando fueron soterrados, su camino tomaron.


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- XXII -

Debates entre el Conde y el rey de León

563                                             Envió Sancho Ordoñez al buen Conde mandado                     
Que querían facer Cortes, e que fuese priado,
E que eran ayuntados todos los del reinado;
Por él sólo tardaban, que non era ahi guiado.
 
564     Hobo ir a las Cortes, pero con gran pesar,
Que era muy fiera cosa la mano le besar;
Señor, Dios de los cielos, quiérasme ayudar,
Que yo pueda a Castilla desta premia sacar.
 
565     El rey e sus barones muy bien le recebieron,
Todos con el buen Conde muy grande gozo hobieron,
Fasta en su posada todos con el Conde venieron,
Entrante de la puerta todos se despedieron.
 
566     A chicos e a grandes de toda la cibdad
Con la venida del Conde placía de voluntad,
A la reina sola pesaba por verdad,
Que había con él muy grande enemistad.
 
567     Habia en estas Cortes, muy gran pueblo sobejo,
Después que el Conde vino, duróles poquillejo;
Ca dióles el buen Conde mucho de buen consejo,
Dellos en poridat, dellos por buen consejo.
 
568     Llevaba don Fernando un mudado azor,
Non habia en Castilla otro tal nin mejor;
Otrosi un caballo que fué de Almonzor;
Habia de todo ello el rey muy gran sabor.
 
569     De gran sabor el rey de ello se llevar,
Luego dijo el rey que lo quería comprar;
Non lo vendo, gran señor, mandédes lo vos tomar;
Vender non vos lo quiero, mas quiero vos lo dar.
 
570     El rey dijo al Conde que non se lo tomaría,
Mas azor e caballo que se los compraría;
Que de aquella moneda mil marcos le daría
Por azor e caballo, si dárselos quería.
 
571     Aveniéronse ambos, ficieron su mercado,
Puso cuando se lo diesen a dia señalado;
Si el haber non fuese aquel dia pagado
Siempre fuese cada dia al gallarin doblado.
 
572     Cartas por a. b. c. partidas ahi ficieron;
Todos los juramentos alli los escribieron;
En cabo de la carta los dos suscribieron
E cuantos a esta merca delante estudieron.
 
573     Asaz habia el rey buen caballo comprado,
Mas salióle a tres años muy caro el mercado;
Con el haber de Francia nunca seria pagado,
Por ahi perdió el rey Castilla su condado.
 
574     E ahi fueron todas las cartas desfechas e partidas,
Las gentes castellanas fueron todas venidas,


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- XXIII -

Matrimonio del Conde con Sancha de Navarra

                                                                                                    
575                                             E antes que él partiese, una dueña lozana,                     
Reina de León, del rey don Sancho hermana,
Prometióle al buen Conde, e fízole fiucia vana,
Contecióle como al carnero que fué buscar la lana.
 
576     Demostróle el diablo el engaño aína,
Porque finase la guerra le daría a su sobrina;
Cometióle el casamiento el Conde a la reína,
Sería el daño grande sin esta melecina.
 
577     E tovo el buen Conde que sería bien casado,
Otorgóselo luego que lo faría de buen grado;
Envió luego la reina a Navarra el mandado,
Una carta bien ditada con un falso ditado.
 
578     Esta es la razón que la carta decia:
De mi reina de León a ti el rey Garcia:
Perdi al rey tu padre que yo gran bien quería,
Si yo fuese rey como tu, ya avengado lo habría.
 
579     Hora tienes tiempo de vengar a mi hermano;
Por este tal engaño cogerlo has en mano;
Tomarás buen derecho de aquel Conde lozano,
A vida non le dejes aquel fuerte castellano.
 
580     Cuando oyeron las gentes de aqueste casamiento,
Todos teníen que era muy buen ayuntamiento,
Que sería de la paz carrera e cimiento;
Mas ordió otras redes el diablo ceniento.
 
581     Pusieron su lugar do a vistas veniesen;
Tovieron por bien ambos que en Cirueña fuesen;
De cada parte cinco caballeros adujesen;
Fablarían e pornían lo que por bien toviesen.
 
582     Tomó Ferrán Gonzales cinco de sus varones,
Todos de buen derecho e grandes infanzones,
Muy grandes de linaje e esforzados varones.
 
583     Fueron para Cirueña asi como mandaron,
Con el conde de Castilla sólo seis enviaron;
El rey e los navarros la postura falsaron,
En lugar de los seis mas de treinta llevaron.
 
584     Cuando vió don Fernando al rey así guarnido
Entendió que le había del pleito fallescido;
Creyéndome por palabra, yo mismo soy vendido.
Santa María me val, ea yo soy confondido.
 
585     El Conde dió gran voz como si fuese atronido,
Diz: debia ser agora el mundo destruido;
Que lo que me dijo el monje en ello soy caido,
Creyéndome por palabra yo mismo soy confondido.
 
586     Reptándose él mismo de la su mal andanza,
Non pudiendo tomar nin escudo nin lanza,
Fuyó a una ermita; allí fué su amparanza;
De mañana fasta noche alli fué su moranza.
 
587     Fizo su escudero a guisa de leal;
Vió una finiestra en medio del fastial;
Vino para la ermita, metióse por el portal;
Echóle sus espadas, que non pudo facer ál.
 
588     Aquestos escuderos que con el Conde fueron,
Cuando a su señor acorrer non pudieron
Todos en sus caballos aína se arrecogieron;
Luego con el mandado a Castilla venieron.
 
589     Fué del rey don García la iglesia bien lidiada,
Non la quiso dejar, magüer era sagrada;
Non pudo de lo que quiso el rey recabar nada,
Ca tenía el buen Conde la puerta bien cerrada.
 
590     El sol era ya bajo, que se quería tornar;
Mandó el rey García al Conde preguntar
Si se queria a presión o sobre homenaje dar,
Que podría por solo aquesto la muerte escapar.
 
591     A salva fe jurando dióseles a presión,
Pesó muy mucho a Dios fecho tan sin razón;
Oyeron una voz como voz de pabón,
Partióse el altar de somo fasta fondón.
 
592    Asi está hoy dia la iglesia partida
Porque fué atal cosa en ella contescida;
Bién cuido que durara fasta la fin complida,
Ca non fué atal cosa que sea ascondida.


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- XXIV -

Prisión del Conde por el monarca navarro

593                                             Fué luego don Fernando en los fierros metido,                     
De gran pesar que hobo cayó amortecido,
A cabo de una pieza tornó en su sentido;
Dijo: Señor del mundo, �porqué me has fallido?
 
594     Señor Dios, si quiesieras que yo fuese aventurado,
Que a mi los navarros me fallasen armado,
Aquesto se ternía a mercede e agrado,
E por esto me tengo de ti desamparado.
 
595     Si fueses en lacerías de mi rebtado,
Nunca fiz porque fuese de ti desamparado;
Morré de mala guisa, como home de mal fado;
Si yo pesar te fice, bien debes ser vengado.
 
596     Dentro en Castroviejo al buen Conde metieron;
Teniéndole fuerte saña, en gran presión te dieron;
Como home sin mesura, mesura non te ficieron;
A los vasallos del Conde dejarle non quisieron.
 
597     Dijo al rey Garcia el Conde su razón:
Non has porqué tener ningunos en presión;
Habrás por mi señero cuantos en Castilla son;
Non les fagas ningún mal, que ellos sin culpa son.
 
598     Soltólos don Garcia, a Castilla venieron;
Cuando los castellanos el mandado sopieron,
Nunca tan mal mensaje castellanos oyeron;
Por poco, de pesar de seso non salieron.
 
599     Ficieron muy gran duelo estonces por Castilla;
Mucho vestido negro, rota mucha capilla,
Rascadas muchas frentes, rota mucha mejilla;
Tenia en corazón cada uno gran mancilla.
 
600     Lloraban e decían: somos homes sin ventura:
Decían del Criador mucha fuerte majadura.
Non quiere que salgamos de premia nin de ardura
Mas que seamos siervos nos e nuestra natura.
 
601     Somos los castellanos contra Dios en gran saña;
�Porqué nos quiere dar esta premia atamaña?
Caímos en la ira de todos los de España,
Tornada es Castilla a una pobre cabaña.
 
602     A otro non sabemos nuestra coíta decir
Sinon al Criador que nos debe oir;
Con el Conde coidábamos desta coíta salir,
Hobiemos nos enantes en ella de venir.
 
603     Dejemos castellanos en su fuerte pesar,
Ahi nos hemos luego en ellos a tornar;
Ayuntáronse en uno por se aconsejar,
Dejémosles ayuntados, bien nos debe membrar.
 
604     Tornémos en el Conde, do le habemos dejado;
Era en Castroviejo, en la carcel echado,
De gentes de Navarra era bien aguardado,
Nunca fué home nado en presión mas coitado.
 
605     Habia en estas tierras la gente ya oido
Que otro mejor de armas nunca fuera nascido;
Teníase por mejor quien le había conoscido;
Habie sabor de verle quien non le había vido.
 
606     Un conde muy honrado, que era de Lombardía,
Vínole en corazón de ir en romería;
Tomó de sus vasallos muy gran caballería;
Para ir a Santiago metióse por su vía.
 
607     Aquel conde lombardo yendo por la carrera,
Demandó por el conde que en cuales tierras era;
Dijéronselo luego toda cosa certera,
Sobre que fuera preso e sobre cuál manera.
 
608     Teniendo él por cierto todo aquel engaño,
Cómo habían rescebido castellanos gran daño,
Llevándole a vistas a fe e sin engaño,
En ellas le prendieron bien habie un año.
 
609     Preguntó si podría por cualquier cosa le ver,
Ca habia gran sabor de al Conde conoscer,
Que viéndole podria alguna pro tener,
Ca tal home non era para en carcel tener.
 
610     Fuese para Castroviejo; demandó por los porteros,
Prometióles de les dar muchos de los dineros,
Quel dejasen ver al Conde con solos dos caballeros.
 
611     Lleváronle al castillo; las puertas le abrieron;
Los condes uno a otro muy bien se rescibieron;
Entre ambos en su fabla gran pieza estovieron;
La razón acabada, luego se despedieron.
 
612     Partiéronse entrambos, de los ojos llorando;
Fincó en su presión el Conde don Fernando
Estando en gran coíta, muchas coítas pasando,
Que Dios dende le sacase todavía rogando.
 
613     Aquel conde lombardo cuando fué despedido,
Al Conde castellano non le echó en olvido;
Fuese para la infanta porque fuera contecido
Como el Conde hobiera facer della marido.
 
614     Mostráronsela luego la fermosa doncella;
Vióla tan apuesta que era maravilla;
Fabló luego el Conde de poridat con ella;
Dijo cómo había gran querella della.
 
615     Dueña, dijo el conde, eres muy sin ventura;
Non hay mas malfadado en toda tu natura;
De tí han castellanos todos fuerte rencura,
Que les vino por ti este mal sin mesura.
 
616     Dueña sin piedat e sin buen conoscer,
De facer bien o mal tu tienes el poder;
Si al Conde non quieres de muerte estorcer,
Haberse ha Castilla por tu culpa a perder.
 
617     Faces muy grand ayuda a los pueblos paganos
Ca les quitaba este Conde a todos piés e manos;
Quitas muy grand esfuerzo a todos los cristianos;
Por ende andan los moros alegres e lozanos.
 
618     Eres, dueña, de prescio mucho menoscabada,
Serás por este fecho de muchos denostada;
Cuando fuere esta cosa por el mundo sonada
Será toda esta culpa a ti luego echada.
 
619     Si tu con este Conde podieses ser casada,
Tenerte habian las dueñas por bienaventurada;
De todos los de España serías mucho honrada;
Nunca fíciera dueña tan buena cabalgada.
 
620     Si eres de sentido, esto es lo mejor;
Si tu nunca hobiste de caballero amor,
Más debes amar a este que non a emperador;
Non ha home en el mundo de sus armas mejor.
 
621     Despidióse el conde; con todo fué su via;
Fué para Santiago, complió su romería;
Envió la infanta esta mensajería
Con una de sus dueñas que ella mucho quería.


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- XXV -

El Conde sale de la prisión

622                                             Tornóse la mensajera luego con el mandado                     
De la coíta del Conde que está en gran coidado;
Vino con la respuesta a la infanta priado,
Dijo como dejara al Conde muy lacerado.
 
623     De lo que me dijo el Conde hobe gran pesar,
El quiso contra vos al Señor Dios querellar
Que vos sola le queredes deste mundo sacar,
E si vos lo quisiéredes, él podría escapar.
 
624     Ruegovoslo señora, por la fe que debedes,
Que vayades al Conde e vos lo conortedes;
Tal Conde como aqueste non lo desamparedes;
Si muere de tal guisa gran pecado faredes.
 
625     Respondió a la dueña esa hora la infante:
Bien vos digo criada, téngome por mal andante;
De cuantos males pasa mucho soy dende pesante;
Mas venirá sazón que le veré bien andante.
 
626     Quiero contra el Conde una cosa facer:
Al su fuerte amor dejarme yo vencer;
Quiérome aventurar e írmelo yo a ver;
Todo mi corazón facerle he entender.
 
627     La infanta doña Sancha, de todo bien complida,
Fué luego al castillo e fizo en él sobida;
Cuando ella vió al Conde túvose por guarida.
Señora, dijo el Conde �cómo es esta venida?
 
628     Buen conde, dijo ella, esto face buen amor,
Que tuelle a las dueñas vergüenza e pavor,
E olvidan los parientes por el entendedor;
De lo que ellos se pagan tiénenlo por mejor.
 
629     Sodes por mi amor, conde, mucho lacerado;
Onde nunca bien hobiestes sodes en gran cuidado;
Conde: non vos quejedes e sed bien asegurado;
Sacarvos he de aquí alegre e pagado.
 
630     Si vos luego agora de aqui salir queredes,
Pleito homenaje en mi mano faredes
Que por dueña en el mundo a mi non dejaredes;
Conmigo bendiciones e misa prenderedes.
 
631     Si esto non facedes, en la carcel morredes;
Como home sin consejo nunca de aquí saldredes;
Vos, mezquino, pensatlo si buen seso habedes,
Si vos por vuestra culpa atal dueña perdedes.
 
632     Cuando esto oyó el Conde tóvose por guarido:
Dijo entre si: �Si fuese ya complido!
Señora, dijo el Conde, por verdat vos lo digo,
Seredes mi mujer e yo vuestro marido.
 
633     Quien desto vos falesciere sea de Dios falescido;
Faléscale la vida como a falso descreído;
Ruégovoslo, señora; en merced vos lo pido;
Que de lo que fablastes non lo echedes en olvido.
 
634     El Conde don Fernando dijo una cosa fermosa;
Si vos guisar podiéredes de facer esta cosa,
Mientras vos visquiéredes nunca habré otra esposa;
Si desto yo falesciere, faléscame la gloriosa.
 
635     Cuando todo aquesto hobieron afirmado
Luego sacó la dueña al conde don Fernando;
Diz: vayámosnos señor, que todo es aguisado;
Del buen rey don Garcia non nos sea mesturado.
 
636     El camino francés hobieron a dejar,
Tomaron a siniestra por un gran encinar;
El Conde don Fernando non podía andar;
Hóbolo ella un poco a cuestas a llevar.
 
637     Cuando se fué la noche, el dia quiere aparescer,
En ante que ningún home los podiese ver
Vieron un monte espeso, fuéronse ahí meter;
Hobieron alli la noche atender.
 
638     Dejemos aqui a ellos en las matas estar;
Veredes cuanta coíta les queria Dios dar;
De un arcipreste malo, que iba a cazar,
Vieron los podencos en el rastro entrar.
 
639     Fueron luego los canes a do yacían en la mata;
El Conde et la dueña fueron en gran arrebata;
El arcipreste malo, cuando vió la barata,
Plúgole mas que si ganase a Acre e Amiata.
 
640     Ansi como los vió comenzó de decir;
Dijo: doños traidores, nos vos podedes ir,
Del buen rey don Garcia non podredes foir;
Amos a dos habredes mala muerte morir.
 
641     Dijo el Conde al arcipreste: por Dios, sea tu bondat
Que nos quieras a entrambos tener aquesta poridat;
En medio de Castilla darte he una cibdat,
De guisa que la hayas siempre por eredat.
 
642     El falso descreído, lleno de crueldat,
Mas que si fuesen canes non hobo piedat;
Conde: si tu quieres que sea poridat,
Déjame con la dueña complir mi voluntat.
 
643     La dueña fué artera escontra el coronado:
Arcipreste �qué quieres? Yo lo faré de grado;
Por ende non nos perderemos ambos en el condado,
Mas vale que ayunemos todos tres el pecado.
 
644     Cuando vió don Fernando cosa tan desaguisada,
Non sería mas quejado si le diesen una lanzada;
Por Dios, dijo el Conde, pides cosa desaguisada,
Por poco de trabajo demandas gran soldada.
 
645     Díjole luego la dueña: pensat vos de despojar,
Haberos ha el Conde los paños de guardar;
Porque él non vea atan fuerte pesar
Plégavos, arcipreste, de aqui vos apartar.
 
646     Cuando el arcipreste hobo aquesto oido,
Hobo gran alegría e tóvose por guarido;
Vergüenza non habia el falso descreido;
Confonder cuidó a otro, mas él fué confondido.
 
647     Hobiéronse entrambos ya cuanto de apartar,
Cuidárase la cosa él luego de acabar,
Hóbose el arcipreste con ella de trabar,
Con sus brazos abiertos íbasela abrazar.
 
648     La infanta doña Sancha, dueña tan mesurada,
Nunca home non vió dueña tan esforzada;
Tomólo por la barba, dióle una gran tirada,
Dijo: don falso traidor, de ti seré vengada.
 
649     El Conde a la dueña non podía ayudar
Ca tenía grandes fierros e non podia andar.
Su cuchillo en la mano hobo a ella llegar,
Hobiéronle entrambos al traidor de matar.
 
650     Cuando de tal manera morió el traidor,
Nunca merced le quiera haber el Criador,
La mula e los paños e el mudado azor
Quiso Dios que hobiesen mas honrado Señor.
 
651     Tovieron todo el dia la mula arrendada;
El dia fué salido, la noche homillada;
Cuando vieron que era la noche aquedada
Moviéronse andar por medio la calzada.

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