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ArribaJornada III

 

Monte.

 

Escena I

 

DON VASCO, BRITO, un VILLANO y criados, con escopetas; luego, DON GIL, dentro.

 
VILLANO
Este sitio, Señor, es el paraje
donde este aleve, tiene su acogida;
tu piedad los escándalos ataje
que hace en esta comarca este homicida;
que yo sus pasos a seguir me obligo 5
hasta ponerlo en manos del castigo.
CRIADO
Pues ya, Señor, el Rey orden te envía
para que tú castigues la osadía
de don Diego, y armado y prevenido
en su busca a este monte hoy has venido 10
no tu llanto a tu enojo dé templanza,
sino enciéndele más en la venganza
de un traidor que una hija te ha robado,
y a su hermano y a ella muerte ha dado.
DON VASCO
Calla, no me lo acuerdes, no me digas 15
que dio muerte a Violante, no prosigas;
que me acuerdas la culpa que he tenido,
Pues de mi maldición efecto ha sido.
¡Ay, hija desdichada!
Ay, flor, que por hermosa fue arrancada 20
de mano que la arroja
¡cuando el desprecio infame la deshoja!
¡Ay, vejez flaca y yerta!
¿Para qué, cielos, dilatáis mi vida?
¿No bastaba la herida 25
de un hijo muerto, para darme muerte,
y sentir en mi honor golpe tan fuerte,
sin que yo agora viera
desdicha tan atroz, traición tan fiera?
¿Tuve yo culpa de su injusta estrella? 30
Si estaba contra ella
vuestra justicia airada,
¿no pudiera sin mí ser desdichada,
pues yo en nada os ofendo?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 35
De tres hijos, Señor; que me habéis dado
quedé desamparado;
mató don Diego un hijo, en quien yo estaba;
de dos hijas que amaba,
una os di por esposa, 40
que vive humilde y santa religiosa;
otra el cruel don Diego
de casa me robó, y después que ciego
el honor me quitó y la compañía,
aquella parte de la vida mía 45
que en ella le quedó a mi sangre helada,
me quitó con traición tan desusada,
porque acabe quien todo lo resiste;
si hay muerte para un triste,
que así está padeciendo. 50
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
BRITO
Viven los cielos, que aún a mí me irrita;
que ha sido una maldad tan exquisita,
que, aunque comí su pan, si con él cierro
espero en Dios volvérsele de perro. 55
DON GIL

 (Dentro.) 

Al monte, compañeros;
dejad ya de talar esos oteros.
VILLANO
Señor, este es don Diego
y para que se logre con sosiego
el prenderle, emboscarte es conveniente 60
hasta que yo os avise diligente;
porque ahora el peligro es manifiesto,
pues vienen todos juntos a este puesto.
CRIADO
Señor, muy bien te advierte.
DON VASCO
Ya me encendió el deseo de su muerte, 65
y del monte sin él volver no espero.
VILLANO
Retírate primero,
para lograrlo, donde queda el coche.
DON VASCO
Muera don Diego.
BRITO
Muera, y sea de noche.
 

(Vanse.)

 


Escena II

 

DON GIL, el DEMONIO.

 
DON GIL

 (Desde los bastidores.)  

Amigos, descansad en este monte; 70
que ya de discurrir este horizonte,
no perdonando vida
de quien no sea bárbaro homicida,
quitando a las mujeres
su honor, su hacienda a ricos mercaderes, 75
cansado estoy; ya el vicio en mí es oficio,
y en siendo por tarea cansa el vicio.
DEMONIO
Pues ¿cómo te fatiga
lo que el gusto y contento a hacer te obliga?
¿Tú no te miras rey desta montaña? 80
La tierra, el aire, el agua que la baña
¿No te rinden su fruto?
Cuantos pasan por ella dan tributo
a tus manos valientes;
los elementos tienes obedientes 85
a la ciencia fatal que te he enseñado;
todo a ti está postrado,
y lo que es mas que todo, yo a Violante,
y lo que es más que todo, yo a Violante,
porque ya te cansaba su semblante, 90
la aparté de tus ojos,
porque no te causase más enojos.
si te fastidia un gusto, en otro piensa,
pues tu poder dispensa
en deleites humanos, 95
y están todos sujetos a tus manos.
DON GIL
Ya sé lo que te debo,
y llegándolo a ver, siempre renuevo
la escritura y contrato
de darte el alma, y compro muy barato; 100
que muerto el hombre, el alma, que no es suya,
¡qué importa que sea de otro o que sea tuya?
mas nada me contenta, nada veo
que llene mi deseo,
sino un bien esperado 105
que tú me has prometido y no me has dado,
que es aquel rostro bello
que el tuyo me retrata, porque de ello
no me pueda olvidar en tantos años.
DEMONIO

 (Aparte.) 

Esa fue la intención de mis engaños, 110
porque en ese deseo
me importa a mi tenerte, cuando veo
que por él te adelantas
a hacer a Dios y al hombre ofensas tantas.
DON GIL
Este deseo solo me desvela. 115
Pues puede tu cautela
lograrme este contento,
no me dilates bien que tan sediento
tiene mi ardiente labio:
déjame hacer al cielo aqueste agravio 120
DEMONIO

 (Aparte. 

Traerele esta mujer en fantasía;
que para lograr yo la envidia mía
no importa que ella en la verdad no sea
sino que él lo imagine y que lo crea.)
Si es ese tu desvelo, 125
presto tu pena logrará el consuelo.
Yo haré que esa mujer venga a buscarte
a este monte; tú espera en esta parte;
que en esa cueva habita un ermitaño,
y allí la has de gozar.

 (Aparte. 

Júntese el daño
130
que este se hace a sí mismo
al que otro hacer puede; que un abismo,
si es abismo la culpa, al otro llama.)
DON GIL
Pues ¿dónde vas?
DEMONIO
A hacer que aquesa dama 135
te venga aquí a buscar.
DON GIL
Pues yo la espero.
DEMONIO

 (Aparte.) 

Y yo del cielo así vengarme quiero.

  (Vase.) 



Escena III

 

DON GIL; luego, DOÑA VIOLANTE.

 
DON GIL
Si gozo la hermosura
de Leonor, no deseo más ventura 140
¿qué me importa que sea gran pecado,
si ya estoy condenado?
Ya yo desesperé; sentencia hay dada.
pues si ya está mi alma condenada,
¿Quién podrá revocarme la sentencia 145
del cielo?
DOÑA VIOLANTE

 (Dentro.) 

Penitencia, penitencia.
DON GIL
¿Qué oí? ¿Qué voz tan lastimosa
por presagio me avisa? ¡Oh engañosa
fantasía, que así turbarme quieres
los gustos de mi vida y los placeres! 150
si ya Dios me ha dejado de su mano,
¿de qué sirve que tú digas en vano
que para revocar esta sentencia
puede haber...
DOÑA VIOLANTE

 (Dentro.) 

Penitencia, penitencia.
DON GIL
Otra vez el aviso ha repetido; 155
pero no al corazón, sino al oído.
¿Quién puede ser quien me predica en vano?
Pero no es ilusión; que un bulto humano
por entre aquellas ramas se descubre,
y hacia mí se encamina; el rostro cubre 160
con el cabello que en su frente crece.
Ya lo distingo; más mujer parece,
y mujer penitente;
que de un saco se cubre solamente.
Y en su mano, como otra Magdalena, 165
trae una calavera. Extraña pena
me da el verla, esperando mis placeres.
Ya llega junto a mí. Mujer, ¿quién eres?
 

(Sale DOÑA VIOLANTE con un saco, cubierto el rostro con sus cabellos, y una calavera en la mano.)

 
DOÑA VIOLANTE
Penitencia, pecador,
que a Dios tienes ofendido. 170
Si en la culpa estás dormido,
este es tu despertador.
DON GIL
¿Quién eres, pasmo y horror,
bruto con señas de humano?
DOÑA VIOLANTE
Quién soy preguntas en vano, 175
cuando diciéndolo voy;
mas si preguntas quién soy,
la respuesta está en la mano.
Lo que soy llegas a ver
en esta imagen tan fea, 180
y tengo, hasta que esto sea,
prestado este parecer.
Esto soy y esto has de ser
tú, tan robusto y dispuesto;
que el hermoso alegre gesto 185
que el rostro al hombre le ofrece
es solo lo que parece;
pero lo que es no es más desto.
A ser esto han de venir
la majestad, la belleza; 190
ciencia, valor y riqueza
aquí se han de convertir.
Quien vive para morir
es quien más vida recibe,
y el que este fin no apercibe 195
llega más presto a la muerte;
que el que vive desa suerte
también muere lo que vive.
Los pasos que aquí voy dando
que llego al fin me previenen, 200
pues del número que tienen
estos se va descontando.
Cumpliranse, pero cuando
nadie lo supo primero;
solo que lo sabe infiero 205
quien, previniendo su ocaso,
sabe dar cualquiera paso
como si fuera el postrero.
Yo voy a mi muerte así,
sin que pueda detenella; 210
que si yo no voy a ella,
ella ha de venir a mí.
Hombre que quedas aquí,
tú andas la misma vereda;
no tu vida pensar pueda 215
que el quedarte es detenerte;
que en la senda de la muerte
anda más el que se queda.
DON GIL
Detente, sombra o quien eres;
¿hablas conmigo?
DOÑA VIOLANTE
Hablo yo
220
con el que a Dios ofendió
siguiendo torpes placeres.
Tú, que oyes, seas quien fueres,
lo que al pecador le digo,
yo fui de Dios enemigo, 225
y esto lo digo por mí;
mas si te conviene a ti,
tu pecado habla contigo.
DON GIL
Conmigo habláis y mi error;
mas ya es tarde, y soy cobarde. 230
DOÑA VIOLANTE
Nunca puede llegar tarde
el que llega con dolor.
DON GIL
Yo sí; que ya del favor
del cielo he desesperado.
DOÑA VIOLANTE
El Demonio te ha engañado, 235
porque siempre el hombre es dueño
de librarse del despeño
cuando aún no se ha despeñado.
DON GIL
El que anticipadamente
se previene a bien vivir, 240
y vive para morir,
ese va a Dios justamente;
mas aquel que negligente
dejó a Dios, y ciego está
en sus vicios, ¿qué hallará, 245
yendo a Dios con tanto error?
DOÑA VIOLANTE
El primero va mejor,
pero el segundo bien va.
Dígalo un ejemplo fiel:
caminan dos, uno acaso 250
sabe al camino un mal paso,
y prevenido huyó dél;
el otro fue a dar en él,
Viole, al camino volvió.
más trabajo te costó 255
que al otro huir del vaivén:
no se libró éste tan bien,
pero también se libró.
En la senda de la muerte,
del infierno está el ocaso; 260
huye el riesgo de este paso
quien prevenido le advierte;
mas aquel que se divierte
en él, va a precipitarse;
pero antes de despeñarse 265
puede volver y escapar,
trabajo le ha de costar.
Mas no deja de librarse.
El peligro más extraño
que el hombre puede tener, 270
es riesgo hasta suceder;
pero en sucediendo es daño.
Al riesgo se va tu engaño,
mas hasta el mismo morir,
a tu lado siempre ha de ir 275
de Dios justo y providente
aquel brazo suficiente
de que te puedes asir.
Cogerle aquí no es dudoso,
y allí sí, porque está oscuro: 280
pues si podéis ir seguro,
¿para qué has de ir peligroso?
DON GIL
Ese es camino penoso,
y esta senda tiene anchura.
DOÑA VIOLANTE
Si cubre una sepultura 285
todo el bien que el mundo alaba,
ni quieras bien que se acaba,
ni temas mal que no dura.

 (Vase.)  



Escena IV

 

DON GIL; dentro, MÚSICA.

 
DON GIL
¿Quién será aquesta mujer?
Yo quiero seguilla y vella; 290
pero ¿no es mejor que a ella,
seguir a su parecer?
¡Qué sello al alma tan fuerte
con su razón imprimió!
¿Cómo, cielos, vivo yo 295
olvidado de la muerte?
Para el arrepentimiento
no puede faltar perdón;
arrepentirme es acción
libre de mi entendimiento, 300
si la voluntad es mía,
¿quién me estorba este camino?
MÚSICA

 (Dentro.) 

Gigante cristalino,
que al cielo se oponía...
DON GIL
¡Qué escucho! Bien cierto es 305
que ya sin remedio estoy,
pues cuando a buscarle voy,
hallo este estorbo a mis pies.
El mundo, que me detiene
con sus glorias transitorias, 310
es quien me hace estas memorias.
Voz, que a detenerme vienes,
¿quién eres, que tan lasciva
tras mí por el viento corres?
MÚSICA

 (Dentro.) 

El mar con blancas torres 315
de espuma fugitiva.
DON GIL
Así es el mundo al durar
en su fingida apariencia,
sin tener más permanencia
que las torres en el mar. 320
Quien canta he de ver.


Escena V

 

GOLONDRO, que sale corriendo y haciéndose cruces. DON GIL.

 
GOLONDRO
¡Jesús,
qué tentación tan cruel!
Válgame San Rafael
y el castillo de Emaús.
DON GIL
¿Quién va? Detente.
GOLONDRO

 (Aparte.) 

Ya escampa.
325
Don Gil es; aún esto es peor.
DON GIL
¿No es Golondro?
GOLONDRO
Sí, Señor:
Golondro es, mas ya no campa.16
DON GIL
De mirarte así me espanto.
GOLONDRO
Huí del diablo la red, 330
y Dios, que me hace merced,
me ha dado un puesto de santo.
DON GIL
¿Puesto de santo te ha dado?
¿Qué dices? ¿Aún eres loco?
GOLONDRO
Sí; pero me vale poco, 335
porque está el mundo acabado.
DON GIL
¿Santo eres?
GOLONDRO
Y muy gran santo;
¿No me ves el resplandor?
DON GIL
Yo no.
GOLONDRO
Tú eres pecador,
y estás ciego; no me espanto. 340
DON GIL
Y ¿de quién huías agora?
GOLONDRO
Huyo de una tentación,
que me cogió de antuvión
con una dama cantora;
porque el mismo diablo fragua 345
que vengan a esta ocasión
Unas damas (¡cuáles son!
la boca se me hace un agua)
cantando. Tal inquietud
me dieron, que a no ser santo, 350
es cierto que con el canto
descalabro la Virtud.
DON GIL
¿Damas vienen a cantar
a este monte?
GOLONDRO
Sí, Señor.
DON GIL
Sin duda es esta Leonor, 355
que aquí me viene a buscar.
Pues si espero este contento,
¿qué ilusión, qué fantasía
turba la esperanza mía?
Ir yo a recibirla intento. 360
GOLONDRO
Detente, hombre, que obstinado
de vicios te vas a hartar;
mira que te puede ahitar
el mondongo del pecado.
De mi y de Violante aprende, 365
cuya vida al mundo espanta,
y de verme a mí es tan santa
que ya imitarme pretende.
DON GIL
¿Violante?
GOLONDRO
Sí, en mi conciencia.
DON GIL
Pues ¿Violante vive ya? 370
GOLONDRO
Por todo ese campo está
predicando penitencia.
Del monte a los fieros partos
lo dice en tristes gemidos,
y tiene ya convertidos 375
más de doscientos lagartos.
DON GIL

 (Aparte. 

¡Válgame el cielo! ¡Si fuera
Violante la que me habló!
Pues si ella perdón halló,
también yo hallarle pudiera.) 380
¡Que Violante se trocó
a tal vida!
GOLONDRO
Es una estrella;
mas tal maestro tiene ella.
DON GIL
¿Quién es su maestro?
GOLONDRO
Yo.
¡Es mi disciplina boba? 385
Mi enseñanza la ha trocado;
gran trabajo me ha costado,
pero ya está que se arroba.
DON GIL
No puedo creer que ella es.
GOLONDRO
¿Cómo no? Si dudas esto, 390
a hacer milagros la he puesto
desde el principio de mes,
y los hará este verano,
por más que el diablo lo tuerza;
mas es muy ruda, y es fuerza 395
apretarle bien la mano.
DON GIL
¿Tú haces milagros?
GOLONDRO
Y extraños;
cuarenta he hecho esta mañana.
DON GIL
¿Cómo?
GOLONDRO
Vino a mí una anciana,
diciendo que había seis años 400
que un hijo se fue al Japón,
y dél no había sabido;
cartas me pidió, y movido
yo, me puse en oración.
Díjela que fuese atenta, 405
y mirase en una cala;
fue allá, y halló una baraja:
mira tú si son cuarenta.
DON GIL
No sé qué me ata los pies,
siendo de Leonor amante, 410
al escuchar que Violante
vive y que tan santa es.
Bien me puedo arrepentir
de mi error, si al cielo escucho,
que me avisa; mas es mucho 415
mi pecado, y al salir
deste mar, veo a la orilla
que de la vida pasada...
MÚSICA

 (Dentro.) 

Tenía Fabio atada
su mísera barquilla... 420
GOLONDRO
Las damas aquí han llegado.
DON GIL
¡Qué miro! ¡Leonor es, cielos!
Y en su voz a mis desvelos
el cielo ha desengañado;
que está atada a sus rigores, 425
para que no pueda huir,
la barca en que he de salir
del golfo de mis errores.
pues si ella está detenida,
quédense para más pena... 430


Escena VI

 

El DEMONIO, de mujer (que lo hará LEONOR), DAMAS. Dichos.

 
DAMAS

 (Cantan.) 

Los remos en la arena,
la red al sol tendida.
DON GIL

 (Aparte. 

Cielos, viendo esta hermosura,
no hay memoria que me espante:
sin duda el cielo ha querido 435
que a esta ofensa se juntase
la de despreciar su aviso,
para que fuese más grande.
De que ya estoy condenado
todas estas son señales; 440
pues si lo estoy, logre el gusto
lo que la vida durare.)
Dueño hermoso de mi vida,
¡quién creyera tal linaje
de favor! Pues ¿tú amorosa 445
vienes al monte a buscarme?
DEMONIO

 (Aparte.) 

Para engañarle he tomado
de Leonor el rostro y talle.

  (Hácele señas a DON GIL para que le siga.)  

DON GIL

 (Aparte. 

Muda me responde a señas
que la siga; ¡qué bien hace! 450
Que el no hablarme en este caso
es el recato que cabe.)
Ya te sigo, dueño hermoso.

  (Aparte. 

Vanas memorias, dejadme;
que con este bien presente 455
No hay memorias de otros males.)
DAMAS

 (Cantan.) 

Memorias solamente
mi muerte solicitan,
que las memorias hacen
mayores las desdichas. 460
 

(Éntranse DON GIL, el DEMONIO y las DAMAS.)

 


Escena VII

 

GOLONDRO.

 
En la cueva se han entrado.
Hombre malvado, ¿qué haces?
Mira que ahí no se peca;
ya que el diablo ha de llevarte,
echa por aquesos trigos. 465
Mas ¿por qué predico a nadie,
estando rabiando yo
por entrar a acompañarle?
mas aquesta es tentación;
hermano Golondro, tate. 470
¿Entraré? Pienso que sí;
mas el alma? Dios me guarde.
¿Y aquellos ojillos negros
que al pasar me echó al desgaire
una de las que cantaban? 475
¿Qué es lo que me quieres, carne?
Pues ¿cuanto va que consiento,
si el diablo mucho me hace?
diciéndome está el demonio
que entre, y que de una me agarre, 480
que la obligue y la enternezca;
que después tiempo hay bastante
para volver a ser santo.
¿Consientes? No. ¿Pues qué haces?
Haga usted, señor demonio, 485
y después no veré en ello;
porque si yo agora entrase,
y ella después no quisiese,
no he de consentir en balde.
mas la ocasión puede mucho: 490
yo entro. Mas si en vez de darme
un favor, por atrevido,
a palos me derrengasen
(que esto es cosa muy posible,
y más que posible, es fácil), 495
¿Qué haré yo? No entrar allá.
Mas esto el miedo lo hace,
y no la virtud; pues salga
Virtus de necessitate.
¡Ah, perro! ¿Querías bureo? 500

  (Pellízcase.)  

Pues toma pellizco, pague
su culpa este carnicero;
mas ¡ay! Pese a mi linaje,
que me he pasado un lagarto...17
¡Por vida!...


Escena VIII

 

DON DIEGO, de ermitaño, con báculo. GOLONDRO.

 
DON DIEGO
¿Qué es esto?
GOLONDRO
¡Ay padre!
505
Gran mal: don Gil el ladrón
se ha entrado en aqueste instante
con una dama en la cueva.
DON DIEGO
Pues ¿qué importa que se entrasen?
Irán a hacer oración;18 510
no tenga malicia, calle.
GOLONDRO
No, ¿y entran a darse un verde?
DON DIEGO
No piense aquesas maldades.
GOLONDRO
Así me le diera yo.
DON DIEGO
¡Jesús! ¿Qué dice?
GOLONDRO
Soy frágil;
515
que una moza que iba entre ellos
me tentó que yo pecase.
DON DIEGO
¿Dónde?
GOLONDRO
En la planta del pie;
que si fuera en otra parte,
no pudiera consentir. 520
DON DIEGO
Pues ¿consintió?
GOLONDRO
Eso al instante.
DON DIEGO
¡Jesús mil veces! Mal hizo.
GOLONDRO
Peor es lo que ellos hacen.
DON DIEGO
Calle; que Dios, que los trajo
a esta cueva, es el que sabe 525
el fin a que los conduce;
que a pechos de pedernales,
cuando Dios quiere ablandarlos
con sus auxilios amante,
si al suficiente la niegan, 530
dan lumbre a los eficaces.
¡Ah míseros pecadores!
 

(Entran por un lado y salen por otro.)

 


Escena IX

 

Interior de la gruta.

 
 

DON GIL, sentado junto a una figura de mujer, que representa a LEONOR, y estará cubierta con un velo. Dichos.

 
DON GIL
¡Hay ventura que se iguale
al logro de esta hermosura!
¿Qué bien puede ser imagen 535
del que yo en ella poseo?
DON DIEGO
Hombre ciego y miserable,
¿qué bien es ese que dices?
No ves que todo son aire
los placeres deste mundo? 540
DON GIL
Tus palabras inconstantes
son aire, no mis intentos;
que no hay bien que se compare
desta divina hermosura
a los rayos celestiales. 545
DON DIEGO
Ese bien está cubierto,
como todos los mortales,
del velo de la apariencia,
que vuestro engaño les hace;
déjame correr el velo, 550
y verás sin este traje
lo que son bienes del mundo.
GOLONDRO
No me la descubra, padre;
que arremeteré con ella.
Si me la pone delante. 555
DON DIEGO
No tema que le convide.
Mira aquí lo que gozaste.
 

(Quítale el velo, y descúbrese una muerte, que ha de tener el mismo vestido que sacó la dama.)

 
GOLONDRO
Válganme las tres Marías
y las seis necesidades.
DON GIL
Cielos, ¡qué es esto que miro! 560
¡Qué asombro tan formidable!
¡Ay de mí! Perdí el sentido.
Aparta, helado cadáver.
¿Esto era Leonor?
GOLONDRO
Por cierto,
que ella tiene lindas carnes. 565
DON GIL
Helado me ha el movimiento,

  (Apártase, arrastrando de ella.)  

DON DIEGO
Los placeres temporales
paran en esto que miras.
 

(Húndese la figura, y salen llamas de abajo.)

 
GOLONDRO
¡Jesús, el olor que esparce!
Sahumada va con azufre 570
para otros particulares.
DON GIL
Padre, padre, yo estoy muerto,
vuestro sagrado me ampare;
¡válgame el poder de Dios,
si en mí su clemencia cabe! 575


Escena X

 

El DEMONIO. Dichos.

 
 

(Coge el DEMONIO a DON GIL, arrójale en el suelo y písale.)

 
DEMONIO
No cabe ya, perro esclavo;
¿Cómo le invocas, si sabes
que eres mio, y que me tienes
hecha escritura inviolable
de darme el alma?
DON GIL
¡Ay de mí!
580
Es verdad, mas las piedades
de Dios son más que mi culpa.
DEMONIO
Pero ya tú las negaste.
DON GIL
Confieso que negué a Dios
y su santísima Madre; 585
no tengo de quien valerme
en tan temeroso trance;
solo el Ángel de mi guarda,
que no negué, puede darme
favor en tanta desdicha. 590
DEMONIO
No hará, por más que le llames.


Escena XI

 

El ÁNGEL DE LA GUARDA, que baja en un vuelo con la espada desnuda. Dichos.

 
ÁNGEL
Sí hará, serpiente engañosa;
no a este pecador ultrajes.
DEMONIO
¿Qué importa, si ha de ser mío?
GOLONDRO
¿Qué es esto que pasa, padre? 595
DON DIEGO
Misterio de Dios es todo.
 

(Pónese de rodillas DON GIL a los pies del ÁNGEL.)

 
DON GIL
Valedme, si sois mi ángel.
DEMONIO
No puede; que no eres suyo.
ÁNGEL
Pues ¿por qué tuyo le haces?
DEMONIO
Por escritura otorgada, 600
y firmada con su sangre.
ÁNGEL
Pues ¿qué dice la escritura?
DEMONIO
Desta suerte.
GOLONDRO

 (A DON GIL.)  

Hombre, ¿qué haces?
Recusa este relator.
DON DIEGO
Temblando estoy de mirarle.19 605
DEMONIO
Ves aquí cómo lo firma;
mira si a culpa tan grave
en el derecho de Dios
puede haber ley que le ampare.

  (Da al ÁNGEL una cédula.)  

ÁNGEL
Hombre, gran pecado hiciste. 610
Juez, si en mis culpas mortales
me condena la justicia,
absuélvanme las piedades.
DON DIEGO
Soberano magistrado
del tribunal inefable, 615
si cualquier pleito permite
un ahogado a la parte,
yo, aunque pecador indigno,
por este hombre miserable
hablaré.
ÁNGEL
Di lo que pides.
620
DON DIEGO
Digo que ha de revocarse
la sentencia contra él dada,
en todo y en cualquier parte
pues así lo determinan
las leyes de Dios constantes. 625
Lo primero, este contrato
es nulo, pues la una parte
no cumplió lo prometido,
pues dijo que había de darle
una mujer, y le dio 630
solo un helado cadáver.
Lo otro, en aquesta escritura,
que hizo este hombre, ciego y frágil,
a darle el alma no pudo,
no siendo suya, obligarse. 635
Lo otro, aunque fuera su culpa
digna de pena tan grande,
con el arrepentimiento
no hay culpa que no se lave,
cuando el corazón contrito 640
ante Dios postrado yace;
texto es de David expreso,
que Dios no ha de despreciarle.
el mismo Dios jura y dice
que no quieren sus piedades 645
la muerte del pecador,
sino que viva y le ame.
Lo otro, si la sangre suya
por el pecador se esparce,
condenarle es condenar 650
el fruto en él de su sangre.
No ha de malograrse en éste,
por ser su culpa tan grave;
que donde es más el pecado,
se luce más lo que vale. 655
DEMONIO
No ha de valerle, ni puede;
que excomulgado, al negarle,
perdió el mérito que al cielo
por la comunión le cabe.
Lo que yo le prometí 660
cumplido está por mi parte;
que las bellezas del mundo
no son más que aquella imagen:
solo está la diferencia
de una hermosura a un cadáver, 665
en que corra el desengaño
la cortina después o antes.
Ninguno a Dios decir puede
que eran los bienes mortales,
y le engañaron con ellos, 670
si él los quiere, aunque lo sabe.
Pues si los bienes que el hombre
goza, a éste son semejantes,
quien se engañó como todos,
no se queje como nadie. 675
El permitir Dios que vea
aquel bien sin los disfraces
que te da el mundo aparentes,
no fue para que se salve,
sino por poder decirlo 680
Dios, para justificarle:
«mira lo que gozas, hombre;
que por esto me dejaste.»
DON DIEGO
No es sino para que el hombre;
se arrepienta.
DEMONIO
Ya es en balde.
685
DON DIEGO
Eso es contra Dios.
DEMONIO
No es.
ÁNGEL
Calla ya, fiera indomable.
GOLONDRO
¿Oís ahí, bergantón?20
DON GIL
Ángel mío, en penas tales
no siento yo el verme esclavo 690
del demonio; mis pesares
solo son haber negado
a Dios, y como yo alcance
perdón de haberle ofendido,
aunque él su esclavo me llame, 695
no sentirá el cautiverio.
ÁNGEL
Con eso dél te libraste
esa contrición merece
que se rompa y despedace

  (Rompe la cédula.)  

la escritura. Infiel dragón, 700
tú no pudiste engañarle,
ni él obligarse a tu engaño.
ya tu esclavo no le llames.
DEMONIO
No es posible.
GOLONDRO
¿Oís ahí?
ÁNGEL
A los senos infernales 705
baja, por justo decreto,
donde eternamente yaces
DEMONIO
¿Ay de mí! Que voy dos veces
condenado a eterna cárcel.

 (Húndese.)  

GOLONDRO
Anda con todos los diablos. 710
ÁNGEL
Hombre, que a Dios enojaste,
ya te libré del demonio;
tú a ti de ti has de librarte.

 (Vuela.)  



Escena XII

 

DON GIL, DON DIEGO, GOLONDRO.

 
DON GIL
¡Ay de mí, qué ciego estuve!
Vos, benigno y santo padre, 715
que habéis sido el instrumento
para que a Dios por vos halle,
no vuestra mano, hasta estar
seguro, me desampare.
DON DIEGO
Llega a mis brazos, don Gil, 720
amigo, llega a abrazarme;
don Diego soy de Meneses
tú a esta verdad me guiaste,
y lo que gané por ti,
quiere Dios que por mí ganes. 725
DON GIL
¡Ay amigo! Tú me guías
adonde mis culpas lave
con la vocal confesión.
DON DIEGO
No solo a eso he de guiarte,
sino adonde restituyas 730
los honores que quitaste;
que en pagando a Dios, se debe
pagar también a las partes.
DON GIL
A todo iré yo.
DON DIEGO
Pues vamos;
sígueme.
DON GIL
Ve tú delante.
735
GOLONDRO
Padre, y yo, que consentí,
¿qué haré porque Dios se aplaque?
DON DIEGO
Esté tres horas en cruz.

 (Vase.)  



Escena XIII

 

GOLONDRO; luego, DON VASCO, BRITO, un VILLANO y criados.

 
GOLONDRO

 (Saca una bota de vino.)  

Quien tal hace, que tal pague.
Mas gente viene, esto es malo: 740
escondo el santo vinagre.21
 

(Esconde la bota bajo los hábitos, pónese en cruz, y salen DON VASCO, BRITO, un VILLANO y criados, todos con escopetas.)

 
BRITO
Todo el contorno cercado
está; no puede escapar.
VILLANO
Aquí solo le has de hallar.
CRIADO
Bien la hora se ha guardado. 745
DON VASCO
Examinad sin tardanza
vosotros este horizonte;
que no ha de salir del monte
sin que logre mi venganza.
GOLONDRO

 (Aparte.) 

La gente es de pesadumbre, 750
y elevarme ha de importar;
mas no me puedo arrobar,
que aún no bebí media azumbre.
VILLANO
Aquí está un santo varón;
dél informaros podéis. 755
DON VASCO
Aguardad, no le inquietéis;
que está el Santo en oración.
BRITO
Transformado en otro ser,
parece que está con Dios.
GOLONDRO

 (Aparte.) 

Como creáis eso vos, 760
me viene a mí Dios a ver.
DON VASCO
Con Dios habla (¡qué favor!);
quien eso no busca es loco.
BRITO
Acerquémonos un poco.
GOLONDRO

 (Aparte.) 

Que tú eres el mayor, toco, 765
si me crees.
DON VASCO
¡Dulce ardor!
VILLANO

 (A BRITO.) 

¿No llegáis a percibir
que habla con Dios?
BRITO
Ya le escucho.
GOLONDRO

 (Aparte.) 

Si creéis lo que os embucho,
mi bota logro escurrir. 770
CRIADO
Con Dios está arrebatado.
DON VASCO
¡Qué dulce conversación!
GOLONDRO
No me hurtes tú la ración
y más que no esté arrobado.
VILLANO
Mirarle a la cara quiero. 775
GOLONDRO

 (Para sí.) 

Pues por ahí voy volado.
BRITO
A Dios dice que ha llegado.
VILLANO
Señor, este es bandolero.
GOLONDRO

 (Aparte.) 

Malo es esto, según veo;
ya dio fin aquí mi historia. 780
DON VASCO
¿Qué dices?
VILLANO
Es cosa notoria,
que este es ladrón.
DON VASCO
No lo creo.
VILLANO
Aunque te veis tan marchito,
este es ladrón, no os asombre.
GOLONDRO
¿Con quién habla este buen hombre? 785
¿Qué es lo que dice, hermanito?
VILLANO
Que aquí finges este celo,
y eres un ladrón malvado.
GOLONDRO
Sí soy; que a Dios le he robado
todas las joyas del cielo. 790
BRITO
No creas tal desatino.
señor. Santo se fingió;
que este es Golondro.
GOLONDRO
Pues ¿yo
digo que soy golondrino?

  (Deja caer la bota.)  

VILLANO
La bota se le ha caído; 795
ved si es santo el embustero.
GOLONDRO
¿Bota a mí? ¡Oh manso cordero!
En mi vida lo he bebido.
BRITO
Pues ¿no la traías contigo?
GOLONDRO
Yo no.
BRITO
Pues ¿quién la tenía?
800
GOLONDRO
A algún ángel se caería
de los que estaban conmigo.
DON VASCO
¿Tú a don Gil no le servías?
GOLONDRO
Sí, que negarlo no quiero;
mas él se hizo bandolero, 805
y yo santo en cuatro días.
DON VASCO
¡Jesús! ¿Tan gran testimonio
contra un santo se asegura?
GOLONDRO
¿Qué santo, si hizo escritura
de darle el alma al demonio? 810
DON VASCO
¿Qué dices? ¡Terrible espanto!
DON GIL

 (Dentro.) 

La verdad dice (¡ay de mí!).
DON VASCO
¡Válgame el cielo! ¿Qué oí?
GOLONDRO
Miren aquí si soy santo.


Escena XIV

 

DON GIL y DON DIEGO, al patio. Dichos.

 
DON DIEGO
Llega, don Gil; que esta es 815
la penitencia más digna.
Pues sin la satisfacción,
aún está la culpa viva.
GOLONDRO
Este es don Gil y don Diego
DON VASCO
Muera el traidor.
 

(Apuntan con las escopetas, y échase DON GIL a los pies de DON VASCO.)

 
DON GIL
¿A quién tiras,
820
si el que te ofende, a tus pies
su muerte ya solicita?
DON VASCO
¡Válgame el cielo! ¿qué veo?
¿No eres don Gil?
DON GIL
De Arogía
don Gil soy, que tus pies baño, 825
por si las lágrimas mías
pudieren lavar la mancha
que hizo en tu honor mi malicia.
Yo soy, Señor, el ladrón
que este monte escandaliza; 830
yo quien robó de tu casa
a tu ya dichosa hija;
no don Diego de Meneses,
que es el que presente miras.
Más justo que yo era entonces, 835
pues yendo la noche misma
que él intentaba robarla,
a estorbarle la salida,
él se llevó mi virtud,
y me dejó su desdicha. 840
Él, como ves, penitente
a ese monte se retira,
y yo en él ladrón he sido
de honras, haciendas y vidas.
y sabiendo ya que tú 845
le buscas como justicia,
vengo a entregarme al castigo.
mas si mis culpas te irritan,
claro está, corno tal dueño
de la ofensa que te obliga, 850
por Dios, por su pasión santa,
flor su Madre esclarecida,
por las lágrimas que lloro,
(que ya, si las examinas,
no son agua, sino fuego, 855
que mi contrición destila)
te pido que no me mates.
Llévame preso a Coimbra,
donde en público suplicio
pague esta mísera vida 860
de sus ofensas al mundo
lo que puede como mía.
DON VASCO
No te queda al corazón
resquicio para la ira,
enternecido a tu llanto, 865
y absorto de la noticia.
Y aunque viéndote rendido,
y ya en pena tan contrita,
perdonarte era la acción
de mi nobleza más digna, 870
si lo intento como parte
no puedo como justicia;
y es fuerza llevarte preso,
porque, averiguada y vista
tu causa, de tan gran caso 875
quede con fe la noticia.
¿Quién eran los que contigo
en ese monte vivían?
DON GIL
Solo ese pobre ermitaño
estaba en mi compañía. 880
GOLONDRO
¿Yo? Hombre, mira lo que dices;
¿que soy ya santo no miras,
y estoy haciendo milagros?
DON VASCO
Hombre, ¿qué dices?
GOLONDRO
¿Se admira?
Vive Cristo, que hago más 885
milagros que longanizas.
¿Quiere que aquí le haga mozo?
DON DIEGO
Seño, si tú solicitas
averiguar la verdad,
nadie mejor que tu hija 890
te puede informar en ella.
DON VASCO
¿Qué dices? ¿Violante es viva?
DON DIEGO
Y yo os guiaré donde está.
DON VASCO
¡Ay cielos! Vamos aprisa.
DON DIEGO
Verás en ella un retrato 895
de Magdalena.
DON VASCO
¡Qué dicha!
Vamos luego.
DON DIEGO
Pues seguidme.
DON VASCO
No voy en mí, de alegría.
DON GIL
Cielos, satisfago yo,
muriendo, a vuestra justicia. 900
BRITO
Venga él también.
GOLONDRO
Brito, hermano,
anda a espacio.
BRITO
Venga aprisa.
GOLONDRO
Calle, o haré aquí un milagro
que le convierta en salchicha.
 

(Vanse.)

 


Escena XV

 

DOÑA VIOLANTE, con una cruz grande a cuestas.

 
Ya, Señor, que se han cumplido 905
los términos de mi vida,
me mandáis que aquesta cruz
lleve del monte a la cima,
donde he de daros el alma,
para mayor gloria mía. 910
La flaqueza de mi aliento
Retarda el paso, que aspira
a llegar presto a la cumbre.
En estas peñas se mira
un hueco en que he de ponerla; 915
Mas cielos, ¿cómo podría,
si enarbolarla no puedo?22


Escena XVI

 

Dos ángeles, con hachas. DOÑA VIOLANTE.

 
ÁNGEL 1.º
Aquí tienes quien te asista.
ÁNGEL 2.º
Violante, no desconfíes.
DOÑA VIOLANTE
¡Oh celestial compañía! 920
¿Yo vuestra ayuda merezco?
ÁNGEL 1.º
Y aunque tengamos envidia.
 

(Los ángeles colocan la cruz.)

 
ÁNGEL 2.º
Con ella agora te abraza;
que ya la cruz está fija.
DOÑA VIOLANTE
¡Oh soberano madero! 925
Ara de Dios, dulce insignia
de la redención del hombre,
admitidme, si soy digna;
que donde murió el pecado,
quien cometió tantos viva. 930
dulce leño, dulces clavos,
que dulce peso sufrían,
si abrazaste al Redentor,
abraza la redimida.


Escena XVII

 

DON GIL, DON DIEGO, DON VASCO, GOLONDRO, BRITO, el VILLANO, criados; MÚSICA, dentro. Dichos.

 
MÚSICA

 (Dentro.) 

Te, Deum, laudamus, 935
te, Dominum, confitemur.
DON DIEGO
¿No oís celestiales voces,
que donde está nos avisan?
DON GIL
Lo que la voz da al oído,
da su presencia a la vista. 940
DON VASCO
Elevada en una cruz
allí una mujer se mira.
GOLONDRO
Señor, Violante es aquella.
¿Qué dices? ¡Ay hija mía!
DOÑA VIOLANTE
Padre, ya que había de verte 945
antes de morir sabía;
y pues me ves perdonada
de Dios, él en mí te avisa
que a tu enemigo perdones.
Que yo a la quietud tranquila 950
voy de la vida que espero
en vuestras manos divinas,
señor, mi alma encomiendo;
vuestra piedad la reciba.

 (Muere.)  

MÚSICA

 (Dentro.) 

Te, Deum, laudamus, 955
Te, Dominum, confitemur.
DON VASCO
No solamente perdono
a quien por ti me ofendía,
mas hago voto de hacer
un templo aquí, donde viva 960
la memoria deste caso.
DON GIL
Y yo de acabar mi vida
en la religión sagrada
a que Domingo me inclina.
GOLONDRO
Y yo de meterme a lego; 965
con que si logran la dicha
Matos, Cáncer y Moreto
de agradaros este día,
Caer para levantar
de ejemplo y aplauso sirva. 970





 
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