Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice Siguiente


Abajo

Cómo se vengan los nobles

Agustín Moreto



PERSONAJES
 

 
RAMIRO.
DON GARCÍA,   príncipe.
DON FERNANDO,   infante.
DON GONZALO,   infante.
DON SANCHO,   rey de Navarra.
LA REINA DOÑA ELVIRA.
PEDRO SESÉ.
FORTÚN,   viejo.
ORDOÑO.
NUÑO.
MENDO.
RUI VELA.
BUSCÓN,   gracioso.
SOL.
Dos jueces.
Soldados.
Zagales.
Pueblo.
Acompañamiento.
 

La acción pasa en Navarra y en Aragón.

 




ArribaAbajoJornada I

 

Soto inmediato a la aldea de Aybar.

 

Escena I

 

RAMIRO, coronado de una guirnalda de yerbas; SOL, BUSCÓN; ZAGALES, con instrumentos músicos. Todos en traje de serranos.

 
ZAGAL 1.º

 (Canta.) 

Viva muchos años aqueste zagal,
que es el más galán.
SOL
Por Dios, Ramiro, que os viene
el reino como nacido.
BUSCÓN
Rey eres de aquesta pascua; 5
echa por aquesos trigos,
y manda como persona.
SOL
Mal haya quien no te hizo
rey de veras, pues mereces
ser emperador de Egipto. 10
BUSCÓN
¿Sabes lo que estoy temiendo?
ZAGAL 2.º
¿Qué temes?
BUSCÓN
Que el Santo Oficio
no nos prenda, porque este
se llama, a lo que imagino,
hechizo, y no es muy buen hecho 15
hacer rey con el hechizo.
Mas consuélame una cosa,
que tengo un familiar tío,
y de aquí renuncio el pacto,
por no lo pagar jodío. 20
SOL
Ello está como ha de estar;
que en cas de los reyes mismos
se echan las habas y tortas.
BUSCÓN
Y al pan pintado ¿qué oficio
lle loca por liña recta? 25
SOL
Ya empiezan tus desatinos.
RAMIRO
Zagales del valle Aybar,
yo os agradezco infinito
la elección que en mi habéis hecho
de rey, aunque rey fingido; 30
pero hanme dado los cielos
pensamientos tan crecidos
que un reino estrecho le viene,
y aun muchos, al valor mío.
Ese monte, esa ribera, 35
señas darán de mi brío,
pues asido a la cerviz
del mas pujante novillo,
besa humilde a su pesar
el suelo con el hocico. 40
¿Qué jabalí entre mis brazos
tuvo vida? ¿Quién ha visto
oso a quien yo no derribe,
luchando a brazo partido?
¿A qué venado no alcanzo? 45
y tan bien la honda vibro,
que las aves en el aire
no se escapan de mis tiros.
a hacer mercedes empiezo:
Moncayo es caballerizo, 50
Melampo mi mayordomo,
mi secretario Jacinto,
mi capitán de la guarda
Buscón.
BUSCÓN
Pues dime, ¿qué oficio
es capitán de lla albarda? 55
¿Son mis soldados pollinos?
RAMIRO
El más lucido del Rey.
BUSCÓN
¿Luego só yo el más lucido?
Par Dios, la capitanía
no me llega a los tobillos. 60
RAMIRO
A Sol doy...
BUSCÓN
No des a Sol;
que yo tengo mucho frío,
y quisiera calentarme
a ella, porque tirito.
SOL
Mas arre allá; di, Buscón, 65
¿en qué piensas?
BUSCÓN
En marido,
que es el peor pensamiento.
SOL
¿Tú conmigo?
BUSCÓN
Yo contigo.
SOL
Anda en el valle un runrún
de que no eres bien nacido. 70
BUSCÓN
Buen parto tuvo mi madre;
dello daré mil testigos.
SOL
Nadie a tu padre conoce.
BUSCÓN
Nunca fué hombre entendido.
Y ¿para qué nos cansamos? 75
Yo pierdo en casar contigo;
y pruébelo: Sol con uñas,
¿nunca en tu vida habrás visto
azotar a una mujer
por hacerle a su marido, 80
(como han hecho a muchos buenos),
aquel mal nombre de Signo?
¿Ni por andar rota, no?
Y a él, porque aquello ha sufrido,
le pega por esas calles 85
(cosa es que me quita el joicio)
con una ristra de ajos
la bellaca que lo hizo.
Yo, que nunca soy valiente
ni colérico sanguino, 90
sino la paz de la tierra,
vó a perder. ¿Heislo entendido?
SOL
Sois un gran desvergonzado.
BUSCÓN
Sol, por mayor os estimo.


Escena II

 

FORTÚN. Dichos.

 
FORTÚN
¿Qué locuras son aquestas? 95
BUSCÓN
El viejo nos ha cogido;
mas ¿qué hay sermón como el puño?
FORTÚN
¿Tú coronado, Ramiro?
RAMIRO
Electo fui por la suerte.
FORTÚN
Y aun lo tienes merecido. 100

  (Aparte. 

Mal disimula la sangre.)
El Rey ha de ser, sobrino,
tan venerado de todos,
tan respetado y temido,
que nadie le juzgue humano, 105
y le imagine divino.
No cabe el Rey en las burlas,
pues quien al sol atrevido
mira, sus rayos le privan
de la vista por castigo. 110
Busca otros juegos mejores.
RAMIRO
Ninguno me ha parecido
tan bueno, y a aqueste solo
con mayor gusto me aplico.
FORTÚN

 (Aparte.) 

De veras pudiste serlo. 115
 

(Dentro ruido.)

 


Escena III

 

El REY, la REINA, DON GARCÍA, DON FERNANDO, DON GONZALO, PEDRO SESÉ. Dichos.

 
REY
Ésta es la mejor aldea
del valle.
REINA

 (Aparte.) 

Según me han dicho,
en ella un hijo del rey
se cría; y si lo examino,
daré venganza a mis celos. 120
BUSCÓN
El Rey es, par Dios.
FORTÚN
Ramiro,
quítate aquesa corona.
RAMIRO
Si hoy soy rey, ¿en qué he incurrido,
pues no se ha ausentado el sol
desa campaña de vidro? 125
REY
¿Quién sois?
FORTÚN
Señor, los zagales
del valle, por regocijo
de la Pascua, rey han hecho
al que veis, sobrino mío.
REY
Pues proseguid con la fiesta. 130
BUSCÓN

 (Al REY.) 

Y yo por él só elegido
por capitán de lla guarda,
aunque pecador indigno;
y deseo que me diga
cuánto me valdrá el oficio, 135
así poco mas ó menos.
REY
Mucho os valdrá.
BUSCÓN
Salto y brinco.
Y dígame, ¿pasará
aqueste cargo a mis hijos?
REY
¿Sois casado?
BUSCÓN
No, Señor;
140
pero agora solicito
casarme, y faltan los medios.
Yo la quiero, que só fino,
y ella no me puede ver,
que es zagala de capricho. 145
REY
¿Cómo os llamáis?
BUSCÓN
¿Yo? Buscón,
y es un muy noble apellido;
que só Buscón de los buenos.
REY
Y ¿qué buscáis?
BUSCÓN
Enfenito
me pregunta el señor Rey; 150
pero yo he de andar comprido.
Señor, yo busco dinero
(verá si es malo el principio),
busco las vidas ajenas
en el baile y el egido; 155
busco las bellas zagalas,
y con esto, busco ruidos;
porque una mujer, Señor,
más ruido da que un cochino.
DON GARCÍA

 (Aparte a sus hermanos.) 

El villano no hace caso 160
de nosotros.
DON FERNANDO
Yo me río
de verle hacer el papel
de rey.
DON GONZALO
Y yo me apercibo
para hacerle alguna burla.
PEDRO SESÉ

 (Aparte.) 

No parece rey fingido 165
el labrador en el talle.
RAMIRO

 (Aparte.) 

Mal la cólera reprimo,
viendo que éstos me mormuran.
Y si ahora la corrijo,
es por el Rey; que si no, 170
vieran quién era Ramiro.
BUSCÓN
Vaya de baile, zagales.
Sol, yo he de bailar contigo,
aunque estés tan rostrituerta;
que para ver si te obligo, 175
te bailo el agua delante.
Ea, seamos amigos.
SOL
A solas te cogeré.
BUSCÓN
Ya me hablas de haber cogido.
 

(Canta un ZAGAL, y bailan los restantes.)

 
ZAGAL 1.º
Toros hay en nuestra villa 180
por el Rey, que nuesas pascuas
nos las pronostica buenas,
que es el sol destas montañas.
 

(Todos los ZAGALES cantan.)

 
ZAGALES
Al coso, al coso;
que tocan la trompeta y sale el toro 185
ZAGAL 1.º
A los andamios, simples, serranillas,
que es el toro los celos y la envidia.
 

(Coro de ZAGALES.)

 
ZAGALES
Aprisa aprisa;
que celos no perdonan cosa viva.
REY
Mucho, Fortún de Moncada, 190
el baile y fiesta os estimo;
mas no es mucho en vuestro afecto
saber hacerme servicios.
Señora, a descansar vamos.
REINA
Vamos, Señor.

 (Aparte. 

Solicito
195
inquirir de mi sospecha
la causa.)
FORTÚN
Besa, Ramiro,
a su majestad la mano.
RAMIRO
Si tus pies he merecido,
soy mas allá de dichoso. 200
REY
Alzad. ¿Es vuestro sobrino?
FORTÚN
Sí, Señor.
REY
Para que pueda,
pues es rey hoy elegido,
hacer mercedes a todos,
ya que ha repartido oficios, 205
repártales mil escudos,
que le doy.
BUSCÓN
Vivas mas siglos
Rey, que una suegra y un suegro
pobre el yerno y ellos ricos.
REINA

 (Aparte.) 

En mí las sospechas crecen; 210
aqueste es del Rey el hijo.
PEDRO SESÉ

 (Aparte.) 

El labrador es galán,
y tan bien me ha parecido,
que le he cobrado afición.
DON GARCÍA

 (Aparte a los infantes.) 

¡Oh qué burla le apercibo 215
al villano!
DON FERNANDO
Hame cansado.
DON GONZALO
A mi me tiene mohíno.
RAMIRO

 (Aparte.) 

Éstos de mí están hablando.
BUSCÓN
Sol, desde hoy quedo rico,
porque a mí me ha de tocar 220
la Mayor parte; que he sido
lengua de todos nosotros.
SOL
Y el lenguaje es bien pulido
para hablar con majestades.
BUSCÓN
Tómenlo como lo digo. 225
Prosigamos nuestra fiesta;
que yo no só mas critico.
 

(Detiene FORTÚN al REY, y vanse los demás.)

 


Escena IV

 

El REY, FORTÚN.

 
FORTÚN
Señor, escuchadme a solas.
REY
¿Qué queréis?
FORTÚN
Nunca he tenido
dicha de lograr mi intento 230
sino es hoy; y pues he sido
feliz, oíd, y sabréis
los secretos escondidos
que guarda este noble pecho.
REY
Bien podéis, Fortún, decirlos. 235
FORTÚN
Ya treinta veces el autor del día
de Piscis calentó la estación fría;
seis lustros, como digo, se han pasado
desde que yo, al descanso convidado,
en los ocul tos robles desta sierra 240
colgué las armas, rayos de la guerra.
Si en ella te serví, dígalo el moro,
que callarlo le toca a mi decoro;
bien que el silencio a entrambos nos alcanzas
a él por su afrenta, a mí por mi alabanza. 245
A ese tiempo llevó mi esposa el cielo;
y aunque fue muy crecido el desconsuelo,
si algún alivio tuve contra el hado,
en una hija me quedó librado,
prudente, afable, recatada y bella; 250
¡oh cuánta perfección un mármol sella!
Ramiro, muy pesada es vuestra historia,
pues me cuesta tan mísera memoria.


Escena V

 

La REINA, al paño. Dichos.

 
REINA

 (Aparte donde está oculta.) 

El labrador al Rey ha retirado;
aquí sabré si es cierto mi cuidado, 255
pues que cría al bastardo he presumido.
FORTÚN
Una siesta que el sol más encendido
en la luciente esfera
llegaba a la mitad de su carrera,
envuelto o mal fajado entre unas flores 260
(que fueron del abril madres mejores,
que no la que proterva
desamparado le dejó en la yerba),
un niño hallé, hallé un hermoso infante,
tan de nacer en aquel mismo instante, 265
que descompuse inquieto y cuidadoso
el catre de las flores oloroso,
por ver si en él acaso se escondan
su madre, vergonzosa, si no impía.
Mas él menos se engaña,pues se queja 270
de la poca piedad de quien le deja,
sirviéndole de lengua en sus enojos
doliente llanto de divinos ojos.
Suspenso y compasivo
en el pardo capote te recibo, 275
gozosa el alma, porque imaginaba
que algún oculto bien en él hallaba;
y aun todavía el alma lo desea.
Llego pues al aldea,
donde como a hijo mío 280
con afecto y amor al niño crío.
Mas apenas el sol las cumbres dora,
disipando las perlas del aurora
dos veces, cuando...(¡ay triste!
mal el dolor resiste 285
el corazón turbado)
de un accidente fiero arrebatado,
mi hija Acaya hermosa
en jazmín vuelve la purpúrea rosa,
sin voz, sin pulsos, sin acción viviente; 290
y en fin, todo mortal el accidente,
me declara en la última dolencia
que el niño que ha criado
es tu hijo y mi nieto desdichado;
que engañó tu palabra su recato; 295
que te casaste luego, siendo ingrato,
Señor, con la condesa
de Castilla; que viendo tu promesa
mentida con ajeno casamiento,
tanto fue su dolor, tal su tormento, 300
que de infelice deshonor moría.
¡Con qué dolor lo digo! ¡Ay hija mía!
Quedó Ramiro pues (que así se llama
el que naciendo escureció mi fama,
si ya no es que, como rey piadoso 305
honrándole, este mal hagas dichoso),
con título quedó de mi sobrino,
porque el valle de Aybar tuviese dino
sucesor, ocultándole hasta ahora
su origen, y siendo él quien más lo ignora; 310
bien que sus generosos pensamientos,
su valor, sus alientos,
con los demás afectos que le rigen,
señas dan manifiestas de su origen.
Es pues el que por suerte le ha tocado 315
el ser rey hoy y viste coronado.
Su destino, su impulso, es a la guerra;
no hay fiera tan indómita en la sierra,
que en oyendo su voz no se amedrente
y que de su presencia no se ausente. 320
Los árboles le tiemblan hoja a hoja.
Y aun los riscos le temen si se enoja.
En el curso veloz no hay quien le iguale;
y si a luchar a la palestra sale,
sólo cuando el ceñudo bulto arrostra, 325
el pastor más robusto se le postra.
No hay resabio que tenga de villano:
todo es cortés, altivo, cuerdo, urbano.
El potro más cerril solo él le doma.
Cuando la blanca o negra espada toma, 330
un rayo vibra; cuando tañe y canta,
los zagales suspende. Y se adelanta
en todo de tal suerte,
que por lo sabio, lo galán, lo fuerte,
en la esfera de rústico él es solo 335
el Héctor, el Oráculo, el Apolo.
Ésta es, Señor, la historia. Si los reyes
subordinarse deben a las leyes.
¿Qué justicia, qué ley, qué rey, qué fuero
depone el hijo que nació primero? 340
Que nacer natural ello se dice,
que a la ley natural no contradice.
Y si la ley divina lo condena,
eso sólo es en pena
del inicuo pecado contraído 345
en la generación; mas no seguido
en la progenie, pues que noble nace,
y al natural derecho satisface.
Además que en virtud y consistencia
de la palabra, puedes a tu herencia 350
justamente llamarlo, pues la diste
de casamiento al tiempo que le hubiste.
Y cuando juntamente eso no sea,
hónralo como a hijo, porque vea
el mundo tu clemencia y tu justicia, 355
haciendo su fortuna más propicia.
Mas si de hacerlo no tienes intento,
no le conozcas, no, por cumplimiento;
y esto quédese aquí, que más le importa,
siendo su dicha corta, 360
vivir Ramiro, como hidalgo honrado,
que ser hijo del Rey, menospreciado;
bien que en tal caso suyo será el duelo,
tuyo el rigor, y mío el desconsuelo.
REY
Fortún, con mucha razón 365
os podréis de mí quejar
si no me viereis mirar
por tan justa obligación;
que aunque yo lo creía todo,
conmigo no le he llevado 370
hasta estar bien informado
de su traza y de su modo.
¿Qué, tan nobles muestras da
de su gran valor?
FORTÚN
Señor,
espero que tu valor 375
y tus pasos seguirá;
yo lo fío.
REY
La inquietud
fue de mi primer ardor;
ya todo sombra es. ¡Oh flor
breve de la juventud! 380
REINA

 (Al paño.) 

No fue mi recelo en vano;
ciega me tiene el pesar.
¡Qué presto le he de quitar
los derechos al villano!
REY
Fortún, lo que importa es 385
agora disimular,
por excusarla un pesar
a la Reina; que después
en Nájera más de espacio
destas cosas trataremos; 390
y a Ramiro le traeremos
decentemente a palacio,
luego que de Zaragoza
vuelva, donde ahora intento
cercar al moro, que exento, 395
la paz sin azares goza.
A Ramiro me enviad;
que quiero ver cómo prueba
en la guerra.
FORTÚN
Ya renueva
el seco árbol de mi edad. 400
Ya estoy viejo, mas si importa
para serviros mi espada,
aunque de vejez tomada,
yo te aseguro que aún corta.
REY
No, Fortún, que ya estás viejo, 405
como decís; y aunque yo,
cuando de la espada no,
me valiera del consejo,
desde acá que me instruyáis
quiero, que así más me obligo. 410
Venid agora conmigo.
FORTÚN
Mil años, Señor, viváis.
 

(Vase con el REY.)

 


Escena VI

 

La REINA. Sale.

 
¿Qué es lo que he escuchado? ¡Él rey!
¿Cómo es posible que oyera
que aquel villano prefiera, 415
un vil, bastardo por ley,
a mis hijos? Vive el cielo,
que ha de morir. ¡Ah traidor!
Mortal me tiene el dolor;
no en balde fue mi recelo. 420
¿Compitiendo a los infantes
de Navarra está un villano?
¡Y alguna sangrienta mano
los hará infelices!... Antes
deponga él la infame vida 425
en el vengativo acero;
antes... ¡Oh, qué infausto agüero
tiene el alma suspendida!
El serrano la corona
y la Insignia real se viste. 430
¡Oh, cuánto el presagio triste
segunda vez me ocasiona
mayor temor!


Escena VII

 

DON GARCÍA, DON FERNANDO, DON GONZALO. La REINA.

 
DON GARCÍA
Todo está
prevenido.
DON FERNANDO
Sólo a ti
esperamos.
REINA
¡Ay de mí!
435
DON GONZALO
De partir es hora ya.
DON GARCÍA
Parece que no está buena
vuestra alteza.
REINA
No, García;
que fue la enfermedad mía
del achaque de una pena. 440
DON GARCÍA
¿Pena hay que causarla pueda
a vuestra alteza?
REINA
Un azar.
DON GARCÍA
¿Qué amenaza?
REINA
No reinar.
DON GARCÍA
¿A quién?
REINA
Al que el reino hereda.
DON GARCÍA
¡Ay cielo!
DON FERNANDO
¿Qué novedad
445
es esta?
DON GONZALO
¿Qué triste agüero?
REINA
Si lo remediáis primero,
ya no será realidad.
DON GARCÍA
Pues ¿es destino que deja
recurso al remedio?
REINA
Es llano.
450
DON GARCÍA
¿Cómo?
REINA
Matando al villano
que el valle por rey festeja.
DON GARCÍA
Si en eso no más estriba,
fácilmente se aligera
tu azar. El villano muera, 455
y viva el Príncipe.
DON FERNANDO y
DON GONZALO
¡Viva!
REINA
Pues hijos, sabed que no
sólo es superstición vana
el que la plebe villana
por su rey le coronó, 460
ni es sospecha en el reinar;
que aunque es auto del dador,
es tan hijo del temor,
que él solo inventa el azar.
No es lo que me aflige ahora 465
abusión de engaños llena;
mayor mal causa mi pena,
causa oculta el alma llora.
Para mejor ocasión
os la guardo; primero es 470
darle muerte, que después
os lo diré en conclusión.
Previendo daños futuros,
aquí no hay medio: o matar
a este villano, o no estar 475
de la corona seguros.
DON GARCÍA
Pues vamos, hermanos; que antes
que esconda el sol sus fulgores,
han de quedar sin temores
de Navarra los infantes. 480
 

(Vanse.)

 


Escena VIII

 

Calle de la aldea.

 
 

SOL, BUSCÓN.

 
BUSCÓN
Sol luego ¿tú no lo vistes?
SOL
¿Qué, Buscón?
BUSCÓN
¿Qué? Que mos vamos
a matar moros.
SOL
¿Quién?
BUSCÓN
Yo
y el sobrino de nuesamo.
SOL
Como creo en Dios.
BUSCÓN
Por ésta.
485
SOL
¡Ay que enredo!
BUSCÓN
¡Verá el diabro!...
Pescúdaselo a Señor,
que diz que lo ha embelecado
al Rey para que nos lleve
o por fuerza o maniatados. 490
SOL
¿Qué en fin te vas con Ramiro?
BUSCÓN
Helo yo rehusado harto,
porque diz que hay en la guerra
como el puño los trabajos;
empero por otra parte, 495
vive a ños que me he holgado.
SOL
¿Por qué?
BUSCÓN
Porque sos terribre:
Me haces mártir, mas non santo;
aunque en desaparecerme
de vos he de hacer milagros. 500
SOL
Buscón, ¿cómo dices eso?
Dime, ¿estás endemoniado?
BUSCÓN
¡Ay, ay! Ya no es sol con uñas,
sino sol con garabato.
SOL
¡Ah Buscón, tú a ver el mundo 505
te vas y acá nos quedamos!
Mas di, para que me acuerde
de ti, ¿no me dejas algo?
BUSCÓN
¿Qué?
SOL
Una prenda de tu amor.
BUSCÓN
No la tengo, Dios loado; 510
pero yo os dejo mi burra
por vuestra. Empero es el caso
que es de Señor; si él quixere,
tendréis con ella cuidado.
SOL
Tonto, no es eso
BUSCÓN
Pues ¿cómo
515
tiene de ser?
SOL
Mira: cuando
se despide de su dama
uno que está enamorado,
diz que le da una cadena,
un anillo o un retrato, 520
para que tenga memoria.
BUSCÓN
Si eso es, ya estoy pensando
qué daros; poneos al cuello
esta cadena, que al cabo
también un anillo tiene. 525

  (Echala al cuello una cincha.) 

SOL
Si has de estar aparejado
para ir a la guerra, y has
de tener allá algún cargo.
Póntela.

 (Pónesela.) 

BUSCÓN
De sólo oírlo
me están las carnes temblando; 530
pero Santiago, y a ellos.
SOL
Tráeme sólo un par de esclavos.
BUSCÓN
Sol, ¿teneis alguna jaula?
SOL
¿Qué? ¿Para traerlos atados?
BUSCÓN
Que no es para eso.
SOL
Pues
535
¿para qué?
BUSCÓN
Para dejaros,
por muy urraca y muy loca,
metida mientras los traigo.
SOL
Miren aquí qué finezas
y qué amores.
BUSCÓN
Só un bellaco.
540
SOL
Yo sé que me quieres bien.

  (Llégase a él.) 

BUSCÓN
No retocéis; que me abrando.
SOL
Pero allí sale Ramiro.
BUSCÓN
¡Oste, puto!
SOL
¡Guarda, Pablo!
Entrate, que si nos topa, 545
nos dará ducientos palos;
que es gruñidor y celoso.

 (Vase.) 



Escena IX

 

RAMIRO, con capa y espada. BUSCÓN.

 
RAMIRO
¿Buscón?
BUSCÓN
¿Qué quieres?
RAMIRO
Buscando
te andaba; vénte conmigo
aprisa, que importa.
BUSCÓN
Vamos.
550

  (Aparte. 

Siempre me viene con estos
empujos este mochacho.)
RAMIRO
Desde esta noche, Buscón,
te has de ensayar de criado
de obligación, pues que ya 555
el pie en el estribo estamos
para ir a servir al Rey,
honor y fama ganando.
BUSCÓN
Pues bien; con toda esa arenga,
¿qué tenemos?
RAMIRO
Un enfado
560
voy a vengar en aquellos
criados del Rey, que cuando
me vieron en ese valle
por vosotros coronado,
se rieron de mí, y dijeron 565
que yo era un necio villano.
Y vive Dios, que si puedo
he de matarlos; que un cuarto
de legua, a lo más, el Rey
habrá de aquí caminado. 570
Anda pues, o iréme solo.
De enojo y cólera rabio.
BUSCÓN
¡Oh, pesia el alma de quien
me dio leche! ¿Estás borracho?
¡Verá el hijo del dimoño 575
en lo que estaba pensando!
RAMIRO
Advierte, necio, que no
porque me ayudes te llamo,
pues yo solo, vive el cielo,
para todo el mundo basto; 580
sino porque felizmente
sea éste el primer ensayo
que te allane en los peligros
la dificultad y el paso.
BUSCÓN
¿Ensayarme en los peligros? 585
Yo me vea ensayonado
si tal ensayo yo hiciere,
aunque ande siempre sin sayo;
pero déjame apañar
dos docenas de guijarros; 590
que no cumplo si no estoy,
hasta huir, a tu lado.
Mas dime, entre tanta gente,
¿cómo has de poder matarlos?
RAMIRO
No será dificultoso. 595
Más gente allí he divisado.


Escena X

 

DON GARCÍA, DON FERNANDO y DON GONZALO, con las espadas desnudas. Dichos.

 
DON GARCÍA
¿Ah labrador?
RAMIRO
¿Quién me llama?
DON GARCÍA
¿Sois de aquesta aldea acaso?
RAMIRO
Nacido y criado en ella.
DON GARCÍA
¿Conocéis aquel serrano 600
que fue de las pascuas rey?
RAMIRO
Como a mí.
DON GARCÍA
¿Queréis guiarnos
a su casa?
RAMIRO
No hay que hacerlo,
pues con él estáis hablando.
DON GARCÍA
Luego ¿vos sois?
RAMIRO
Ya lo he dicho:
605
Yo soy, Ramiro me llamo.
DON GARCÍA
Pues muera, y queden vencidos
desta suerte los presagios.
 

(Embístenle.)

 
RAMIRO
A un hombre solo, cobardes,
tres acometéis?
DON GARCÍA
Matadlo.
610
 

(Éntranse riñendo, y queda BUSCÓN sólo.)

 


Escena XI

 

BUSCÓN.

 
¡Hola, hao de la aldea;
que nos matan, hola, hao!
Ramiro... Entreténgase
un poco con esos palos,
mientras yo me pongo en cobro, 615
para ver en lo que paro.

 (Vase.) 

 

(Sale RAMIRO por otro lado, riñendo con el príncipe y los infantes.)

 


Escena XII

 

DON GARCÍA, DON FERNANDO, DON GONZALO, RAMIRO.

 
DON GARCÍA
Labrador, detente.
DON FERNANDO
Mira.
DON GONZALO
Espera.
DON GARCÍA
Advierte.
RAMIRO
Soy rayo,
y no puedo detenerme
yo a mí mismo cuando caigo. 620
Cobardes, morid.
DON GARCÍA

 (Aparte. 

Ya es
fuerza que nos descubramos.)
Ramiro, atiende que somos
los infantes. Tú has mostrado
el valor que no creímos, 625
con espíritu bizarro.
RAMIRO
Pues ahora más me admiro
de vosotros, porque hallo,
al peso de mejor sangre,
más injusto este mal trato. 630
Los honrados, cuanto más
se precian de ser honrados
menos cometen traiciones,
a su atencion obligados.
DON GARCÍA
¿No ves que ha sido probarte? 635
Que a ser otra causa, es claro
que ya te hubiéramos muerto.
RAMIRO
De cortesía lo paso.
DON GARCÍA
Para llevarte a la guerra
con nosotros, informados 640
de tu persona, quisimos
experimentar si es tanto
como dicen.
RAMIRO
Está bien.

  (Aparte. 

Ello bien puede ser malo
mas hay lances en que importa 645
el pasar por un engaño.)
Digo que yo os lo agradezco,
y os iré sirviendo.
DON GARCÍA
Vamos.


Escena XIII

 

BUSCÓN. Dichos.

 
BUSCÓN
¿Señor?
RAMIRO
¿Qué dices?
BUSCÓN
Venía
a saber en qué ha parado 650
el caso, que no lo he visto;
de cólera me he cegado.
RAMIRO

 (Aparte a BUSCÓN.) 

Oye aparte.

 (Baja la voz.) 

DON GARCÍA

 (Aparte.) 

¡Qué soberbio!
DON FERNANDO

 (Aparte.) 

¡Qué presumido!
DON GONZALO

 (Aparte.) 

¡Qué osado!
RAMIRO
Así lograré mi intento. 655
BUSCÓN
Andar espadachinando
no es para mí, que aborrezco
burlas y veras de manos.
Despídome en siendo inquieto.
DON FERNANDO

 (Aparte a DON GARCÍA.) 

En todo, García, erramos. 660
DON GARCÍA
Venga ahora, que después
habrá ocasión de matarlo.
RAMIRO
Vamos, infantes.
BUSCÓN
Adiós,
aldea, hasta que mos veamos.
Y tú, Sol, prega el amor 665
que te escurezcan nublados,
que las nieblas te amedrenten,
y te mires en los charcos
más sucios de aquese valle;
que yo vó desesperado 670
a tierra de moros, donde
no pasa ningun cristiano.
 

(Vanse.)

 


Escena XIV

 

Campo.

 
 

El REY, la REINA, PEDRO SESÉ, NUÑO, ORDOÑO.

 
REY
¿Cómo se tardan tanto los infantes?.
PEDRO SESÉ
Estarán divertidos en la aldea.
ORDOÑO
Tengo por cierto que partieron antes. 675
REINA

 (Aparte.) 

En vano su tardanza no se emplea,
si en el designio suyo van constantes.
¡Oh cuánto el alma mía lo desea!
REY
Luego el punto quisiera, Pedro Sesé,
que mi partida a Zaragoza fuese. 680
PEDRO SESÉ
Señor, vuestra jornada prevenida
está con tiempo tan adelantado,
que no hay cosa que estorbe ni que impida
para que al punto sea.
REY
Me habéis dado
muy buena nueva; así que, la partida 685
mañana podrá ser.
PEDRO SESÉ
Y aun es tardanza.
REINA
En la priesa consiste mi esperanza.
REY
A vos, Señora, ya os he dado el modo
como heis en el gobierno de guiaros,
siguiendo el cuerdo parecer en todo 690
de Pedro Sesé, que podrá aliviaros
de mucho peso.
REINA
En todo me acomodo
Señor, a obedeceros y agradaros,
especialmente en esto, que es muy justo
REY
Y yo deseo en todo vuestro gusto. 695
Aunque sé, Pedro Sesé, la prudencia
y el valor heredado que os abona,
quiero más para aquí vuestra presencia
que no en la guerra para mi persona.
PEDRO SESÉ
No admito en los deseos competencia 700
de acertarle a servir; de eso blasona
mi espíritu, mi amor, mi fe, mi celo;
y esto sólo, Señor, le pido al cielo.
REY
¿Sabéis qué pienso?
PEDRO SESÉ
¿Qué, Señor?
REY
Si fuera
conveniente llevar a la jornada 705
el caballo andaluz.
PEDRO SESÉ
Señor, si hubiera
vuestra alteza de hacer pública entrada
en alguna ciudad, bien se pudiera
llevar, pero si no, no importa nada
dejarlo acá; demás, que andar no puede 710
en la guerra.
REY
Mejor es que se quede,
porque del blanco aliño del plumaje
(que atado al Betis te bebió el argento)
no cabe con el fuego el maridaje.
En bélico continuo movimiento 715
llamas respira, y en nevado traje
sólo es espía familiar del viento;
bien como el promontorio siciliano,
que nieve ostenta, y fuego oculta en vano.
Mas asegúroos que en aquese solo 720
aun de la rienda subo descuidado.
PEDRO SESÉ
Como es hijo legítimo de Eolo,
Señor, y en vuestra escuela dotrinado,
dado que le haya tal de polo a polo.
REINA
Nadie se pondrá en él; perded cuidado. 725
REY
Es en esto mi gusto tan prolijo
que lo reservo aun de mi proprio hijo.
Vuestra alteza lo mande así, y lo advierta
a los infantes, si quisiere alguno
lo contrario intentar; estando cierta 730
que será para mí muy importuno
cualquiera que deste orden se divierta.
REINA
No creo yo, Señor, que habrá ninguno
que a lo que es vuestro gusto así se oponga.
PEDRO SESÉ
Vuestra alteza lo ordene y lo disponga. 735


Escena XV

 

DON GARCÍA, DON FERNANDO, DON GONZALO, RAMIRO, BUSCÓN. Dichos.

 
DON GARCÍA
Señor, aquí te traemos
el labrador que en el soto
festivamente ayer tarde
de rey ocupaba el solio.
RAMIRO
Dame, gran Señor, licencia 740
que aun antes que el traje tosco
deponga, bese tus plantas,
brevemente venturoso.
REY
¿No sois de Fortún sobrino?
RAMIRO
Y esclavo vuestro.
REY
No ignoro
745
quién sois; levantad del suelo.
RAMIRO
Aun mas a tus pies me postro.
REY

 (Aparte.) 

¡Qué bien muestra ser mi hijo!
BUSCÓN
Y yo estó aquí, que só un tonto.
REY
¿Quién sois?
BUSCÓN
Dígalo Ramiro,
750
porque yo, Señor, no oso,
por no dar a su merced
en la cara o en el rostro
con que no tiene memoria,
pues se lo dije en el soto. 755
REY
Ya me acuerdo que os llamáis
Buscón.
BUSCÓN
Pardiobre, acertólo.

  (Aparte. 

¿Si seria bueno darle
al Rey lo que llaman sopro
de lo que hicieron sus hijos? 760
Mas ¿quién me mete a chismoso?)
 

(Habla aparte la REINA con sus hijos.)

 
DON GARCÍA
Mejor ocasión tendremos.
REINA
¡Qué mal reprimo el enojo!
Pues ya que fue de esa suerte,
yo sola a mi cuenta tomo 765
matarle, si a la jornada
no vais con el Rey vosotros.
Oye, Nuño.
NUÑO
¿Qué me manda
vuestra alteza?
REINA
Escucha, Ordoño.
 

(Hablan aparte la REINA, NUÑO y ORDOÑO.)

 
PEDRO SESÉ

 (Al REY.) 

Puesto que está prevenido 770
tu ejército numeroso,
podrás partir a la aurora.
REY
A vos se os deberá todo.
BUSCÓN

 (Aparte a RAMIRO.) 

Ramiro, pregunto ahora...
RAMIRO
¿Qué?
BUSCÓN
¿Cómo te va de enojo
775
con estos zainos infantes?
RAMIRO
Aquel fue ímpetu honroso
no más y agora es en mi
mucho más el alborozo.
NUÑO

 (Aparte a la REINA.) 

Si es gusto de vuestra alteza, 780
alla no faltará modo
para matarle.
REINA
De ti
y de Ordoño fío sólo.
RAMIRO

 (Aparte.) 

Humilde Fortuna mía,
hoy empiezo a ser dichoso. 785
ORDOÑO

 (Aparte a la REINA.) 

Servirte es mi mayor dicha.
 

(Vanse la REINA, sus hijos, NUÑO, ORDOÑO y RAMIRO.)

 
BUSCÓN
Adiós, mi sol; que no torno
a verte porque estoy lejos,
y yo camino muy poco.

 (Vase.) 

PEDRO SESÉ
Señor, la Reina te espera. 790
REY
Vamos, Sesé. No reposo
hasta verme en Zaragoza
combatiendo contra el moro.



Indice Siguiente