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11

Pronúnciese «Etiópia».

 

12

«Aseclas», esto es, secuaces o seguidores.

 

13

«Ved que yo mandaré a Elías, el profeta, antes que venga el día de Yave, grande y terrible» (Malaquías, III, 23). Obsérvese la fidelidad de la cita, a pesar del verso.

 

14

«El estruendo del día de Yave es horrible; hasta los más fuertes lanzan gritos de angustia» (Sofonías, I, 14).

 

15

Léase «aristocracía».

 

16

Hemos dado alguna muestra de fidelidad de Alarcón en las citas de la Sagrada Escritura. La disputa singularísima que se desarrolla en esta escena entre Elías y el Anticristo responde a un caudal de nociones mucho más del dominio común del siglo XVII que hoy. Los libros que parecen serle más familiares al autor son Daniel e Isaías, sin contar los Salmos.

 

17

Aquí declara Alarcón una de sus fuentes principales, que fue la obra de ese fraile dominico. Por otra parte, nos consta, y ya lo demuestra, que no era lego en teología.

 

18

Es muy curiosa esta figura de gracioso típico -abundante, por cierto, de rasgos ingeniosos-, que desdice en absoluto de un gran drama sacro, basado nada menos que en el Apocalipsis. Esto nos revela una vez más la importancia decisiva del gracioso en nuestro teatro clásico.

 

19

«Y fue aprisionada la bestia, y con ella el falso profeta.» (Apocalipsis, XIX, 20.)

 

20

Calvinista como derivado de calvo, que es como ha quedado Balan al perder el pelo en la apuesta.