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Desciframiento de un criptograma de Sor Juana Inés de la Cruz: «Romance 50»

Guillermo Schmidhuber de la Mora





De la amplia correspondencia de Sor Juana Inés de la Cruz, únicamente se han conservadas tres cartas en prosa (la Carta de Monterrey, la Dedicatoria a los Villancicos de San Pedro Apóstol de 1677 y la Respuesta de sor Filotea de la Cruz1), junto a varios romances epistolares. Entre estos últimos descuella el que la monja dirigió al Conde de la Granja (Romance 50). En el presente artículo se ha logrado descifrar el Laberinto Literario que la monja escondió entre las líneas de este romance epistolar.

La Carta al Conde de la Granja está escrita en Romance asonantado í-o; la cuarteta que abre el texto es la siguiente2:


Allá va, aunque no debiera
(incógnito Señor mío),
la respuesta de portante
a los versos de camino...


Tras el inicio en que califica al destinatario de «Incógnito Señor mío», recorre 200 líneas de verso hasta la parte final en que anuncia el acertijo de haber escondido encriptado el nombre del destinatario:


Mas, ¿cómo podré callarlo,
si ya he empezado a decirlo,
y un secreto ya revuelto
puede dar un tabardillo?


Varios sorjuanistas han intentado descifrar esta travesura de Sor Juana y no han tenido éxito en detectar y penetrar en esta ingeniosidad criptográfica.

Entre los que han buscado y dejado nota de su intento hay que mencionar a Alfonso Méndez Plancarte, quien en una nota alusiva reconoció su fracaso en «detectación»: «Ignoramos la clave (que sor Juana calló) [...] Quédese este problema criptográfico para alguien más feliz en "detección", o para quien disfrute del citado Arte Combinatorio, en que sin duda estará la pista» (1976, vol. 1: 447).

Por su parte, Antonio Alatorre, en su edición de la poesía sorjuanina anota: «Kirkerizar significa 'seguir al padre Anastasius Kircher'; no es ésta la única vez que alude sor Juana a la Combinatoria de Kircher, donde, por lo visto, se habla de los anagramas». Quizá no logró descifrar el juego porque informa que el nombre del Conde de la Granja debe estar escondido en su propia misiva en un acróstico (no en el Romance de Sor Juana); opinión que, como se verá posteriormente, resultó falsa (Lírica 223). Sin duda otros lectores de sor Juana han intentado el «ábrete sésamo» del criptograma sin alcanzar el deseado ¡Eureka! Este artículo presenta el desciframiento de este acertijo sorjuanino que fue resuelto por el autor del presente artículo el 31 de agosto de 2015.

El destinatario de la Carta fue Luis Antonio de Oviedo y Rueda (Madrid, 1636-1717), proveniente de familia asturiana, quien tras destacar en la guerra de Flandes, pasó a América en 1666 avecindándose en Perú. El rey Carlos II le otorgó el título de Conde de la Granja el 20 de febrero de 1690 (Mendiburu, tomo VIII, 310). Fue Corregidor de Potosí. Como poeta fue autor de: Poema sacro de la pasión (Lima 1707) y Vida de Santa Rosa (Madrid 1711 y México 1729). Se le conoce una comedia, Los sucesos de tres horas (2003: 192-194).

Méndez Plancarte tiene palabras halagadoras a la misiva enviada por el Conde de la Granja: «Único ejemplo suyo que conozcamos en ese tono de familiar y sonriente cortesanía, revela ingenio, gracia y sabroso pintoresquismo de muy elevada ley» (1976, vol. 1: 442). En 1700 en el tercer volumen princeps de sor Juana fueron incluidas tanto la misiva recibida como la respuesta de Sor Juana. Coincidentemente, el Conde era tío segundo de Juan Antonio de Oviedo, S. J., bogotano, provincial de la Compañía de Jesús en la Nueva España, y biógrafo de Antonio Núñez de Miranda, quien a su vez era confesor de sor Juana (1976, vol. 1: 441-42). Ambas cartas pueden ser fechadas porque el Conde de la Granja informa en su poema de su reciente lectura del segundo volumen princeps de la monja, que había sido publicado en 16923.

Los 'Laberintos Literarios' fueron una tradición desde la época medioeval; el autor escondía una frase latina en un mar de letras y la significaba con un color para facilitar su lectura. Como ejemplo servirán ver los Laberintos de Rábano Mauro, conservados en la Biblioteca Nacional de Madrid. Su autor fue monje benedictino, discípulo de Alcuino de York, ambos vivieron en el siglo octavo; este último fue uno de los ideólogos de la reforma cultural emprendida por Carlomagno. El primer ejemplo es un Laberinto Literario de Mauro que nos presenta un mar de letras con una cruz amarilla central cuyas letras dice la frase latina: «Oro te ramus aram ara sumar et oro», que es un palíndromo (de significado igual de lectura en ambos sentidos). El segundo ejemplo es un Laberinto del mismo autor de compleja lectura vertical y horizontal (ver figura abajo)4. Estos pictogramas medievales debieron ilustrar y divertir a los cristianos con sus «Laberintos Literarios», pero que hoy resultan ser antecedentes del ocultamiento de un texto literario al velarlo con un mar de letras.

Según Alatorre, los laberintos no fueron infrecuentes en la literatura barroca (Lírica: nota 63). Famoso es el Laberinto de Juan Caramuel (1606-1682), monje cisterciense español, autor del libro Metamétrica, arte nuevo de varios e ingeniosos laberintos, publicado en Roma, en 1663 (Ibáñez: 113); es famoso el Laberinto que escribió para celebrar el nacimiento del príncipe Baltazar Carlos (1630).

Laberintos

Laberintos de Rábano Mauro (Biblioteca Nacional de Madrid).

En el Romance 50, sor Juana incluyó dos pistas como ayuda para descifrar su criptograma. En una primera pista, la monja informa la presencia de un «anagrama», cuya definición es: transposición de letras de una palabra o sentencia, de la que resulta otra palabra o sentencia distinta (RAE):


Pues si la Combinatoria,
en que a veces kirkerizo,
en el cálculo no engaña
y no yerra en el guarismo,
uno de los anagramas
que salen con más sentido,
de su volumosa suma
que ocupara muchos libros.


(O. C.: 158, versos 181-88)                


Y una segunda pista en la mención de su contemporáneo Athanasio Kircher (1602-1680), el afamado jesuita y sabio alemán, que invita a pesar en su Arte Combinatorio. En cuanto al anagrama, habría que recordar que la monja en su juventud escondió su propio nombre en un Certamen Poético como Juan Sáenz de la Cauri, palabras que son un anagrama perfecto de su nombre Juana Inés de la Cruz; fue publicado por Sigüenza y Góngora en Triunfo Parténico (1683). Por otra parte, Kircher escribió en Musurgia universalis (Roma, 1650) que la música era un arte de combinaciones matemáticas (Musurgia combinatoria) (Cortijo Ocaña). La siguiente combinación con las letras A, R y O es un ejemplo presentado por este musicólogo alemán:

123456
ORAOARROARAOAOR ARO

Con tres letras, se logran seis combinaciones (Tomo 2: 3). El siguiente paradigma citado por Kircher contiene cuatro letras: AMEN, que logra 24 combinaciones (Tomo 2: 5):

AMEN MAEN EAMN NAME
AMNE MANE EANM NAEM
AEMN MEAN EMAN NMAE
AENM MENA EMNA NMEA
ANEM MNAE ENAM NEMA
ANME MNEA ENMA NEAM

Para localizar el nombre del Conde de la Granja habría que efectuar las combinaciones de sus seis letras, GRANJA. La fórmula matemática de una permutación de seis letras, debe seguir el factorial de seis con la multiplicación de ese número por cada número menor a él, hasta llegar al cero:

n! = n (n-1).(n-2).(n-3).(n-4).(n-5).(n-6)
De 6! (permutación de 6 elementos) = 6 x 5 x 4 x 3 x 2 x 1 = 720 maneras.

En consecuencia, en este juego, Sor Juana contó con un universo de 720 variaciones de «GRANJA», que podía entretejer en su Carta anagramas encriptándolas entre líneas.

Esclarecedor resulta comprobar que en el mismo Romance 50 quedó inscrita la manera como lo compuso la poeta. Primero debe de haber construido varias palabras generadas por la transposición de «GRANJA», y luego la fue hilvanando en la Carta. Acaso sabía de las recomendaciones de Juan Díez Rengifo: «Para componer estos laberintos ha de escribir el Poeta en un papel ancho solas las letras, que quieren que lean, y apartadas la una de la otra la distancia, es menester para la figura que pretende; y luego irá hinchiendo los vacíos de la poesía» (1592). Esta recomendación ayuda a entender la manera de escribir estos poemas laberínticos. De hecho, la autora escribió primero 36 líneas como introducción de la misiva y en la línea 37 logró tejer una vez «GRANJA», y luego continuó escribiendo hasta que introdujo varias veces las seis letras de los anagramas, hasta alcanzar el número total de diez veces.

A continuación, la autora se dispuso a cerrar el poema, pero dudó, lúdicamente, si descubrir el acertijo o no: «¿Dirélo?, mas temo / que os enojaréis conmigo, / si del título os descubro / la fe, como del Bautismo» (1976, vol. 1: 158). Cuando ya lo había dicho diez veces con letras entreveradas y transpuestas que ocultaban el verdadero nombre, por ejemplo: AJARNG, permutación de GRANJA: mÁs temo / que os enoJARéis coNmiGo (acróstico en mayúsculas).

Para comprobar las diez veces que va entretejido el nombre del destinatario de la misiva: Conde de la GRANJA, ver la siguiente Tabla:

N.° de verso Texto poético Combinatoria
37-38[Q]ue el raiGóN más encARnAdo
del dictamen más bien fiJo
GNARAJ = GRANJA 1.°
47-48 por mi falta juRAdA, que
JuzGo que No habla conmigo:
RAAJGN = GRANJA 2.º
51-52 aquello de haber JuNtAdo
milAGRos y basiliscos5.
JNAAGR = GRANJA 3.º
69-72 pues lueGo el punto levAntan
unos flatos tan Nocivos,
que dando al seso vaivenes
haceR columpiAr el Juicio,
GANRAJ = GRANJA 4.º
81-84 Entre cuyos JARros, yo
busqué, por modo de vicio,
si les sobrAba algúN traGo
del alegre bebedizo,
JARANG = GRANJA 5.º
100-103 con necesitadas plagas
y con clamores mendiGos;
y ellAs, coN piedAd de veRme
tan hambrienta de eJercicios,
GANARJ = GRANJA 6.º
117-120 Talía me dio unas nesGas6
que sobRAron de uN corpiño
de unA Tabernaria Escena,
cuando le ajustó el vestido;
GRANAJ = GRANJA 7.º
131-132 vestir Al soldado pobre
quisieron JuGAR coNmiGo7.
AJGARN = GRANJA 8.º
137-140con que se siegue, que no
puedo seR objeto diGno
de los tAN mAl empleados versos,
cuanto bien escritos.
RJGANA = GRANJA 9.º
189-190dice... ¿dirélo? MÁS temo
que os enoJARéis coNmiGo,
AJARNG = GRANJA 10.°

Sor Juana escribió otro Laberinto Literario en endecasílabos: Para dar los años la Excelentísima Señora Condesa de Calve al Excelentísimo Señor Conde, su Esposo:

  • Amante,-caro,-dulce esposo mío,
  • festivo y-pronto-tus felices años
  • alegre-canta-sólo mi cariño,
  • dichoso-porque-puede celebrarlos.
  • Ofrendas-finas-a tu obsequio sean
  • amantes-señas-de fino holocausto,
  • al pecho-rica-mi corazón, joya,
  • al cuello-dulces-cadenas mis brazos [...].

(1988: 176, núm. 63)                


El poema cuenta con 32 líneas divididas en tres secciones con un guión de separación, la recomendación del editor, Juan Ignacio de Castoreña y Ursúa, o de la autora es: «Léese tres veces, empezando la lección desde el principio, o desde cualquiera de las dos órdenes de rayas»; es decir, que puede ser leído completo o sólo alguna de las tres columnas, así que tres poemas inteligibles van dentro del poema total. Paz no se entusiasmó con estos versos: «No reprocho lo artificioso, sino lo insulso» (Trampas, 322); sin embargo, el mismo juego de varias lecturas de un poema lo estableció como propio en su poemario titulado Blanco, que es un largo laberinto poético multidimensional que por su estructura editorial permite varias lecturas.

Al ser los romances una combinación métrica de octosílabos que en las líneas impares quedan sueltos y en las pares presentan rima asonante, las líneas singularizadas por sor Juana para entreverar el título del destinatario de la misiva, pueden ser leídas en forma continua en una lectura nueva. A pesar de que se logra concatenar los diez fragmentos, el significado de la idea total se percibe entrecortado, aunque no indescifrable, como se podrá ver arriba al leer el texto dentro de la Tabla 1. Seguramente no fue éste el propósito primario de la autora, como sí lo fue en su Laberinto Endecasílabo.

En el Romance 50 son mencionados el Laberinto de Creta y su constructor Dédalo, además de dos expresiones aparentemente carentes de sentido: «Mino-Tauro y Paulo-minus»:


Y así, sabed que no estorba
el curioso Laberinto
en que, Dédalo escribano,
vuestro nombre ocultar quiso:
pues aunque quedó encerrado,
tiene tan claros indicios
que si no es el Mino-Tauro,
se conoce el Paulo-minus.


(versos 176-80)                


La monja se autocalifica de «dédalo escribano» porque es ella quien construye el Laberinto Literario.

El comediógrafo español Agustín de Salazar y Torres (1636-1675) escribió su comedia Elegir al enemigo con los personajes de Teseo y las hermanas Ariadna y Fedra; mismos protagonistas de la tercer comedia de la monja, Amor es más laberinto, escrita en colaboración con Juan de Guevara. El crítico Austin O'Connor ha sugerido que la primera es una versión masculina del mismo tema, y la segunda una visión femenina según las protagonistas (y de sor Juana). La primera fue representada ante la corte de Madrid en el tercer cumpleaños del futuro Carlos II, el 6 de noviembre de 1664, y la segunda presentada en México, el 11 de enero de 1689, para el cumpleaños 36.° del Virrey conde de Galve. El paralelismo es evidente:

«En primer lugar, el reparto de los personajes dramáticos es casi matemáticamente igual. Segundo, muchos incidentes arguméntales y temas dramáticos de Amor dependen de incidentes y temas similares en Elegir. Sin embargo, en tercer lugar, sor Juana y Guevara cambiaron el discurso primogénito del texto inspirador creando, de esta manera, una perspectiva distinta sobre las acciones de los personajes, una perspectiva que no privilegia exclusivamente a los primogénitos, sino que ensancha el discurso dramático para incluir a los hijos nacidos después del primogénito. En el caso de Amor son las dos hijas del rey Minos nacidas después de Androgeo, Ariadna y Fedra».


(202: xxiii)                


Otra coincidencia con Salazar y Torres es que este poeta también escribió Laberintos Literarios. La monja debió conocer el Laberinto de Creta por sus amplias lecturas y, acaso, porque llegó a ver el grabado siguiente que fue publicado en un libro de Kircher, Turris Babel (1679):

Este plano del Laberinto de Creta lleva la siguiente descripción: «Construido por Dédalo a la manera del egipcio, este laberinto lo harían famoso los antiguos poetas y oradores por sus narraciones de Teseo, Minus, Ariadna y el Minotauro». Como era su costumbre, Kircher no mencionó su fuente (Gómez del Liaño: 84).

Plano del Laberinto de Creta

Otro de los temas tocados en este Romance epistolar de sor Juana es el de las Musas, en correspondencia a los elogios que el Conde de la Granja había dado a sor Juana: «Mexicana Musa», «por quien las nueve del coro / no sólo a diez han crecido» y la «Archi Poetiza» (Versos 1, 5-6 y 173):


A vos, Mexicana Musa,
que en ese Sagrado Aprisco,
del Convento hacéis Parnaso
del Parnaso paraíso;
por quien las nueve del coro
no sólo a diez han crecido,
mas le dais aquel valor
que a los ceros el guarismo.


(1988: 148)                


Las alabanzas del Conde de la Granja pudieran parecer desmedidas al venir de un hombre casado y referirse a una monja:


No hay Profesión, Ciencia ni Arte,
u otro primor exquisito,
que su perfección no os deba,
si su origen no ha debido.


(161-64)                


En su misiva, Sor Juana niega su parecido con las Musas, pero las menciona a partir del verso 61 hasta el 136 y cita a cuatro de las Musas: Euterpe, Talía, Melpómene y Urania; Musas de la música, comedia, tragedia y astronomía; dejando fuera a cinco musas: Calíope, Clío, Erato, Polimnia y Terpsícore, Musas de la poesía épica, historia, poesía amatoria, cantos sacros y danza, respectivamente. Las cuatro primeras protegían las áreas de la cultura que sor Juana seguía, mientas las cinco últimas pertenecían a campos ajenos.

La expresión «Paulo-minus» del verso 180 merece una explicación aparte. Méndez Plancarte señala que viene del latín: 'Minuisti eum paulo minus ab Angelis' (Ps. 8, V. 6): 'Lo hiciste poco menos excelente que los ángeles', y agrega: «Remoto juego de letras: 'mino-tauro' y 'paulo-minus (1976: 447)8. En otro contexto, esta expresión significa 'echar de menos por un poco', y es equivalente a 'casi'9. Se refiere a hacer pensar en algo menor de lo esperado; también hay que recordar que «paulo» era una moneda romana calificada así por el Pontífice que la hizo acuñar. En conclusión, sor Juana afirma que su laberinto es bastante menor que el de Creta por un «casi». Simple auto-desprecio barroco, en este caso, una broma. En la Carta del Conde de la Granja incluye varias expresiones lúdicas unidas con guiones: Semi-Diosas, Mare-magnum, mapa-mundi, Mari-Sabias, mero-mixto; por lo que la monja responde con sus 'Mino tauro' y 'Paulo minus', porque la monja no sentía que ella contaba con tantos méritos como las alabanzas la señalaban. Su autora no acepta el homenaje: «Y que en cuanto a mí empleáis / vuestro ingenio peregrino / es manifestar el vuestro, / más que celebrar el mío». Palabras de gratitud y humildad, a la vez. Para cerrar la misiva entra a colación el tema del Laberinto con la pista del "kirkerizo", y en el verso 200 cierra el romance con un: "Laus Deo. Lo dicho, dicho"».

El final de sor Juana debe ser reescrito después del descubrimiento de la Carta de Puebla10. Esta 'respuesta' a la Respuesta de Sor Filotea de la Cruz fue fechada el 20 de marzo de 1691 -19 días después de la misiva de sor Juana-, y contiene categóricos párrafos sobre la venia obispal y el consejo fraternal para que sor Juana dedicara mayormente su tiempo a estudiar Teología: «[...] la aconsejo que estudie prácticamente dos horas al día en la Mística Teología; ¿No será lástima que una violenta propensión a las letras todas las ciencias, sea defraudada de la principal?» (Soriano: 196)11. El tachón de «las letras» y el agregado de «todas las ciencias» son paradigma de la permisividad del obispo. La Carta de Puebla, así como la lectura aquí presentada de la Carta al Conde de la Granja son pruebas fehacientes de que Sor Juana nunca sufrió de un asedio que le impidiera desarrollar sus empeños, y que aún como monja de clausura, vivió con la libertad que en el siglo XVII se podía tener.

Sara Poot Herrera escribe sobre el Romance 50 y sobre otra misiva, Romance que respondió nuestra Poetisa al Caballero recién llegado a Nueva España que le había escrito el romance 'Madre que haces chiquitos' (Romance 49):

«La publicación conjunta de romances propios y ajenos [...] da una particularidad a las obras, que consiste en poner a dialogar estos romances permitiendo al lector una toma de distancia desde donde observa de qué modo se entretejen voces y visiones, también ajenas y propias. En ambos casos, quienes escriben esos romances son caballeros procedentes o residentes en otras colonias, interesados en la Nueva España a partir del conocimiento de la escritora, de su obra, de su fama».


(1996: 217)                


Como conclusión, conviene ponderar la libertad epistolar con que contaba sor Juana al inicio del periodo final de su vida. Tanto la Carta del Conde de la Granja, como la respuesta de Sor Juana, tienen un tono de festivo cortesano, es palpable la admiración mutua de dos poetas, uno peninsular letrado y ambicioso, la otra una monja en la plenitud creativa. La Respuesta a Sor Filotea de la Cruz llevó la fecha 1.º de marzo de 1691, un año antes de la posible fecha de la respuesta de Sor Juana a la Carta que le envió el Conde de la Granja (debió ser a inicios de 1693); el tono de esta última es festivo y desenfadado, lejano a todo constreñimiento. El reglamento del convento de San Jerónimo de México exigía la aprobación de la Abadesa de la comunicación epistolar; así que al llegar la Carta del Conde debió pasar primero por el escrutinio de la abadesa, antes de que permitiera su lectura a la monja, y también cuando la poeta escribió su respuesta, su texto tuvo que pasar por el escrutinio de su superiora. Permisos hubo de llegada y de regreso. Luego la libertad intelectual que Sor Juana gozaba en los dos últimos años de su vida en el convento era generosamente permisiva.






Bibliografía

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  • CRUZ, sor Juana Inés de la. Fama y obras póstumas del fénix de México, décima musa, poetisa americana, Sor Juana Inés de la Cruz, religiosa profesa en el convento de San Jerónimo de la Imperial Ciudad de México, conságralas a la majestad católica de la reina Nuestra Señora doña Mariana de Neoburg Baviera Palatina del Rhin, por mano de la Excma. Señora doña Juana de Aragón y Cortés, duques de Montoleón y Terranova, marquesa del valle de Oaxaca, el doctor don Juan Ignacio de Castoreña y Ursúa, Capellán de Honor de su majestad, Protonotario, Juez Apostólico por su santidad, teólogo, Examinador de la Nunciatura de España, prebendado de la Santa Iglesia Metropolitana de México, Madrid, Manuel Ruiz de Murga, 1700.
  • ——, Obras completas. Tomo I Lírica personal y Tomo IV: Comedias, Sainetes y Prosa. México D. F.: Fondo de Cultura Económica. Ed. Méndez Plancarte, 1976.
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  • GÓMEZ DEL LIAÑO, Ignacio. Athanasius Kircher: Itinerario del éxtasis o las imágenes de un saber universal. Madrid: Editorial Siruela, 1985.
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  • VÉLEZ MARQUINA, Elio R. Rosa de Indias: discursividad criolla y representación simbólica de la comunidad de Lima en «Vida de Santa Rosa de Santa María» del Conde de la Granja (1711). Tesis. Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2010.


 
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