La lástima que me han hecho | |
vuestras desgracias, señora, | |
junto con mi inclinación, | |
que por ser noble es piadosa, | |
me ha obligado a buscar modo | 5 |
con que el peligro socorra, | |
que corren a un mismo tiempo | |
vuestra vida y vuestra honra. | |
De España vine a ser paje | |
de Don Diego de Mendoza. | 10 |
y aunque paje, bien nacido, | |
como hablan por mí las obras. | |
De vuestros amores supe | |
aquesta noche la historia, | |
que aunque comienza en tragedia | 15 |
muchas el cielo, revoca. | |
También supe la ocasión | |
que os sacó de noche y sola | |
de vuestra quietud y casa | |
librando la vida a costa | 20 |
del qué dirán, monstruo vil
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en cuya bárbara boca | |
tantas honras hemos visto | |
despedazadas y rotas. | |
Alegre estaréis sin duda | 25 |
de que en una casa propia | |
halléis socorro, hijo y madre, | |
en la nobleza española. | |
¿Quién duda que aguardaréis | |
que salga la blanca aurora | 30 |
huyendo del sol, que ensarta | |
en hilos de oro su alfójar, | |
para que el Príncipe venga | |
y a vuestros pesares ponga | |
alegre fin, dando treguas | 35 |
a vuestro llanto y congojas? | |
Don Luis, que en casa ha visto | |
la ocasión, vencido borra | |
promesas y obligaciones | |
y a los pies del gusto postra | 40 |
respetos y cortesías. | |
Si no huís dentro de un hora, | |
a la luz de esa hermosura | |
será ciega mariposa, | |
que, aunque queme su nobleza | 45 |
las alas a la memoria, | |
traerá otra vez el agravio | |
que a Tarquino echó de Roma. | |
Don Diego, como es su amigo, | |
ni os defiende ni reporta | 50 |
con el freno del consejo | |
su determinación loca | |
Antes por dalle lugar | |
se ha ausentado de Bolonia; | |
ved vos, si se va el que os guarda, | 55 |
¿qué hará el ladrón con las joyas?
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El Príncipe, que pudiera | |
defenderos como a esposa, | |
yéndole yo a dar aviso, | |
imposible es que os socorra, | 60 |
porque, según en corrillos | |
lo dice la ciudad toda | |
dejando el tosco disfraz, | |
tomó para Parma postas, | |
donde estableciendo paces | 65 |
perpetuas, otra vez cobra | |
su Estado dando de esposo | |
la mano a la hija hermosa | |
del Marqués de Monferrato | |
y previniendo a sus bodas | 70 |
mil fiestas que a vuestro amor | |
harán las fúnebres honras; | |
pues decir que vuestro hermano | |
aunque esta casa os esconda, | |
ha de ignorar dónde estáis, | 75 |
sabiendo que os sirve y honra | |
Don Luis, es ignorancia; | |
y si viene, ¿quién le estorba | |
que rompiendo vuestro pecho | |
con él su agravio no rompa? | 80 |
Celos, peligro y temor | |
contra vos al arma tocan, | |
que es propio de las desgracias | |
convidarse unas a otras. | |
Mirad si os ofrece el alma | 85 |
remedio al mal que os asombra, | |
y si no le halláis bastante | |
y queréis poner por obra | |
el que os tengo prevenido, | |
con determinación corta | 90 |
la ejecutad, porque os va | |
en la brevedad la honra | |