Jornada I
|
|
Sale TITÁN
solo, vestido de pieles, haciendo admiración.
|
TITÁN |
¿En
qué interno lugar, en qué caverna |
|
del centro obscuro he yo vivido
oculto, |
|
que ignoro el ser que me
acompaña y rige? |
|
¡Cielos! ¿Quién
soy? ¿quién me gobierna y manda? |
|
¿En qué regiones del
abismo inmenso |
5 |
he tenido lugar, o de qué
suerte |
|
he sido alimentado ¡oh
etéreo solio! |
|
que en cumbres; de zafir tienes
asiento? |
|
Declárame la duda de mi
vida |
|
para que deste laberinto
salga: |
10 |
yo conozco las causas más
ocultas; |
|
infiero el movimiento de los
cielos, |
|
los astros, los planetas; y en la
tierra |
|
hago parar los aires, y del
fuego |
|
mudar el natural; los
elementos |
15 |
admiran el principio de mi
aliento; |
|
el planeta mayor, que las
celestes |
|
cumbres esmalta con doradas
lumbres, |
|
hago que se suspenda en su
carrera, |
|
y en la primera esfera haré
a la luna |
20 |
su natural mudanza se detenga. |
|
Yo, que tengo noticia de las
ciencias, |
|
con tantas experiencias lo
sé todo. |
|
mas no he sabido el modo
cómo pueda |
|
saber quién soy: excede mi
tormento |
25 |
el fabuloso cuento del que al
cielo |
|
lleva el peñasco loco en su
desvelo: |
|
que pues es la verdad lo que en
mí veo, |
|
en vano es mi deseo; que sin
duda |
|
yo soy el mismo Dios, pues una
causa |
30 |
reconocen las causas más
remotas, |
|
y esta causa he de ser, pues no hay
alguna |
|
que se iguale al valer de mi
fortuna. |
|
¡Oh mar, oh fuego, oh aire,
oh madre tierra! |
|
Si no soy su hacedor, ¿por
qué me niega |
35 |
que ignore el ser que su ser me ha
dado, |
|
porque pueda salir deste
cuidado? |
|
|
|
|
(Parece en tramoya la LUNA en un caballo, y desciende de lo
alto a lo bajo.)
|
LUNA |
Escucha, bestia
feroz, |
|
opuesto del mismo cielo; |
|
que movida de tus voces |
40 |
a satisfacerte vengo. |
|
Escuchen lo que te digo |
|
todos los cuatro elementos, |
|
porque no ignoren la causa |
|
de aqueste nuevo portento. |
45 |
Tú naciste en Babilonia |
|
de tan bajo nacimiento, |
|
pues que del tribu de Dan |
|
desciende tu ser primero. |
|
No del tribu de Judá |
50 |
naciste, en que otro sujeto |
|
superior a los humanos |
|
tomó carne siendo
Verbo. |
|
Que como has de ser tirano, |
|
contrario al Criador inmenso, |
55 |
porque en todo lo parezcas |
|
es tu sangre un contrapuesto. |
|
Yo en mis más floridos
años |
|
cometí un infame
incesto |
|
con mi padre, porque entro |
60 |
viste la luz de los cielos. |
|
Por cuanto María, Madre |
|
de Cristo fue raro ejemplo |
|
de castidad, la que es tuya |
|
será de amor
deshonesto. |
65 |
Fuiste por monstruo arrojado |
|
al mundo, y en ti se vieron |
|
unirse las ciencias todas |
|
con el poder del infierno. |
|
Tienes un ángel de
guarda |
70 |
que en saludables preceptos |
|
te aconseja lo que es justo, |
|
diputado para esto. |
|
Mas ¡ay de ti en aquel
día |
|
que con loco atrevimiento |
75 |
el ángel que te
acompaña |
|
le despreciarás
soberbio! |
|
Desde el día en que
naciste, |
|
un espíritu perverso, |
|
de los expulsos de Dios, |
80 |
se apodera de tu cuerpo. |
|
Que ansí como en Dios
habrá |
|
dos naturalezas, siendo |
|
hombre y Dios, en ti se han
visto, |
|
por ser contrario sujeto, |
85 |
ser de hombre y ser de demonio |
|
y de mil demonios lleno, |
|
como lo afirman los santos |
|
y en los profetas lo vemos. |
|
Así lo escribe Daniel: |
90 |
tú, monstruo del
universo, |
|
nacido para castigo |
|
del mundo engañado y
ciego; |
|
te concede Dios de vida |
|
solo tres años y medio; |
95 |
que tus delitos atroces |
|
tienen limitado tiempo, |
|
han de seguir tus pisadas |
|
grande infinidad de reinos, |
|
desde el fiero troglodita |
100 |
al partho, al scita al hebreo. |
|
Tus delitos serán
tantos, |
|
que, conmovidos los cielos, |
|
en el luto de la noche |
|
se cubrirán por no
verlos. |
105 |
Temblará de ti la
tierra, |
|
y ella quisiera en su centro |
|
recogerse y encubrirse |
|
por no ver hombre tan fiero. |
|
Viendo en ti
disposición, |
110 |
el concurso del infierno |
|
apoyará tus
engaños |
|
para que parezcan ciertos. |
|
Esto ha permitido Dios: |
|
mas de tan grandes secretos, |
115 |
¿cómo se sabrá
la causa |
|
si en su mente están
dispuestos? |
|
Así en el Apocalipsis |
|
se halla escrito. Mas yo vengo |
|
para que sepas quién
eres |
120 |
y a explicar tu nacimiento: |
|
tu nombre es Titán; tu
patria, |
|
la que sabes que su suelo |
|
desde el principio del mundo |
|
quiso oponerse a los cielos; |
125 |
y porque antes que venga |
|
Cristo en el día
postrero |
|
al universal juïcio |
|
que esperan vivos y muertos, |
|
has de dar principio tú |
130 |
a tus maldades y enredos, |
|
te llamarán Antecristo, |
|
hijo propio del Averno; |
|
quédate, bestia
espantosa; |
|
apártate, monstruo
horrendo; |
135 |
y ¡ay de la tierra; que
siembras |
|
en ella mortal incendio! |
|
|
|
|
(Vuelve el caballo y la tramoya y vuélvese a
subir.)
|
TITÁN |
No te vayas de
esa suerte; |
|
espera, aguarda un momento; |
|
satisface a mis preguntas |
140 |
y no me dejes suspenso. |
|
En las plantas de los aires |
|
sube, regiones rompiendo, |
|
y entre esferas cristalinas |
|
oculta el hermoso cuerpo. |
145 |
Fuese y dejóme confuso; |
|
¡ay de mí! Pero
¿qué temo, |
|
si soy quien gobierna y manda |
|
todo el poder del infierno? |
|
Yo soy Dios, esto es sin duda; |
150 |
que este valor, este aliento, |
|
si de Dios no fuera,
¿cómo |
|
fuera de tan alto precio? |
|
Y cuando no fuese Dios, |
|
diré que lo soy,
haciendo, |
155 |
para ganar opinión, |
|
prodigios al mundo nuevos. |
|
Espíritu que en mí
habitas, |
|
legiones que desde el centro |
|
del abismo a mi defensa |
160 |
estáis agora
dispuestos, |
|
vuestro favor me prestad; |
|
que apoyando en él mi
intento, |
|
daré a vuestro caos
oscuro |
|
más almas que desde el
cielo |
165 |
angélicas
jerarquías |
|
de pensamientos soberbios |
|
arrojó desde las
cumbres |
|
aquella espada de fuego. |
|
|
|
|
(Sale BAULÍN, labrador tosco, con dos
cabestros.)
|
BAULÍN |
¿A
quién le habrá sucedido |
170 |
desgracia como la mía, |
|
que dos asnos que tenía |
|
entrambos se me han morido? |
|
Que pierda un
emperador |
|
un ejército de gente, |
175 |
llevarálo
fácilmente |
|
y no parece rigor; |
|
que con su grande
poder |
|
será muy fácil
suplirse; |
|
mas mis borricos morirse... |
180 |
¡triste! ¿qué
tengo de hacer? |
|
Para aliviar mi
cuidado |
|
y afligir más mi
memoria, |
|
solo de mi triste historia |
|
los cabestros me han quedado. |
185 |
¡Ay!
¡Borricos de mi alma! |
|
¿Qué he de hacer yo
sin vosotros? |
|
Tan grandes como unos potros, |
|
y aun destos llevan la palma. |
|
Si mi mujer se me
ahorcara |
190 |
del cabestro, bueno fuera, |
|
que también por ella
hiciera |
|
lo que otra vez me mandara. |
|
Pero un hombre
veo allí: |
|
a hablarle quiero llegarme; |
195 |
que por dicha podrá
darme |
|
lo que sin dicha perdí. |
|
¡Ah!
¡Buen hombre! |
|
|
|
BAULÍN |
Yo soy:
¿qué hacéis tan suspenso? |
|
|
|
TITÁN |
En mi
omnipotencia pienso, |
200 |
en mi crédito, en mi
fama; |
|
en mi ser, en mi
sustancia, |
|
en la gloria que poseo, |
|
en las virtudes que veo. |
|
|
|
BAULÍN |
¡Qué grande es vuestra arrogancia! |
205 |
¿Quién sois y cómo me
habláis |
|
de esa manera? |
|
|
TITÁN |
Yo soy
|
|
quien al mundo vida doy, |
|
a quien la gente
esperáis. |
|
|
|
|
TITÁN |
Acabad:
|
210 |
yo soy supremo hacedor |
|
del universo; mi amor |
|
obligó a mi majestad |
|
a que descienda
del cielo |
|
para ahuyentar los
engaños |
215 |
que padecéis tantos
años. |
|
|
|
BAULÍN |
Que
seréis loco recelo. |
|
¿Qué dios sois, el sol, la
luna? |
|
|
|
TITÁN |
El dios
miércoles o martes, |
|
el que asiste en todas partes |
220 |
sin diferencia ninguna. |
|
De los
ejércitos dios |
|
me llaman en las alturas; |
|
yo crié las criaturas. |
|
|
|
BAULÍN |
No vi tal dios
como vos. |
225 |
|
|
TITÁN |
Principio
pretendo dar |
|
al engaño que fabrico; |
|
¿cómo te llamas? |
|
|
BAULÍN |
Pasico.
|
|
A Baulín no es de
engañar; |
|
si vos sois dios,
como aquí |
230 |
decís, ¿no es bien
que me asombre |
|
de que no sepáis mi
nombre? |
|
|
|
|
BAULÍN |
Pues decid,
¿cómo se llama |
|
María, que es mi mujer? |
235 |
Si lo acertáis quiero
ver, |
|
y el crédito de su
fama. |
|
|
|
TITÁN |
Necio,
María es su nombre. |
|
|
|
BAULÍN |
¡Voto al
sol. que lo acertó! |
|
|
|
TITÁN |
Sí: pero
no quiero yo |
240 |
que de ese nombre se nombre. |
|
|
|
BAULÍN |
Pero
Baulín me han llamado, |
|
y mi nombre ha resurtido |
|
de un caso que ha sucedido, |
|
que es un suceso extremado. |
245 |
De mi madre,
Inés de Huerta, |
|
el barbero, enamorado, |
|
estaba en casa acostado: |
|
llamó mi padre a la
puerta; |
|
temióle
mi madre en fin, |
250 |
y en un barril le
metió; |
|
nací a nueve meses yo, |
|
y así me llaman
Baulín. |
|
|
|
TITÁN |
¿Que es
posible que esto veo? |
|
|
|
|
TITÁN |
¡Qué cosas
|
255 |
para un dios tan prodigiosas! |
|
|
|
BAULÍN |
Y malogro mi
deseo. |
|
Dígame,
dios, o quien es, |
|
del borrico que es perdido, |
|
si reducirte han podido |
260 |
estas lágrimas que ves. |
|
Las señas
le quiero dar |
|
de ellos, y sepa,
señor, |
|
que es un burro de valor |
|
que le pueden envidiar. |
265 |
En toda la
burrería |
|
ninguno como él
encuentro: |
|
pues rebuznar hacia dentro |
|
ninguno como él lo
hacía. |
|
Es notable mi
desgracia, |
270 |
y tiene, pues lo publico, |
|
un lunar en el hocico |
|
que le da notable gracia. |
|
¡Mire
qué señas tan buenas! |
|
|
|
TITÁN |
Porque pueda
parecer, |
275 |
grandes cosas has de ver; |
|
suspende, necio, tus penas. |
|
Con tu dicha has
encontrado; |
|
feliz te puedes llamar, |
|
pues has podido mirar |
280 |
al mismo que te ha formado. |
|
Ya tu suerte se
mejora: |
|
solo a servirte me aplico. |
|
|
|
BAULÍN |
Y
vuélveme mi borrico, |
|
que es lo que te pido ahora. |
285 |
|
|
|
(Por una parte el PRÍNCIPE de Babilonia con gran
acompañamiento, y por otra, LUNA, con dos damas.)
|
PRÍNCIPE |
A tus pies
humillado, |
|
glorioso de la dicha merecida, |
|
dueño de mi cuidado, |
|
¡oh Luna hermosa, autora de
mi vida, |
|
vuelvo de nuevo a verte, |
290 |
ufano porque llego a
merecerte! |
|
|
|
LUNA |
Príncipe
generoso, |
|
cuyo valor y cuyo esfuerzo es
tanto, |
|
que ha dejado envidioso |
|
el mundo, y a los orbes con
espanto: |
295 |
no me niegues tus brazos. |
|
|
|
PRÍNCIPE |
¡Dichoso
quien merece tus abrazos! |
|
Cuando en el mar
tirreno |
|
el Neptuno valor tomó el
tridente, |
|
de espanto y perlas lleno, |
300 |
al nuevo imperio serenó la
frente, |
|
y sus inquietas olas |
|
huyeron las riberas
españolas. |
|
Las aguas y los
vientos |
|
treguas hicieron, y en la paz
serena |
305 |
de acordes elementos, |
|
en perlas transformó Doris
la arena |
|
del Calpe al Lilibeo: |
|
presagio de marítimo
trofeo. |
|
Los mares del
Oriente |
310 |
a tal serenidad no
concurrieron, |
|
y el cristal transparente |
|
turbaron con asombro, cuando
oyeron, |
|
que al mal que me importuna |
|
se opone la hermosura de mi
Luna. |
315 |
Y aquellos que
preñados |
|
de soberbia, que al límite
profundo |
|
aquí viven atados, |
|
romper osaban y anegar el
mundo, |
|
cobardes y sin bríos, |
320 |
el manso curso envidian de los
ríos: |
|
fugitivos
desean |
|
con alas de cristal correr
violentos, |
|
primero que se vean |
|
en sendas divididos, y
sangrientos, |
325 |
cubrir a Asia de espanto, |
|
como otra vez se, vio el mar de
Lepanto. |
|
Todo, bella
señora, |
|
efecto ha sido de tu bella
mano, |
|
que te envidia la aurora |
330 |
los matices del rostro
soberano; |
|
ya me han rendido lauro |
|
desde mi patria al monte de
Antitauro. |
|
Esta ciudad
famosa |
|
y habitada primero del gran
Nino, |
335 |
Semíramis hermosa, |
|
hace morada de tu ser divino; |
|
triunfa del que delante |
|
si es vencedor, será rendido
amante. |
|
|
|
LUNA |
¡Oh
tú, que en verdes días, |
340 |
como es la caza imagen de la
guerra, |
|
en las espaldas frías |
|
de la difícil y nevada
sierra |
|
las fieras fatigaste, |
|
y Adonis de las almas te
llamaste! |
345 |
Si a las selvas
amenas, |
|
que del Ganges por montes
despreciadas |
|
de flores mira llenas, |
|
ni de este ocio su paz, antes ha
dado |
|
tu diestra soberana |
350 |
envidia a Apolo, amores a su
hermana. |
|
Pues ya en selvas
desnudas |
|
de flores, y de lienzos
coronadas, |
|
el ejercicio mudas, |
|
y rústicas victorias y
ensayadas |
355 |
acciones militares |
|
te llevan de los montes a los
mares: |
|
Las
montañas hermosas |
|
mira de Babilonia citerea; |
|
fragancia da a las flores: |
360 |
reino de Adonis fue: Adonis te
vea |
|
reinar entre las rosas; |
|
como vio coronadas tus
mayores. |
|
El que gozo
felice |
|
en los mares del Asia, imperio
breve, |
365 |
a quien el mundo dice |
|
que las nubes dan oro en vez de
nieve |
|
y al sol ha dedicado |
|
la estatua que los orbes ha
admirado. |
|
de navales
trofeos |
370 |
me prometió tres
leños coronados, |
|
y de dulces trofeos |
|
himnos escucho ya en tu honor
cantados |
|
del mundo, para darte |
|
intrépido valor al son de
Marte. |
375 |
Los aplausos
romanos |
|
renazcan a esta ciudad muerta, y
laureles |
|
en tus sienes y manos, |
|
coronen la ruina de infieles, |
|
y rindan a tu pompa |
380 |
miel Asia, África trigo,
armas Europa. |
|
|
|
PRÍNCIPE |
¡Oh mudable
fortuna! |
|
Suspende ahora tu voltario
curso |
|
porque goce a mi Luna; |
|
que tal favor me priva de
discurso. |
385 |
|
|
LUNA |
¡Dichosa
yo que puedo |
|
gozar mi bien y suspender el
miedo! |
|
|
|
|
(Digan dentro, y ellos se suspendan como por los
aires.)
|
|
Humanos,
oíd, oíd: |
|
ya vino el Dios verdadero. |
|
|
|
PRÍNCIPE |
¿Qué voces son las que
escucho, |
390 |
que el silencio de los ecos |
|
rompen, y en voz concertada, |
|
suenan dulces instrumentos, |
|
por los aires divididos? |
|
¿O me ha engañado el
deseo? |
395 |
|
|
LUNA |
Miro luces
luminosas, |
|
y que en aplausos divinos |
|
están sus cursos
suspensos |
|
. . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . |
|
sacro en los aires. |
400 |
|
|
RUFINO |
Se oyen dulces
acentos; |
|
que un Dios ha venido, dicen, |
|
no fingido, sino cierto, |
|
restaurador de los hombres. |
|
|
|
PRÍNCIPE |
¿Qué Dios puede ser? No creo |
405 |
sino en Júpiter y
Marte: |
|
estos mis padres creyeron. |
|
Solo lo que ellos me dicen |
|
es lo que adoro y confieso. |
|
|
|
LUNA |
Yo no, porque
siendo hebrea, |
410 |
que ha de venir Dios espero, |
|
a quien llamamos
Mesías, |
|
y él será remedio
nuestro. |
|
|
|
|
(Dentro.)
|
|
Hermanos,
oíd, oíd, |
|
ya vino el Dios verdadero. |
415 |
|
|
|
(En diciendo esto, se descubre una cortina, adonde
estará TITÁN
sentado en una silla, muy galán, con corona y cetro; al lado
derecho un niño vestido de ÁNGEL, y al otro, BAULÍN de
rodillas.)
|
TITÁN |
Hombres, sabed
que ha venido |
|
el que es autor supremo |
|
de las célicas moradas |
|
de los ángeles eternos. |
|
Alegraos, pues ha llegado |
420 |
el tiempo en que podáis
veros |
|
libres de tantos
engaños |
|
en que habéis vivido
ciegos. |
|
Dejad la idolatría: |
|
ya viene Dios verdadero: |
425 |
no soy Dios de crueldad, |
|
no de tremendos preceptos: |
|
el Dios de piedad me llamo, |
|
que perdonando los yerros |
|
cometidos, a mis brazos |
430 |
con misericordia llego. |
|
|
|
ÁNGEL |
¿Qué dices, monstruo
espantable? |
|
¿Dios te llamas, Dios te has
hecho? |
|
|
|
TITÁN |
¿Qué mucho, si yo lo soy? |
|
|
|
ÁNGEL |
¿Qué dices, hombre blasfemo? |
435 |
¡Tú Dios, siendo un
hombre bajo, |
|
de tan bajo nacimiento, |
|
que es el pecado tu padre |
|
y la envidia tus abuelos! |
|
Mira qué dices, y
advierte |
440 |
que solo licencia tengo |
|
de acompañarte hasta
tanto |
|
que con loco devaneo, |
|
digas que eres Dios, ingrato. |
|
|
|
TITÁN |
¿Pues yo
para qué te quiero? |
445 |
Vete. |
|
|
ÁNGEL |
¡Ay de ti, pues dejas
|
|
de tu guarda el ángel
bueno! |
|
|
|
|
(Desaparece el ÁNGEL por
tramoya.)
|
TITÁN |
Humanos, el mismo
Dios |
|
que al mundo represento |
|
tengo para dar la vida |
450 |
a los afligidos pechos. |
|
Pedid, pedidme riquezas; |
|
mirad lo que el pensamiento |
|
apetece, y lo que el gusto; |
|
que a satisfacerle vengo. |
455 |
Dios me ha enviado a la
tierra; |
|
hijo soy del Padre Eterno; |
|
que tanto puede su amor, |
|
que le obliga a estos
extremos. |
|
Yo doy hermosura a todos, |
460 |
yo comunico el ingenio, |
|
a los viejos hago mozos, |
|
satisfago los deseos. |
|
La juventud os daré, |
|
a la vejez la suspendo, |
465 |
porque todo de mi mano |
|
está rendido y sujeto. |
|
|
|
BAULÍN |
¿Hermosura
dais, señor? |
|
Mucho me huelgo en extremo |
|
de haber sabido estas cosas, |
470 |
por ser de ellas mensajero. |
|
No habrá viejo que no
quiera |
|
desde este punto creeros, |
|
pues renováis su vejez |
|
y lográis sus
pensamientos. |
475 |
¡Oh cuerpo de tal,
conmigo |
|
y qué milagro tan
nuevo! |
|
¡Lo que ahorras de
cabelleras |
|
y pantorrillas a necios! |
|
No habrá moños en el
mundo |
480 |
aunque se diesen por ellos |
|
un ojo, pesar de mí; |
|
aqueste sí que es Dios
bueno. |
|
|
|
TITÁN |
Ofrecedme
sacrificios, |
|
y en holocaustos incienso, |
485 |
como al dueño
universal, |
|
como artífice supremo. |
|
|
|
BAULÍN |
Tenedle todos por
Dios; |
|
que yo afirmo, por lo menos, |
|
que me ha traído estos
días |
490 |
por los desvanes del cielo; |
|
llevándome a aquella
sierra, |
|
poniéndome en este
cerro, |
|
temiendo ¡pardiez! de
dar |
|
en el suelo de cerebro. |
495 |
Dos borricos que tenía, |
|
uno perdí y otro
muerto; |
|
medio vivos ahora están |
|
comiendo que es un contento. |
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TITÁN |
Yo bajo, humanos,
al mundo |
500 |
a satisfacer deseos; |
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prevenid fiestas, pues vino |
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quien es el Dios verdadero. |
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(Cúbrese el apariencia.)
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PRÍNCIPE |
¿Qué extrañas cosas son
estas? |
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¿Qué prodigiosos
sucesos? |
505 |
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LUNA |
Sin duda que es
el Mesías, |
|
¡o felices estos tiempos |
|
que tanta dicha alcanzasen! |
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(Cristianos LIDORO
y RUFINO.)
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LIDORO |
Rufino,
¿qué dices desto? |
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RUFINO |
¿No sabes
que los cristianos |
510 |
que ha de venir entendemos |
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el Antecristo? Pues este, |
|
con mágicos embelecos |
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se hace Dios, sin duda que es |
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el Antecristo. |
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LIDORO |
Y es cierto;
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515 |
yo en Cristo adoro, Rufino. |
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(Viene MÚSICA cantando y salen
TITÁN y
BAULÍN.)
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MÚSICA |
Hoy, mortales,
que ha venido |
|
el gran Dios de las alturas, |
|
hagan fiestas las criaturas |
520 |
a tanto bien recibido. |
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TITÁN |
Pueblos que
juntos estáis, |
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a vuestro Dios recibid, |
|
y mis razones oíd |
|
para que quien soy
sepáis. |
525 |
Yo soy Dios, que
pïadoso |
|
de los engaños pasados, |
|
para aliviar los cuidados |
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vengo a la tierra amoroso. |
|
De las cumbres
superiores |
530 |
desciendo para aumentar |
|
vuestro bien, para estorbar |
|
del mundo tantos errores. |
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Y a los dioses
que hasta aquí |
|
adorasteis, los dejad; |
535 |
que solo a mi majestad |
|
habéis de adorar
así. |
|
De circuncidarme
vengo |
|
de la gran Jerusalén; |
|
tengo apóstoles
también, |
540 |
con que solo me entretengo. |
|
Amó Cristo
la pobreza: |
|
opuesto a Dios es el pobre; |
|
riqueza os daré que os
sobre, |
|
yo soy la misma riqueza. |
545 |
No ha de saber ya
senetud: |
|
todo deleite ha de ser; |
|
público haré mi
poder, |
|
conocida mi virtud. |
|
Cese el pesar, la
tristeza: |
550 |
solo se aumente el contento: |
|
lógrese cualquiera
intento, |
|
gócese toda belleza. |
|
Yo que los cielos
crié, |
|
yo que la tierra he formado, |
555 |
no he de estar más
limitado; |
|
que para los hombres fue. |
|
El oro en su vena
rica, |
|
la plata, perlas, corales, |
|
la esmeralda, los cristales, |
560 |
todo a mi gusto se aplica. |
|
Comunicar quiero,
humanos, |
|
mis bienes nada avariento; |
|
pedid cualquiera elemento: |
|
reducirse ha a vuestras manos. |
565 |
Tan grandes mis
fuerzas son, |
|
tanto mi poder alcanza; |
|
porque en mí no hay
esperanza, |
|
que es todo ya
posesión. |
|
No
limitaré a ninguno |
570 |
su gusto, su voluntad; |
|
no hay en mí severidad, |
|
ni a nadie seré
importuno. |
|
Mas
¡miserable de aquel |
|
que, rebelde a lo que digo, |
575 |
pretende ser mi enemigo! |
|
Que no hay tormento cruel |
|
que no le
esté aparejado |
|
en pago de su malicia, |
|
porque al rigor de justicia |
580 |
me verá siempre
inclinado. |
|
|
|
PRÍNCIPE |
(De rodillas.)
|
Señor, yo
he vivido ciego |
|
ignorando tu valor, |
|
mas ya conozco mi error |
|
y que me perdones ruego. |
585 |
Si en Babilonia
has nacido, |
|
yo soy el Príncipe
della, |
|
y en su nombre, a mí y a
ella, |
|
que nos disculpes te pido. |
|
|
|
TITÁN |
Alza,
Príncipe, del suelo, |
590 |
que hasta aquesa humildad |
|
para que tu voluntad |
|
admita. |
|
|
PRÍNCIPE |
Justo es mi celo;
|
|
la infanta Luna es aquesta. |
|
|
|
LUNA |
Humilde llego a
tus pies; |
595 |
justo es, señor, los
des |
|
a quien ya se manifiesta |
|
por tu esclava. |
|
|
TITÁN |
Alzad, señora,
|
|
y no estéis de aquesa
suerte; |
|
la vida me da y la muerte |
600 |
su vista: el alma la adora. |
|
¡Baulín! |
|
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|
TITÁN |
¿No es hermosa
|
|
la Infanta? |
|
|
BAULÍN |
¡Qué bueno es
eso!
|
|
Pues un Dios hace ese exceso, |
|
llama tienes amorosa. |
605 |
|
|
TITÁN |
¿Pues
quién como yo, Baulín, |
|
puede amar con más
razón? |
|
Que pasiones de Dios son |
|
amar, y ama Dios, en fin; |
|
abrasado amor es
Dios, |
610 |
y amo así a la infanta
Luna. |
|
|
|
BAULÍN |
¿Pues
qué pasión importuna |
|
os dará cuidado a vos? |
|
Pero vos
queréis hacer |
|
como hacen los señores, |
615 |
que, hartos de platos mayores, |
|
pasteles suelen comer; |
|
dejad cualquiera
recelo, |
|
y sin tantos ademanes, |
|
enviad dos ganapanes |
620 |
de los ángeles del
cielo, |
|
y subid a Luna
arriba |
|
y así la podéis
gozar. |
|
|
|
TITÁN |
No es este tiempo
y lugar; |
|
cuando mi ley se reciba |
625 |
y esté por
dios adorado, |
|
entonces habrá mujeres, |
|
juegos, deleites, placeres |
|
y el apetito logrado; |
|
pero aún
no ha llegado el día: |
630 |
todo el tiempo lo dispuso. |
|
|
|
BAULÍN |
A fe que sois
dios al uso, |
|
que entráis por
hipocresía. |
|
|
|
TITÁN |
Amigos, agora es
tiempo |
|
de que cumpla mis promesas. |
635 |
Pedid porque los deseos |
|
satisfacción justa
tengan; |
|
el crédito de mis obras |
|
ya remito a la experiencia. |
|
|
|
PRÍNCIPE |
Señor,
sucesión pretendo: |
640 |
dame sucesión que pueda |
|
heredarme. |
|
|
|
LUNA |
¿Podré hacer que mi belleza |
|
se conserve y que de un modo |
|
todas las gentes se vean? |
645 |
|
|
TITÁN |
Sí
podrás, yo lo concedo. |
|
(Aparte.
|
Y podrás darme mil
penas, |
|
que las niñas de tus
ojos |
|
son de mi vida
centellas.) |
|
|
|
UNO |
Yo fui casado,
señor, |
650 |
con mujer discreta y bella; |
|
dala vida porque goce |
|
de sus adoradas prendas. |
|
|
|
BAULÍN |
¡Pues lo
que has pedido, necio! |
|
Mujer pides, ¡linda
flema! |
655 |
Tantos deseos perder |
|
por una locura es esa; |
|
¿qué pretendes? muda
intento. |
|
|
|
UNO |
No puedo, que
adoro en ella. |
|
|
|
BAULÍN |
Pues no la
podrás sufrir |
660 |
si sabes que cuando quiera |
|
resucitará. |
|
|
TITÁN |
A tu casa
|
|
te parte; que con inmensa |
|
riqueza y adornos ricos, |
|
hallarás tu amada
prenda. |
665 |
|
|
UNO |
Yo parto luego a
buscarla. |
|
(Vase.)
|
|
|
|
OTRO |
Yo, señor,
soy jugador; |
|
dicha quiero con que pueda |
|
ganar. |
|
|
TITÁN |
Siempre ganarás;
|
670 |
seguro en tu dicha juega. |
|
(Vase.)
|
|
|
FABIO |
Señor, un
hombre me enfada |
|
que es ignorante, y quisiera |
|
verle en asno convertido. |
|
|
|
BAULÍN |
Si es ignorante,
¿qué espera? |
675 |
|
|
|
BAULÍN |
Ya entiendo;
|
|
que tenga cola y orejas. |
|
|
|
TITÁN |
Desde luego le
verás; |
|
que está hecho un asno a tu
puerta. |
|
(Vase.)
|
|
|
|
(Sale una MUJER.)
|
MUJER |
Señor, yo
en cosas de amor |
680 |
trato mi gusto, desea |
|
que me amen, y así pido |
|
que todos por mí se
mueran. |
|
|
|
TITÁN |
Desde hoy todos
te querrán. |
|
|
|
|
(Sale otra MUJER.)
|
MUJER |
Señor,
porque mi belleza |
685 |
y mi cara se conserve, |
|
deseo tener hacienda; |
|
dame, con que viva honrada, |
|
diez mil ducados de renta. |
|
|
|
TITÁN |
Yo concedo lo
que pides; |
690 |
ve a tu casa, y en la cueva |
|
cuatrocientos tejos de oro, |
|
cada uno de arroba y media, |
|
hallarás para que vivas |
|
gustosa. alegre y contenta. |
695 |
(Vase.)
|
|
|
BAULÍN |
¡Cuerpo de
tal! con los tejos |
|
allegarán a las tejas. |
|
¡Bien haya un Dios por
arrobas! |
|
|
|
LIDORO |
Rufino, estas
quimeras |
|
son las de aqueste tirano. |
700 |
|
|
RUFINO |
Asombro ponen en
verlas |
|
engañar pretende al
mundo |
|
con industriosas cautelas. |
|
|
|
|
(Aparte los dos.)
|
TITÁN |
¿Qué estáis los dos murmurando? |
|
¿En qué aquestos
necios piensan? |
705 |
¿Cómo no me
habéis pedido |
|
mercedes, pues se dispensan |
|
para todos? |
|
|
LIDORO |
Los cristianos,
|
|
a solo Cristo confiesan. |
|
|
|
TITÁN |
¡Que esto
sufro, santo cielo, |
710 |
y que aquestos que blasfeman |
|
no sepulto en el abismo, |
|
ignorante gente ciega! |
|
¿Cómo rebelde a mi
amor, |
|
me habláis de aquesa
manera? |
715 |
Entrad luego donde todos |
|
los que me sirven se llegan; |
|
en la mano y en el rostro |
|
sé que me dejan en
prendas |
|
de que han de seguir mis
pasos; |
720 |
mas si contumaces niegan |
|
lo que pido, ¡tristes de
ellos! |
|
Que están dispuestas mil
penas, |
|
mil martirios y tormentos |
|
que a los de Nerón
excedan. |
725 |
Mirad bien lo que decís |
|
y no probéis mi
paciencia, |
|
que en castigo convertido |
|
no hay quien remediaros pueda. |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Quedan RUFINO y
LIDORO.)
|
RUFINO |
¿Qué te parece, Lidoro? |
730 |
Extraña desdicha es
esta: |
|
¿qué habemos de
hacer? |
|
|
LIDORO |
¿No ves
|
|
que nadie al martirio llega |
|
menos que por estos pasos? |
|
En tu intento persevera; |
735 |
que Dios, piadoso
señor, |
|
no querrá que aquesta
bestia |
|
así devore su pueblo, |
|
así haga guerra a su
Iglesia. |
|
|
|
RUFINO |
Piedad,
Señor, y advertid |
740 |
nuestra mísera
flaqueza; |
|
pero los cielos se rasgan. |
|
|
|
LIDORO |
¿Qué dulce música es esta? |
|
|
|
|
(Descúbrense en dos tramoyas ELÍAS y ENOC.)
|
ELÍAS |
Mortales,
oíd mis voces: |
|
oiga el mundo su defensa; |
745 |
no quede el mundo
engañado; |
|
que este que por Dios venera |
|
el hombre; cuyas maldades |
|
ya la tierra amedrentan, |
|
tiene por antigua estirpe |
750 |
a la envidia y la soberbia, |
|
y los efectos que hará |
|
explica su descendencia. |
|
Aquella bestia feroz |
|
que el Apocalipsis
enseña, |
755 |
es este hombre que viene |
|
contra la divina Iglesia. |
|
A mí me llaman
Elías |
|
o el celador; no os suspenda |
|
el verme, pues he venido |
760 |
a la defensa que espera. |
|
Yo soy aquel que a Eliseo |
|
dejé el manto, y en
esferas |
|
de volcanes fulminantes |
|
me arrebaté a las
estrellas. |
765 |
Ya se dispone el castigo |
|
del que los orbes inquieta, |
|
porque el justiciero Dios |
|
satisface sus ofensas. |
|
Valor cobrad, y advertid |
770 |
que el hacedor de la tierra |
|
no se olvida de la culpa |
|
por dilatarse la pena. |
|
Años ha pasé esta
vida, |
|
que la voluntad inmensa |
775 |
dispuso que yo viviese |
|
guardado para esta empresa. |
|
No temáis, que ya he
venido |
|
contra esta serpiente horrenda |
|
que nos muestra Danïel, |
780 |
y Juan en Patmos
enseña. |
|
Perseverad en la fe |
|
de Cristo, que es verdadera; |
|
que ya viene el
desengaño. |
|
|
|
|
|
|
(Vuélvese la tramoya y dase fin a la primera
jornada.)
|