Establecimiento del texto definitivo de
las poesías de Aguirre
por el padre Aurelio Espinosa
Pólit
Preámbulo
I
-[424]--425-
Señor don Gonzalo
Zaldumbide
Presente.
Mi querido Don
Gonzalo:
Al recibir de Ud.
el encargo de establecer el texto de las poesías del P. Juan
Bautista Aguirre, que por segunda vez va a imprimirse en Quito, con
la ambición de convertirse, al menos para las composiciones
hasta ahora descubiertas, en texto definitivo, ne varietur, cumplo con la
grata obligación de poner en su conocimiento las
particularidades del texto que le entrego.
La necesidad de
una minuciosa revisión procede del hecho singular de las
múltiples divergencias entre las dos ediciones de nuestro
poeta, totalmente independientes la una de la otra, pero que
salieron a luz simultáneamente en 1943, la suya de Quito y
la del Sr. Emilio Carilla de Buenos Aires; la primera con el
título de Poesías y Obras oratorias, y la
segunda con el de Un olvidado poeta colonial.
Olvidado
efectivamente había permanecido por más de un siglo,
desde que el argentino Don Juan María Gutiérrez
había dado con el cuaderno original que guardaba en
Guayaquil Don José María Avilés, y del que
Gutiérrez sacó la copia que con el tiempo ha ido a
parar a su archivo en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.
De esta copia de
Gutiérrez se sacaron las segundas copias que le sirvieron a
Ud. para su edición. Por desgracia -426-
no pudo Ud. confrontar estas segundas copias con la del
archivo argentino, y esto explica que entre las dos ediciones
cuidadosamente cotejadas se registre la suma considerable
(exorbitante para el caso) de 124 variantes.
Éstas se
deben indudablemente a defectos de lectura. Versos que faltan en la
copia remitida a Ud. han podido ser descifrados por el Sr. Carilla.
No me consta si él utilizó también alguna
copia o directamente el manuscrito del archivo Gutiérrez,
pero es el caso que en su edición aparecen errores que Ud.
supo evitar.
Así, por
ejemplo, en la última octava de la «Descripción
del mar de Venus», la edición bonaerense
transcribe:
Madre del numen fascetrado
(x) (?) y ciego
y corrobora en nota: «Así se lee en la Colección».
Con toda razón pone un interrogante al adjetivo
«fascetrado», que ni existe ni significa nada. Pero a
quien leyó «fascetrado» hubieran bastado
nociones elementales de paleografía para saber que a fines
del siglo XVIII escribían como nuestra x la
r, en la que posteriormente la eliminación del
rasgo inferior derecho dio lugar a la r de tipo de
imprenta. La r, pues, leída como x e
interpretada como sc ha dado la lectura imposible:
fascetrado. Cierto es que faretrado no aparece en
los diccionarios españoles. Pero se debe saber que la
poesía gongorina está llena de latinismos, y el
latinismo «faretrado» fue seguramente en Aguirre obvia
reminiscencia o de Virgilio o de Ovidio, ya sea de la famosa
descripción de Camila en el Libro XI de la Eneida, verso
649:
Unum exserta latus pugnae pharetrata
Camilla,
o del primer verso de la pieza
5.ª del Libro II de los Amores:
Nullus amor tanti est; abeas, pharetrate
Cupido!
-427-
La sospecha de que
las variantes procedían de defectos de lectura se me
convirtió en evidencia al advertir que en la
transcripción marginal de las citas latinas de la Sagrada
Escritura puestas por el P. Aguirre al poema «A la
rebelión y caída de Luzbel y sus secuaces», la
edición de Buenos Aires contiene, para 9 citas 19 erratas,
algunas de ellas inverosímiles, como Contienda en
vez de Conscendam, pretis en vez de proelium, pergnavit
en vez de pugnavit, enojo en vez de ejus, strellaris en
vez de stellarum. Evidentemente quien así leyó
no sabía latín y no pudo descifrar las grafías
confusas, y menos adivinar las abreviaturas.
Este hecho hace
pensar que la letra del manuscrito debe en muchos casos ser
adivinada, lo que se puede hacer conociendo bien la lengua, pero se
hace imposible al ignorar el idioma. Por otra parte el adivinar
siempre tiene sus riesgos; y así al transcribir los versos
castellanos, los errores de lectura se reparten equitativamente
entre las dos ediciones la de Ud. y la del Sr. Carilla.
Razón, por
ejemplo, tiene ésta en leer bostezos y no
porteros en la primera octava de la
«Descripción del mar de Venus». Razón
asimismo en leer en el poema «A la rebelión de
Luzbel»
plumas de fuego y
resplandor vestido
y no
llama de fuego de
esplendor vestido.
En cambio, mejor
lectura es la de la edición de Ud. que en el «Llanto
de la naturaleza humana» tiene: mi imposible dolor,
en lugar de mi insufrible dolor de la otra; o en el
«Rasgo épico de la Concepción de Nuestra
Señora», donde lee su edición:
del cerúleo zafir rizaba
espumas,
y la otra:
del cerúleo zafir
viraba espumas.
-428-
Como en estos
casos citados, se puede advertir en muchos otros que la variante se
encuentra precisamente en palabras en que fácilmente caben
diversas maneras de interpretar rasgos dudosos.
Otras variantes
son cambios sin importancia de conjunciones u otras formas
gramaticales, como Pues si el tiempo... y Mas si
el tiempo; lo que el alba... y cuanto el alba.
Otros son ligeros retoques al verso, como en el primer soneto
moral:
sino una sombra que entre
confusiones
imprime en tu memoria tu
pecado
del texto de Gutiérrez,
transcrito por Carilla, y modificado en
sino una sombra envuelta en
confusiones
que imprime en tu memoria
tu pecado
en el texto suyo, transcrito del
«Nuevo Luciano de Quito» de Espejo.
Una prudente
selección entre las alternativas de las 124 variantes de las
ediciones de Quito y Buenos Aires, dará, según
espero, a la presente un texto más depurado y más
digno del gran poeta.
Última
advertencia. En la edición quiteña se juzgó
conveniente en cinco ocasiones completar un verso que faltaba y
cuya falta hería el oído por desbaratar el ritmo y la
armonía de la estrofa. (Esto se hizo naturalmente
diversificando con tipo cursivo el verso complementario). De estos
cinco casos, cuatro se han solucionado por haberse descifrado el
verso original del P. Aguirre, y sólo queda al final de la
«Descripción del mar de Venus» un verso suplido
por el P. Miguel Sánchez Astudillo. En la
«Canción heroica» las estancias son unas de 18,
y otras de 19 versos; la 1.ª sólo tiene 10 y queda a la
mitad una -429-
laguna de 8 ó 9 versos, que, por no poderse
conjeturar lo que contenían, ha parecido mejor dejar en
blanco.
Como se propone
esta edición dar el texto completo de las poesías de
Aguirre conocidas hasta hoy, incluye, además de las 17
piezas pertenecientes al acervo salvado por Don Juan María
Gutiérrez, el fragmento del «Monserrate» debido
al «Luciano» de Espejo, los dos fragmentos
minúsculos conservados por el Sr. Santur Urrutia, y las
décimas sobre Guayaquil y Quito.
Esta última
composición pide consideración especial. Por mucho
tiempo fue casi la única por la que se conocía a
Aguirre, y apareció en letras de molde por vez primera en el
artículo de Don Pedro Fermín Cevallos, publicado en
El Iris de 5 de Noviembre de 1861 con el título:
«Ecuatorianos ilustres. El Padre Juan Bautista
Aguirre». Reproduce 24 décimas, 10 sobre Guayaquil y
14 sobre Quito. El hecho de que interponga puntos suspensivos, una
vez en las de Guayaquil, y cuatro en las de Quito, da a entender
que tuvo un texto más completo y que no lo quiso reproducir
entero.
La segunda
publicación conocida es la de un artículo
anónimo de la revista Álbum literario,
histórico, científico y religioso de Guayaquil
(Entrega XX, 1.º de Junio de 1864), que reproduce completas
las 11 décimas de Guayaquil (con la curiosa variante de
empezar: Dichoso Mendiola... en lugar de Dichoso
paisano). Añade (lo que ninguna otra) la décima
de transición entre los dos grupos; pera nada copia de las
de Quito.
Por tercera
publicación se puede tener la de Don Juan María
Gutiérrez en el capítulo que dedica a Aguirre en sus
Estudios biográficos publicados en Buenos Aires el
año siguiente de 1865. Cita únicamente 8
décimas de las de Guayaquil.
Nada añaden
a lo anteriormente publicado ni Don Juan León Mera en su
Ojeada crítica de 1868, ni -430-
don Vicente Emilio Molestina en su Colección de
Antigüedades Literarias, 1868, ni Manuel Gallegos Naranjo
en su Parnaso ecuatoriano de 1879, ni la Academia de la
Lengua en su Antología Ecuatoriana. Poetas de
1892.
Al hacerse en 1943
las dos ediciones de las poesías de Aguirre, la de Buenos
Aires reprodujo 25 décimas, todo lo que hasta entonces se
conocía; y la de Quito sólo estampó 21.
Llegado el momento
de dar un texto completo de lo que se ha salvado de nuestro primer
poeta colonial, incluyendo aun lo que hasta ahora se había
suprimido, y sólo puede excusarse con el desenfado y
despreocupación por el decoro comunes en aquel tiempo, debe
ya reproducirse entera la célebre Carta Joco-seria. Tanto
más cuanto que los improperios de Aguirre contra Quito deben
tomarse por lo que son y como los califica él mismo, al
decir de sus décimas que en buena cuenta son una
descripción antojadiza, disparate más o
menos...
Para esta
publicación íntegra he tenido la fortuna de hallar
entre los papeles del Dr. César Borja Lavayen, que ahora
forman parte del archivo ecuatoriano del Instituto Superior de
Humanidades Clásicas de Cotocollao, una copia manuscrita en
que figuran 34 décimas: 11 de Guayaquil, la de
transición y 22 de Quito. Le faltan, sin embargo, 2 de las
publicadas por El Iris. Completando con estas dos el
manuscrito del doctor César Borja, tenemos para esta
edición definitiva 36 décimas, 10 de ellas des
conocidas hasta ahora. Como composición popular, transmitida
por copias manuscritas, pululan en ella las variantes, entre las
que ha sido preciso escoger sin más fuente de
discriminación que el criterio estético.
Esta
edición contiene, en forma integral, todas las
poesías halladas hasta hoy del padre Aguirre.
Únicamente el Romance del doctor Vidales, va, también
esta vez; reducido a los doce primeros versos ya conocidos, por
-431-
cuanto las veinte y dos cuartetas restantes, podrían
parecer demasiado crudas de expresión, para la época
actual, si bien no han dejado de ser muy divertidas en su propio
exceso burlesco. Y queda una última añadidura. En una
nota de don Juan María Gutiérrez en que describe el
manuscrito de Aguirre que halló en Guayaquil leemos:
«He dejado sin copiar un poema heroico a
San Ignacio de Loyola..., Octavas a la muerte de Felipe V, varios
epigramas latinos con su traducción española, varias
composiciones amorosas y otras satíricas de mera
circunstancia». A estos juguetes «de
mera circunstancia» pertenece una décima de rimas
forzadas que ha conservado el autor anónimo del
artículo «Glorias del Guayas. El padre Juan Bautista
Aguirre», publicado en Álbum Literario,
histórico, científico y religioso. (Entrega XX,
1.º de junio de 1864).
En cuanto a las
obras en prosa del Padre Aguirre, la única que conocidamente
corrió en letras de molde durante la colonia fue su
Oración fúnebre del ilustrísimo
señor Juan Nieto Polo del Águila, que es, no el
primero, sino el segundo folleto publicado en la capital
después de la traslación de la imprenta de Ambato a
Quito, 1759. El primero son las Tesis de toda la
Filosofía defendidas en la Universidad de San Gregorio por
el estudiante José María Linati, S. I., bajo la
presidencia de su profesor, nuestro P. Aguirre, de quien
seguramente es el texto de la tesis. (Con esto corrijo el error que
se me había escapado en mi «Nota
Bibliográfica» de la edición de 1943).
Pero existe
impresa otra pieza oratoria de Aguirre. Consultando la gran obra en
cinco tomos del P. José Eugenio de Uriarte, S. I.:
Catálogo razonado de Obras Anónimas y
Seudónimas de Autores de la Compañía de
Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia
Española (Madrid, 1904-1916), en el T. III, pp. 72-73,
art. 3810, hallé atribuida, con duda, al P. Juan Bautista de
Aguirre la Carta Pastoral del Ilmo. Sr. D. Juan Nieto Polo
del -432-
Águila acerca del terremoto de Latacunga de 1757. Que
esta «Carta Pastoral» haya sido redactada por el P.
Aguirre, «parece debe colegirse -dice el
P. Uriarte- de un papelito del P. Pedro Berroeta (existente en el
Archivo de la Residencia de Madrid), en que pone la lista de varios
libros que traía consigo de Italia, tanto impresos como
manuscritos, y entre los impresos registra la presente "Carta
Pastoral del Sr. Polo (por Aguirre)", dando a entender que fue
él quien la escribió».
Con este dato
traté de hallar dicho impreso en Quito. Di con él en
la Biblioteca del Sr. D. Jacinto Jijón y Caamaño,
quien benévolamente puso el ejemplar a mi disposición
-ejemplar quizás único que se conserve-. En él
encontré al punto la confirmación explícita de
la afirmación del P. Berroeta, pues al pie de la portada del
ejemplar del Sr. Jijón se lee, de tinta y letra del siglo
XVIII, la inscripción siguiente: «Su Author el P. Juan Bauta. de Aguirre».
Revisado luego acuciosamente página por página el
folleto, comprobé que, con las solas excepciones de las
páginas 3, 8 y 12, todas las demás llevaban
correcciones manuscritas, de la misma mano, correcciones, no de
meras erratas tipográficas, sino varias de ellas de sentido.
Para acabar de dar luz en el asunto, al final, en la página
blanca de guarda, se lee, de letra también antigua pero
claramente posterior, en tres líneas el dato siguiente:
«Este libro me lo regaló mi
tía Dª. Francisca Mendiola, en Daule, el año de
1834».
Ahora bien,
Dña. Francisca de Mendiola Fernández Caballero era la
sexta hija del Capitán Dn. Gerónimo de Mendiola y
Obregón, cuñado del P. Aguirre, casado con
Dña. María Ventura Fernández Caballero y
Carbo, hermana de madre del P. Aguirre77.
Por consiguiente -433-
el ejemplar de la Biblioteca del Sr. Jijón
perteneció a una sobrina del poeta y orador
dauleño.
Con esto todo
queda esclarecido satisfactoriamente. El Padre mandaría
aquel ejemplar de la Pastoral a su hermanastra, Dña.
María Ventura, avisándole, con confianza de hermano,
que la Carta del Obispo había sido redactada por él.
A corroborar esta conclusión nos llevan una serie de
pequeños datos convergentes: la amistad del gran Obispo de
Quito con el P. Aguirre, que hace perfectamente verosímil
que le pidiera la redacción de una Carta Pastoral que
había de escribirse apresuradamente; el título mismo
del escrito, que no dice: Carta Pastoral del Ilmo. Sr....,
sino: Carta Pastoral que hizo leer el Ilmo. Sr. D. D. Juan
Nieto Polo del Águila...; las oportunas correcciones
manuscritas, afán típico de todo autor en defensa del
propio texto; por fin, el estilo de la Pastoral, en el que la
crítica interna obviamente reconoce la pluma del P. Aguirre,
que, aunque refrenada por la mesura que corresponde a un documento
oficial, es claramente la misma que campea en la Oración
fúnebre del insigne Prelado. ¿No traiciona, en
efecto, la mano del fino poeta este solo rasgo con que pinta la
sagrada Eucaristía?: «Allí
está reducida a un breve círculo de nieve, para ser
el blanco de nuestra fe, aquella inmensa Majestad, para quien es
corto el ámbito de los cielos...».
La conveniencia de
todos estos indicios con la afirmación escueta del P. Pedro
Berroeta, contemporáneo de Aguirre, justifican con certeza
moral la atribución a este último de la Carta
Pastoral, única conocida, del Ilmo. Sr. D. Juan Nieto
Polo.
Esta certeza moral
se convierte en evidencia al comprobar que el nombre del P. Aguirre
escrito en la portada del ejemplar de la Biblioteca de Don Jacinto
Jijón y Caamaño, es firma autógrafa.
Efectivamente, en el Libro de Oro de la Universidad de San
Gregorio, hoy en poder de la Universidad Central, en los
folios 447 a 454 v. (del -434-
18 de noviembre de 1759 al 20 de junio de 1764) se hallan 26
firmas del P. Aguirre, y en los folios 497 a 503 v. (del 17 de
abril de 1759 a 25 de junio de 1762) otras 79. Ahora bien los
rasgos característicos y diferenciales de la firma estampada
en la Carta Pastoral se hallan todos sin excepción
repartidos en las 105 firmas del Libro de Oro: la forma de la
B y de la A en Bauta, y en Aguirre, el acento
circunflejo ornamental de la abreviatura en Bauta, la forma
enteramente peculiar de la g de Aguirre, y la r
típica de la época, en forma de x.
Por fin, va a
continuación una reseña bibliográfica del P.
Aguirre, lo más completa que es actualmente posible.
Obras impresas
1. 1757
Carta pastoral / Que hizo leer el Ilustrissimo Señor / D. D.
Juan Nieto / Polo del Aguila / Obispo dignissimo de esta Diocesi,
en / su Iglesia Cathedral de Quito el día 13, de Marzo de /
este presente año de 1757, con ocasión del /
terremoto, y desolación de Latacunga: / y dirige á
todo el Clero, y Pueblo de su Obispado, ex- / hortando los á
una Communion general para aplacar la Divina Justicia / (18
páginas) Sin fecha ni lugar.
2. 1759
Divino Religionis Propugnaculo / POLARI FIDELIUM SYDERI, / Gentium
Delicio, / PALESTINO GERMANI, / Dalmatum Aurorae, / Piceni Gloriae,
/ Totius Orbis Christiani Praesidio, / & Ornamento, /
SANCTISSIMAE, AUGUSTISSIMAE, / LAURETANAE VIRGINI, / & / DOMUI,
/ Se, suasque universae Philosophiae Theses / Venerabundus / D. O.
C. / IOSEPH MARIA LINATI / SOCIET. -435-
JESU. / Quaestio vespere propugnanda. / Non dari Physicam
Praemotionem Thomisticam, / rationibus mere philosophicis probamus,
& / defendimus, theologica argumenta Theologis / relinquentes.
/ In Coll. Max. Quitensi Soc. Jesu Die / An. Domini 1759. / (En la
p. 31) PRAESIDE / R. P. JOANNE BAPTISTA / DE AGUIRRE, Soc. Jesu. /
IN FLORENTISSIMA / DIVI GREGORII / UNIVERSITATE / Publico
Philosophiae Professare. / O. A. M. D. G./
3. 1760
Oración / funebre / predicada / en las solemnes exequias /
Que al cabo de Año se hicieron á la feliz Memoria /
del Ilmo. Señor Doctor / D. Juan Nieto / Polo del Aguila, /
obispo / de la ciudad de Quito / En su Iglesia Cathedral el
día 17, de Marzo, de 1760. / Por el R. P. Juan Bautista de
Aguirre, / De la Compañía de Jesús,
Cathedratico que fue de Philosofia, / y actualmente de Theologia en
la Real Universidad de S. Gregorio Magno de Quito. / Dalo a Luz /
El Sr. Dr. Don Juan Gregorio Freire, Secreta- / rio que fue en los
dos Obispados de Sta. Martha, y Quito del / Ilustr. Principe
difunto, y Canonigo de la Sta. Iglesia Ca- / thedral de esta
Ciudad. / Con las Licencias necesarias. Impreso en Quito, /
Año de 1760. (VIII sin paginación + 30
páginas). Preceden a la Oración fúnebre las
Aprobaciones «del Dr. Don Miguel Garzia Castrillon,
Prebendado de esta Santa Iglesia Cathedral» y «del M.
R. P. Mro. Fr. Juan Luzero, del Orden de N. G. P. S.
Agustin». (Reproducido el exordio en Antología de
Prosistas Ecuatorianos, 1895, T. I, pp. 289-294).
-436-
4. 1860
Fragmento del Poema sobre las acciones y vida de San Ignacio.
Descripción de Monserrate. Pablo Herrera, Ensayo sobre
la Historia de la Literatura Ecuatoriana, Quito, 1860, p. 99.
(Este fragmento se publicó entero por vez primera en la
edición de los Escritos de Espejo hecha por el
Ilmo. Sr. González Suárez, 1912, T. I, pp.
299-300).
5. 1861
Décimas a Guayaquil y Quito. Pedro Fermín Cevallos.
«Ecuatorianos ilustres: El P. Juan Bautista Aguirre».
El Iris, Noviembre 5 de 1861, Entrega 8.ª, pp.
122-125.
6. 1865
Juan María Gutiérrez. Estudios biográficos
y críticos sobre algunos poetas sudamericanos anteriores al
Siglo XIX. Tomo I Buenos Aires, 1865. (Publicados primero en
la Revista del Río de la Plata). Las composiciones
de Aguirre están reproducidas en América
Poética I. Buenos Aires, 1866.
7. 1895
Fragmentos traducidos al castellano de la Disputa III de la
FÍSICA y de la Disputa II de la ONTOLOGÍA o
METAFÍSICA. Pablo Herrera. Antología de Prosistas
Ecuatorianos, 1895, T. I, pp. 282-289.
8. 1943
Juan Bautista de Aguirre, S. I. Poesías y Obras
Oratorias. Estudio preliminar del Sr. D. Gonzalo Zaldumbide.
Quito 1943. Ediciones del Instituto Cultural Ecuatoriano. (pp. LXII
+ 128).
9. 1943
Emilio Carilla. Un olvidado poeta colonial. Buenos Aires, 1943.
Imprenta de la Universidad. (p. 94).
-437-
Obras
inéditas que se conservan:
10. 1757
Physica / ad Aristotelis mentem / Auctore / P. Ioanne Baptista / de
/ Aguirre / Societatis Jesu / Audiente Philippo Maria / Raimer
Ejusdem Societatis. / Quiti / MDCCVII. (337 páginas).
Pertenece al Archivo del Instituto Superior de Humanidades
Clásicas de Cotocollao.
(Todos los datos
que siguen se consignan, sin comprobación directa, de la
obra Biblioteca de Escritores de la Compañía de
Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de
España, desde sus orígenes hasta el año de
1773 por los Padres José Eug. de Uriarte y Mariano
Lecina de la misma Compañía. Madrid, 1925. Parte I,
Tomo I, pp. 58-59).
11. Pars
Tertia in Metaphysicam. En 4.º, 108 hs. (En Quito).
12.
Logica minor, sive Summulae. En 4.º, 225 hs. (ibid.)
13.
1756-1758 Otro ejemplar de la misma obra triple: Cursus
Philosophicus. Pars I in Logicam. Pars II in Physicam. Pars III in
Metaphysicam. Auctore R. P. Joanne Bapta. De Aguirre S. J.
meritissimo in hac Gregoriana Quitensi Vniversitate Philosophiae
Professore. Inchoavit Quiti, die 20 Oct. ann. Dni 1756.- die 19
Oct. ann. 1757.- die 19 Oct. anni 1758. (3 Tomos en 4.º, de
hs. 150 + 2 de prels, e ind; 175 + 5 de prels. e ind.; 109 + 3 de
prels. e ind.). (Madrid, Biblioteca de la Historia).
-438-
14. 1761
Tractatus Theologicus-Canonicus de Contractibus, Auctore R. P.
Joanne Baptista de Aguirre. 1761. En 4.º, 168 hs. (Quito.
Biblioteca Nacional).
Obras
inéditas de que hay noticia:
15. De
Theologicis rebus Tractatus complures. (En especial Tractatus De
Iustitia et Iure).
16.
Contra puros Deistas Tractatus Theologicus-Philosophicus.
19.
Colección de sermones varios, panegíricos y
morales.
20.
Colección de poesías latinas, españolas e
italianas.
21. De
Cultu Sanctissimi Cordis Jesu Diatribae tres: I. Critica, in qua
Cultus Sacratissimi cordis et Dissertationis Commonitoriae Camilli
Blasii breve specimen exhibetur; II. Theologica, de adoratione
Sacratissimo Cordi debita deque festo eidem cordi ab Ecclesia
Catholica concesso; III. Apologetica, in qua cuncta sophismata et
technae quas adversum Sacratissimi Cordis cultum ejusque
antiquitatem et originem congessit Blasius, explicantur et funditus
evertuntur.
-439-
¿Queda
alguna esperanza de recobrar algún día estos tesoros?
¿de hallar sobre todo los manuscritos completos de las
poesías de Aguirre? Hay el dato de que el joven Santur
Urrutia, que nos ha conservado dos fragmentos de procedencia
desconocida, habla de haber tenido en las manos, y al parecer en
Quito, el manuscrito de las poesías inéditas de
Aguirre (o copia de él) el año de 1845. Es un
testimonio más, independiente del de Gutiérrez y del
de Molestina, que confirma la existencia de dicho precioso
original. No hay, pues, que desesperar de hallarlo entero en
nuestra patria. Quiera Dios se recobre algún día, y
tengamos la satisfacción y el orgullo de ver al P. Juan
Bautista Aguirre encumbrado al puesto de honor que le corresponde
entre los hombres de ciencia y de arte de nuestro período
colonial.
Suyo afectuosamente
Aurelio Espinosa Pólit, S. I.
NOTA: En un
artículo anónimo de la revista guayaquileña
Álbum literario, histórico, científico y
religioso (Entrega XX, 1.º de junio de 1864), se lee:
«Algunos estudiantes alegres, conociendo y admirando el genio
del Padre Aguirre, se propusieron declararle guerra abierta,
presentándole cuestiones las más difíciles
sobre que debía improvisar, enigmas oscuros que debía
resolver inmediatamente y zahiriéndolo con epigramas, los
más picantes, por tener el placer de verlo alguna vez
vacilar. Pero salían fallidas sus esperanzas y convinieron
un día en escribir en la puerta de su celda varias palabras,
en columna, del mismo modo que se verán en bastardilla, con
lo que creyeron saldrían vencedores, suponiendo que el
ingenioso guayaquileño o se vería indeciso o
formaría alguna cosa ridícula. Mas apenas vio el
-440-
Padre esas palabras, comprendiendo que venían de sus
antagonistas, completó al instante los renglones, resultando
la graciosa décima siguiente:
Muchacho, cierra la
caja
Mientras me voy a la
torre,
Ten cuidado no se
borre
El dibujo de la faja.
Todos los colores
maja,
Enciende todas las
luces,
Y si el hombre de
capuces
Viniere, dale el
sombrero;
Te dejo pluma y
tintero,
Entretente en hacer
cruces.
Sorprendidos
quedaron, no sólo los jóvenes rivales del Jesuita,
sino todos los que leyeron este chiste improvisado, y
aquéllos se declararon vencidos».
* * *
Variantes entre la
edición de Quito y la de Buenos Aires
(fuera de diferencias de puntuación)
Las palabras en bastardilla han sido
preferidas en este nuevo texto.
A una
rosa. Soneto I
Q:
Naced y vivid lentas; no en la
prisa
BA:
Naced y lucid lentas; no
en la prisa
A una
rosa. Soneto II
Q:
Más y más se
enrojece con cuidado
de brillar más que
la encendió su estrella,
-441-
BA:
Más y más la enrojece
con cuidado
el brillar más, que la
encendió su estrella;
Soneto
moral I
Q:
sino una sombra, envuelta
en confusiones,
que imprime en tu memoria
tu pecado.
BA:
sino una sombra que entre
confusiones
imprime en tu memoria tu
pecado.
Q:
Mas si el tiempo
dejó para tu daño
BA:
Pues si el tiempo dejó para
tu daño
(El texto de Q está tomado del
Nuevo Luciano de Espejo
[pp. 41-42] quien atribuye este soneto al P. Tomás
Larrain)
Carta a
Lisardo
Q:
muerto dos veces, porque
vivas una.
BA:
muerto dos veces porque vives
una!
Q:
sulca el ponto con alas,
bajel o ave,
BA:
sulcó el ponto con alas,
bajel o ave,
En BA falta la
estrofa:
De la ballena altiva...
Q:
púrpura vegetal o florido
ampo,
BA:
púrpura vegetal, florido
ampo;
Canción heroica
Q:
dejando presuroso su
clausura,
BA:
dejando, presuroso de
clausura,
Q:
a ser Narciso de las otras
flores
BA:
de ser Narciso de las otras
flores
-442-
Q:
con música saluda su
corriente
BA:
con música saluda a
su corriente
Q:
de mi fortuna semejanza
viva!
BA:
de mis fortunas semejanza
viva!
Llanto de
la Naturaleza humana
Q:
naturaleza humana
congojada,
BA:
naturaleza humana acongojada,
Q:
y sólo de mi ser sombra ha
quedado.
BA:
y en mí, de mí,
la sombra no ha quedado.
Q:
que a dar ser a mi nada
fue bastante.
BA:
que a dar ser a mis humos fue
bastante.
Q:
mi imposible dolor, y
lloren tanto,
BA:
mi insufrible dolor, y lloren
tanto,
A la
inconstancia del mar
Q:
Ayer en rocas de
nieve
BA:
Ayer en roscas de nieve
Q:
ser sorbo a sus ondas
leve;
BA:
ser torvo a sus ondas leves;
Q:
si le adoras como
pie.
BA:
o lo adoras como pie.
Q:
tu cólera
enardecida
BA:
tu cólera encanecida
Q:
en tu condición
variable
BA:
es tu condición
variable
Q:
Qué me canso en
persuadir
BA:
Que me canso en persuadir
Q:
mudes tu instable
vivir;
BA:
mude tu instable vivir;
-443-
Q:
si aunque me puedes oír
BA:
si aunque no puedes
oír
Q:
sujeto a variar
fortuna
BA:
sujeto a varia fortuna
Descripción del Mar de Venus
Q:
con porteros de nácar al
oriente
BA:
con bostezos de
nácar al oriente
BA:
(por errata) y fogosa
bajel [...]
Q:
ondas de luz en
piélagos de estrellas
BA:
ondas de luz en piélago de
estrellas
Q:
(por errata)
encrespado
Q:
ondas eleva que
formó Cupido
BA:
ondas eleve que formó
Cupido
Q:
en llama hierve el golfo y
convertido
BA:
en llamas hierve el golfo
y convertido
Q:
de halagüeñas sirenas
siempre ha sido,
BA:
de halagüeñas sirenas
tiempo ha sido,
BA:
(por errata)
harpón
BA:
(por errata) impuro
Q:
de este mar enamoran sin
sosiego,
BA:
de este mar enamora sin
sosiego!
Q:
que si riza las ondas o el
mar bruma,
BA:
que si vira las ondas o el mar
bruma
Q:
Venus, divina Venus a quien
llega
BA:
Venus divina, Venus a quien
llega
Q:
(por errata)
harpón
Q:
o es la carroza de la blanca
aurora
(verso suplido por
el P. José L. Velasco)
BA:
o es constelado el llanto de la
aurora
Q:
anega al mundo en piélago de
harpones.
BA:
anega al mundo en
piélagos de arpones
-444-
Q:
que en dulce llanto y
apacible ruido
BA:
que en dulce llanto ya apacible
ruido
Q:
un néctar liban de
dulzuras lleno
BA:
un néctar liban de dulzura
lleno
Q:
en el cual Venus a su edad
destina
BA:
en el cual Venus a su sed
destina
Q:
es el pelo, desdén de
Ofir luciente,
BA:
es el pelo, de Ofir desdén
luciente,
BA:
(por incomprensión) madre
del numen fascetrado (x) (?) y ciego!