11
Así llamaba a veces EG a Octavio Paz. Siempre me preguntaba, «¿has visto a El Poeta?»
12
La historia de la hégira de EG a Nueva York está suficientemente documentada. Siempre le guardó agradecimiento a Gabriela Mora por haber dado cobijo a EG y su hija. Recuerdo que me contó que en uno de esos cuentos de Andamos huyendo Lola, Gabriela y su marido son personajes.
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Anécdota producto de mi imaginación.
14
Carta de Elena Garro al autor.
15
Anécdota que me contó Elena Garro. Conviene anotar que no llegó a ir a la cárcel, como ella decía sonriendo, sino sólo a los separas de la policía de Madrid. El alcalde mencionado es don Enrique Tierno Galván.
16
Bien es sabido este comentario que repitió EG en múltiples ocasiones, a mí me lo contó dos veces.
17
Recuerdos del porvenir, segunda parte.
18
Recuerdos del porvenir, cap. III.
19
De labios de EG escuché como conoció a Octavio y los comentarios que incluyo.
20
Esta anécdota recupera un comentario que EG hizo al abandonar la casa de Juan Soriano, el día que la conocí a fines de 1981; recuerdo que leyó en mis ojos la duda de aceptar la letanía de pobrezas ante la elegancia del saco de pieles.