Primera parte de Diana enamorada
Cinco libros que prosiguen los siete de la Diana de Jorge Montemayor
Preliminares
Licencia del Santo Oficio de la Inquisición de Valencia para imprimirse y venderse la presente obra
Privilegio
A la muy ilustre señora doña Jerónima de Castro y Bolea, &c., Gaspar Gil Polo
Epístola a los lectores
De don Alonso Girón y de Rebolledo
De Jerónimo Samper
De Miguel Juan Tárrega
Hernando Bonavida, ciudadano valenciano
Libro primero
Libro segundo
Libro tercero
Libro cuarto
Libro quinto
Apéndice
De Felipe Mey
Alégrenos la hermosa primavera,
Amor, cata que es locura
Arenoso, desierto y seco prado,
Buen libro, Diana.
Con la tuba meonia y mantuana
Con tus dos soles me tiras
Contando está Melibeo
¿Cuál es el ave ligera
Cuando con mil colores divisado
Cuando la brava ausencia un alma hiere,
Cuantas estrellas tiene el alto cielo
De fieras armas la inmortal historia
De flores matizadas se vista el verde prado,
Decí, ¿cuál es el maestro
Decidme, señores, ¿cuál ave volando
Después que mal me quisiste
Dicen que amor juró que no estaría
El alma de alegría salte,
Él dice: «Pastora mía,
En el campo venturoso
Goce el amador contento
Junto a un pastor estaba una doncella
La bella malmaridada,
La hermosa, rubicunda y fresca aurora
La honesta majestad y el grave tiento,
Las tristes lágrimas mías
Madruga un poco, luz del claro día,
Mal consejo me parece,
Mi sufrimiento cansado
Mientras el sol sus rayos muy ardientes
Mil meses dure el tiempo que colora
Morir debiera sin verte,
Mudable y fiero amor que mi ventura
No es ciego amor, mas yo lo soy, que guío
Ojos, que estáis ya libres del tormento
Ovidio a su Corina celebraba
Pastor, mal te está el callar,
Pastora, el amor fue parte
Probaron en el campo su destreza
Pues ya se esconde el sol tras las montañas,
Que el poderoso amor sin vista acierte
¿Quién jamás caballo vio
Quien libre está, no viva descuidado,
Recoge a los que aflige el mar airado,
Regad el venturoso y fértil suelo
Salga afuera el verso airado
Si cuando os miré, no os viera,
Si el famoso Marón es alabado
Si os pesa de ser querida,
Sin que ninguna cosa te levante,
Sufrid que pueda quejarme,
Tal estoy después que vi
Tan alegres sentimientos
Tauriso, el fresco viento que alegrándonos
Tenga fin mi triste vida,
Vi un soto levantado
Voy tras la muerte sorda paso a paso,
Vuelve agora en otra parte,
Vuestra rara gentileza
Zagal, vuelve sobre ti,
Zagala, ¿por qué razón
One fine body…