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Este trabajo se enmarca en el Proyecto de investigación sobre la obra de Calderón financiado por la DGICYT HUM2004-03952, apoyado por el de la Xunta de Galicia PGIDT05PXIC20402PN. Ha sido decisivo el concurso de varios miembros del equipo, de los que debo citar a Santiago Fernández Mosquera, María Caamaño Rojo, Fernando Rodríguez-Gallego, Zaida Vila y Alejandra Ulla.

 

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Dedico atención específica a la Parte primera en un trabajo en preparación.

 

3

Moll, 1974; Reyes Gómez, 2000, vol. I, pp. 292-303.

 

4

Aunque Moll, 1974, p. 102, da ésta como la primera concedida tras la suspensión, ya constaba la fecha de diciembre de 1634 para la licencia de la Segunda parte en Cotarelo, 1906, p. LIX; así lo rectifica el mismo Moll, 1992, p. 200; esa Segunda parte tiene aprobaciones de 10 y 20 de noviembre de 1634, momento en que el libro había sido, pues, recolectado y presentado a la autoridad: la fe de erratas es del 26 de marzo de 1635 y la tasa del día siguiente. Ver la reciente edición de esta parte en Tirso de Molina, Obras completas, p. 3. Con todo, se trata de un volumen bastante extraño, pues resulta insólito que en el prólogo el propio Tirso diga que de las doce comedias que ahí se incluyen, ocho no son suyas. Como es sabido, entre las comedias cuya autoría está en cuestión figura El condenado por desconfiado. La Cuarta parte del mercedario estaba reunida al menos el 24 de enero de 1635, fecha de la remisión del vicario de Madrid a Juan Pérez de Montalbán para que informe; la aprobación pedida por el Consejo fue firmada por Lope de Vega el 10 de marzo; ver Cotarelo, 1906, pp. LXV-LXVI. Cabe recordar que la Tercera parte tirsiana había aparecido ya en 1634 en Tortosa.

 

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Aunque esto se trata con más detalle en el trabajo aludido en la nota 2, debe aclararse que el vicario acreditaba que no había reparo religioso en el libro, mientras que el Consejo de Castilla pedía por sí mismo otra información, que es la firmada por Valdivielso; obsérvese que éste la encabeza con la fórmula propia de respeto «M. P. S.» («Muy Poderoso Señor») y se dirige al Consejo con el tratamiento debido de «V. A.» («Vuestra Alteza»).

 

6

Rico, 2005, p. 55.

 

7

Ver completos los dos primeros capítulos del libro de Rico, «Cómo se hacía un libro en el Siglo de Oro» y «Del borrador a la censura», a lo largo de cuyas páginas se insertan imágenes de bastantes hojas de originales efectivamente usados en la imprenta de entonces y se puede encontrar la bibliografía pertinente.

 

8

Iglesias Feijoo, 2001.

 

9

Calderón de la Barca, Comedias, I. Primera parte de Comedias, p. 8.

 

10

En el estudio preliminar a mi edición de la Primera parte (Calderón de la Barca, Comedias, I. Primera parte de Comedias, p. XLII), expreso que la obra «ofrece un estado textual desastroso» (p. XLII), lo que reitera la calificación de Parker en la suya (1938, p. V), como «a very defective text». Sorprendentemente, Porqueras Mayo (1975, p. LXXXIII), afirma que, «sin ser perfecto, lo consideramos bastante normal o aceptable».