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Aniceto el Gallo

Gacetero prosista y gauchi-poeta argentino

Hilario Ascasubi



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Homenaje

A la memoria del doctor don FLORENCIO VARELA, el patriota e ilustrado publicista Argentino, víctima sacrificada por el puñal de los tiranos del Río de la Plata, a la libertad de las Repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay.

Hilario Ascasubi.

París, 2 de agosto de 1872.





  —[1]→  

ArribaAbajoNº 1

Buenos Aires.- Año de 1853


ANICETO EL GALLO
Gaceta joco-tristona y gauchi-patriótica


Hasta que... no quiera Dios,
se aproveche algún cualquiera
de todo nuestro sudor.


Chano.                


Esta gaceta saldrá una vez por semana, allá por el jueves o viernes, que es día de los pobres, pues la escribirá un gaucho pobre.


Prosa del trato entre el imprentero y yo

Ahora noches pasadas, con permiso de mi comendante, me amanecí payando en un fandango, donde me compromisé con una mocita muy donosa   —2→   y seguidora a largar cada semana una gaceta gaucha, con argumentos y compuestos a favor de nuestro aquel, en la justa causa que defiende la Guardia Nacional. ¡Ah, criollos!

Esa mesma noche hubo en el baile una jugada juertaza1, como que toda la mozada anda platuda, y yo, que no andaba cortao2, les prendí, seguiditas siete suertes morrudas al paro; de manera que amanecí muy enrestao, y medio divertido3. Me largué de allí a comprar un poncho lindo y unas botas a la moda, con borlas, que me costaron una barbaridá de plata; y al fin no me costaron nada más que haber echao suerte.

Así fue que sin recatiar largué el mono4 por el par de botas, y al tiro me las puse y salí a la calle, porque es la moda en esta patriada; y entre la gente de ajuera y de adentro hay muchos jefes y soldaos y paisanos que hoy se ponen las bolas así con borlas; a la cuenta echarán suertes al paro5.

En fin, salí de la zapatería y me fui a buscar un imprentero para tratar por la hechura de mi gaceta: y preguntando en la Polecía me dijieron que vivía uno, de allí de la cárcel, calle arriba.

Para allá rumbié hasta que di con la casa del imprentero.

Entré por una puerta grandota, y a la zurda del zaguán estaba un cuarto abierto; y queriendo colarme en él, trompecé fiero en los umbrales de   —3→   la puerta, y enredao en el poncho salí al medio del cuarto haciendo cabriolas, pero con el sombrero en la mano y dando los buenos días a un hombre de antiojos que allí estaba, y que me pareció carcamán, el cual se retobó6 al verme, y echando mano a un garrote me dijo a gritos:

-Oiga Vd., animal: ésta no es la pulpería para entrarse cayendo.

-Dispénseme, patrón, yo venía...

-¡Qué patrón ni qué borrico! váyase Vd. a dormirla...

-Señor, yo no vengo mamao, sino por ver si, pagándole su trabajo, me hace el cariño de mandarme aprensar7.

-Vaya Vd. a que lo aprense el demonio, y le sacará un barril de aguardiente. -Pronto, salga Vd. fuera.

-Bueno, bueno, patroncito, me largaré, ya que ni por plata me quiere aprensar mi gaceta de gaucho.

-¿Cómo? ¿pues qué, Vd. quiere hacer imprimir algo?

-Mesmamente, señor.

-Si se hubiese Vd. explicado...

-Me turbé, patrón.

-Y bien ¿qué quiere Vd. mandar imprimir? ¿Un periódico?

-Cabal: acertó, patroncito.

-Pero, eso demanda gastos; ¿tiene Vd. cómo pagarlos?

-Velay, le dará su trabajo adelantao, y nos   —4→   acomodaremos, alvirtiéndole que no soy mozo lechero8.

Entonces eché mano a mi tirador y saqué un rollo de papeles overos-rosaos9, que le largué al hombre sobre una mesa, y el Uropeo viejo abrió tamaño ojo a la mosca10.

-Bueno, bueno. Se le imprimirá a Vd. su periódico; pero, para no comprometerme, necesito saber en qué género... escribirá Vd.

-¿En qué género dice? en papel.

-Sin duda: pero, no es eso: de qué materia o asunto tratará Vd. en su gaceta.

-No hablaré de materia, señor, porque me da asco, pero trataré de toda laya de asuntos.

-¿De veras?

-¡Oh! ¿y qué se ha pensao?

-¿Con que Vd. se encuentra capaz de escribir un periódico?

-Valiente, patrón: ¡pues no he de ser capaz! Mire, señor, de balde me ve de facha infeliz; yo soy hombre corrido, sabido, leído y escribido, porque de charabón me agarró un flaire que confesaba a mi hermana, y me llevó al convento de San Francisco, adonde me enseñó hasta la mitá de la Bramática11 en latín, y el ayudar a misa; y no aprendí la Jergafría12, porque le hice una juida al padre, y luego me agarraron de leva para los barcos, cuando la guerra con Portugal; y   —5→   entonces me soplaron de tambor a bordo de una boleta, que la mandaba un oficial de marina criollo, patriota y guapo, medio parecido a muchos de los de hoy en día... sí, señor.

-Hombre: qué historia tendrá Vd. ¿no?

-Escuche. Pues, señor, como le iba diciendo: en la boleta salimos y anduvimos por esos mares de Cristo trajinando de corsario, hasta que nos pegó un albazo y nos agarró con barco y todo un comendante llamado Yuan das Botas13, guapazo el Portugués; y ese mesmo me llevó a Portugal, y me tuvo hasta que me le escapé en otro barco y fui a dar por las tierras de Uropa en la Ingalaterra y la Francia; y por allá me aguanté como cinco años, de manera que hasta soy lenguaraz en esas lenguas. Luego de Uropa, caí a Malparaíso: de allí por la cordillera atravesé y anduve en todas las guerras del dijunto Quiroga, que esté gozando de Dios, y de ahí vine a Entrerríos, y últimamente a Buenos Aires, aonde estoy a su mandao.

-Gracias, señor literato.

-No me llamo Liberato, patrón.

-¿Y cómo se llama usté?

-¿Yo?... Aniceto Gallo.

-¿Gallo?... ¿Entonces será Vd. cantor?

-Sí, señor.

-¿Y músico?

-Rigular.

-¿Toca Vd. algún istrumento?

-Toco.

-¿De cuerda?

  —6→  

-Es verdá.

-¿Qué istrumento toca de cuerda?

-La campana.

-¡Diablo! es Vd. de todo punto muy agudo.

-¿Puntiagudo decía? no, señor, soy medio redondo.

-No, no. ¿Y de viento, qué istrumento toca usté?

-El organito, ese que tocan por la calle los carcamanes.

-¡El organito, eh!... Y... ¿habla Vd. algún idioma, señor Aniceto? porque eso es muy necesario para un periodista.

-El aidomia14 no entiendo, pero hablo en la lengua de Ingalaterra y de Francia, aunque medio champurreadito.

-Vamos a ver, pues, cómo se explica Vd. en francés.

-Como guste, patrón.

-Oiga Vd.

-Pongo el oído.

-Dites moi, vous parlez français?

-Güi, musiú.

-Vous êtes Sauvage Unitarie.

-Salvaje!... A present, ne pas, musiú.

-Alors; vous êtes Federal?

Zape, diablo! Le dije a un gato colorado15, que vino a juguetear arañándome las borlas de las botas, y me las desató.

-Eh bien: vous êtes Federal? Dites moi.

  —7→  

-Non, musiú, rien du-tú.

-Mais, de quel parti êtes vous, monsieur Gallo?

-Musiú: yo soy del partido de las Conchas16: ¿entiende?

-Et votre opinion politique?

-Musiú: yo tengo la opinión de buen gaucho argentino; y lo demás rien du-tú.

-Bien: ya veo que habla Vd. en francés como ciertos elegantes que pasean por la calle del Perú.

-Puede ser, patroncito, aunque yo no presumo...

-No, no; en francés se explica Vd.: veamos ahora en inglés.

-Ésa es lengua de los diablos; pero en fin...

-Pregunto, señor Aniceto.

-Respuendo, patrón.

-Do you speak english?

-Yes, Sir.

-Will you take a glass of grog?

-Very well: alcance, patrón.

-Stop. Will you take some roastbeef and plumpudding?

-Yes, very gut, véngase con un bifisquete, señor.

-Sí, sí; bien lo merece Vd., porque es hombre habilísimo y capaz de ser un buen periodista. En esta confianza escriba Vd. su gaceta, y para publicarla disponga Vd. de mi tipografía.

  —8→  

-¡De su tripagofría!... ¡Ahora sí que me ató las bolas17, patrón!

-Bueno, bueno; átese Vd. las borlas de las botas, y dele un puntapié a ese gato majadero.

-Déjelo, señor, ya me voy a largar con su licencia, para mandarle lo que escribirá. ¿No le parece?

-Bien: mande Vd. el original del prospecto.

-¿El orejonal?... ¡Barajo, qué terminacho! ¿y el otro?... Bueno, señor, le mandará eso mesmo.

-Corriente, señor Aniceto. Escriba Vd... y tenga pulso, ¿eh?

-¿Pulso?... Al que yo le largue un caracuzazo18... ¡a qué le cuento más vale!... Con que, ¿será hasta mañana?

-Hasta mañana, amigo Gallo.

-Hasta mañana, señor.

Después de esta conversación me largué al cuartel; y en la cuadra mi comendante D. Camilo Rodríguez se alegró cuando me pilló escribiendo el primer número de la gaceta... que allá va, caballeros!



  —9→  
Aniceto el Gallo

Buenos Aires.- Mayo 19 de 1853.



Abajo   Velay que de gacetero
se presenta un Gaucho neto,
aunque no larga prospeto
sigún dijo el imprentero.
¡Qué prospeto! el delantero  5
debe llamarse, a mi ver;
pues largarlo viene a ser
como puntiar y decir:
paisanos, voy a escribir
Gacetas para vender.  10

    Para venderlas, repito;
y es bueno que lo prevenga,
para que naides me venga
con «lárgueme un papelito»,
que ando atrasao: y maldito  15
sea quien causa mis males,
y estas pendencias fatales,
—10→
y los revulucionarios,
y los maulas Unitarios,
los brutos Federales...  20

    Que todos como en rodeo
tienen a la paisanada
infeliz y aniquilada
con el sitio y el bocleo:
y siga afuera el cuereo19,  25
la guerra y la destrución,
porque allá cierta faición
pretende que un triste ñato
nos suelte por Liebre un Gato
que nos araño en montón.  30

    Entre tanto, acá a imisiones20
nos vamos adelgazando,
y por junto van quedando
unos cuantos barrigones21:
y hacer estas reflexiones  35
es tarea peligrosa,
porque anda tan cosquillosa
la gente de cola alzada,
que a la más leve palmada
cocea por cualquier cosa.  40

    Pero, ¡qué! yo no me asusto,
ni hago en mi opinión gambetas:
así diré en mis gacetas
lo razonable a mi gusto;
—11→
y si se enoja el Injusto  45
¿cómo lo he de remediar?
Ya me han hecho arremangar;
y al diablo, si me relincha,
he de apretarle la cincha
hasta hacerlo corcoviar.  50

    Siendo así, el más bien montao
de esta o de aquella faición,
si espera una adulación
mía, vive equivocao:
porque a mozo bien portao  55
ningún gaucho me aventaja,
y, si nunca saqué raja22,
procediendo así, lo fundo
en que «naides en el mundo
sabe para quién trabaja».  60

    Luego, a juerza de esperencia
y de tanto desengaño
que he sufrido, no es extraño
que aprecio con preferencia
vivir con independencia  65
de todo aquel que se eleva,
cuando el mundo me comprueba
la idea que siempre tuve
de que... ¡quien más alto sube,
más fuerte porrazo lleva!  70

    Creo que a ninguno muerdo
con mi modo de decir,
y que dará a colegir
que no soy gaucho muy lerdo;
—12→
de balde a veces me pierdo  75
de poncho entre los tapiales
por trajinar cuatro riales
a la taba23, creanló:
que no saben lo que yo
más de cuatro gamonales.  80

    Y si saben, les importa
recordar ¡cuánto han sufrido
los veinte años que han vivido
con bozal y a soga corta!
y no comerse la torta  85
que el Diretor quiere darnos,
con intención de empacharnos
parejitos a la vez:
y otros veinte años después
a su antojo embozalarnos.  90



  —13→  
Lamentos a Vuecelencia el diretor provisor



ArribaAbajo   Señor: medio a mi pesar,
Dios y la Virgen lo sabe,
a lo gaucho en tono suave
me le voy a lamentar.
Para eso quiero largar  5
cada semana un papel
pensando decirle en él
la verdá, y tenga pacencia,
pues no ha de ser Vuecelencia
menos que don Juan Manuel24.  10

    No seré desvergonzao,
ni embustero, le prometo:
ya sabe de que Aniceto
es gaucho humilde y bien criao.
De balde estoy agraviao  15
y flacón25 por Vuecelencia:
y es de pública evidencia
que me atrasó sin razón;
pues, ni así pienso, patrón,
tratarlo con insolencia.  20
—14→

    Con la verdá por delante
de firme le alegaré,
como es justo, y como que
es rigular que me aguante:
pues cuando fue comendante,  25
aunque ya era temerario,
no fue entonces mi contrario,
sino gaucho de los míos,
y, como yo en Entrerríos,
ñato y Salvaje Unitario.  30

    Por eso de allí apuraos,
juyendo como ñandú
en redota a Paisandú,
nos guasquiamos asustaos:
y llegamos escaldaos  35
de la corrida tan fiera;
y entonces naides creyera
que Vuecelencia emplumara...
pero, hace punta y dispara,
asustao como cualquiera.  40

    Luego a la Federación
Vuecelencia se pasó
y a los Salvajes dejó
llamándose a narigón
y de ahí principia, patrón,  45
su carrera relumbrante,
pues pelechó en un istante
favorecido por Rosas,
—15→
y por otras muchas cosas
que diré más adelante.  50

    Por ahora permitamé
dejarle la punta adentro,
hasta después que al encuentro
nuevamente le saldrá;
y el cargo le formaré  55
de todas las maravillas
que ha hecho hasta el día a costillas
del pobre Restaurador:
aunque sentiré, señor,
tener que hacerle cosquillas.  60

(Continuará.)



  —[16]→  
Advertencia

El número 1º de Aniceto el Gallo es una reproducción fiel por completo; los números que siguen son extractos en que se conservan las producciones originales del autor. Las notas ilustrativas han sido añadidas para esta edición.






ArribaAbajoNº 2

Buenos Aires.- Mayo 25 de 1853



Cortesías




Al Progreso


ArribaAbajo    Reconociendo, señor,
su cacumen en la cencia,
se le ofrece a la obedencia
Aniceto el Payador,
—17→
qui ni a gaucho ni a cantor  5
contrapuntiarle pretiende;
pues veo que usté lo entiende,
y que sin muchas parolas26
a quien le suelta las bolas
a la fija se las priende.  10




Al Nacional


ArribaAbajo    Aparcero Nacional:
GALLO el cantor lo saluda,
pues lo aprecea sin duda
con un cariño cabal.
Ansí, usté por el igual  5
debe apreciarme, en el caso
en que usté y yo, paisanazo,
por nada nos encogemos;
y a la Patria defendemos
pico a pico y brazo a brazo.  10




A la Lanceta


ArribaAbajo    Mi señor de la Lanceta:
Dios lo guarde y lo bendiga,
y le permita que siga
apretando como aprieta:
y en cuanto a la Recoleta27,  5
ande, ¡ojo al Cristo! no sea
que cuando Vd. menos crea,
—18→
de algún modo el Diretor
le mande hacer el favor
de sacarle una manea28.  10




Al Zapato


ArribaAbajo    Caballero del Zapato:
para servirle me brindo,
porque usté calza muy lindo
y no es zapatero ñato.
Así deseo su trato,  5
y mucho favor me hará
almitiendo mi amistá,
que es cuanto puede ofrecer
un gaucho sin más tener
que una güena voluntá.  10




Al Britis-Pake


ArribaAbajo    En tiempo del Estoraque29
que encontró don Juan Manuel,
largaba cierto papel,
titulao el Bristi-Pake,
—19→
un Inglés de mal empaque...  5
y otras diabluras que callo
por respeto a su tocayo
el Bristi-Pake de hoy día,
a quien esta cortesía
le rinde Aniceto el Gallo.  10




Brindis

Que pronunció Aniceto en la mesa del Sr. teniente coronel Rodríguez el día 16 del presente



ArribaAbajo    A salú del escuadrón
y del señor comendante
que se llevó por delante
el día trece un cañón:
y del criollo guapetón  5
que al tiro le prendió el lazo;
pues debe ser juerte el brazo
que tal armada largó,
como el pingo que arrastró
a la cincha el chimborazo30!  10





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