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Urquiza en la patria nueva

O dos gauchos orientales platicando en los montes del Queguay, el 24 de julio de 1851


Advertencia

Clemente Morales en el poema siguiente es uno de los prisioneros del Salto que, protegido por el señor general Urquiza, permaneció en Entre-Ríos hasta que, teniendo lugar el hecho que relata, concurre a él, y va a buscar a su amigo Luciano Oliva, que ha sabido por algunos pasados se encontraba en los montes del Queguay, huyendo de los malos tratamientos que los tiranos de Plata daban a los amigos de la libertad, cualquiera que fuese su [...].

Recibimiento que en el monte le hizo a Morales su amigo y compañero LUCIANO OLIVA




ArribaAbajo   ¡Por Cristo!... amigo Clemente,
déjese caer: quiero verlo
y abrazarlo para crerlo.
¿Cómo le va?
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MORALES

Lindamente,
aparcero. ¿Cómo está?  5
    Ya me ve, en la soledá
de esta selva, matreriando469
tristemente y lamentando
día y noche que en mi tierra,
con esta espantosa guerra,  10
¡ni taperas van quedando!
    Ansí vivo, ya le digo,
en el monte soterrao;
y ansí no sé cómo ha dao
usté, aparcero, conmigo.  15

MORALES

    Me informé, por el deseo
que tenía, paisanazo,
de caer a darle un abrazo
y mostrar que lo apreceo,
en la situación precisa,  20
pues sabrá que en Paisandú
queda guapo y con salú
el Gobernador URQUIZA...
para que naides se atreva
a decir que se encogió,  25
y a vanguardia no salió
¡URQUIZA EN LA PATRIA NUEVA!
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OLIVA

   ¡Amigo del corazón!
por su vida, creamé;
anoche mesmo soñé  30
recebir este alegrón:
y felizmente el primero
es usté en darme este gusto.
¡Conque ya pasó don Justo!
¡Ah, cosa linda, aparcero!  35
¡Viva la Patria! ahora sí...
de la humillación saldremos,
y el yugo sacudiremos
que nos han puesto hasta aquí.

MORALES

    Sin duda; porque las cosas  40
demuestran que este verano,
más que a la fija, paisano,
se lo lleva el diablo a Rosas,
en seguida de la zurra
que debe llevar primero  45
acá cierto mashorquero,
titulado Mama-burra470.

OLIVA

   ¡Barajo!... Bien la merece;
pues a él solo le debemos
la miseria en que nos vemos...  50
—409→
y ojalá, amigo, cayese
pronto el general Garzón.
¿Por dónde viene, aparcero?

MORALES

   Pasó por el Hervidero471
con su linda división;  55
y hoy me dijo Goyo Siris,
que al general, al istante,
con su fuerza el comandante
oriental don Lucas Piris
se le había apresentao;  60
de lo que me alegro mucho,
porque don Lucas es lucho
y jefe muy alentao.

OLIVA

   Cabal que sí: mesmamente;
y... ¿cuándo pasó la gente  65
que trai el Gobernador?
¿Hace mucho?

MORALES

No, señor:
la madrugada del veinte...
por causa de cierto mocho472
que enredando la jugada  70
hizo atrasar la pasada,
que pudo ser el dieciocho.
—410→
No hubo más inconviniente
asigún lo que yo entiendo.
    De ahi, como le iba diciendo,  75
la madrugada del veinte,
la infantería entre-riana
coronaba las cuchillas473,
y del pueblo a las orillas,
a el alba, tocando diana,  80
rompió la musiquería,
y cornetas y tambores,
empezando los primores
de ese venturoso día;
¡y no habían terminao  85
las dianas, creameló,
cuando ya se devisó
todo el pueblo embanderao!

OLIVA

    ¡Ah, cosa! ¡qué madrugón
tan lindo y tan de-una-vez.  90
¡A que no juyeron tres,
le apuesto! y...

MORALES

Tiene razón.
Solo de la Polecía,
disparando a todo apuro
en un parejero oscuro,  95
salió un mozo al ser de día;
—411→
pero de atrás ¡Virgen mía!
nuestros linces lo vicharon,
y cuentan de que dudaron
si era un jinete o venao474,  100
y por las dudas, cuñao,
ahí no más me lo voliaron.
    ¡Mozo vivo, y con maletas!
(vaya un refrán: sí, señor)
y con caldera al fiador475  105
y pistola en las paletas;
salir haciendo gambetas
al ñudo, a que lo voliaran
y por lindo lo pasiaran
ufano entre la coluna;  110
y sin ofensa ninguna,
que al ratito lo soltaran.

OLIVA

    ¿Ese no más disparó?

MORALES

    Ese y otros dos lulingos476,
quizás por lucir los pingos;  115
luego, naides más juyó.
Al contrario, muy contento
el vecindario enseguida
a darnos la bienvenida
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se descolgó al campamento,  120
y así que el sol apuntando
colorió por el oriente,
ya decidido y valiente
el general don Servando477,
en esos mesmos istantes,  125
rumbiando al puerto pasó
y al pasar nos saludó:
lo mesmo sus ayudantes.
    Luego, subió a toda prisa
después de que se abrazaron,  130
y en la playa platicaron
con el general Urquiza.
    Al rato, la división
crecida de don Servando
formó en la plaza aclamando:  135
¡Que viva URQUIZA, GARZÓN,
VIRASORO y los paisanos,
y las leyes, y la paz!,
para lo que yo de atrás
grité: ¡Mueran los Tiranos!  140
    Después de Sacrá478en la costa
don Servando se acampó,
y allí se le reunió
criollada como langosta.

OLIVA

    Pues, habiéndose resuelto  145
—413→
don Servando el general,
a Oribe le ha echao un pial479
de firme y de codo vuelto.

MORALES

    ¡Soberbio! y con su divisa480
anda desde que llegó,  150
y mucho que le gustó
eso al general Urquiza;
    como que todo su anhelo
de esta ocasión lo ha fijao
en reunir a su lao  155
divisas de todo pelo,
con tal que quienes las usen
sostengan la libertá,
de modo y conformidá
que de ser libres no abusen...  160
    Pues hoy en la patria nueva
la libertá ha de fundarse
en la ley, sin propasarse;
y ¡pobre del que se atreva
en el día a pretender  165
manotiar las propiedades,
ni atizar enemistades
por opiniones de ayer!...
    Ni andar con celos mezquinos
o distinciones fatales,  170
nosotros entre orientales,
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o aquellos entre argentinos;
porque hoy todos vamos a una
en esta lucha, paisano,
que es a voltiar al tirano  175
Juan Manuel Rosas.

OLIVA

¡Ahi-Juna,
el tigre!... Dios lo bendiga
al Gobernador Urquiza,
que esas miras garantiza.
    Ahora, si gusta, prosiga  180
relatándome, paisano,
todo lo que vio por ahi
al pasar el Uruguay
el ejército entre-riano.

MORALES

    Pues, sí, señor: como he dicho,  185
con la música y la diana
en Paisandú esa mañana
se entusiasmó todo bicho,
de modo que a rumbo incierto
los vecinos en tropillas,  190
los unos por las cuchillas,
y los otros por el puerto,
buscaban al General,
que allí a las ocho del día
con valor y bizarría  195
pisó en la Banda Oriental;
    y las barrancas que solas
un momento antes se hallaron,
—415→
al istante se cuajaron
de armas y de banderolas,  200
galeras, carpas, ramadas,
pingos, soldaos y fogones,
ruedas, ejes, municiones
y carretas desmontadas.
    Tal fue el primer campamento  205
que el General levantó,
y allí el pueblo se agolpó
a recibirlo contento;
pues, ni bien lo devisaron,
en cuanto lo conocieron,  210
miles de ¡Vivas! se oyeron
que en el monte resonaron,
y a los cuales respondían
las valientes divisiones
que en numerosos lanchones  215
cruzando el río venían...
a tiempo que, raudaloso
y de costa a costa lleno,
corriendo limpio y sereno
el Uruguay majestuoso,  220
en sus aguas como espejos
retrataba vivamente
árboles, barcos y gente,
la costa y los ranchos viejos,
que en el puerto en multitú  225
se han ido desmoronando,
y allí están atestiguando
las ruinas de Paisandú:
pueblo que fue tan lucido
en un tiempo afortunao,  230
y hoy, ni cercos le han quedao...
¡tal se encuentra de fundido!
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    Ya se ve, con esos Moros
que ha traido Oribe a mi tierra,
y con nueve años de guerra  235
no van dejando ni toros,
ni baguales, sí, señor:
y esta no es ponderación...
Ahí está Maza Violón
y otros por ese tenor,  240
a cuenta de Federales
y de Rosistas, ¡barajo!,
manotiándose el trabajo
de más de cuatro orientales,
cuando hay familia que vive  245
¡desnuda, abajo de un cuero!
porque a cualquier mashorquero
le larga una estancia Oribe,
¡voto al diablo!... y...

OLIVA

Deje estar
no se caliente al botón,  250
que va a llegar la ocasión
de podernos desquitar.
De aquí a unos días, si acaso
se ofreciere un entrevero,
entonces sí, compañero,  255
le daremos gusto al brazo.
    Concluya, hágame favor,
—417→
el cuento que ha interrumpido.
Conque, ¿estaba muy crecido
el Uruguay?

MORALES

Sí, señor;
 260
fue cosa particular
que la víspera cayó
una avenida, y creció
anchamente como un mar.
Ansí es que tenía el paso  265
sus doce cuadras de anchor;
y ansí mesmo, era un primor
ver los muchachos que a brazo
al Uruguay se azotaban,
de las islas anegadas  270
manguiando481 las caballadas,
que en tropillas se largaban:
las que fogosas bufando
por los remanses venían
y relumbrosas salían  275
a esta costa relinchando.
Donde vi en cuanto pasó,
a un mozo todo mojao,
que a un redomón requemao
en pelos se le sentó,  280
y ya también se agachó
el rocín a corcoviar;
y el mozo sin vacilar
lo soltó, y dijo: ¡andá, vete,
—418→
y decimelé a Alderete482  285
que lo vengo a visitar!

OLIVA

   ¡Ah, mozo gaucho, oiganlé!
¿conque, no lo solivió
el pingo, y se le pegó?

MORALES

    Lo mesmo que zobaipé483  290
pero lo soltó, porque
quiso moniar el bagual,
y ya en la Banda Oriental
ningún bruto corcovea,
pues bastante bellaquea  295
el Presidente Legal484.

OLIVA

    ¡Nueve años!... es evidente,
bellaquiando ha hecho diabluras,
porque con caronas duras
no ha sabido hasta el presente  300
tironiarlo fuerte un pión
tan guapo y acreditao,
—419→
y tan bien apadrinao
como el general Garzón.
    Velay quien lo ha de amansar  305
ahora, del primer rigor;
no lo dude... Y por favor
acábeme de contar
lo que usté sabe y yo inoro
del Hervidero adelante.  310

MORALES

   Me olvidaba; ¡voto-alante!
que el coronel Virasoro
también con sus escuadrones
Salto arriba atravesó,
y de esta banda salió  315
atrás de unos quebrallones485
que juyeron campo ajuera
rumbiando para el Cerrito,
donde ha de ser lo angostito
y fiero de la manguera486.  320
No hay alivio, lo estoy viendo;
allá va desesperada,
y ahi muere la Rosinada.
    Además: vaya sabiendo
de que el comendante Neira  325
don no sé cómo se llama,
mozo que tiene la fama
—420→
de más guapo que Pincheira487,
decidido en la custión,
dejándole a Oribe el cuento  330
se nos vino al campamento
con todito su escuadrón.

OLIVA

   Quiere decir, aparcero,
con tanto golpe mortal,
que el titulado legal  335
va por un refaladero.

MORALES

   Y en ancas el comendante
don Ventura Coronel.
quiso juir, y de tropel
me lo arriaron por delante,  340
trayéndolo prisionero
por ser jefe gamonal,
razón por que el general
lo mandó soltar ligero.
    De suerte que don Ventura,  345
que tendría sus temores
allá por ciertos primores...
de verse en una apretura,
no tuvo nada que hacer,
ni siquiera presentarse,  350
sino venir y largarse
a dormir con su mujer.
—421→
    Ansí, bien dice, aparcero;
con tanto golpe fatal
la presidencia legal  355
va por un refaladero;
pues don Costancio Quintero
(un coronel muy querido)
también se nos ha venido
trayendo toda su gente,  360
desgracia que al presidente
debe tenerlo afligido.

OLIVA

    ¿Y Rosas no se vendrá
a cuartiarlo en el Buceo488?

MORALES

   ¡Ah, malhaya! pero creo  365
que Juan Manuel lo que hará
únicamente será
cacariar como gallina,
y echar mano a la pretina
a cada rato en Palermo,  370
donde él dice que está enfermo
y atrasao de mal de orina.
    ¿Cómo ha de arrejar ansí
enfermo de la vejiga,
mucho más cuando lo hostiga  375
del Paraná el camuatí?
Pues le asiguro que allí,
—422→
tan sólo, amigo Luciano,
del ejército entre-riano
hay siete mil hombres largos,  380
que muchos ratos amargos
tienen que darle al tirano.
    De yapa el gobernador
don Benjamín Virasoro,
jefe que vale un tesoro,  385
le ha cantao a Rosas ¡flor!
con un truco apretador,
trayéndose de Corrientes
otros siete mil valientes,
muchachos todos fornidos,  390
por la causa decididos
y contra Rosas calientes.
    Siendo ansí, en esta jugada,
el tal REY de los Rosines489
no podrá ni con maquines  395
escapar de una pelada;
pues le ha soltao la empalmada
el gobernador don Justo,
y lo hará pisar a gusto
por donde se la dirija,  400
y ahí podremos a la fija
jugar la plata sin susto.

OLIVA

    De por juerza: no hay que hablar...
¡Ah, Cristo! gracias a Dios.
—423→
    Ahora mesmo vamonós,  405
amigo: voy a ensillar.

MORALES

    Aguarde, tome este bayo490
que le traigo, ensilleló
con franqueza, y monteló,
siguro que irá a caballo.  410

OLIVA

   Por supuesto: me hago cargo
que será resuperior...

MORALES

   Es un pingo de mi flor,
cuando juega en trecho largo491.

OLIVA

    Ansí ha de ser; bien lo veo...  415
Velay... monto... y... ya estoy listo.
Pues, sí, paisano, ¡por Cristo!
lo estoy viendo y no lo creo.

MORALES

    ¿De veras? pues acá estoy;
no tenga duda, cuñao,  420
y me tiene a su mandao
para servirle desde hoy.
—424→

OLIVA

    ¡Oiga el diablo! y se corrió
que allá por el otro lao
me lo habían difuntiao;  425
y ansí me lo asiguró
Rivas, que usté había muerto,
y...

MORALES

Ya lo ve que no es cierto,
asigún yo lo atestigo.

OLIVA

    Me alegro en el alma, amigo,  430
después de haberle rezao.
Ya se ve, habiendo cuadrao492
su ausencia tan dilatada,
más me pareció fundada
la triste noticia; ansí  435
yo también se la embutí
al sargento Valdivieso.

MORALES

    ¡La pu... cha digo en el queso!
¿Me habré muerto sin sentir,
o me andaré por morir  440
sintiéndome tan buenazo?
Pero ¡qué! yo no hago caso
de dizques ni de visiones,
ni excuso las ocasiones
—425→
si se ofrece meniar corvo,  445
porque nada me hace estorbo
en la patriada presente...
a no ser que el presidente
Mama-burra...

OLIVA

Quitesé,
no eche pelos, cubrasé.  450

MORALES

    ¿Que me cubra dice, amigo?
¡La gran pu... nta y truco, digo!
Me almira el ver que se ríe;
pues, paisano, no se fíe
del titulado legal:  455
mire que es viejo fatal,
y que de puro Rosín
le sirve de comodín493
al Restaurador eterno.

OLIVA

    ¡Otra liendre para yerno,  460
el supremo titulao!
¿Cómo se habrán ayuntao
tan de firme esos legales?
¿Ha visto diablos iguales?

MORALES

    Siempre a la bruta se ayuntan  465
—426→
calandrias como esos dos,
por la razón de que Dios
los cría y ellos se juntan.
Pero, ansí mesmo pudiera
permitir Dios que don Justo  470
le atraque a la yunta un susto
y le corte la collera.
Con esa resolución
se ha venido de este lao,
y con la mesma ha cruzao  475
nuestro general Garzón.
    Siendo ansí, por consiguiente,
como dijo usté, amigazo,
le daremos gusto al brazo494
cuando un lance se presente,  480
pues en tal caso, paisano,
justo es buscar el desquite.
¿Diga usté ahora si el envite
con Urquiza es?...

OLIVA

¡Soberano!
con tal triunfo quiero a punto,  485
y en su caso un contraflor;
y en cuanto al Restaurador...
ni por sus tantos pregunto.

MORALES

    Por supuesto, es excusao
hacer caso de esa maula,  490
—427→
que de Palermo en su jaula
está del todo abollao:
sufriendo de un modo vil
después de tanta bambolla
la gran sumida de bolla  495
que le ha pegao el Brasil,
metiéndole al Paraná
todos sus barcos de guerra...
a ver sí sale por tierra,
y en una voracidá  500
se asoma a alguna barranca
el baladrón Juan Manuel,
y el almirante Grenfel
le echa un pial por sobre la anca.

OLIVA

    ¡La pu... rísima! ¿Esa más?  505
¡Que vivan los brasileros!
ahora que a los mashorqueros
me los apuran de atrás.

MORALES

    ¿De atrás dice? En pocos días
verá usté que al Miguelete  510
por encima de Alderete
pasa el conde de Cajías495.
Y no crea que es balaca,
que el Imperio con don Justo
y Montevideo a gusto  515
de tres han hecho una baca496...
—428→
¿de tres, dijo?... Me he turbao;
de cuatro, diré más bien,
porque Corrientes también
tiene parte en el tratao  520
para voltiar mashorqueros;
y acá en la Banda Oriental
el titulado legal
ha de caer de los primeros.

OLIVA

    Entonces pronto, paisano,  525
la costancia y la vitoria
van a coronar de gloria
al pueblo Montevidiano.
    ¡Ah, pueblo, amigo Luciano!
¿Ha visto? ¡Ocho años sitiao,  530
cuerpo a cuerpo ha rechazao
con sus tropas valerosas
a todo el poder de Rosas,
que allí por fin se ha estrellao!
    ¡Y la Uropa!... Pero... ¿qué  535
es aquello que negrea
allá en la cuchilla? ¡Vea!

MORALES

    Ésa es la juerza497... parece;
debe ser, estoy pensando,
sigún lo que vide ayer...  540
—429→
esa gente debe ser
del general don Servando.
    Cabal que sí, mesmamente;
él es con su división;
velay, pues, linda ocasión  545
de que usté se lo apresente...
    Pues yo tengo que cortar
acá en esta direción,
porque al general Garzón
me le debo incorporar.  550
    En virtú que con licencia
por seis días me quedé,
y el viejo498 andará, ya sé,
extrañando mi presencia.

OLIVA

    Ahora sí que me apresento  555
dejando de matreriar;
y ahora sí me haré matar
por la causa muy contento:
lo mesmo que debe hacer
en la presente patriada  560
peliando la paisanada
hasta morir o vencer.

MORALES

   Ésa es la resolución
que en esta lucha he formao;
y soy el más ruin soldao  565
de la escolta de Garzón.
—430→
    Pero él sabe que soy suyo
como patriota oriental;
y en no hacerlo quedar mal
fundo mi gala y mi orgullo.  570
    Conque, suélteme un abrazo,
y al largarse, amigo viejo,
oiga; le daré un consejo
en amistá, por si acaso.
«Pórtese bien de esta vez,  575
como siempre se ha portao,
si quiere ser respetao;
y llegando a la vejez,
presuma con altivez
de patriota a toda prueba;  580
y al más alto que se atreva
a no atenderlo, cuñao,
dígale: «¡YO FUI SOLDAO
DE URQUIZA EN LA PATRIA NUEVA!

OLIVA

    ¡Qué lindo, déme otro abrazo!  585

MORALES

    Al momento: tome dos.

OLIVA

   Paisano Clemente, ¡adiós!

MORALES

    Hasta la vista, ¡amigazo!
—431→


    Y al galope, como un rayo,
cuanto le aflojó la mano,  590
rompió el pingo de Luciano,
porque era un pájaro el bayo.
    Clemente también rumbiando
al Hervidero499 cortó,
y esta letra se le oyó  595
que iba al galope cantando
    «Jefe supremo Avestruz,
un gaucho que anda en sus glorias,
te manda muchas memorias
del general Santa-Cruz.  600
    »Allá va cielo, tirano,
yo compadezco tu apuro;
pues en Francia... ¡qué rigor!...
el tratado... Sepeduro500».
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  605