Escena
II
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JUAN
FERNÁNDEZ y MALUENDA.
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JUAN |
No, señor.
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Espero á Juan de
Colonia, |
|
que ya tarda; á la
oración |
|
debió salir de una
junta, |
25 |
para ambos de la mayor |
|
importancia, y á
inquietarme |
|
comienza su dilación. |
|
|
|
MALUENDA |
Bueno; pero
¿acabaréis |
|
pronto? |
|
|
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MALUENDA |
Es que no
|
30 |
quisiera yo que faltaras |
|
este año en la
colación |
|
de Nochebuena á la mesa |
|
que Ana nos aderezó. |
|
|
|
JUAN |
En cuanto Juan de Colonia |
35 |
se despida, aunque favor |
|
me haríais si me
excusarais. |
|
|
|
MALUENDA |
Tendría una
desazón |
|
Ana si no celebráramos |
|
la Navidad como Dios |
40 |
manda, y como la hemos hecho |
|
desde nuestra reunión. |
|
Estas fiestas de familia, |
|
el riego fecundador |
|
son de esas plantas caseras |
45 |
que cultiva el corazón |
|
á la sombra de la casa |
|
y del hogar al calor, |
|
y que se llaman cariño, |
|
amistad, estimación, |
50 |
fraternidad, confianza, |
|
y muchas veces amor. |
|
Escucha, Juan: Yo no quiero |
|
investigar la razón |
|
de tu tristeza; mas
sé... |
55 |
Se sabe, Juan, que estás
hoy |
|
metido en una ardua empresa, |
|
en cuya negociación |
|
hay dos faltas: mala suerte |
|
y de cálculos error. |
60 |
|
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MALUENDA |
Ábreme tu alma,
|
|
Juan; tú sabes bien que
estoy |
|
en el lugar de tu padre, |
|
y excepto mi salvación, |
|
nada hay que no esté
dispuesto |
65 |
á arriesgar por ti. |
|
|
JUAN |
¡Señor!...
|
|
Yo siempre por el primero |
|
os tuve después de
Dios, |
|
y os venero como á
padre, |
|
con el más filial amor. |
70 |
Mas no hablemos de mis penas, |
|
porque aunque tan fieras son |
|
que tal vez me hagan hoy mismo |
|
perder hacienda y honor, |
|
como hoy y mañana
espero |
75 |
que han de tener
solución |
|
buena ó mala, por un
día |
|
dejad que con mi dolor |
|
y con mi esperanza luche |
|
como hasta aquí solo
yo. |
80 |
|
|
|
JUAN |
¿No tenéis
|
|
secretos que guardar vos? |
|
|
|
MALUENDA |
Volvemos siempre á lo
mismo, |
|
Juan... Los que míos no
son, |
|
tengo de ti que guardarlos; |
85 |
y ese que de mal humor |
|
te tiene ha un año
conmigo... |
|
|
|
|
|
JUAN |
Yo sólo os he
preguntado |
|
quién era. |
|
|
|
|
MALUENDA |
¡Delirio!
¡Superstición!... |
|
No hablemos de él por si
acaso. |
|
|
|
|
MALUENDA |
¡Líbrenos Dios!
|
|
Quienquier que fuere,
dejémosle, |
95 |
pues que se fué y no
volvió. |
|
Y, en último resultado, |
|
en veinte años que
mansión |
|
haces en ésta, pesarte |
|
de dar con él no
debió |
100 |
la única vez que
debiste |
|
la vida á su
intervención. |
|
|
|
|
MALUENDA |
Pues no pensemos
|
|
más en ello. Conque
voy, |
|
y vuelvo. |
|
|
JUAN |
Esperad aún
|
105 |
un momento; una
cuestión |
|
vital para mí... |
|
|
|
JUAN |
¿Se sabe algo del
señor |
|
de Acuña? |
|
|
MALUENDA |
Nada; en un año,
|
|
noticias de sí no
dió; |
110 |
mas se espera de un momento |
|
á otro de él tener
razón. |
|
|
|
|
MALUENDA |
Y tú no olvides
|
|
la primera prevención |
|
que te hice entrando; haz por
ir |
115 |
esta noche al comedor. |
|
Ana comienza á
afligirse |
|
de tu eterna
distracción |
|
y la injusta indiferencia |
|
que la manifiestas. |
|
|
JUAN |
¿Yo...
|
120 |
indiferente con ella? |
|
Vos no lo creéis,
señor, |
|
|
|
MALUENDA |
Yo no lo creo; yo creo |
|
que la mala situación |
|
de tus negocios, te obliga |
125 |
á no consagrarla hoy |
|
todo tu tiempo como antes. |
|
Creo que tu corazón |
|
es el mismo; pero á
ella |
|
se le figura que no. |
130 |
¿Conque irás? |
|
|
|
MALUENDA |
Hasta luego.
|
|
No tardo mucho. |
|
|
|
Escena
IV
|
|
JUAN y
MARIPOSA.
|
|
|
MARIPOSA |
¡Yo!
|
|
Mariposa. ¿Puedo
entrar? |
|
|
|
|
MARIPOSA |
Lo que siempre:
|
|
dar una vuelta no más |
|
por vuestro cuarto; un
instante |
145 |
en torno vuestro girar, |
|
y como una mariposa |
|
que alza el polvo en un rosal, |
|
quitaros los pensamientos |
|
que devorándoos
están |
150 |
la existencia. |
|
|
JUAN |
Mariposa,
|
|
¿cómo te podré
pagar |
|
los cariñosos consuelos |
|
que inútilmente me das? |
|
En vano tu imperturbable |
155 |
alegría, al derramar |
|
en mi alma triste, da siempre |
|
con su insensibilidad. |
|
Tú vuelves siempre en el
árbol |
|
de mi tristeza á posar; |
160 |
mariposa que posarse |
|
cree en clavel primaveral, |
|
y hallándole
adormidera, |
|
su acíbar gusta y se
va; |
|
mas tú le gustas, te
alejas, |
165 |
y para volver te vas. |
|
|
|
MARIPOSA |
Tal es mi instinto, maese; |
|
mi naturaleza es tal. |
|
Yo nací vueltas en
torno |
|
de los que amo para dar, |
170 |
y procuro distraeros; |
|
para daros de solaz |
|
un punto; si no, ¿por
qué |
|
Mariposa me llamáis? |
|
|
|
JUAN |
¡Pobre Mariposa! No eres |
175 |
tú, ni es ya nadie
capaz |
|
de alegrarme. |
|
|
|
JUAN |
Una tristeza mortal |
|
que me roe las
entrañas. |
|
|
|
|
JUAN |
¿Qué te importa un
mal
|
180 |
que por mucho que te
empeñes |
|
no has de poder remediar? |
|
|
|
MARIPOSA |
¡Quién sabe! La
alondra vuela |
|
como el águila caudal, |
|
y es un pájaro
pequeño. |
185 |
Contadme vuestro pesar; |
|
consejo os daré ó
alivio |
|
tal vez. |
|
|
JUAN |
La fatalidad
|
|
no los tiene. |
|
|
MARIPOSA |
No es cristiano
|
|
vuestro modo de pensar. |
190 |
La fatalidad es mora, |
|
y á un buen cristiano,
jamás |
|
le abandona la esperanza, |
|
que es cristiana; no hay pesar |
|
que no tenga fin ó cura |
195 |
en la tierra, maese Juan, |
|
si el triste ó el
pesaroso |
|
bien con su conciencia
está. |
|
|
|
JUAN |
Bien estoy yo con la
mía. |
|
|
|
MARIPOSA |
Entonces, ¿por qué
esquiváis |
200 |
los consuelos, fraternales |
|
de quien os los quiere dar, |
|
llorando al menos con vos |
|
lo irremediable, si lo hay? |
|
|
|
JUAN |
Es inútil, Mariposa: |
205 |
mis duelos concluirán |
|
dentro de muy poco tiempo, |
|
dentro de un día
quizás; |
|
tal vez esta misma noche. |
|
|
|
MARIPOSA |
Me habéis dicho eso un
millar |
210 |
de veces; y unos tras otros |
|
vienen los días y
van... |
|
y nunca llega ese día. |
|
|
|
JUAN |
Y acaso el que llegará |
|
será otro. |
|
|
MARIPOSA |
No, maese;
|
215 |
ese otro día en que
dais |
|
en pensar, no querrá
Dios |
|
hacer para vos llegar. |
|
Dios aprieta, mas no ahoga. |
|
Mañana tras hoy
vendrá; |
220 |
no es siempre huracán el
viento, |
|
ni siempre el diablo ha de
estar |
|
detrás de la puerta. |
|
|
JUAN |
¿El diablo?
|
|
¡Si hubiera uno... |
|
|
MARIPOSA |
¡Callad,
|
|
no os oiga alguno, maese!... |
225 |
|
|
|
MARIPOSA |
Que le hay,
|
|
dice el vulgo, en esta casa. |
|
|
|
|
|
JUAN |
¿Yo?... ¡Yo no lo
sé!
|
|
Puede que sí... |
|
|
MARIPOSA |
Pues mirad.
|
230 |
Si es que alguna vez al diablo |
|
os decidís á
evocar, |
|
contad conmigo; yo soy |
|
de acompañaros capaz |
|
á evocarle; no hay
mujer |
235 |
lista que no sepa más |
|
que el diablo, que no ha
engañado |
|
más que á la mujer de
Adán; |
|
y como yo no le engañe, |
|
me dejo crucificar. |
240 |
Pero hablemos formalmente, |
|
maese: la soledad |
|
es la peor compañera; |
|
cuando un hombre triste da |
|
en andar solo, los diablos |
245 |
le suelen ir á tentar, |
|
y acaba por ver visiones: |
|
y ese va á ser el final |
|
de estas soledades vuestras. |
|
Vos habéis dado en
andar |
250 |
solo; veis á la familia |
|
en la mesa nada más. |
|
Comiendo, estáis
distraído, |
|
lleváis á. la boca el
pan, |
|
y le mascáis con
trabajo, |
255 |
y á la fuerza le
tragáis. |
|
Si os preguntan por Cuaresma, |
|
respondéis por Navidad, |
|
y parece que el cerebro |
|
se os comienza á
barajar. |
260 |
¿Creéis que yo no
tengo ojos? |
|
¿Sin ellos creéis que
están |
|
doña Ana y el
prebendado, |
|
ante los cuales entráis |
|
y salís como un
fantasma |
265 |
evocado nada más, |
|
para con Juan de Colonia |
|
veniros aquí á
encerrar |
|
como alquimistas que quieren |
|
hacer de las piedras pan? |
270 |
Un mes hace que está hecho
vuestro |
|
contrato matrimonial |
|
con doña Ana, y hace un
mes |
|
que apenas la saludáis. |
|
|
|
JUAN |
Tienes razón, Mariposa. |
275 |
Ruin, grosero y desleal |
|
debo haberos parecido; |
|
mas no te puedo explicar |
|
lo que por mí está
pasando. |
|
|
|
MARIPOSA |
Y lo que pasando está |
280 |
por ella por lo que os pasa, |
|
y no la queréis pasar, |
|
¿creéis que es
gloria? Pues oís |
|
de lágrimas un raudal, |
|
que la hace andar ojerosa, |
285 |
y enflaquecer, y ayunar, |
|
y estar en Babia de
día, |
|
y dormir de noche mal. |
|
Y eso es lo que yo debí |
|
deciros entrando; mas... |
290 |
con mi maldita costumbre |
|
de dar vueltas sin cesar |
|
en derredor de mí misma |
|
y en torno de los
demás, |
|
lo olvidaba. |
|
|
|
MARIPOSA |
Que doña Ana os quiere
hablar |
|
ahora que está el
prebendado |
|
solfeando en la catedral |
|
sus maitines. |
|
|
JUAN |
¿Que doña Ana
|
|
viene aquí? |
|
|
MARIPOSA |
La siento ya
|
300 |
abrir la puerta. Y
¿qué tiene |
|
eso de particular, |
|
si sois ya como si fuerais |
|
casados en realidad? |
|
|
|
JUAN |
No; yo iré á hablarla
á su cámara. |
305 |
|
|
|
Escena
V
|
|
JUAN y
ANA. En el fondo,
MARIPOSA.
|
JUAN |
¡Ana!...
¡Tal paso!... ¿Tú aquí? |
|
|
|
ANA |
Excúsame, Juan, tal
paso; |
|
pero hemos llegado al caso |
|
de que yo te busque á
ti. |
310 |
|
|
JUAN |
Perdona, Ana, mi esquivez, |
|
hija de un íntimo
afán... |
|
|
|
ANA |
¡Tú esquivo conmigo,
Juan! |
|
¿Te di causa alguna
vez? |
|
|
|
JUAN |
Nunca, Ana; mas no te asombre |
315 |
mi esquivez inmerecida, |
|
porque hay trances en la vida |
|
que mudan el ser de un hombre. |
|
|
|
ANA |
Pueden á un hombre
obligar |
|
á mudar genio ó
costumbres, |
320 |
afanes y pesadumbres, |
|
mas no su amor á
esquivar. |
|
Físicos ó
espirituales, |
|
del hombre á los males,
Juan, |
|
siempre lenitivo dan |
325 |
las hembras que son leales. |
|
Dió al hombre la mujer
Dios |
|
para consuelo en sus penas, |
|
y van las mujeres buenas |
|
del hombre afligido en pos, |
330 |
Hombre que ama á una
mujer |
|
y de ella su pena esquiva, |
|
de cumplir con él la
priva |
|
su más gustoso deber. |
|
Y galán que de su dama |
335 |
en sus pena se desvía, |
|
con sus desvíos la
envía |
|
á decir que ya no la
ama. |
|
Desvíos heridas son |
|
que en el corazón
recibe, |
340 |
porque la mujer no vive |
|
más que con el
corazón, |
|
|
|
JUAN |
Tienes razón, Ana
mía; |
|
mujeres como tú eres, |
|
son ángeles, no
mujeres, |
345 |
que Dios á la tierra
envía. |
|
Y Dios, Ana, me es testigo |
|
de que, por creerte tan buena, |
|
es por lo que yo mi pena |
|
esquivó partir contigo. |
350 |
|
|
ANA |
Al punto á que hemos
llegado, |
|
con tu esquivez no me avengo: |
|
palabra dada te tengo, |
|
palabra me has
empeñado. |
|
|
|
JUAN |
¡No quiera Dios que yo
cargue |
355 |
tu alma buena con mi
afán! |
|
|
|
ANA |
Óyeme: no quiero, Juan, |
|
que mi estancia aquí se
alargue. |
|
Tu amor tengo en más
estima |
|
que el más preciado
tesoro; |
360 |
pero atiendo á mi
decoro |
|
cuanto tu mal me lastima. |
|
¿Qué tienes, Juan,
que ha dos meses |
|
que andas tan triste y
huraño? |
|
Tu tristeza. me hace
daño. |
365 |
Su causa son intereses |
|
menguados en tu fortuna, |
|
según colijo. |
|
|
JUAN |
Mira, Ana...,
|
|
mis penas hoy ó
mañana |
|
tendrán solución
alguna. |
370 |
Ten paciencia un día
más; |
|
déjame solo con ellas. |
|
|
|
ANA |
No, Juan; mi fe ni mis huellas |
|
nunca he de volver yo
atrás. |
|
Resuelta vine á saber |
375 |
qué es lo que tanto te
aqueja |
|
y tanto de ti, me aleja; |
|
habla, Juan, porque ha de,
ser. |
|
Yo te amo; mi amor pretende |
|
partir tus penas contigo; |
380 |
secretos tienes conmigo, |
|
y que los tengas me ofende. |
|
|
|
JUAN |
No te debe de ofender; |
|
quien ama con fe sincera, |
|
no es posible que hacer quiera |
385 |
á quien ama, padecer. |
|
|
|
ANA |
Menos lo es que esté en
acuerdo |
|
con tu opinión quien bien te
ame; |
|
déjame que á tu alma
llame |
|
la mía con un recuerdo. |
390 |
Oye, Juan: Maluenda es |
|
mi tutor y tu padrino; |
|
me echó á su casa el
destino |
|
de estar tú en ella
después, |
|
y en esta casa al entrar |
395 |
como en un hogar paterno, |
|
de su santuario en lo
interino, |
|
te hallé sentado á su
hogar. |
|
Vivir me hacían aislada |
|
por razones que aun no
sé; |
400 |
tu conducta siempre fué |
|
por tu honradez alabada. |
|
Yo sencilla, tú leal, |
|
nadie nos iba á la
mano. |
|
Vi en ti, al llegar, un
hermano |
405 |
con sencillez fraternal, |
|
Como en casa te tenía |
|
tu labor de imaginario, |
|
era mi placer diario |
|
mirar tu imaginería. |
410 |
De tus manos para ver |
|
tus imágenes salir, |
|
acostumbréme á
vivir |
|
todo el día en tu
taller. |
|
Mas mi sencillez, curiosa |
415 |
de tu labor, alcanzaba |
|
que en tu taller estorbaba |
|
mi inutilidad ociosa. |
|
Poco á poco, en tus
figuras |
|
mis manos poniendo fuí, |
420 |
y ayudándote,
aprendí |
|
á estofar tus
esculturas. |
|
Tres años así
vivimos |
|
debajo del mismo techo. |
|
Largo el tiempo, corto el
trecho |
425 |
de tu taller..., nos quisimos. |
|
Y en vida tan familiar, |
|
en que hoy, lo mismo que ayer, |
|
juntos solemos comer, |
|
juntos vamos á rezar; |
430 |
y huérfana yo en la
tierra, |
|
y á ti prometida ya, |
|
el mundo para mí
está |
|
en la casa que me encierra. |
|
Mi esperanza, mi ventura, |
435 |
mi compañía, mi
amparo, |
|
veo en ti cuanto me es caro |
|
en mi existencia futura. |
|
Como esos muros de piedra |
|
en que la yedra se
cría, |
440 |
que íbamos á ser
creía, |
|
el muro tú, y yo la
yedra. |
|
Y hoy que un íntimo
pesar |
|
tu porvenir torna obscuro, |
|
¿quieres la yedra del
muro |
445 |
en el turbión separar? |
|
¡No! Si el huracán
pedazos |
|
yedra y muro debe hacer, |
|
Juan..., el muro ha de caer |
|
de su yedra fiel en brazos. |
450 |
Habla, pues. ¿Qué
tienes? ¡Di! |
|
¡Habla, Juan; nada me
arredra! |
|
¡Yo soy para ti la
yedra, |
|
y tú el muro para
mí! |
|
|
|
JUAN |
¡Ana de mi
corazón... |
455 |
tu corazón es de oro! |
|
|
|
|
JUAN |
Sí, lloro;
|
|
pero mis lágrimas son |
|
de placer, de gratitud |
|
al Dios que mi pena inmensa |
460 |
con tu inmenso amor compensa |
|
con tu inmensa virtud. |
|
|
|
ANA |
Pues bien; fía en mí
tu pena. |
|
|
|
|
|
JUAN |
Pues oye, Ana; será
corta |
465 |
mi relación. |
|
|
|
JUAN |
Un magnate en cuya fe |
|
Juan Colonia y yo fiamos, |
|
faltó, y ahora nos
hallamos |
|
sin quién crédito nos
dé. |
470 |
Millón y medio debemos, |
|
a nuestra honradez fiado; |
|
perdiérase lo gastado |
|
y encarcelados seremos. |
|
Seguirá otro nuestra
empresa |
475 |
con garantías mayores, |
|
y al fin por estafadores |
|
nos tendrán. Mi pena es
ésa. |
|
|
|
ANA |
Y es grande, Juan, y me
espanta, |
|
mas Dios aprieta y no ahoga. |
480 |
Fía en Dios, aunque la
soga |
|
sientas puesta en la garganta. |
|
|
|
|
ANA |
Escucha:
|
|
mi tutor me ha dicho que era |
|
de no sé quién
heredera, |
485 |
y que mi hacienda era mucha. |
|
Casémonos; que se cobre |
|
quien sea, aunque se malvenda. |
|
¡Viviremos sin hacienda; |
|
el corazón nunca es
pobre! |
490 |
|
|
|
|
JUAN |
No quiero.
|
|
A Juan de Colonia espero, |
|
y aun tengo algo que esperar. |
|
|
|
ANA |
Si no hay nada, haremos feria |
495 |
de cuanto tengo,
mañana. |
|
|
|
JUAN |
No; con ello compras, Ana, |
|
la deshonra y la miseria. |
|
¡Nunca! Si Dios me
abandona |
|
ó no me ayuda el
demonio, |
500 |
conserva tu patrimonio |
|
y olvídame. |
|
|
|
JUAN |
Perdona...
|
|
tan ruin desesperación, |
|
¡mas hombre no puede ser |
|
el que arruina á su
mujer! |
505 |
|
|
ANA |
¡Juan..., tú pierdes
la razón! |
|
|
|
JUAN |
Todo lo podré perder, |
|
Ana, mas no el corazón. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
JUAN |
(Desesperado.)
|
¡Y me condeno!
|
|
|
|
|
|
(Golpes dentro.)
|
|
ANA |
Me voy.
|
|
Si pierdes todo sostén, |
515 |
no olvides que yedra soy |
|
que adherida al muro estoy. |
|
Si caes, á mis brazos
ven. |
|
(Vase.)
|
|
|
JUAN |
¡Alma leal, donde
arraiga |
|
tan generoso heroísmo! |
520 |
Solo caeré, cuando
caiga; |
|
no temas que el muro traiga |
|
tras sí la yedra al
abismo. |
|
|
|
Escena
VI
|
|
JUAN
FERNÁNDEZ y JUAN
COLONIA.
|
|
JUAN |
Entrad. Sal, Mariposa.
|
|
(Vase MARIPOSA.)
|
¿Qué hay? |
|
|
COLONIA |
¡Juan..., todo se
perdió:
|
525 |
Dinero, crédito y fama! |
|
|
|
|
COLONIA |
No hay transacción;
|
|
pagar cuanto ya se debe |
|
y el medio cuento que yo |
|
volví á tomar del
depósito, |
530 |
confiando en que el
señor |
|
don Luis de Acuña
debía |
|
volver al fin. |
|
|
|
|
|
COLONIA |
Ninguna. La rebelión |
535 |
se extinguió. Completo
indulto |
|
por los Reyes sé
otorgó |
|
á todos cuantos en
armas |
|
estuvieron. |
|
|
|
COLONIA |
Quedó
|
|
fuera de gracia, á no
estar |
540 |
para la Circuncisión |
|
en su diócesis; ¡y
faltan |
|
seis días! |
|
|
JUAN |
¿No os ocurrió
|
|
pedirle de plazo... |
|
|
|
|
COLONIA |
¡Mayor
|
545 |
afrenta nos hacen! |
|
|
|
COLONIA |
Juan Barahona de Alós, |
|
el morisco, está
nombrado |
|
en nuestra sustitución. |
|
Mañana, á pesar de
ser |
550 |
Natividad del Señor, |
|
vendrán á
notificarnos |
|
que nos demos á
prisión. |
|
¡Juan..., yo moriré de
pena! |
|
¡A mi edad tal deshonor! |
555 |
¿Y mis hijos? ¿Y mi
casa? |
|
|
|
JUAN |
Calmaos, padre; yo soy |
|
el que pagaré por
todos, |
|
yo soy vuestro fiador. |
|
|
|
COLONIA |
¡No, no, Juan! Contra
nosotros |
560 |
han hecho conjuración. |
|
Dicen que somos rebeldes, |
|
que nunca fuimos en pro |
|
de los Reyes, que el Cabildo |
|
entero está en
conexión |
565 |
con nosotros, y el de
Acuña... |
|
que ¡quién sabe el
bien señor |
|
lo que pasará! |
|
|
JUAN |
Mas ¿cómo
|
|
él solo fué del
perdón |
|
exceptuado? |
|
|
COLONIA |
No es él solo:
|
570 |
con él están otros
dos |
|
de Burgos. |
|
|
|
COLONIA |
Uno es clérigo
|
|
y otro seglar. |
|
|
|
COLONIA |
El Encapuchado y don |
|
Lope de Rojas. |
|
|
JUAN |
(Aparte.)
|
¡Oh!
|
575 |
Van tres veces que esta noche |
|
traen á mi
imaginación |
|
su memoria. ¡Hoy hace el
año! |
|
|
|
|
JUAN |
Que es mejor
|
|
que durmamos... si podemos. |
580 |
|
|
|
JUAN |
¡Tampoco yo!
|
|
Pero hemos hecho cuanto
hombres |
|
hacer pudieron. ¡Que
Dios |
|
se lo demande al de
Acuña! |
|
Tengamos resignación. |
585 |
|
|
COLONIA |
¡Tu resignación me
espanta! |
|
¡Ve da miedo hasta tu
voz! |
|
|
|
JUAN |
Dejémoslo, buen
anciano, |
|
que lo pondremos peor |
|
cuantas más vueltas lo
demos. |
590 |
Idos. Con Maluenda voy |
|
á consultarlo esta
noche, |
|
y mañana... saldrá el
sol... |
|
y veremos lo que sale. |
|
|
|
COLONIA |
Sí: tal vez es lo
mejor. |
595 |
Me voy. |
|
|
|
COLONIA |
No; fuera tengo á
Simón. |
|
Quédate. |
|
|
JUAN |
Id, y todavía
|
|
no os desiesperéis, que
Dios |
|
ó el diablo aun pueden
enviarnos |
600 |
una buena inspiración. |
|
(Le conduce á la puerta, y
al abrirla, ve á MARIPOSA, y dice:)
|
¿Tú ahí,
Mariposa? Alúmbrale. |
|
|
|
|
|
|
Escena
IX
|
|
JUAN y el
ENCAPUCHADO.
|
ENCAPUCHADO |
¡Buenas
noches, maese Juan! |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Soy un hombre
|
|
que os estima. |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
No importa; sé vuestro
plan, |
|
y sé que daríais
algo |
660 |
al que os valga en él; yo
tengo |
|
medios de ello, y á eso
vengo; |
|
y soy hombre que lo valgo. |
|
|
|
JUAN |
¿Dónde he oído
yo esta voz? |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
No importa al caso mi faz |
665 |
tampoco. Hablemos; fugaz |
|
pasa el tiempo, y va veloz. |
|
|
|
JUAN |
¿Decía que mi
afán sabéis? |
|
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Si queréis oirme,
|
670 |
y también si no
queréis. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
¿No os estabais dando al
diablo? |
|
Pues daos á mí, que
os hablo |
|
de seros útil. |
|
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Sé todo
|
|
lo que saber os conviene. |
|
|
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Sí; pero de modo
|
|
que en vez de valeros
él, |
680 |
su venida os perjudica. |
|
Su Ilustrísima no es
rica. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Fernando é Isabel
|
|
toda su hacienda embargada |
|
tienen; es la condición |
685 |
impuesta á su
sumisión. |
|
De Acuña no esperéis
nada. |
|
Sus enemigos han hecho |
|
contra él bando de
bandidos, |
|
y hoy todos sus protegidos |
690 |
estáis con el agua al
pecho. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
¿Ana? Hereda pingüe
haber;
|
|
mas es si un hombre se muere |
|
y si él dejársele
quiero, |
|
que por fuerza no ha de ser, |
695 |
Si Ana se casa con vos, |
|
lo hará, mas será
desdoro |
|
que paguéis vos con su
oro |
|
y os quedéis pobres los
dos. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Ya lo sé; pero os lo
digo... |
|
porque de ambos soy amigo |
|
y cuanto os concierne
sé. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Cuanto vos y ella
|
|
necesitáis hoy saber... |
705 |
si la tomáis por mujer. |
|
|
|
JUAN |
Si no por mi mala estrella, |
|
así fuera. |
|
|
ENCAPUCHADO |
Para ello
|
|
no hallaréis
inconvenientes; |
|
sois ricos é
independientes. |
710 |
|
|
JUAN |
Estoy con el agua al cuello, |
|
¿y me salís con que
soy |
|
rico? |
|
|
ENCAPUCHADO |
Y lo será doña
Ana
|
|
también. |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Vos, mañana
|
|
si conmigo tratáis hoy. |
715 |
|
|
JUAN |
No os comprendo, y á
creer |
|
comienzo que... |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Yo nunca me burlo, y vais |
|
a empezar á comprender. |
|
Para casaros con Ana |
720 |
os faltan dos cosas. |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Saber quién sois ella y
vos, |
|
y cien mil doblas
mañana. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Es la hija postrera
|
|
de una familia proscrita |
725 |
que asegurar solicita |
|
su ventura venidera. |
|
Y Ana prenda de cariño, |
|
y vos de venganza prenda, |
|
fuisteis dados á
Maluenda |
730 |
ella muy niña y vos
niño. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
No preguntéis
más
|
|
de esto; ya os prueba lo dicho |
|
que yo no tuve capricho |
|
de andar en burlas
jamás. |
735 |
Si os casáis con Ana, y
fiel |
|
la sois, os dará
Maluenda |
|
cuenta de ella y de su
hacienda... |
|
cuando se la den á
él. |
|
|
|
JUAN |
Eso es lo que hoy ya no
espero. |
740 |
|
|
ENCAPUCHADO |
Hoy ese afán os asalta |
|
por el dinero que os falta; |
|
mas yo os traigo ese dinero. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
¿No os estabais
aquí
|
|
por dinero dando al diablo? |
745 |
Pues de eso es de lo que os
hablo. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Haced cuenta que sí.
|
|
Veis que al ir á
preguntarme |
|
por Ana, os salí al
encuentro; |
|
no podéis, pues, lo que hay
dentro |
750 |
de vuestra mente ocultarme. |
|
|
|
JUAN |
¡Leéis en el
pensamiento! |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Y sé bien que de otros
dos |
|
en quienes pensáis, con
vos |
|
habló Colonia ha un
momento. |
755 |
Y si de ellos os respondo, |
|
es sólo porque
veáis |
|
que sé en qué agua os
anegáis |
|
y os puedo sacar del fondo. |
|
|
|
JUAN |
Los recuerdos que á
asaltar |
760 |
me vienen, ¿sabéis
también? |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Sí; preguntadme por
quien |
|
me queríais preguntar, |
|
no hay por qué de ello me
extrañe; |
|
mas de lo que en esta casa |
765 |
pasa, preguntad con tasa |
|
no más que lo que os
atañe. |
|
|
|
JUAN |
¡Leéis en mi
pensamiento! |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
¡No! Dígoos lo que me
toca; |
|
de lo de otros, punto en boca, |
770 |
preguntad, pero con tiento, |
|
pues ya podéis calcular |
|
que hombre no soy de venir |
|
á Burgos á
descubrir |
|
lo que ellos quieren callar. |
775 |
(Aparte.)
|
(¡Bravas tentaciones son |
|
amor, miedo é
interés!) |
|
|
|
JUAN |
(Aparte.)
|
(A pesar de mi
aflicción, |
|
comienzo á creer que
atención |
|
merece; veamos, pues.) |
780 |
¿Los secretos de esta
casa |
|
sabéis vos? |
|
|
ENCAPUCHADO |
Tan conocidos
|
|
me son, que en ella escondidos |
|
sé que hay tesoros sin
tasa. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
En talegas
|
785 |
con el oro hasta la boca; |
|
mas fuera imprudencia loca |
|
en mí dároslos
á ciegas. |
|
Quien la casa fabricó, |
|
me fió á mí
sus secretos; |
790 |
los que os atañen,
completos |
|
puedo fiároslos yo. |
|
|
|
JUAN |
¿Sabéis, pues,
quién la hizo? |
|
|
ENCAPUCHADO |
¡Sí!
|
|
Don Pedro Antonio de Rojas. |
|
De esta puerta por las hojas |
795 |
le sacaron ante mí |
|
muerto; era yo muy
pequeño. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
¿A su hijo
|
|
don Lope? ¡Sí; era
canijo, |
|
desmedrado y zahareño! |
800 |
Después se
desarrolló; |
|
clérigo á ser le
forzaron; |
|
tal vez le desesperaron, |
|
y al fin al diablo se
dió. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Lo que os interesa
|
805 |
á vos, preguntar
podéis; |
|
lo de otros... no
preguntéis, |
|
pues vuestra cuenta no es
ésa. |
|
Don Lope de Rojas va, |
|
por los muchos estropicios |
810 |
que hizo, haciendo beneficios, |
|
y hoy en penitencia
está. |
|
Con el Papa confesó, |
|
y diz que el Papa le ha
absuelto; |
|
y volverá, si no ha
vuelto... |
815 |
y harto ya nos ocupó. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Lucha
|
|
todavía encapuchado; |
|
mas cuando esté
asegurado, |
|
él tirará la
capucha. |
820 |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Yo lo sé todo,
|
|
ya os lo he dicho; pero
estáis |
|
perdiendo el tiempo, y lo vais |
|
todo á perder de ese
modo. |
|
Preguntadme sobre cosas |
825 |
que necesitéis saber. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Habéis menester
|
|
mañana sumas
cuantiosas. |
|
|
|
JUAN |
Esa no la necesito |
|
saber; ya la sé, y me
pesa. |
830 |
|
|
ENCAPUCHADO |
Mas no sabéis que más
gruesa |
|
es la que yo os facilito. |
|
|
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
A dárosla aquí me
obligo |
|
si de veniros conmigo |
835 |
me firmáis
obligación. |
|
|
|
JUAN |
¿Irme con vos?
¿Dónde? ¿Cuándo? |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
No os deis á pensar
diabluras, |
|
porque os quedaréis á
obscuras |
|
aunque un mes estéis
pensando. |
840 |
El negocio es muy sencillo. |
|
Rico, en país más
caliente |
|
que éste, necesito
gente |
|
para labrarme un castillo, |
|
un puente, un templo, un
palacio, |
845 |
y, en fin, cien obras
maestras; |
|
necesito manos diestras, |
|
y las busco con despacio. |
|
Maese Juan de Colonia |
|
y vos, fracasado habéis |
850 |
en vuestra empresa, y os veis |
|
ahora en una Babilonia. |
|
Tras de lo que os ha pasado, |
|
os conviene abandonar |
|
por algún tiempo el
lugar |
855 |
en que habéis tan mal
quedado. |
|
¿Queréis que conmigo
os lleve |
|
después de satisfacer |
|
todo aquí? Podéis
poner |
|
plazo á gusto, largo
ó breve. |
860 |
Uno que no juzgue
extraño |
|
al pueblo que
abandonáis. |
|
Cuando la obra
concluyáis; |
|
si os place, de hoy en un
año. |
|
|
|
JUAN |
La propuesta, si es leal... |
865 |
|
|
ENCAPUCHADO |
No es tan mala: un año
entero, |
|
y á mano triple dinero |
|
de vuestra deuda total. |
|
|
|
JUAN |
¡La propuesta es
tentadora! |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
El aceptarla os conviene,, |
870 |
porque aunque el de Acuña
viene, |
|
viene sin dinero ahora, |
|
y vos sin don Luis de
Acuña... |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
¡Ya veis que sé
mucho!
|
|
Cuando me interesa, escucho, |
875 |
y oigo crecer una uña. |
|
Ya á escuchar estoy tan
hecho, |
|
que ahora que de oír se
trata, |
|
estoy oyendo la plata |
|
y el oro bajo este techo. |
880 |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Aquí. No os
alarméis
|
|
con diabólicos antojos; |
|
aquí os lo pondré
á los ojos |
|
para que vos lo
contéis. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Os daré el medio
cuento
|
885 |
que por fiador perdisteis, |
|
los jorn ales que no disteis, |
|
y cuanto hayáis hecho
asiento |
|
de pagar en vuestra empresa. |
|
Concluiréis vuestra
obra, |
890 |
y al concluirla, de sobra |
|
tendréis una suma
gruesa; |
|
porque es más lo que os
daré |
|
que lo que vos deseáis. |
|
Si á venir os
obligáis |
895 |
al año, por vos
vendré. |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Os va la honra, la vida |
|
social, la mujer querida; |
|
cuanto tiene
estimación, |
900 |
á cuanto aspira y
alcanza |
|
el hombre sobre la tierra, |
|
y el mayor placer que encierra |
|
el de pagar: ¡la
venganza! |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Os han vendido,
|
905 |
escarnecido, estafado, |
|
y, en fin, os han afiliado |
|
á político
partido; |
|
y mañana, con el Rey |
|
para hacerse buen lugar, |
910 |
encima os debe de echar |
|
su injusto fallo la ley. |
|
Pagad, y se vuelve el plato, |
|
y se recobra la vida, |
|
la honra, la mujer querida, |
915 |
y... ¡Aceptad! ¡Es un
buen trato! |
|
|
|
|
ENCAPUCHADO |
Es la excitación
nerviosa |
|
de vuestro afán; cualquier
cosa, |
|
maravilla imagináis. |
920 |
No es más que la
exaltación |
|
de tantos días de
afán, |
|
porque mis frases están |
|
acordes con la razón. |
|
Es un contrato cualquiera: |
925 |
vos necesitáis dinero, |
|
yo os necesito, y os quiero |
|
dar labor de Burgos fuera. |
|
Por un puñado del oro |
|
que os falta y á mí
me sobra, |
930 |
podéis salir de
zozobra, |
|
recobrar vuestro decoro, |
|
la reputación perdida, |
|
la libertad amagada, |
|
la luz que os será
quitada, |
935 |
y, en fin..., ¡la mujer
querida! |
|
|
|
JUAN |
¡Me estáis poniendo
¡ay de mí! |
|
á punto de enloquecer! |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
¿Dudáis?...
¿Necesitáis ver?... |
|
¿Ver el oro? ¡Vedlo
ahí! |
940 |
|
|
|
(Toca en la pared á que está pegada la mesa,
salta una tapa y tira sobre ella muchas talegas; una se rompe y
rueda el oro por todas partes.)
|
|
ENCAPUCHADO |
¡Ved! Contad. Dicen que
es
|
|
placer de avaros villanos; |
|
mas no, cogedlo á dos
manos, |
|
pagad y contad después. |
|
Ese oro es la paz, la vida, |
945 |
la virtud, la fe, el valor, |
|
el porvenir, el honor, |
|
y Ana, la mujer querida, |
|
Ana, el ángel del
hogar, |
|
la yedra que se ase al muro; |
950 |
todo eso os lo da seguro |
|
ese oro con que pagar. |
|
|
|
JUAN |
¡Si!... ¡Si! Pagar y
tener |
|
libertad, honra, esperanza, |
|
pan, lecho, hogar... |
|
|
ENCAPUCHADO |
¡Y venganza
|
955 |
y á doña Ana por
mujer! |
|
¡Firmad! |
(Le pone delante un
pergamino.)
|
|
|
JUAN |
Dadme, y aunque vos
|
|
seáis el mismo
Satanás... |
|
|
|
ENCAPUCHADO |
(Interrumpiéndole.)
|
Firmad... |
|
|
JUAN |
¡Tened!
|
(Le da el pergamino
firmado.)
|
|
|
ENCAPUCHADO |
¡Bien!
¡Jamás...
|
|
falta á nadie el diablo
ó Dios! |
960 |
|
|
|
(Mientras JUAN,
fascinado por el oro, le contempla con febril asombro, el
ENCAPUCHADO se va
acercando á la puerta.)
|
JUAN |
¡Me parece que me
baño |
|
el corazón en este oro! |
|
¡Mío!...
¡Mío este tesoro! |
|
¡Mío!... |
|
|
|
(Mientras JUAN
está embelesado con el oro, el ENCAPUCHADO se va de puntillas,
diciendo:)
|
ENCAPUCHADO |
¡Hasta de hoy en un
año!
|
|
(Vase.)
|
|
|