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Égloga de Mingo, Gil y Pascuala


Juan del Encina


[Nota preliminar: edición digital a partir del Cancionero de las obras de Juan del Enzina, Salamanca, s.i., 1496. Edición facsímil de la Real Academia Española, Pról. de Emilio Cotarelo y Mori, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, 1928 (reimpresión, 1989), fols. 113r-116r, y cotejada con la edición crítica de Miguel Ángel Pérez Priego, Madrid, Cátedra, 1991, pp. 171-189. Y edición de Ana M.ª Rambaldo, Madrid , Espasa Calpe, 1983, IV, pp. 70-89.]



 

Égloga representada por las mesmas personas que en la de arriba van introduzidas, que son: un pastor que de antes era escudero, llamado GIL, y PASCUALA, y MINGO y su esposa MENGA, que de nuevo agora aquí se introduze. Y primero GIL entró en la sala adonde el Duque y Duquesa estavan, y MINGO, que iva con él, quedóse a la puerta espantado, que no osó entrar. Y después, importunado de GIL, entró y, en nombre de Juan del Enzina, llegó a presentar al Duque y Duquesa, sus señores, la copilación de todas sus obras, y allí prometió de no trobar más, salvo lo que sus Señorías le mandassen. Y después llamaron a PASCUALA y a MENGA, y cantaron y bailaron con ellas. Y otra vez tornándose a razonar, allí dexó GIL el ábito de pastor que ya avía traído un año, y tornóse del palacio y con él juntamente la su PASCUALA. Y en fin, MINGO y su esposa MENGA, viéndolos mudados del palacio, crecióles embidia y, aunque recibieron pena de dexar los ábitos pastoriles, también ellos quisieron tornarse del palacio y probar la vida dél. Assí que, todos cuatro juntos, muy bien ataviados, dieron fin a la representación cantando el villancico del cabo.

 
GIL
   ¡Ha, Mingo, quédaste atrás!
Passa, passa acá delante.
Ahotas que no se espante,
como tú, tu primo Bras.
Asmo que tú pavor as; 5
¡entra, no estés revellado!
MINGO
¡Dome a Dios, que estoy asmado!
No me mandes entrar más.
GIL
   Enfinges de esforcejudo
adonde no es menester; 10
después, donde lo has de ser,
pásmaste y tórnaste mudo.
Entra, entra, melenudo,
si quieres que no riñamos.
MINGO
En me ver ante mis amos 15
me perturbo y me demudo.
GIL
   ¿De qué te perturbas, di?
¡Si nunca medre tu greña!
MINGO
Dígote que de vergüeña
estoy ageno de mí. 20
GIL
¿Que estás ageno de ti?
¡Torna, torna en ti, Dios praga!
Y pues espacio nos vaga,
desasnémonos aquí.
   Entre aquesta buena gente 25
nos gasagemos un rato,
que allá queda con el hato
Pascuala y Menga Lloriente.
MINGO
¡Yo te juro a San Crimente
que no sé qué me hazer! 30
GIL
Tomar gasajo y prazer
como buen zagal valiente.
MINGO
   Mucho habras, Gil hermano,
en derecho de tu dedo;
si tú tuviesses mi miedo 35
no entrarías tan ufano.
GIL
Entra ya, daca la mano.
MINGO
Espera, santiguarm'é,
por que San Jullán me dé
buen estrena este verano. 40
GIL
   Anda ya, que sí dará,
que apero llevas ya dello.
MINGO
Assí espero en Dios de vello.
GIL
Entra, entra, acaba ya.
MINGO
Ora, Gil, sus, anda allá; 45
Vamos, en nombre de Dios,
que en entrar ambos a dos
algún esfuerço me da.
   Mas quiérote preguntar,
antes que adelante vamos, 50
si avrán enojo mis amos
que los llegue a saludar;
que trayo para les dar
agora, por cabo de año,
el esquilmo del rebaño, 55
quanto pude arrebañar.
GIL
   Llega, llega, lazerado.
Ahotas que yo te digo
que no les pese contigo,
antes avrán gasajado. 60
No so yo tan empachado.
MINGO
Tú criástete en palacio.
GIL
Llega agora que ay espacio.
MINGO
Muy bien me has aconsejado.
   Mas tengo mucho temor 65
de caer en muy gran falta,
que señorança tan alta
requiere muy gran valor.
GIL
No temas, pues lo mejor
es la buena voluntad: 70
bien sabe su magestad
que eres un pobre pastor.
MINGO
   ¡Bien dizes, juro a San Pego!
Espérame, Gil, un cacho,
y mira cuán sin empacho 75
a ver a mis amos llego
con muy chapado sossiego,
más que pastor nunca hu,
y aun quiçás que más que tú,
que has ya sido palaciego. 80
 

(MINGO al Duque y a la Duquesa.)

 
MINGO
   ¡Nuestramo, que os salve Dios
por muchos años y buenos!
Y a vos, nuestrama, no menos,
y juntos ambos a dos.
Miafé, vengo, juro a ños, 85
a traeros de buen grado
el esquilmo del ganado,
no tal qual merecéis vos.
   Recebid la voluntad,
tan buena y tanta, que sobra; 90
los defetos de mi obra
súplalos vuestra bondad.
Siempre, siempre me mandad,
que aquesto estoy desseando;
mi simpleza perdonad, 95
y a Dios, a Dios os quedad,
que me está Gil esperando.
 

(MINGO a GIL.)

 
MINGO
   Pues ¿qué te parece, Gil?
Deslinda tu parecer.
GIL
Haslo hecho a mi prazer, 100
como zagal bien sotil.
MINGO
A grandeza tan gentil
mucho servirla codicio:
por nonada de servicio,
me han hecho mercedes mil. 105
   Aunque dure a más durar
mi vida por muy gran trecho,
las mercedes que me han hecho
no se las podré pagar.
GIL
En esso no hay que dudar, 110
todos bien lo perllotramos,
que otros tan chapados amos
nunca se podrán hallar.
   Son amos de maravilla,
sírveles, sírveles, Mingo; 115
quando fuere gran domingo,
vente siempre a su vigilla
y mucho te les omilla.
Dales de tus cantilenas,
hazme algunas cosas buenas 120
para la mi Pascualilla.
MINGO
   Ya me tientas de pacencia.
¿No basta que la llevaste
y que me la sossacaste,
sin membrarme tal dolencia? 125
Devrías aver concencia
en tal cosa me pedir.
Aquí podremos dezir:
sobre cuernos, penitencia.
GIL
   No te quieras escusar. 130
MINGO
Aquí hago despedida
que, juria Dios, en mi vida
no me vean más trobar
en veras ni por burlar,
quanto más para Pascuala, 135
que en aquesta mesma sala
por ti me quiso dexar.
   Trobe y cante quien cantare,
que yo te prometo, Gil,
so pena de ruin y vil, 140
sí yo nunca más trobare,
salvo quando lo mandare
qualquiera destos mis amos.
GIL
Miafé, no te lo creamos.
MINGO
Verlo has desque oy passare. 145
   Oy haze, por mi dolor,
un año punto por punto
que me dexaste defunto
sin amiga y sin favor,
y te tornaste pastor 150
por tu provecho y mi daño.
GIL
Hagamos oy cabo de año
en memoria del amor.
   Porque más nos gasagemos,
llama a Menga, tu esposilla; 155
llamaré yo a Pascualilla.
MINGO
Pardiós, si quieres, llamemos.
GIL
Pues, presto, no lo tardemos.
MINGO
¡Ha, Menga!
GIL
¡Pascuala!
PASCUALA [y]
MENGA
¿Praz?
GIL
Venid, tomaréis solaz. 160
PASCUALA
Esperad, que llugo iremos.
MINGO
   Llugo, llugo, no tardéis,
avréis gasajado un rato.
MENGA
¿Quién quedará con el hato?
GIL
Muy priado os bolveréis; 165
y aunque un rato lo dexéis,
a buen seguro estará.
PASCUALA
Ora, sus, vamos allá,
pues que vosotros queréis.
   Entra tú primero, Menga. 170
MENGA
Mas primero tú, Pascuala,
que sabes ya bien la sala.
PASCUALA
¡A la miefé, Dios mantenga!
GIL
¡O, qu'en ora buena venga
la vuestra buena compaña! 175
MENGA
Dome a Dios que esta cabaña
qu'es bien chapada y bien lluenga.
GIL
   Pues aquí fue el descordojo
que passamos ora un año.
PASCUALA
Henos aquí donde antaño. 180
MINGO
Ya se te rehila el ojo,
ya de ti no tengo enojo,
que quiero tanto a mi esposa
que ya no quiero otra cosa
ni me percude otro antojo. 185
GIL
   Déxate de sermonar
en esso, que está escusado.
Démonos a gasajado:
¡a cantar, dançar, bailar!
MINGO
Sea llugo a más tardar. 190
PASCUALA
Ruin sea por quien quedare.
MENGA
Y aun yo, si no os ayudare.
GIL
¡Ea, sus, a gasajar!
 

(Villancico.)

 
¡Gasagémonos de huzia,
qu'el pesar 195
viénese sin le buscar!
   Gasagemos esta vida,
descruziemos del trabajo;
quien pudiere aver gasajo,
del cordojo se despida. 200
¡Déle, déle despedida,
qu'el pesar
viénese sin le buscar!
   Busquemos los gasajados,
despidamos los enojos; 205
los que se dan a cordojos
muy presto son debrocados.
¡Descuidemos los cuidados,
qu'el pesar
viénese sin le buscar! 210
   De los enojos huyamos
con todos nuestros poderes;
andemos tras los plazeres,
los pesares aburramos.
¡Tras los plazeres corramos, 215
qu'el pesar
viénese sin le buscar!
 

(Fin.)

 
   Hagamos siempre por ser
alegres y gasajosos;
cuidados tristes, pensosos, 220
huyamos de los tener.
¡Busquemos siempre el plazer,
qu'el pesar
viénese sin le buscar!
 

(Tórnanse a razonar los mesmos pastores.)

 
MINGO
    Vámonos, Gil, all aldea, 225
que me semeja qu'es tarde,
y no queda allá quien guarde
el ganado ni lo vea.
GIL
Miafé, no quiero que sea
ya mi Pascuala pastora, 230
ni yo pastor desde agora,
pues no me vien de ralea.
MINGO
    ¿Páraste agora a burlar
o dízesmelo de vero?
GIL
Pardiós, vete, compañero, 235
que aquí me quiero quedar
y a mi Pascuala tornar
en dama; y porque lo creas,
luego quiero que nos veas
aquestos hatos mudar. 240
   Quita essos hatos, Pascuala,
y dellos ya derreniega,
y a fuer de la palaciega,
te me pone muy de gala.
Y luego, assí Dios te vala, 245
te me torna muy polida;
dexemos aquesta vida,
qu'es muy grossera y muy mala.
PASCUALA
   Que me plaze, mi señor,
mudarme, pues os mudastes, 250
que tanbién vos os tornastes,
por amor de mí, pastor.
Y pues me tenéis amor,
yo jamás os dexaré;
quanto mandardes haré 255
libremente sin temor.
MINGO
   ¿Qué te parece, Menguilla,
de quál está Pascualeja?
MENGA
¡Dome a Dios que ya semeja
doñata de las de villa! 260
¡Miafé, ya se nos engrilla!
MINGO
Pues, si dezimos de Gil,
¡juro a diez que está gentil!
MENGA
Ya de Gil no es maravilla,
   que Gil ha sido escudero 265
y vienle de generacio:
primero fue del palacio
que pastor ni que vaquero.
Siempre fue de buen apero;
mas Pascuala no ay por qué, 270
que nunca criada fue
sino en terruño grossero.
MINGO
   Es tan huerte zagalejo,
miafé, Menga, el amorío,
que con su gran poderío 275
haze mudar el pellejo,
haze tornar moço al viejo,
y al grossero muy polido,
y al muy feo muy garrido,
y al muy huerte muy sobejo. 280
   Haze tornar al cruel,
quando quiere, piadoso;
haze lo amargo sabroso,
haze que amargue la miel,
haze ser dulce la hiel, 285
y quita y pone cuidados,
haze mudar los estados.
¡Mira, mira quién es él!
MENGA
   Bien deslindas sus lavores,
y aun con esso Pascualeja 290
ha mudado la pelleja
por tener con Gil amores.
GIL
¿Qu'es lo que dezís, pastores?
MENGA
Que nos has, soncas, burlado.
Hasnos el hato dexado 295
por andar entre señores.
MINGO
   Miafé, siempre te picaste
de hazer escarnio de mí;
nunca te lo merecí.
Otra vez ya me burlaste: 300
ora un año me robaste
a Pascuala, a mi pesar,
y ora quiéreste quedar.
Nunca tú bien me trataste.
   Pues, juro a diez, si me visto 305
los mis hatos domingueros
y si mudo aquestos cueros,
que te mando mal galisto.
Guárdate, que si yo ensisto
en tornarme palaciego... 310
GIL
Antes, Mingo, te lo ruego.
MINGO
Aún tú, Gil, no me has bien visto.
   Y aún si quiero, a mi esposilla
que te la ponga chapada,
y aún que no le falte nada, 315
también como a Pascualilla,
pues aún bien te maravilla
cómo ya no me descingo.
GIL
Hazlo, por vida de Mingo;
no me quede esta manzilla. 320
   Harásme muy gran plazer
que todos cuatro quedemos
y que al palacio nos demos.
MINGO
¿Es muy malo de aprender?
GIL
Presto lo podréis saber, 325
yo os mostraré, si quisierdes,
las cosas que no supierdes.
MINGO
En punto estoy de lo hazer.
   Mas ¿cómo podré dexar
los plazeres dell aldea? 330
Desque en palacio me vea,
luego olvidaré el luchar,
y el correr con el saltar,
y no jugaré al cayado.
¿Y qué será del ganado? 335
GIL
Él se irá para el lugar.
   Según tus fuerças y mañas
y el esfuerço que en ti está,
podrás aprender acá
a justar y a jugar cañas. 340
MINGO
Cata, Gil, que las mañanas
en el campo ay gran frescor,
y tiene muy gran sabor
la sombra de las cabañas.
   Quien es duecho de dormir 345
con el ganado de noche,
no creas que no reproche
el palaciego bivir.
¡O, qué gasajo es oír
el sonido de los grillos 350
y el tañer los caramillos!
¡No ay quien lo pueda dezir!
   Ya sabes qué gozo siente
el pastor muy caluroso
en bever con gran reposo 355
de bruças agua en la fuente
o de la que va corriente
por el cascajal corriendo,
que se va toda riendo.
¡O, qué prazer tan valiente! 360
   Pues no te digo, verás
las holganças de las bodas;
mas, pues tú las sabes todas,
no te quiero dezir más.
GIL
Anda, que acá gozarás 365
otras mayores holganças,
otros bailes y otras danças
del palacio aprenderás.
MINGO
   Ora yo quiero provar
este palacio a qué sabe, 370
siquiera por que me alabe
si bolviere a mi lugar.
Y el hato quiero mudar
antes que otra cosa venga;
y tú, miafé, también, Menga, 375
encomiénçate a dusnar.
MENGA
   Cata que yo no sabré
ser para ser del palacio.
PASCUALA
Calla, que desque aya espacio,
yo, Menga, te mostraré, 380
y el rostro te curaré
por que mudes la pelleja,
y te pelaré la ceja.
Muy gentil te pararé.
MENGA
   Pascuala, dessa manera 385
antes me darás gran quiebra.
¿Que mude como culebra
los mis cueros? ¡Tirte a huera!
PASCUALA
No pienses tú, compañera,
que son estas curas crudas, 390
no son sino blandas mudas
y una cosa muy ligera.
MENGA
   Ora, que por ti me creo,
y quiero, pues Mingo quiere,
ser en todo lo qu'él fuere, 395
qu'él es todo mi desseo.
MINGO
Ponte, Menga, ya de arreo
de los tus hatos mejores;
dexemos de ser pastores,
qu'es hato de mal asseo. 400
MENGA
   ¡Ea, sus, manos al hato!
MINGO
¡A ello, nombre de Dios!
Provemos ambos a dos
esta vida y este trato.
MENGA
Dome a Dios que en poco rato 405
aprenda yo a ser de villa
como hizo Pascualilla,
si bien yo las mientes cato.
GIL
   Cata, cata, cata Mingo,
¿eres tú quien estos días? 410
¿Cómo nunca te vestías
esse hato algún domingo?
MINGO
Nuevamente me lo cingo.
GIL
¡Qué buen capuz colorado!
MINGO
Y el jubón es bien chapado: 415
ora daré buen respingo.
GIL
   ¿Y tú vienes en jubón?
Toma, toma este mi sayo,
que otro tengo que allí trayo.
MINGO
No lo quiero, compañón, 420
que tiene muy gran mangón.
GIL
Calla, calla, qu'es al talle.
MINGO
Dome a Dios que no me halle:
pareceré frailejón.
GIL
¿Quiéreslo?
MINGO
Que no lo quiero. 425
GIL
Mira si quieres.
MINGO
¡Porfiar!
GIL
No te hagas de rogar.
MINGO
Muchas gracias, compañero.
¿No es aquéste buen apero?
¡Sí, que bien estoy assí! 430
Por tu vida, Gil, me di:
¿no pareço assí escudero?
GIL
   Por mi vida, Mingo hermano,
que estás assí gentilhombre;
no siento quien no se assombre, 435
ya pareces cortesano.
MINGO
¿No semejo ya aldeano?
GIL
Calla, calla, qu'es postema.
Ponte el bonete de tema
y en el costado la mano. 440
MINGO
   ¿Y para qué en el costado?
GIL
Porqu'es muy gran galanía.
MINGO
Esso ya yo lo sabía
de quando estava cansado.
GIL
Echa el bonete al un lado, 445
assí como aqueste mío.
MINGO
¡Ha, pareceré jodío!
GIL
Calla, qu'es de requebrado.
MINGO
   ¿Requebrado? ¿Cómo assí?
Dime, dime, ¿qu'es aquesso? 450
¿Es cosa de carne y huesso
o, soncas, burlas de mí?
GIL
¡Guárdeme Dios! ¿Yo de ti?
No ayas miedo agora ya.
Llaman requebrado acá 455
al que está fuera de sí.
MINGO
¿Al que está lloco?
GIL
¡No, no!
Sino al que está namorado
y se muestra muy penado
por la que le enamoró. 460
MINGO
Esso ya me lo sé yo.
GIL
Pues que todo te lo sabes,
razón es que a Dios alabes
porque tal saber te dio.
PASCUALA
   ¿No veis a Menga, señor? 465
MINGO
¡Mírala, mírala, Gil!
GIL
¡Por Dios, que está muy gentil!
MINGO
No es ya esposa de pastor.
PASCUALA
¿Hállaste, Menga, mejor
aquí que con el ganado? 470
MENGA
¡Muy remejor, Dios loado!
PASCUALA
¡Mira qué causa el amor!
   Que quien a mí me dixera
que avía de ser de villa,
como por gran maravilla, 475
yo creer no lo pudiera.
MENGA
Yo no sabes qué tal era
antes que a Mingo quisiesse,
que, aunque la vida me fuesse,
a la villa no viniera. 480
GIL
   Espantáisos del Amor
que al palacio os convertió:
¡ved quién dixera que yo
avía de ser pastor!
De todos es vencedor, 485
él pone y quita esperança,
al que quiere da privança,
y al que quiere, disfavor.
   Ningún galán namorado
no tenga quexa de mí, 490
que en pastor me convertí
porque fue de Amor forçado.
Donde Amor pone cuidado
luego huye la razón,
y muda la condición 495
con su fuerça, y aun de grado.
   Mingo, pues que ya tenemos
esta vida palanciana,
de gran voluntad y gana
a la criança nos demos. 500
Mucho a la virtud miremos,
huyamos de malos vicios,
empleemos los servicios
en lugar donde medremos.
 

(Fin.)

 
MINGO
   Daca, Gil, por buena entrada 505
de la vida del palacio,
cantemos de gran espacio
alguna linda sonada
y luego, sin tardar nada.
GIL
Que digo que soy contento. 510
MINGO
¿Tú, Pascuala?
PASCUALA
Que consiento.
GIL
¿Y tú, Menga?
MENGA
Que me agrada.
 

(Villancico.)

 
   Ninguno cierre las puertas
si Amor viniere a llamar,
que no le ha de aprovechar. 515
   Al Amor obedezcamos
con muy presta voluntad,
pues es de necessidad,
de fuerça virtud hagamos.
Al Amor no resistamos, 520
nadie cierre a su llamar,
que no le ha de aprovechar.
    Amor amansa al más fuerte
y al más flaco fortalece,
al que menos le obedece 525
más le aquexa con su muerte.
A su buena o mala suerte
ninguno deve apuntar,
que no le ha de aprovechar.
   Amor muda los estados, 530
las vidas y condiciones;
conforma los coraçones
de los bien enamorados.
Resistir a sus cuidados
nadie deve procurar, 535
que no le ha de aprovechar.
   Aquel fuerte del Amor,
que se pinta niño y ciego,
haze al pastor palaciego
y al palaciego pastor. 540
Contra su pena y dolor
ninguno deve lidiar,
que no le ha de aprovechar.
   El qu'es Amor verdadero
despierta al enamorado, 545
haze al medroso esforçado
y muy polido al grossero.
Quien es de Amor presionero
no salga de su mandar,
que no le ha de aprovechar. 550
 

(Fin.)

 
   El Amor con su poder
tiene tal juridición,
que cativa el coraçón
sin poderse defender.
Nadie se deve asconder 555
si Amor viniere a llamar,
que no le ha de aprovechar.



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