Escena
I
|
|
Al levantar la cortina aparecen el teatro de vistosa y
frondosa selva, con un magnífico templo, o peristilo rodeado
de laureles al lado derecho, y de árboles frutales al
izquierdo: la fábrica será de bello y blanco
alabastro, cuya arquitectura estará moldeada de oro, y
festonada de flores al gusto y acreditada inteligencia del director
de las escenas: se ascenderá por tres gradas a la ara que
habrá en medio, o en el centro en forma de cilindro de la
propia piedra; y en el friso se leerán las letras de oro que
digan: PACI ORBIS
TERRARUM.
|
|
En los sitios más avanzados del teatro, y sobre dos
ribazos de yerbas floridas, se verán a la derecha recostada
la POESÍA
escribiendo, y la MÚSICA a la izquierda sentada
con una lira en acción de acompañar su canto: por
detrás de ellas aparecerán dos hermosas nubes, y en
ellas se irán elevando poco a poco dos FAMAS: delante del templo
estará MADRID
representado por el CELO
suyo en figura heroica, armado de cota escamada de plata, y al
pecho un corazón de fuego pendiente de una cadena de oro,
casco de acero, montado de ramas de madroño, laurel y oliva,
una lanza en la mano derecha, y en el izquierdo brazo un escudo de
plata con las armas de Madrid: tendrá recogido el manto
imperial con aire gracioso, y estará reconociendo y
admirando el templo: después del cuatro saldrá el
TIEMPO de gala con sus
atributos.
|
|
POESÍA.
MÚSICA. Las dos
FAMAS.
|
|
(A cuatro.)
|
|
Del mundo interesados |
|
en la felicidad, |
|
a ejemplo de Madrid, |
|
venid, venid a dar |
|
aplausos al honor, |
5 |
tributos a la Paz. |
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|
|
(A dúo POESÍA y MÚSICA.)
|
|
Pueda entre sus laureles |
|
el honor descansar. |
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|
(Las dos FAMAS a
dúo.)
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|
La Paz reciba cultos |
|
de la fidelidad. |
10 |
|
|
|
(A cuatro.)
|
|
A ejemplo de Madrid, |
|
venid, venid a dar |
|
aplausos al honor, |
|
tributos a la Paz. |
|
|
|
TIEMPO |
Esas voces que suenan placenteras, |
15 |
y que dos Famas por el mundo esparcen, |
|
heroico Celo de la ilustre villa |
|
de Madrid, cuyo símbolo, hacen
fácil, |
|
más que el escudo que te adorna el
brazo, |
|
las verdes ramas, y el heroico traje: |
20 |
esas voces repito, que convidan |
|
a la felicidad, a ti me traen, |
|
curioso por saber si a las que tienes, |
|
aún puedes añadir felicidades. |
|
|
|
MADRID |
Después te las diré: permite
ahora |
25 |
que nuevamente de mi celo inflame |
|
la pluma, el instrumento y la carrera |
|
de quien dicta, quien canta, y quien aplaude. |
|
(A la POESÍA.)
|
Genio patricio, en cuya dócil pluma |
|
alma tal vez Apolo inspira suave, |
30 |
ya ves las intenciones de la mía; |
|
grande el asunto es. |
|
|
POESÍA |
Pero es tan grande,
|
|
que cuanto más le estudia, es al
discurso |
|
más imposible de desempeñarse. |
|
|
|
MADRID |
(A la MÚSICA.)
|
Y tú, Genio, de ciencia lisonjera, |
35 |
cuyas maestras fueron las deidades |
|
inventa nuevos tonos, que dupliquen |
|
la armonía de versos y de bailes. |
|
|
|
MÚSICA |
Si el metro es digno de tan alta idea, |
|
¿qué lira puede haber que le
realce? |
40 |
|
|
MADRID |
(A las FAMAS.)
|
Y vosotras, ¡oh hijas de la tierra! |
|
moradoras eternas de los aires, |
|
alzad el vuelo, prevenid las trompas, |
|
y publicad en las inmensidades |
|
del orbe de la tierra los esfuerzos |
45 |
del ansioso Madrid, porque se ensalcen |
|
el honor de las Armas Españolas, |
|
y la paz que le da Carlos el Grande. |
|
|
|
|
(Recitado.)
|
|
FAMA II |
Sea, para bien universal, mortales: |
50 |
|
|
FAMA I |
Que llegó el suspirado feliz
día, |
|
que a vuestros ojos cierra |
|
su templo el feroz Numen de la guerra. |
|
|
|
FAMA II |
Ya los estruendos de la artillería |
|
substituye la plácida armonía, |
55 |
que os llama de la Paz al Templo honroso, |
|
que Madrid la dedica generoso: |
|
|
|
FAMA I |
Para que gratos a sus beneficios... |
|
|
|
|
(Las dos.)
|
|
... vengáis a tributarla sacrificios. |
|
|
|
|
(Aria a dúo y ECOS.)
|
FAMA I |
En los acampamentos |
60 |
la música marcial |
|
publique ya festiva |
|
los ecos de la Paz. |
|
|
|
ECOS |
Viva la Paz, |
|
viva la Paz. |
65 |
|
|
FAMA II |
La Industria y el Comercio |
|
aplaudan en el mar |
|
con saludos corteses |
|
los bienes de la Paz. |
|
|
|
ECOS |
Buen viaje, |
70 |
buen pasaje, |
|
viva la Paz, |
|
viva la Paz. |
|
|
|
FAMA I |
También las nobles Artes |
|
celebren en su afán |
75 |
los premios y el aplauso |
|
que produce la Paz. |
|
|
|
ECOS |
Viva la Paz, |
|
viva la Paz. |
|
|
|
FAMA II |
Y los pastores, |
80 |
y labradores |
|
en sus cabañas |
|
y sus campañas |
|
ya desde hoy más: |
|
|
|
|
(Las dos FAMAS a
dúo con flautas.)
|
|
Aligerados |
85 |
de sus tributos, |
|
y enamorados, |
|
verán los frutos |
|
que trae la Paz. |
|
|
|
ECO |
(Solo.)
|
Verán los frutos |
90 |
que trae la Paz. |
|
|
|
|
(A cuatro.)
|
|
Y en las cabañas |
|
y las campañas |
|
dulces sus ecos |
|
resonarán. |
95 |
|
|
|
(Todos los coros de los ECOS unidos y las dos FAMAS.)
|
|
Viva la Paz, |
|
viva la Paz. |
|
|
|
|
(Al tiempo de concluir el coro general, se ocultarán
del todo las tramoyas de las dos FAMAS.)
|
Escena
II
|
|
MADRID. El
TIEMPO. POESÍA. MÚSICA. ADMIRACIÓN, que sale
manifestando su carácter.
|
ADMIRACIÓN |
¡Que es esto! ¿Desde cuándo
acá la Fama |
|
toleró competencias de su imagen? |
|
¿No bastó una para hacer
notorias |
100 |
de tantos siglos tantas novedades?... |
|
Este gozo que sube, y que se extiende |
|
cual el humo veloz, ¿de dónde
nace?... |
|
¡Aquí que nuevo templo!... A tantas
cosas |
|
no puede haber admiración que baste. |
105 |
|
|
MADRID |
¿Quién eres, peregrino, que
dudoso, |
|
o admirado, los pies mueves cobarde? |
|
|
|
|
|
ADMIRACIÓN |
Un cúmulo de causas admirables |
|
que mi oído fatigan y mis ojos |
110 |
a un tiempo, todas y en distintas partes. |
|
|
|
MADRID |
Pues porque te sosiegues, te recobres, |
|
y te prevengas para en adelante |
|
a mayor novedad, oye. |
|
|
ADMIRACIÓN |
¿Y quién eres
|
|
tú que ufano el blasón de Madrid
traes |
115 |
por divisa? |
|
|
MADRID |
Soy quien le representa
|
|
como fiel Celo suyo; y a quien cabe |
|
porción de los desvelos, que su
ilustre |
|
cuerpo ha tomado, para que parase |
|
la admiración del público los
pasos |
120 |
de su curiosidad, siempre insaciable. |
|
|
|
ADMIRACIÓN |
Pues ya lo consiguió: ya me detuvo. |
|
|
|
MADRID |
(A la ADMIRACIÓN.)
|
Hablando, pues, con ambos, tú no
extrañes |
|
ver emplear dos Famas, cuando intento |
|
celebrar tantas glorias como añade |
125 |
la Casa de Borbón a sus antiguas. |
|
Siempre dudé que una las bastase: |
|
y lo dudó ella propia, pues me dijo: |
|
«Si quieres que te sirva, y que yo
inflame |
|
el espíritu y voz del prodigioso |
130 |
número de las gentes; dame, dame |
|
nuevas lenguas, que ya cansé las
ciento: |
|
y prevén de más sólidos
metales, |
|
y más sonoros otros cien clarines, |
|
que esfuercen hoy mi voz, y la dilaten. |
135 |
Dos siglos ha que puso sobre el Sena |
|
la Casa de Borbón el pie triunfante: |
|
y ha dos siglos también que sus
conquistas, |
|
la razón de su estado formidable, |
|
su extensión, y el temor de sus
contrarios, |
140 |
al escuchar crujir los tafetanes |
|
en medio de las filas combinadas |
|
de los franceses y españoles Martes, |
|
me ocupa de manera, que es preciso |
|
que cualquiera otro asunto le desaire: |
145 |
ni esto es justo, ni yo tengo más
fuerzas». |
|
Calló la hermana vil de los Titanes; |
|
y habló Madrid, diciéndola:
«Descansa; |
|
que ya imagino de mejor linaje |
|
nueva Fama Católica Española, |
150 |
que con más clara voz divulgue, y,
cante |
|
por otros muchos siglos de las Lises |
|
triunfos, aumentos, y tranquilidades». |
|
Esto dijo y el cuerpo de la Fama, |
|
que imaginó Madrid, se vio en el aire. |
155 |
Se estremeció la antigua; y envidiosa, |
|
de ver su compañera prepararse |
|
al fin glorioso para que nacía, |
|
alzó el vuelo también, y desde el
aire |
|
émulas una de otra en el
empeño, |
160 |
dividieron el mundo en dos mitades. |
|
|
|
TIEMPO |
Con giro tan veloz, voz tan robusta, |
|
que de toda la tierra, y de los mares |
|
nos vuelven ya los ecos. |
|
|
MADRID |
¡Dulces ecos
|
|
de la Paz, con que alientan y renacen |
165 |
valor, ingenio, tráfico, y labranza, |
|
en el campo, el taller, plazas y valles! |
|
|
|
|
MADRID |
A la Paz se le dedico,
|
|
que le merece bien huésped tan grande. |
|
Y tú, Tiempo cruel, a cuyo impulso |
170 |
no hay monumento sólido de jaspe, |
|
de mármol, o metal, que se resista: |
|
devorador de imperios, de ciudades, |
|
fábricas, y hombres, mírale sin
ceño: |
|
no se acerquen jamás a sus umbrales |
175 |
la ruina, y el olvido: a cargo tuyo, |
|
pongo su duración: en que afiancen |
|
las glorias de esta paz, y de su augusto |
|
y digno protector, perpetuidades. |
|
|
|
TIEMPO |
Yo lo prometo: y tú no
desconfíes; |
180 |
pues en vano me fueron respetables |
|
héroes insignes, y acontecimientos |
|
de otros siglos, habiendo, en mi dictamen, |
|
tantas ventajas en los que hoy celebras |
|
a cuanto tengo escrito en mis anales. |
185 |
|
|
ADMIRACIÓN |
¿Y allí tan distraídas, o
atareadas |
|
la Poesía y Música, qué
hacen? |
|
|
|
POESÍA |
Yo descurrir en vano idea digna |
|
que los deseos de Madrid iguale: |
|
|
|
MÚSICA |
Y yo desesperar de encontrar tonos |
190 |
a que sus expresiones no aventajen: |
|
|
|
|
|
POESÍA |
Iré a solicitar otra más
hábil. |
|
|
|
MÚSICA |
Otra más diestra imploraré
rendida... |
|
|
|
LAS DOS |
... que de tu celo las fatigas calmen. |
195 |
|
|
Escena
IV
|
|
MADRID. El
TIEMPO. La ADMIRACIÓN. La PAZ. El VALOR. El INGENIO. La AGRICULTURA. El COMERCIO. Las ARTES. La INDUSTRIA. Las ESTACIONES DEL AÑO. Las
CUATRO PARTES DEL MUNDO.
Guerreros heroicos con el VALOR. Vasallos de las potencias
pacificadas, que sobre un pavés conducen a la PAZ en triunfo.
|
|
Marcha majestuosa. Saldrán por la izquierda el
INGENIO: seguirán
las NOBLES ARTES, e
INDUSTRIA, y luego varios
guerreros, concluyendo el VALOR a caballo. Por la derecha, la
AGRICULTURA, las
CUATRO ESTACIONES, y luego
el COMERCIO seguido de las
CUATRO PARTES DEL MUNDO,
presidiendo la PAZ,
sostenida de cuatro comparsas, vestidos en traje español,
inglés, moro, y turco. La ADMIRACIÓN, y el TIEMPO ocupan las dos puntas del
tablado. MADRID acude al
obsequio de la PAZ; y
habiéndose apeado esta, y el VALOR, queda en medio, y los
demás en los proporcionados lugares de su
representación, formando el más grato, y
magnífico espectáculo a la vista.
|
MADRID |
Paz, de las gentes tan desconocida, |
|
y suspirada en las adversidades, |
|
obras son tuyas las satisfacciones, |
|
que goza España, y a Madrid persuaden |
205 |
a que en memoria de tus beneficios |
|
ese pequeño templo te consagre; |
|
no menos digno que el de Vespasiano, |
|
siendo aquí el Celo superior al Arte. |
|
|
|
VALOR |
A gozar los laureles de tu sombra, |
210 |
llega el Valor pacífico y triunfante, |
|
y a colgar de tu templo en las paredes |
|
los ajenos y propios estandartes, |
|
que opuestos tremolaban, y ya unidos |
|
alfombra tuya son, con estas llaves |
215 |
del negro calabozo, en que las furias |
|
quedan presas del ya templado Marte. |
|
Aquesta gala que mi edad desmiente, |
|
usada solo en las solemnidades, |
|
y está segur que le quité a la
muerte, |
220 |
porque mate sin ira, ya que mate, |
|
te acrediten que viven hoy los hombres |
|
con más seguridad de sus instantes: |
|
que ya no soy el tiempo que anunciaba |
|
sustos, estragos y calamidades: |
225 |
y en el orden de su naturaleza |
|
todo puesto por ti, bien como antes |
|
vía el padre morir al fuerte hijo, |
|
verá el hijo morir al débil
padre. |
|
|
|
INGENIO |
Verá el Ingenio adelantar la
Industria, |
230 |
que aquí te ofrezco con las nobles
Artes, |
|
que animó de Borbón la Augusta
Casa |
|
para que su esplendor perpetuasen. |
|
|
|
COMERCIO |
Florecerá el Comercio a quien
franqueas |
|
por la tierra y el mar seguridades |
235 |
en los más bravos climas y remotos |
|
del mundo: y a tus pies sus cuatro partes |
|
autora de su bien te reconocen, |
|
su numen tutelar, y en tus altares |
|
de sus minas, sus frutos, y sus gentes |
240 |
serán los sacrificios incesantes. |
|
|
|
AGRICULTURA |
¡Oh! ¿Qué te dirá la
Agricultura, |
|
a quién ofreces para sus afanes |
|
compañeros gloriosos, que cultiven |
|
lo que ellos mismos defendieron antes? |
245 |
A ti desde la Aurora sus canciones |
|
dirigirán alegres mis zagales, |
|
ínterin herbajean sus ganados, |
|
y apuran los arroyos saludables. |
|
Por ti los ambiciosos cosecheros, |
250 |
y contra sus hermanos auxiliares |
|
de la calamidad, harán patentes |
|
los silos de sus granos abundantes, |
|
que ocultó la codicia de la guerra, |
|
y los vasallos sin temor, ni hambre |
255 |
harán las poblaciones más
fecundas, |
|
más útiles, más ricas y
sociables: |
|
y a ti del daño, en fin, las
Estaciones |
|
sus productos por víctima te traen, |
|
esperando prosperes sus olivos, |
260 |
sus flores, sus espigas y frutales. |
|
|
|
PAZ |
¡Oh Celo equivocada! Yo agradezco |
|
el alborozo, que en las varias clases |
|
del Estado los ecos de mi nombre |
|
han producido; por recompensarle |
265 |
viviré con vosotros, nunca escasa |
|
de mis auxilios, entre vuestros lares. |
|
Pero ni esos tributos, ni este templo |
|
puedo admitir sacrílega. Más
grande, |
|
más poderoso numen es el móvil |
270 |
de que oiga España en vez de los
insuaves |
|
alaridos y estruendos de la guerra, |
|
cánticos a mi nombre universales. |
|
No soy la causa yo; soy puro efecto, |
|
como esos bienes, de la impenetrable |
275 |
Providencia Divina, que así premia |
|
las virtudes de un rey, y las lealtades |
|
de los buenos vasallos. El más justo, |
|
más gratificador, más
respetable, |
|
y más amado rey Carlos Tercero, |
280 |
el Católico es a, quien hoy abre |
|
sus tesoros el Cielo, y él al mundo |
|
es el que por mi mano los reparte. |
|
De su mérito público y privado |
|
hechura simple soy: y así su imagen |
285 |
es digna solamente de aras, templos, |
|
memorias y obeliscos inmortales. |
|
|
|
VALOR |
Viva Carlos, y el Templo prevenido |
|
por Madrid a la Paz se le consagre. |
|
|
|
MADRID |
No lo consentiré; que tiene otros |
290 |
más dignos, permanentes y apreciables. |
|
|
|
|
MADRID |
En los corazones
|
|
de sus vasallos, templos de diamante, |
|
donde la envidia de sus enemigos |
|
a cada golpe un resplandor añade. |
295 |
La historia, y la experiencia
desengañan |
|
de que no hay bronce, o mármol tan
durable, |
|
que no se rinda al tiempo, o al capricho |
|
soberbio de un tirano dominante. |
|
Solamente las almas son eternas: |
300 |
lo que en ellas se graba inseparable |
|
les será para siempre. Nuestras almas |
|
serán templos de Carlos más
constantes, |
|
y en los ánimos tiernos esculpido |
|
de nuestros hijos este fiel carácter |
305 |
nacional, durará de unos en otros, |
|
sin acabar, hasta que todo acabe. |
|
Así piensa Madrid: y por sus reyes |
|
está pronto a firmarlo con su sangre. |
|
|
|
|
VALOR |
Y siendo justo
|
310 |
que la Paz tus obsequios no desaire |
|
ponga su blanco pie sobre ese mármol. |
|
|
|
PAZ |
Más digno eres, Valor, tú de
ocuparle. |
|
|
|
PAZ |
Sí: pues con tus glorias y tus
triunfos |
|
estos obsequios me proporcionaste. |
315 |
|
|
VALOR |
Tú eres más digna, como a los
vasallos |
|
de Carlos más benéfica y
amable. |
|
|
|
PAZ |
Por ti el primer Borbón puso glorioso |
|
los pies invictos sobre Manzanares, |
|
y sobre el Mar Tirreno el joven Carlos. |
320 |
Tú en Veletri su vida reservaste, |
|
donde al crudo rugir de los leones |
|
las águilas volaron imperiales. |
|
Tú diste franca entrada a sus banderas |
|
en Almeida y Mahón. Tú
destrozaste |
325 |
las enormes defensas de su isla: |
|
y la Florida tú le conquistaste, |
|
occidental de los britanos fieros. |
|
|
|
VALOR |
Es verdad; mas por ti le vio triunfante |
|
Roma entrar por sus puertas: y abrazado |
330 |
del científico, justo y Santo Padre |
|
Benedicto, ofrecerle en sacrificio |
|
mil victorias, por no verter más
sangre |
|
católica. ¡Oh virtud de aquella
insigne |
|
cabeza de la iglesia militante! |
335 |
Tú en Toscana, Palermo, las Sicilias, |
|
Parma y Veletri de sus populares |
|
aclamaciones, y de las más serias |
|
autora fuiste. Tú te dilataste |
|
por él hasta los campos que fecundan |
340 |
todo el Danubio, el Nilo y el
Éufrates. |
|
El Bósforo también besó tus
plantas: |
|
y sentada en la popa de las naves |
|
españolas a tu rey harás
eterno, |
|
y el Comercio dichoso por los mares |
345 |
Atlántico y Euxino, Negro, Roxo, |
|
y aunque al Golfo de Persia te dilates. |
|
Y en fin, Carlos por ti nuevos dominios |
|
también logró, que su corona
esmalten. |
|
|
|
PAZ |
Los viles herederos de Numidia |
350 |
(los argelinos) tú le escarmentaste. |
|
|
|
VALOR |
Y tú le has convertido en siglo de oro |
|
el que empezó de acero. |
|
|
PAZ |
No te canses,
|
|
que es más feliz por ti. |
|
|
|
ADMIRACIÓN |
¿Y puede haber aún más
felicidades? |
355 |
|
|
|
ADMIRACIÓN |
¡Qué nuevo prodigio se
avecina!
|
|
|
|
PAZ |
Hermosa luz de rayos celestiales |
|
sobre el Templo desciende, y le circunda |
|
para que se ilumine, o que se abrase. |
|
|
|
Escena
V
|
|
La FELICIDAD. Las
dos FAMAS. Y los
antecedentes actores.
|
|
Las dos FAMAS
saldrán en sus tramoyas por los lados opuestos que entraron.
Cantan su dúo, e ínterin va siguiendo su descenso un
dilatado y extenso resplandor de ráfagas de velillo de
plata, y nubes de colores tiernos, y bien iluminadas, que ha de
ocupar toda la parte superior del foro, dejándose ver las
ráfagas por los intercolumnios del templo. En medio de esta
máquina se verá un trono, en que viene sentada la
FELICIDAD con la mayor
pompa, y quedará colocada oportunamente sobre la
cúpula del mismo templo. Al rededor del trono y
extendiéndose hasta ocultar sus extremos entre los
respectivos bastidores, se pondrá un semicírculo, que
figure el Zodíaco con los que alcance, bien distinguidos y
pintados sobre transparentes y delgados lienzos: disponiendo que
caiga sobre la FELICIDAD
perpendicularmente el de Géminis, que serán dos
bellos Niños desnudos de relieve con vendajes de oro a la
cintura, enlazados por los brazos y en acción de arrojar
cada uno con la mano del brazo libre una guirnalda de laurel sobre
el VALOR, y otra de oliva
y rosas sobre la PAZ.
|
|
(Las dos FAMAS a
dúo.)
|
|
Igualmente felices |
360 |
son el Valor y Paz; |
|
pero tiene la España |
|
mayor felicidad, |
|
que debe agradecer |
|
Madrid, y celebrar. |
365 |
|
|
ADMIRACIÓN |
¡Qué nuevo gozo, Famas, os
inspira? |
|
|
|
MADRID |
¿Y quien será capaz de
declararle? |
|
|
|
FELICIDAD |
Yo, que soy la mayor, y soy la propia |
|
Felicidad, que vino a consolarte |
|
el fausto día cinco de septiembre, |
370 |
dejando en uno de los sitios reales |
|
a Carlos Felipe, ya en los brazos |
|
del real abuelo, ya en los de sus padres, |
|
cual fruto delicioso, con que el Cielo |
|
de una vez las dos pérdidas resarce |
375 |
de sus hermanos: premio el más
conforme |
|
a su resignación. Estos infantes |
|
gemelos son del reino la más cierta |
|
felicidad. No receléis que falte |
|
yo de vosotros mientras los dos vivan, |
380 |
y la fecunda esclarecida madre |
|
de estos amores, más merecedora |
|
que Venus de memorias inmortales... |
|
La insigne Luisa, cuyo digno elogio |
|
solo es no haber elogio que la baste. |
385 |
Y esta es, Ilustre Villa, la ventura |
|
que debe sobre todas celebrarse. |
|
|
|
MADRID |
Mi alma la celebró con repetidos |
|
inciensos, que aún humean, si no
arden, |
|
ante el Rey de los Reyes, y con vivas |
390 |
festivo a por mis plazas y mis calles. |
|
|
|
TIEMPO |
De la Felicidad, que hoy le corona, |
|
sea este templo basa, en que descanse. |
|
|
|
PAZ |
Y el honor de las Armas Españolas... |
|
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VALOR |
... y la Paz que tan justamente aplaudes... |
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LOS DOS |
... concurriremos hoy a los obsequios |
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solo como dos causas auxiliares. |
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Escena
VI
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La POESÍA.
La MÚSICA. Los
actores antecedentes.
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MADRID |
(Con ansia.)
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¡Música! ¡Poesía! |
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MADRID |
Hacer con los esmeros teatrales |
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más público mi celo. |
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MÚSICA |
Ahí te presento
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los tonos de canciones y de bailes |
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hasta donde alcanzó mi suficiencia. |
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POESÍA |
Y yo pedí para desempeñarte |
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al laureado Batilo1,
que del Tormes |
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a la orilla tal vez suele olvidarse |
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de su amor, de sus versos y sembrados, |
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por cultivar las ciencias y las artes, |
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la dulce pastoral, que te franquea. |
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MADRID |
Yo la admito con ansia de que igualen |
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a sus merecimientos sus aplausos. |
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TIEMPO |
Nuestros aplausos solo deben darse |
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al mayor de los reyes de la tierra: |
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al benéfico Príncipe: a su
amable |
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por tantas causas digna esposa suya, |
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y protectora nuestra: a los Infantes |
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gemelos, sus hermanas y sus tíos. |
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MADRID |
(Con la expresión
más viva.)
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Tiempo, respétales. |
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TIEMPO |
El Tiempo sabe
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lo que importan sus vidas, y que de ellas |
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están pendientes las prosperidades. |
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PAZ |
El Valor las sostenga. |
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MADRID |
Madrid reconocido |
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a todo el mundo inflame. |
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(COMERCIO,
AGRICULTURA, INGENIO y ADMIRACIÓN.)
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MADRID |
(Al CORO.)
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Pues todo el mundo cante. |
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(CORO rumboso con
breves ecos.)
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CORO |
Viva Carlos Tercero... Viva, viva. |
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Y vivan los Infantes... Infantes. |
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El Valor triunfe... triunfe. |
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Y la Paz dilate... dilate. |
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TODOS |
Y en los cuarteles, plazas, |
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academias y valles |
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todos la Paz bendigan, |
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y al Soberano aclamen. |
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(Cae la cortina, y se da fin a la Loa.)
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