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Las obras completas de Clarín arrancan con un tomo de sus textos periodísticos


Rosa María Echeverría





El total de la edición tendrá doce volúmenes; avalados por especialistas

Este ambicioso proyecto que ya se ha hecho realidad, constituye una completa recopilación de toda la obra literaria, crítica y periodística de un personaje polifacético, de amplios resortes intelectuales, que luchó constantemente por la libertad y que ha sido hasta ahora el gran desconocido.

El Clarín brillante y combativo que utiliza su pluma en los artículos periodísticos con la punzante intención de una espada, en un deslumbrante ejercicio de esgrima desconocido hasta ahora por los seguidores de su obra, surge de la oscuridad para aparecer ante los lectores. Por primera vez se reúne todo este material inédito en sus «Obras Completas» (Ediciones Nobel), un ambicioso proyecto que se planteó a raíz del centenario del escritor. Se trata de 12 tomos en una edición de lujo extremadamente cuidada y que se puede adquirir de modo independiente al precio de 40 euros. El primer tomo que se acaba de publicar es el número V, correspondiente a los artículos periodísticos de juventud, aunque el director general de Ediciones Nobel, Camilo López, manifiesta «que en el plazo de un año puede ser que se publique toda la colección».

El profesor Botrel en declaraciones a nuestro periódico explica «que se trata de un proyecto antiguo. El primero tuvo lugar en los años 80 pero a la cuarta va la vencida». Han recogido todo lo firmado por Clarín en la prensa para que sea una obra de referencia universal. «Un trabajo de chinos», asegura Yvan Lissorgues con castiza expresión. Ya en el año 62, Botrel realizó la tesina sobre los preludios de Clarín, aprendiz de periodista, es decir, 40 años de investigación permanente. Lissorgues, continuó este camino en el 74, enterrándose materialmente en nuestras hemerotecas. «Hice a tientas descubrimientos fabulosos, como un buscador de oro, un trabajo de jornalero. Hemos trabajado mucho los dos, mano a mano». El Clarín de los primeros años, allá por 1875 era combativo y militante. «Acababa de conocer el período de la República y sus libertades, añade, y Cánovas aparece como el otro protagonista de esta producción periodística: Clarín y Cánovas. Es la restauración de la censura de prensa y del control de la docencia. Clarín era un krausista que desde muy joven posee una formación intelectual madura y se presenta como un republicano, un pensador libre, no un librepensador, porque no es materialista ni ateo. Nunca lo fue y esto lo sabemos desde hace poco, desde que leímos los artículos».

Desde el principio, Cánovas se convierte en la diana preferida de Clarín, que como su nombre indica, no tiene pelos en la lengua. «Entre caciquín, cacicón y cacicazo, nos tienen a todos en un puño», escribe. Su estilo satírico da lugar a continuos problemas con la censura y cierres del periódico. Véase la muestra: «Al señor Cánovas bien se le puede llamar subcreador o vicecreador que se hizo dictador y habita entre nosotros». En esta línea, reitera que está obligado a sufrir «el estado de Cánovas» que según él «es peor que el estado de sitio». Afirma Botrel «que era un maestro en hablar con medias palabras y también llega al desafío que da lugar a la suspensión del periódico en tres ocasiones. En ningún caso se autocensura lo cual es un signo de honradez intelectual. No busca nunca el caer bien, al contrario, a veces añade una cucharada de vinagre».





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