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Echador, ra. adj. Vanaglorioso, fanfarrón, jactancioso: que promete lo que no ha de cumplir; que hace alardes de poder, de riqueza o de prendas que no tiene.

«¿A que no va? -Éste es echador. -¡Echador! -¿Quieres verlo? -¿Apostamos? -Lo que quieras. -Te vas para atrás. -¡Qué me he de ir!» (FACUNDO, Ensalada de Pollos, tom. II, cap. 1).

Echarse A PERDER. Pervertirse. El muchacho SE ECHÓ A PERDER con las malas compañías.

ECHÁRSELA DE LADO. fr. fam. jactarse, vanagloriarse.

Editar. (Del lat. edere). a. Sacar a luz una obra ajena, y cuidar de su impresión. Es voz muy generalizada ya, y empleada por buenos hablistas, como el Sr. Caro, de Bogotá (Repertorio Colombiano, tom. I, p. 448). Baralt, que en todas partes veía galicismos, la condena, por ser traducción o calco del verbo francés éditer. Si hubiera subido un poco más, habría encontrado que ambas traen su origen del latín. Mas no pudiendo menos de reconocer que hace falta, porque publicar o dar a la estampa tanto significa publicar una obra propia como una ajena, propone para lo segundo dos palabritas flamantes que nadie ha aceptado: edicionar (de edición) y editorar (de editor). Ortúzar participa de la opinión de Baralt (a quien cita) en cuanto a tenerla por calco del francés éditer. Mas como es útil y de buen origen, acabará por tomar asiento en el Diccionario.

Editorial. m. Artículo de fondo, en los periódicos.

«No hay más que echar mano de ellas [...] para confeccionar discursos parlamentarios, editoriales, planes de pronunciamiento y proclamas» (FACUNDO, El Aseo, el Ayuntamiento, etc., p. 218).

Palabra usadísima y útil. Salvá la trae, y además la recomienda en el prólogo, p. XIV. Rodríguez (p. 200) opina que no es más que la sustantivación del adjetivo editorial, «perteneciente al editor»; añade que es de uso tan común en América como en España, y recomienda su admisión en el Diccionario. Rivodó (p. 70) opina que «falta» la acepción. Ortúzar asegura que es de mucho uso.

Efecto. m. Con perdón de la Academia, EFECTOS PÚBLICOS, por papel del Estado, es traducción sospechosa del francés effets publics. Ellos dicen bien, ya que por effets entienden documentos en que consta una promesa de pago; mientras que en castellano (testigo el Diccionario) EFECTO no es más que artículo de comercio, mercancía. Si por acá se dijese que alguno tiene EFECTOS PÚBLICOS, nadie sabría de qué se trataba.

Eguijón. m. ant. Patilla, charnela de la hebilla; hoy decimos hebijón.

«A las ocho de la mañana, el eguijón de una de mis hebillas se salió» (Diario de México, tom. II, p. 250). «Compré un pomo nueva para mi caña, y un eguijón para mi hebilla» (Id., p. 251).

Ejecutista. m. y f. Voz moderna inútil y poco usada: el que toca con perfección un instrumento.

«El piano [...] pulsado por inspirados ejecutistas» (FACUNDO, Jamonas, tom. I, c. 13).

Ejecutivo. m. Muy usado, como sustantivo, en lugar de Poder ejecutivo, «el que tiene á su cargo gobernar el estado y hacer observar las leyes». Así el Diccionario; pero a EJECUTIVO no atribuye otra acepción que la de «que no da espera ni permite que se difiera á otro tiempo la ejecución».

Ejemplar. a. ant. Dar ejemplo.

«Iban cargados de dones, bienes y de dignidades, ejemplando á los demás para que haciendo   —184→   lo mismo esperasen semejante galardón» (J. B. POMAR, Rel. de Tezcoco, p. 34).

* Ejote. (Del mex. exotl, frisol o haba verde. MOL.). Vaina del frijol cuando está tierna y es comestible. En Andalucía habichuela.

Costa Rica. FERRAZ, p. 62. Guatemala. BATRES, p. 264.

Electricista. m. y f. Persona práctica en el conocimiento de la electricidad y sus aplicaciones; médico que cura por medio de la electricidad. Esta palabra, tan usada hoy, no ha entrado en el Diccionario. En México se conocía y usaba hace un siglo.

«Véanse las obras de Sigaud de la Fonde y demás autores electricistas» (ALZATE, Gaceta de Literatura, 3 de julio, 1793). «Demuestran los electricistas que el fluido eléctrico se comunica más bien en razón de la superficie y de la longitud, que de la masa» (Diario de México, tom. VI, p. 87).

Elevador. V. ASCENSOR.

ORTÚZAR. RIVODÓ, p. 70.

* Elote. (Del mex. elotl. MOL.). m. Mazorca tierna de maíz que, cocida o en guisos, se consume en grandes cantidades, como alimento de la gente común, y aun de personas acomodadas que gustan de este manjar. Trae la voz Terreros.

«[Cuando] el maíz está en leche lo cuecen y asan, y sirve de sustento y regalo, como defacto lo es para los hijos del país esto que llaman elotes verdes» (BEAUMONT, Crón. de la Prov. de Mich., pte. I, lib. 3, cap. 1). «Hay elotes desde Marzo hasta Diciembre» (FACUNDO, Mariditos, introd.). «Y esa boquita y esos dientes que parecen granos de elote» (DELGADO, La Calandria, IX).

Guatemala. BATRES, p. 265. Costa Rica. FERRAZ, p. 63.

Elucubración. f. Quiere Baralt que no se diga ELUCUBRACIÓN, sino lucubración. Oigámosle: «Así dicen hoy algunos, del francés élucubration, á lo que siempre ha sido en castellano lucubración, esto es, la acción y efecto de lucubrar, y la obra de ingenio que se trabajó velando [...]. Díjose del latino lucubratio, tarea, trabajo de ingenio, corporal ó de manos, que se hace de noche, velando: y la obra que así se trabaja». Si al latín vamos, tanto hallaremos elucubratio como lucubratio; bien que el primero no sea de la buena latinidad, aunque sí lo es el verbo elucubrare.

Realmente hoy se usa mucho llamar ELUCUBRACIÓN a la meditación detenida y profunda, hágase de día o de noche, y jamás se aplica ese nombre a trabajo corporal o de manos. Lucubración es poco usado. Parece que podremos decir ELUCUBRACIÓN sin ofender a nadie, pues ya la Real Academia ha oído el vocablo en ocasión solemne, y a su sombra corre impreso.

«¿No se encontrará un hilo en semejante laberinto? Existe, si no me hago ilusión, y duéleme que no haya habido quien, asiéndose á él, se tomase la molestia de caminar con pie seguro, recorriendo todas las sinuosidades en que se desliza y pierde la crítica, para comunicar al público el resultado de sus elucubraciones» (Discurso de recepción de D. ALEJANDRO OLIVÁN: incluido en la colección publicada por la Real Academia, tom. I, p. 16).

Rivodó (p. 142) juzga que ambas formas son correctas; pero nota diferencia en sus significados. Dice así:

«ELUCUBRACIÓN. ELUCUBRAR. El Diccionario sólo trae lucubración y lucubrar; mas aquellas formas son también correctas, y aun puede establecerse alguna diferencia entre el significado de unas y otras. Lucubración significa literalmente el trabajo ó labor que se hace velando á la luz, y elucubración parece más propio para expresar el efecto de ese trabajo, la obra que se lucubró. Lucubración indica la gestación, y elucubración el parto. Se puede lucubrar sin que resulte elucubración ninguna. De lo cual resulta que decir: he aquí mis elucubraciones, valdría tanto como decir: he aquí el resultado de mis lucubraciones».

La distinción de Rivodó se funda, sin duda, en el significado del afijo o preposición e = ex; mas hasta ahora no la apoya el uso. Según esa doctrina, el verbo elucubrar vendría a significar, «dar á luz el resultado de las lucubraciones», y elucubré una obra valdría tanto como «publiqué una obra que había lucubrado». Por el texto de Oliván se ve que no opinaba como Rivodó: para aquél las voces de que tratamos son completamente sinónimas. Arriba he apuntado la significación que a mi parecer tiene, conforme al uso.

Michelena (p. 29) y Batres (p. 266) opinan contra elucubración.

Elucubrar. n. Meditar seria y detenidamente.   —185→   Úsase más como activo: ELUCUBRAR una obra.

V. ELUCUBRACIÓN.

Embalar. a. Introducir la bala en un cañón sin poner carga de pólvora, sea por descuido, o con el fin de inutilizarle temporalmente, cuando hay que abandonarle, e impedir que el enemigo pueda valerse de él. Úsase también como pronominal. A poco se EMBALÓ una pieza.

Emballestadura. f. Enfermedad incurable del caballo (o mula), que consiste en una debilidad de las manos, que le hace traerlas dobladas sacando las rodillas hacia adelante. Tales bestias son peligrosas de montar, porque tropiezan a menudo y llegan a caer; todas acaban por inutilizarse para el trabajo.

Emballestarse. pr. Contraer una bestia la enfermedad llamada emballestadura.

«¿Qué tienes, hijo? le dijo D. Juan: parece que estás emballestado» (Astucia, tom. I, capítulo 3, p. 49).

Embanquetar. a. Poner, construir banquetas o aceras en las calles.

«Para empedrar y embanquetar la ciudad se necesitan veinte millones de pesos» (FACUNDO, El Regidor, p. 207).

Embarcar. a. Por extraño que parezca, es cierto que el comercio usa de este verbo para expresar que se ha despachado por ferrocarril cualquier mercancía. Ayer EMBARCAMOS por el Ferrocarril Central el pedido de Vd. No he hallado en diccionarios tal acepción; pero según Rivodó (p. 28) se dice corrientemente embarcadero de un ferrocarril. Ortúzar (con referencia a otro autor) reprueba ese uso «porque no es posible embarcarse donde no hay barcos». Con todo, tenemos en el Diccionario, que EMBARCAR, en sentido figurado, es «Incluir á uno en una dependencia ó negocio», y éste no es barco. También puede desembarcar lo que no sale de un barco. El Diccionario nos enseña que la escalera desembarca en la meseta; y en el de Autoridades tenemos: «Metafóricamente se usa por salir del coche ú otra cosa».

Embarcenar. n. Ejecutar cierta especie de bordado, entresacando los hilos de la tela y haciendo luego en ella, con lana o seda, labores matizadas. Desusado.

«Podrían con mejor fruto aprovechar el tiempo que gastan en aprender á bordar, deshilar, labrar, embarcenar, ensartar chaquira y hacer florecitas de seda ó de papel» (PENSADOR, Quijotita, cap. 12).

Embarradilla. f. Oblea blanca, grande, doblada por medio a manera de empanada entreabierta, y rellena de dulce de leche, huevo, coco, guayaba, etc.

Embarrar. a. Untar, cubrir o manchar con barro, dice el Diccionario; y atendiendo a la etimología no debiera tener otra acepción. Mas el uso quiere que EMBARRAR se tome también por untar, manchar con cualquier cosa, particularmente si es sucia. Cacerola EMBARRADA de manteca. Cuerda EMBARRADA de sebo. Los pintores dicen EMBARRAR, por dar la primera mano con pintura de aceite. Sustituye, pues, en muchos casos a embadurnar, muy poco usado aquí. La Academia misma parece autorizar la extensión del significado, pues dice: «EMBADURNAR. Untar, embarrar». El Diccionario de Autoridades define mejor el verbo embadurnar, y le asemeja mucho a nuestro EMBARRAR: «Untar con cosas líquidas algo espesas y asquerosas, sin orden ni método, pringando y ensuciando, más que pintando á hecho».

Medrano (p. 35) reprueba la acepción.

Úsase también como pronominal. Me he EMBARRADO de miel la ropa.

2. met. fam. Complicará alguno en un delito o negocio feo, revelando la parte que tuvo en él. Fulano, en su declaración, EMBARRÓ a zutano. Algo se acerca esta acepción a la segunda de EMBARRADOR, en el Diccionario.

Embijado, da. adj. Significa pintado o teñido con bija (achiote); pero aquí se aplica además a la obra en varios tomos cuyas pastas no son iguales. Ejemplar EMBIJADO. Dícese también de la baraja compuesta de naipes desiguales.

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«Una baraja embijada» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 1, p. 20).

Embije. m. Acción y efecto de embijar y embijarse.

«Realzaba la fealdad de tan extravagante vestuario el embije con que teñían y pintaban su cuerpo de encarnado, negro y otros colores diferentes, que unidos á sus ornamentos los hacían aparecer en la figura más abominable» (Noticia de la California, pte. I, § 7).

Embizcarse. pr. Ponerse bizco.


«Que el más mejor pierde el tino,
Y pierde el paso y se embizca».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romance de la Centella», p. 196)                


Embolar. a. fam. Emborrachar. Úsase también como pronominal.

«Van á embolar al padre, dijo una polla» (FACUNDO, Chucho, tom. I, cap. 4).

Embonar. n. Para el Diccionario no es más que mejorar, hacer buena una cosa: acepción en que jamás le he oído. Por EMBONAR entendemos encajar bien una cosa en otra; convenir a una persona, sentarle bien, agradarle. Son muy conocidas las décimas a cierto cura que tenía en una mampara la pintura de una dama dormida con una flecha en la mano; las cuales comienzan así:


«No te embona, amigo cura,
Esta mujer retratada,
Porque siempre es arriesgada
De aquestas cualquier pintura».


«Con el trabajo de un día gana para alimentarse una semana con los manjares que le embonan, que le agradan, y á que está acostumbrado su paladar» (Diario de México, tomo IV, p. 111).


«Si á alguno su conducta no le embona».


(Id., tom. VII, p. 384)                


Lo mismo en Cuba, según Pichardo (p. 135) quien trae además el refrán «Al que le venga el sayo, que se lo embone».

Emborracharse los colores, se dice cuando por haberse lavado o mojado una tela matizada, las tintas más oscuras extienden parte de su color a las más claras y las ensucian.

Emborrascarse. pr. Hablando del tiempo, anunciarse, sobrevenir una borrasca; de un negocio, trastornarse, correr grave riesgo de perderse; de una mina, desaparecer de la veta los minerales ricos.

«La mina se emborrascó, y quedó la cosa en tal estado» (Astucia, tom. II, cap. 1, página 39).

Embrocar. a. Ponerse la manga o el zarape a manera de casulla. Úsase también como pronominal.

«Entró precipitadamente en la sala, haciendo un terrible ruido con las espuelas, y seguido de una vieja, un payo con su mangota embrocada» (PENSADOR, Quijotita, cap. 1). «Échese á esa niña en la silla, de grado ó por fuerza: embróquele mi manga» (Astucia, tom. I, cap. 4, p. 69). «Se embrocó la manga con violencia» (Id., p. 70). «Llevaba embrocada una manga azul» (Id., p. 77).

Embromar. a. Detener, retardar el curso de un negocio: quitar a uno el tiempo con pláticas ociosas cuando está ocupado.

«Pueden salirse al campo ó á hacer lo que les dé la gana, como no sea venirnos á embromar á las tiendas, particularmente los días de mayor comercio» (Diario de México, tom. III, p. 268).

En Chile, molestar, disgustar (ORTÚZAR, p. 132). Maracaibo. «Causar perjuicio ó daño, sea ó no con trapacería y engaño» (MEDRANO, p. 35).

Emburrada. adj. Aburrada.

«No sólo tengo agostando á las manadas mansas, sino que mandé subir las emburradas, y hasta mis caballos de silla» (Astucia, tomo I, cap. 8, p. 140).

Embutido. m. Entredós, 1.ª acep. Tira de encaje con orilla por ambos lados, para coserse a dos telas.

«Embutido ó tira de embutir, y encaje de embutir en la significación de entredós. No consta en el Diccionario, y es sin embargo usado en muchos países hispanos» (RIVODÓ, p. 70).

Eminencia. f. neol. Persona ilustre, notable, que sobresale entre los demás. En esa acepción es galicismo rematado, de que no faltan ejemplos en nuestros escritores. Baralt opina que es «menos que galicismo, barbarismo de uso frecuente en periódicos y en malas traducciones». «EMINENCIAS, añade, son los Cardenales de la Santa Iglesia Romana».

Eminente. adj. «De los peligros, riesgos, etc., jamás se ha dicho que son eminentes, sino inminentes, esto es, amenazantes,   —187→   próximos. Si se tratase de un gran peligro no próximo, ¿habría más que decir gran peligro, grandísimo peligro (CUERVO, § 444). El error es evidente; mas no propio del vulgo. Escritores del siglo XVI incurrieron ya en él.

«Item, si habiendo necesidad, presente ó eminente, se ofreciere alguna limosna pecuniaria», etc. (Cód. Franc., p. 149). «Los grandes daños y males que sobre los pasados están eminentes y amenazan» (Cód. Mend., tomo II, p. 71). «No ignoro el eminente peligro á que se exponen unos hombres de bien y trabajadores» (Astucia, tom. I, cap. 12, p. 246). «La persecución que tuvo que sostener con eminente peligro de su vida» (Escritor mexicano contemporáneo).

Rivodó (p. 276) opina que la confusión de eminente con inminente proviene «de paronimias que tiene el idioma», y cita muchas.

Emocionarse. pr. Sentir emoción.

«En el camino iba notando que [...] estaba profundamente emocionado» (FACUNDO, Gabriel, tom. I, cap. 10).

Rivodó (p. 22) opina que este verbo falta en el Diccionario. Batres (p. 266) dice que lo usan gentes que presumen de cultas. ORTÚZAR, p. 132.

Empacharse. pr. fam. Llenarse todo el cañón de un candelero, o parte considerable de él, con los restos o escurrimientos de la vela.

Empanturrarse. pr. fam. Hartarse de comida.

2. Empantanarse; penetrarse de agua la tierra hasta encharcarse.

Emparejarse. pr. vulg. Procurarse por medios reprobados lo que a juicio propio hace falta para completar lo necesario. La cocinera se EMPAREJA con el dinero del gasto: es decir, sisa para aumentar su sueldo.

«Ya sabes que los catrines son los que se emparejan con las criadas» (DELGADO, La Calandria, IV).

Empastar. n. Hablando de terrenos, cubrirse de pasto. Se dice ordinariamente de la milpa o potrero que antes estuvo sembrado, y que ha vuelto a criar yerba propia para apacentar ganado. Este potrero está ya bien EMPASTADO.

Guatemala. BATRES, p. 267.

Empelar. (De pelo). a. Formar una pareja de bestias de igual color para el tiro; acoplar (2.ª acep.).

«Vine con este amigo á ver las mulas que están agostando en la Soledad: quiere empelar un tronquito» (Astucia, tom. I, c. 15, p. 311).

2. fig. Hallar una cosa que iguale a otra en cualidades.

«Entre los de su clase no me lo empelan» (Astucia, tom. I, cap. 9, p. 162).

3. n. Ser una bestia del mismo color que otra. Esta mula EMPELA con aquella. Apelar (2.º art.).

Empeñero, ra. m. y f. Dueño de casa de empeño: prestamista sobre prendas.

«¿Qué comerían esos empeñeros y esos agiotistas que tal vez no han aprendido á hacer otra cosa en toda su vida?» (FACUNDO, Prosperidades funestas, p. 249). «Recibió la cantidad prestada con un interés que ruborizaría á un empeñero de los más empedernidos» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 144).

Empeño. m. Tienda o despacho en que se presta sobre prendas: casa de empeños.

«En esta capital, emporio de los empeños, de las loterías y de los garitos» (FACUNDO, El Ahorro, p. 135).

2. Acción y efecto de empeñar una prenda.

«En las diligencias del empeño y de la cenada se me fué el tiempo sin advertirlo» (PENSADOR, Periquillo, tom. IV, cap. 8, p. 109).

Empeñolarse. pr. Verbo muy usado en nuestras historias para expresar que los indios se subían a los peñoles o cerros ásperos y se hacían fuertes en ellos.

«Cuando llegó á sus tierras los halló empeñolados y fortalecidos en una sierra de increible y espantable aspereza» (TORQUEMADA, Mon. Ind., lib. XX, cap. 57). «Y viendo que se habían empeñolado los que se pusieron en fuga , determinó Oñate que en una mesa á la vista del fuerte del mismo peñol se hiciese una población que sirviese de contener á los empeñolados» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. IX, n.º 8). «Apenas pudieron los tequiltecas, que se prometían seguridad, empeñolarse en Teochinchán» (ID., ib., capítulo X, n.º 3). «Y llegando á un cerro muy alto en donde estaban empeñolados, les hizo tres requerimientos para que bajasen de paz» (ID., ib., cap. XXI, n.º 1). «Propúsoles en nombre de S. M. el perdón de su rebelión como dejasen las armas y se volviesen á sus pueblos, porque se habían empeñolado en unos cerros muy altos» (BEAUMONT, Crón. de la   —188→   Prov. de Mich., pte. I, lib. 2, cap. 4). «Determinó ir con sus soldados adonde los indios estaban empeñolados. Los indios empeñolado le enviaron á decir que al día siguiente por la mañana bajarían á verle» (ID., ib., cap. 8). «Antes bien se empeñolaron entre unas rocas» (ID., ib., cap. 14).

Empeñosamente. adv. m. Empeñadamente: con empeño.

«La buena reputación de mi semblante, más que los respetos de mi casa, los acerca á mí empeñosamente» (Diario de México, tomo I, p. 12). «Se ocupó empeñosamente en contrariar la pretendida fusión de puros y conservadores» (ZARCO, pról. al Gallo Pitagórico, p. XIV).

Empeñoso, sa. adj. Que hace las cosas con diligencia y constancia; dícese principalmente cuando se trata de negocios ajenos.

«Los sujetos son empeñosos» (Diario de México, tom. V, p. 36). «Encargándose la dirección de la obra [del cementerio de Sta. Paula] al administrador del mencionado hospital [de S. Andrés] D. Vicente García, sujeto empeñoso, y el más apropiado para aquella comisión» (G. OBREGÓN, México viejo, p. 344, cita).

2. Que manifiesta vehemente deseo de complacer y agradar, o de obtener alguna cosa.

«Cuanto más fino me manifestaba, más empeñosa, complaciente y querendona me correspondía» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 67). «Si así fuera no estaría esta muchacha tan empeñosa por su presencia» (Id., tom. II, capítulo 9, p. 295).

Empetatar. a. Cubrir con petate un piso, y más bien un tercio o bulto cualquiera. En el Perú (ARONA, p. 199) le toman solamente por lo primero, y lo mismo en Guatemala (BATRES, página 267). Este último autor dice que «siguiendo nuestro prurito de hacer verbos» hemos formado EMPETATAR. ¿Tiene mejor derecho el esterar castellano, que él mismo cita? Si de estera, esterar, ¿por qué no de petate, EMPETATAR?

Empinar. a. vulg. Lo mismo que echar de o por la cabeza (V.); pero EMPINAR arguye siempre mala intención.

Emplástico, ca. adj. Así decimos siempre, y no emplástrico, como escribe el Diccionario. Tampoco llama nadie esparadrapo a la tela EMPLÁSTICA.

ORTÚZAR, p. 133.

Empolvarse. pr. fam. Perder algo de la pericia que se tenía en alguna ciencia o arte, por haber abandonado su estudio o ejercicio. Abogado, médico EMPOLVADO.

Empotrerar. a. Poner el ganado en potreros para que descanse y engorde.

Cuba. PICHARDO, p. 136; MACÍAS, p. 489. Rivodó (p. 22) dice que este verbo falta en el Diccionario.

2. Convertir un terreno abierto en potrero cercado.

Emprender. EMPRENDERLA. fam. Comenzar a caminar hacia un punto algo lejano, con resolución de llegar a él. Desde allí LA EMPRENDIMOS para nuestra casa.

Empuntadora. f. Mujer que tiene por oficio hacer las puntas o flecos de los rebozos.

«Próximo á contraer nupcias con una joven empuntadora, recibió Melquiades las más estupendas é inmotivadas calabazas» (FACUNDO, Gentes, tom. II, cap. 7).

Enaguas. f. pl. También se usa en singular. La ENAGUA del vestido.

Perú. ARONA, p. XVI. Cuba. MERCHÁN, p. 240. Cuervo (§ 161) cita pasajes de Calderón y de Moreto en que se encuentra el singular. Ortúzar le califica de «muy madrileño».

Enamorado, da. adj. «Que se diga así del que está lleno de amor por una persona ó cosa, nada criticable tiene: pero el llamar enamorado al que le gustan mucho las mujeres bonitas [y aunque no lo sean], y decir que es muy enamorado, no puede pasar. El propenso á enamorarse es enamoradizo, ó enamoradiza, si de mujer se tratare; enamorada significa en antiguo castellano ramera» (BATRES, p. 268). El mismo mal uso hacemos aquí de este adjetivo.

Enamoriscarse. pr. Enamoricarse.

Bogotá. Cuervo (§ 708) le cuenta entre las voces que andan adulteradas. Guatemala. BATRES, p. 269. Cuba. MERCHÁN, p. 240.

Enancarse. pr. Subir una persona a las ancas de la caballería que lleva ya otro jinete en la silla.

«Uno de ellos se enancó en el caballo del Grillo, abarcando con los brazos á su capitán» (Astucia, tom. I, c. 11, p. 213). «Enánquense   —189→   en este animal, les mandó Astucia» (Id., tom. II, cap. 4, p. 107).

Enarcar. n. Templar el arco.

«Fuése corrido para el indio, quien, enarcando, despidió una flecha que no hizo daño» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. IV, n.º 3).

2. pr. Encabritarse, enarmonarse el caballo.

Encabezar. a. Dirigir, ponerse al frente, a la cabeza; como ENCABEZAR una rebelión, un partido.

Ecuador. CEVALLOS, p. 60.

Encabrestar. a. Encabestrar.

ORTÚZAR. Ecuador. CEVALLOS, p. 60.

El Diccionario de Autoridades da a este verbo una acepción que no está en el Vulgar: «Por analogía es reducir á uno y atraerle á que haga lo que otro desea». Y cita la Pícara Justina.

«Porque éstos [indios] estaban con sus mujeres y hijos bien tratados y poco trabajados, y dejándolos ir serían malos de encabrestrar [sic], como lo vemos agora por experiencia» (FR. FCO. DE BUSTAMANTE, Carta al Emperador [1551], apud Cód. Franc., p. 205).

Encampanado, da. adj. DEJAR A UNO ENCAMPANADO, fr. fam., dejarle en un apuro o en un mal negocio, después de haberle metido en él.

Encapillar. a. Poner a un reo de muerte en capilla.

Encarrujado, da. adj. fig. Arrugado, quebrado.

«Y en aquellas lomas estériles y encarrujadas [...] dieron mucho que hacer los indios á los nuestros» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. VIII, n.º 3).

Encastar. n. Unirse y procrear dos animales de diversa especie. El burro ENCASTA con la yegua; el chivo con la oveja.

Encerar. n. Poner velas de cera en los candiles y candeleros de una iglesia. Es término de sacristanes. Ya está ENCERADA la catedral para la función de mañana.

Encerrar. a. ant. Reservar el Santísimo Sacramento.

«A las dos de la tarde encerraron el Santísimo Sacramento». «El martes de dicha infraoctava se encerró el Señor» (GUIJO, Diario, 1656, p. 351). «Fueron á la tarde con su Provincial á cantar Salve, y encerraron con velas en las manos». «Martes 14 [...] á la tarde fueron los Padres, y cantó la Salve el dicho Provincial, y encerró» (ROBLES, Diario, 1688, tom. I, p. 508). «Encerró con la misma congregación el abad D. García de Legaspi» (ID., ib., p. 509). «A la tarde encerró el Santísimo Sacramento el P. Capetillo» (ID., ib., tom. II, p. 30). «Sólo se cantó misa de dominica, descubierto el Santísimo Sacramento durante ella, y acabada, se encerró» (ID., ib., tom. II, p. 247).

Encierro. m. ant. Reserva (6.ª acep.).

«Domingo 3 fué S. I. á asistir al encierro del Santísimo Sacramento» (ROBLES, Diario, 1683, tom. I, p. 363).

Encino. m. No es aquí anticuado, por encina; antes bien es el único nombre que se da al árbol, y jamás se oye decir encina.

QUÉ HA DE DAR EL ENCINO SINO BELLOTAS, fr. fig. y fam. análoga a la de pedir peras al olmo: da a entender que de una persona de baja clase y sin educación, o perversa, no debe esperarse acción noble.

Encobrar. a. Cubrir con una ligera capa de cobre cualquier objeto de otro metal.

2. pr. Tomar sabor a cobre los alimentos preparados en trastos de ese metal.

Encolado. m. vulg. Elegante cursi muy acicalado. En Andalucía paquete averiado.

«En uno de los intermedios vino el comandante agarrado del encoladito que afirmó que era Bernardo Gaviño» (Astucia, tom. I, capítulo 12, p. 242).

Parece que también se usa en Chile. V. RODRÍGUEZ, p. 227.

Encomendar. a. En América se tomaba especialmente por dar indios en encomienda. V. el art. Encomendero en el Dicc., 2.ª acep.

Encomienda. f. En América era el pueblo que se señalaba a un encomendero para que percibiera los tributos y aprovechara los servicios personales que aquél debía dar a la corona real. Las ENCOMIENDAS hacen gran papel en la historia de la América española; la legislación que las regía varió mucho; nunca pudieron extirparse los abusos a que daban ocasión. Más que las leyes, el transcurso del tiempo y las   —190→   modificaciones del estado social acabaron con ellas.

Enconarse. pr. Úsale nuestro vulgo por sisar, robar cantidades pequeñas.

«Interesarse en alguna cantidad mezquina ó cosa de menos consideración, especialmente siendo hurtada: pringarse, ensuciarse.- Semejante acepción, que no encuentro en ningún Diccionario de nuestra lengua, y de que ya di cuenta en mi Intraducibilidad del Quijote (página 61), debió mamarla Cervantes en Andalucía, cuando la empleó, y con la salvedad de "como suele decirse", en la primera parte de su Ingenioso Hidalgo (cap. XXVII), de esta manera: "¿Quién pudiera imaginar que D. Fernando, caballero ilustre, discreto, obligado de mis servicios, poderoso para alcanzar lo que el deseo amoroso le pidiese donde quiera que lo ocupase, se había de enconar, como suele decirse, en tomarme á mí una sola oveja que aun no poseía?"» (J. M. SBARBI, Dicc. de Andalucismos, en el Almanaque de la Ilustración Esp. y Amer., 1893, p. 149).

Cuba. PICHARDO, p. 137; MACÍAS, p. 493.

Encongarse. pr. fam. Encolerizarse con exceso: enfurecerse.

«Parecía un gato encongado» (Astucia, tom. I, cap. 9, p. 179).

Encornar. a. Encornudar, 1.ª acep.

«En este caso, cuando las mujeres hacen lo que se les antoja á su arbitrio, cuando tienen á los hombres en nada, cuando los encuernan» (PENSADOR, Periquillo, tom. I, capítulo 4, p. 44).

Encorozado. m. V. ALCOROZADO.

Encuartar. a. Hacer que una bestia quede con la reata, cuarta o cabestro metido entre las manos o los pies: enredarla.


«Quiso la fatalidad
Que el [toro] que Miranda lazó
Por desgracia lo encuartó
Cogiéndolo atravesado».


(Chamberín, p. 4)                



«Con empeño lo iba guiando
Y nunca me lo encuartaba».


(Id., p. 21)                



«Tenía las manos atadas
Y estaba todo encuartado».


(Id., p. 38)                


2. fig. vulg. Atravesarse en la conversación, cortar la palabra al que la tiene. Dispense Vd. que le ENCUARTE.

(Diario de México, tom. IV, p. 449).

3. pr. Echar pie o mano la bestia de tiro sobre el tirante, y enredarse en él. También se dice de la que no es de tiro, cuando se enreda en reata o cabestro, y del que monta esa bestia.

«Mientras que el comandante estuvo errando lazos, encuartándose, y siendo el más chambón de todos» (Astucia, tom. I, cap. 12, página 235).

4. fig. Enredarse en un negocio; no saber qué hacerse.

«En fin, me encuartaba, y de todo no resultaría más que un perjuicio» (Astucia, tomo I, cap. 4, p. 83). «Estoy todo encuartado: no hay salida que dar á este negocio» (Id., tom. I, cap. 6, p. 103).

V. CUARTA.

Encuatar. a. Aparear (2.ª acep.); añadir.


«Entonces fuí solo yo,
Y dos reatas encuaté».


(Chamberín, p. 35)                


V. CUATE.

Encuendar. a. fam. Concertar una cosa con otra: arreglarlas. Úsase comúnmente con el adverbio mal. Esto está mal ENCUENDADO.

Encuentro. LLEVARSE DE ENCUENTRO: atropellar. Se usa en sentido figurado para significar que alguno arrastró á otro en su propia ruina: o bien, que al atacar a uno, ofendió al mismo tiempo a otro. Fulano quebró y SE LLEVÓ DE ENCUENTRO [arruinó] a más de cuatro.

«Si el calor de las disputas [...] no ofuscase á los hombres, hubiera conocido fácilmente todo esto el autor, y no se hubiera llevado de encuentro la moralidad del diarista» (Diario de México, tom. IV, p. 412). «He estado impaciente esperando respondiese el Compasivo, á quien se lleva de encuentro, después de la injusticia con que traga á las mujeres pobres» (Id., tom. V, p. 200). «Se hubiera llevado de encuentro [la nave que garró] á los más que tuvieron la suerte de aguantarse» (Id., tom. VII, p. 64. Y p. 88).

Encuerado, da. m. y f. fam. Desnudo, desharrapado. Decíase, en particular, de ciertos individuos de la plebe de México (numerosos en otro tiempo) cuyo traje se reducía a un calzón de lienzo, una sábana y un sombrero de petate.

«Señor Diarista: yo soy un encuerado: anoche dormí en el suelo» (Diario de México, tom. I, p. 46). «Anda, amigo encuerado, y   —191→   ten vergüenza, que si la tuvieras, como la tuvo Adán después del pecado, te vestirías» (Id., tom. II, p. 19). «Todos eran lobos y mulatos encuerados» (PENSADOR, Periquillo, tomo II, cap. 4, p. 65). «Es un hombre fino, un hombre de bien y un hombre de proporciones: no un pillastrón vagante y encuerado» (ID., ib., tom. IV, cap. 8, p. 105).

Hablando de mujeres, vestida indecentemente, escotada con exceso.


«¿Viste el incendio de anoche?
Pues, amigo, no fué nada.
Fuego el que aquella encuerada
Infernal lleva en el coche».


(Diario de México, tom. I, p. 27)                


V. COIME.

Encuerar. a. fam. Desnudar, o poco menos. También se usa como pronominal.

«Ya se había encuerado para acostarse». «Otros cuatro ó cinco pelagatos todos encuerados, y á mi parecer medio borrachos, estaban tirados como cochinos por la banca, mesa y suelo del truquito» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 2, p. 38). «Estaban unas mujeres y varias criaturas encueraditas agrupadas» (Astucia, tom. I, cap. 16, p. 389).

Cuba. PICHARDO, p. 137; MACÍAS, p. 494.

Del modo adverbial en cueros hemos hecho una sola palabra.

«Yo estoy encueros y he estado sin conveniencia por servir y acompañar al alma mía de mi señora» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 1, p. 18). «Lo llevaron al depósito casi encueros» (ID., ib., tom. II, cap. 4, p. 60).

* Enchilada. f. Tortilla de maíz aderezada con chile, cebolla, queso, etc.

«Aquellos dos pájaros de cuenta se entregaron con deleite á las enchiladas, al pulque y á la conversación» (FACUNDO, Gentes, tomo I, cap. 12). «Ni las enchiladas incitantes [...] despertaron su apetito» (DELGADO, La Calandria, XVI).

SOMOANO, pp. 23, 84.

Las enchiladas de Guatemala corresponden más bien a nuestros envueltos, según la descripción de Batres, p. 271.

Enchiladora. f. Mujer que prepara enchiladas.

«Bueno será fijarse en [...] las enchiladoras, que parapetadas detrás de un brasero en la línea que divide la propiedad particular de la vía pública, fríen pambazos, enchiladas y tripas en un lago de manteca hirviente» (FACUNDO, Comercio y otras cosas, pp. 94, 95).

V. TAMALERA.

Enchilar. a. Untar con chile, como se hace con las tortillas que llaman enchiladas, y con las piezas de queso, para preservarlas de los insectos e impedir que se hiendan al secarse.

ESO NO ES COSA DE ENCHÍLEME VD. OTRA, fr. fig. y fam. usada para significar que una cosa no es tan sencilla y hacedera como parece. Equivale a la de no son buñuelos, del Diccionario.

SOMOANO, pp. 23, 84.

Costa Rica. FERRAZ, p. 63.

2. pr. Irritarse, enfurecerse.

V. OJO.

Enchinar. a. Formar rizos, bucles o chinos en el pelo. Usado también como pronominal.

V. ESCARAPELARSE.

Enchinchar. a. y n. Dar largas a un negocio, sin propósito de llevarle a término: quitar el tiempo con pláticas inútiles.

«Lo estuve enchinchando largo rato» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 89). «A mi papá han venido á decirle [...] que tú no te has de casar conmigo; que no estás haciendo más que enchincharme» (FACUNDO, Mariditos, cap. 4). «Ó nos da el dinero ó lo despachamos de una vez, y que no esté enchinchando» (ID., Gentes, tom. IV, cap. 3).

V. CHINCHE.

2. pr. Llenarse de chinches.

Enchuecar. a. fam. Torcer una cosa. Úsase también como pronominal. SE ENCHUECÓ el alfiler.

V. CHUECO.

Endenantes. adv. t. Trae ya el Diccionario este adverbio como anticuado, y le da por equivalente «Antes, 1.ª acep.», es decir, que «denota prioridad de tiempo ó lugar». El vulgo le usa aquí mucho hoy día; mas no como sinónimo de antes, sino conforme a la distinción que establece Cuervo en el siguiente pasaje: «En Bogotá se hace diferencia entre endenantes y antes, porque con el primero se denota un tiempo anterior próximo, en tanto que antes expresa una época ya pasada, sin determinar su distancia al presente» (§ 399). Cuando aquí se oye decir Vino ENDENANTES, todo el mundo entiende que esa persona vino hace poco. Antes sirve a menudo como término de comparación:   —192→   Vino Juan antes que Pedro. ENDENANTES nunca, ni denota prioridad. Antes es también adverbio de lugar: ENDENANTES no. Su verdadera definición es: poco ha.

Ecuador. CEVALLOS, p. 61. ORTÚZAR.

Endrogarse. pr. Contraer deudas: entramparse.

«Se empeñan, se endrogan, y aun piden limosna para ello» (PENSADOR, Periquillo, tomo I, cap. 13, p. 165). «Avergonzándose, pidiendo prestado, endrogándose, vendiendo y empeñando» (ID., ib., tom. IV, c. 13, p. 173). «El coronel quedó endrogado» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 9).

Le hallo como neutro, si no es errata. En todo caso, ya no se usa.

«Eso sabía yo bien: deber, destruir, aniquilar, endrogar y no pagar á nadie de esta vida» (PENSADOR, Periquillo, tom. II, cap. 1, p. 4).

Perú. ARONA, p. 190.

V. BOBÓN.

Enemigo malo (El). El diablo (ORTÚZAR, p. 135). Úsase aquí igualmente, como puede verse muy al principio del famoso Catecismo del P. Ripalda. Y esa misma introducción (que todos llamamos El todo fiel) se encuentra, con pocas variantes, en el Catecismo ordenado por el Concilio Tercero Mexicano (1585). Dice así:


«Todo fiel cristiano
Es muy obligado
A tener devoción
De todo corazón
Con la Santa Cruz
De Cristo nuestra luz
Pues en ella
Quiso morir
Por nos redimir
De nuestro pecado
Y del enemigo malo...».


«Míreme bien: soy más fea que el enemigo malo» (Astucia, tom. II, cap. 3, p. 68).

Enfermada. f. Acción y efecto de enfermar o enfermarse.

«Y lo que es peor, me dí tal enfermada, que fuí á dar al hospital» (Astucia, tom. I, cap. 13, p. 273).

Enfermarse. pr. Censúrase el empleo de este verbo en forma pronominal, que es aquí la corriente, en lugar de la neutra.

«El 9 falleció [...] el Br. José Frances y Rogo [...] enfermero mayor del hospital de señores sacerdotes de S. Pedro, en cuya iglesia se enfermó» (CASTRO SANTA-ANNA, Diario, 1752, tom. I, p. 33). «Siempre que tienen que salir á la guerra, la víspera [de] que marche su regimiento se enfermaran y se enfermaran, así podían decirse misas de salud en todas las iglesias de la República» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 126). «Aconteció la desgracia de que se enfermase la señora grande» (Astucia, tom. I, cap. 5, p. 114). «¿Y qué tal la salud? ¿No se han enfermado por acá?» (FACUNDO, Gabriel, tom. II, cap. 5).


«¿Pues qué?
Del campo os trajeron,
Que os enfermasteis allí».


(ID., María de los Ángeles, IV)                


Bogotá. CUERVO, § 321. Guatemala. BATRES, p. 271. Cuba. MERCHÁN, p. 240. Chile. ORTÚZAR, p. 136. Cuervo advierte que Lope de Vega usa de enfermarse en Los Tellos de Meneses, 2.ª parte, act. I, esc. 1. He aquí el pasaje:

«Quien puede levantarse
Con bríos montañeses,
Volver quiere á enfermarse
Por otros nueve meses».

ENFERMARSE, tomado absolutamente es, entre señoras, un eufemismo para expresar que sobreviene el achaque propio de su sexo.

Enfiestarse. pr. Engolfarse en fiestas y regocijos, sin pensar en otra cosa. Es más usado el participio: Fulano está, o anda, muy ENFIESTADO.

RIVODÓ, p. 22.

Enflautar. a. vulg. Encajar, 5.ª y 7.ª acep. Nos ENFLAUTÓ un discurso que duró dos horas. Es verbo que se presta a mala interpretación, y vale más no usarle, pues tenemos encajar que le reemplaza con ventaja.

Bogotá. CUERVO, § 572. Guatemala, BATRES, p. 271.

Enflorar. a. Enflorecer (ant.), adornar con flores. Muy usado y muy aceptable.


«Aquí te aduermes en remanso umbrío
Que abril perenne placentero enflora».


(DELGADO, «El salto de Tuxpango», apud Antología, p. 237)                


Enfrascarse. pr. Engolfarse en fiestas, frascas, y diversiones. Fulano anda muy ENFRASCADO.

Enfrazadado. m. Cobijado con frazada; hombre de la plebe.

  —193→  

«Hay dos clases de tunantismo: una soez y arrastrada, como la de los enfrazadados y borrachos, que juegan á la rayuela ó á la taba en una esquina, que se trompean en las calles...» (PENSADOR, Periquillo, tom. I, c. 10, p. 117).

Enfrijolarse. pr. fam. Enredarse un negocio, deshacerse, no llegar a efecto.

«Porque según van las cosas, señor, nuestro enlace sabe Dios si al cabo se enfrijola» (Astucia, tom. I, cap. 15, p. 317). «Nuestro casamiento se puede enfrijolar» (Id., tom. II, cap. 1, p. 41). «Por una fatalidad se enfrijoló su casamiento» (Id., tom. II, cap. 5, p. 118).

Engentarse. pr. fam. Aturdirse, entontecerse un rústico al encontrarse en una reunión de personas distinguidas; o un forastero con el ruido y movimiento de una gran ciudad.

«Con mucho gusto, contestó todo engentado, abriendo tamaños ojos» (Astucia, tom. II, cap. 11, p. 344).

Engorda. f. Conjunto de animales vacunos o de cerda que se ponen a engordar para la matanza.

Chile. ORTÚZAR, p. 136.

Engrasarse. pr. Contraer la enfermedad incurable llamada saturnismo o envenenamiento lento de las sales de plomo. Aflige a los mineros que trabajan en extraer minerales de plata plomosos. El síntoma más notable de esa enfermedad es la coloración de la piel, que toma un tinte plomizo muy oscuro.

«Y aun los proprios mineros procuran de excusar cuanto pueden á sus negros esclavos de este peligro porque no se les engrasen» (Cód. Mend., tom. I, p. 250). «Y pues los propios mineros excusan cuanto pueden á sus negros esclavos deste peligro porque no se les engrasen, justo es que se excusen de él los hombres libres é inocentes» (Id., tom. II, p. 27).

Engreírse. pr. Encariñarse, apegarse a una persona, lugar o cosa.

«Engreído [el niño] con esta costumbre, un día comenzó á llorar y más llorar» (PENSADOR, Quijotita, cap. 11). «No debeis engreiros en cosa alguna de esta vida, supuesto que os ha faltado lo que más amábais» (ID., ib., cap. 25). «¿Qué es la vida para que vivamos tan engreídos con ella?» (ID., Noches, I, p. 12). «No te vayas á engreir aquí y profeses; que será enterrarte en vida» (ID., Periquillo, tomo I, cap. 12, p. 145).

Bogotá. CUERVO, § 631. Perú. ARONA, pp. 202, 207. Venezuela. RIVODÓ, p. 272. Cuba. MERCHÁN, p. 240.

Enjalmable. adj. fam. Rústico, áspero, necio.

«No lo creas: seríamos unos enjalmables si tal hiciéramos» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 462). «Nada comprende: es un zoquete, una bestia enjalmable» (Astucia, tomo I, cap. 8, p. 150). «He sido una bestia enjalmable, un tonto» (Id., tom. II, cap. 1, p. 26).

Enjaquimar. a. Poner la jáquima a un animal.

Enmarquesar. n. joc. Obtener título de marqués.

«Otras menos que tú han enmarquesado de la noche á la mañana» (PENSADOR, Quijotita, cap. 20).

Enmendatura. f. Enmendadura.

«Vale tanto como enmendadura» (RIVODÓ, p. 143).

Enojada. f. Acción y efecto de enojarse.

«No puedo ponderar la enojada que me dí al ver cómo aquel maldito en un instante había descubierto mi sarna» (PENSADOR, Periquillo, tom. I, cap. 6, p. 61).

Enojos. m. ant. Poét. Molestia, desazón, pena. Corresponde esta acepción a la 2.ª de enojar.


«¿Qué mirarán los ojos
Que vieron de tu rostro la hermosura
Que no les sea enojos?».


(FR. L. DE LEÓN, «A la Ascensión»)                



«Que encallado en el Callao
Estoy con cien mil enojos».


(GONZÁLEZ DE ESLAVA, «Ensalada de la Flota»)                


Enojón, na. adj. Que se enoja fácilmente y con frecuencia.

«No sin merecer, de cuando en cuando [...] severa reprimenda de la vecina del 4, que era [...] la más entremetida y enojona» (DELGADO, La Calandria, I).

Enraizar. n. Echar raíces: arraigar, 1.ª acep.

Ecuador. CEVALLOS, p. 62.

Enratonarse. pr. Ratonarse: enfermarse el gato por haber comido los ratones que ha cazado.

2. Llenarse de ratones una casa.

3. fig. fam. Atrasarse un profesor: no conocer los últimos adelantos de su facultad.

Enrejar. a. Echar rejas o zurcidos en la ropa.

  —194→  

Enrielarse. pr. Tomar un carruaje, por torpeza del cochero o falta de espacio, la línea de los rieles de un tranvía, de tal manera que una de las ruedas traseras vaya rozando con el riel, y en cierto trecho no pueda sobreponérsele y atravesar la vía. Como en la mayor parte de las calles de México hay tranvía, y aun doble, es accidente común y peligroso, pues suele causar la rotura del eje o de la rueda. La palabra es nueva y expresiva.

Ensabanado. m. Envuelto en una sábana, como acostumbran andar algunos léperos.

«Desde los nobilísimos condes y marqueses hasta los plebeyos y ensabanados del baratillo» (G. OBREGÓN, México viejo, p. 308). «El lépero ensabanado y el lujoso alabardero de la guardia» (ID., ib., p. 405).

Ensalada. f. «Y porque en la ensalada echan muchas yerbas diferentes [...] y de mucha diversidad de cosas se hace un plato, llamaron ensaladas un género de canciones que tienen diversos metros, y son como centones recogidos de diversos autores. Éstas componen los maestros de capilla para celebrar las fiestas de la Natividad, y tenemos de los autores antiguos muchas y muy buenas» (COVARRUBIAS). «Composición métrica, en que se mezclan muchas especies de versos, lenguas, etc. V. Rengifo, Art. Poét.» (TERREROS). En las Poesías Sagradas de Hernán González de Eslava hay varias ENSALADAS: de la Almoneda, de S. Miguel, del Tiánguez, de la Flota, del Gachopín, de las Adivinanzas.

ENSALADILLA. «Falta el significado de composición jocosa en verso, en la cual se nombran personas conocidas en el lugar ó población. En esta acepción es expresiva y concomitante con otras que tiene la misma voz» (RIVODÓ, página 72).

Hace años solían andar manuscritas en México esas ENSALADILLAS, todas anónimas, siempre satíricas, y a veces muy insultantes.

Ensartar. a. Pasar hilo, cuerda, etc., por el agujero de una pieza sólida. ENSARTAR una aguja es tan corriente entre nosotros, que nadie dice enhebrar. Critícase esta frase; pero es antigua y no exclusivamente nuestra. Covarrubias dice: «Ensartar, meter en un hilo una ó muchas cosas, como ensartar el aguja, y ensartar perlas».


«Cuando á la correa
Juegas con los linces,
Si la ensartas pierdes,
Y si no, perdiste».


(OCHOA, letrilla VI)                



«Dirás así, voz en cuello,
Más fácil es ensartar
En una aguja un camello,
Que ver ni un solo cabello
Del rico en el cielo entrar».


(Don Simplicio, tom. I, n.º 1)                


Cuba. PICHARDO, p. 145; MACÍAS, p. 497.

Perú. Arona (p. 203) dice que también se usa en Chile, mas en Rodríguez no se halla; agrega que es acepción española, y cita el refrán «La agujita ensartada hace á la niña juiciada», que se halla en Fernán Caballero.

Rivodó asegura que se dice corrientemente Ensartar una aguja, por enhebrarla, enhilarla (p. 28).

Guatemala. BATRES, p. 272.

2. Dícese asimismo ENSARTAR, por introducir el toro el asta en persona, caballo, etc.

Ensillar A UNO, fr. fig. y fam., sobreponérsele, vejarle, abusar de su paciencia y tenerle enteramente supeditado. No te dejes ENSILLAR.

Entablado. adj. m. Dícese del caballo que habitualmente lleva el cuello rígido e inclinado a un lado.

Entablarse. pr. Establecerse, tomar su curso. Es frase muy usada la de ENTABLARSE las aguas, para denotar que ya se han establecido las lluvias; que ha comenzado y seguirá el «tiempo de aguas».

Entablillar. a. Formar las tablillas o ladrillos de chocolate.

Entendimiento. TUPIRSE EL ENTENDIMIENTO, fr. fam. Entontecerse.

«Discurre, Remedios, no se te tupa el entendimiento» (Astucia, tom. II, cap. 2, p. 52).

Enterar. a. Entregar una suma de dinero en alguna oficina pública. Muy usado.

  —195→  

Enterciar. a. Empacar, formar tercios con alguna mercancía. ENTERCIAR tabaco, azúcar, etc.

Cuba. PICHARDO, p. 138; MACÍAS, p. 498.

Entero. m. Entrega de dinero en una oficina pública.

Entiesar. a. Atiesar, entesar, poner tiesa una cosa.

Guatemala. BATRES, p. 275. Ecuador. CEVALLOS, p. 63.

Entoldarse EL CIELO. pr. Cubrirse de nubes gruesas.

Entompeatada. f. fam. Acción y efecto de entompeatar.

«Estos dioses penates se llaman [...] entompeatada...» (FACUNDO, Isolina, tom. II; cap. 12).

Entompeatar. (De tompeate). a. fam. Embaucar, engañar a uno.

«La difunta Amalia lo vió simplón, y sin mucha dificultad, ayudada de la romántica, me lo iban entompeatando» (Astucia, tom. I, capítulo 14, p. 307). «Y ahora, para entompeatarlos á todos, le vamos á seguir el barreno» (Id., tom. I, cap. 15, p. 353). «Explíquese, amigo, explíquese, porque más y más me está Vd. entompeatando» (Id., tom. II, cap. 3, página 79). «Era capaz de disimular su falta, y hasta ayudarle á entompeatar á Chepe» (Id., tom. II, cap. 6, p. 173). «Ya no nos entompeate más, amigo Lorenzo» (Id., tom. II, cap. 7, p. 258). «Yo he sido el primero á quien Vd. ha entompeatado» (Id., p. 261). «Conque logremos con una buena veteranada entompeatar al tal visitador, yo les aseguro que dentro de ocho días está todo el gobierno entompeatado» (Id., tom. II, cap. 8, p. 271). «Era nada menos que la [filiación] declarada en el expediente de los entompeatados en S. Victoriano y que entompeataron al gobierno» (Id., página 293). «No dilato en entompeatarlo» (Id., tom. II, cap. II, p. 338). «Esa prevención del cura acabó de entompeatar al secretario» (Id., p. 347).

V. NANA.

Entonado. a. Que tiene entono, presunción, vanidad, arrogancia, y lo deja ver.

Entontar. a. y pr. Entontecer y entontecerse.

ORTÚZAR, p. 138.

Entrada. f. fam. Embestida, zurra.

«Una noche me dieron tal entrada [en el juego], que no teniendo un real mío, descerrajé las cajas de la comunidad» (PENSADOR, Periquillo, tom. III, c. 9, p. 159). «Se irritó tanto, que las arrebató y les dió una buena entrada de golpes» (ID., Catrín, cap. 6). «Le daba á Lorenzo unas entradas de latigazos, reatazos ó palos, que por algunos días lo tenían lastimado» (Astucia, tom. I, cap. 1, página 9).

Entrador, ra. adj. Que tiene ánimo y brío para empresas difíciles y peligrosas. Aplícase, por ejemplo, al toro que ENTRA o acomete a todo, particularmente a la vara; al jugador que apuesta gordo; a la mujer que corresponde fácilmente, etc.

«En tí no ve más que una gata bonita, entradora, y buena para querida» (DELGADO, La Calandria, XXXIX).

Entramparse. pr. Enredarse en los árboles las plantas trepadoras. Acepción no común; pero apropiada y significativa.

«Tienen otra [raíz] que se entrampa en los árboles, como hacen las parras ó la yedra» (Descr. de Tenamaztlán, 1579, MS.).

Entrar. ENTRAR RECIO, fr. fig. y fam. Acometer con brío: comúnmente se dice del que come o bebe de algo con exceso.

«Leonor les entra recio á las copitas» (FACUNDO, Baile y Cochino, cap. 6). «No tenga Vd. cuidado, D.ª Panchita, que no le entraremos recio al trago» (DELGADO, La Calandria, IV).

DE ENTRAR Y SALIR: aplícase a las criadas y costureras que no pasan la noche en la casa donde sirven.

Entretela. f. Imp. Acción y efecto de entretelar.

2. Imp. Oficina en que se hace esa operación.

Dícese que la entretela fue inventada (o introducida) en España por el célebre tipógrafo D. Joaquín Ibarra; pero su discípulo D. Juan José de Sigüenza y Vera no la menciona en el Mecanismo del Arte de la Imprenta, que publicó en 1811. Aquí la introdujo en 1827 el impresor norteamericano Cornelio C. Sebring.

Entretelador. m. Imp. El oficial que entretela.

Entretelar. a. Imp. Satinar: colocar los pliegos impresos alternados con cartones finos, y apretar reciamente el todo en una prensa, a fin de que desaparezca la huella de la impresión y cobre lustre el papel.

Entrompetar. a. fam. Emborrachar.   —196→   Úsase también como pronominal.

«Vamos por él á la oficina. -Y lo entrompetamos» (FACUNDO, Ensalada de Pollos, tomo I, cap. 12).

Entroncar. a. Acoplar (2.ª acep.): formar tronco o pareja de bestias de igual color y tamaño, para tiro. Conseguí ENTRONCAR el caballo.

2. n. Convenir en color y tamaño dos bestias de tiro. Estas mulas no ENTRONCAN.

3. Unirse un camino de hierro a otro, o un ramal a la línea principal, de suerte que de allí adelante formen ambos una sola línea.

Cuba. PICHARDO, p. 138; MACÍAS, p. 500.

Entrucharse. pr. fam. Meterse en negocios ajenos sin derecho, y de ordinario con mal fin. Probablemente corrupción de intrusarse.

Envinado, da. adj. De color de vino tinto.

«Estrenó el Sr. Conde de Gálvez el uniforme de inspector general: era de paño envinado con solapa y vuelta amarilla, y ojales de oro» (Diario del ALABARDERO, 1785, p. 215).

V. CHAMARRA.

Envuelto. m. Tortilla de maíz aderezada, por lo común, con jitomate: se le pone encima algún otro guiso, como huevos revueltos, y se arrolla. El conjunto de los ENVUELTOS vuelve a aderezarse con jitomate, chiles verdes, queso, cebolla, longaniza, etc.

«Yo costié el almuerzo, que fueron envueltos, guisado de gallina, adobo y pulque de tuna y de piña» (PENSADOR, Periquillo, tomo IV, cap. 8, p. 106). «Almorzaremos unos envueltos de chuparse los dedos» (PAYNO, Fistol, tom. IV, cap. 21).

Enyerbarse. pr. Producir yerba el terreno.

ORTÚZAR, p. 139. Cuba. PICHARDO, página 139. Venezuela. Rivodó (p. 22) pone este verbo entre los que faltan en el Diccionario.

2. Comer un animal alguna yerba venenosa.

Enzolvar. a. Azolvar. Usado también como pronominal. ENZOLVAR se hallaba aquí en pacífica posesión, hasta que hace algunos años hubo quien le calificase de provincialismo disparatado, y desde entonces dejó el puesto a azolvar. ENZOLVAR será, en todo caso, disparate antiguo, y no de baja extracción.

«Estas cavas debían de ser de grande profundidad, porque con estar, como están de presente, todas tan arruinadas [...] tienen más de una lanza en alto [...] estando, como digo, ya ciegas y llenas de tierra con el mucho tiempo que ha pasado y avenidas de agua que las han ido enzolvando» (TORQUEMADA, Mon. Ind., lib. III, c. 8). «Con esto se logra el que no se ensolven» (ALZATE, Gaceta de Literatura, abril 12, 1790). «Se registran zanjas muy antiguas, las que estarían ensolvadas, si el hecho fuese cierto» (ID., ib., febrero 8, 1791). «La falta de cuidado, y el trascurso de más de dos siglos ha hecho [...] que el canal se ensolve» (PAYNO, Fistol, tom. IV, cap. 10).

Mota Padilla emplea el verbo en el sentido de embotar.

«De suerte que la artillería ó ensolvaba sus tiros en ellas [las albarradas], ó en sus riscos, ó las pelotas iban por alto» (Hist. de la N. Galicia, cap. XXIX, n.º 5).

Enzolve. m. Azolve.

Epazote. (Del mex. epazotl. MEND. SIM. Chenopodium Ambrosioides. COLM. y Farm. Mex., p. 58). m. Yerba aromática (yo diría apestosa) comestible y medicinal. El Diccionario la llama pazote. Descríbela Hernández, lib. VIII, cap. 40.

Armas (p. 68), Pichardo (p. 20) y Macías (p. 81) dicen apasote. Batres (p. 101) apasote y pasote.

LAS PALABRAS DEL EPAZOTE, fr. vulg. Declaración de un pretendiente: proposición de matrimonio. Así se desprende de los antecedentes del texto que sigue; mas no he oído la frase e ignoro su origen. Me aseguran que en Jalisco es muy usada.

«¿Ya te dijeron, hermana, las palabras del epazote (Astucia, tom. I, cap. 15, p. 326).

Epidemiado, da. adj. neol. Herido, acometido de una epidemia. Úsase más como sustantivo. Sin duda se inventó por parecer más pulcro que apestado; y en realidad hace falta, por no ser lo mismo peste que epidemia.

Perú. ARONA, p. XVIII.

Epígrafe. m. Título (1.ª acep.).

Rodríguez, en su Diccionario de Chilenismos (p. 208) censura esa acepción que damos acá y allá a EPÍGRAFE, y dice, siguiendo al   —197→   Diccionario, que significa el resumen que precede a un capítulo, párrafo o discurso, y también la sentencia que suelen poner los autores a la cabeza de un escrito, capítulo, etc.; y cita un texto de Amunátegui (M. L.) en que está mal usado por título. Pero Solar (p. 57) defiende la acepción, y aduce en apoyo de su dictamen un texto de Mesonero Romanos: «Cierto que el que lea el epígrafe de este capítulo no encontrará el asunto sobradamente interesante» (Escenas Matritenses, «El patio del correo»).

Equilibrista. m. y f. Que hace equilibrios en público; especie de cirquero.

2. fig. En política, el que procura estar bien con todos los partidos.

Equimite. m. Árbol: variedad del zompantle.

«Varias rocas cubiertas de musgo; y en una, en la mayor, una tosca cruz de equimite» (DELGADO, La Calandria, XXIII).

Equipal. (Del mex. icpalli, asentadero. MOL. Silla, asiento. MEND.). m. Asiento de carrizo, otate o bejuco, a manera de canasto invertido, y con respaldo cóncavo. Hay algunos forrados de cuero. El nombre y la cosa pertenecen hoy al Estado de Jalisco, y parte del de Michoacán. La forma del icpalli que usaban los monarcas mexicanos puede verse en varias pinturas, entre ellas las del Atlas de la Historia de las Indias de Nueva España, de Fr. Diego Durán.

«Poníanlos [los ídolos] á vista del público en sus altares de flores y rosas, sobre unos icpales ó silletas» (Descr. de Ixcatlán, 1579, MS.). «Fabrican unos chimotlales ó equipales, muy ligeros, de otates, con sus respaldos de unas varillas entretejidas, y el asiento de tule ó palma tejida» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, c. IV, n.º 6). «Completando el ajuar dos sillas de bejuco y un equipal de cuero» (G. VIGIL, Cuentos, p. 60).

Equívoco. m. Empléase a menudo como equivalente de equivocación, y usado así se tiene por disparate; porque EQUÍVOCO, sustantivo, es la palabra cuya significación conviene a diferentes cosas; y, adjetivo, lo que se puede entender o interpretar en varios sentidos. Pero el disparate es ya viejo: vino de España, y se extendió por la América. En el Diccionario de Autoridades hallamos que EQUÍVOCO «vale lo mismo que equivocación», y tanto Terreros como Salvá registran tal acepción, aunque el segundo como familiar solamente. Dícese asimismo, y mal, estar EQUÍVOCO, por tener concepto errado; haber incurrido en equivocación. Conducta EQUÍVOCA por la que no está clara, que cambia, que se presta a diversas interpretaciones, parece bien dicho.

«Lunes 10 entró correo á las siete de la noche con nueva de nao de China, y hubo equívoco en la catedral; que empezaron á repicar con esquilas: cesó breve, y se tocó plegaria generalmente» (ROBLES, Diario, 1678, tomo I, p. 252). «El mes pasado por yerro de imprenta se padeció equivocación [...] conque con esta nota queda este equívoco enmendado» (Gaceta de México, set., 1735). «Haber podido fácilmente padecer uno ú otro equívoco en su colocación» (BEAUMONT, Crón. de la Prov. de Mich., pte. I, lib. 2, cap. 18). «Aguarda, que tú estás equívoco» (GRANADOS Y GÁLVEZ, Tardes Americanas, p. 299). «Muy equívoco debía de estar el V. P. Basalenque» (ID., ib., p. 304). «Estas palabras, inadvertencia, equívoco, chanza, tontera, etc., valen un potosí para ahorrarnos un sinfín de cóleras y pesadumbres al cabo del año» (PENSADOR, Quijotita, cap. 21). «Con esta asidua diligencia se evitarían estos equívocos mortales» (ID., Periquillo, tom. III, cap. 1, p. 5). «No se puede decir otra cosa, sino que fué un equívoco de imprenta» (Diario de México, tom. I, página 98). «Este es un equívoco de bulto» (Id., p. 99). «La carta n.º 494 dirigida á D. Juan Martínez se sacó por equívoco» (Id., p. 100. Y pp. 124, 244, et passim). «La cosa se complicaba, y además no quería confesar su equívoco» (Astucia, tom. I, cap. 15, p. 358). «Ratificados los comprobantes de data, y glosadas [las cuentas] en su totalidad, no resulta diferencia, equívoco ni error» (Id., tomo II, cap. 11, p. 356).

Perú. ARONA, p. 206. Chile. RODRÍGUEZ, p. 208. Guatemala. BATRES, p. 275.

Erigirse. pr. ERIGIRSE en maestro, en juez, en crítico, son frases condenadas por Baralt, quien las califica de «francesas puras, y á cual más disparatadas», porque no se usa en castellano ese verbo con significación reflexiva. También las condenan otros, entre ellos Ortúzar; pero Salvá las acepta como neológicas, y corren hace tiempo, aquí y en España. Una de las significaciones de ERIGIR, y acaso la primordial, es levantar, por lo cual no parece fuera de camino aplicarle al que se levanta y se arroga un poder que no le corresponde,   —198→   o que no ejerce de ordinario. ERIGIRSE en juez, en maestro, en crítico, es tomarse ese carácter, levantarse sobre los demás para juzgarlos, enseñarlos o censurarlos; y ya se ve que en casos tales no se excusa la forma pronominal. En nuestro lenguaje parlamentario es ya frase consagrada «ERIGIRSE la Cámara en gran jurado», cuando se trata de resolver si hay o no lugar a formación de causa contra un alto funcionario acusado de algún delito; y entonces toma o asume la Cámara el carácter de juez que en otro caso no tiene.

«Y no quieran erigirse en supremos magistrados, al mismo tiempo que hacen de parte en una causa» (Diario de México, tom. II, p. 282). «Si con el tiempo hubiese mayor número de ellos [toneleros] podrán erigirse en gremio separado» (Id., tom. IV, p. 382). «Cada hombre se juzgara libre para erigirse en superior á los demás» (PENSADOR, Periquillo, tom. IV, cap. 1, p. 16). «Se querría erigir en superior á los demás» (ID., ib., página 18).

En estilo jocoso y figurado (como activo).

«Estábamos en el corral que la compañía de funámbulos había erigido en teatro» (FACUNDO, Gentes, tom. I, cap. 2).

En España.

«Alfredo de Vigny se erigió con toda la solemnidad de propagandista y apóstol, en vengador de todos los genios inéditos» (MENÉNDEZ Y PELAYO, Ideas estéticas, tom. V, p. 345).

V. CHILUCA.

Erogar. a. Gastar. EROGAR gastos: hacerlos.

Escalfar. a. Desfalcar; quitar, separar parte de una cosa, en especial de dinero, propio o ajeno. Usado por el vulgo.

«Escalfaba de su renta de oidor lo que podía de su gasto preciso, y con eso compró varias tierras» (BEAUMONT, Crón. de la Prov. de Mich., pte. I, lib. 2, cap. 20).

Escamocha. f. El Diccionario dice: «ESCAMOCHO. (Despect. del lat. esca, comida). m. Sobras de la comida ó bebida». Terreros da á escamocho origen vascongado, y en efecto dice Larramendi: «Es palabra vascongada, escamocha, porque el escamocho es lo que esperan y piden los sirvientes y otros: de esca, escatu, pedir y esperar, y mocha, roído, raído y mondado, que es lo que tienen los huesos del escamocho». Nunca decimos así, sino ESCAMOCHA, conformándonos con el vascuence; y por esa voz entendemos únicamente las sobras revueltas de la comida: las de la bebida son bachichas.

Escarapelar. n. El Diccionario le atribuye únicamente la significación de «reñir, trabar cuestiones ó disputas y contiendas unos con otros [parece sobrar el unos con otros]. Se dice principalmente de las riñas y quimeras que arman las mujeres. Ú. t. c. r». Acá no corre con tal acepción, y sólo le usamos, en estilo familiar, y con forma pronominal, para significar la sensación que se experimenta al considerarse próximo a un peligro, o al recibir una emoción inesperada; y más comúnmente al oír un rechinido desagradable, como el que produce el acto de raer una superficie metálica con un cuchillo; es propiamente lo que los franceses llaman avoir la chair de poule: frase a que no he hallado equivalente castellano. Otros dicen enchinarse el cuerpo. Por Cuervo (§ 634) sabemos que ESCARAPELAR significa en Bogotá ajar, manosear, deslustrar. Según Arona (p. 207) es en el Perú «el calofrío que corre por el cuerpo á vista de un peligro». Rivodó (p. 250) le da como venezolanismo, en la forma escarapulizar, equivalente de espeluznar. Para nosotros ESCARAPELARSE y espeluznarse no son sinónimos.


«Y luego que tú me miras
Se me escarapela el cuerpo».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romance fino», p. 153)                


* Escaupil. (Corrupción del mex. ichcahuipilli, armas colchadas para la guerra. MOL. Compuesto de ichcatl algodón u oveja, y huipilli, camisa de india. MOL. Como los mexicanos no conocían la lana, le dieron por analogía el nombre del algodón, y le hicieron extensivo a la oveja. m. Especie de jubón o chaqueta de algodón acolchado y basteado, que usaban los indios como arma defensiva, y que los españoles adoptaron.

  —199→  

«Unas jaquetillas de ñudillos que les cubrían el cuerpo, que ellos llamaban ichcahuipilli» (J. B. POMAR, Rel. de Tezcoco, p. 49). «Ichcaupiles, que son unas armas de algodón» (Descr. de Justlavaca, 1580, MS.). «Usaban de rodelas, hiscaguapiles, que son arneses hechos de lienzo de algodón acolchados» (Descr. de Iztapalapa, 1580, MS.). «Las armas con que peleaban eran flechas y dardos y rodelas de cañas macizas, y con escaupiles, que son jubones acolchados, que no los pasan las flechas» (Descr. de Quatlatauca, 1579, MS.). «Los cuerpos armaban con cueros de venados y tigres y leones, y algunas veces algunos que llamaban escahuipiles en mexicano, y en zapoteco pelaga, que son hechos de manta de algodón de tres y cuatro dobleces, y enmedio de manta y manta una tela del mismo algodón, y muy bastado uno con otro» (Descr. de Tecuicuilco, 1580, MS.). «Peleaban con macanas y con izcahuipiles ó petos de algodón» (Descr. de Zempoala, 1580, MS.). «Halló que se componía [la tropa] de doscientos sesenta soldados de á caballo, bien aviados de armas, unos con lanzas y espadas, y otras armas que llaman ichahuipiles» (BEAUMONT, Crón. de la Prov. de Mich., pte. I, lib. 2, cap. 6). «La armadura consistía en un sayo de algodón colchado, de uno y medio á dos dedos de grueso, llamado ichcahuipilli, camisa de algodón, que resistía bien á los golpes de las flechas y á los botes de la lanza: los castellanos los adoptaron bajo el nombre de escaupil, porque si no eran suficientes contra las armas de fuego, bastaban contra los proyectiles indios» (OROZCO Y BERRA, Hist. Ant., tom. I, p. 241).

Hallo que también se ponían pedazos de esa tela en las cabezas de los caballos.

«Y ha acontecido tirar á un caballo en que andaba un soldado, y darle en la testera, que era de un escuaipil muy fuerte, y pasar la flecha la dicha arma» (Descr. de Querétaro, 1582, MS.).

El nombre pasó a la Nueva Granada, pues le trae Fr. Pedro Simón en el Glosario de sus Noticias Historiales.

En Costa Rica significa mochila o morral de cazador (FERRAZ, p. 63).

Escobeta. f. Escobilla de raíz de zacatón, corta y recia, de que se hace mucho uso para restregar suelos, trastos, etc. Las hay también finas y adornadas, que antes empleaban las señoras en el tocador, a manera de peine o de cepillo, para desenredar y asentar el cabello.

«Mis peines, escobetas, pomadas, espejos, tocador...» (PENSADOR, Catrín, cap. 10). «Sigue el tráfico de freganderas, y el ruido de escobetas, que es un gusto» (FACUNDO, Chucho, tom. I, cap. 3).

Dase el mismo nombre al mechón de cerda que sale en el papo a los pavos o guajolotes viejos. Los primeros religiosos hicieron de ellos hisopos, y aseguran que duraban mucho (MOTOLINÍA, Hist. de los Ind. de N. España, trat. I, cap. 15)

V. FREGANDERA.

ALZAR ESCOBETA, fr. vulgar, concebir gran temor: acobardarse.

«Si nos ven salir creerán que les alzamos escobeta» (Astucia, tom. I, cap. 12, p. 226). «A fuerza de moquetes, alzó escobeta y partió» (Id., tom. II, cap. 1, p. 16).

V. CACARAQUEAR. CHOCOLATE.

Escobetear. a. Fregar con escobeta.

«Escobeteando con fuerza las tablas llenas de alpiste» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 56).

Escoleta. f. Orquesta o banda de música compuesta de aficionados.

«Era también muy afecto á la música, y había creado una escoleta» (D. COVARRUBIAS, Gil Gómez, cap. 8)

2. Acto de reunirse los músicos para estudiar. Hoy es día de ESCOLETA.

Escoltero. m. ant. Soldado de escolta, o que hace sus veces.

«Descubrió y consiguió saliesen más de doscientos gandules de escolteros, que le siguieron por los valles que hoy llaman de Jerez» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, capítulo VIII, n. 6).

Escondidillas. f. pl. Escondite, juego de muchachos.

Escopeta. NO SOY ESCOPETA, fr. fig. y fam. con que se da a entender que no se pueden hacer las cosas de un golpe, ni más aprisa de lo regular. Se emplea particularmente cuando alguno interrumpe a otro en la conversación. Voy allá, que NO SOY ESCOPETA, esto es, déjeme Vd. proseguir, que ya iré diciendo todo sucesivamente. Aunque no está en el Diccionario, la frase debe de ser española, pues la trae Salvá.

«Denme tiempo, porque no soy escopeta» (Astucia, tom. I, cap. 15, p. 312).

Cuba. PICHARDO, p. 140; MACÍAS, p. 507.

Escribido. «Participio pasivo masculino regular de escribir, que se conserva   —200→   en la fr. fam. ser muy leído y escribido, que significa ser muy docto» (SALVÁ). Acá usamos siempre la frase en sentido irónico, aplicándola al ignorante que presume de docto con afectación y pedantería; y si es a mujer, significa bachillera, marisabidilla.


«Mas supongo que junta hemos tenido,
Sus miembros la componen con empacho,
Y más de uno ni es leido ni escribido».


(EL NIGROMANTE, Don Simplicio, tom. I, n.º 1)                


«¿Has escuchado lo que te he dicho? Pues todo es tortas y pan pintado, respecto de una fea leída y escribida» (MORALES, Gallo Pitagórico, p. 100). «[La] echa de muy leída y escribida» (Astucia, tom. I, cap. 13, p. 285).

Escuelero. m. Maestro de primeras letras. Despectivo y ya desusado.

«Me hallaba en un pueblo enseñando las primeras letras: lo diré más claro: era escuelero» (Diario de México, tom. I, p. 267). «Después de haber hablado sobre las calidades del escuelero, esto es, del que ha de enseñar el a, b, c» (Id., p. 275 et alibi).

Cuba. MACÍAS, p. 509.

Escuintle. (Del mex. itzcuintli, perro). m. despect. Perro ordinario, callejero.

«Precedido de su temible Sultán, que desde luego le dió una sacudida á uno de los escuinclitos del rancho» (Astucia, tom. I, c. 7, p. 121). «Chilindrina había tenido amores con el Capitán, escuintle horroroso de un zapatero vecino» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 33).

Se aplica a personas por desprecio.

«No ande comprometiendo á estos infelices escuintles, que por un pedazo de pan se exponen á que les azoten las nalgas, cuando menos» (Astucia, tom. II, cap. 4, p. 109). «Semos buenos escuintles» (Id., cap. 13, página 395).

Esculcar. a. vulg. Registrar en busca de algo escondido: se aplica en particular al registro de las personas. Al salir lo ESCULCARON. En el Diccionario está como anticuado, con significación análoga a la que aquí le damos.

Bogotá. CUERVO, § 596.

Escupible. adj. Feo, desairado, ridículo, despreciable. Voz de poco uso.

«Suprima Vd. la música, los poetas y los faroles, y los premios quedarían escupibles» (FACUNDO, Los Faroles, p. 24). «Especialmente cuando Pancho no se ponía una diadema ó cinta, con lo que acababa de ponerse escupible» (ID., Isolina, tom. I, cap. 7).

Escupidor. m. Cohete fijo que hace flama, y a intervalos arroja a lo alto luces de colores.

Escurrideras. f. pl. Escurriduras. Aguas sobrantes que salen por el extremo más bajo de los surcos, cuando se riegan los campos. Esta hacienda tiene derecho a LAS ESCURRIDERAS de tal otra.

V. ACHOLOLES.

Escurrido, da. adj. fam. Confuso, corrido, avergonzado. Se fue muy ESCURRIDO.

Eso. CON ESO, frase muy usada en vez de, a fin de que, para que, de esa manera. Ven temprano, se dice a una criada, CON ESO tienes tiempo de peinar a las niñas. Hallo en Chile la misma frase, y en igual sentido (RODRÍGUEZ, p. 117). No recuerdo haberla visto en autor español; pero Terreros dice: «CON ESO. Lat. Hac ratione».

¡Eso! interjección de que muchos abusan para afirmar o aprobar por verdadero lo que otro va diciendo.

Espaciadura. f. Imp. Conjunto de espacios, cuadratines y cuadrados de una casta o fundición de letra. ESPACIADURA escasa, abundante.

2. Imp. Conjunto y disposición de los blancos que quedan entre las palabras. Esta composición tiene mala ESPACIADURA.

Espaciar. a. Imp. «Separar las dicciones y los renglones con líneas de espacios, ó con regletas interpuestas». Así el Diccionario. Las dicciones no se separan con líneas de espacios, sino con uno o dos, y menos con regletas. En lenguaje de nuestros impresores, separar los renglones no es ESPACIAR sino interlinear; porque las regletas se llaman interlíneas. No sólo se ESPACIAN las dicciones, sino también las letras entre sí, cuando es necesario alargar una línea para dar buena disposición a un título o portada.

Espacio. m. «Imp. Pieza de metal con que se divide una dicción de otra. También sirven estos espacios para   —201→   separar un renglón de otro en las impresiones espaciadas» (Dicc.). Por acá, los renglones no se separan con ESPACIOS, sino muy rara vez: lo común es separarlos con interlíneas; y a los títulos se les da con cuadrados o interlíneas la distancia conveniente.

ESPACIO no es adverbio; pero le atribuimos a menudo ese oficio. Díjose en lo antiguo ir, hablar, caminar DE ESPACIO o de prisa, esto es, lenta o apresuradamente. Mas cuando a la preposición de seguía voz que comenzaba con vocal, y en especial si ésta era e, acostumbraban juntar las dos dicciones en una sola; como se ve en desto, dello, Despaña, Dávila, etc., por de esto, de ello, de España, de Ávila. En el Diálogo de la Lengua dice Valdés: «Tengo por mejor, para conservar la gentileza de mi lengua, hacer desta manera: que si el vocablo que precede acaba en e, no la pongo en el que sigue, y así digo: Casa desgremidores, y no de esgremidores: y El socorro Descalona; y no de Escalona» (MAYANS, Orígenes, tom. I, p. 51). Siguiendo ese uso, muy generalizado entonces, aunque sin razón que le abone, se juntaron las dos dicciones del modo adverbial, y resultó el adverbio despacio. «Es voz compuesta de la preposición De, y del nombre Espacio, suprimida una e», dice el Diccionario de Autoridades. Acá desapareció del todo la preposición, y resultó un disparate.

«Yo, mirando lo espacio que estaba, le dije...» (PENSADOR, Periquillo, tom. I, c. 10, p. 123).


«Si espacio discuten:
¡Esto es insufrible!
Jamás de este asunto
Veremos los fines».


(OCHOA, letrilla VI)                


«La hicieron andar de prisa y espacio» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 182).

Espaldilla. f. Cuarto delantero de cerdo, preparado a manera de jamón.

Espantajo. ESPANTAJO DE CHILAR. Persona harapienta, sucia y ridícula, semejante a los espantajos que se colocan en las sementeras para ahuyentar aves y alimañas.

«¡Quién nos había de decir que las habíamos de ver convertidas en espantajos de chilar (FACUNDO, La teoría y la práctica, página 200).

Espantar. a. Decir que en una casa, o en otro lugar, ESPANTAN, es dar a entender que allí hay duendes, ruidos temerosos, o apariciones de fantasmas o de difuntos.

Espanto. m. Aparición de difuntos, fantasmas u otras malas visiones. Úsase comúnmente en plural.

«En otro grupo, el casero, el viejo soldado de 47, contaba lances de aparecidos e historias de espantos» (DELGADO, La Calandria, IV).

Guatemala. BATRES, p. 277.

ESTOY CURADO DE ESPANTO. fr. que se usa para significar el desprecio con que se oye una amenaza o el anuncio de un riesgo.

Especiero. m. Alacena o cajón dividido en compartimientos, que sirve para guardar las especias en las casas o tiendas.

Esperas. f. pl. Respiro, plazo, que se concede a un fallido para que pague sus deudas. Fulano ha pedido ESPERAS. Antes se concedían por mayoría de votos de los acreedores; hoy es necesaria la unanimidad.

Esperpento. m. Persona o cosa vieja, mal pergeñada, extravagante, que de fea pone espanto. Aplicado a piezas teatrales, culebrón.

«Al paso que, continuó María, el mismo público quedó encantado con una pieza del teatro francés, que es un esperpento. -¿Un qué? -Un esperpento. -Perdóneme Vd.; señorita, nosotros los que no vivimos en las ciudades no entendemos muchos términos de esos... ¿Cómo decía Vd.? ¿Un qué? -Un esperpento, ó lo que es lo mismo, un culebrón. -¿Esperpento es lo mismo que culebrón? -Sí, señor. -Y culebrón y esperpento quiere decir... -Una comedia mala» (FACUNDO, Isolina, tomo I, cap. 7).

También se usa en España.

«En las últimas páginas de Pequeñeces me presenta Vd. ya tan ajada y marchita, que parezco un esperpento» ([VALERA], Currita Albornoz al P. Coloma, p. 77).

V. CULEBRÓN. PIPIRIJAINA.

Espetaperros. Palabra que solamente se usa en la frase SALIR A ESPETAPERROS, que es salir asustado y a todo correr; más que de prisa, como perro   —202→   con vejiga; de estampía, etc. Aunque el Diccionario no la registra, se usa aquí, y «en toda la América Española, y por lo mismo debe tener su origen en Castilla», como dice Batres, quien añade: «Tenemos seguridad de haber visto el espetaperros en alguno de los antiguos clásicos». Por mi parte, creo haberle oído en Andalucía. El Sr. Cuervo cita estos versos de D. José Somoza, en los cuales se usa la palabra, aunque dudo si autorizan claramente el sentido que le damos.


«Si yo, dijo entre sí, fuera valiente,
Con el chuzo en que el báculo remata
Le pudiera esperar tras de una mata [a un mastín]
Y envainársele todo á espeta-perro».


(El Calumniador)                


ORTÚZAR, p. 144. Bogotá. CUERVO, § 762, p. 522. Perú. ARONA, p. 212. Chile. RODRÍGUEZ, p. 1. Venezuela. RIVODÓ, p. 74. Cuba. PICHARDO, p. 142; MACÍAS, p. 513. Guatemala. BATRES, p. 279.

Espiarse. pr. Hay quienes digan así por despearse, maltratarse los pies el animal, a causa de haber andado mucho o por terreno pedregoso. Mi caballo está ESPIADO.

En el Río de la Plata, expiado (GRANADA, p. 214), y lo mismo Ortúzar (p. 149).

Espicharse. pr. Enflaquecerse; estar semejante a un espiche. Fulano está ESPICHADO.

Cuba. PICHARDO, p. 142; MACÍAS, p. 513.

Espigueador, ra. adj. Caballo, yegua, que espiguea.

Espiguear. n. Mover el caballo la cola, sacudiéndola de arriba abajo, en especial cuando siente la espuela.

«Si su caballo es raboncito y espiguea, ya no me cabrá ninguna duda». «Metió espuelas; pero apenas lo vió espiguear Tacho, cuando disparó su caballo, y le marcó el alto» (Astucia, tom. I, cap. 16, p. 388).

Espinilla. f. Acne punctata. Especie de espinita provenida de la obstrucción del conducto secretor de las glándulas sebáceas, que aparece comúnmente en la cara, pecho y espaldas como un puntito negruzco, y se expulsa por presión lateral. Ortúzar dice: «Grano, tumorcillo, barros».

Esplín. «(Del inglés spleen). m. Humor tétrico que produce tedio de la vida». Ya lo dice el Diccionario; pero me parece curioso hacer notar que acá es antigua la voz.

«Una fuerte pasión histérica, á quien uno de mis admiradores llama un verdadero expleen» (Diario de México, tom. III [1806], p. 338).

Espolón. m. El Diccionario (7.ª acep.) le da como propio de las galeras antiguas: también le tienen hoy algunos buques acorazados.

Espuma. f. El Diccionario no atribuye a la espuma otro origen que el calor. Hay, sin embargo, la ESPUMA del mar, la del jabón, la de la fermentación, la de la boca del caballo, etc., que no provienen del calor. El de Autoridades dice: «La hez rala que cualquiera cosa líquida echa de sí, ó hirviendo, ó siendo agitada y meneada con velocidad». Salvá dice: «Conjunto de ampollas que el aire agitado forma y junta sobre la superficie de los líquidos».

V. en el Diccionario HERVIR, 2.ª acep.

Esque. Expresión que el vulgo usa en dos sentidos. En el afirmativo equivale a dizque: ESQUE viene D. Juan; como pregunta, significa: ¿es así? ¿es verdad eso?

«¿Esque, niña? dijo la nana. -No, Susana, te están engañando?» (Astucia, tom. I, capítulo 15, p. 371).

Esqueleto. m. Impreso en que se dejan huecos para llenarlos con la pluma. Se usan mucho para ahorrar trabajo y tiempo, cuando se han de extender, periódica o simultáneamente, muchos documentos de un tenor en que sólo varían los nombres de las personas, las cantidades, etc.

Guatemala. BATRES, p. 281.

Esquilmar. a. No se tiene acá por «coger el fruto de las haciendas, heredades y ganados», sino por sacar de una hacienda no solamente los productos, sino aun parte de lo que necesita para sus trabajos. Hablando de terrenos, es agostarlos con repetidas siembras, sin cuidar de abonarlos. La Academia le atribuye, por 3.ª acep., la de empobrecer;   —203→   mas no corresponde a ninguna de las dos que trae el verbo.

Esquilmo. m. «Frutos y provechos que se sacan de las haciendas y ganados» (Dicc.) Entendemos acá por ESQUILMOS, no esos frutos y provechos en general, sino los accesorios de menor cuantía. En una hacienda de labor no son ESQUILMOS las cosechas de trigo, maíz o cebada, sino los productos del ganado, pastos, leña, arrendamientos, etc. Y cuando alguno de estos productos es el principal o de consideración, deja de ser ESQUILMO.

Esquina DE PROVINCIA. f. Llamábase así la esquina N. O. del Palacio Nacional, por estar situados allí los oficios de los escribanos de Provincia, que entendían en los negocios de la ciudad y cinco leguas a la redonda.

«La Santa Iglesia por sus interiores y exteriores, la cera [sic] del Empedradillo, Portales, Casas del Ayuntamiento, Plaza, Esquina de Provincia, calle del Relox [...] se admiraron estos días vistosa, rica y galanamente adornadas» (Gaceta de México, noviembre 1732). «Se dará razón más extensa [...] en el estanquillo de la esquina de Provincia» (Diario de México, tom. II, p. 396).

Como en esa esquina se fijaban edictos, convocatorias, etc., y acudía allí mucha gente, se daba y aún suele darse ese nombre a la persona o corporación contra quien van a dar todos con sus censuras o molestias.

«La gran decepción del habitante de la capital, el pasto de las gacetillas, el centro de las pullas, la esquina de Provincia y el blanco de las iras del público es el Ayuntamiento» (FACUNDO, Las prosperidades nuestras, I, p. 182).

Usábase, cuando yo era niño, un juego de muchachos que llevaba ese nombre, y consistía en que uno de ellos había de sufrir que los demás le vejasen y colgasen trapos u otras cosas hasta ponerlo hecho un adefesio, a lo cual añadía él gestos y contorsiones para hacer reír a los otros; y el que se reía ocupaba el lugar del paciente.

Estaca. ARRANCAR LA ESTACA, fr. fig. y fam. Manifestar grande ansiedad, hacer esfuerzos para escaparse u obtener algún otro fin. Metáfora tomada de los gallos de pelea, que para alcanzar algo o huir tiran de la calza que los sujeta a una estaca.

Estado interesante (HALLARSE EN). Dícese de la mujer que está en cinta.

Guatemala. BATRES, pp. 268, 283. Venezuela. Michelena opina (p. 31) que más bien que eufemismo, es antífrasis; pero Rivodó dice (p. 74): «Bendito galicismo, bien venido seáis. Adquisiciones semejantes civilizan el idioma, y por ende á los pueblos».

Estampa. f. Era costumbre en México, que cuando la espalda del sagrario de una iglesia daba a pared de la calle, se pusiera en ella una imagen que indicaba el lugar correspondiente al sagrario, a fin de que los pasantes se descubriesen, y aun solía añadirse una lámpara o farolillo que se encendía por la noche. Estas ESTAMPAS desaparecieron a consecuencia de las leyes de Reforma; pero aún se ve distintamente en algunas partes el lugar que ocuparon, y permanece el nombre que daban a varias calles, como ESTAMPA de Regina (tres calles) de Jesús María, de Balvanera, de S. Lorenzo, de la Merced, etc.

«De la hojalatería y taconería de la calle de la estampa de Balvanera, que llaman de la noria, se han llevado toda la herramienta» (Diario de México, tom. III, p. 140). «En la calle de la estampa de Jesús María n.º 4 se alquila una cochera» (Id., tom. VI, p. 312). «En la segunda calle de la estampa del convento de Regina» (Id., tom. VII, p. 310).

Estampado, da. adj. Adornado con estampas. Decíase de los libros, en vez de ilustrado, como ahora se usa con beneplácito de la última edición del Diccionario. Aquel adjetivo participial es malo, por anfibológico, cuando menos, porque tan ESTAMPADO es el libro que tiene estampas como el que carece de ellas, ya que estampar no significa adornar con estampas, sino imprimir; pero guájete por guájete, le prefiero a ilustrado, de abolengo transpirenaico, y que nos obliga a llamar ilustración a la estampa. D. Mariano Galván Rivera publicó un Año Cristiano que llamó ESTAMPADO, porque en efecto estaba adornado con estampas.

«En la almoneda de D. Ignacio Torres [...] se hallan de venta los siguientes libros [...]. Quijote en 8.º, estampado, de la impresión de 1771»   —204→   (Diario de México, tomo II, p. 176). «Se solicita el tercer tomo del Evangelio en triunfo, en pasta fina y estampado» (Id., tom. VII, p. 254).

Estampida. f. El Diccionario no da a esta voz otra acepción que la de estampido, «sonido grande que hace en el aire el disparo de una pieza de artillería, arcabuz ú otra cosa. Dar estampido. fr. fig. Dar estallido». De este lado del mar no tiene tal acepción, sino el de fuga repentina y precipitada. Dícese ordinariamente de los animales; pero se aplica también a personas. Dar, pegar la ESTAMPIDA.

«Y sin esperar razones, dió [el caballo] la estampida» (PENSADOR, Quijotita, cap. 15). «Este potrillito podía reconocer para la querencia, y dar la estampida» (Astucia, tom. I, cap. 1, p. 17). «Por ahora no hay más recurso que la estampida» (Id., tom. II, cap. 3, p. 76). «Procuró cuanto antes dar la estampida» (Id., tom. II, cap. 6, p. 174). «¡Ahí está! y pegó la estampida Jacinta» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 187).

Cuervo (§ 511, p. 366) dice: «Para significar una carrera rápida é impetuosa, un repelón, dicen estampida, v. gr. pegó la estampida (ojo al pegar); debe tenerse presente que estampida es lo mismo que estampido, esto es, gran ruido ó estruendo». Si la ESTAMPIDA de Bogotá corresponde a repelón, no es la nuestra; ésta es una carrera repentina, violenta y larga; mientras que repelón es una carrera impetuosa y corta del caballo, como dice Terreros, y se deduce de este pasaje del Quijote: «Dando un repelón ó arremetida á Rocinante, llegó á poner los pies tan junto á una cueva, que, á no tirarle fuertemente las riendas, fuera imposible no caer en ella» (Parte II, cap. 55). Repelón está aquí como sinónimo de arremetida, que es «carrera corta del caballo». Añade Cuervo en otro lugar (p. 475), que el Diccionario trae la palabra estampía, y dice que se usa sólo en la frase partir, salir, embestir de estampía, y significa hacerlo de repente, sin preparación ni anuncio alguno. Prosigue Cuervo diciendo: «¿Cuál es lo primitivo, lo español ó lo bogotano? Según todas las apariencias, lo último». Me adhiero a su parecer.

Rivodó (p. 279) dice: «Se incurre, además, frecuentemente en otros errores provenientes de paronimias que tiene el idioma. Tales como decir [...] Salir de estampida, por de estampía».

Batres (p. 281) condena el ESTAMPIDA, y quiere que en vez de pegar la ESTAMPIDA, se diga, con la Academia, salir de estampía; lo cual nadie dice ni dirá por acá.

Tenemos, pues, el ESTAMPIDA por estampía en México, en Guatemala, en Venezuela y en Colombia, cuando menos. Nótese que ESTAMPIDA es un sustantivo que puede tener plural e ir por sí en la oración; mientras que estampía no admite ese número y no cabe sino en un modo adverbial.

Los norteamericanos han formado de ESTAMPIDA su stampede, y aun han sacado del nombre un verbo imposible de traducir por otro castellano: to stampede. Webster deriva stampede del español estampeda [sic], y Bartlett de estampado, huella (!).

La ESTAMPIDA es el terror de los ganaderos de las praderías en los Estados Unidos, y es muy curiosa la descripción de una de estas fugas de animales, que copia Bartlett. No puedo menos de traducir aquí una parte de ella.

«¡Estampida! gritó uno de los viejos campesinos, levantándose súbitamente, y echando á correr tras de sus azorados animales. Por todos lados se oía: ¡Estampida! cuidado con vuestros caballos, ó no volveréis á verlos! Es singular el efecto que un terror súbito causa no sólo en los caballos sino aun en los bueyes de las praderías. Éstos se alejarán, acaso, más que los caballos, y aunque no son tan difíciles de atajar, porque corren con menor velocidad, es imposible contener su primer arranque. Bueyes ha habido que hayan corrido cincuenta millas sin detenerse una sola vez para mirar atrás. No se hallará uno en cincuenta que haya tenido motivo para espantarse, sino que todos corren porque corren los otros. No es raro que cualquier caballejo despreciable, pero espantadizo, cause la pérdida de centenares de bestias valiosas.

«Nada hay tan grandioso como el espectáculo que ofrece una caballada numerosa, cuando el terror se apodera de ella. Caballos viejos, quebrantados, casi destruídos por los años ó el trabajo, se trasforman súbitamente en potros cerreros y retozones. Luego que sienten el terror que los impele á huir, parece   —205→   como que recobran de golpe todas las cualidades de su primitivo estado salvaje. Con la cabeza levantada, flotantes crin y cola, el ojo abierto y lanzando miradas de espanto, se ven caballos viejos y cansados haciendo escarceos y correteando con todo el ardor que se advierte en los retozos de los potrillos. La turba volará por la llanura con un estruendo comparable á algo entre ciclón y terremoto, y tanto valdría empeñarse en detener lo uno como lo otro. Si se hendiera y resquebrajara la tierra bajo sus cascos, no correrían los caballos poseídos de terror con mayor velocidad y más grandiosa belleza en su ímpetu».

Estampilla. f. Sello. 3.ª acep.: «trozo pequeño de papel, con figuras ó signos grabados, que se pega á ciertos documentos para darles valor ó eficacia, y á las cartas para franquearlas ó certificarlas» (Dicc.). El uso quiere aquí hoy que se llame ESTAMPILLA o timbre al sello o pedacito de papel que, en sustitución del papel sellado (y con gran aumento), se adhiere a documentos, mercancías, etc., para acreditar el pago del impuesto correspondiente; y sello o sello de correo, al que sirve para las cartas.

ORTÚZAR, p. 145. Guatemala. BATRES, p. 282. Venezuela. RIVODÓ, p. 75.

Estanquillo. m. Para el Diccionario es un diminutivo de Estanco (3.ª acep.), «sitio, paraje ó casa donde se venden los géneros y mercaderías estancadas» (Dicc.). Como no hay ya en esta República artículo alguno estancado, el nombre de esas tiendas ha desaparecido, y sólo queda el diminutivo ESTANQUILLO, con significación diversa. Los innumerables ESTANQUILLOS de México son tiendecillas de corto y aun cortísimo capital donde se venden puros, cigarros, cerillos, billetes de lotería, y en muchos hay también sedas, hilo, estambres, cintas, muñecos, juguetes e infinidad de otras baratijas. El sueño dorado de las mujeres pobres es adquirir una máquina de coser, o abrir un ESTANQUILLO. Aquélla, por falta de trabajo y sobra de pobreza, suele ir a caer en poder de un empeñero; el ESTANQUILLO se cierra a poco tiempo, por haber desaparecido el exiguo capital con que se estableció.

Estantino. m. vulg. Ano; probablemente corrupción de intestino.

«Se cogió en la casa de moneda á un limador [...] que se robaba cada día treinta pesos, con riesgo de la vida, pues por la mañana se metía quince pesos doblados en el estantino, y otros tantos por la tarde» (Diario del ALABARDERO, 1782, p. 141). «Este mismo día fuí á la calle de los Medinas [...] á ver un carnero maestro que tenía [...] dos estantinos» (Id., 1783, p. 166).

No traería yo a colación esta palabra vulgar y aun baja, si no fuera porque anda impresa, y porque me la encuentro en el Ecuador (CEVALLOS, p. 65).

Estar. YA ESTÁ. fr. fam. muy usada para suplicar que cese una acción, un estado anormal. Si un niño llora, se le dice YA ESTÁ, YA ESTÁ, para que no prosiga; si alguien se acongoja o incomoda, se emplea la misma frase para aquietarle.

«Ya está, tía Marianita, le decía: no se incomode Vd.... si yo lo he dicho por chanza» (PENSADOR, Día alegre, p. 102). «Sólo les decía: ya está, amigas, ya está» (ID., ib., página 105). «Ya está, ya está, le dije: restablézcase Vd., que es lo que nos importa» (ID., Periquillo, tom. IV, cap. 12, p. 159).

Estatua. f. Ninguna de las dos acepciones que da el Diccionario al adjetivo ecuestre corresponde a la denominación de ESTATUA ecuestre: la de una persona a caballo.

Esternudar. n. ant. Estornudar. Más conforme a la etimología latina.

«Yo los conocí [a los indios] en un tiempo que por maravilla hallaran indio que le vieran esternudar [...]. Ahora esternudan hasta los niños de teta [...]. Crían humores gruesos y superfluos, como nosotros los criamos, y por eso esternudan como nosotros esternudamos» (MENDIETA, Hist. Ecles. Ind., lib. IV, capítulo 35).

Estiladera. f. Destiladera.

V. ESTILAR.

Estilar. a. El Diccionario le deriva de estilo, y dice que significa usar, acostumbrar, practicar. Acá le tomamos por destilar, gotear, sacándole del latín stillare, y se hallan ejemplos antiguos de ello en España. El mismo Diccionario nos da Estilicidio, «acto de estar manando, cayendo y destilando gota á gota un licor. || Destilación que así mana». El de Autoridades trae el participio   —206→   estilado, que «vale lo mismo que destilado; pero en esta acepción tiene poco uso». Compruébala con texto de D. Antonio de Guevara. Ortúzar cuenta a ESTILAR entre las palabras incorrectas, y corrige destilar. Cuervo (§ 684) enseña que destilar es sacar por alambique, gotear; y ESTILAR, usar. Añade que la confusión de estos dos verbos es antigua, y cita en comprobación otro lugar de Guevara, en que se halla agua ESTILADA. En Guatemala censura Batres (p. 282) el uso de ESTILAR por destilar; prueba de que allá existe.

«Hacía las paces y amistades entre personas de cuenta, y concluía los negocios de dificultad en toda la tierra, porque su boca estilaba panales de miel, mezclando dulzura en sus discretas razones» (TORQUEMADA, Mon. Ind., lib. XX, cap. 58). «De los tallos de esta planta ó macollos se estila un licor muy dulce que se llama tuba, del que alambicado se hace aguardiente» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. LXV, n.º 1).

Estirar. a. Usamos de este verbo en varias de las acepciones de tirar.

«Los soldados presidiales están estirando sus sueldos, y cuando los indios bárbaros dan un asalto en esta ó la otra hacienda y se llevan los ganados ó caballada, salen á todo correr, y si pueden alcanzar á los indios, matan á los que malogran la fuga, y los demás se entran en los riscos y sierras, que es en donde se amadrigan» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. LXXIII, n.º 3).

ESTIRAR UNA BESTIA, llevarla de reata, del diestro.

V. CASTAÑA.

Estofar. a. En un escritor mexicano del siglo pasado encuentro usado este verbo en la acepción (al parecer) de limitar hermoseando.

«Sus cinco puertas [de la catedral] bien repartidas: las tres que hacen la principal fachada con su elevada coronación, encadenada con las dos torres, están en la frente y miran al poniente, á una plazuela que la estofan las casas episcopales y las de la real contaduría, y un bien arqueado portal» (MOTA PADILLA, Hist. de la N. Galicia, cap. LXXXI, n.º 2).

Estreno. m. Nunca usamos de estrena en ninguna de sus acepciones. Para la primera nos valemos de obsequio, regalo, etc.; para la segunda, de ESTRENO, palabra tan buena como la otra, aunque la condene Cevallos (página 65). Apelamos al Diccionario.

Etiqueta. f. Marbete.

Baralt censura acremente el uso de esta voz en la nueva acepción que se le da ahora, y propone sustituirla con título, rotulata, intitulación, inscripción, rótulo. Convenimos en que ese ETIQUETA es galicismo notorio; pero no todas las sustituciones son afortunadas. Rotulata es familiar, y nadie le usa; intitulación es anticuado; inscripción es impropio; título, muy vago, y sólo queda rótulo. Olvidó la voz propia, marbete, que abraza todas las acepciones de la ETIQUETA neológica; mas desgraciadamente, nadie conoce aquí el marbete, y le sustituimos con membrete, cuya significación oficial no se adapta a la de ETIQUETA. Batres (p. 284), Rodríguez (p. 213) y Solar (p. 59) reprueban la nueva acepción. Rivodó (pp. 75, 171) la defiende, juntamente con otros galicismos. Es digna de leerse su argumentación. Salvo su parecer, el mío es que si no queremos decir marbete (y es verdad que no queremos), digamos rótulo, y hasta membrete; pero no ETIQUETA.

Evadirse. pr. Fugarse; escaparse de un encierro, de una prisión. Ortúzar dice que falta en el Diccionario. Éste, en efecto, nos enseña que EVADIR significa «evitar un daño ó peligro inminente: eludir con arte y astucia una dificultad prevista»; es decir, que EVADIRSE será nada más precaverse de un mal lance, antes de caer en él, y acá entendemos, además, que es salir de un mal lance, como el de haber sido encarcelado, después de haberle sufrido. En lo cual vamos casi de acuerdo con el Diccionario de Autoridades, donde se lee que EVADIR es «huir, escapar, y salir de algún peligro, dificultad y lance apretado».

Evangelista. m. Memorialista, escribiente que en un puestecillo gana escasamente la vida escribiendo las cartas u otros papeles que necesita la gente del pueblo que no sabe leer ni escribir.

«D. Lucas ejerce la honesta profesión de evangelista» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, página 147). «El evangelista es el secretario de   —207→   los léperos, el confidente de la chusma que no sabe leer ni escribir» (ID., ib., p. 148).


«Cejijunto y reflexivo
Escuchó el evangelista
El relato, y después listo
Colocó su falsa-regla,
Y dejó lo hablado escrito
Con sus puntos y sus comas
Y sus rasgos de Torío».


(G. PRIETO, Musa Callejera, «Romance», p. 206)                


Evidencia. PONERSE, o PONER A ALGUNO, EN EVIDENCIA: descubrir la hilaza; caer en ridículo.

«A más de ponerte en evidencia, me meterías á mí y á la familia en un laberinto interminable» (Astucia, tom. I, cap. 3, p. 63). «Ya esto se volvió de tono, exclamó otra: yo no puedo competir con las que vienen. -Es triste ponerse uno en evidencia» (FACUNDO, Chucho, tom. I, cap. 12).

Baralt califica de galicismo esta frase; a mí no me parece mal. Lo cierto es que se usa mucho.

Exasperar. a. fig. «Irritar, dar motivo de disgusto ó enfado á uno. Ú. t. c. r» (Dicc.). EXASPERAR es algo más que irritar: es «enfurecer y enojar fuertemente», como dice el Diccionario de Autoridades.

Excentricidad. (Del inglés eccentricity). f. neol. Rareza, extravagancia; dicho o hecho fuera de su lugar o del uso común. Ortúzar reprueba el vocablo, y con mucha razón.

Excéntrico, ca. (Del inglés eccentric: anomalous or irregular person or thing. WEBSTER). m. y f. neol. Extravagante, original, caprichoso (ORTÚZAR). Es inútil, y debe desecharse.

V. CLARIDOSO.

Exceso. m. Por antonomasia, los que se cometen en la comida, bebida, etc. Úsase más en plural.

ORTÚZAR, p. 148.

Exhibición. f. Acción y efecto de exhibir, en sentido general de poner a la vista del público.

2. Pago de una cantidad, en especial las que van entregando los accionistas de una empresa a cuenta del valor de las acciones que han tomado. Primera, segunda EXHIBICIÓN.

Exhibir. a. neol. En general, presentar algo raro o curioso al público. En el circo se EXHIBEN unos leones.

2. Entregar, pagar una cantidad de dinero. EXHIBIÓ al contado tres mil pesos.

3. pr. neol. Darse mucho a ver; presentarse en todas las concurrencias.

Exhortar. a. for. Despachar el juez un exhorto para llamar a alguien y hacerle comparecer de grado o por fuerza. El presunto reo fue EXHORTADO y aprehendido.

Expansarse. pr. Expancirse: extenderse, dilatarse, hablando de la tinta o de los colores que, por carecer de cola el papel a que se aplican o no tener la suficiente, se embeben en él, se extienden, y quedan deformados los rasgos.

Expendio. m. Tienda, sitio o lugar donde se vende algo al menudeo. EXPENDIO de leche, de café, de carnes, de harinas, etc.

2. Acto de expender al menudeo. Este artículo es de mucho, o de fácil, EXPENDIO.

Expensar. a. Hacer la costa, pagar los gastos de algún negocio o comisión. Es fórmula corriente en el foro la de apoderado instruido y EXPENSADO.

Explotar. a. neol. Baralt condena, por supuesto, el uso de este verbo en la acepción, muy generalizada ya, de sacar indebidamente provecho de alguna persona. Salvá la trae; pero con la mala nota de que «los buenos escritores se abstienen de usar voces de naturalización tan reciente como ésta» (1846). La naturalización no es ya muy reciente, y no veo gran pecado en que si puede usarse figuradamente por «sacar utilidad de un negocio ó industria en provecho propio» (Dicc.), se extienda ese sentido figurado a las personas. Baralt propone que se sustituya con nuestro expresivo socaliñar: es ciertamente expresivo, pero casi desusado, y un tanto grotesco.


«Es nada más un cómico embustero
Que quiso divertirse y explotarnos».


(PLAZA, «Duerme, niño»)                


ORTÚZAR, p. 149.

  —208→  

Expositor, ra. m. y f. Que expone o presenta algo en una exposición pública.

Exprés. m. Empresa que se encarga de la conducción de equipajes, encargos, cartas, dinero, etc., por las líneas de ferrocarril. Son de introducción reciente y conservan el nombre inglés, aunque algunos dicen ya expreso. El EXPRÉS Wells Fargo; el EXPRÉS Hidalgo, etc.

«Era aquel un barullo indescriptible: se cruzaban en el lodazal los coches de alquiler con los carros del Express» (MICRÓS, Ocios y Apuntes, p. 63).

Exprimentar. a. Experimentar. Disparate que corre entre el vulgo, y que sale aquí a la vergüenza porque se atreve a andar en letras de molde.

«Para que [...] puedan continuar los trámites del mismo concurso con la misma rapidez que ya se ha exprimentado» (Diario de México, tom. I, p. 228).

Exprimir. EXPRIMIR UNA PISTOLA. vulg. Dispararla.

«Coja ese sable que está tras de la puerta; ó si no, yo le exprimiré esta pistola en la barriga. De que yo oí decir exprimir pistolas, salí como un rayo» (PENSADOR, Periquillo, tomo IV, cap. 9, p. 125). «Acometido de un furor inaudito, quiso exprimirse una pistola en el cráneo» (PAYNO, Granaditas, p. 247).

Externar. a. Descubrir, manifestar con actos externos un juicio, una opinión. Muy usado en el foro. Fue recusado el juez por haber EXTERNADO su opinión. La Academia no ha admitido este verbo; Salvá le califica de poco usado. Batres, al condenarle acremente (p. 284), nos descubre que se usa en Guatemala.

«Todo magistrado ó juez se tendrá por forzosamente impedido para conocer, en los casos siguientes: [...] IX. Siempre que por cualquier motivo haya externado su opinión antes del fallo» (Cód. de Proc. Civiles, art. 233).

Externo. m. Alumno que no vive en el colegio, y sólo acude a él para recibir las lecciones: capense.

Extornar. a. Com. Pasar al debe de una cuenta la partida puesta por equivocación en el haber, y viceversa. También anular por medio de una contrapartida el asiento que corresponde a otra cuenta.

Extorno. m. Com. Acción y efecto de extornar.

Extorsionar. a. Cansar extorsión. Verbo de bastante uso por acá; no mal formado y útil.


«Si es un puro, á buena cuenta,
Me despabila el pañito,
Y me extorsiona...».


(Don Simplicio, enero 23, 1847)                


V. AGUILITA.

Extranjero. El Diccionario, en la 11.ª edición, decía: «EL EXTRANJERO. Toda nación que no es la propia, como Francia, Inglaterra, etc., respecto de España»; acepción que Baralt había condenado, y con buenos fundamentos. En la 12.ª edición no aparece ya.

EXTRANJERO es para nosotros, en el trato familiar, únicamente el que no tiene el español por lengua nativa. Vino un español acompañado de un EXTRANJERO.

Venezuela. «Es de notar que no dan este dictado al español, bien sea peninsular ó canario, ni á los naturales de los demás países de origen hispano. Éstos no son extranjeros para el pueblo de Venezuela» (RIVODÓ, página 242).

Extrañar. a. Echar de menos: sentir pena por la falta de una persona o cosa.

«Como me dilaté en la vivienda de Eufrosina, me extrañó el coronel, y preguntó el motivo» (PENSADOR, Quijotita, cap. 11). «En fin, no extrañan la calle para nada» (ID., ib., cap. 17). «Estas criaturas lloran extrañando la compañía de un hombre que conocen» (ID., Noches, III, p. 38). «Mi prima ha llorado mucho: te extraña» (ID., Periquillo, tom. I, cap. 12, p. 145). «Le hicieron tan buena acogida los isleños, que no extrañó ni su patria ni sus riquezas» (ID., ib., tom. II, cap. I, p. 6). «Algo extrañaba yo á Andrés; pero no quise quitarle de la cabeza su buen propósito» (ID., ib., tom. III, cap. 2, p. 30).


«¿Vd. á México extraña?
¡Bravísimo militar!
-¿Pero no lo he de extrañar?».


(Don Simplicio, julio 18, 1846)                



«Ni de Damasco la tela
Suspirando, extrañé yo».


(RODRÍGUEZ GALVÁN, Mis ilusiones)                


«Todos te vamos á extrañar mucho» (Astucia, tom. I, cap. 2, p. 22). «Te extrañé anoche en la tertulia de Aurora» (PAYNO, Fistol, tom. II, cap. 3). «Jalapa no es un pueblo despreciable, sino por el contrario una ciudad donde no se extraña la civilización» (ID., Veracruz, XIII).

  —209→  

«En mi cuarto lo instalé
Y allí conmigo dormía,
Me extrañaba y me seguía,
Y yo mismo lo curé».


(Chamberín, p. 5)                


«El mugido prolongado de una vaca que entra en la ciudad, extrañando á su cría» (FACUNDO, Ensalada de Pollos, tom. I, cap. 5).

Perú. «Vanamente hemos buscado en el Diccionario y en los escritores españoles algún ejemplo de este verbo, en la excepción extraordinaria que acá le damos, de echar de menos, deplorar, el regretter de los franceses» (ARONA, p. 214).

Guatemala. «Tampoco puede usarse el verbo extrañar por echar de menos, deplorar, hacer falta, como lo usan en el Perú y en Guatemala» (BATRES, p. 285).

Ecuador. (CEVALLOS, p. 65).

«"Me extraña que Vd. no haya venido á tiempo", debe remendarse á la castellana: Extraño que Vd. no haya venido á tiempo". Uno que otro periodista zarramplín usa en España este giro novísimo, que hemos visto graciosamente satirizado en un periódico europeo. Su origen es la analogía con admirar» (CUERVO, § 363). Ese disparatado giro no es tan nuevo, puesto que en 1855 le condenó ya Baralt (p. 272), y tampoco está circunscrito a «uno que otro periodista zarramplín» de España. En los nueve años que cuenta la última edición de las Apuntaciones del Sr. Cuervo, ha extendido considerablemente sus estragos.

Extraño. SER EXTRAÑO A UN NEGOCIO: no tener parte en él.