61
Según una teoría sorbónica, enunciada a finales del XV, una de las señales más irrecusables de la barbarie sería la falta de una locutio litteralis, el humanista Sepúlveda llegaría a pronunciar que los indios, carentes de una escritura propia -y por tanto de historia, de leyes, de ciencias- no pertenecían a la familia de las naciones «civiles»». En cambio, la escuela tomística de Salamanca (Francisco de Vitoria y seguidores) refutaba tales argumentos diciendo que la ley natural es algo «escrito en la mente humana por la mano del Demiurgo», que no puede borrarse nunca.
62
Art. cit., págs. 103-104.
63
Cfr. San Agustín: el momento que pronuncias la palabra, no cuando la analizas.
64
El catecismo de Pedro de Cuellar (1325), ed. José Luis Martín y Antonio Linage Conde, Salamanca Junta de Castilla y León, 1987, págs. 169, 212 y 175.
65
Antes hemos visto el repertorio de B. Munk Olsen; para España, se puede consultar con provecho el libro de Santiago Aguadé, Libro y cultura italianos en la Corona de Castilla durante la Edad Media (Alcalá de Henares, 1992), y la bibliografía ahí reunida.
66
Escritos sobre el Renacimiento, Madrid, 1990. Y cfr. G. Toffanin, Storia del umanesimo, Bolonia, 1974.
67
Wasselofsky, op. cit., pág. 17 y ss.
68
Wasselofsky, Ibid., págs. 55-56.
69
Wasselofsky, Ibid., págs. 76-79, cfr. pág. 80.
70
Ver carta 1 en el Apéndice 3 de Wasselofsky.