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1

[Las notas aparecen en el original al final de este volumen y en el tomo II con indicación a los números de estrofa correspondientes1.1. (N. del E.)]

 

1.1

Junto con estas notas, se encuentra intercalada una bibliografía de obras que he leído y que tratan sobre el arte gauchesco, por veces de manera simplemente incidental; o sobre modalidades de los nativos moradores de nuestra tierra, cuando éstas en algo se vinculan a la expresión de alguna estrofa, semblanzas, estudios literarios, crónicas históricas, relatos de viajes, encuéntranse, pues, aquí reunidos. No doy la indicación de los lugares donde he podido leer tales obras, que he encontrado en bibliotecas oficiales de Buenos Aires, La Plata, Córdoba y Santa Fe, sin contar algunas que poseo, pero debo hacer constar, por la especial libertad con que me fue ofrecida, la gentileza del doctor Roberto Lehmanu-Nitsche, que me permitió leer en su rica biblioteca gauchesca cuanto libro pudo interesarme para este trabajo. (N. del E.)

 

2

Historia literaria de España, etcétera, por los padres Pedro y Rafael Rodríguez Mohedano, tomo I, página LXXX. Pérez de Soto, editor, Madrid, año de MDCCLXVI. «Así no omitiremos trabajo ni diligencia para hacer recomendable nuestra Historia, con un adorno tan precioso (la literatura americana) que echó las primeras raíces en nuestro terreno, y fructificó abundantemente transplantado allá y cultivado por manos españolas. Esta rica flora de literatura no debe ser para nosotros menos apreciable que los tesoros de oro y plata que continuamente nos vienen de las Indias Occidentales». (N. del E.).

 

3

RICARDO ROJAS, Historia de la literatura argentina, tomo I, capítulo VII, Buenos Aires, 1917; y JORGE MAX ROHDE, Las ideas estéticas en la literatura argentina, tomo II, capítulo III, Buenos Aires, 1922. (N. del E.)

 

4

HEGEL, Estética (versión castellana de Giner de los Ríos), tomo II, página 415, Madrid, 1908. (N. del E.)

 

5

De ahí que el clasicismo que Chénier nos predicara en el verso luminoso: «Sur des pensers nouveaux faisons des vers antiques...» y que se pregona en cierta estrofa de Menéndez y Pelayo, el maestro santanderino, alcance, en todas las épocas, a encarnar, por razón de su doctrina y por su forma inmutablemente soberana, el verdadero ideal de belleza que surge, verbigracia: en los cármenes de la latinidad, y que en tiempos modernos perpetúa su clarísima lumbre en nuestra tierra con la voz, tantas veces ungida realmente por la hermosura, de Calixto Oyuela y la de algún otro de nuestros actuales escritores. (N. del E.)

 

6

«Así (mientras los indios padecían) se pasaron muchos años: los reyes mandando, los gobernadores desobedeciendo, los encomenderos triunfando, y los varones de celo suspirando inútilmente». GUEVARA, Historia del Paraguay, tomo II, página 5, Anales de la Biblioteca, tomo V. Y así realmente pudo ser a pesar de que los indios fueran «uno de los más dulces objetos de la ternura y cariño de nuestro amabilísimo monarca» como exclamaba el obispo Moxó en un manifiesto cuando las invasiones inglesas que se lee en la Colección / de varios papeles relativos a / los sucesos de Buenos Aires / escritos / por el ilustrísimo señor don D. Benito María / de Moxó y de Francoli6.1, etcétera, etcétera / arzobispo de la Plata / Publicados por un amigo del autor / Lima / Imprenta Real de los Huérfanos-1808. 1 volumen de 181 páginas y retrato de Liniers frente a la portada. Me he servido del ejemplar existente en la Biblioteca del monasterio de Santa Catalina, en Buenos Aires, puesto amablemente a mi disposición.

Uno de los más curiosos panegíricos de la acción española en Indias, que he leído, es el intitulado: Reflexiones sobre la humanidad de los españoles en Indias, etcétera, por don Juan de Nuix y de Perpiñá6.1; en él se extrema hasta su punto más absurdo esa alabanza ya no pocas veces extremada. Conceptos tan falsos y acrecidos por lo voluntario del devaneo como los contenidos en alguna de las sinceras páginas que los indígenas inspiraron al padre Las Casas, el infatigable apóstol de su libertad; sólo que -guardando las distancias-, en este caso, la grandeza del ideal redime en el misionero dominicano, el error presunto de su juicio. (N. del E.)

 

6.1

[«Lancoli», corregido de la fe de erratas del original (N. del E.)]

 

6.1

Me he valido de la traducción española del italiano Cervera, 1783, 1 volumen, XXII + 523 páginas. (N. del E.)

 

7

Remitido junto con su traducción, de Santiago del Estero por la señora doña Maximina Olmos de Giménez. Creo deber apuntar, para las citas sucesivas, el carácter absolutamente y de propósito incompleto de la bibliografía que aquí expongo. Páginas que surgieron de la propia observación y del solo estudio de las fuentes de tal género, no tienen estas citas otro objeto que, al señalar la ruta por mí secundariamente recorrida, recoger algún concepto interesante y prestar, en la mayoría de las veces, un homenaje -siquiera humilde- al mérito de la obra ajena, no pocas negado, con harta ligereza, por nuestros modernos autodidactos. (N. del E.)

 

8

E. GEORGE SQUIER, Perú. Incidents of travel and exploration in the land of the Incas, página 516, Londres, 1877. «I may add that the quechua language is one of remarcable, plaintive and soft to the car», decía, por ejemplo, tal escritor, a propósito del Ollantay. (N. del E.)

 

9

Véase, por ejemplo, en RODRÍGUEZ MARÍN, Cancionero popular español, 5 volúmenes, Madrid, 1882-1883. (N. del E.)

 

10

[«Vaporoso», corregido de la fe de erratas del original (N. del E.)]

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