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ArribaAbajoActo II

 

Salen CARDÁN y BARLÁN, BARLÁN vestido como mercader galán.

 
CARDÁN
¿Piedras traes?
BARLÁN
No ha nacido
tan famoso mercader.
CARDÁN
Harto bien se echa de ver
en tu persona y vestido.
BARLÁN
Diamantes traigo notables,5
su fondo, luz y limpieza
compuso Naturaleza
para ser inestimables.
No hay rubíes en Ceilán,
que igualen con mis rubíes,10
cuyas almas carmesíes
dentro, como fuego están
de mis castas esmeraldas,
mis zafiros y amatistas,
mayores no han sido vistas15
en las cesáreas guirnaldas.
Crisólitos y balajes,
calcedonias y jacintos,
con girasoles distintos
en olores y en linajes.20
Sardónicas y topacios,
carbunclos y margaritas,
crisopacios22 y infinitas
piedras de ardientes espacios
traigo de grande valor,25
y un esotalmos entre ellas,
que es reina de las más bellas;
y no es esta la mejor,
que una tengo reservada
que vence al sol su hermosura.30
CARDÁN
¿Al Sol?
BARLÁN
Y es cosa segura,
y está del cielo aprobada.
CARDÁN
Enséñala.
BARLÁN
No la ven
sino los que castos son,
y limpios de corazón.35
CARDÁN
Pocos la verán también.
Confieso que no me atrevo;
contra los dioses pequé.
BARLÁN
Pues yo, que por fama sé
la virtud deste mancebo,40
se la traigo a presentar.
CARDÁN
¿No a vender?
BARLÁN
Sola una vez
la vendieron y a un jüez
llevaron a sentenciar
sobre el precio que tenía,45
pero no la conoció,
—fol. 245r→
que por ser tan exquisita,
por desprecio, aunque infinita,
treinta dineros costó.
El jüez mandó probar50
con mil yerros su firmeza,
cuya luz y fortaleza
tres días pudo eclipsar.
Mas luego, al tercero día,
salió con más resplandor55
que el sol.
CARDÁN
Notable valor.
BARLÁN
Della decir te podría
por grandeza singular,
que nadie, como la tenga,
muere en ella, que no venga60
por ella a resucitar.
CARDÁN
Piedra rara y peregrina.
BARLÁN
De tan alto valor es,
que siendo distinta en tres,
es una esencia divina.65
Pues otra gracia le dan,
que la tienen más de ciento,
y aun de cien mil por sustento,
y aun dicen que sabe a pan.
No porque es pan, aunque al gusto70
lo parezca, olfato y vista.
CARDÁN
¿Que tanto valor asista
en una piedra?
BARLÁN
Es al justo
de tanto valor, que puedo
decirte que es un diamante75
al mismo Dios semejante,
y sortija de su dedo.
En su pecho soberano
la engendró su entendimiento.
CARDÁN
Precio en el mundo no siento,80
si Dios la tiene en su mano.
BARLÁN
Es la piedra triangular
del templo de Salomón.
CARDÁN
Grandezas notables son;
¿y donde se pudo hallar?85
BARLÁN
En un pesebre en el mundo
la primera vez se halló,
mas luego se conoció
su precio y valor profundo,
de pastores y de reyes,90
porque es piedra de tal ley,
que, como supremo Rey,
dio reyes y quitó reyes.
CARDÁN
¿No ha habido algún lapidario
que haya su fondo entendido?95
BARLÁN
Es imposible, aunque ha sido
revelado a un secretario
algo de su clara esencia,
que su principio escribió,
y palabra la llamó.100
CARDÁN
Qué soberana excelencia,
que sea piedra y palabra,
mas ven, que llevarte quiero
al Príncipe, que al portero
haré que a los dos nos abra.105
BARLÁN
Quiera Dios que la veáis,
dando su luz a los dos.
CARDÁN
Plega a Dios.
BARLÁN
Ya voy, mi Dios,
a hacer lo que me mandáis.
 

(Vanse y sale LEUCIPE.)

 
LEUCIPE
No en vano la antigüedad,110
tirando rayos te pinta,
amor, pues que no es distinta
tu deidad de la deidad
de Júpiter soberano,
pues que de cualquiera suerte115
están la vida y la muerte
en tu poderosa mano.
Mas no es justo que yo viva
quejosa del cautiverio
de tu soberano imperio,120
pues vine a verte cautiva.
Vencida desde mi tierra
vine a ser de ti vencida,
para que tenga mi vida
—fol. 245v→
por despojos de tu guerra;125
¡qué corta vitoria, amor,
para tu inmenso poder,
pues que rendida y mujer
vengo a afrentar tu valor!
Si aquel romano bizarro130
fue reprehendido el día
del triunfo porque traía
una mujer en su carro,
¿qué gloria quieres sacar
de llevarme a mí en el tuyo?135
Enemigo soy que huyo.
¿Por qué me quieres matar?
Déjame que aumente gloria
con mi honor y honestidad,
triunfando la castidad140
al carro de su vitoria,
para que yo participe
de la fama; gente viene.
 

(Sale FABIO, músico.)

 
FABIO
Iré, si no me detiene.
LEUCIPE
¿Es Fabio?
FABIO
Oh, bella Leucipe.
145
LEUCIPE
¿Qué hace Josafat?
FABIO
No sé,
que antes le voy a cantar
si le dan libros lugar.
LEUCIPE
Como la crïanza fue
deste gallardo mancebo150
tan oculta, a penas son
la hermosura y discreción
de sus pensamientos cebo.
Cántale cosas de amor,
así el cielo te haga bien.155
FABIO
Conozco el tuyo, y también
que te debe hacer favor.
¿Qué me darás si le digo
cuán inclinada le estás?
LEUCIPE
Honestamente podrás160
decir que al cielo bendigo
cuando veo su grandeza;
mas no te alargues, ¡oh, Fabio!,
a hacer a mi fama agravio,
y al blasón de mi nobleza.165
No porque me pesa a mí
que sepa mi inclinación.
FABIO
Hablas con veneración
de tu vergüenza.
LEUCIPE
Es así;
no hay cosa, Fabio, de quien170
deba preciarse una dama
como de su casta fama.
FABIO
Bien sientes y dices bien,
mas tú verás como acierto
a tratarle de tu amor175
sin ofender tu valor.
LEUCIPE
De mi nobleza te advierto,
y en que eres bien entendido
tengo justa confianza.
FABIO
Yo alentaré tu esperanza180
y despertaré su olvido.
LEUCIPE
Esta sortija te doy
porque sirva de memoria.
FABIO
De Apolo y Dafne la historia,
Leucipe, a cantarle voy.185
 

 (Vase.) 

LEUCIPE23
Olas del mar furiosas me parecen,
amor, por tu ocasión, mis pensamientos,
que a voluntad de los ligeros vientos,
a un mismo tiempo, como menguan crecen.
Si las divinas partes me enloquecen190
deste real sujeto, y van contentos
mis sentidos a verle, otros intentos
la casta fama y la virtud me ofrecen.
Quiero y resisto a brazos mi cuidado,
—fol. 246r→
hago que la razón amor enfrene,195
y no me aparto del sujeto amado.
Dudosa a serme la vitoria viene,
que amar y resistir es el estado
más riguroso que la vida tiene.
 

(Vase y salen BARLÁN y el PRÍNCIPE.)

 
JOSAFAT
Admirado me has dejado.200
BARLÁN
Esto es Dios, el Padre eterno
increado como dije,
y el santo y divino Verbo,
que este a quien comunicase
su esencia, engendró ab eterno,205
y el que de los dos procede,
que es su amor santo y inmenso.
Ya te dije la caída
de los ángeles soberbios,
y la del primero padre,210
por quebrar aquel precepto.
Ya te dije como entró
la muerte en el mundo y luego
la Torre, el Diluvio, el Arca,
y la división que hicieron215
los tres hijos de Noé,
del mundo tres partes hecho;
la promesa que a Abraham24
le hizo Dios, bendiciendo
su santa generación;220
y de Jafet los sucesos,
hasta que salió de Egipto
del nuevo Israel el pueblo,
y cómo a la prometida
tierra, por aquel desierto225
vinieron, después que en él
cuarenta años estuvieron.
Ya te dije de David,
a quien prometió de nuevo,
como a Abraham25 y a Jacob,230
Dios que nacería dellos
su hijo, para que fuese
de nuestros males remedio.
La historia de Salomón,
la máquina de su Templo,235
sacerdotes, sacrificios,
y el Arca del Testamento.
Ya te referí la línea
de reyes malos y buenos,
de David y las catorce240
generaciones, haciendo
largo discurso de todo,
hasta aquel dichoso tiempo
en que de María Virgen
nació el que dos nacimientos245
tuvo en el cielo y la tierra,
uno sin tiempo, otro en tiempo.
Los discursos de su vida,
su dotrina y Evangelio,
y la envidia que causaron250
sus milagros estupendos.
Cómo murió por los hombres,
llevando al hombro su imperio,
y cómo fue al sacrificio
mudo este manso Cordero.255
Cómo bajó al Limbo el alma,
aunque siempre con el cuerpo
quedó la divinidad,
como roto por el medio
un arco, vemos asida260
la cuerda a los dos extremos.
Su Resurrección te dije,
y cómo todos le vieron
tan sin duda, que Tomás
metió en su llaga los dedos.265
Su Ascensión maravillosa,
y cómo quiso partiendo
quedarse, y se fue, y quedó
—fol. 246v→
en divino Sacramento.
Cómo el Espíritu Santo,270
bajando en lenguas de fuego,
las dio para todo el mundo
a su divino colegio.
Cómo se fundó la Iglesia,
sucediendo a Cristo Pedro,275
y a él los demás que agora
a Pedro van sucediendo.
Lo que escribieron te dije
Lucas, Juan, Marcos, Mateo,
que del Viejo a diferencia280
es el Testamento Nuevo.
Las piedras de Esteban santo,
y Pablo, niño pequeño,
guardando entonces las capas,
y después vaso tan lleno285
de divina erudición;
y cómo por su Maestro
murieron todos los doce
predicando su Evangelio,
fuera de Juan, reservado290
para escribir los concetos,
que la noche de la Cena
vio velando, aunque durmiendo,
la confirmación que dije
de los muchos que murieron295
por la verdad desta fe,
niños, mujeres y viejos;
de manera que tres leyes
fueron del mundo gobierno,
ley natural, ley escrita300
y ley de gracia; vivieron
en la natural los Padres
de aquellos siglos primeros.
Desde Moisén, en la escrita,
porque de Dios con el dedo305
se la dio en tablas de mármol,
con aquellos diez preceptos.
En la de gracia nosotros
con los siete Sacramentos,
que salieron del costado310
deste divino Arquitecto.
El primero es el bautismo
de agua y soberano fuego,
sin el cual es imposible
entrar ninguno en el cielo.315
JOSAFAT
Padre mío de mi vida,
todo lo tengo entendido,
y ese epílogo en que ha sido
tanta historia referida,
imprimió dentro del alma,320
y por señal que le estimo,
dentro del alma le imprimo.
BARLÁN
Si quieres corona y palma,
hijo querido, pelea,
que esta es la joya preciosa325
que te dije.
JOSAFAT
Y tan hermosa,
que no hay luz que así lo sea.
Dame el Bautismo, señor,
pues que ya me has enseñado.
BARLÁN
Muy cierto estoy, hijo amado,330
de tu virtud y valor,
y no te puedo negar
cosa tan justa.
 

(Asómese CARDÁN, con secreto, a la puerta.)

 
CARDÁN
¿Qué es esto,
con que este viejo molesto
quiere al Príncipe engañar?335
¿Esta es la piedra, estas fueron
las virtudes que tenía?
BARLÁN
Ven, hijo, y en Dios confía,
porque nunca se perdieron
las esperanzas en Él.340
JOSAFAT
Él sabe, maestro mío,
con cuántas veras confío,
pues sabré morir por Él.
Échase de ver tan clara
la verdad de aquesta fe,345
—fol. 247r→
que porque es fe no se ve,
que en ella el sentido para.
La razón es una cosa
que cuadra al entendimiento.
BARLÁN
Tu celo, tu pensamiento,350
tu virtud maravillosa
pudieron tanto conmigo,
que me trujo a tu remedio,
tanto mar y tierra en medio.
JOSAFAT
Gocémosle los dos, digo,355
no más ídolos, que son
hechos por mortales manos,
ambición de los humanos,
y de su gloria invención.
En Cristo creo.
CARDÁN
¡Ay de mí!,
360
que este viejo disfrazado
a Josafat ha engañado,
hoy el Rey me mata aquí.
JOSAFAT
Ven Padre, ven que me abraso
por esa agua celestial.365
BARLÁN
Vamos.
 

(Vanse los dos.)

 
CARDÁN
La furia infernal
no iguala con la que paso.
¡Lo que saben estos fieros
cristianos para engañar!
¡Que aquí se atreviese a entrar!370
¡Ah, villanos lisonjeros!
¿Cómo un viejo han inducido
de tanta edad? Porque es cierto
que si fuese hallado y muerto
poca vida habrá perdido.375
Temblando estoy el rigor
del Rey; de perder acaba
aquello porque guardaba
al Príncipe, mi señor.
¡Por Júpiter soberano,380
que estoy por ir a matar
a este viejo, aunque es manchar
sus canas hecho villano!
No es sino hazaña de ley,
que mi lealtad manifiesta.385
¿Qué furia, qué rabia es esta?
Yo voy a avisar al Rey.
 

(Vase y salen BARLÁN y el PRÍNCIPE, como que le ha bautizado.)

 
BARLÁN
Quiero volverme al desierto,
pues ya quedas instruido.
JOSAFAT
Que no te vayas te pido,390
si no quieres verme muerto.
BARLÁN
¿Cómo lo puedo excusar?
JOSAFAT
Padre, llévame contigo.
BARLÁN
En el alma irás conmigo,
pero no en otro lugar.395
JOSAFAT
¿No me has de volver a ver?
BARLÁN
Algún día nos veremos
donde seguros estemos.
JOSAFAT
Pues, padre, bien me has de hacer.
BARLÁN
¿En qué te puedo servir?400
JOSAFAT
Dineros has de llevar
a tus monjes, para dar
de comer y de vestir
a los muchos monasterios
que has hecho en todo el Oriente.405
BARLÁN
Hijo, no es justo que intente
por mil coronas e imperios
deshacer aquel desprecio
con que viven monjes santos
en cuevas y riscos tantos;410
que me tendrían por necio
si viesen todos que el oro
yo se les llevase allá.
JOSAFAT
¿Que en tanto desprecio está
entre esa gente el tesoro?415
BARLÁN
Tiénenle por enemigo.
JOSAFAT
Déjame una de tus prendas.
BARLÁN
Yo lo haré porque no entiendas,
que soy avaro contigo.
No llores.
JOSAFAT
No puedo más.
420
BARLÁN
Dios te de su bendición.
 

 (Vase.) 

JOSAFAT
Padre de mi corazón,
—fol. 247v→
¿que me dejas y te vas?
padre mío verdadero,
padre mío, padre amado,425
¿cómo sin ti me has dejado,
mi ayo, mi consejero.
mi maestro, mi deseo?
mas ya que las ansias mías
te ven partir como a Elías,430
déjame como a Eliseo.
No porque a su imitación
doblado espíritu pido,
mas por verme enriquecido
de imitar tu perfeción.435
Pase yo, padre, el Jordán
del mundo en aquesa capa,
pues de sus olas escapa
a Josafat, Barlaan.
 

(Sale el REY y CARDÁN y gente.)

 
REY
¿Qué haces solo aquí?
JOSAFAT
¿Cómo me niegas
440
tu gracia y tus abrazos?
REY
No mereces
mi gracia, Josafat, ni mis abrazos.
¿Dónde un cristiano tienes escondido,
que sus locuras dicen que te enseña?
JOSAFAT
Un viejo venerable que me ha dicho445
algunas cosas de la ley de Cristo,
se fue agora de aquí para su yermo.
REY
Partid tras él, no quede parte alguna,
que no busquéis en todos los caminos
a que desta ciudad salir se pueda.450
JOSAFAT
Lugar quiero que tengas a tu enojo.
 

 (Vase.) 

REY
¡Por los dioses, que rabio de coraje!
¡Mirad de la manera que me deja!
CARDÁN
Es por no verte con tan justa queja.
REY
Cardán, ¿qué te parece del suceso455
tan temido de mí?
CARDÁN
Señor invicto,
que me ha pesado mucho te confieso,
y que darte remedio solicito;
yo quiero dar remedio a tus cuidados.
REY
Darasme vida y librarás de muerte.460
CARDÁN
Haz que despidan todos sus crïados,
y sírvanle mujeres solamente,
las más bellas que tengan tus estados;
¿no has oído que al hombre más valiente,
que dicen que fue Hércules Tebano,465
y en las ciencias más docto y eminente,
una rueca pusieron en la mano?
Pues estas le pondrán como deseas.
REY
Bien dices, por Apolo soberano;
—fol. 248r→
Cardán, tú quiero que el primero seas470
que te despidas de servirle.
CARDÁN
En todo
haré tu gusto.
REY
Todos cuantos veas
di que se vayan de ese mismo modo,
mientras que mil bellísimas doncellas
al servicio del Príncipe acomodo.475
CARDÁN
Serás, señor, obedecido en todo.
 

(Sale el PRÍNCIPE.)

 
JOSAFAT
Cuidados de la prisión
de mi padre Barlaan
me traen a donde están
los que le dan la ocasión.480
¿Templaste ya la pasión
con que antes me hablabas?
REY
Si no pensara que estabas
loco, pienso que te diera
la muerte.
JOSAFAT
Dichoso fuera,
485
pues nueva vida me dabas.
REY
Bárbaro, ¿desto ha servido
el cuidado de crïarte
en la más secreta parte
que posible a un Rey ha sido?490
Los maestros que has tenido
con tantos libros, que creo
que si tuvo Tolomeo
más, no fueron tan curiosos;
pero a los hados forzosos495
resiste en vano el deseo.
¿Tú Cristiano? ¡Vive Apolo,
que estoy...!
JOSAFAT
¡Si a Dios soberano
conocieses!
REY
¿Tú Cristiano?
JOSAFAT
Cristo es Dios único y solo.500
REY
¿No fuera de polo a polo
Rey y absoluto señor,
para cortar con rigor
cuantas cabezas cristianas
siguen estas setas vanas,505
con tan pernicioso error?
Oigo decir que Tiberio
deseó que Roma fuera
una cabeza en quien diera
fin a su vida y su Imperio.510
¿Que un hijo en tal vituperio
ponga a un padre como yo?
¿De qué montañas nació?
¿Qué tigres le dieron leche?
¡Que desto a un Rey le aproveche515
el poder que Dios le dio!
Vamos, que por mi persona
seguir quiero a Barlaan.
CARDÁN
Señor, buscándole van
los que sirven tu corona.520
REY
Ni aun en la tórrida zona
no está seguro de sí,
ni en el Infierno, si allí
el mismo Plutón le esconde.
JOSAFAT
Mi silencio te responde,525
que hay Dios y que vive en mí.
REY
Si prendiese a Barlaan,
y confiesa que es error
la ley de Cristo...
JOSAFAT
Señor,
lo que es prenderle, podrán,530
mas, ¿qué fuerzas bastarán
a hacerle que a Cristo niegue,
aunque a la muerte le entregue
tu rigor?
REY
Presto verás
cómo deste error saldrás535
cuando él mismo te lo ruegue.
 

(Vanse el REY y CARDÁN26.)

 
JOSAFAT
Dios mío, librad, librad
a mi maestro, y no sea
tan flaco cuando se vea
sin honra y sin libertad.540
  —fol. 248v→  
 

(Sale FABIO, músico.)

 
FABIO
Allá fuera me esperad.
¿Dura tu melancolía?
JOSAFAT
¡Oh, Fabio!
FABIO
Cantar quería
un romance a vuestra Alteza.
JOSAFAT
Canta y pon en mi tristeza545
un resplandor de alegría.
FABIO

 (Canta.) 

Entre los brazos de Venus
estaba el hermoso Adonis,
cansado de andar a caza,
de Arcadia en los altos montes.550
Ella, los rubios cabellos,
al aire blando descoge,
y con los labios de rosa,
rosas en los rubios pone.
JOSAFAT
Calla, ignorante grosero,555
¿tú cantas cosas lascivas?
FABIO
Son fábulas, y así vivas,
que son de Ovidio y Homero.
JOSAFAT
¿Sabes algo del Cordero,
que en una Cruz enclavado560
venció a la muerte y pecado,
y al demonio?
FABIO
No, señor,
que me matará el rigor
de tu viejo padre airado.
JOSAFAT
Pues no te quiero escuchar.565
FABIO
Oye, que vengo a decirte...
JOSAFAT
No quiero verte, ni oírte.
 

 (Vase.) 

FABIO
No me acabo de admirar.
 

(Sale LEUCIPE.)

 
LEUCIPE
¿Qué tenemos?
FABIO
Que es labrar
con un vidro en un diamante.570
LEUCIPE
Luego, ¿no ha sido bastante
tu persuasión?
FABIO
Es en vano,
porque el Príncipe es cristiano,
y a un armiño semejante.
Esta gente es tan compuesta,575
que no hay tratarla de amor.
LEUCIPE
¿No mereció mi dolor
una amorosa respuesta?
FABIO
Cierta epigrama compuesta
de Venus quise cantar,580
pero no me dio lugar;
mira cómo me le diera
si de tu amor le dijera.
LEUCIPE
Ya no tengo que esperar.
FABIO
Deja de amar a quien no ama,585
Leucipe, y a Dios te queda.
 

 (Vase.) 

LEUCIPE
Cómo es posible que pueda
vivir entre nieve y llama.
¡Que haya perdido mi fama
por un hombre y que se asombre590
un hombre de oír mi nombre!
Mas, ¿qué infamia puede haber
como rogar la mujer
cuando la aborrece el hombre?
Ahora bien, pueda el desprecio595
poner templanza a mi amor,
porque amar donde hay rigor
es pensamiento muy necio.
Si mi sangre y honra precio,
no más amor, no más llama;600
vuelva a su opinión mi fama,
y por las mujeres no,
no digan que una nació
para amar quien la desama.
 

(Vase y sale el PRÍNCIPE solo, vistiéndose.)

 
JOSAFAT
¿Cuándo, mi Dios y señor,605
podrá Josafat pagarte
sola una mínima parte
de tu soberano amor?
No solo haberme crïado,
conservado y redimido610
te debo, sino haber sido
otra vez regenerado.
Por el Bautismo lo fui,
que después de ti le debo
—fol. 249r→
al viejo por quien al nuevo615
hombre que soy me vestí.
Da, Señor, a Barlaan
premio conforme a este bien;
líbrale, Señor, también
de los que a buscarle van.620
Vea yo al maestro mío,
y él vea si aprovechó
el grano que en mi sembró
con el celestial rocío.
Acabarme de vestir625
será bien para saber
qué hay de mi padre, Eliacer;
¡hola, Arcán! ¡Hola, Teobir!
¿Nadie responde? ¡Ha, crïados!,
¿dónde estáis? que digo, hola,630
el antecámara sola,
guardas, porteros, soldados,
¿nadie responde?
 

(Salen LEUCIPE y FLORO.)

 
LEUCIPE
Aquí estoy,
¿qué es lo que mandas?
JOSAFAT
¿Qué es esto?,
mujer, ¿quién aquí te ha puesto?635
FLORO
Responde.
LEUCIPE
Leucipe soy.
JOSAFAT
¿Pues cómo te entraste aquí?
LEUCIPE
Vengo a servirte, señor.
JOSAFAT
¿Tú a mí, por qué?
LEUCIPE
Porque amor
y el Rey lo quieren ansí.640
FLORO
Ten ánimo, que yo estoy
contigo, y le pongo fuego
dentro del alma.
JOSAFAT
No niego
que en eso dichoso soy.645
Pero no se sirven bien
los hombres de las mujeres.
LEUCIPE
Antes, siendo tú quien eres,
es bien que a tu lado estén
para solo regalarte;650
que de la mujer el nombre
es el regalo del hombre.
JOSAFAT
Temblando estoy de escucharte.
LEUCIPE
Dice el Espíritu Santo,
que ¡ay de aquel enfermo a donde655
falta la mujer!
JOSAFAT
Responde
mi honestidad que entre tanto
que estoy sano, puedo estar
sin su regalo.
LEUCIPE
No puedes,
para que servido quedes660
si vinieres a enfermar.
JOSAFAT
¿Y negarasme el suceso
de Amón y Tamar, su hermana?
LEUCIPE
Fue de amor fuerza tirana
causa de tan loco exceso.665
¿Pero David no tenía
Abisai siempre a su lado?
JOSAFAT
Era tan viejo y helado,
que de calor le servía,
y ella, tan niña y tan santa,670
que celebra la Escritura
su nombre, y su honesta y pura
caridad celebra y canta.
LEUCIPE
Prueba el regalo y servicio
de mujeres, no te asombres,675
ya el Rey despidió a los hombres.
FLORO
Ya voy haciendo mi oficio,
Teudasas me envió aquí;
cuatro legiones salimos.
LEUCIPE
Aquí venimos, señor,680
muchas a servirte aquí,
y muchas no hay que temer,
que juntas no dan sospecha.
JOSAFAT
Poco el engaño aprovecha,
que mi padre quiere hacer685
quitándome los crïados;
que yo os sabré resistir;
di que me den de vestir.
FLORO
¡Cómo de esos confiados,
por ponerse en ocasiones27690
están hoy en el infierno?
  —fol. 249v→  
LEUCIPE
Desde hoy, gobierno tu casa.
JOSAFAT
¡Ah Rey!, ¿qué lazos me pones?
LEUCIPE
¡Hola!
JOSAFAT
Mayordomo eres.
LEUCIPE
Hoy tu camarera soy.695
FLORO
En el agua fuego doy.
 

(Salen tres o cuatro mujeres, con paño, jarro28 y fuente y con los vestidos.)

 
JOSAFAT
Bravo escuadrón de mujeres.
FLORO
Pues a fe que han derribado
davides y salomones,
artajerjes y sansones.700
JOSAFAT
Yo viviré con cuidado;
ea, el agua poco a poco,
que parece que me abrasa.
 

(Echan agua.)

 
FLORO
Toda es incendio la casa.
JOSAFAT
Fuego siento y fuego toco.705
Cuenta la gentilidad,
que cuanto tocaba y vía
Midas en fuego volvía,
y aquí parece verdad,
porque cuanto miro y toco710
todo es fuego.
FLORO
Estoy yo aquí;
que del fuego que hay en mí,
que se encienda el mundo es poco.
[MUJER] 1.ª
Ponte la valona.
LEUCIPE
Y yo
si quieres te la pondré.715
JOSAFAT
Mujer, quita allá los brazos;
que son difíciles lazos
lazos que enlazan mujeres.
LEUCIPE
Dadle la capa y la espada.
[MUJER] 3.ª
¡Qué vergonzoso que está!720
JOSAFAT
Tomad ese paño allá.
[MUJER] 1.ª
Bien habla.
[MUJER] 2.ª
Menos se enfada.
LEUCIPE
Dejadme a solas con él.
 

(Vanse todas.)

 
JOSAFAT
¿Qué es esto que ha entrado en mí?
¿Cómo te quedaste aquí?725
LEUCIPE
¿Ya me miras tan crüel?
JOSAFAT
Pues ¿cómo te he de mirar
siendo gentil y mujer?
LEUCIPE
Tú me pudieras hacer
cristiana y mi ley dejar730
y en tu misma fe vivir;
¿nunca en tu Pablo has leído
que la mujer al marido
puede a su fe convertir,
y el marido a la mujer?735
Pues casándote conmigo,
que seré cristiana digo,
y tú lo puedes hacer.
Si no, te enseño por cierto
que tengo de condenarme,740
y de que puedes salvarme
una y mil veces te advierto.
Casarme no puede ser;
que tengo determinado
tomar más perfeto estado.745
JOSAFAT
Déjame, por Dios, mujer,
que no sé qué he visto en ti,
que me abrasa tu hermosura.
LEUCIPE
¿Y querrás tú, por ventura,
que se pierda un alma ansí,750
que costó su sangre a Dios?
¿No es mejor, con justo celo,
que vamos los dos al cielo,
si nos casamos los dos?
JOSAFAT
¿Quiéresme dejar, mujer?755
FLORO
Apriétale, no le dejes.
LEUCIPE
Oye, mi bien, no te quejes
de que yo pretenda ser
cristiana como lo eres;
a Cristo quiero seguir,760
tú me puedes convertir.
JOSAFAT
¡Que un escuadrón de mujeres
me envíe mi padre y quiera
que mi fortaleza asalten!
FLORO
Yo haré que fuerzas os falten.765
—fol. 250r→
JOSAFAT
Leucipe, a la puerta espera,
que yo te responderé;
que un gran desmayo me ha dado.
FLORO
Aún no está determinado;
déjale solo.
LEUCIPE
Sí haré.
770
Casarnos es Sacramento
de Cristo; allá fuera aguardo
tu resolución.
JOSAFAT29
¿Qué tardo
en dar el consentimiento,
si un alma puedo ganar,775
que a Dios su sangre costó?
Sueño me aprieta; ¡ay, si yo
pudiese en él olvidar
este fuego, este cuidado,
que me atormenta y regala!780
Ya el sueño al deseo iguala.
¡Qué blandamente ha llegado!
 

(Duérmese y aparece una ciudad y en otra parte un infierno.)

 
 

(Cantan.)

 
Esta es la bella ciudad
que a los justos se apercibe,
donde la justicia vive785
y reina la castidad.
 

(Una voz dentro, triste.)

 
VOZ
¡Ay, en cuánto mal me veo
preso por tiempo infinito,
por contentar mi apetito,
y dar rienda a mi deseo!790
JOSAFAT
¡Válgame Dios!, ¿qué es esto que he sentido?
¡Qué ciudad tan hermosa, y qué morada
tan triste en otra parte me han mostrado!
¿Dónde estaba mi alma y mis sentidos,
que ya de mi razón tan apartados795
a tanta desventura me han traído?
¡Hola gente, crïados, yo me muero!
¡Que me abraso, Señor; clemencia espero!
 

(Salen todas.)

 
LEUCIPE
¿Qué es esto, mi señor?
JOSAFAT
Viles mujeres,
frágiles hermosuras, que a los hombres800
habéis traído a tanta desventura;
dejadme aquí.
LEUCIPE
Señor, ¿pues no me quieres?
JOSAFAT
Quítateme delante, no me hables,
pues que mi eterna destruición procuras,
¡muerto soy, yo me abraso, yo me muero!805
LEUCIPE
Guardas, llamad al Rey.
JOSAFAT
Clemencia espero.
 

(Vase y sale el REY y CARDÁN.)

 
REY
Leucipe, ¿de qué da Josafat voces?
LEUCIPE
Yo imagino, señor, que está sin seso,
mil locuras ha hecho, mil estremos,
llegueme a acariciarle y fue de suerte810
que pensé en su locura hallar mi muerte.
CARDÁN
Señor, ¿quieres consejo sabio y verdadero?
REY
Deseo descansar, y este accidente
—fol. 250v→
del Príncipe a mi pena ha dado aumento.
CARDÁN
Váyanse estas mujeres lo primero.815
REY
Leucipe, vete en paz con tus mujeres,
vencida estás, no tienes más que esperes.
LEUCIPE
Contrastas los peñascos del Caucaso,
a Seyla pasas, a Sirena encantas;
ya en otro fuego de más luz me abraso;820
presto verás a qué mudanzas llego.
 

 (Vase.) 

REY
Todos aumentan mis eternas penas.
CARDÁN
Rey, si quieres vivir, divide el reino.
REY
Y haré muy poco, pues sin gusto reino.
CARDÁN
Reine tu hijo30 en la mitad si quieres,825
y no pases la vida en tantas penas.
REY
Bïen dices, bïen me hablas, cuerdo eres;
la partida del Príncipe apercibe,
y que se vaya a otra provincia ordena.
Cardán, llama a mi hijo.
CARDÁN
Él viene.
REY
Viva
830
donde me deje en paz, si en eso estriba.
 

(Sale el PRÍNCIPE y un CRIADO.)

 
CRIADO
Haré lo que me has mandado,
y al desierto acudiré
del santo monje.
JOSAFAT
En cuidado
de tu salud estaré.835
CRIADO
Y yo a la tuya obligado.
JOSAFAT
Dame un abrazo.
CRIADO
Este sea
para nuestras almas lazo.
REY
¿Hijo?
JOSAFAT
Señor.
REY
Porque veas
mi amor, que yo mismo trazo840
lo que tu gusto desea,
hoy este reino divido
contigo; desotra parte
del Gange reina, que ha sido
quien estos reinos reparte,845
que he ganado y defendido.
No quiero contigo más,
pertinaz y loco estás;
vete y reina y haz tu gusto.
JOSAFAT
Rey eres y padre.
CARDÁN
¿Es justo
850
este dolor que le das?
Quien se precia de cristiano,
¿respeta a su padre así?
REY
Déjale.
JOSAFAT
Dame tu mano.
REY
Pártete luego de aquí,855
inobediente tirano.
JOSAFAT
¿Yo Señor?
REY
Pártete luego,
reina, reina a donde digo.
JOSAFAT
Yo te obedezco.
REY
Y yo ruego
al cielo te dé el castigo860
de menospreciar mi ruego.
JOSAFAT
A Dios, mi Padre y Señor.
CARDÁN
Agora descansarás.
REY
Antes mi pena es mayor;
que si Cristo puede más,865
no amarle parece error.
CARDÁN
¿Eso dices?
REY
¿Pues qué quieres?
mudaron de pareceres
siendo en nuestra seta santos
hasta esas tiernas mujeres.870
CARDÁN
¿En ti cabe pensamiento
—fol. 251r→
de ser cristiano?
REY
No sé.
CARDÁN
Deja tan mudable intento.
REY31
¡Ay, que de Cristo la fe
tiene firme fundamento32!875
A mis sabios ha vencido
Josafat, todos han sido
ignorantes disputando.
 

(Dentro: ¡Viva Cristo!, dos veces.)

 
CARDÁN
Voces dan.
REY
Estoy temblando,
¡Hola!, ¿qué es ese rüido?880
 

(Sale el CAPITÁN.)

 
CAPITÁN
Basta, supremo señor,
que tras Josafat se va
la gente de más valor,
y todos diciendo ya
que su ley es la mejor.885
 

(Otra vez voces.)

 
¿No escuchas las voces?
REY
Sí,
todos se van, ¡ay de mí!
TODOS
¡Viva Cristo, Cristo viva!
REY
Si esto es verdad, ¿en qué estriba
este error que reina en mí?890
Ven Cardán, porque yo quiero
escribir sobre este caso
a Josafat, si primero
no ataja mi muerte el paso,
y de pensamientos muero.895
Tratemos entre los dos
esta verdad.
CAPITÁN
Ya sin vós
el daño todo se ha visto.
REY
Sin duda, amigos, que Cristo
es el verdadero Dios.900
 

(Vanse y salen dos caballeros.)

 
[CABALLERO] 1.º
En los divinos secretos
cesa el humano saber.
[CABALLERO] 2.º
A su divino poder
estamos todos sujetos.
Quien hizo aquesta armonía905
y música celestial,
con que el orden natural
nos sustenta, alumbra y guía.
Quien hizo estos elementos,
que con ser continua guerra,910
pacíficamente encierra
al hombre en sus movimientos,
supo, Celio, hacer de modo,
que sigan su justa ley
estos dos reinos.
[CABALLERO] 1.º
Ya el Rey
915
sujeta su imperio todo,
por fuerza o por voluntad,
a la justicia y razón.
[CABALLERO] 2.º
¿Que ha dejado su opinión?
[CABALLERO] 1.º
Esta famosa ciudad920
las armas iba tomando
en defensa de la fe,
aunque más pienso que fue
estar al cielo obligando
los de la oración que hacía925
siempre Josafat por él.
[CABALLERO] 1.º
¿Qué alboroto es este?
[CABALLERO] 2.º
En él
la guarda al pueblo desvía.
 

(Sale CARDÁN.)

 
CARDÁN
Divinos misterios son;
el cielo, señor, te alabe.930
[CABALLERO] 2.º
Sin duda, Cardán lo sabe.
[CABALLERO] 1.º
Aquel almado escuadrón,
¿qué lleva con tanta pompa?
Cardán, nos di.
CARDÁN
Es el poder
del mundo, el Rey que era ayer.935
[CABALLERO] 2.º
¿Qué piedra habrá que no rompa
muerte tan súbita?
CARDÁN
Advierte
que fue tan favorecida
del cielo, que a tener vida
le lleva esta breve muerte.940
A penas se bautizó
el viejo Rey, conociendo
—fol. 251v→
su antiguo engaño, rompiendo
los ídolos que adoró,
cuando aqueste temporal945
trocó por el reino estraño,
y nuestro mortal gobierno
al gobierno celestial.
Josafat reina y requiere
jurar el reino.
[CABALLERO] 2.º
Pues vamos
950
donde coronar veamos.
¿Quién tantos reinos prefiere?
[CABALLERO] 1.º
La muerte a nadie perdona.
[CABALLERO] 2.º
Cardán sus filos crüeles
cortan cañas y laureles955
azadones y coronas.
 

(Sale el PRÍNCIPE, con acompañamiento.)

 
JOSAFAT
Ya sabéis, amado reino,
grandes y vasallos míos,
como murió el Rey mi padre,
sin que a poder resistillo960
fuese su inmenso poder,
sus reinos y sus altivos
pensamientos, que al fin son
la tierra y el viento mismo.
Dividió conmigo el reino,965
y de su error instruido
conoció un Dios verdadero,
y siguió la ley de Cristo.
A mi ejemplo, habéis tomado
todos el santo bautismo,970
y de la ley y Evangelio
quedáis todos instruidos.
Altares tenéis en templos
suntuosos, que conmigo
edificasteis a Dios,975
Dios eterno y sin principio.
Ya es tiempo que Josafat,
vuestro Rey, os deje, amigos,
y a buscar su salvación
vaya a los desiertos indios.980
Ya os dejaré en mi lugar
Rey que yo tengo escogido
por santidad de los hombres,
a quien el cetro remito,
y el cuidado del gobierno;985
por eso vengo vestido
del ornato real, que agora
solamente me habéis visto.
Plantas sois tiernas, mas Dios,
que a este tiempo os ha traído,990
os conservará en su fe;
perdonad los ojos míos,
que al fin hacen sentimiento
viendo que os tuve por hijos,
y que os dejo desta suerte.995
BARAQUÍAS
No digas, señor invicto,
que así nos quieres dejar.
ANAGIMANDRO
Todos iremos contigo.
FULBINO
Todos te acompañaremos.
TELÉMACO
Mira cómo el pueblo a gritos1000
te llama y detiene.
BARAQUÍAS
El cielo
oiga los tristes gemidos
de su pueblo.
JOSAFAT
Baraquías,
Anagimandro, Fulbino,
Telémaco y los demás;1005
que no lloréis os suplico,
y para buscar a Dios
os pongáis en el camino.
De la silla me levanto,
que hasta agora he tenido,1010
y a Baraquías os doy
por Rey, de quien nada os digo,
pues ya todos lo sabéis;
su linaje es tan antiguo
como el de los mismos reyes;1015
su virtud la que yo imito,
por ser...
BARAQUÍAS
No prosigas más,
que no soy del cetro digno,
mayormente, que tú dejas.
JOSAFAT
Álzate del suelo amigo,1020
—fol. 252r→
álzate, digo, del suelo.
BARAQUÍAS
Señor, soy el suelo mismo,
déjame poner la boca
en esos pies.
JOSAFAT
Mucho estimo
tu humildad, Dios te lo manda.1025
BARAQUÍAS
Pues a Dios no le resisto.
JOSAFAT
Ponte esta ropa imperial.
BARAQUÍAS
Dios sabe que me la visto
por quien lo manda.
JOSAFAT
Este cetro
toma.
BARAQUÍAS
A Dios y al reino sirvo.
1030
JOSAFAT
Ponte la corona de oro.
BARAQUÍAS
Ya, señor, la frente ciño
de tus rayos imperiales.
JOSAFAT
Que la regirás confío
como prudente varón,1035
honesto, puro y sencillo;
solo un consejo te doy,
en que te resuelvo y cifro
todo el gobierno.
BARAQUÍAS
¿Cuál es?
JOSAFAT
Que iguales al grande y chico1040
en la justicia; que premies
al bueno; que des castigo
al malo; que no hagas cosa,
si pretendes ser bien quisto,
y acertar en tu gobierno,1045
y vencer tus enemigos
sin consultarlo con Dios.
BARAQUÍAS
Dentro de mi alma imprimo
tus consejos, y quisiera
con estilo diamantino1050
en duro bronce.
JOSAFAT
Anagimandro,
tráeme agora aquel vestido
que me dejó Barlaan.
ANAGIMANDRO
Aquí están saco y cilicio33.
JOSAFAT
Este me quiero poner;1055
deste, amigos, soy indigno,
por ser el que mi maestro
me dejó para testigo
y prueba de tanto amor;
con esta cuerda me ciño,1060
para desprecio del mundo.
Adiós, cuidados prolijos,
adiós, reinos de la tierra;
que, aunque pudiera regiros,
a buscar mi salvación1065
quiero, libre y desasido,
ir por las sendas del cielo,
trocar palacios por riscos,
y regalos por ayunos.
ANAGIMANDRO
¡Qué ejemplo de fe tan vivo,1070
y qué desprecio del mundo!
JOSAFAT
Los dos estamos vestidos,
Baraquías, tú de telas,
cetro y corona que piso,
y yo de sayal grosero,1075
tú a reinar del Gange al Nilo,
yo a vivir entre dos peñas.
¿Cuál de los dos es más rico?
¿Cuál más bien aventurado?
BARAQUÍAS
Tú puedes, señor, decirlo.1080
JOSAFAT
Mejor lo dirá la muerte
en el último suspiro,
cuando, lleno de congojas,
confuso, triste, afligido,
te despidas sin poder1085
llevar más oro contigo,
que una mortaja de lienzo
para el polvo en que nacimos.