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Capitulo XV

En que se trata de algunas yerbas, a quienes los indios deidad, y con que vssan supersticiones



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1. Los indios atribuian alma racional a los arboles

     ABYSSUS ABYSSUM INVOCAT, (424) dixo el Spiritu Sancto: vn error llama á otro; y como esta gente no tiene assentado el pie: Pes meus stetit in via recta, en el solido y fuerte de la Feé, facilmente resbalan, y dan de ojos de vn error en otro, tropeçando en quanto el Demonio les quiere persuadir, para que no haya materia, en que no los tenga muy enlaçados. No solo àn dado, y dan adoracion á las cosas arriba dichas, sino que tambien la dan á los árboles, y á las plantas como á el Huatli, y ololiuhqui, peiote, y pisiete, attribuiendo á los arboles mas alma, que la vehetativa, que les dió Dios, como á las demas plantas y semillas, virtud para obrar.

     (425) Piensan que los arboles fueron hombres en el otro siglo, que ellos fingen, y que se convirtieron en arboles, y que tienen alma racional, como los otros; y assi quando los cortan para el vsso humano, para que Dios los crió, los saludan, y les captan la beneuolencia para auerlos de cortar, y quando al cortarlos rechinan, dicen, que se quexan: para prueba desto referiré dos casos bien singulares, que tengo por escrito particular, que tube del Licenciado Andres Perez de la Camara Beneficiado de Ocuyoacac, de los mas Antiguos Ministros deste Arçobispado, que como tan gran Ministro à sido siempre examinador synodal de Otomí, y Mexicano.

     (426) El primero caso, y que haze mas á este proposito, y à tan poco que succedió, que no à mas de cinco, ó seis años, poco más, ó menos, fué: que teniendo los indios deste pueblo de Ocuyoacac obligacion de poner vna biga grande en la puente del Rio de Toluca, que es passo para toda essa tierra de Mechoacan, quando fueron á el monte á cortarla, el Gouernador hizo lleuar la Cruz con su manga, ciriales, y cantores, y auiendo convocado todo el Pueblo para esta accion subieron á el monte, y cortaron el arbol, y assi como cayó, llego vna india vieja, y le quitó las ramas, y fué á el tronco de donde auia sido cortado, y poniendolas en sima le consoló con muchas palabras amorosas, pidiendole, que no se enojasse, que lo lleuavan, para que passassen todos los de essa tierra de Mechoacan: y antes de arrastrar el arbol pussieron en el lugar donde auia caydo, vn pedaço de Cirio encendido de los que auian quedado del Iuebes Sancto, y le dixeron, un responso muy solemne echandole agua bendita, y mucho pulque: con que otro dia lleuaron la biga labrada hasta la puente con mucha voceria, y algazara diciendole responsos en las mansiones que hazian.

     (427) Todo lo qual aueriguó el dicho Beneficiado, y prendió á el Gouernador, que auia sido culpado; y, como esto pide mas remedio, que el que daria ó intentaria vn Ministro solo, se quedó assi. El otro caso fue en el mismo pueblo el año de treinta y tres, ó treinta y quatro (1633 ó 34), quando vbo aquella gran mortandad de todo genero de indios chicos, y grandes, y entonces estando yo por Beneficiado es el Pueblo de Xalatlaco, tuve noticia del succeso, que despues lo certifiqué con carta del mismo Beneficiado.

     (428) Fue el succeso, que como se moria tanta gente no solo en aquel Pueblo, pero en todo el valle, llegó en aquella ocasion vn indio viejo del pueblo de la maia, que debia de ser de los embusteros desta materia á el pueblo de Tepxoiuca, que es vno de los que estan en Ocuioacac; y les dixo, que si no enterraban vna biga, que estava vna legua adelante de su pueblo, no auia de cessar la enfermedad, y que enterrada cessaria otro dia siguiente: fueron todos los de aquel Pueblo á la parte donde estava la biga, y lleuaron Cruz alta, ciriales, incensario, y todo lo demas necessario á vn entierro, cera, y agua bendita, y auiendole dicho su responso, trugeron la viga cargada, y por el camino vinieron haziendole posas, y cantandole responsos, y la enterraron en el simenterio de la Iglesia de Tepexoiuca;(30) y viniendo á noticia del Ministro, que como tan zeloso del seruicio de Dios Nuestro, Señor, y como tan gran Ministro desenterró la viga, halló que al enterrarla le auian echado mucho pulque, y tamales; quemola publicamente, y castigó á los delinquentes.

     (429) Tales como estos son los errores de estos indios; y si estos casos succeden tan á las puertas de esta Ciudad, y á los ojos de Ministros tan zelosos, qué será en pueblos distantes, y donde la incomodidad de la tierra no da lugar á la continua assistencia de los Parochos?



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2. Culto idolatrico a las semillas

     SUS IDOLATRIAS TAMBIEN TIENEN (430) con las semillas, y vna a de ellas es el Huatli, que es vna semilla la mas temprana, que estos tienen; pues se siembra antes que el mais, y quando empieça á espigar, de esta semilla hazen bebida á modo de poleadas, y vnas tortillejas, que llaman Tzoally; esta semilla es la que el Demonio quiere, que le offrescan en primicias, de que haze mencion el Padre Fray Martin de Leon en el decimotercio mes de su Kalendario quando hazian fiesta á los mas altos montes, que se llama Tepeilhuitl, y corresponde á los principios de Octubre; y en el otro Kalendario es este duodécimo mes, que se llamava Quecholli, y corresponde á el mes de Nouiembre desde cinco hasta veinte y quatro de dicho mes.

     (431) La idolatria y abuso desta semilla consiste en que en accion de gracias de que se aia sasonado, de lo primero que cogen bien molido, y amassado, hazen vnos idolillos de figura humana del tamaño de vna quarta de barro poco mas, ó menos, y cubrenlos de aquella massa, y para el dia que los forman, tienen preparado mucho de su vino, que es el pulque, y estando los idolos formados, y conocidos los ponen en sus oratorios, como si colocaran alguna imagen, y poniendoles candelas, incensios, y sahumerios offrecen entre sus ramilletes del vino preparado para la dedicacion en los vassos, y tecomatillos, que tienen para esta accion supersticiosos, como dixe arriba, cap. 3, p. 5, que tanto guardan, y si no en otros escogidos para este fin juntandose todos los de aquella parcialidad, y conuidados para esta accion de gracias á el Demonio, se sientan todos en rueda.

     (432) Puestos los tecomates, y ramilletes delante de los idolos, con grande aplauso empieça en su honrra, y alabança, y del Demonio, que todo es vno, el canto, ó musica del Teponaztli, acompañando á esta musica el canto de los ancianos segun lo que acostumbran, y luego llegan los Dueños de la offrenda, y los mas principales de la fiesta en señal de sacrificio derraman de aquel vino, que auian puesto en los tecomates, ó todo, ó parte del delante de los idolos de el Huatli: llaman á esta accion Tlatotoiahua, que es accion de derramamiento, y luego empieçan á beber todos lo que quedó en los tecomates, esto primero, y luego dan tras las ollas del Pulque hasta acabarlas, y de aqui se siguen todas las cosas, que suelen en las borracheras, y los dueños de los idolillos los guardan con cuidado hasta el dia siguiente para que todos los de la fiesta se los coman á pedaços entre todos como reliquias.

     (433) Esta supersticion, y la que arriba dixe cap. 4. p. 3. de los hongos del monte, que llaman Quautlan nanacatl, manifiestan bien el ancia, que el Demonio tiene de darse sacramentado en comida, y bebida por remedar en quanto puede el amor de Christo Nuestro Señor que se nos sacramentó debajo de las especies de pan y vino por su amor: mas el demonio procura hazerlo por odio, que tiene á Dios Nuestro Señor y sus criaturas redemidas con su sangre; vsando de la comida de los tzoales, y de la bebida del pulque con las ceremonias de sus supersticiones. Y es de aduertir, que á estas ceremonias no añadan muertes de gallinas, ó de otros animales caseros para que con la sangre, y corazones de ellos sacados á medio morir, no suplan los sacrificios, que en estas occasiones de gente hazian.



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13. Veneracion al peyote y otras plantas y semillas

     GRANDES SUPERSTICIONES, TIENEN TAMBIEN (434) con vna semilla á modo de lantejas, que llaman ololiuhqui, y con otra mayor, y es vna raiz, que llaman el Peyote, á quienes dan tanta veneracion como si fueran vna deidad, pues bebiendo estas yerbas las consultan como á oraculo para quantas enfermedades pretenden curar, y para quantas cosas dessean saber, assi perdidas como hurtadas, y aquellas á que el conocimiento humano no puede llegar, para saber el origen de las enfermedades, principalmente si son prolixas, y largas, y las atribuien á hechizo: y para salir desta duda, y para los demas effectos consultan estas yerbas por medio de sus Medicos embusteros que bebiendole responde á todas estas dudas: llamase el que tiene esto por officio Payni, que quiere decir el que bebe, purga ó jarabe; paganles á estos tales muy bien, y si el tal medico no es muy scientifico en el officio, ó se quiere excusar del trabajo, que causa beber estas bebidas, acconseja á los enfermos, que la beban, ó á los que pretendan saber de las cosas, que les àn hurtado, ó perdidoseles, y dónde están, ó quién las tiene.

     (435) A estas semillas y principalmente á el ololiuhqui tienen en tan gran veneracion como si fueran Dios; enciendenles candelas, y guardanles en petaquillas pequeñas, ó caxas deputadas para esto, y alli les ponen offrendas, y los ponen en los altares de sus Oratorios, ó sobre los Cielos de ellos, ó en otros lugares secretos de sus casas, porque quando los busquen no los hallen facilmente; ó entre los idolillos de sus antepasados, que les dexaron en guarda, ó como vinculados; y con tanto respecto y veneracion hazen esto, que quando algunos delinquentes destos, que guardan esta semilla, son pressos, ó preguntados por estos instrumentos, con que celebran y beben esta bebida, como son los tecomatillos, y vassos con que beben, ó por las mismas semillas, lo niegan vehementissimamente, no tanto por temor de los Juezes, quanto de respecto que les tienen, que no quieren, que les agrauien con las demostraciones que se les hazen, quemando las semillas, y lo demas.

     (436) Y es esto de manera, que Ministros vigilantissimos, que àn tenido cuidado de castigar estos abusos haziendo demostraciones contra los delinquentes, cuentan, que si enferman, porque Dios es seruido de embiarles algunos achaques de qualquiera manera, ó calidad que sean, dicen ellos que el ololiuqui se enojó con ellos, y los castiga, porque se obró contra él: la mesma veneracion se tiene al Peyote, y tanta, que es muy receuido entre todos ellos y como para algunas medicinas es menester molerlo, dicen que para que haga este effecto á de ser molido por mano de doncella.

     (437) El modo de tomar esta bebida es, señalar el dia, el que la à de beber, informandose muy bien de la causa, porque se à de tomar, si es por enfermedad, ó por cosa hurtada, ó perdida, ó por saber si lo que se padece, es hechizo, y de quién se tiene la sospecha; y adereçan el Oratorio de la casa con mucha decencia, como si esperaran la vissita de vna gran persona, todo enramado, y perfumado; beben luego el Ololiuqui, encendidas candelas en el altar del Oratorio; y como es bebida tan eficaz, que luego priva de el juizio, comiença el que le bebe á hablar mil disparates correspondientes á la platica, que de los informes auia auido antes sobre la causa, por que se bebió; y alli se le representa á la imaginacion vn viejo, que, dicen, es el Ololiuqui, y que este es el que les decide las materias, que se dessean saber, y aunque algunas vezes es sola fantasia de lo platicado antes, las mas vezes es el Demonio el que les habla; y si en algunas materias miente, en otras con permission de Dios acierta para engañar mas á estos miserables: y assi vnas vezes culpan al innocente, y otras á el que tiene culpa, y dicen más de lo que es, y todo se funda en la plática antecedente; porque si se consulta sobre hechizo como el enfermo tiene sospecha de alguno, ó algunos, y se lo reueló á él tal medico, dice, que aquel lo enhechizó (muchas vezes no siendo assi) y que si no lo cura el mismo, no podrá sanar.

     (438) Otras vezes es la consulta sobre alguna cosa perdida, y aqui es, donde el Demonio haze de las suyas, y algunas vezes dice vna verdad para embolismar en ella mil errores; otras vezes de beber el Ololiuqui, suele resultar, que á el que lo bebe lo engaña el Demonio de manera que no se contenta con aquel engaño, sobre que le consultan aquella vez, sino que para otras cosas lo dexa tan perdido, que le haze cometer otros muchos errores, y disparates; otras vezes en enfermedades largas, que estos tienen, quando ya no hallan remedio, beben ellos mismos el Ololiuqui, y hazen lo mismo con el Peyote.



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4. Supersticiones y engaños con semillas y plantas

     PARA QUANDO SE BEBE (439) el Peyote para saber quien enhechizó á vno, y para cura de su enfermedad, buen exemplo ay en el caso, que referí, cap. 4. p. 5. Pero para lo que toca á quando se bebe para saber de lo hurtado, ó perdido, tengo dos exemplos. El vno succedió en la Prouincia de Chiettla del Obispado de Tlaxcala á un indio de vn pueblo llamado Nahuituchco; quiasele perdido su muger, y cansado de buscarla, se determinó á consultar á el Tlachixqui, que quiere decir en nuestro lenguaje castellano el Propheta, ó adiuino; y no auiendo orden, de que él lo bebiesse, se determinó á beberlo él mismo en la forma referida; y luego, que se embriagó se le apareció el viejo, que dixo era el Ololiuqui, y dixole:

     (440) Que ya auia venido á su llamado, y á fauorecerle, y que si su pena era no saber de su muger, ni donde la hallaria, que presto se consolaria, porque presto la hallaria, y que otro dia siguiente fuesse á el pueblo de Ocuitlan, que es de este Arçobispado, y que se pusiesse enfrente de la Iglesia, y que á tal hora entraria vn Religioso, que venia de fuera en un cauallo de tal color, y tales señas, y luego fuesse á tal casa, que le señaló, y que sin passar del saguan de la casa detras de la puerta hallaria á su muger.

     (441) Salió pues el indio de su consulta, y embriaguez y fuesse á el pueblo de Ocuitlan, dies leguas de alli, y le succedio todo lo que el Demonio le auia dicho, y halló á su muger en la casa donde le señalo y traiendola consigo aquella noche se ahorcó miserablemente. Refirió este caso en aquel tiempo el Padre Fray Augustin Guerra del Orden de el Señor San Augustin, que á la sason vivia en el pueblo de Ocuitlan, y yo lo supe por vna relacion, que del vi hecha á el licenciado Don Fernando Ruiz de Alarcon.

     (442) El otro caso es de la misma manera, que succedió con vn indio, á quien se perdió, ó huyó su muger, y el Demonio en la figura del tal viejo le dixo fuesse á tal feria, que es el tianguez de tal pueblo, y que mirasse asia tal calle á tal hora, y veria venir á su muger.

     (443) Lo mismo es para cosas perdidas, ó hurtadas, como son cauallos, ó vestidos suios; y para vna vez, que aciertan, dicen mil mentiras, ó las sueñan con la embriaguez del Ololiuqui; y para todas estas cosas, que no dependen de la contingencia de la libertad humana, no es mucho, que en su sciencia natural lo halle todo: mas en lo demas lo propone con la contingencia, que ello puede tener, conque de qualquier manera es creido; porque si succede lo que dice, sale con su engaño y si no, les persuade á estos miserables (como lo tienen creido) que no fue el defecto de no succeder lo que les dixo, por parte del Ololiuqui, sino por parte de su mala disposicion de ellos, por no hauer hecho todas las ceremonias necessarias de encender candelas, varrer el Oratorio, y enrramarlo.

     (444) Tambien el Ololiuqui, ó el Demonio en él no solo les peruierte en lo que le consultan, mas les enseña otras cosas, para peruertirlos mas, y despeñarlos. Como lo que le succedió á el Licenciado Don Fernando Ruiz de Alarcon en el pueblo de Yguala tratando destas pezquizas el año de 1617, por orden y comission del Señor Don Juan de la Serna, Illmo. Arçobispo de este Arçobispado, y mi Señor, lo qual supe de persona de satisfaccion de aquel pueblo, entendiendo en la vissita general de aquella cordillera: y fue, que auiendose presso vna india de aquel pueblo por sortilega embustera, y Titzitl, preguntada por el Juez como curava, y de qué modo vssava de sus sortilegios, y embustes, dixo:

     (445) Que lo auia deprendido de vna hermana suya, y que la dicha su hermana no lo auia deprendido de persona humana, sino que le auia sido reuelado; porque esta tal auiendo bebido el Ololiuqui, y consultandolo para la cura de vna llaga vieja de vn enfermo, y auiendose embriagado con la fuerça desta bebida, llamó á el enfermo, y sobre vnas brasas le sopló la llaga, con que luego sanó, y tras de estos soplos (que serian quatro, y el pacto euidente de el Demonio) euidentemente se le appareció vn mancebo, que juzgó ser Angel, y la consoló diciendole:

     (446) «No tengas pena, cata aqui te da Dios vna gracia, y dadiva, porque viues pobre, y en mucha miseria, para que con esta gracia tengas chile, y sal (conque se significa el sustento ordinario); curarás las llagas con solo lamerlas, el sarpullido, y birguelas, y si no acudieres á esto te morirás»; y que tras esto estuvo el dicho mancebo toda la noche crucificandola en vna Cruz, que le dió, y clavandole clauos en las manos; y que estando la dicha india clauada en la Cruz, el mancebo le enseñó los modos de curar, que eran siete ó mas exorsismos, ó inuocaciones; y que tuvieron quince dias continuos luces encendidas en el Oratorio, ó aposento, donde esto succedió, en veneracion, y assimiento de gracias de tan gran portento: con estas cosas tienen éstos engañados á estos miserables, y todas las mas curas son desta manera, como emos visto atras.

     (447) Conque qualquiera cosa, que succeda en esta materia, no ay que dudar ser assi, porque es el modo, con que el Demonio los engaña á ellos para curar, prometiendoles el sustento ordinario entendido en el chile, y pepitas; y á los que se àn de curar con estos embeleços supersticiosos, ó engaños fantásticos nacidos todos de la embriaguez del Ololiuqui; y aunque ay mucho de esto, y á cada passo, lo ocultan muchos, y aun todos los Ministros infernales, porque están persuadidos á que si lo reuelan, el Ololiuqui, como persona diuina los matará.

     (448) Y en enfermedades graues, y largas, que ellos tienen por vltimo remedio acuden á el de el Qloliuqui. Succediome á mí recien ordenado, que auiendo ido á deprender lengua, y saber administrar á el beneficio de San Matheo Texcaliacac, donde era actual Beneficiado el Licenciado Luis Fonte de Messa, de los mayores Ministros de este Arçobispado, y que oy es dignissimo Cura desta Sancta Iglesia, y mi compañero, de que me precio mucho, y de auer sido su discipulo en la practica de administrar los Sanctos Sacramentos (que en aquellos tiempos ninguno, por docto que fuesse, salia á Vicaria, sin que antecediessen á lo menos seis meses de exercicio en la administracion de los Sacramentos con vno de los Ministros viejos; materia bien necessaria para el consuelo de los que lo son; para saber lo que àn de hazer con los feligreses, para que reciuan la doctrina, y enseñança, de que necessitan).

     (449) Alli, pues, estando solo, me auisaron que vn indio tomava el Ololiuqui para sanar, y que tenia encendida ya vna candela para este fin; fui á la casa, y lo cogí en el hurto, y me parece, que aunque estaua dispuesto á beberle no le auia bebido, porque le hallé en su entero juizio. Confessome la verdad, y que se auia determinado á hazer aquel remedio desesperado de la salud, para ver si por vltimo sanava.

     (450) Yo como era nouicio en el modo de inquirir estas materias, no apreté mas en ellas, porque las ignorava; reprehendilo lo mejor que pude, y auiendole dexado, apenas llegué á la Iglesia, quando me embió á llamar para confessarse: y de verdad no fué el querer confessarse tanto por necessidad, como por vna malicia muy affectada (que es muy ordinario entre estos) de valerse del sigilo de la confession, pareciendoles, que con esto sierran la voca á el Ministro, para que no averigue, y castigue el delito, que conocen auer cometido; y éste hizo esta diligencia, porque como su Ministro estaua ausente, y era tan zeloso destas materias, quiso estorbarme, el que le diesse cuenta de su delito, auiendo sido publico.

     (451) Y es muy para aduertir, que quando estos se quieren confessar fuera de tiempo, ó sin enfermedad, no es para confessarse, sino para valerse del sigilo de la confession, para que no les castiguen el delito, que saben àn cometido, y que si se sabe, seran castigados, pareciendoles, que confessandolo con su ministro, se librarán de ello.

     (452) Y assi es muy bien, quando vienen de esta manera á confessarse, antes de llegar á el exercicio de la confession saber la materia, ó motiuo, que tienen para ir á hazer aquella confession, para que la prudencia de el ministro lo disponga de manera, que ni dexe de consolar, y receuir vna oueja perdida, ni tampoco exercite este Sacramento de fuerte que la ignorancia crassa, y malicia desta gente lo calumnie, pensando, que aunque sea publica la cosa, y de lo ordinario, que nulla potest tergiversatione caelari, con confessarla la haze secreta, tanto, que no se le puede tratar mas de ella. Destas cosas ay muchas, y no lo son los menos desconsuelos de los ministros por las calumnias de los mal intencionados, que nunca faltan en los beneficios, donde ay muchos, que son ordinariamente los que andan entre indios.



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5. Deificacion del tabaco y otras plantas y yerbas

     AY TAMBIEN OTRA YERBA, (453) á quien atribuyen deidad, que es el Tabaco, ó Tenechiete, que adereçan con cal atribuiendosela á esta yerba tambien, curan con ella el tabaco refregandole en las manos; y llamanlo «Pardo espiritado siete vezes aporreado», por las vezes que entre las manos le estregan, ó para vntarlo á los dolientes, ó para refregarlos con él: á el Tenegiete llaman el verde espiritado, que adereçan con cal, para dar fortaleza á la voca, teniendole como si fuera Angel de guarda de los Caminantes: no tienen estas yerbas el efecto que el ololiuqui y peiote de adiuinar bebiendoles.

     (454) Es digno de aduertir, que negros, y mulatos, y algunos Españoles, dexados de la mano de Dios, en cosas perdidas buscan indios, á quienes pagan, para que les descubran lo que faltó: y es muy ordinario en la gente de seruicio amenazar á los que sospechan les àn hurtado algunas cosas, con que harán, que beba vn indio, ó india Titzitl el peyote para saberlo, y de hecho lo hazen, incurriendo estos tales en censura del Sancto Officio, a quien está reseruada la absolucion, sigase, ó no se siga el effecto bueno ó malo, la qual no tienen los indios del Ordinario por ser incapaces de ella: es de las dichas dos bebidas la ordinaria, y mas venerada de los indios el ololiuhqui.

     (455) Otras yerbas ay, que en opinion destos tienen diuinidad, las quales solo ellos conocen: vssan de ellas negros, y mulatos principalmente vaqueros, que las traen en nominas, ó en las sillas, en que andan á cauallo porque no se las hallen; trainla para no ser offendidos de los toros, y torearles sin riesgo de ellos: y como quiera, que todos estos son del rebaño de los Curas de indios, es bien tener aduertencia de ello, para que todos tengan remedio, y medicina, segun el estado y esfera de cada qual.



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Capitulo XVI

De el conocimiento de los sacerdotes de los indios, y de los actos penitenciales que les hazian hazer



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1. Por accidentes o defectos corporales adquieren los «espiritados» la gracia de curar

     DESPUES DE AUER PUESTO (456) todas estas señales de idolatrias correspondientes á sus meses supersticiosos, y puestas ya estas yerbas instrumentos de sus embustes, es muy necessario poner algunas señales de los ministros destas ceremonias, y tener conocimiento por lo antiguo de lo que oy puede auer; pues si ay supersticiones idolatricas correspondientes á su antiguedad, tambien aurá executores de ella. Ya dixe atrás cap. 12, p. 1. cómo los Sacerdotes de los templos de los Dioses destos se llamavan Papahuaqui que quiere decir los Melenudos porque eran señal sacerdotal las melenas, ó coleta, que ellos vsavan, y se distinguian con esso de los demas de la plebe.

     (457) Fuera de estos auia en diferentes lugares otros, que eran Sacerdotes, y como ministros destos, llamavanse Tlamacazque. que es syncopa de Tlamaceucatzin, que es el penitente, porque se les hechaua de ver, que eran estos hombres penitentes, y espirituales (y por esso á las yerbas, ó instrumentos, que ellos tienen para sus embustes los llaman espiritados, como al piciete, ó tabaco, ó á otra qualquiera cosa, á que atribuian deidad llamandoles Tlamacazqui, esto es, el espiritado, el diuino). Estos, pues, eran diuinos, segregados de todos los demas hombres comunes, y de ordinario eran hombres viejos, y conocidos por el mechon de cabellos, que dexavan crecer largos en el cerebro, que tambien deuia de auer distincion de vnos y otros Sacerdotes, y conocerse en la diferencia de las coletas. Estas señales de vnos, y otros sola las podian vsar los Grandes Capitanes señalados con heroicos hechos, que se llamavan yiacauhque.

     (458) Las casas destos tenian todos obligacion de seruirlas, y varrerlas; para los menesteres de ellas acarreavan, agua y leña, y davan todo lo necessario: estos eran tan respectados, y venerados, que los tenian por diuinos, y adiuinos, que todo lo sabian, y lo veian todo: nombravanse con los nombres de aquellos primeros, que les enseñaron la astrologia, y sciencia diuina Cipactonal y Oxomoco; y assi se decian ellos Nixomoconihuehue nicicpacnitonal.

     (459) Estos eran los que ordenavan las penitencias de los particulares, que voluntariamente, ó por particular neccesidad querian hazer sus penitencias, y desenojar los Dioses: pues el Demonio no se contentaba con lo general de tantos sacrificios de hombres, sino que queria lo particular de cada vno; y no solo encaminavan estas penitencias á los que querian hazerlas, sino que tambien tenian mano, y authoridad quando les parecia por particulares fines, ó generales necessidades de la Republica, llamar á los que les parecia, para que hiziessen semejantes penitencias, y si les resistian los podian maltratar con vn palo, ó bordon, que vssayan, que devia de ser el baculo de su jurisdiccion; y si acaso los matavan con el tal palo, no auia raçon para pedirles cuenta de la muerte, ni auia quien hablasse, ni resistiesse á cosa de las que este genero de viejos mandavan, porque todo era tenido por diuino, y perteneciente á el culto de sus Dioses: y aunque estos no deben de vsar destas coletas por no ser tan conocidos, es muy factible, vsarán entre ellos de estas mismas authoridades, y priuilegios de dexarse seruir, y que les paguen, y sustenten, como es muy cierto, y oy ordinariamente son vnos indios mal encarados, y señalados de naturaleza, ó cojos, ó tuertos, y estos tales atribuien la eleccion de su Sacerdocio, ó la gracia, que tienen para curar á aquellos defectos que padecen, y señales que tienen; y dicen, que quando les faltó el ojo, ó la pierna se les dió aquella gracia.

     (460) Y no à muchos dias que vn ministro muy grande deste Arçobispado me dixo, que auia encontrado con vno, destos medicos, ó adiuinos, y que le mostró vna berruga grande, que le auia salido en vn pié, y dixo, que desde que le salió le auian dado la gracia de curar: y quando estos accidentes y defectos corporales los tienen desde el vientre de su madre, dicen, que de alli sacaron la gracia, que Dios les dió; otros, que no tienen defecto, dicen, que la eredaron de sus padres, y que en tal, ó tal enfermedad, que tuuieron se les comunicó como emos visto en lo antecedente.



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2. Peregrinaciones, actos penitenciales y ofrendas

     Y COMO QUIERA QUE OY EN DIA (461) vemos, que duran, estas estaciones, que hazen en los Serros y Lagunas, como dixe, en el cap. 2, p. 6, de la sierra neuada, no se pueden dexar de decir las circunstancias, que antiguamente, guardavan estos miserables en sus romerias, y actos penitenciales, para inquirir en las que. hazen oy á esta sierra neuada, ó en otras partes donde se hallan idolillos, ó se presume, que los ay, por señales, que se ven de candelas, copal, y comida, que estos tales llevan, y para ver si guardan el mesmo orden de los antiguos, assi ellos en obrar, como sus Sacerdotes Tlamacazqui en encaminarlos.

     (462) En la casa, donde vivia el viejo Sacerdote, estava vn patio, y en él vna piedra baja, que sentado en ella parecia estar como acá decimos en bajo: ellos dicen en cuclillas; y si oy lo vsan, ya que no sea en el patio de la casa, será en la cosina, donde está el fuego, porque en el patio donde se hazia esta ceremonia auia de estar á vn lado de el tal Tlamacazqui; auia de ser esta accion de noche.

     (463) Sentado pues en la piedra tenia en la mano vn gran tecomate de Tenexiete, que es el tabaco verde, mezclado con cal, y teniendo delante de sí al penitente, hora fuese el que voluntariamente vbiesse ido á pedirle el precepto y mandato de la penitencia para merecer en ella; hora fuese llamado por el dicho, Tlamacazqui y le hiziesse hazer aquel acto penitencial, haziale supplica, y señalavale el lugar, donde auia de ir á la adoracion de los idolos, á que adorase alli á el Dios llamado Tlalticpaqui, que era Dios de la tierra, y de ordinario era esto en las cumbres de los montes, y observavan esto, porque alli les cogiesse la salida del Sol, para offrecerle tambien en su Oriente con la noticia de su antigua fabula de la adoracion del Sol. Las palabras, con que le exortava á su peregrinacion, y viaje, sacadas del Mexicano, son como se siguen:

     Parte con prisa el que participa conmigo de el mismo vaso, el mas pequeño de mis hijos, mi vnico: no vaias jugando, no te detengas en vano, que te quedo esperando tomando el tabaco con cal, y con él hipando, y mirando lo que hazes en mi ausiencia (como si dixera prophetizando); cata aqui lo que te doy por comida, para que lleues.

     (464) Esto le decia, porque el viejo dava á el penitente alguna parte del tenexiete, que tenia en el tecomate, para que el Penitente se fuesse esforçando por el camino, y el viejo tambien le tomava en el patio, donde quedava esperando sentado junto á el fuego, que auia de auer alli (cosa que con facilidad será oy en la cosina junto á el fogon), y dicen que esto hazia por dormirse con la larga espera del penitente, porque esta estacion era siempre de noche. Y es de aduertir, que el dar el viejo el tenexiete á el Penitente, ó peregrino, era como darle vn Angel, que lo fuesse guardando, porque á esta yerba tambien le dan diuinidad, y despues de auerlo receuido, le dava un bordon, que lleuase, diciendole:

     Tomo tu bordon, en que vaias estrivando, y si en alguna parte encontrares tus tios, prestamente les meterás las manos en la voca; si son brujos, que te quieren burlar, meteles prestamente las manos en las vocas, que si no son brujos, sino Deidades monteses, que les conocerás, en que tienen las vocas babosas, y no te quieren dañar; pero si son brujos, ó Nahuales, conocerlos así en que tienen murallas de dientes: á los tales matalos, matalos á palos; y trae del lugar á donde vas, vna rama desgajada de algun arbol.

     (465) Era el tal viejo tan obedecido, y estimado por hombre diuino, que ninguno se atreuia (ni oy se atreuerá) á discrepar vn punto de lo que estos tales ordenan, y mandan, porque siempre les decian, y dicen, que los quedava y queda mirando, porque se llama Nixicomoconihuehue nicecpacnitonal, comparandose á los primeros inuentores de la sciencia de la adiuinacion vt supra, y tenian tan creido todos, que esto era assi, y que lo veia todo, y que no se le escapava cosa deste conocimiento, que hasta oy lo tienen creido los que los consultan oy, y tratan con los que enseñan estas materias: y es muy possible, que el Demonio para acreditarlos, y para que los consulten, les manifieste algunos successos, y cosas ausentes, que experimentadas por los peregrinos penitentes, fuera del concepto, que de ellos tienen de diuinidad, con la experiencia les hará tenerle mucho mayor con nuevo credito de su verdad, siendo todo mentira, y embelecço del Demonio, que con esto tienen por muy cierto lo que les dicen, de que si los animales, que encontrassen por el camino tuuiessen dientes, los tales eran brujos, que embidiosos de su penitencia, y buen exemplo salian á el camino á estorbarlo, é impedirselo, para que no lo consiguiesse, por lo qual el viejo mandava á el peregrino penitente á los tales matasse, y prosiguiesse su viaje. Con esto determinava irse, y haziendole vna gran reuerencia se despedia, y deciale:

     (466) «Sea muy en hora buena, mi Superior, y gran Señor»; con esto se iva muy satisfecho de que si moria en la demanda, iva tan bien empleado, como si fuesse martyrio; preueniase tambien de la offrenda, que auia de lleuar á el Dios, á quien iva á pedir el remedio de la necessidad, que padecia, que ordinariamente eran hijos, hazienda, larga vida, y salud: la offrenda era el copal, incensio desta tierra, y vnas madejas de hilo gruesso de algodon mal hilado, de que se haze el pauilo, ó algún paño mal texido deste genero, de hilo, que por esto lo llaman Poton, que quiere decir poco, ó mal torcido; y el hauerse hallado oy, y hallarse de ordinario en la sierra neuada, y en otros serros estos géneros de offrendas, y algunas candelas, es señal manifiesta de que hasta oy dura esta penitencia, y reuerencia á sus idolos; y mas segun tengo noticia, como referí en el cap. 3. p. 5. que en muchas partes se hallan de continuo en los serros, donde si no vbiere idolo descubierto, lo abrá occulto, y enterrado.

     (467) Acompañava la offrenda vn genero de papel, en que iva embuelta, que llaman Quauhamatl, que es vn papel blanco como lienço, que hazen en el pueblo de Tepustlan de vna corteza de arbol blando, el qual genero de papel seruia con el algodon como para que del se vistiesse el Dios, á quien se hazia la offrenda, y en negando á el lugar, donde iva destinado, y encaminado, ante el idolo, ó monton de piedras, que llaman Teolocholli, puesta la offrenda, se sacrificava él mismo derramando su sangre; lleuava vn punson, ó vrasita de caña muy aguda, con que se sangraua de las orejas en las partes, donde las mugeres se ponen los sarcillos, y derramando la sangre la echava en vnos vasitos, que hazian de piedra á modo de saleros; de tal manera quedavan las orejas rotas, que quando viejos tenian vnos ahujeros, que parecian anillos; sangravanse tambien de la barba, debajo del labio, y otros en las espinillas conforme á las ceremonias del mes tercero y quarto, del Kalendario primero, ó el quarto y quinto del segundo.

     (468) Puede ser en aquellos meses hiziessen esta estacion: en acabandose de sangrar se adormecian, y les dava como vn extasis, y en el transportamiento, ó desmayo de la sangre, o cansancio del camino, se les antojava que les hablaua el Dios a quien se iba á offrendar, ó el idolo á quien hazian aquella penitencia; y en voluiendo en sí se desgajava vna rama del arbol, que le era mas proprio de aquella tierra, y lugar donde auia ido, para señal de su llegada, y para satisfacer á el Tlamacazqui, que lo auia embiado: llamavan á esta rama Tlapoztec acxoiatl, nescaiotl, desgajada rama del testimonio; nombravanla con el nombre de acxoiatl, que son las palmillas, ó ramas primiciales de los arboles, que se offrecian el quarto y quinto mes á sus Dioses, enramandoles con ellas, para significar la consagracion y bendicion de aquella señal, ó porque alli abria estas palmillas, ó ramos de los que otros lleuavan: con esta vuelta, satisfaccion, y palabras antojadas de su idolo, ó dictadas del Demonio, que era el que gozava este sacrificio, y penitencia tan aspera, quedavan muy seguros de conseguir todo lo que auian pedido, como lo estaran los desdichados, que oy hazen estas estaciones, y penitencias, cuias señales se hallan oy en las sierras, y serros remotos, y si se consagran, no será en partes tan publicas como lo hazian en su gentilidad, por no ser conocidos, sino en otras partes, en que no sean conocidos, y se siga el mismo effecto de derramar sangre, y offrescerla á el Demonio.



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3. Los penitentes del agua

     PARA QUE SE VEAN LOS VARIOS MODOS, (469) con que el Demonio se dexava adorar, y seruir de estos miserables, que con justa raçon se puede rezelar, que lo vssan oy muchos, y muchas cosas destas. Tenian los que viuian en las orillas de los Rios sus modos de penitencia, que hazian en el agua; llamavanse estos Aiahualco tlamaceuhque, penitentes del agua: estos, pues, receuian la bendicion (como nosotros decimos) del tal viejo tlamacazqui, para que con su orden se hiziesse la penitencia en el Rio, señalandoles el lugar; ivase el rio arriba, el que iva á la penitencia, por la orilla con vn calabaso, que es el instrumento para nadar, hasta el remansero remolino, que se le señaló, y la señal de su buen successo, y dicha en la penitencia era mostrarsele alli un Lagarto, ó Cocodrillo, ó Caiman, que llaman el Lagarto de la rodela, que tiene quatro cabezas, que ellos llaman en su lengua Aquezpal, chimallin, nauhcampa tzontecome.

     (470) Y assi como el penitente le veia, saltava sobre su cabeza, ó cuello, y él davale algunas vueltas en redondo en el remolino del agua, ó remanso, y descabulliase luego, quedando el penitente sobre el agua con su calabaso, y proseguia rio á bajo hasta llegar á el pueblo, ó lugar de donde auia salido para la dicha estacion, sin que rezelase el daño, que le podia hazer el Caiman, ó otro alguno, ni le atemorizase la obscuridad de la noche, ni le hiziesse daño la frialdad del agua, aunque fuesse muy larga la estacion, que se le auia señalado, juzgandolo todo poco, por parecerle que era para alcanzar las mercedes, que pretendia de sus Dioses, á quienes auia encaminado su penitencia; y si acasso no se le mostrava el caiman, proseguia su viaje con su calabaso, y también iva á dar cuenta á el Sacerdote de lo succedido; acerca desta materia, y demostraciones deste caiman, no ay que dudar, que oy en dia lo obre el Demonio todo, para no perder el dominio, que tuvo sobre estos miserables generalmente, queriendo conservarlo oy en particular con algunos; pues no es dudable aya algunos destos oy, que llaman Tlamaceuhques; auiso es vtil el de estas supersticiones, para descubrirlo el Ministro con su cuidado, y buen zelo.

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4. Invocaciones supersticiosas a los dioses

     FUERA DESTAS ESTACIONES PENITENCIALES (471) que esto tenian con orden de los Sacerdotes, tenian vnas inuocaciones como itinerario para caminar, y librarse de enemigos, y ladrones, cosa que oy en dia vsan algunos, principales quando lleuan dineros, ó cosas de precio que les pueden robar: preuienense con ellas para pelear, y con tal satisfaccion, que pueden muy bien matar á otro, ó otros con esto, y de que se librarán tambien de la muerte aunque los prenda la justicia: la preuencion para esto es lleuar vn muy buen garrote, ó, bordon, el qual conjuran con las palabras siguientes:

     Yo mismo, el Dios Quetzalcoatl, culebra con cresta; yo el Dios llamado, Matl (que es lo mismo que el Dios de las manos, el Dios de las obras); yo que soy la misma guerra, y hago burla de todo, que ni temo, ni debo, ahora à de ser ello, que è de burlarme de mis hermanos (dicelo por sus enemigos, como baldonandolos), que son de mi misma, naturaleza; venid, y juntaos conmigo los Dioses peloteros, y guerreros, los que juntamente dais golpes, que ya, vienen mis hermanos, mis semejantes en la naturaleza (dicelo por sus enemigos, y por la fragilidad de la naturaleza) que vienen con sangre y color (para significar su poca fortaleza).

     Pero yo soy como sin sangre ni carne (como si dexara, soy insensible) y traigo conmigo a el Sacerdote, y al tiempo, y al calor del verano (dicelo por el garrote, que trae consigo); traigo á el Sacerdote, vnica muerte, vn pedernal que antes de otra cosa se à de teñir de sangre, que de antubion se à de teñir la piedra, se à de embriagar (dicelo por el efecto del garrote de matar, y derramar sangre), y la tierra juntamente conmigo, y con mis armas (porque se ensangrienta de la pelea).(31) Para este efecto traigo mis manos, y mi cuerpo insensible para no sentir los daños, ó burlas, que me hizieren mis hermanos hombres como yo, que no es possible, que me hieran, ni offendan á mi, que soy el Dios Quetzalcoatl, y que nada me puede hazer mpression; yo soy el Sacerdote, la misma guerra, para quien todo es burla, y rissa (finge hallarse en la batalla). Ea, que vienen mis hermanos hombres como yo, y trae vno de ellos vn ramillete ó plumero de rosas, que sea tu respiracion; trae su sacudidor de algodon, y su ouillo de hilo para offenderme (todo esto es por apocar las armas de el contrario). Venid pues, estruendo de gente; venid, Dioses pedreros, peloteros, y guerreros, que juntamente herís, y golpeais (dice esto por los instrumentos de palos, y otros con que sus enemigos vienen contra él). Venid Sacerdotes, idolos los de el oriente, y occidente, de donde quiera que estais; venid animales y aues, que os inuoco, que ahora à de ser ello.

     (472) A inuocado contra sí todas aquellas cosas, que le pueden dañar, para mostrar mas su valor, auiendo envilescido las armas de los contrarios y tenidolas tan en poco, como si fueran de flores ó de algodon: y ahora inuoca en su favor sus buenas suertes, y fortunas para assegurar, que à de vencer, y prosigue desta suerte:      Ven tú Conejo, que estás en pie, y ponte voca arriba, que estás hecho de yerbas (aqui inuoca á el Dios de las suertes Ixquitecatl á quien pertenece el conejo ce Tochin).(32) Ven tú calor, ó tiempo de verano (aqui inuoca á el Dios Tonacateuctli, que es el Dios del calor, vno de los de los signos en la quarta casa), aduierte que le às de ensangrentar, y teñir (vuelve á los enemigos, y diceles): Apuntad á las espinillas, no erreis el golpe: ea pedernal Ce Tecpatl, que te ás de teñir, y ensangrentar (aqui inuoca á el Dios Huitzilopochtli, á quien pertenece este signo, y es dichoso, y acaba diciendo): Ea, que suena ya el estruendo de gente en mi fauor.

     (478) Pareciendoles, que con esto no auia otro fauor ni auxilio para resistir á los enemigos; y es la invocacion mas llena de supersticiones, que puede auer. La è puesto, porque ya que generalmente no lo vssen, abrá algunos, que con este estilo aunque rudamente, digan algo destas inuocaciones, quando se vean en estos peligros, aduirtiendoselo el Demonio, para que se oluiden de Dios, y no le llamen en estos casos.

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Capitulo XVII

En que comiença a tratar de el exercicio de todas estas cosas para mayor conocimiento, y experiencia de las idolatrias, de los medicos, de las parteras, y restitucion de el hado



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1. Invocaciones y conjuros de las parteras antes del parto

     DESPUES DE PUESTA LA RELACION DADA (474) de todas las cosas sobredichas como fundamentos sobre que se fundan todas quantas idolatrias supersticiosas vssan oy, es ya necessario ajustarlas á el exercicio, que en particular tienen de ellas; y como quiera que todas se ordenan á la vida humana del hombre, desde que nace hasta que muere, y á los exercicios, en que se occupan, para passarla, y á los accidentes, que le sobrevienen á su salud, para todo tienen sus particulares inuocaciones; y porque primero es nacer, quiero començar por lo que las parteras vssan con los niños quando nacen, que tambien se comprehenden debajo del nombre Titzitl, de que emos dicho en diferentes partes.

     (475) Aunque estos pueden ser hombres, y mugeres, como emos visto, con todo, el officio de partera en todas las naciones del mundo solo compete á las mugeres, y en esta nacion aunque se llamen Titzitles, ó Tepalehuianime, mas propriamente se llaman Temichihuitiani, que en nuestra lengua castellana: las que hazen parir; éstas, pues, quando àn de executar su officio se conjuran los dedos, con que àn de obrar, la tierra donde à de caer la criatura: el agua, con que se à de lavar; el fuego con que se à de alumbrar, ó ante quien à de parir, como se à dicho en partes diuersas; el copal con que se à de sahumar; las yerbas de que se à de vsar; y la xicara, con que se à de lauar; es esto en la manera siguiente: habla primero con sus dedos, y con la tierra.

     Aiudad aqui los cinco solares, ó los de los cinco hados, que son los dedos; y tú mi madre, vn conejo voca arriba, aqui às de dar principio á vn verde dolor: veamos quién es la persona tan poderosa que ya nos viene destruiendo.

     (476) Llama á la tierra vn conejo voca arriba á distincion de aquel conejo, que es entendido con los signos de los siglos por la region del aire, por ser el conejo de grande oido, que tiene dependencia con el aire, en quien se causa el sonido, ó por la ligereza, ó porque se deriva deste verbo toca, que significa caminar, ó correr el viento, y assi se llama Tochin, y para la distincion, y que signifique la tierra, le llama conejo voca arriba. Los dedos son los cinco solares, ó cinco hados; y el verde dolor es el trabajo del parir, porque á todos los dolores de enfermedades significan con este modo de decir: el verde dolor, el pardo dolor, el amarillo dolor. Conjura luego el piciete assi:

     Ea, ven el nueve vezes golpeado; ea, ya hechemos de aqui á el amarillo dolor, á el verde dolor.

     (477) Llama á el piciete nueue vezes, golpeado, porque tantas le estrujan en las manos para auer de vssar del, y con esto pone á parir á su preñada junto á el fogon sobre las esteras, y pajas, que dixe, cap. 2. p. 4, y auiendose preuenido de estar junto á el fogon por el buen successo del parto, se preuiene del copal, por si fuere necessario sahumar, ó de otra yerba, que llaman el iautli, que el castellano llama yerbanis. Prosigue:

     Nueve vezes aporreado, mi Padre las quatro Cañas, que echan llamas con cabellos Rubios; muger blanca; amarillo espiritado.

     (478) Llama al fuego mi Padre las quatro cañas. Padre por el nombre, que ordinariamente le dan; las quatro cañas, le dice, porque todas vezes, que el signo Acatl cauia en numero de quatro, hazian fiesta al fuego, y lo sacavan nueuo, fuera de las vezes, que por obligacion de sus fiestas le sacavan, y celebravan; tambien por las quatro cañas, ó leños, con que se enciende; por las quatro salidas del Sol. La muger blanca es por methaphora el copal; y el yautli, ó yerbaniz es el amarillo espiritado. Estos generos preparados para el tiempo del parto, pone á parir á su preñada. Otras vezes vsan otros otro conjuro, y es coger el piciete, y, estrujarlo nueue vezes por lo menos en la mano, y vntar con él el vientre de la passiente, y principalmente en la parte donde está la criatura, diciendo las palabras siguientes:

     Ea, ven el nueue vezes golpeado, el nueue vezes aporreado; y vosotras Diosas Quato, y Caxoch(33), venid á facilitar este parto abriendo la fuente; y vosotros espiritados, los de los cinco hados, y que mirais tados asia vna parte, para que cojamos, é impidamos á quien quiera que es el que causa este daño, que ya quiere de todo punto destruir á la hija de los Dioses.

     (479) Y si acaso el parto es dificultoso, y se detiene como cosa natural, andan inquiriendo la causa; y aunque es remedio general, y aprobado por los médicos la cola de vn animalejo, que llaman el Tlaquatzin, que se aplica bebida assi para este efecto, porque es aperitiua de las vias, como para los enfermos de la orina, no por esso dexan las tales parteras, que haga el efecto por sí, y comunique la virtud, que Dios le dió, sino, que la conjuran, y le dan su inuocacion para atribuir el effecto, que hiziere, y buen successo, que huuiere, á sus Dioses: y assi dicen invocandolo estas siguientes palabras:

     Ea, ven acá el negro espiritado, ve á sacar la criatura, conque ya está fatigada la hija de los Dioses. Ven acá tú Diosa Quato, y tú Diosa Caxoch.

     (480) Si acaso esto no aprouecha, vsan de sortilegio para ver qual sea la causa, de que se detenga el parto, y muy de ordinario juzgan esto no echandolo á la mejor parte, sino á la peor, cargando á la pobre paciente, que ella es causa de no poder parir, porque debió de ser adultera, y vsan de vn remedio bien torpe, que solo lo pongo, para que aya conocimiento del, assi para el fuero exterior, quando conuenga examinar algun delito destas parteras; como para el fuero penitencial, para que si se accusaren deste peccado, y procuraren rebosarlo, sabiendolo el Ministro, conocerá facilmente lo que quieren decir. Es el remedio mandar las parteras á las que están de parto, quando reconocen esta miseria, que su misma saliba entre intra vas, para que sirua de remedio, y quite el impedimento causado por el delito, que dicen, cometió. Al fin el juizio de la detencion de el parto, y el remedio es, como quien lo haze todo por medio de sus Ministros, que es el Demonio.



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2. Conjuros y ceremonias despues del alumbramiento

     AUIENDO, PUES, PARIDO LA PACIENTE, (481) entra luego la supersticion del parto; y como lo primero que hazen las parteras es lauar la criatura, piensan, que es lo primero, y mas principal, que goza, el agua, á quien le attribuien, que la criatura tenga vida; y assi conjuran, é invocan el agua, con que se à de lavar, y la xicara, que assi se llama el vaso, en que àn de echar el agua, y dicen:

     Ea, ven acá tú mi preciosa Xicara, y tambien tú la que tienes por sayas piedras preciosas (dicelo por el agua), que ya es llegada la hora, quando, aqui as de labar, y limpiar á el que tubo vida por tí, y nació en tus manos.

     (482) Despues de echas estas ceremonias, que son concomitantes, á el parto, y nacimiento de las escrituras; á el quarto dia hazen las ceremonias, que dixe en el Cap. 2. p. 4, y el cap. 3. p. 4, en donde, aunque pude explicar mas, y dar raçon, por qué vsaban del fuego, y del agua á el quarto dia, de industria lo dexé hasta qué huuiesse tratado de la fabula de el sol en el cap. 12, p. 1, á que me refiero: y aun pienso, que el dar estos indios á los recien nacidos por baptismo el passarlos por el fuego, tiene su origen, y fundamento mas en historia verdadera, que en fábula. Philon judio, en el libro Blibicarum antiquitatum, dice: que de aquellos primeros hombres, que despues del dilubio trataron de edificar la torre de Babilonia, á quienes Dios diuidió con la confusion de las lenguas, que les dió, muchos dellos, dieron en considerar los mouimientos de las estrellas, de donde vinieron los pronosticos, y adiuinaciones, que se án vsado, y oy se vsan, y de donde se començó la adoracion, y veneracion del fuego; sus palabras son estas: Tunc caeperunt hi, qui habitabant in terra inspicere in astra, et inchoauerunt ex his imaginari, et diuinationes facere, et filios, et filias trajicere per ignem.

     (483) Y que de aqui començó la adoracion del fuego(34), y se deriuó á todas las naciones del mundo, que lo tuuieron, y tienen por Dios: y tan de atras, que fue en el principio de la segunda edad del mundo, desde el tiempo del Patriarcha Habraham, que tenian los Caldeos, adorando por Dios á el fuego, como lo afirma Lira sobre el cap. 11 del Genesis, y el Abulense quaestione 20; y cuenta, que Thare, Padre de Habraham, era idolatra del fuego, y accusó acaso á su hijo Habraham delante de el Nemrod, de que su hijo no queria adorar el fuego como lo hazian los Caldeos por precepto suyo, y que por esto fué echado Abraham en el fuego; y que su hermano Aram, que estava presente, decia en su coraçon: si mi hermano saliere libre, seguiré su religion, y adoraré su Dios, donde el fuego será mi Dios, como lo es de todos los demas. Entró Habraham en el fuego, y salió libre por virtud diuina; entonces Aram confessó á el Dios verdadero, y por mandado de Nemrod fue echado en el fuego, y por no tener la feé, que tuvo su hermano Habraham, no salió libre del fuego; assi lo dice Lira, y puede confirmarse con el Lugar de Esdras 2. cap. 9. Tu es Deus, qui eduxisti Abraham, de igne Chaldaeorum.

     (484) Y aunque algunos niegan esta opinion, porque dicen, que quando dice la Escriptura de la salida de Habraham, y de Lot de los Chaldeos: Eduxit eos de vr Chaldaeorum, ut irent in terram Chanaam, que vr no significa fuego, sino vn lugar de los Chaldeos llamado assi; pero signifique vr, el fuego, ó el lugar, lo cierto es, que Habraham fué echado en el fuego, por no quererle adorar por Dios, y de él salió libre por virtud diuina, como lo siente San Augustin en el libro de Ciuitate Dei 16. cap. 15. y en la question. 25. super Genesin; y San Geronimo en las questiones hebreas dice: Vera est igitur illa Hebreorum, traditio, quod Abraham Babiloniae vallatus incendio, quia illud adorare nolebat Dei sit auxilio liberatus; que tan antigua como esto es la adoracion del fuego.

     (485) Y es euidente conjetura, que no padece duda, que segun las palabras de Philon, aquel primer hombre, que estos llamaron Cipactonal, y su muger Oxomoco, que les enseñaron el conocimiento de las estrellas, tambien les enseñaron la veneracion, y adoracion del fuego, y á passar por él á sus hijos á modo de baptismo; y que por esso lo vsan estos, y llaman á esta accion Tlèquiquiztilistli, que es el baptismo, que ellos tenian en su gentilidad; y oy vsan en el abuso de sus supersticiones: y el ser esta accion á el quarto dia del nacimiento, y quatro vezes, es como el fundamento de la fabula del Sol, en que tambien se funda el lauarlos á el mismo quarto dia, por la ficcion del hombre purificado en el fuego, y despues lauado en el estanque del agua; y sobre todo esto, la accion de Huitziton en el sacar el fuego de los palillos, à sido el fundamento de su gran veneracion, y ceremonia de sacarlo nueuo en los dias arriba dichos, y tropesadero tan grande, que en él tienen.



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3. Cura de las enfermedades de los recien nacidos

     TRATADO YA DEL NACIMIENTO (486) de vna criatura, como es contingente el enfermar, me pareció tratar aqui de las enfermedades, que les vienen á los niños no conocidas, que siempre con su ignorancia attribuien estos no á causa natural, sino á supersticiosa: como los medicos muy scientificos en la cura de los niños proceden las mas vezes con algunas conjeturas, que pueden indicar la enfermedad, por no poder el niño manifestar el dolor, ni dónde le padece, quando es secreto el achaque, en que no se puede acertar tan bien, como en las publicas, y conocidas enfermedades de Birguelas, y de otras, que facilmente se manifiestan, y en que no es muy dificil en el bueno, y scientifico Medico acertar la cura.

     (487) Los indios, pues, en las enfermedades secretas, que padecen los niños, despues de auer reducido esta cura á la consulta de los sortilegios assi de manos, como de maises, y á otras, de que diré en el capitulo siguiente, vienen á parar, en que el hado, la fortuna, ó la estrella del niño le à desamparado, explicando estos tres vocablos con este solo Tonalli; y assentado, que la enfermedad es falta de Tonalli, esto es, de hado, estrella, ó fortuna, trata luego el Titzitl hombre, o muger, de que si no le restituien á el niño enfermo su Tonal, no podrá sanar; llamanse estos tales Tetonaltique, los que restituien el hado y fortuna; y encareciendo mucho la cura, y echando muchas de sus suertes, por vltimo vsan del sortilegio del agua, y estos tales se llaman Atlantlachixque, que quiere decir: Sahorines, que adiuinan mirando en el agua; para hazer este sortilegio conjuran el agua primero, en que se à de hazer el conocimiento de la enfermedad, diciendo:

     Ea ya ven mi Madre piedra preciosa, la de las nahuas, y Huipil de piedras preciosas, la de las nahuas, y Huipil verde, la blanca muger: veamosle á este cuitado niño si padece por auerle desamparado su hado, su estrella, ó su fortuna.

     (488) Hecho este conjuro ponen á el niño de rostro sobre el agua, y si en ella ven el rostro del niño obscuro como cubierto con alguna sombra obscura, juzgan por cierto el ausiencia del hado, y fortuna, y la contrariedad de la estrella; y si el rostro del niño parece claro, y sin alguna sombra, dicen, que no es mal de importancia, y solo lo sahuman sin curarlo: accion es esta en que puede auer de parte del Medico muy gran malicia; pues no abrá mas juizio en esta enfermedad, que la que él quisiere dar; pues poniendo el niño, contra la luz tendrá el rostro obscuro, y con sombras; y puesto á la luz le tendrá claro, y sin ellas, de manera, que conforme quisiere el Titzitl estará, ó claro, ó obscuro el rostro de la criatura.

     (489) Pero muchas vezes el Demonio como inuocado implicitamente en el conjuro de el agua vsa de las que sabe, y hazer parecer el rostro diferente de lo que es; pues aunque no sea con cuidado, y malicia del Medico, por la suia haze, que paresca el rostro obscuro, para lleuar adelante sus engaños, y que se oluiden sus antiguas supersticiones idolatricas, acordandoles los dias aziagos, que eran los cinco, que sobravan cada año llamados Nenontemi, y que en los dias del año, y mes auia otros de signos contrarios.

     (490) Y para gozar de nuevas inuocaciones, y nueuo culto en la restitucion del hado haze, que parescan sombras, aunque no las aya, persuadiendoles á el Oquicauhitonal, que es decir, lo desamparó su estrella, hado, ó fortuna, para que traten luego de la reconciliacion y restitucion del hado, que acostumbran hazer con el modo, y ceremonias siguientes.





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4. Restitucion del hado o fortuna a los niños

     LA CURA, Ó RESTITUCION DEL HADO (491) es de lo mas supersticioso, que se puede hallar, porque enuuelue en sí todos los fundamentos, que emos dicho de los dias del año, y puede ser en dos maneras. La vna reconociendo, no ser mucho el mal de la criatura, ni mucha la falta de la estrella; la otra es, quando se reconoce, ser mucha la falta de ella, y la mala fortuna, que esta causa en la criatura, y por el consiguiente mucha enfermedad.

     (492) En la primera manera no es tan difficil la restitucion deste hado, y reconciliacion del, porque con sahumar la criatura les parece, que basta (como en las enfermedades de los niños, los Medicos no alcançando, de qué procedan, dicen, ser mal ojo, y las curan con sahumerios, y santiguos), y assi tratan estos Medicos supersticiosos de sahumar la criatura; y como lo ordinario es con copal que es el incensio desta tierra, conjuran primero el fuego, el humo, y el copal diciendo:

     Ea, ya ven, anciano, y anciana (entiendelo por el fuego, y el humo), ven á templar la axorca y esmeralda (entiendelo por el niño), como no sé que tiene, que ya quiere quebrar, y hazer pedaços; ea ya muger blanca (entiende aqui el copal), tiempla ya esta axorca, y esta esmeralda, y piedra preciosa; ea ya venid vosotros, bostesos del sueño, verdes y amarillos.

     (493) Llamanlos verdes, y amarillos, porque siempre piensan, que en ellos sale el mal de la criatura, y con esto queda restituido el hado, que llaman su Tonal, y que queda perfectamente sana. La otra cura, como tienen por cierto, que es mayor el mal, y la falta del hado, tienenla por mas difficultosa, y assi es mas difficil, el conjuro; porque en él vsan tal vez del fuego, otras del piciete, ó tenexiete conjurandolo todo.

     (494) Tienen á el agua por el principal ingrediente de esta accion, porque le attribuien el nacimiento de la criatura, pareciendoles, que es lo primero, que toca á el cuerpo porque en naciendo le lleuan con ella, y quitan la sangre, que sacó del vientre de su Madre; saludan á la tierra por auer caido en ella quando nació; y es de aduertir, que en la falta del hado por auer causado enfermedad á el niño, ó niña, lo nombran con los epitetos, que á los accidentes de los dolores, llamandolos vnas vezes el verde dolor, el blanco dolor, y el amarillo dolor; y assi llaman á el hado, que faltó con estos colores diciendo desta manera:

     (Habla con el agua). Ea, ya ven en mi ayuda, mi madre la de la saya de piedras, muger blanca.

     (Supone la falta del hado, y habla con él). Y tú, hado pardo, hado blanco, qué os detiene? Es el estorbo blanco, ó amarillo? que ya vengo á poner aqui el amarillo conjurado (el piciete y el agua), y el blanco conjurado.

     Yo en persona è venido á esto (dicelo por la aplicacion de la medicina), el Sacerdote Principe de encantos: ya te compuse, ya te dí vida.

     Y tú mi Madre la de la saya estrellada (inuoca la via Lactea, que es la Diosa de la saya estrellada.), á el que hisiste, y á el que diste vida, y yo tambien, te le muestras contraria, y te vuelues contra él?

     (Endereça su platica á el hado). Hado aduerso, y estrella obscura, en la grandeza de las aguas y en su, anchura te depositaré (idest la mar); yo lo digo en persona, el Sacerdote, el Principe de los encantos.

     Ea, ya ven, mi madre la de saya, de piedras preciosas; ea, ya camina, ve á buscar al espiritado reluciente (el hado en alguna de las qua... casas dedicadas á los quatro Dioses, que el tercero es Tonatiuh, que es dichoso), y que habita la casa de la luz, para que sepamos, qué Dios, ó qué poderoso destruie ya, y vuelve en polbo, á aqueste desdichado.

     Verde enfermedad, verdinegra enfermedad, parte de aqui asia qualquiera parte (destierra el hado infortuno), y consumete como quisieres; tú espiritado resplandeciente (habla con el fuego), lo às de limpiar, y purificar.

     (Procura por bien atraer el hado). Y tú, verde hado, y amarillo, que às andado como desterrado por serranias, y desiertos, ven, que te busco, y te hecho menos, y te desseo.

     (Habla á el Piciete). Y tú, nueue vezes aporreado, nueue vezes estrujado, mira no te aberguences caiendo en falta.

     Ea, ya ven, mi madre la de la saya de piedras preciosas (todo esto es llamar la dicha destos signos, y á los Dioses á quienes pertenecen), vna agua, dos cañas, vn conejo, dos conejos, vn venado, dos venados, vn pedernal, dos pedernales, vn caiman, dos caimanes.

     Ola, mi madre la de la saya preciosa (habla con el agua, para que le traiga á la deidad del a... que son los ...os de ella), en qué estás diuertida, y ociosa? lleua á lauar, y limpiar á mi encomendado; vele á poner en algun ojo, ó remanso de agua, ó en algun manantial principe de la tierra.

     Yo en persona vine á esto, el furioso, el que hago estruendo, el que no tiene á quien respectar (acredita su poder, y ser como el mas poderoso); soy á quien tiemblan, y obedecen hasta los palos y las piedras; atadme aquí, que soy tanto como otro. Pues veamos ahora, que Dios, ó qual poderoso quiere ya destruir á el hijo de las Diosas. y á el hijo de los Dioses.

     Venido è á buscarle su Tonal, su fortuna, su hado y su estrella, qualquiera que se fuere; dónde abrá ido, dónde se detiene, á dónde á las nueve vezes? (los numeros de nueue son de la Diosa de los amores, y dice que se fué á quedar allá); á dónde á las nueve juntas? ó emparejamientos se fué á quedar? donde quiera que esté, le llamo, y le è de traer, porque às de sanar, y limpiar este coraçon, y esta cabeza.

     (495) Acabado este conjuro diabolico, en que án rebuelto todos los signos de los dias, y sus malas, ó buenas fortunas, é inuocado los Dioses, á quienes pertenecen, dicen, que ya les restituieron el hado á la criatura, y toman en la voca vna poca de agua, que tantas vezes àn conjurado como principal ingrediente desta restitución, y se la ponen en la mollera á la criatura; y auiendose puesto rostro á rostro con ella, la rozian con la que quedó en la boca (de la criatura) y assombrandola con el rozio, dicen que en aquel estremesido, que entonzes dá, reciue su ado; y poniendosela tambien en las espaldillas dicen, que ya con esto están buenas las criaturas de el mal, que padecian, y restituidas á su hado, fortuna, ó estrella; y para verificarlo ponen la criatura sobre el agua de manera, que el rostro muestre estar claro en ella, poniendolo á la luz, ó quando no, el Demonio, para engañarlos, lo haze, que paresca assi el rostro. Y para ver qual signo les cabe en su hado, y si es fauorable, ó no, vsan de los embustes de los sortilegios, de manos, ó maises, como veremos en el siguiente capitulo.

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Capitulo XVIII

De los sortilegios de manos, y de otros modos, que vsan los indios supersticiosos



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1. Sortilegios para consultar las enfermedades

     DEL CAPITULO PASSADO (496) se puede colegir la necesidad, que ay de tratar en este de los embusteros sortilegos para mejor conocerlos, y atajar sus engaños. Este vocablo, ó nombre suerte, segun Varron, significa bien, y significa mal; puede ser receuido, por buena, y por mala accion, y en quanto á la buena significacion vsa á cada passo la Escriptura de suertes, como consta del Leuitico, cap. 16. nº 8.

     (497) No hay salud, dice Augustino, sin nuestro Salvador, que es nuestra verdadera salud, ni hay prudencia, que sea verdadera prudencia, que no se funde en Christo Señor Nuestro, que es la verdadera Sabiduria: y assi el que quissiere ser sabio, ó sanar consultando á los adiuinos, á los Magicos, á los Demonios y á los idolos nunca sanará, siempre estará enfermo; nunca será prudente, siempre será nescio: siempre adolescerá la continua enfermedad, y siempre estará en vna nescia locura; y assi el que busca salud sin Dios no puede hallarla, pues mas será su vida muerte, que vida.

     (498) Todos los sortilegios destos desdichados embusteros se encaminan á consultar las enfermedades, de dónde proceden, quién las causa, si son mortales, si será bréue la muerte del enfermo; y lo mismo hazen sobre cosas perdidas, y para otras cosas que los mismos conjuros irán manifestando. Vsan destos sortilegios con obras de manos, y suertes de piedresillas, y maises en seco, ó en el agua con las mismas suertes, y valiendose del peyote y ololiuhqui, yerbas, de que tenemos dicho algo.



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2. Aplicacion de la medida del palmo para diagnosticar las enfermedades

     AUNQUE ES VERDAD, (499) que ay algunos experimentados en la inquisicion de los sortilegios de las manos solo, que dicen, que se aplican á todos casos, indistintamente á cosas hurtadas, ó perdidas, mas considerando que el vso deste sortilegio es medir con el palmo de la mano, para hazer el juizio, mal se podrá juzgar, y hazer juizio por sola la medida del palmo, mientras no vbiere otro ingrediente: y assi tengo por cierto, que para todas las enfermedades se puede aplicar este genero de sortilegio, y si acaso lo estienden á mas, es en todo embuste y falacia, como lo es lo principal; pues todo se funda en la relacion, que los enfermos les hazen de la causa, que tuuieron, para enfermar, ó la pessadumbre, que antecedió, ó con el amigo, ó enemigo, compadre ó conocido, declarado el lugar, donde començó su enfermedad, y auiendo tenido esta maliciosa platica bien affectada en el sortilego, que la oye, para juzgar por ella, y hazer caso diuino, y de sciencia reuelada, lo que quizás no fué assi quando lo imaginó el paciente, y si lo contó el Demonio quiere borrarlo de la memoria el auerlo referido á el Medico, para que assiente mejor su engaño pactionado con él, mediante los conjuros, que le haze y de que vsa.

     (500) Puesto pues á la orden, y compuesta la tilma, si es varon el Medico ó sortilego, y si muger el huipil, como si vbiera de executar algun negocio muy arduo, y difficultoso, coge luego con la mano derecha el Tenexiete, que es lo mismo que el piciete, mezclado con cal, y poniendole en la palma de la mano izquierda, alli lo deshaze, y estruja con el dedo pulgar de la mano derecha, y luego se refriega las dos palmas de las manos con el tenexiete, que auia puesto en la vna, y comiença su conjuro, obrando de manos en esta forma:

     Socorre, que ya es tiempo, tú el espiritado (dicelo por el piciete) nueve vezes aporreado, y nueve vezes golpeado, ó nueve vezes estrujado entre las manos, verde Espiritado.

     Y tú, Padre mio, hijo de la via lactea mi madre (Citlatlicue), conejo voca arriba, que eres resplandeciente espejo, que está humeando (la tierra por los vapores.), aduierto os, que ninguno falte a su obligacion; ninguno resongando resista, que ya beso los cinco solares (los dedos), que truje para su efecto.

     Aqui besa los dos dedos pulgares puestos en Cruz. Juntas las manos, como quando resan, y prosigue.

     Ea, ya venid acá mis hermanos los cinco solares, que todos mirais, ó teneis rostros asia vn lado (dicelo por los dedos, que están juntos en vna parte), y os rematais en conchas de perlas (por las vñas), venid, y requerid á nuestro encantado espejo.

     Aqui comiença á medir el braço izquierdo del enfermo desde el medio hasta la mano, midiendolo con el palmo de su mano derecha, diciendo:

     Para que veamos qué Dios, y qual Poderoso ya quebranta, ya destruye, y de todo punto consume nuestra piedra preciosa (dicelo por el enfermo), nuestra joya, y nuestra esmeralda.

     Ea venid, y subamos nuestra preciosa escalera (mide desde abajo asia arriba de el braço, que no à de ser para mañana, ni essotro dia, sino que luego ahora emos de ver, quién es el que mata ya á el hijo de los Dioses; aduertid, que lo mando yo el Sacerdote entendido, ó por el enfermo), nuestra joya, y nuestra rica esmeralda.

     (503) Y diciendo esto va midiendo con el palmo las vezes, que le parece serán necessarias, para que salga la suerte; ya midiendo el medio braço de arriba abajo; ya de abajo arriba: y si la suerte fue sobre la enfermedad del paciente (que esta suerte es la mas comun para esto) si el vltimo palmo de la suerte fue emparejando la mano de el Medico con la del enfermo, pronostican, que luego morirá, porque no tiene remedio; y si acaso de la vltima medida sobraron los dedos, ó la media mano, que no emparejó con la del paciente, dicen, que le queda mucho por padecer, y que no morirá tan presto; y si sobra mucho mas, por el consiguiente pronostican, que será mucho mas larga la enfermedad, y que puede ser, que se leuante, haziendo las diligencias idolatricas, que despues diré, attribuyendo su mal á el enojo de algun Sancto, ó de algun idolo, ó enemigo, y que, aplacado, sanará.

     (504) Todo esto tienen tan creido, y el Demonio lo acredita de manera, que siendo tan falible la medida, porque consiste en la voluntad de el que mide el echar mas, ó menos numeros de palmos, mas largos, ó mas cortos, el Demonio persuade á los que miden, que no pueden irse á la mano en el medir, y que no miden libremente, sino necessariamente; y assi persuaden ser su pronostico infalible; y otras vezes vsan de otros conjuros, en que no pueden negar el pacto con el Demonio, anteponiendo la inuocacion del á los conjuros de los instrumentos, conque hazen sus ceremonias, pues en lugar de inuocar al Piciete dicen:

     Yo soy el que lo mando, el Principe del infierno; no el Sacerdote espiritado, el Principe de los encantos. Yo lo mando en persona el criado, y ministro de Demonio: yo, el mismo Demonio en persona lo mando.

     (505) Y quando vuelven el palmo asia arriba de el braço, començando desde la mano hasta el codo, donde dicen nuestra escalera preciosa, dicen: «Nuestra escalera infernal». Otros concluyen este conjuro diciendo assi:

     (Inuoca á el Dios Mictlanteuctli, Dios del infierno). Yo en persona, Principe del infierno, quiero, que se sepa el estado deste enfermo, si morirá presto, ó no? antes de durar algun tiempo.

     (506) Con todo lo qual no se puede negar el pacto, que con el Demonio tienen, el qual les aiuda mediante su conjuro, á que las suertes salgan algunas vezes como paresca, que aciertan en las enfermedades; y tal vez hechan la suerte sobre la aplicacion de la medicina. Otras vezes pronostican, ser la causa de la enfermedad algun odio, ó enemistad de alguno, que les hizo mal, obrando en esto el Demonio de manera, que se siembren grandes discordias, y enemistades entre ellos, que ni aun en la hora de la muerte las deponen (materia que causa á los Ministros grandes cuidados y desconsuelos; porque muchas vezes no sabemos, si se obró con fructo el disualdirles lo que vna vez les assentó este genero de sortilegios, y embusteros).

     (507) Otras vezes echan la suerte de su enfermedad, á que tienen enojada á la Sma. Virgen, ó á algun Sancto por no auer hecho, ó cumplido alguna promessa, que en algun caso de necessidad le hizieron: hazen todos estos pronosticos por los informes, que reciuieron antes de començar la cura del enfermo, ó de sus familiares; y sobre el modo de aplacarles echan tambien suertes, en que siempre sale determinado, que se le haga vna imagen, ó vna fiesta, á que ayuda muy bien el Demonio, porque alli en la borrachera tiene su cosecha, con la mezcla de idolatria con que se celebra. Otras vezes pronostican ser causa de estas enfermedades el tener enojado á alguno de sus Dioses, ó á el fuego, ó á la tierra, Nuues, Serros, Rios, ó al aire: y assi para esto como para ver y pronosticar si algun Sancto es el enojado, dicen en esta forma sus conjuros:

     Aqui tengo de ver en el espejo, y papel de mi encanto (dicelo por la obra, que hase), quién es el que le daña, quién es el que está enojado, si acaso es algun Sancto (y para esto, torna á inuocar el piciete); ea, ven, el nueue vezes golpeado, el nueue vezes aporreado.

     (508) Y prosigue como arriba con su conjuro, y auiendo pronosticado, que es algun Sancto, bueluen otra vez con sus medidas del palmo á echar la suerte, sobre quién sea el Sancto offendido, y enojado; y començando su conjuro, en medio de él dicen:

     Sepamos, quién eres tú el Sancto, que estás enojado si acaso eres Nuestra Señora, ó acaso eres otro Sancto (y mientan aqui el Sancto del Pueblo de donde son) ó San Iuº, &c.

     (509) Y desta manera van echando las medidas con el palmo hasta que sale la suerte, que pretenden, y si en el juizio de ellos, y segun las suertes que echan, no sale ningun Sancto en suerte, porque el Demonio, que es el Author desta obra, quiere que passen mas adelante, prosiguen con sus suertes refiriendo otros Dioses de los suyos, ó cosas, á quienes dan adoracion, y midiendo, y diciendo prosiguen el conjuro.

     Quien es el enojado? si son los dueños de la tierra, ó los Angeles del cielo? (que son las nuves).

     Sepamos si son los enojados los Dioses monteses (Dioses siluestres), ó caió en sus manos.

     Si es el vn Conejo voca arriba (La tierra). O es el que es mi Padre, y madre las quatro cañas, que sentellean? (el fuego).

     (510) Echadas estas suertes, si acaso antes de estas cayó la suerte de algun Sancto, assi con los sanctos, como con todos sus Dioses, es el remedio hazer alguna supersticion, ó idolatria formal; porque aunque hagan fiestas á los sanctos, son con borracheras, y si es alguno de sus Dioses como la tierra, el agua, los montes, el fuego, le hazen offrendas de pulque, candelas, copalli, y de otras cosas, poniendolas en aquellas partes, de donde piensan que les vino el mal, y si acaso dicen, ser el fuego el enojado, ponen vn brasero sobre su altar; ó cerca del, y adornandole con ramilletes le offrecen pulque. Y es para ellos muy de temer este pronostico, porque de ordinario aconsejan esto á los oleados, ya que no para desenojar á el fuego, para obligarle, á que quando se mueran no los atormente demasiado en la otra vida. Como ya lo tengo aduertido en otra parte, que de todo saca el Demonio fructo; y siendo estas cosas tan futiles, y de tan poca substancia, él con sus mentiras les dá tanto cuerpo. que les persuade, á que no puede faltar la medida del palmo, y que es infalible, siendo assi, que está en la voluntad ó malicia del sortilego adelantar, ó atraçar la medida, echando mas ó menos numeros de medidas (aunque ellos digan, que no tienen libertad en esto, sino que obran necessariamente).



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3. Las «suertes» de la medida del palmo sirven para encontrar las cosas perdidas o robadas

     TAMBIEN ECHAN SUERTES (511) de la medida del palmo sobre cosas perdidas, ó hurtadas, y sobre la ausiencia de algun hombre, ó muger, que se ausentó; y assi auiendo començado su conjuro, si se echa la suerte por cosa hurtada, van midiendo, y en medio del dicen:

     Veamos á el hijo de los Dioses quién lo llevó, ó quien le hurtó su mais, ó su animalillo (ó lo que fuere lo hurtado, sobre que se echa la suerte).

     Si es por mugre, ó hija, que les ausentó, dicen:

     Sepamos dónde está, ó adónde se fue (la muger, ó la hija, quién la llevó, ó quién le hurtó). Si se fue muy lejos, ó no es assi, sino que no se à ausentado, sino que se está queda la muger de este desdichado.

     (512) De manera que todo el conjuro de arriba sirve para todo (mutatis mutandis) aplicandolo á el hurto, ó á la enfermedad; y lo mas cierto es que en estos casos de hurtos, y de ausiencias, coma hechan las suertes en las enfermedades para ver, qué medicina aprouechará, y si se tomará el peyote, ó el ololiuqui; y como en las que echan para otras medicinas, en medio de lo qual dicen: veamos si se hallará el hijo de los Dioses con tal, ó tal medicina, segun las que ellos quieren aplicar, assi ni mas ni menos las hechan para las cosas perdidas, ó hurtadas, queriendo en medio de su conjuro, que salga por suerte el ololiuqui para vsar del como tengo dicho en vno de los antecedentes capitulos; y me conforme mas conque para cosas hurtadas y perdidas no puede aprouechar el sortilegio de las manos con la medida de los palmos; porque para los enfermos pueden vsar del respecto, de que el sortilego con el palmo de la mano derecha mide el medio braço izquierdo del enfermo; y esto no puede ser en cosas perdidas, ó hurtadas, digo, que para esto no aprouecha, si no se vsa del peyote, ó ololiuqui, ó de otras suertes, de que diré en los parraphos subsequentes.



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4. Invocaciones al fuego y a las aguas

     FUERA DE LAS INUOCACIONES, (513) que tienen para el piciete, y demas cosas, que emos dicho, á otros les parece, que es mas seguro hazer dueño de todo á el fuego, y assi lo conjuran inuocandolo de la manera siguiente:

     Ven acá mi Padre las quatro cañas que echan llamas, el de los cabellos rubios, Principe de la Aurora, Padre y madre de los Dioses (llamalo Dios de la Aurora, porque todos al nacer se proveen del fuego); que aquí è traido á mis Dioses del Canto, mis Dioses blancos: ea, venid de vuestra parte los cinco solares, que os rematais en conchas de perlas, y estais en un solo mirador, y en vna sola vergeria (dicelo por los dedos, que todos estan aislados de la palma de la mano),veamos ahora nuestro espejo de encantos.

     (514) Prosigue luego con su conjuro, y medidas de el palmo con el piciete, y concluye diciendo:

     Luego ahora lo é de ver yo en persona, el que todo lo ando, en quien está el resplandor, y blancura de la nieve, viejo sabio, y experimentado (si es varon el que exerce este officio; y si es Muger dice): Vieja sabia, y experimentada: que yo conosco hasta lo que ay en el infierno, y en las alturas (como si dixera de el cielo); yo en persona, el Sacerdote Principe de los encantos.

     (515) Es de aduertir, que donde dice «el que todo lo ando», vsa de dos vocablos, que oy no se vsan, y son inuentados por el Demonio, como otros muchos, de que vsan en los conjuros: son los dos Hocomoniz, Nicepactonal; y lo cierto es, que corresponden a aquellos dos Primeros Marido, y Muger de quienes dicen tubo origen la astrologia de estos, y la inuencion de los signos Cipactonal, y su muger Oxomoco: como si dixera yo soy tan sabio, ó sabia como aquellos primeros hombres, que nos enseñaron esta sciencia, y encantos. Otros interponen su conjuro inuocando á las aguas, y dicen:

     Ea, acudid á vuestra parte los que teneis las nahuas de varios colores, pintadas como culebras (dicelo por la variedad de flores de varios colores, que el agua produce). Ea, los cinco solares (los dedos, subamos mi infernal escalera.

     (516) En todos estos sortilegios vsan vnos vocablos los sortilegos tan methaphoricos, y tan symcopados, que ni aun ellos los entienden, y preguntados qué significan, y de dónde se deriuan, no saben dar mas razon que decir, que assi se los enseñaron sus antepassados, y Maestros, como en el conjuro de arriba, donde dice: «los que teneis las nahuas de varios colores» vsan de este vocablo Nochparcueieque, donde el Nochpar no significa cosa alguna, antes tiene letra, que es la R, que no la vsa el Mexicano, ni la tiene; y assi son vocablos compuestos por el Demonio, y syncopados, para hazer mas estimados sus conjuros entre esta gente rústica: y por las palabras subsequentes de los colores varios de las culebras se saca la methaphora del agua á quien ellos dan las nahuas de esmeraldas.

     (517) Y no se queda esto en esso solo, sino que los mismos sortilegos affectan en sus conjuros no darse á entender, y decir las mas cosas entredientes, porque los tengan por mas misteriosos, y diuinos, y el Demonio les aiuda de manera, que con vn acierto, que hagan, se acreditan tanto, que aunque falten, y mientan en otras cosas, porque el demonio no se las reuela, no por esso faltan á su credito, ni les falta su estimacion; y si obran estos embustes en sus Pueblos, y salen falsos, echan la culpa a los enfermos, ó circunstantes, que por poca disposicion suia en el obrar, se faltó el pronostico; y si obran fuera de sus Pueblos, en otros, donde son llamados, si el Demonio por via de sus conjuros no les dice alguna verdad, para acreditar mil mentiras, dicen que la gracia que tienen es limitada, y que no la tienen fuera de sus Pueblos, y que por esso no pudieron acertar; y si aciertan quedan bien opinados, y tenidos por diuinos; con que siempre tienen embustes para acreditarse, y para disculparse: y como todos obran con miedo, de que no se sepa, y sea conocido el medico, que cura, y la familia, que para curar le llama, aunque hierre la cura, no se atreben á quexar, porque no los castiguen á todos por agentes, y consensientes, con que se queda vno y otro sin remedio mientras Dios Nuestro Señor no es seruido, que se descubra con el cuidado, y diligencia de sus Ministros Euangelicos.



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5. En otros conjuros emplean el maiz

     SORTILEGIOS DE OTROS GENEROS (518) vsan estos tales embusteros, que son de los mayses en seco, ó en el agua, como las brujas de España usan de las habas, ó de predresuelas blancas, ó negras. Y es de aduertir, que lo principal, que estos tales hazen, es informarse muy bien de las enfermedades, de la causa de ellas, y sus circunstancias; de las cosas perdidas, sobre que se echan las suertes, y sus conjeturas, para por ellas juzgar ellos en sus suertes, y hablar á proposito de aquello, acerca de que les piden echen las suertes; siendo todo embuste, y conjeturas suyas, segun la relacion, que les hizieron, y tal vez noticia del Demonio, mediante el pacto implicito, ó explicito para obrar daños, que esto succede de ordinario quando se valen de el Ololiuqui, ó peyote, para descubrir el que enhechizó á algun paciente, de donde el Demonio saca vnos odios mortales no solo en vno, ó, otro, sino entre linajes, y pueblos, que duran toda la vida, y que ni aun en la muerte se acaban.

     (519) El conjuro del mais en seco es: Que el sortilego escoge vna mazorca de mais, y de muchos algunos granos los mas sasonados, y hermosos, tal vez dies, y nueue, tal vez veinte, y cinco, que siempre an de ser nones, aunque sean en mas numero, y quitales las puntas, ó los picos, á que acá llamamos despicar el mais, lo qual hazen ellos mismos con los dientes, luego tiende delante de si vn lienço blanco doblado, y estendido de manera que no haga arruga, y de los granos, que escogió, pone vnos sobre el lienço. si escogió dies y nueue, pone á su lado derecho quatro granos muy parejos la haz asia arriba, y las puntas asia abajo; asia el lado izquierdo pone otros quatro granos con el mismo orden, y luego arroja otros quatro delante de sí sin orden, y se queda con siete en la mano.

     (520) Quando son veinte y cinco los granos, pone quatro granos en cada esquina, y por vltimo se queda con nueue en la mano. Otros ponen en cada esquina siete, y arrojan delante de sí dos sin orden quedandose con nueue en la mano, que todos hazen 39.

     (521) En llegando pues á auer dispuesto el lienço, y los granos, que, como dicho es, siempre àn de ser nones, y los conque se quedan siete, ó nueue, todo lo qual tiene su correspondencia en los signos, que arriba diximos: coge los granos, que tiene en las manos, y trayendolos muy aprisa en vna de ellas, como quando se juegan los dados; y para echar su suerte comiença su inuocacion diciendo:

     (Inuoca á la Diosa Chicome coatl, que es Diosa del numero 7º de los signos). Ven en buenhora, precioso Varon, siete culebras; venid tambien los cinco solares, que todos mirais asia vn lado, ahora es tiempo, que veamos la causa de la pena, y affliccion deste, y esto no se à de dilatar para mañana, ni al dia siguiente, sino que luego á el punto lo emos de ver, y saber. (Invoca á Cipactli: haze memoria tambien del fuego). Yo lo mando assi, el Poderoso, el que soy la luz, el anciano, y el que tengo de ver en mi libro, y en mi espejo encantado, qué medicina le hará prouecho, ó si se va su camino.

     (522) Mientras van diciendo este conjuro, van corriendo la mano, en que tienen el mais, por las orillas del lienço, á toda prissa, y en acabando el conjuro echan los granos de la mano enmedio del lienço, y segun caen juzgan la suerte; porque si cae el mais la faz asia arriba es buena suerte, y se conseguirá aquello, sobre que se echó: si por enfermo, sanará; si por medicina, aprouechará; si sobre hurto, se hallará, y parecerá. Pero si cae la faz asia abajo es mala suerte, y succederá al contrario de lo que se pretende; siendo todo esto tan ridiculo, futil, y mentiroso, que, si el Demonio no lo compusiera, mediante las inuocaciones, que le hazen, en cosa no acertaran. Si el conjuro es por cosas hurtadas, y perdidas, añaden mas palabras, y dicen:

     Tengo de ver en mi libro, y espejo encantado, el cuidado, y pena de este pobre hijo de los Dioses: donde se fué, ó en qué lugar anda su muger, ó si acaso está muy lejos de aqui, ó antes, ó si está entre nosotros.

     (523) Si la suerte se echa por vestia perdida, ó por otras cosas hurtadas, ó perdidas, añaden:

     E de ver si se fué el animalejo del hijo de los Dioses, ó si acaso se lo hurtaron, y leuaron lexos: quizas está cerca, ó es lo contrario.

     (524) Y juzgan esto principalmente por lo que les dixeron, y porque cayó el mais la faz asia arriba, ó asia abajo, que es contingente, y si los granos, que echó, caieron cerca, ó lexos del que los tiró, todo lo qual está en su alvedrio, tirandolos rezio, ó quedo, que esto no sirue mas que de brindar á el Demonio, á que obre como mas se puedan perder las almas destos desuenturados, que llaman á sus Ministros, para que lo inuoquen. Lo mismo es en el sortilegio del agua echando el mais en ella, pues para esto se preuienen con grandes ademanes, y demonstraciones de su sciencia; y conjurando primero el agua con el conjuro, que hazen, quando sobre la Xicara ponen el rostro de la criatura, á quien restituien el hado, ó fortuna, echan los maises conjurados, (con el conjuro poco, à arriba dicho) en el agua, y tienen por dichoso aguero, que todo el mais baje á el fondo de la Xicara, donde está el agua; y por desdichado, si se queda en el medio, ó sobre aguado, con lo qual califican el morir, ó no morir el enfermo; el aprouechar, ó no aprouechar la medicina; el parecer, ó no parecer la cosa hurtada.

     (525) Siendo todo esto tan mentiroso, y tan falso, que solo quando el Demonio lo obra inuocado, y mediante el pacto implicito, ó explicito, tiene algunas vezes efecto, siendo esto para engañar otras muchas; y assi no solo en el fuero exterior se àn de mirar estos casos, para castigarlos, sino tambien en el fuero interior de la confession, quando el penitente diere indicios de auer obrado algo desto: haziendole exactas preguntas, porque jamas vssan de estas suertes sin las palabras, y conjuros arriba dichos: y assi nunca puede ser materia leue, sino siempre muy graue, y muy digna de remedio; y lo mismo se à de entender y hazer con los que los consultan para obrar semejantes supersticiones.

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