51
Índice geobiográfico de cuarenta mil pobladores españoles de América en el siglo XVI, t. 1, Bogotá, 1964, pp. XXXV y siguientes.
52
Old Judaeo-spanish evidente of Old-Spanish Pronunciation, tesis de la Universidad de Minnesota (1952), que, inédita, conozco por Álvaro Galmés de Fuentes.
53
Apud Sibilantes, p. 66.
54
Y aun se reforzaría todo con la pronunciación fricativa de los moriscos (GALMÉS, Sibilantes, p. 58).
55
Cfr. El romancero. Tradicionalidad y pervivencia, Barcelona, 1970, p. 282.
56
C. M. CREWS, Recherches sur le judéo-espagnol dans les pays balkaniques, París, 1935, p. 44.
57
MAX A. LURIA, A Study of the Monastir Dialect, New York, 1930, pp. 221-223.
58
ALONSO, I, pp. 120-123, estima que la africada era general en la época de la expulsión. Vemos que hay indicios en contra: pienso en una oposición regional de hablantes sefardíes.
59
Estudio preliminar, traducción y notas de PILAR LEÓN TELLO, Madrid-Barcelona, 1964, pp. 173-174.
60
En efecto, en 1483 se «prohibía a los judíos habitar en todo el territorio de la diócesis hispalense, de las de Córdoba y Cádiz [...]. Estaba cumplida la expulsión de Sevilla en el verano de 1484 y la de los de Jerez poco tiempo más tarde, pero en abril de 1485 [...] existían aún aljamas en Córdoba y Moguer desaparecidas al año siguiente». (LUIS SUÁREZ, Documentos acerca de la expulsión de los judíos, Valladolid, 1964, p. 35). Para la situación de los judíos de Córdoba y Sevilla en el siglo XV, vid. J. CARO BAROJA, Los judíos en la España moderna y contemporánea, t. I, Madrid, 1961, pp. 131-136. El Consejo Supremo se había establecido en 1480; el primer auto de fe fue en 1481 y, a partir de ese momento, los conversos huyeron hacia Galicia y Granada (cfr. J. AMADOR DE LOS RÍOS, Historia social, política y religiosa de los judíos de España y Portugal, Madrid, 1960, p. 668).