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ArribaActo IV


Escena I

 

FAUSTINA. BUREBA.

 
BUREBA
Vuelva a tu alma la quietud
y cese tu desconsuelo,
pues ha permitido el cielo
que recobre mi salud.
No te vea yo afligida; 5
que si tu llanto no cesa,
podré juzgar que te pesa
de ver cerrada mi herida.
FAUSTINA
Bureba, soy tu mujer,
sé lo que el cielo me ordena, 10
y aunque me mate la pena
sabré cumplir mi deber.
BUREBA
En amargos sinsabores
se cambiarán mis placeres
si tú me hablas de deberes 15
cuando yo te digo amores.
Habla con labio risueño,
con apacible semblante,
como la amada al amante,
no como la esclava al dueño. 20
Para expiar mi desliz,
que te hizo tan desgraciada,
no me basta verte honrada
si no te veo feliz.
Quien culpado te agradó 25
no te enoje arrepentido.
¿No merecerá el marido
lo que el galán mereció?
Si juzgas que en mi dolencia
cuando la mano te di 30
menos que el amor oí
los gritos de la conciencia,
ahora en venturosa calma
juro que mi tierno amor
con la deuda del honor 35
pagó la deuda del alma.
¿Será menos sacrosanto
nuestro nudo, menos fuerte
porque lo bañó la muerte
con mi sangre y con tu llanto?40
¿Quién más dichoso que yo?
¿Qué placer al mío iguala?
¡Bien haya la ardiente bala
que en el lecho me postró!
La muerte el golpe retarda 45
cuando a mi lado te veo,
y ver en tu imagen creo
la del ángel de mi guarda.
Sincero arrepentimiento
vuelve a mi pecho el amor 50
y recuerdo con horror
mi olvidado juramento;
pido tu mano afanoso...,
de que acaso no era digno;
que a morir no me resigno 55
sin que me llames tu esposo,
y cuando tu dulce sí
fue bálsamo de mi herida
sólo apetecí la vida
por consagrártela a ti. 60
FAUSTINA
Desciende a tu corazón,
Bureba, y quizá te arguya
de que tomaste por suya
la voz de la religión.
Acaso te ofenderé65
temiendo nuevos desdenes,
pero ¡tan hecha me tienes
a que dude de fu fe...!
BUREBA
Razón te sobra, bien mío.
Quien a ti los ojos vuelva 70
es imposible que absuelva
mi criminal extravío;
¿mas no podrá, amada prenda,
borrarlo mi eterno amor?
Dios no niega al pecador75
la esperanza de la enmienda.
FAUSTINA
Triste es, Bureba, mi suerte,
pues para amarme de veras
fue preciso que te vieras
en las garras de la muerte.80
BUREBA
No. Siempre el alma te quiso,
mas la vida de soldado...
Yo me creía olvidado
por ti, y otro compromiso...
¡Qué quieres! A uno le agarra85
el diablo, que nunca duerme.
Quisieron establecerme
en Tudela de Navarra...
Doña Casilda Montero,
dama rica y linajuda,90
y muy joven, aunque viuda...;
y pasa por bella, pero...
¿Yo amarla? Ni por asomo.
Pero un día... ¡en carnaval!,
di mi palabra formal95
sin saber dónde ni cómo...
Palabra impía, lo sé,
para el mundo y para Dios,
pues quien la empeña con dos
a ninguna guarda fe.100
Y aunque a la nupcial coyunda,
-esto lo sabe cualquiera-,
mientras viva la primera
no hay derecho en la segunda,
yo que he sido un calavera,105
no sé por qué baraúnda
prefería a la segunda
y olvidaba a la primera.
Sacome del embarazo
aquel balazo propicio...110
Para ser yo hombre de juicio
necesitaba un balazo.
Ya ves, amado embeleso,
que si antes obré con dolo,
hoy, sin callar uno solo,115
mis pecados te confieso.
Ya he purgado mi conciencia
que inficionó Belcebú;
ya sólo falta que tú
me impongas la penitencia.120
Pésame si te ofendí,
y este mi dolor interno
no es por temor del infierno
sino por amor de ti,
y hará mi pecho pedazos125
contrición expiatoria
hasta que alcance la gloria...
en el cielo de tus brazos.
FAUSTINA
Será tu pesar sincero,
pero en boca de un esposo130
es demasiado fogoso
para ser muy duradero.
Mientras así me requiebre
mi marido, creeré yo
que la herida se cerró135
mas no ha cesado la fiebre,
y tendré mucho martirio
cuando completa la cura
pase la calentura
y con ella tu delirio.140
Tus dichos serán muy buenos
para alguna ilustre dama...
pero quien de veras ama
obra más y charla menos.
Así hablabas en Pasajes, 145
yo te oí muy satisfecha;
¡y cogí larga cosecha
de desengaños y ultrajes!
BUREBA
¡Siempre recordar mis yerros!
¡Siempre dudar de mi fe!...150
¡Por un perro que maté
me llamaron mata-perros!
Si injusto y pérfido fui,
hoy te adoro y te bendigo.
¿No me he casado contigo? 155
Pues ¿qué más quieres de mí?
FAUSTINA
Yo te estoy agradecida,
y sólo mi alma desea
que en un rincón de mi aldea
disponga Dios de mi vida.160
BUREBA
¿Qué me dices? ¿Esa es toda
tu pasión?... ¡Lindo consorcio!
¡Probar la hiel del divorcio
antes que el pan de la boda!
Si así mi dicha se trunca 165
cuando en tu mano veía
su colmo, tanto valía
no habernos casado nunca.
FAUSTINA
Así mi honor restituyo
que mancilló tu desvío;170
¡y como yo por el mío
no gemirás por el tuyo!
Pero el mismo honor, Bureba,
hoy nos separa a los dos;
que si no lo manda Dios175
el mundo quizá lo aprueba.
Tosca plebeya nací;
tú naciste caballero.
¡Qué distancia! No, no quiero
que te avergüences de mí.180
BUREBA
¡Yo avergonzarme! No tal.
De sangre ilustre no vienes,
pero ¿qué importa si tienes
un talento natural...?
Quien goza ese privilegio,185
y es además tan bonita
como tú, no necesita
educarse en un colegio.
En dos meses, yo lo abono,
dama elegante serás 190
cual ninguna, y te pondrás
en los trotes del buen tono;
y que te pongas o no;
elegante o no elegante,
para mí eres lo bastante, 195
pues así te quiero yo.
FAUSTINA
Tú... tal vez, pero ¡qué mengua
cuando amigos y parientes
se mofen de mí...!
BUREBA
¡Insolentes!...
Les arrancaré la lengua.200
FAUSTINA
Y ¡qué!, ¿no te cansaría
la carga de una mujer
que te obligase a tener
un combate cada día?
Callarán tal vez si hieres205
hoy a uno, mañana a dos,
mas ¿quién tapa, ¡justo Dios!,
las bocas de las mujeres?
Una, quizá la más fea,
cuando pase yo a su lado210
exclamará con enfado:
«¡Jesús, cómo huele a brea!»
Otra haciendo mil extremos
dirá, a otra o a la de antes:
«No se han hecho para guantes215
manos que empuñaron remos».
Fuerza es que un día te duela
tanto sonrojo, y quizás
entonces suspirarás
por la viuda de Tudela. 220
BUREBA
No, no temas tal perfidia.
Si su lengua es tan procaz,
ya nos dejarán en paz...,
o se morirán de envidia.
Si es mío tu corazón...225
FAUSTINA
(¡Ah!...)
BUREBA
Ya es justo que resuelvas
ser capitana y no vuelvas
a hablar de separación.
Cierto que estabas muy mona
con la saya de Pasajes, 230
mas para algo son los trajes
que vinieron de Pamplona.
Nada a tu hermosura falta,
mas mi clase y tu decoro...
Ve a vestirte, mi tesoro.235
Ya ves, hoy me han dado el alta...
FAUSTINA
Si lo mandas...
BUREBA
Te lo ruego.
Ya te ha buscado mi amor
alojamiento mejor.
Irás a ocuparlo luego...240
FAUSTINA
Bien está. ¿Esperas aquí?
BUREBA
Primero, súbdito fiel,
voy a ver al coronel.
Pronto volveré por ti.
Pero tú sola... ¡Qué diablo...!245
Te hace falta una doncella...
FAUSTINA
Yo me vestiré sin ella.
BUREBA

 (Besando la mano a FAUSTINA.) 

Adiós.
FAUSTINA

 (Entrando en el cuarto de la izquierda.)  

(¡Ay cielos!... ¡Ay Pablo!)


Escena II

 

BUREBA.

 
   ¡Pobre niña!... Ya se ve,
criada entre calafates250
y marineros, no es mucho
que se avergüence y se pasme
de verse hecha una señora
de la mañana a la tarde.
Recobrada con mi mano; 255
la honra perdida, casi
no se atreve a reclamar
mi fe de esposo y amante.
Ella me ama, es evidente,
pero yo la he dado margen 260
que de mí desconfíe;
que en verdad ha sido infame
mi conducta. Esa tristeza
que la consume no nace
de otra causa, no. Pensar265
que en su corazón se arraigue
otra pasión... Me idolatra,
¡y se resigna, no obstante,
a vivir oscurecida
en la choza de sus padres!270
Ese noble sacrificio,
ese rasgo de admirable
humildad te hace a mis ojos
mucho más interesante,
bella Faustina.

 (Mirando adentro.) 

Allí está
275
poniéndose el nuevo traje...
¡Qué linda estará con él!
Mas... ¿sabrá tomar el aire
de la buena sociedad...?
La mujer del comandante 280
es cáustica como un diablo;
extrañará los modales...,
algo zurdos en verdad
de una... ¡Me tiemblan las carnes!
Entre ella y la ordenadora285
y otras notabilidades
me la van a sofocar.
Lo de la brea, y el cable,
y el remo... es muy verosímil
por desgracia, y si otra sale290
diciendo: «La Magdalena
no está para tafetanes»,
y otra: «De casta le viene
al galgo...» ¡Virgen del Carmen!...
Y aun poco me importarían295
las pullas y los desaires:
la defensa no es difícil
cuando es de frente el ataque.
Mas los cumplidos irónicos,
las risitas, los apartes...300
¡Oh!... Pero ella es despejada,
ladina y... luego que pase
el noviciado... Y en fin,
no yendo a ninguna parte
con ella... ¿Qué digo?, ¡ingrato!...305
Tan bonita, tan amable...
¿No es mi consorte legítima?
¿No he jurado en los altares...?
¡Eh!, afuera preocupaciones
ridículas. Es un ángel;310
¡yo la adoro!... ¡Sí!; también
adoraba a la de Gálvez,
y a mi patrona de Alfaro,
y a Gertrudis..., ¡y a su madre!,
y a la viuda de Tudela...315
¡Soy el mayor botarate...!
¡Oh!, pero ahora es diferente;
los vínculos conyugales...

 (Mirando otra vez al cuarto de la izquierda.) 

¡Qué lindas formas! ¿No es lástima
que...?


Escena III

 

BUREBA. BRIONES.

 
BRIONES

 (A la puerta de la derecha.) 

Con permiso...
BUREBA
Adelante.
320
BRIONES
Mi capitán, buenos días
tenga usté. ¡Hola! ¡Qué jaque!
¿Estamos ya de alta?
BUREBA
Sí.
Ya me he quitado el vendaje.
BRIONES
¿Y Faus... Y doña Faustina?325
(¡Si no puedo acostumbrarme!)
BUREBA
Buena.
BRIONES
(¡Y muriéndose Pablo!
¡Ah mujeres! ¡Ah!...)
BUREBA
¿Qué trae
Briones?
BRIONES
Traigo esta carta
que ahora acaba de entregarme330
para su mercé un paisano.
BUREBA

 (Tomándola.) 

Venga.

 (La abre y lee para sí.) 

BRIONES
(¡Todas son iguales!)
BUREBA
(¡Qué veo!)
BRIONES
(Mas si creyera
Pablo al hijo de mi madre...)
BUREBA
(¡Vaya un compromiso ahora...335
Y si Faustina lo sabe...!)
BRIONES
Esperaba la respuesta...
BUREBA
Sí; yo mismo iré al instante
a llevársela..
BRIONES
Ahí abajo,
junto al molino...
BUREBA
(Si el diantre
340
hiciera... Mejor sería
que se hubiese ido a Pasajes
Faustina...) Oiga usted, sargento.
Saldrá dentro de un instante
mi mujer. Dígale usted345
que si tardo..., no lo extrañe;
que un asunto del servicio...
reservado, urgente, grave...
Pero no... Yo volveré...
Dígale usted que me aguarde...350
¡Nada!; no diga usted nada.
BRIONES
Pero ¿qué...?
BUREBA
Ni a ella ni a nadie.


Escena IV

 

BRIONES.

 
   ¿Qué diablos he de decir
si no sé jota ni hache
de lo que dice la carta...?355
Pero apuesto veinte riales
a que es de alguna querida;
que él siempre las tuvo a pares
y... el aquel de cada uno...
Mas tú lo quisistes, fraile...360


Escena V

 

FAUSTINA. BRIONES.

 
BRIONES
(Ya viene... ¡Qué maja! No,
no le está mal el... caraute
de ese vestido.)
FAUSTINA
¡Miguel!
BRIONES

 (Haciendo cortesías ridículas.) 

Beso todo lo besable,
doña... Usté ha de perdonar.365
Se me atasca en el gaznate
el... Faustina, ¿cómo estamos?
FAUSTINA
Así quiero que me trates.
BRIONES
¡Qué! ¿no tienes fantasía
de haber ascendido...? ¡Calle!370
¡Suspiras! Y yo juzgaba
que estabas tan arrogante,
tan sastifecha... Pues Pablo...
FAUSTINA
¿Qué ha sido de él? Háblame, háblame
de Pablo.
BRIONES
¿Te acuerdas de él?
375
FAUSTINA
Pues ¿pudiera yo olvidarle?
BRIONES
Ya, sí, pero ¡buen consuelo
de tripas! Ya te casaste...
Ya se ve, donde hay patrón
no hay marinero que mande, 380
y al perro flaco...
FAUSTINA
¡Briones,
por Dios no me despedaces
el corazón! Dime...
BRIONES
Digo...
¿Qué te he de decir? El trance
de tu casorio y el trago385
de obligarle a ser compadre...,
o testigo, o ¿qué demonios
me sé yo...? dieron al traste
con su saluz...
FAUSTINA
¡Ah, Dios mío!
BRIONES
¡Sin probar vino ni carne 390
en dos semanas! ¡Con un
calenturón que se arde...!
¡Voto a...! ¡Un mocetón como él...!
FAUSTINA
Acaba. Su vida...
BRIONES
Ya hace
dos días que se levanta,395
pero parece un cadáver
de difunto.
FAUSTINA
(¡Ay, amor mío!)
BRIONES
¡Qué!, ¡si da grima el mirarle!
¡Oh!, y si ya no ha reventado
lo mismo que un triquitraque,400
no es suya la culpa, no;
porque le tiene un coraje
a la vida... ¡Oh!, y morirá;
¡de juro! Lía el petate
cualquier día..., ¡y ahí te quedas,405
cuerpo endino!
FAUSTINA
¡Oh cielos!... Antes
muera yo mil y mil veces...
BRIONES
¡Bah!, no sería tu sangre
la que hiciera ese milagro,
sino...
FAUSTINA
¡Qué horror! ¡Un combate!...
410
BRIONES
Ni eso tampoco. Tu amor...
FAUSTINA
¡Ah!, si mi amor le bastase...
BRIONES
¿Conque le amas en tadía?
Pues entonces... ¡Voto a sanes...!
Yo en tu pellejo...
FAUSTINA
¡Briones!
415
BRIONES
Iba a decir un dislate;
pero mi afeuto de amigo...
Perdóname. Esas ruindades
se quedan para mujeres
de munición y así... tales420
como la mía. Quisiera,
ya que ella me hizo cofrade,
que también fuesen del gremio
los señores capitanes;
que algunos bien lo merecen.425
Pero no han nacido en martes
como yo. En fin, muerto el perro,
muerta la rabia y... ¡aelante!


Escena VI

 

FAUSTINA. PABLO. BRIONES.

 
FAUSTINA
¡Ah!... Pablo...
BRIONES
¡Mira: ahí le tienes!
PABLO
(¡La ingrata!...)
BRIONES
¡Que necio afán
430
de venir aquí...! ¿A qué vienes?
¿A dejar la piel en renes?
PABLO
Vengo... a ver al capitán.
FAUSTINA
(¡La vista aparta de mí!)
PABLO
Traigo una solicitad...435
BRIONES
El capitán no está aquí...
PABLO
¿Ha salido ya? Creí...
Iré a buscarle... ¡Salud!
FAUSTINA
¡Detén...! ¡Espera!...
PABLO
(¡Traidora!)
FAUSTINA
¡Sin decir siquiera adiós440
a esta desdichada!
PABLO
(¡Y llora!)
Ya no tenemos, señora,
nada que tratar los dos.
De otros..., no aquí, en rica sala,
podrá con frente serena445
recibir la enhorabuena
quien se ha vestido de gala
cuando yo muero de pena.
FAUSTINA
Pablo, tengo obligación
de obedecer a un marido;450
pero ¿no ves mi aflicción?
¡Galas llevo en el vestido,
y luto en el corazón!
PABLO
Luto, ¡y tu crueldad me mata!
Ese corazón infiel...,455
que un tirano me arrebata,
era mío, ¡ingrata!
FAUSTINA
¿Ingrata?
Siempre reinarás en él.
PABLO
¿Tu corazón no me olvida?
¡Oh!, vuélvelo a pronunciar460
y me volverás la vida.
BRIONES
(¡Qué diablo!.. Aun me harán llorar,
y esa es muy mala partida.)
FAUSTINA
Yo te amaba con ternura,
pero el destino, mi honor...465
¡Oh!, no me llames perjura;
que si es grande tu amargura,
la mía es mucho mayor.
PABLO
Mayor que la mía, ¡cielos!
Tú al fin no te ves herida470
por el puñal de los celos.
BRIONES
(¡Pobre muchacho! ¡Por vida...!
Yo me tiro de los pelos.)
FAUSTINA
¿Celos? ¡Ah!, pero en mal hora
tu corazón no se vende475
a la ley que el mío llora,
de halagar a quien le ofende
y olvidar a quien adora.
PABLO
¡Maldecido casamiento!
Viéndote feliz esposa480
moriría yo contento
tal vez... Pero..., ¡ah qué tormento!...
¡ni culpable... ni dichosa!
En fin, ¡todo se acabó
para este desventurado! 485
Ya no has de decir que no...
Lazos que el cielo ha formado
no he de desatarlos yo.
Acaso lejos de mí,
que con mi llanto te aflijo,490
vivirás tranquila, sí,
y el tiempo... El deber... Un hijo...

 (Echándose en los brazos de BRIONES.) 

¡Miguel!... ¡Sácame de aquí!

 (A FAUSTINA.) 

¡Adiós!... Dejo este papel...

 (Poniendo un memorial sobre la mesa.) 

BRIONES
Ten valor. ¡Eh!... ni un recluta...495
PABLO
Que lo entregue al coronel
mi capitán. Pido en él...
FAUSTINA
¿Qué?
PABLO
Mi licencia absoluta.
BRIONES
¡Bah! Es un cargo de concencia.
Huir de Faustina..., bien;500
pero ¡pedir la licencia
cuando espero que te den
muy pronto la sutenencia!...
PABLO
No. Ya no tengo ambición.
Si antes era mi delicia 505
esta noble profesión,
ya aborrezco la milicia
con todo mi corazón.
Era Faustina la estrella
que dirigía mi huella, 510
que enardecía mi frente.
Por ella he sido valiente:
cobarde seré sin ella.
¿Qué me importa ya la gloria?
¿Qué enamorada mujer 515
de mi esfuerzo hará memoria?
¿A qué pies he de ofrecer
el premio de la victoria?
¿Dónde la prenda de amor
está que en horas felices520
funde su orgullo, su honor
en enjugar mi sudor
y besar mis cicatrices?
¡Oh!... ya seré mal soldado.
La licencia me desarme,525
o ciego y desesperado,
soy capaz... de desertarme,
aunque muera fusilado.
FAUSTINA
¡Pablo!
BRIONES
¡Beh...! Me escandalizas.
Vive para la nación, 530
o cierra con la faición
hasta que te haga cenizas
una bala de cañón.
FAUSTINA
¡Ah!, si aún me amas y te dueles
de la amarga pena mía, 535
vive, Pablo, y como sueles
a tu frente cada día
añade nuevos laureles.
PABLO
¡Que viva yo sin la bella
prenda que el alma adoró! 540
¡Faustina!..., no puedo, no,
luchar con la mala estrella
que en la cuna me alumbró.
¡Que viva yo para verte
en brazos de mi rival 545
y maldiciendo mi suerte
sienta en mi cuello el dogal
y no en mi pecho la muerte!
¿No temes que vengativa
un día mi mano hiera550
a quien de tu amor me priva?
¡Oh!, para que Pablo viva...
es preciso que otro muera.
FAUSTINA
No más; huye: otro camino
no nos deja ya el destino; 555
que en tan doloroso extremo,
tú temes ser asesino,
y yo... ¡no sé lo que temo!
Pido a Dios omnipotente
que sacie en mí su venganza, 560
y el corazón me desmiente
abrigando una esperanza...
que quizá no es inocente.
Tal vez del cielo murmuró
cuando mi honor aseguró,565
más que mi afrenta cruel,
y quizá maldigo fiel
al que maldije perjuro.
Quiero alejarte de mí,
y al mirar tu desconsuelo570
es tanto mi frenesí
que alzo mis brazos al cielo...,
¡y ellos me arrastran a ti!
 

(Se abrazan.)

 
PABLO
¡Faustina!
FAUSTINA

  (Retirándose y muy conmovida.) 

¡Sea el postrero!
Pronto en el cielo los dos575
más dulce lazo... (¡Yo muero!)
PABLO
Sí. Yo moriré primero.

 (Alzando los ojos.) 

Allí...

 (Besando la mano de FAUSTINA.) 

¡Adiós, Faustina!
FAUSTINA
¡Adiós!

 (Se sienta desolada y un momento después se desmaya.) 



Escena VII

 

FAUSTINA. BRIONES.

 
BRIONES
¡Infeliz! ¡Qué sacrificio!...
Voy... Pero ya se ha privado580
la otra... ¡Voto a san Mauricio!

 (Acudiendo a socorrerla.)  

¡Faustina!... Ya me ha tocado
dos veces este servicio.


Escena VIII

 

BRIONES. El AYUDANTE. FAUSTINA.

 
AYUDANTE
¡Faustina!... ¿Cómo? Un desmayo...
¿Quién la ha podido decir...?585
BRIONES
¿Qué?
AYUDANTE
Una desgracia...
BRIONES
¡Desgracia!
¿Cuál?
AYUDANTE
El desdichado fin...
BRIONES
¡Cielos!, ¿de quién...?
AYUDANTE
De Bureba.
BRIONES
¡Ah!
AYUDANTE
Un desafío... En la lid
queda muerto.
BRIONES
(Ah, ¡Pablo mío!...)
590
Perdóneme usted. Ya aquí
no hago falta, que Faustina
respira... (El otro... En un tris
estará su vida...) ¡Adiós!


Escena IX

 

FAUSTINA. El AYUDANTE

 
AYUDANTE
Señora...
FAUSTINA
¡Triste de mí!
595
AYUDANTE
¡Valor! Otro me ha excusado
el tormento de afligir
a una esposa con la nueva
fatal...
FAUSTINA
¿Qué?...
AYUDANTE
¡Morir así
un valiente, que cien veces600
en la discordia civil...
FAUSTINA
¿Quién...? ¡Oh!, acabe usted...
AYUDANTE
¡Bureba!...
FAUSTINA
¡Ah!...
AYUDANTE
¿Ignoraba usted...? Creí...
FAUSTINA
¡Gran Dios!
AYUDANTE
Un duelo... El hermano
de una dama de Lerín...605
o de Tudela... No sé...
Se han batido...
FAUSTINA
¿Ha muerto?...
AYUDANTE
Sí.
FAUSTINA
¡Ah, Bureba!... Por mi causa...
AYUDANTE
Aunque debe usted sentir
su muerte funesta..., hay bodas, 610
Faustina... Su amigo fui,
pero... No era su carácter
para hacer a usted feliz.
-Ni usted quizá-... Otros deberes
me llaman lejos de aquí...615
¡Adiós!


Escena X

 

FAUSTINA.

 
Cielos, que su sangre,
y no la mía elegís...
perdonadle; ¡era mi esposo!...;
más... ¡no me culpéis a mí!


Escena XI

 

FAUSTINA. PABLO. BRIONES.

 
PABLO
¡Bien mío!
FAUSTINA
¡Pablo!
BRIONES

 (A FAUSTINA mostrando a PABLO.) 

Aquí está.
620

 (A PABLO mostrando a FAUSTINA.) 

Ahí la tienes. Cada quis
sabe ahora su obligación.
Dios no es ningún zarramplín,
venando así lo ha dispuesto...
Uno había de morir;625
no hay remedio: al capitán
le llegó su San Martín...
Lástima es darle de baja
estando en su verde Abril,
pero una vez que murió, 630
seculorum en latín.
¿Lloráis? ¡Bien!

 (A PABLO.) 

Era tu jefe
y más valiente que el Cid.

 (A FAUSTINA.) 

Fue tu marido. Los dos
tendríais un alma ruin...635
Mas luego que pase el luto
de ordenanza... ¿Eh? ¿Qué decís?
PABLO
¡Faustina!...
FAUSTINA
Para él mi llanto...

 (Dando la mano a PABLO.) 

¡Vida y alma para ti!