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ArribaAbajoActo II

 

Frondosa arboleda a la inmediación de una casa de campo que se supone situada a la derecha del actor.

 

Escena I

 

DON ANTONIO. DOÑA CELEDONIA. DON TOMÁS. DOÑA RUPERTA. DON LIBORIO. DOÑA LUCÍA. DON FRUTOS. SABINA. DON SIMÓN. JESUSA. DON ENRIQUE. MERCEDES. DON JOAQUÍN. DOÑA MELCHORA. BELTRÁN. Una CRIADA.

 
 

(Aparecen sentados en sillas rústicas cada uno a la izquierda del que le sigue, y según están nombrados, alrededor de una mesa, cuyo desorden manifestará haber servido para una comilona de campo. Sobre ella habrá botellas, copas, vasos y algunos postres. Los cuchicheos entre los amantes y cierta algazara general, propia de semejantes reuniones, no cesarán durante esta escena. BELTRÁN y la CRIADA estarán de pie cerca de la mesa.)

 
DOÑA MELCHORA

  (A los criados.) 

Cuidad bien de mi doguito.
DON ANTONIO
(¡Aún no he tenido ocasión
de hablar despacio a Sabina!)

  (DOÑA MELCHORA charla con DON ANTONIO, y este la oye con fastidio.) 

DON ENRIQUE

  (A JESUSA.) 

¡Ay, mi vida!
DON JOAQUÍN

  (A MERCEDES.) 

¡Ay, dulce amor!
DON LIBORIO

  (A BELTRÁN y este le sirve.) 

¿A ver, chico...? Esa botella... 5
Otra copa de noyó.
DOÑA CELEDONIA
(Mucho reprimo mi bilis.)
Me va a dar un torozón.)
DOÑA RUPERTA
¿No dices nada, Tomás?
¡Qué desabrido estás hoy! 10
DON TOMÁS
Tengo sueño. He madrugado...
He comido mucho...
DOÑA RUPERTA
¡Ah! no.
Esa es frívola disculpa.
¡Tú no me tienes amor!
DON TOMÁS
Sí tal...

  (Siguen disputando en voz baja.) 

  —198→  
DON SIMÓN

  (A media voz.) 

¿Lo ve usted, Sabina?
15
No cesan de hablar los dos.
Yo me consumo...
SABINA
Mal hecho.
DON SIMÓN
¿Qué opina usted?
SABINA
¿Qué sé yo?
DON SIMÓN
Ya se ve, los puso juntos
don Liborio... Casi voy 20
sospechando que es su cómplice.
SABINA
¡Eh! Todo es conversación.
DON SIMÓN
Ya...
SABINA
(¿Pues no ha dado en contarme
sus cuitas el buen señor?)
DON FRUTOS

  (A DOÑA LUCÍA en voz baja.) 

¡Ah! ¿Cuándo será aquel día...? 25
DOÑA LUCÍA
¡Por Dios, don Frutos, por Dios!...
Mire usted que nos observa.
DON FRUTOS
¡Eh! ¡Si es un santo varón!
DOÑA MELCHORA

  (A DON ANTONIO.) 

Sí, señor. Ya están en casa
las vistas. Ya se arregló 30
todo. De hoy en quince días
las dos bodas. Ambos son
muy buenos chicos. El uno
tiene fábrica en Olot...
DON ANTONIO
Ya los conozco, señora. 35
DOÑA MELCHORA
Aunque siempre voy en pos
por lo que pueda ocurrir...,
¿qué tengo de hacer?, les doy
un poco de libertad,
porque son hombres de pro 40
y es justo... Ya ve usté, en vísperas
de casarse...
DON SIMÓN

  (Viendo cómo charlan su mujer y DON FRUTOS.) 

(¡Voto a briós!...)
DOÑA MELCHORA
Cada edad tiene sus...
DON ANTONIO
Ya.
DOÑA MELCHORA
Yo también allá en la flor
de mi juventud...
DON ANTONIO
¡Señora!
45
DOÑA MELCHORA
Ahora toda mi pasión
son los bichos. Tengo un gato
que me regaló el prior
de la Merced...
DON TOMÁS

  (Levantándose y alargando el brazo.) 

Sabinita,
esta pastilla de ron... 50
SABINA

  (Tomándola.) 

Muchas gracias.

  (DON TOMÁS vuelve a sentarse.) 

DOÑA RUPERTA

  (En voz baja dándole un pellizco.) 

¿Quién te manda
hacer finezas, traidor?
DON TOMÁS
¡Ay!
TODOS
¿Qué es eso?
DON TOMÁS

  (Sonriéndose.) 

Nada...
DOÑA RUPERTA

  (En voz baja.) 

¡Ingrato!
DON TOMÁS
Un calambre en el talón...
Ya se pasó... (Allá se van 55
mi paciencia y la de Job.)
DON SIMÓN

  (Levantándose.) 

¡No puedo más!...
DON LIBORIO
¡Bomba! ¡Bomba!
Siéntese usted, don Simón.
UNOS
Oigamos...
OTROS
¡Silencio!
DON SIMÓN

  (A SABINA sentándose.) 

Gracias
a la bomba, que si no... 60
DON LIBORIO

  (Levantándose.) 

Con una copa en la mano
y otras catorce en el buche,
y con perdón de quien me escuche,
diré en verso castellano,
muy contento y muy ufano, 65
y a manera de telonio,
mas que le pese al demonio,
que deseo, sin espanto,
felices días de su santo
a mi estimado amigo el Sr. D. Antonio. 70
 

(Apura su copa y se sienta muy satisfecho. DON ENRIQUE, DON JOAQUÍN y todas las mujeres, menos SABINA, palmotean.)

 
DON JOAQUÍN
¡Bravo!
DOÑA MELCHORA
¡Sublime!
DOÑA LUCÍA
¡Admirable!
DON ANTONIO
(¡Qué mentecato!)
DON SIMÓN

  (A SABINA en voz baja.) 

¡Hombre atroz!
¡Orejas de cal y canto!
¡Coplero de munición!
DON LIBORIO
Yo de todo entiendo un poco. 75
SABINA

  (A DON SIMÓN.) 

Y de todo, mal.
DON SIMÓN

  (A SABINA.) 

¡Cajón
de sastre; Petrus in cunctis;
mequetrefe!
DON LIBORIO

  (Haciendo pelotillas que tira a DON SIMÓN.) 

Y eso que hoy
no me siento yo con vena.
SABINA
(Me alegro.)
DON LIBORIO
Ni tengo humor
80
como otras veces. No obstante...
DON SIMÓN

 (Rascándose la oreja.) 

Por aquí me anda un moscón...
DON LIBORIO
Deme usté un pie, don Tomás,
—199→
y antes que marque el reloj
seis minutos...
DON ANTONIO
No. Ya basta...
85
Yo sería de opinión...
DON SIMÓN

  (Con la mano en la nariz y mirando a todos lados.) 

¿Quién se divierte en tirarme
pelotillas?
DON JOAQUÍN
Yo no soy...
DON LIBORIO

  (A DOÑA RUPERTA.) 

¡Qué cara ha puesto!
DON SIMÓN
¡Qué gracia!

  (Encarándose con DON LIBORIO.) 

Apostaría un doblón 90
a que usted...
DON LIBORIO
No hay que enfadarse.
Ha sido chanza...
DON SIMÓN
No estoy
para chanzas. Esos juegos
son de mala educación.
DON LIBORIO
En el campo todo pasa. 95
DON SIMÓN

  (Levantándose. Todos hacen lo mismo.) 

Las majaderías, no.
DON LIBORIO
¿Cómo?...
DON TOMÁS
¡Don Simón!...
DON ANTONIO
¡Señores!...
DOÑA MELCHORA
Vamos, no haya disensión...
DON SIMÓN
Harta paciencia he tenido
en no levantar mi voz 100
contra aquella copla infame...
DON LIBORIO
¿Infame?
DOÑA MELCHORA
¡Qué sinrazón!
¡Y una copla más bonita
no se ha escrito en español!
DON LIBORIO
¿Conque mi décima es mala? 105
DON SIMÓN
Detestable, sí, señor.
Si un renglón es chabacano,
es necio el otro renglón,
que renglones son, no versos,
y no hay galgo tan veloz 110
que pueda seguir al último,
pues, sin exageración,
más letras tiene que hay leguas
de Madrid a Badajoz.
DON LIBORIO
¡Calle el viejo mamarracho! 115
DON SIMÓN

  (Enarbolando una botella.) 

¿Mamarracho! ¡Vive Dios...!
DON LIBORIO

  (En actitud de embestir a DON SIMÓN.) 

¿Qué se entiende...? ¡A mí botellas!...
DON SIMÓN
Sí, la pena del talión.
Sea el vino su castigo,
pues por el vino pecó. 120
 

(DON TOMÁS sujeta a DON LIBORIO y DON ENRIQUE a DON SIMÓN. Los demás hombres se esfuerzan a poner paz. Las mujeres se desvían chillando.)

 
DON LIBORIO
Si no mirara...
DON SIMÓN
Dejadme
desfogar mi indignación
en ese trasto...
DON ANTONIO
¡Eh! ¡Señores!...
DOÑA MELCHORA
¡Ay! Un combate... ¡Qué horror!...
Yo fallezco.
 

(Cae desmayada en una silla. Sus hijas y otros interlocutores acuden a su socorro.)

 
DON ANTONIO
¡Esto faltaba!
125
JESUSA
¡Ay mamá!
MERCEDES
¡Se desmayó!
DON ANTONIO
Acuda el señor don Frutos
a ejercer su profesión.
DON FRUTOS
No tengo aquí el botiquín...
No obstante, voy..., allá voy... 130
 

(Suelta el brazo de DOÑA LUCÍA y acude también a socorrer a DOÑA MELCHORA, haciéndola oler un frasquillo que saca de la faltriquera. Los criados retiran las sillas.)

 
DON SIMÓN

  (Corriendo a tomar el brazo de DOÑA LUCÍA.) 

¡Ah! Mi mujer queda sola...
Tomaremos posesión.
DON ANTONIO
(¡Cómo entiende ese pobre hombre
las leyes del pundonor!
¡Mientras por una simpleza 135
se muestra airado y feroz,
no se atreve a ser marido
sino por sustitución!)
DOÑA MELCHORA
¡Jesús!...
DON TOMÁS
Ya vuelve y por fin
la paz se restableció. 140
Ahora ¿qué hacemos?
DON LIBORIO
Bailar.
DON JOAQUÍN
¡Un rigodón!
LOS DEMÁS JÓVENES
¡Rigodón!
DON SIMÓN
(Don Frutos vendrá...)

  (A su mujer en voz baja.)  

Si quieres,
bailemos juntos los dos,
esposa del alma.
DOÑA LUCÍA
Bien.
145
DON ANTONIO

  (A DOÑA MELCHORA.) 

¿Pasó?
DOÑA MELCHORA
Sí, ya estoy mejor.
DON ANTONIO
Beltrán, retira esa mesa.
BELTRÁN
Bien. Ayuda tú, Asunción.
 

(Retiran la mesa BELTRÁN y la criada, y desaparecen por la derecha.)

 

  —200→  

Escena II

 

DON ANTONIO. DOÑA CELEDONIA. DON TOMÁS. DOÑA RUPERTA. DON LIBORIO. DOÑA LUCÍA. DON FRUTOS. SABINA. DON SIMÓN. JESUSA. DON ENRIQUE. MERCEDES. DON JOAQUÍN. DOÑA MELCHORA.

 
DON FRUTOS

  (A DOÑA LUCÍA dejando sentada a DOÑA MELCHORA.)  

Señora, si usted se digna
de bailar conmigo...
DOÑA LUCÍA
Estoy
150
comprometida.
 

(Se ponen en baile MERCEDES y JESUSA con sus novios.)

 
JESUSA
Nosotras
ya estamos en baile.
DON SIMÓN

  (Entrando en la danza con DOÑA LUCÍA.) 

Y nos.
 

(DON LIBORIO toma la guitarra, que está al pie de un árbol, y la templa sentado junto a DOÑA MELCHORA.)

 
DON FRUTOS

  (A doña RUPERTA.) 

Señora, si gusta usted
de favorecerme...
DOÑA RUPERTA
¡Oh!
Yo no dejo a mi marido. 155
DON TOMÁS
Gracias por tanto favor,
mujer, pero estoy seguro
de dar cada tropezón...
DOÑA RUPERTA
No importa.
DON TOMÁS
Si yo no entiendo...
 

(Siguen hablando entre sí DON TOMÁS, DOÑA RUPERTA y DON FRUTOS.)

 
DON LIBORIO
¿Y Sabina, que es el sol 160
de Madrid, no ha de bailar?
DOÑA MELCHORA
Que la saque su tutor.
DON ANTONIO

  (Acercándose a SABINA.) 

Aunque ha siglos que no bailo,
tendré mucho gusto...
SABINA
Y yo.
 

(DOÑA RUPERTA y su marido salen a bailar; DON FRUTOS se dirige a SABINA.)

 
DON FRUTOS
Sabinita, gusta usted... 165
SABINA

  (Saliendo a bailar con DON ANTONIO.) 

Agradezco la atención,
mas ya estoy comprometida.
DON SIMÓN
(Todas le dicen que no.
¡Oh delicia!)
DOÑA RUPERTA

  (A DON LIBORIO.) 

Vamos...
DON LIBORIO
Falta
una pareja.
DON FRUTOS

  (A DOÑA CELEDONIA.) 

Si soy
170
tan dichoso que merezco...
DOÑA CELEDONIA
¿Hago falta?
DON FRUTOS
Está de non
una pareja.
DOÑA CELEDONIA
Corriente.
Por ser el día que es hoy...
 

(Se ponen también en baile colocándose enfrente de DON SIMÓN y DOÑA LUCÍA.)

 
DON TOMÁS
¡Tú quieres que haga el payaso! 175
¡Sea por amor de Dios!
DON SIMÓN
(A cada paso, de fijo,
voy a hacer un quid pro quo,
mas se la juego de puño
al consabido gachón.)180
DON LIBORIO
¿Estamos?
DON JOAQUÍN
Sí.
DON LIBORIO

  (Tocando rigodón.) 

Pues ¡a una!
 

(Rompen el baile las dos parejas que forman JESUSA y MERCEDES con DON ENRIQUE y DON JOAQUÍN, una mirando al público y otra dándole la espalda. Las demás hablen aparte.)

 
DOÑA MELCHORA
¡Mire usted con qué primor
bailan mis niñas!
DON LIBORIO
¿Han sido
discípulas de Avrillon?1
DOÑA MELCHORA
No, señor. Ellas entre ellas... 185
con su talento precoz...
DON ANTONIO

  (En voz baja.) 

¿Recuerdas, Sabina mía,
aquella conversación...?
SABINA
¿Cuál?
DON ANTONIO
La del jardín...
SABINA
¡Ah! Sí...
DON ANTONIO
Vaya, ¿y qué dices? ¿Me doy 190
el parabién?...
SABINA
¡Que nos oyen!
¡Que nos miran! Mi rubor...
DON ANTONIO
Pero, hija...
SABINA
Si sabe usted
que yo..., pues... Mi corazón...
  —201→  
DON ANTONIO
¡Oh! Es preciso que me digas 195
sí o no.
SABINA
Pues... Sí, señor.
DOÑA RUPERTA

  (A media voz a su marido.) 

No quitas ojo a Mercedes.
DON TOMÁS
¡Oh!... Por san Pascual Bailón,
mujer...
DON LIBORIO
Ustedes ahora.
 

(Rompen el baile las parejas de los costados, y DON SIMÓN y DON TOMÁS lo embrollan todo.)

 
DON FRUTOS

  (A DON SIMÓN.) 

No va usted bien.
DOÑA RUPERTA
¡Así no!
200
DON LIBORIO
¡Compás! ¡Compás!
DOÑA CELEDONIA

  (A DON TOMÁS.) 

Esa mano...
DON SIMÓN
Mi pareja...
DON TOMÁS
¿Dónde estoy?...
SABINA
Por aquí... Cadena inglesa...
DON SIMÓN
Ya hemos hecho un fricandó,
que ni el diablo...
DON TOMÁS

  (Sentándose.) 

¡Eh! Yo me canso.
205
DON LIBORIO
¡Y ahora ha saltado el bordón!
Cesó el baile.

  (Se levanta sin dejar la guitarra.) 

DOÑA MELCHORA

  (Levantándose.) 

Pues daremos
un paseo.
DOÑA RUPERTA
Eso es mejor.
DON LIBORIO
Vaya el brazo, Sabinita.
 

(SABINA lo toma. DOÑA MELCHORA se apodera del de DON SIMÓN, que en la confusión del baile había quedado cerca de ella y lejos de su mujer. Los demás interlocutores se reúnen a sus parejas acostumbradas, menos DOÑA CELEDONIA y DON ANTONIO.)

 
DOÑA MELCHORA
Venga el brazo, don Simón. 210
DON SIMÓN
Señora... (¡Maldita! ¡Bravo!
¡Otra vez me suplantó!...)
DON ANTONIO
(Ahora también se la llevan...
¡Es mucha persecución!)
DOÑA CELEDONIA

 (Deteniéndole.)  

Quédese usted, don Antonio. 215
Tenemos que hablar los dos.

  (Vanse los demás por la izquierda.) 



Escena III

 

DON ANTONIO. DOÑA CELEDONIA.

 
DOÑA CELEDONIA
¿Conque también en la red
ha caído don Antonio?...
¿O és un falso testimonio
que le han levantado a usted? 220
DON ANTONIO
Hable usted claro.
DOÑA CELEDONIA
Es capricho
que ni el diablo lo imagina.
¡Casarse usted con Sabina!
DON ANTONIO
¿Quién lo ha dicho?
DOÑA CELEDONIA
Ella lo ha dicho.
DON ANTONIO
¿Y usted no lo aprueba?
DOÑA CELEDONIA
No,
225
que es una boda fatal...
DON ANTONIO
Mío será el bien o el mal,
que quien se casa soy yo.
DOÑA CELEDONIA
Usted verá cómo llora
su locura. Cuando menos 230
piense...
DON ANTONIO
Cuidados ajenos
matan al asno, señora.
DOÑA CELEDONIA
¡Quitarle su libertad!
¡Oprimir a una hermosura
inocente!...
DON ANTONIO
Por ventura
235
¿fuerzo yo su voluntad?
DOÑA CELEDONIA
Pero ¿es posible que cuadre
a moza que no ha cumplido
los veinte años un marido
que pudiera ser su padre? 240
DON ANTONIO
Padre y marido seré,
si padre he sido hasta hoy.
Tanto mejor si le doy
doble prenda de mi fe.
DOÑA CELEDONIA
¡Pasión temeraria y loca! 245
Nunca su boca podrá
pronunciar el sí...
DON ANTONIO
Pues ya
lo ha pronunciado su boca.
DOÑA CELEDONIA
Podrá ser; yo lo concedo...
DON ANTONIO
Pues bien, ¿qué más quiero yo?... 250
DOÑA CELEDONIA
Pero no lo pronunció
el amor, no, sino el miedo.
DON ANTONIO
¿Miedo a mí que no la riño
ni en chanza y, usted lo ve,
no hay día que no le dé 255
mil pruebas de mi cariño?
Quizá me engaña el deseo,
quizá el amor me fascina;
podrá no amarme Sabina;
mas ¿temerme? No lo creo. 260
DOÑA CELEDONIA
¿Y usted no la teme a ella?
DON ANTONIO
No, que es paloma sin hiel.
DOÑA CELEDONIA
¿Sabe usted si será fiel
como sabe usted que es bella?
DON ANTONIO
Cuando tienta Satanás 265
el alma de una mujer,
lo mismo vienen a ser
veinte años que veinte más.
Quien tiene fe en la fortuna
no teme a Juana ni a Menga; 270
se casa... Quien no la tenga,
no se case con ninguna.
DOÑA CELEDONIA
Pero el público cavila,
y murmura sin pudor
le todo humano tutor 275
—202→
que casa con su pupila.
DON ANTONIO
¡Válgate Dios!
DOÑA CELEDONIA
Es una hacha
la lengua de algunos.
DON ANTONIO
¡Pues!
DOÑA CELEDONIA
Lo achacarán a interés...
DON ANTONIO
Sí; el dote de la muchacha... 280
¿Y no pago yo mi escote
en el contrato nupcial?
¿No monta mi capital
diez veces más que su dote?
DOÑA CELEDONIA
Ya sé yo que la codicia 285
no cabe en usted. Con todo,
lo mirarán de otro modo
los que piensen con malicia.
Usted teme que la hermosa
se case mal, y por eso 290
en un paternal acceso
quiere que sea su esposa.
A usted le hace mucho honor
ese pensamiento estoico
de llevar a un grado heroico 295
los deberes de tutor;
pero, sin esa extremada
funesta medida, hay mil
para que vuelva al redil
la ovejilla descarriada. 300
Si no acomoda el doncel
que ella eligió...
DON ANTONIO
Le detesto.
DOÑA CELEDONIA
Pues... ¡buen apuro! Otro al puesto.
DON ANTONIO
¿Ya no aboga usted por él?
DOÑA CELEDONIA
No, señor; ni me avergüenzo 305
de cantar la palinodia.
Cuando usted tanto le odia,
malo será: me convenzo;
y pues cede ella también,
no hay que ponerla en un potro. 310
Ya le buscaremos otro
que a todos parezca bien.
DON ANTONIO
(¡Bueno será el que tú escojas!)
Es cosa muy singular
que ahora... Pero eso es tomar 315
el rábano por las hojas.
No voy a casarme, no,
téngalo usted entendido,
porque ella tenga marido,
sino para serlo yo. 320
DOÑA CELEDONIA
¡Qué mal hace, don Antonio,
el que en edad ya madura
a navegar se aventura
por el mar del matrimonio!
Mas ¿qué digo? ¡Hablar yo así! 325
¡Yo, que me abraso en secreto,
a dar consejos me meto
que he menester para mí!
Pero al menos mi cariño
es algo más racional, 330
que quiero a un tal para cual;
no a ningún barbilampiño,
DON ANTONIO

  (Fastidiado.) 

Pero...
DOÑA CELEDONIA
Y como días ha
que él confiesa y yo comulgo
y... ¡pues! ¿Quién sabe si el vulgo 335
por comido nos lo da?
DON ANTONIO
El vulgo será muy tonto...
DOÑA CELEDONIA
Y mi honor acrisolado
peligra...
DON ANTONIO
¡Ca! No hay cuidado.
DOÑA CELEDONIA
¿Cómo?... ¡Yo...!
DON ANTONIO
Acabemos pronto.
340
¿A qué a la tema volver
si, lo digo sin reparo,
aunque usted me hable más claro
yo no la quiero entender?
Si es broma, basta de broma; 345
si ese venerable pecho
arde de amor, buen provecho
y con su pan se lo coma.
Si es usted fatua o demente,
cordial pésame le doy; 350
si piensa que yo lo soy,
se engaña completamente.
En cuanto a mí, sólo trato
de casarme con mi bella
pupila; sólo con ella, 355
o muero en el celibato.
DOÑA CELEDONIA
¿Cierto? (Vaya, eso ¡tal cual!)

  (Riendo.) 

Ja, ja... ¿Conque usted creyó
que hablaba de veras yo?
DON ANTONIO
Créalo, o no, me es igual. 360
Pero yo no hablo de chanza.
O Sabina es mi mujer,
o... yo sé lo que he de hacer
si se frustra mi esperanza.
La culpa, ya es evidente, 365
no será de ella ni mía,
sino...
DOÑA CELEDONIA
¿De quién?
DON ANTONIO
De su tía.
DOÑA CELEDONIA
¡Jesús! Quien lo diga miente.
DON ANTONIO
No alborotemos el valle.
Claro: o con mi dulce encanto 370
me casa usted, o la planto
de patitas en la calle.

 (Vase por la izquierda.)  



Escena IV

 

DOÑA CELEDONIA.

 
¡Oiga usted!... Me ha sofocado.
Con ese genio tan dulce
es un lagarto... ¡Ya, ya! 375
Ni lágrimas le seducen,
ni valen las indirectas,
ni aprovechan los embustes.
¡En qué conflicto me pone!
¡Mala bomba le sepulte! 380
O la pupila le acepta
—203→
por marido, y da de bruces
mi autoridad y en la casa
voy a ser un trasto inútil;
o dice que no el domingo 385
y soy despedida el lunes.
¡Espantosa alternativa!
No es posible que renuncie
la muchacha a su galán,
que harto ha prendido la lumbre 390
para que el tutor la apague
con el cierzo de su octubre.
Si yo vuelvo por pasiva
mis consejos de costumbre
y la digo que aborrezca 395
al que ayer puse en las nubes,
la muchacha, que no es boba
ni, como tantas, voluble,
conocerá mi artificio,
y unida con su querube 400
me enviará noramala;
y entonces ¿a quién acudes,
Celedonia? No hay remedio.
Ya es fuerza que me aventure
a seguir su suerte. Así 405
no queda al menos impune
el desprecio soberano
con que oyó mis pesadumbres
ese caribe. Veremos,
y pronto será, quién sufre 410
mayor tormento; él, o yo.
Allí mis ojos descubren
a Agustín... Me ha visto. Viene...
Mejor. Sin que yo le busque...


Escena V

 

DOÑA CELEDONIA. DON AGUSTÍN.

 
DOÑA CELEDONIA
Ya llegó el momento crítico, 415
Agustín.
DON AGUSTÍN
¿Cómo? ¿Qué ocurre?
DOÑA CELEDONIA
Por más que le he predicado,
por más que con tono lúgubre
le he pintado los peligros
a que su amor le conduce, 420
si cabe amor en un alma
que la avaricia consume,
no hay forma de que el tutor
se convenza y capitule.
Ya no hay que andarse con paños 425
calientes. La cosa urge...
DON AGUSTÍN
Pues ¿cómo?...
DOÑA CELEDONIA
Ha sido preciso
que Sabinita pronuncie
un sí falaz, pero ese hombre,
que ya se juzga en la cumbre 430
de la gloria, porque todo
en su favor lo traduce,
tiene empeño en que la boda
al momento se efectúe.
DON AGUSTÍN
¿Y qué importa, si Sabina 435
me mira como a su numen
tutelar, y solo a mí
la unirán indisolubles
los lazos del matrimonio?
DOÑA CELEDONIA
No creas, no, que yo dude 440
de su amor, pero hasta el hierro
se quebranta sobre el yunque
a fuerza de machacarlo;
y don Antonio Bermúdez
es muy machacón, y astuto... 445
más de lo que tú presumes.
A todas horas la ve,
y, al fin y al cabo, algo influye
la autoridad de tutor;
y tú, aunque eres tan ilustre, 450
sólo puedes a Sabina
ofrecer suspiros fúnebres,
y promesas, y lisonjas,
y otros lugares comunes;
mientras el tutor, abriendo 455
sus gavetas y baúles,
con mejor artillería
sera más fácil que triunfe.
DON AGUSTÍN
Me hace usted temblar.
DOÑA CELEDONIA
Quizá
sin justa razón injurien 460
mis sospechas a Sabina,
pero hay tan poco chirumen
en las chicas de su edad,
que, en verdad, no me haré cruces
si a la intriga y a las dádivas 465
tarde o temprano sucumbe.
DON AGUSTÍN
Ha hablado usted como un libro,
que este siglo de las luces,
con perdón del bello sexo,
ni Heros ni Tisbes produce, 470
y pocas Dánaes cuenta
que, si en refulgente nube
llueve doblones de a ocho,
cierren el balcón a Júpiter.
Mas no es la mitología 475
en este caso tan útil
como burlar al tutor
antes que el tutor nos burle.
DOÑA CELEDONIA
Pues...

  (Mirando a la izquierda.) 

Pero aquella es Sabina,

  (A DON AGUSTÍN que se retiraba.) 

Viene sola. No te ocultes. 480


Escena VI

 

DOÑA CELEDONIA. DON AGUSTÍN. SABINA.

 
DOÑA CELEDONIA
Sabina, ¿estamos seguros?
SABINA
No hay temor de que nos oigan.
Reunida la tertulia
—204→
está de gresca y de broma...
¡Dichosos ellos!
DOÑA CELEDONIA
¿Qué tienes?
485
DON AGUSTÍN
Vienes pálida, llorosa...
DOÑA CELEDONIA
¿Te ha hablado el tutor?
SABINA
¡Ah! Sí.
DOÑA CELEDONIA
¿Te ha dicho algo de la boda?
SABINA
Sí. ¡Pobre señor!
DOÑA CELEDONIA
¿Qué escucho!
¿Tienes tú misericordia 490
de ese Nerón?
SABINA
¿Y si es cierto
que el desdichado me adora?
¡Me ha hablado con tal ternura!...
¡Ah! Cuando los ojos lloran
como los suyos lloraban, 495
no puede mentir la boca.
DON AGUSTÍN
¡Sabina!
DOÑA CELEDONIA
¡Sabina!
SABINA
Al ver
su inquietud y su congoja,
yo también me he conmovido.
DOÑA CELEDONIA
¡Cómo!...
SABINA
Y no sé qué zozobra
500
interior... «Sabina amada,
me ha dicho, mi bien, mi gloria
cifro en aspirar a darte
el dulce nombre de esposa;
pero tu ventura anhelo 505
aún más que la mía propia.
Si no la esperas de mí,
aún tienes tiempo; revoca
aquel sí de bendición
que con risa encantadora 510
articulaste no ha mucho,
y mi flaqueza perdona.
Humo mi dicha habrá sido,
sueño, locura... ¿Qué importa?
¿No vale más que me aflija 515
alguna amarga memoria,
que maldecir nuestro nudo
y a Dios rogar que lo rompa
con mi muerte?» Yo le oía
muda, estremecida, absorta... 520
¡Ah qué escena!
DOÑA CELEDONIA

  (En voz baja a DON AGUSTÍN.) 

¿No lo dije?

  (A SABINA.) 

Eres una pobre tonta.
¿Y qué has respondido?...
SABINA
Yo...
¿Qué sé yo, tía Celedonia!
Ni sabía dónde estaba, 525
ni qué hacía, ni...
DON AGUSTÍN
¡Esta es otra!
SABINA
Mas pienso que mi respuesta
ha sido satisfactoria,
pues me ha besado la mano
muy contento y muy...
DON AGUSTÍN
¡Traidora!
530
SABINA
¡Pues! ¡Ahora me acusas tú!
¡Oh! Van a volverme loca
entre los dos.
DOÑA CELEDONIA
Pero, niña,
tan perspicaz hasta ahora,
tan taimada, tan resuelta, 535
¡y a lo mejor te abandona
la estrategia mujeril!
SABINA
Es que... Como soy bisoña...
Y él apuraba... ¡Dios mío!...
Aquí me caigo redonda 540
si nos sorprende.

  (Se aparta un poco y mira adentro con mucha inquietud.) 

DON AGUSTÍN
¡Sabina!

  (Aparte con DOÑA CELEDONIA.) 

Mucho temo una derrota.
DOÑA CELEDONIA
Apelemos a los grandes
recursos de la oratoria
sentimental.
SABINA

  (Volviendo a la escena.) 

Nadie viene,
545
mas tengo miedo a mi sombra.
¿Qué haré, Dios mío?
DON AGUSTÍN
¿Qué harás?
Lo que suelen hacer todas.
Sacrificar a tu amante
porque interés y lisonja 550
triunfaron de la constancia
que prometiste engañosa,
y decir «oros son triunfos»
camino de la parroquia,
tú que decías ayer 555
«contigo pan y cebolla.»
SABINA
Por Dios, no me digas eso,
que mi amargura redoblas.
Yo te adoro, pero al cabo,
no es mi corazón de roca, 560
y ver penar por mi causa
a un infeliz... ¡En mal hora
con mi culpable mentira
turbé su paz y en la copa
que deleites le brindaba, 565
¡ay!, le di mortal ponzoña!
DON AGUSTÍN
Pues bien, ingrata, aún no es tarde
para que tú le socorras.
¿Qué dudas? ¿Por qué a sus pies
desolada no te postras 570
y le ofreces por antídoto
el afecto que me robas?
SABINA
¡Agustín!
DOÑA CELEDONIA
Mejor sería
darle jarabe de goma
para curarle la tos 575
que por la noche le ahoga,
amén de otros alifafes
y los síntomas de gota.
SABINA
¡Tía!
DON AGUSTÍN
Arrójate en sus brazos,
víctima propiciatoria, 580
y el ébano de tus rizos
—205→
en su pelo gris embosca,
y hunda su marchito labio
en tus mejillas de rosa.
SABINA
¡Horror!...
DOÑA CELEDONIA
Y sufre que el mundo
585
infiel te llame y apóstata.
SABINA
¡Jamás!
DON AGUSTÍN
Y sirve de ripio
a las columnas periódicas.
DOÑA CELEDONIA
Y de escándalo a los ciegos.
DON AGUSTÍN
Y ¡ay de ti si te hace coplas 590
el Estudiante!2
DOÑA CELEDONIA
Ay de ti
si por su cuenta te toma
Fray Gerundio!
SABINA
¡Por piedad!...
DOÑA CELEDONIA
Pasará el pan de la boda...
quizá demasiado pronto, 595
y empezará la carcoma
de los celos... Porque, al fin,
eres niña, eres hermosa,
y el tutor...
SABINA
¡No más!
DON AGUSTÍN
¡Qué vida
te espera! ¡Qué amargas horas! 600
¡Adiós paseo y teatro!
¡Adiós vestidos y joyas!
SABINA
¡Por Dios!... ¡Si yo...!
DOÑA CELEDONIA
Ni aun a misa
podrás salir sin escolta.
DON AGUSTÍN
Tu risa será traición, 605
tus lágrimas sospechosas.
DOÑA CELEDONIA
Y en tu acción más inocente
pensará ver su deshonra.
DON AGUSTÍN
Te matará a pesadumbres,
y así acabará la historia. 610
SABINA
¡Válgame Dios!... ¿Quién ha dicho
que yo he pensado tal cosa?...
DON AGUSTÍN
Mas no seré yo quien vierta
sobre el nicho que te esconda
llanto inútil; que primero 615
cubrirá la fría losa
mi cadáver...
SABINA
¡No! ¡Dios mío!
Haré lo que tú dispongas.
Tuya soy.
DOÑA CELEDONIA
Basta. El amor
sus santos fueros recobra. 620
¿Eres tú capaz, Sabina,
de una acción sublime, heroica?
SABINA
Sí. Ya he dicho...
DON AGUSTÍN
Siento pasos...
DOÑA CELEDONIA
Apártate de nosotras
y síguenos con la vista. 625
 

(DON AGUSTÍN desaparece por entre los árboles hacia el último bastidor de la derecha.)

 


Escena VII

 

DOÑA CELEDONIA. SABINA.

 
SABINA
¿Será el tutor?
DOÑA CELEDONIA
No. Es el posma
de don Simón.
SABINA
Aquí llega.
DOÑA CELEDONIA

  (Tomándola del brazo.)  

¿Sí? Vamos.
SABINA
(¡Virgen de Atocha!
¿Qué va a ser de mí? Yo tiemblo.)
DOÑA CELEDONIA
(Ya puedo cantar victoria.)630
 

(Vanse por la derecha, y al mismo tiempo llega por la izquierda DON SIMÓN.)

 


Escena VIII

 

DON SIMÓN.

 
Por fin ya me veo libre
de la atroz doña Melchora
y para mayor consuelo
se agarra sin ceremonia
al brazo del farmacéutico, 635
que a su pesar la remolca
oyendo el largo catálogo
y la nauseabunda historia
de sus partos y su reuma,
de su dogo y su cotorra; 640
y pues mi cara Lucía,
ya que mi brazo no toma,
al de don Tomás se cuelga,
que es casado y está en gloria
celos, dejadme un instante 645
respirar en otra atmósfera
más serena; y si aún aquí
queréis que haga la parodia
del Otelo en pantomima,
al menos la haré a mis solas 650
sin necios y sin coquetas
que se rían a mi costa.


Escena IX

 

DON SIMÓN. DON ANTONIO.

 
DON ANTONIO

  (Viene por la izquierda.) 

¿Ha visto usted?...
DON SIMÓN
(¡Dura estrella!...)
  —206→  
DON ANTONIO
¿A mi pupila?
DON SIMÓN
Poco ha
que cruzaba por allá, 655
y su tía iba con ella.
DON ANTONIO
(Seguro estoy de la niña.
La tía tendrá paciencia.
Ya no temo su influencia,
que el miedo guarda la viña.) 660
DON SIMÓN
¿Qué tiene usted, don Antonio?
¿Qué extraña cavilación?...
DON ANTONIO
¡Soy tan feliz, Don Simón!...
Voy a casarme.
DON SIMÓN
¡Demonio!
¿Qué hace usted? ¿No se horripila 665
al ver este triste ejemplo,
y antes de pisar el templo...?
DON ANTONIO
¡Eh!
DON SIMÓN
¿Con quién?
DON ANTONIO
Con mi pupila.
DON SIMÓN
¿Con la pupila? ¡Ay, amigo!
La amable doña Lucía 670
también fue pupila mía
antes de casar conmigo;
y pues sabéis lo que soy
y no ignoráis lo que fui,
¡aprended, tutor, de mí 675
lo que va de ayer a hoy!
DON ANTONIO
¡Oh! La suerte no es igual.
No me ciega el egoísmo.
Yo soy amado.
DON SIMÓN
Lo mismo
pensaba yo..., y pensé mal. 680
DON ANTONIO
La mía es un serafín,
y cuando el sí pronunció...
DON SIMÓN
El sí de las niñas. ¡Oh!...
Lea usted a Moratín.
DON ANTONIO
Ella es libre...
DON SIMÓN
Ella es mujer.
685
DON ANTONIO
Y honrada y, seguro estoy,
no es capaz...
DON SIMÓN
Si no lo es hoy,
mañana lo puede ser.
DON ANTONIO
La colmaré de regalos...
No sirve eso con la mía; 690
¡y quizá me adoraría
si la derrengase a palos!
DON ANTONIO
Sin dar ese trato indigno
a la que mi dicha labra,
yo sé... y, en una palabra, 695
cada cual tiene su signo.
DON SIMÓN
¡Dichosa el alma tranquila...!
DON ANTONIO
Yo sé bien, por lo que vi,
lo que va de usted a mí,
y de pupila a pupila. 700
DON SIMÓN
¿Qué escucho!...
DON ANTONIO
Usted no se asombre.
DON SIMÓN
Pero ¿a quién no escandaliza...?
DON ANTONIO
Si la mujer se desliza,
siempre es la culpa del hombre.
DON SIMÓN
¿Culpa yo porque pretenda 705
un osado farmacéutico
ser poseedor enfitéutico
de mi legítima hacienda!
DON ANTONIO
Oír eso causa tedio.
Pues siendo así, ¿qué hace usté 710
que no le da un puntapié
y se le quita de en medio?
DON SIMÓN
Eso lo dice muy pronto
quien no está comprometido;
pero en llegando a marido, 715
el más sabio es el más tonto.
Hasta el día de la fecha3
¿en4 qué mi querella fundo,
en qué su malicia el mundo?
En una leve sospecha. 720
Mas sí despido al galán
con dicterios y amenazas,
¡adiós, honra! Por las plazas
las gentes me silbarán.
Y así peligra el marido 725
mucho más, porque un amante
nunca es tan interesante
como cuando es perseguido.
¿Qué recurso el mundo deja
a quien con celos batalla? 730
Es ridículo si calla,
y mucho más si se queja
Sí, señor, yo estoy celoso
y nunca la soltaría,
pero como esto en el día 735
dicen que es hacer el oso...,
y el amiguito es tan pulcro,
y mi mujer tan taimada...
Está visto, no haré nada,
¡y me echarán al sepulcro! 740
DON ANTONIO
Entonces..., conformidad.
DON SIMÓN
Sí, pero es mucha fatiga...
Y ¿quiere usted que le diga
francamente la verdad?
DON ANTONIO
Diga usted...
DON SIMÓN
Pues tengo miedo
745
a don Frutos.
DON ANTONIO
(¡Qué menguado!)
DON SIMÓN
Y eso que él es un cuitado,
y mano a mano, le puedo.
Mas aunque yo no soy rana,
puede emplear mi rival 750
un arma terrible...
DON ANTONIO
¿Cuál?
DON SIMÓN
La farmacopea hispana.
DON ANTONIO

  (Riéndose.)  

Entre Caribdis y Escila...
¡Qué trance!
DON SIMÓN
¡Abra usted el ojo,
y eche la barba en remojo, 755
y una cruz a la pupila!
DON ANTONIO
¡Oh qué moler! Don Simón,
cada cual mire por sí.
Yo sé muy bien... Pero aquí
viene ya la reunión. 760

  (Empieza a oscurecer.) 


  —207→  

Escena X

 

DON ANTONIO. DON SIMÓN. DOÑA LUCÍA. DON FRUTOS. DOÑA RUPERTA. DON TOMÁS. JESUSA. DON ENRIQUE. MERCEDES. DON JOAQUÍN. DON LIBORIO.

 
 

(Todos vienen por la izquierda dando el brazo a sus parejas de costumbre. DON LIBORIO solo, con la guitarra.)

 
DON TOMÁS
¿Qué hacemos? Todos se aburren
y ya la noche se acerca,
y el aire anuncia tronada,
y Madrid dista una legua.
DON ANTONIO
Nos iremos... ¿Y Sabina? 765
DON FRUTOS
En la granja. Entraba en ella
con su tía cuando yo
acompañé hasta la puerta
a doña Melchora.
DON SIMÓN
(¡Cielos,
qué perdurable pareja! 770
¡Otra vez!)
DON LIBORIO
Vaya, pongamos
un jueguecito de prendas
mientras vienen.
DON ANTONIO
No. Ya es tarde.
Vaya usted: que se den priesa
a enganchar.
DON LIBORIO
Voy.
DON ANTONIO
Y de paso
775
dé usted una voz... Que vengan
esas señoras...
DON LIBORIO
Corriente.


Escena XI

 

DON ANTONIO. DON SIMÓN. DOÑA LUCÍA. DON FRUTOS. DOÑA RUPERTA. DON TOMÁS. JESUSA. DON ENRIQUE. MERCEDES. DON JOAQUÍN. BELTRÁN.

 
DON TOMÁS
¡Buena ha estado la ocurrencia
del certamen borrical!
DON SIMÓN
¿Certamen?
DON TOMÁS
Sí; en la pradera
780
ha habido juegos ecuestres.
DON SIMÓN

  (A DOÑA LUCÍA.) 

¿Has entrado tú en la fiesta?
DON FRUTOS
No, señor. Es delicada
de nervios, y se marea.
DON TOMÁS
Todos hemos cabalgado 785
un poquito, menos ella.
¡Cómo chillaba Jesusa!
Pero Mercedes, ¡tan tiesa!
JESUSA
Porque la iba sosteniendo
Joaquinito.
DON TOMÁS
Mi Ruperta
790
no me quiso abandonar
a merced de aquella fiera.
Yo delante, ella a la grupa,
y así... en forma de una etcétera,
nuestro conyugal amor 795
trotaba de ceca en meca;
pero es carga, por lo visto,
superior a asnales fuerzas
un matrimonio feliz,
pues pronto dimos en tierra; 800
mi mujer..., Dios sabe cómo...
DON SIMÓN
¿Y usted?
DON TOMÁS
Yo..., por las orejas.
DOÑA RUPERTA
No le hagan ustedes caso.
Yo caí, mas con decencia.
DON TOMÁS
Peor libró Jesusita. 805
JESUSA
¡Vamos, que me da vergüenza!...
DON TOMÁS
Por sujetarse el sombrero,
da fondo en una aguadera;
grita, pierde el equilibrio;
faltan brazos, sobran piernas... 810
Vaya, ¡cosa más graciosa!...
DON ENRIQUE
¡Eh! No diga usted simplezas.
DOÑA RUPERTA

  (En voz baja a su marido.) 

¡Cómo la mirabas, pícaro!
Yo te ajustaré la cuenta.


Escena XII

 

DON ANTONIO. DON SIMÓN. DOÑA LUCÍA. DON FRUTOS. DOÑA RUPERTA. DON TOMÁS. JESUSA. DON ENRIQUE. MERCEDES. DON JOAQUÍN. BELTRÁN.

 
BELTRÁN
Dios guarde a ustedes. De parte 815
de aquella señora seca...
La del perrito...
DON ANTONIO
¿Qué quiere?
BELTRÁN
Que vaya y no se detenga
el boticario...
DON FRUTOS
¿Qué ocurre?
BELTRÁN
¡Ay, señor! Es cosa seria. 820
DON ANTONIO
¿Cómo?...
MERCEDES
¡Dios mío!...
BELTRÁN
Al perrito
le ha dado una pataleta.
DON ANTONIO
¡Bah! Creí que era otra cosa.
DON SIMÓN

  (A DON FRUTOS.) 

Sí, vaya usted...
DON FRUTOS
¿Soy yo albéitar?
 

(Óyese rodar y parar un coche a la izquierda del actor.)

 
DON TOMÁS
No obstante, es preciso...
JESUSA
Sí,
825
¡por Dios...!
DON SIMÓN
Corazón de piedra,
—208→
salve usted a aquella víctima...,
¡tal vez a dos!
DON FRUTOS

  (Soltando el brazo de DOÑA LUCÍA.) 

Será fuerza...
Hasta luego.

  (Vase corriendo.) 

DON SIMÓN

 (Tomando el brazo de su mujer.) 

Acoto el brazo.
(No hay mal que por bien no venga.)830


Escena XIII

 

DON ANTONIO. DON SIMÓN. DOÑA LUCÍA. DOÑA RUPERTA. DON TOMÁS. JESUSA. DON ENRIQUE. MERCEDES. DON JOAQUÍN. BELTRÁN. DON LIBORIO.

 
DON LIBORIO
Ya a la orilla del camino
a la comitiva esperan
ensillados los caballos,
albardada la jumenta,
y de dos coches el uno 835
con su tiro de colleras.
DON SIMÓN
Pues ¿y el otro?
DON LIBORIO
No lo he visto.
Se habrá roto alguna rueda...
BELTRÁN
¡Ca! No, señor. Ya hace rato
rompió como una saeta 840
de vuelta a Madrid.
DON ANTONIO
¿Qué escucho!
¿Y ahora lo dices, babieca?
BELTRÁN
¡Toma! ¿Y quién lo ha preguntao?
Yo no me meto en la renta
del escusao. Aunque soy 845
paleto, tengo prudencia.
DON ANTONIO
Pero ¿quién iba en el coche?
BELTRÁN
Cancia la parte de ajuera
las seis mulas y el zagal;
y adrento, sigun las señas, 850
doña Sabinita...
DON ANTONIO
¡Cielos!
BELTRÁN
Y su tía, doña... Esa...
Doña Ciliona.
DON SIMÓN
¿Qué oigo!
DOÑA RUPERTA
¡Sabina!
DON LIBORIO
¿Cómo?...
DON TOMÁS
¿Qué idea...?
 

(Murmullo general de admiración.)

 
BELTRÁN
¡Ah!... También se coló drento, 855
sin cudiarse de entiquetas
el calesero.
DON ANTONIO
¡Borracho!...,
¿que estás diciendo?
BELTRÁN
La mesma
verdad. Y la señorita
arrancó de su cartera 860
un peazo de papel,
y puso al pie de la letra
este dicumento.

  (Saca un papel y se lo da.) 

DON ANTONIO
¡Ah! Dame,
DON SIMÓN
El mozo es todo lo bestia
que puede ser.
DON ANTONIO
¿Es posible?...
865
¿Estoy soñando? ¡La pérfida!...

  (Lee.) 

«Soy libre; soy amante. Si hay tutores, hay leyes. Huyo con Agustín y con mi tía. Si me voy como Dios quiere, me casaré como Dios manda. Culpe usted a su tiranía, y no a mi liviandad. SABINA.»

¡Ah falsa, traidora, ingrata!
¿Así pagas mis finezas,
mi amor, mi bondad... ¡Infame
seductor! ¡Tía perversa! 870
¡Oh necia credulidad
la mía! ¡Oh traición horrenda!
¡Jurarme sincero amor,
fingir cándida inocencia,
y venderme así!... ¡Dios mío! 875
¡Dios mío! ¡En edad tan tierna
tanta maldad! Ya no hay fe,
ya no hay virtud en la tierra.
¡Venganza!... ¡Un caballo!
DON ENRIQUE
El mío...
DON ANTONIO
Lo acepto. Dios me reserva 880
un consuelo...: ¡la venganza!
¡Ah! Yo haré que te arrepientas,
infeliz; ¡y será tarde!
Tu boda será funesta,
lo juro. ¡A mí la victoria, 885
a ti el llanto y la vergüenza!

  (Vase corriendo por la izquierda.) 



Escena XIV

 

DON SIMÓN. DOÑA LUCÍA. DOÑA RUPERTA. DON TOMÁS. JESUSA. DON ENRIQUE. MERCEDES. DON JOAQUÍN. BELTRÁN. DON LIBORIO.

 
DOÑA RUPERTA
¡Qué lance!
DON LIBORIO
¿Quién lo diría?...
DON SIMÓN
Pues yo sé de algún profeta
que le anunciaba...
DON TOMÁS
Una gota
me ha caído en esta ceja. 890

  (Se oye tronar.) 

DOÑA LUCÍA
La tempestad está encima...
  —209→  
DON LIBORIO
¿Oyen ustedes? Ya truena.
DOÑA RUPERTA
¡Al coche!
DON SIMÓN
¡Al coche!
DOÑA LUCÍA
¿Y don Frutos?
JESUSA
¿Y mamá?
DON TOMÁS
¡Al coche, Ruperta!

  (Desaparecen corriendo por la izquierda.) 

DON SIMÓN
(Ahora es la mía.) Corramos... 895
DOÑA LUCÍA
Pero...
DON SIMÓN
Al coche los que quepan.
¡Puto el postre!

  (Vase con DOÑA LUCÍA.) 

DON LIBORIO
Vamos, niñas...
MERCEDES
Pero mamá que se queda...
DON LIBORIO
Vamos, que llueve. Después
dará el carruaje la vuelta. 900
Siete cabremos.
JESUSA
¡Mamá!...
DON ENRIQUE

  (A DON JOAQUÍN, y se va con él.) 

Llévame a tu grupa.
DON LIBORIO
Ahí queda
Don Frutos...

  (Arranca con ellas.) 

MERCEDES

  (Ya dentro.) 

¡Mamá!...
DON LIBORIO

  (Lo mismo.) 

Volemos...


Escena XV

 

BELTRÁN. DON FRUTOS. DOÑA MELCHORA.

 
BELTRÁN

  (Guarecido de un árbol.)  

¡No se ha armado mala gresca!
 

(Llega por la derecha DON FRUTOS con el botiquín bajo el brazo izquierdo y dando el derecho a DOÑA MELCHORA, que trae consigo el perrito. Menudean los truenos y relámpagos, crece la lluvia y cierra la noche.)

 
DON FRUTOS
Vamos, que se van...
DOÑA MELCHORA

  (Acariciando al perro.) 

¡Jesusa!...
905
¡Animalito!... Este reuma...
DON FRUTOS
¡Corra usted!...
DOÑA MELCHORA
¡Jesús!...

  (Se oye rodar el coche.) 

BELTRÁN
Ya es tarde.
Ya va por la carretera
echando chispas el coche.
DOÑA MELCHORA
¡Ay, válgame santa Tecla! 910
Lloviendo a mares... El perro...
DON FRUTOS
El botiquín...
DOÑA MELCHORA
¿Quién nos lleva
a Madrid?
BELTRÁN
La borriquilla
se tomará esa molestia.
Allí está...
DON FRUTOS
¡Bravo refuerzo,
915
y está lloviendo a fanegas!
(¡Ay Lucía!...) Otro carruaje...
Aunque sea una carreta...
BELTRÁN
No hay amparo. Pero el coche
volverá...
DON FRUTOS
(¡También me llega
920
mi San Martín!)
DOÑA MELCHORA
¡A la granja!
DON FRUTOS
¿Cuánto tardará?
BELTRÁN
Hora y media.
DON FRUTOS
¡Ahí es nada!
DOÑA MELCHORA
Vamos, hijo.
En tanto cobrará fuerzas
el perrito, y en el hombro 925
me dará usted unas friegas.
DON FRUTOS
¿Qué friegas, ni qué...?
DOÑA MELCHORA
Volemos...
DON FRUTOS
¡Maldición!... (¡Qué diferencia!)

  (Vuélvense5 corriendo hacia la casa.) 

BELTRÁN

  (Siguiéndolos.)  

Estas junciones de campo
siempre acaban en trigedia. 930