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21

Véanse las esclarecedoras páginas de Marta E. Altisent, en su libro Los artículos de Gabriel Miró en la prensa barcelonesa (1911-1920), Madrid, Editorial Pliegos, 1992, pp. 21-27.

 

22

«Joaquín Ruyra», en Diario de Barcelona, 9 de septiembre de 1911; recogido en Glosas de Sigüenza, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1952, p. 116.

 

23

El humo dormido, ed. de Edmund L. King, Alicante, Caja de Ahorros del mediterráneo-Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert», 1991, p. 110.

 

24

«Plática de amigos», relato recogido en Del huerto provinciano, Barcelona, Ed. Doménech, 1912; cito por Gabriel Miró, Corpus y otros cuentos, ed. de Gregorio Torres Nebrera, Alicante, Caja de Ahorros del Mediterráneo-Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert», 1995, p. 333.

 

25

«El párrafo; la palabra. Azorín», Diario de Barcelona, 22 de octubre de 1911; cito por Glosas de Sigüenza, p. 118.

 

26

Op. cit., p. 110.

 

27

Tengamos en cuenta que este texto es una conferencia dirigida a un público heterogéneo, que posiblemente desconozca su obra; por ello resume aquí sus criterios más arraigados.

 

28

«Lo viejo y lo santo en manos de ahora», conferencia recogida por Vicente Ramos en su libro Vida de Gabriel Miró, cit., pp. 567-580. La cita corresponde a la primera página del texto.

 

29

Ibid., id.

 

30

En el comienzo de uno de sus cuentos, se refería a su habitual práctica de la introspección: «Criado en soledad, sin avisos y enseñamientos de maestro, sin halagos ni mordeduras de camaradas, el retraído artista escuchaba menudamente su espíritu, lo sutilizaba con la observación, lo acendraba con estudios, lo abría y ampliaba, dándole fuerzas y contento, en la visión insaciable de los campos, de la serranía, del cielo y del mar» («La vieja y el artista» Los Lunes de El Imparcial, 8 de febrero de 1909; no fue recogido por el escritor en sus «Obras Completas». Cito por la ed. de Gregorio Torres Nebrera de Corpus y otros cuentos, ed. cit., p. 241). Observemos que el joven escritor no se derrama hacia el exterior, sino que utiliza sus circunstancias para construir «su espíritu»: es su conciencia lo que él va formando a partir de su «representación» del mundo.