Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente




ArribaAbajoActo II

 

Antesala del cuarto de DOÑA ELVIRA, que estará á la izquierda. Á la derecha una puerta que da al exterior, y otra enfrente que da al interior de la casa. En el fondo un balcón, á cuyo lado derecho se ve otra puerta de celosías que da á un pasadizo cubierto, y al izquierdo una puertecilla secreta por donde está entrando el MARQUÉS en el momento de alzarse el telón.

 

Escena I

 

El MARQUÉS.

 
MARQUÉS
    La puerta vuelvo á cerrar.
Santo Dios, ¡que entre hoy así
como un ladrón, quien aquí
como dueño puede entrar!
En mis seis años de ausencia, 5
con ella estuve soñando...
Y estoy, ¡vive Dios! temblando
de ponerme en su presencia!
¡Si ciega tras el placer
corriendo, de mí olvidada, 10
me tuviera avergonzada
que salir á responder!
¡Si á los halagos de ese hombre
al fin su virtud rendida,
la encontrara envilecida 15
indigna ya de su nombre!...
¡Oh, que vileza tamaña
quepa en un alma Real!
¡Que obre villano tan mal
todo un Monarca de España! 20
¿No debiera estar contento
¿quien me ha robado mi amor,
que aun llega á mi propio honor
con tan torpe atrevimiento?
Mas es fuerza que me oculte 25
si al cabo de obrar con tino,
no sea que errando el camino,
más luego le dificulte.

 (Párase delante del gabinete de DOÑA ELVIRA.) 

No, que el Rey puede tardar
y acudir antes Elvira. 30

 (Delante de las celosías.) 

A salvo de aquí se mira,
pero no sé cómo entrar.
Este pasadizo cierto,
corresponde al corredor...
mas el peligro es mayor 35
si el corredor no está abierto.

 (Delante de la puerta que da al exterior.) 

Da esta escalerá al jardín...
Mas desde un balcón pudiera
verme en el jardín cualquiera,
y es vano el secreto al fin... 40
¡Pobre Elvira! ¡Elvira mía!
¡Cómo podrás suponer!
que te venga á sorprender
quien á abrazarte venía!
Pobre niña encantadora, 45
mitad de mi corazón,
secretos del cielo son
que el hombre imbécil ignora.
¡Oh cuántos años sin verte,
hermosa luz de mis ojos, 50
llamé, al son de los cerrojos,
desesperado, á la muerte!
Colmó mi temor por ti
mis penas y mis desvelos,
pero al fin, ¡viven los cielos, 55
que de vuelta estoy aquí!
Y ¡ay del que pudo á tu honor
osar, niña abandonada!
No me tendrá ya la espada
el respeto ni el temor; 60
ni me ha de arredrar la ley,
que de ira y de celos loco,
tendré, por mi honor, en poco
á la justicia y al Rey.
Mas ¡qué digo! ¡Loco estoy! 65
¿Yo á mi rey? Mas, si es preciso...
No, que injuriarme no quiso,
pues aun ignora quién soy.

 (Mirando.) 

Alguno viene...; es Inés.
¡Dueña constante y leal, 70
que tan amiga en el mal
como en la fortuna es!
De ella asegurarme quiero,
que pues fiel aun la hallo aquí,
que ha de hacer tanto por mí 75
como por Elvira, infiero.

 (Se retira á un lado.) 



Escena II

 

El MARQUÉS é INÉS.

 
INÉS
    ¡Jesús! ¡Aun no me ha salido
del cuerpo el susto de ayer!
Razón tenía en temer
de don Pedro lo atrevido. 80
Necia de mí, á quien el miedo
la voluntad maniató...
Pero ¿qué pude hacer yo,
Virgen Santa, en tal enredo?
Él sólo quería oir: 85
¿quién se había de figurar
que pudiera otro llegar
con intención de reñir?

 (Pausa.) 

Yo que á don Pedro encerré,
motivando la querella, 90
¿cómo ahora delante de ella
sin vergüenza me pondré?...
«¿Conque así Inés en mi casa
la lealtad de tantos años,
hoy con tan torpes amaños 95
desacredita y traspasa?»
Eso dirá, sí por cierto,
y con razón, doña Elvira...
Antes de aquella mentira,
valiera más haber muerto. 100
MARQUÉS

 (Llegando á ella.) 

Quien se arrepiente pecando,
no está lejos del perdón.
INÉS

 (Dando un grito.) 

¡Ay!
MARQUÉS
¡Tente!
INÉS
¡Aparta, visión!
MARQUÉS
Inés, ¿estás delirando?
INÉS

 (De rodillas.) 

¿Dejaste, sombra fatal, 105
el sepulcro que te encierra,
ó estás purgando en la tierra
tus delitos de mortal?
MARQUÉS
Alza, Inés.
INÉS
Perdón os pido,
alma de don Juan Cisneros. 110
MARQUÉS
¡Inés!
INÉS
Malos caballeros,
ya sé que vos han vendido;
que vivisteis encerrado,
que os ahorcaron...
MARQUÉS
¡Calla, Inés!
INÉS
Y confieso á vuestros pies 115
que contra vos he pecado.
MARQUÉS
Inés, vivo estoy, á fe;
alza, que jamás he muerto,
que es un cuento.
INÉS
¡Será cierto,
mas no me levantaré! 120
MARQUÉS
Alza, Inés, ó ¡vive Dios,

 (La coge por el brazo.) 

que si apuras mi paciencia,
te muestre con evidencia
que estoy vivo!
INÉS
¡Vivo vos!
MARQUÉS
Vivo, sí; veme, yo soy: 125
ese azoramiento calma;
yo soy en cuerpo y en alma
Juan Cisneros.
INÉS
¡Sin mí estoy!
¡Vos el Marqués y vivís!
Por muerto os hemos llorado. 130
MARQUÉS
En vida estuve enterrado.
INÉS

 (Retrocediendo.) 

¿Resucitado venís?
MARQUÉS
No temas. En una torre
me encerró mi mala suerte,
y por eso de mi muerte 135
falsa la noticia corre.
Celos de un hombre que pudo,
pusiéronme, Inés, allí;
anoche libre me vi,
y aunque lo veo, lo dudo. 140
INÉS
¿Conque vivís, mi señor?
MARQUÉS
¿Y tu ama?
INÉS
Por vos suspira
día y noche... Doña Elvira...

 (Llamando.) 

MARQUÉS
No la llames, es mejor.
INÉS
¡Cómo, señor! ¿No querríais 145
ver vuestro amor, vuestra perla,
vuestra vida?
MARQUÉS
Es sorprenderla,
asustarla.
INÉS
¿Dudaríais?
Creyera que vuestro gesto
retrata una desazón 150
que os destroza el corazón.
¿Podréis no amarla? ¿Qué es esto,
señor?
MARQUÉS
Anoche soñé
celoso con una afrenta...
Ese afán que me atormenta, 155
¿puedes calmarme?
INÉS
No sé.
MARQUÉS
Inés, apenas cayeron
ayer las luces del día
y en la neblina sombría
los objetos se envolvieron, 160
por la puerta del jardín
ansioso á veros entraba,
cuando un hidalgo que estaba
apostado en un confín,
me recibió con su acero; 165
quíseme de él recatar,
y al huirle vine á dar
con el de otro caballero.
Uno por la puerta entró
de la calle; sé quién es; 170
á los otros dos, Inés,
alguno al jardín llamó.
¿Por ti entraron?
INÉS
No, señor.
MARQUÉS
Luego entraron por Elvira.
INÉS
Yo..., señor...
MARQUÉS
Una mentira
175
no ha de salvarte mejor.
Conque, Inés, lo cierto di:
¿Elvira citó á aquel hombre?
INÉS
Sí, señor.
MARQUÉS
¿Sabe su nombre?
¡Responde!
INÉS
Pienso que sí.
180
MARQUÉS

 (Con autoridad.) 

Pues no hay dentro de esta casa
con Elvira otra mujer,
que sepas es menester,
Inés, cuanto en ella pasa.
Conque lo que sabes di, 185
y lo que piensas excusa,
porque si luego te acusa
una mentira, ¡ay de ti!
¿Sabe quién es?
INÉS
Sí lo sabe.
MARQUÉS
¿Y ella al jardín le citó? 190
INÉS
Sí, señor.
MARQUÉS
¿Ella le abrió?
INÉS
No, que le di yo la llave.
MARQUÉS
¿Por orden suya?
INÉS
Así fué.
MARQUÉS
Claro está, ¡viven los cielos!
¡Don Pedro entonces, con celos 195
se ocultó!... Todo lo sé.

 (Pausa.) 

¿Para esto en una prisión
lloraba yo tantos años?
Tan amargos desengaños
no esperó mi corazón. 200
¡Necio, miserable viejo,
que allí por su honor callaba
mientras su honor le infamaba
una mujer sin consejo!
Y ahora, ¡Dios mío! ¿qué hacer? 205
¿Cómo vivir sin honor,
sin...
INÉS
¡Eso decís, señor,
y de Elvira!
MARQUÉS
¿No es mujer?
¿Corazón no tiene, di?
¿No puede á ciegas amar? 210
Quien duerme junto al hogar,
al cabo se abrasa allí.
¿Tú sabes lo que las quejas
alcanzan de un galanteo
cuando avivan el deseo 215
imposibles de unas rejas?
¿No sabes tú cómo abrasan
los requiebros de un galán,
que al corazón siempre van
si por los oídos pasan? 220
¿No sabes á una mujer
cuánto tientan, en verdad,
la noche, la soledad,
las palabras de placer
que un labio audaz la prodiga, 225
cuando al jurar que la adora
la está llamando señora
y á ser su dama la obliga?
¿No sabes, Inés, por fin,
en quien con amor delira 230
el fuego infernal que inspira
la frescura de un jardín?
Tú lo ignoras, mas yo no;
que mi juventud recuerdo,
porque el tiempo me hizo cuerdo 235
por loco que anduve yo.
INÉS
Si no lo hubierais á mal,
á acordaros me atreviera
que nunca Elvira quisiera
sino á un hombre principal. 240
MARQUÉS

 (Con ira.) 

¿Principal? ¡Por vida mía,
demasiado principal!
Un galán de sangre Real:
¿más principal le quería?
INÉS
¡Cómo! ¡El Rey!
MARQUÉS
Eso le apona.
245
INÉS
¡Perdón! No supe...
MARQUÉS
¿Ignorabas
que era á quien la llave dabas
el mismo Rey en persona?
INÉS
Sí; lo juro...
MARQUÉS
Bien está.
Yo sé, Inés, que esta mañana 250
por esa mujer liviana
segunda vez volverá.
Quiero saber lo que á Elvira
dice... ¿Me entiendes, Inés?
INÉS
¡Oh!
MARQUÉS
Lo mando.
INÉS
Y ¿cómo, pues,
255
ha de ser?
MARQUÉS
El modo mira.
La visita será aquí;
todo lo quiero escuchar,
sin que puedan sospechar
que están delante de mí. 260
INÉS
Pero si no os ha de ver
no podéis aquí quedaros,
pues por fuerza ha de encontraros
Elvira, que ha de volver.
MARQUÉS
Yo entré por aquella puerta; 265
mas si la tengo cerrada,
no alcanzo, Inés, á oir nada,
y quedar no puede abierta.
INÉS
Ocultaros no sé cómo.
MARQUÉS
De dos elige un castigo, 270
ó guardas mi honor conmigo,

 (Mete mano á la daga.) 

ó...
INÉS

 (Aterrada.) 

¡Cielo santo!
MARQUÉS
Hasta el pomo.
INÉS

 (De rodillas.) 

¡Perdón, señor!
MARQUÉS
Obedece.
INÉS
No supe, ese hombre al llamar,
cuánto os podía injuriar. 275
MARQUÉS
Tanta indulgencia agradece,
Inés, que á quien torpe abrió
á la deshonra mi puerta,
no advertida, sino muerta
debiera dejarla yo. 280
INÉS
Mas...
MARQUÉS
¡Despacha!
INÉS
Perdonad.
Sólo tengo un aposento
en que ocultaros, y siento...
MARQUÉS
¿Cuál es?
INÉS
El mío.
MARQUÉS
Guiad.
INÉS
Hasta que al salón volver 285
podáis, estaréis allí,
y...
MARQUÉS
Adelante, Inés, que aquí
consejos no he menester.


Escena III

 

DOÑA ELVIRA. Después INÉS.

 
DOÑA ELVIRA
    ¡Qué noche tan triste! Cual lúgubre sueño
que rueda en tinieblas, medrosa pasó. 290
En vano á la reja por verles me empeño,
la sombra callada mis ojos cegó.
Ni un paso, ni un bulto, ni un ¡ay! ni un gemido
llegué en las tinieblas á ver ni escuchar.
Si al duelo volvieron, alguno ha caído...; 295
cualquiera que caiga tendré que llorar.
¿Por qué ese don Pedro se afana imprudente
mi triste secreto tenaz en saber?
Sin duda hará un crimen de un hecho inocente,
que herir en la honra podrá á una mujer 300
Mas ¡ay! Se lo dije, tal es mi secreto.
¿Por qué si es que me ama de mí no fiar?
¿No puede haber nunca sagrado un objeto
que obligue á una dama á mentir ó á callar?
¿No ve cuánto sufro? ¿No ve cuánto duelo 305
me cuestan de ese hombre las citas de amor?
¿No ve que si á medios indignos apelo,
serán mis razones de mucho valor?
Mas ¡ah! que si al cabo descubre su nombre,
¡por más que inconstante tal vez me tendrá! 310
¡Conséjele el cielo, que á mí sólo ese hombre
la paz y la vida volverme podrá!
Mas ¿cómo tan tarde ninguno parece?

 (Llamando.) 

Inés tal vez teme mi enojo excitar;
mas yo la perdono, que no lo merece; 315
mandando don Pedro, no hay más que callar.

 (Llamando.) 

¡Inés..., dueña!
INÉS
¿Qué mandáis?
DOÑA ELVIRA
¿Cómo despiertas tan tarde?
¿No ves que es ya día claro?
INÉS
Dispensad...
DOÑA ELVIRA
Las rejas abre,
320
que entre el aire.
 

(INÉS abre el balcón, y va hacia la puerta con intento de volver á salir.)

 
¿Dónde vas?
¿Tan presto quieres marcharte?
Acábame de vestir,
aquestos corchetes dame,
prende bien estos cabellos... 325
torpe estás; no sé qué canse
tanto desamaño en ti;
cerca de dos horas hace
que andando estoy por la casa:
¿no me sentistes enantes? 330
INÉS
Señora...
DOÑA ELVIRA
El jardín anduve
registrando.
INÉS

 (Aparte.) 

¡Cristo, valme!
DOÑA ELVIRA
¿Qué hablas?
INÉS
Nada.
DOÑA ELVIRA
Me parece
que una exclamación soltaste.
INÉS
Yo, señora...
DOÑA ELVIRA
Inés, despacha,
335
y tanto afán no te pases.
por culpa que en ti no estuvo.
INÉS
¡Cómo, señora! Del lance
de ayer noche...
DOÑA ELVIRA
No hay que hablar.
Supongo, Inés, á qué artes 340
acudiría don Pedro.
INÉS
¡Es tan violento!
DOÑA ELVIRA
Adelante.
Ya sé bien que cuando manda
no es el resistirle fácil.
INÉS
Conque al fin perdonaréis... 345
DOÑA ELVIRA
Ya dije que más no se hable
de ello; aunque tu indiscreción
me puso en extremo trance,
sé que eres fiel servidora
y que de necia pecaste. 350
A otra cosa. Esta mañana
vendrá...
INÉS
¿Quién?
DOÑA ELVIRA
Pues ¿no lo sabes?
El Rey.
INÉS
¿Conque vos sabíais
quién era?
DOÑA ELVIRA
Sí.
INÉS
¿Y liviandades
de tal peso no os espantan? 355
Quien al Rey sus puertas abre
cuando se muestra embozado
por una calle adelante,
no por el Rey, por el hombre...
DOÑA ELVIRA

 (Interrumpiéndola.) 

Esa torpe lengua calle, 360
y acuérdese que á mi casa
para obedecer la traje.
INÉS
Señora...
DOÑA ELVIRA
¿Con él de amores
piensa la necia que trate?
INÉS
Pues ¿de qué sino de amor 365
pueden tratar los galanes?
¿No le llamáis al jardín?
¿Requiebros no le escuchasteis?
¿No os dijo que erais hermosa?
¿No se llevó vuestro guante? 370
DOÑA ELVIRA
¡Cómo!
INÉS
Perdonad, mas ya
no pretendo disculparme;
desde ese balcón velaba
vuestra honra.
DOÑA ELVIRA

 (Con indiferencia.) 

Muy bien hace
servidor que tanto cura 375
de sus amos... Á esta parte
siento ruido, ve quién entra.
INÉS
Es don Pedro.
DOÑA ELVIRA
Bien; que pase.
INÉS
Pues ¿y el Rey?
DOÑA ELVIRA
¿Qué se la importa?
Obedezca á quien la mande. 380
INÉS

 (Aparte.) 

¡De tanta cita y visita
con bien el Señor nos saque!
¡Buena se arma si otra vez
vuelven todos á encontrarse!


Escena IV

 

DOÑA ELVIRA. DON PEDRO.

 
DON PEDRO
    Perdonad si aun una vez 385
os soy molesto, señora;
con mi amor no vengo ahora,
que vengo con mi altivez.
No hay ya medio entre los dos;
con las razones que tengo, 390
no me toca ni á más vengo
que á despedirme de vos.
Permitidme concluir,
que no he de ser muy prolijo;
me dais á elegir, y elijo 395
entre huiros y sufrir.
Fuera inconstancia, en verdad,
posponerme á cualquier hombre;
pero al Rey..., dadla otro nombre
que no sea liviandad. 400
Vos me habéis puesto esa ley;
yo, consultando á mi honor,
no quiero partir mi amor
ni con hombre, ni con rey.
DOÑA ELVIRA

 (Con dignidad.) 

¡Con vuestro amor no venís 405
y sí con vuestra altivez!
Bien: os recibo á mi vez
con la altivez que exigís.
Yo no sé si contestar
á vuestro amor; bien pudiera, 410
mas mengua, don Pedro, fuera
cuenta á vuestro orgullo dar.
Inconstante me llamáis
si amara tan sólo á otro hombre;
es el Rey, y con el nombre 415
de liviana me injuriáis.
Que le amo osado decís,
que no hay medio entre los dos;
que os engaño decís vos,
y yo os digo que mentís. 420
Vos resistís á mi ley,
y yo no parto mi amor
con quien duda de mi honor,
ni por hombre, ni por Rey.
DON PEDRO
Efugios son de mujer, 425
pues razón tiene en dudar
quien pudo ver y escuchar
en vuestro jardín ayer.
DOÑA ELVIRA
Don Pedro, es empeño vano
que disculpas demandéis; 430
si obré liviana creéis,
creo que obrasteis villano.
Tiempo bastante os pedí
á poder satisfaceros,
no debisteis esconderos 435
para indagar más de mí.
Y en fin, si culpada estoy,
disculpas diera tal vez
al amor, no á la altivez,
que altiva por demás soy. 440
DON PEDRO
Pues dadme, señora, alguna,
cualesquiera que tengáis;
que si al fin os disculpáis,
será disculpa oportuna.
DOÑA ELVIRA
Y ¿quién me la pide ahora, 445
el orgullo ó el amor?
DON PEDRO
El despecho y el dolor
si habéis disculpa, señora.
DOÑA ELVIRA
Pues bien, don Pedro, os adoro,
todo fué farsa, mentira. 450
DON PEDRO
¿Ésa es la disculpa, Elvira?
DOÑA ELVIRA
¿No veis, don Pedro, que lloro?
Y ¿por quién sino por vos?
DON PEDRO

 (Con indiferencia.) 

Toda mi existencia diera
por una gota siquiera 455
de ese llanto, ¡vive Dios!
Mas si no me acuerdo mal,
también anoche llorabais,
y en falso, Elvira, jurabais
por una disculpa igual. 460
DOÑA ELVIRA
¡Y os juro que no mentí!
DON PEDRO
¿Eso más?
DOÑA ELVIRA
Es mi secreto.
DON PEDRO
¿De burla me hacéis objeto?
DOÑA ELVIRA
¡Don Pedro, os mofáis de mí!
DON PEDRO
¡Yo mofaros!
DOÑA ELVIRA
¿No me amáis?
465
DON PEDRO
Hoy no sé qué responder.
DOÑA ELVIRA
Pero ¿me amabais ayer?
DON PEDRO
¡Oh! Sí.
DOÑA ELVIRA
¿Y de mí no os fiáis?
¿Un secreto haber no puede
que siendo, don Pedro, ajeno 470
baste á hacer que un hombre bueno
como sospechoso quede?
Enojaros fuera ley
si amara á un hombre cualquiera;
mas ¿tan tenaz con vos fuera 475
por ser querida del Rey?
DON PEDRO
Mas no fingisteis el nombre
hablando anoche con él?
¿No pedisteis un papel
con el destierro de un hombre? 480
DOÑA ELVIRA
Y eso, ¿no es prueba evidente
de que á vergüenza tenía
tal galán?
DON PEDRO
Es que él fingía
que era don Juan Benavente.
DOÑA ELVIRA
Y es que no ignoraba yo 485
que era el Rey, antes de entrar.
DON PEDRO
¿Y él no se pudo informar
de vuestra persona?
DOÑA ELVIRA
No.
Darle noticias no pudo
ni pariente ni vecino, 490
que es, don Pedro, mi destino
un misterio ciego y mudo.
En esta casa escondida
ha seis años me veis vos,
y un solo hombre, Inés y Dios 495
saben á medias mi vida.
DON PEDRO
No lo alcanzo á comprender.
DOÑA ELVIRA
Esperad un día más,
y no os pesará quizás
lo que os dice una mujer. 500
DON PEDRO
Mas el rey...
DOÑA ELVIRA
Nada temáis;
hoy tan sólo ha de venir.
DON PEDRO
¿Y le pensáis recibir?
DOÑA ELVIRA
¿Eso, don Pedro, dudáis?
DON PEDRO
¡Esto es por demás, señora! 505
DOÑA ELVIRA
En que otra vez le reciba,
todo nuestro amor estriba;
creed á quien os adora.
DON PEDRO

 (Aparte.) 

Ó estoy loco, ¡vive Dios!
ó loca se ha vuelto ella... 510
Á no ser que esta querella
locos nos vuelva á los dos.
DOÑA ELVIRA
Don Pedro, en ello me va
más que existencia y honor,
y os juro que no es amor, 515
que aquí mi secreto está.
DON PEDRO
A lo mismo hemos tornado
que ayer decíais, señora,
y, sin embargo, hasta ahora
aun no os habéis disculpado. 520
DOÑA ELVIRA
¿Más satisfacción queréis?
Pues bien; al Rey esperad,
y que os ponga tolerad
donde veáis y escuchéis.
DON PEDRO
Anoche le escuché y vi; 525
y eso, ¿qué hace á nuestro amor?
DOÑA ELVIRA
Hace, don Pedro, á mi honor,
y mi honor me importa á mí.
Anoche, por vez primera,
al Rey osé recibir; 530
hoy que le vuelvo á admitir,
será por la vez postrera.
Testigo fuisteis en una,
sedlo, don Pedro, en las dos,
y haced paciencia, ¡por Dios! 535
que es un golpe de fortuna.
Dejad que firme el papel,
que después que le obtengamos,
todos sin trabas quedamos,
vos conmigo y yo con él. 540
DON PEDRO

 (Con enfado.) 

Y el papel, ¿qué importa aquí?
DOÑA ELVIRA
Más que á mí os importa á vos,
á otro hombre más que á los dos,
y más que la vida á mí.
Conque si habéis de esconderos, 545
seguidme, y sí no ha de ser,
no puedo, don Pedro, hacer
ya más por satisfaceros.
DON PEDRO
No os entiendo, ¡por vida mía!
Mas ya que así os empeñáis... 550
fuerza es que darme podáis,
satisfacción bien cumplida.
Vamos.
DOÑA ELVIRA
Tened un momento,
y ved que os vuelvo á advertir
que cuanto aquí vais á oir 555
es mentira y fingimiento.
Palabras serán de amor,
excesivas si queréis,
pero nunca os olvidéis
que os amo y que tengo honor. 560


Escena V

 

INÉS.

 
INÉS
    ¡Válgame el Cristo de Burgos!
¡Yo puesta en tan duro trance!
Escondido mi señor
en mi propio cuarto, pase;
pero escondido don Pedro 565
por mi señora... Dios hace
milagros, y tal vez uno
de este peligro nos salva.
Voy por don Juan, y Dios quiera
ayudarnos y ayudarle. 570


Escena VI

 

DON PEDRO y DOÑA ELVIRA, abriendo por dentro las celosías, asoman á la escena.

 
DOÑA ELVIRA
    Este escondite, don Pedro,
sólo por dentro se abre.
Desde aquí ved y escuchad,
y mirad si os satisface
quien os llama por testigo 575
en la causa que acusasteis.
DON PEDRO
Basta que vos lo digáis,
que puesto que yo no baste
tal misterio á comprender,
vuestra palabra es bastante. 580
DOÑA ELVIRA
Con Dios quedad, que el Rey viene.
DON PEDRO
Permitid que os acompañe
por la escalera.
DOÑA ELVIRA
Bajad
hasta el corredor, si os place.
DON PEDRO
Cierro aquí, y dadme la mano. 585
DOÑA ELVIRA
Tomadla, y bajad delante.
 

(Cierran las celosías.)

 


Escena VII

 

Al momento que DON PEDRO cierra las celosías, salen el MARQUÉS é INÉS por el mismo lado por donde entraron al retirarse en la escena II, y que se supone dar al interior de la casa.

 
INÉS
    Pronto, entrad, que doña Elvira
puede volver al instante,
y desde un balcón he visto
cruzar al Rey por la calle. 590
MARQUÉS
Bien está, Inés; tú, silencio.
¡Por Dios, señor!
MARQUÉS
Calla y salte;
y como adviertas á Elvira
que estoy aquí, encomendarte
puedes al cielo.
INÉS
¡Qué vuelve!
595
 

(El MARQUÉS entra en el gabinete de DOÑA ELVIRA. INÉS se queda de espaldas á la puerta en el momento en que vuelve DOÑA ELVIRA.)

 
Cerrad bien. (¡San Pedro, valme!)


Escena VIII

 

DOÑA ELVIRA é INÉS en la escena, DON PEDRO en las celosías, el MARQUÉS en el gabinete.

 
DOÑA ELVIRA
    Inés...
INÉS
Señora...
DOÑA ELVIRA
Que llaman.
INÉS

 (Mirando por el balcón.) 

El mismo.
DOÑA ELVIRA
¿El Rey?
INÉS
Sí.
DOÑA ELVIRA
Pues abre.
INÉS
Señora, ved lo que hacéis.
DOÑA ELVIRA
Obedezca, dueña, y calle. 600
 

(Vase INÉS.)

 
¡Dios mío, veis mi inocencia;
santa es mi causa, ayudadme!
 

(Ruido en las celosías; DOÑA ELVIRA se acerca.)

 
¿Don Pedro?
DON PEDRO

 (Dentro de las celosías.) 

Aquí estoy, señora.
INÉS

 (Anunciando.) 

Don Juan Benavente.
DOÑA ELVIRA
Pase.


Escena IX

 

El MARQUÉS y DON PEDRO, ocultos; el REY y DOÑA ELVIRA en la escena.

 
REY
    Guárdeos Dios, la de Aguilera. 605
DOÑA ELVIRA
Señor don Juan, bien venido.
REY
¿Me esperabais?
DOÑA ELVIRA
Siempre espera
quien bien quiere.
REY
Antes viniera,
mas...
DOÑA ELVIRA
Tarde, don Juan, no ha sido.
Sentaos.
REY
Cansado estoy.
610
DOÑA ELVIRA
Reposad.
REY

 (Sentándose.) 

¡Oh, nunca así
tan bien hallado me vi!
DOÑA ELVIRA
¿Cuántas damas habéis hoy
visitado antes que á mí?
REY
¿No tenéis espejo, Rita? 615
DOÑA ELVIRA
¿Por qué me lo preguntáis?
REY
Porque así me lo acredita
el que con otra creáis
que parto vuestra visita.
Dentro del pecho, al amaros, 620
mueren afectos añejos,
y daisme indicios bien claros
de que ó no sabéis miraros,
o no usáis vuestros espejos.
DOÑA ELVIRA
¡Galantería extremada, 625
don Juan!
REY
No, ¡por Dios, que no!
DOÑA ELVIRA
¿Qué sois en la corte?
REY
Nada.
DOÑA ELVIRA
Por lisonja tan sobrada,
cortesano os juzgué yo.
REY
Y al ver tanta indiscreción, 630
yo os juzgara una condesa.
¿Os reís?
DOÑA ELVIRA

 (Riendo.) 

¡Linda invención!
¿Una humilde montañesa
de los montes de León?
Mucho, don Juan, me queréis, 635
ó ignoráis mucho de España,
pues tan discreta me hacéis
cuando Aguileras sabéis
que es familia de montaña.
REY
No os extrañe eso, señora, 640
pues que ignore extraño no es
vuestro ser y estado agora,
quien ve en vos, y en vos adora,
un prodigio montañés.
DOÑA ELVIRA
¿Por tan bella me juzgáis? 645
REY
Más no alcanzara el pincel
de Murillo.
DOÑA ELVIRA
¡Ponderáis!
Mas si amáisme...
REY
¿Eso dudáis?
DOÑA ELVIRA
Pues firmadme este papel.
REY

 (Aparte.) 

(¡Linda flema, por mi vida, 650
tras de tanto desbarrar!)
Pronto queréis ser servida.
DOÑA ELVIRA
Fué condición prometida:
no volver sino á firmar.
REY

 (Aparte.) 

(¡Oh, pues me apura, por Dios, 655
qué responderla no sé!)
Mas sin ver qué queréis vos
que firme, no firmaré.
DOÑA ELVIRA
Es un pacto entre los dos.
REY
Mas ¿qué nos obliga en él? 660
DOÑA ELVIRA
A vos, perdonar á un hombre,
y á mí, seros siempre fiel
por respeto á vuestro nombre,
escrito en este papel.
REY

 (Aparte.) 

¡Situación más apurada... 665
Mas... ¡ocurrencia excelente!
DOÑA ELVIRA
¿Firmáis?
REY
Estáis empeñada...
(Firmaré Juan Benavente,
con lo cual no firmo nada.)
Dadme una pluma.
DOÑA ELVIRA

 (Con coquetería.) 

¡Ay de mí!
670
REY
¿Qué?
DOÑA ELVIRA
Que no hay plumas aquí.
REY
Que las busquen.
DOÑA ELVIRA
Es el caso...
Mas ya está.
REY
¿Disteis acaso
con ellas?
DOÑA ELVIRA
Mucho que sí.
Con ese anillo es igual. 675

 (El que el REY lleva en el dedo.) 

REY

 (Aparte.) 

(¡Qué diabólica invención!)
Reparad...
DOÑA ELVIRA
Vuestro blasón,
¿no es ése?
REY

 (Aparte.) 

¡Lance fatal!
DOÑA ELVIRA
Tanto vale, en conclusión.
Tomad, no le negaréis; 680
sobre esta oblea...

 (Toma el papel, le pone una oblea y se le da al REY, de manera que no le quede otro remedio.) 

REY
Advertid...
DOÑA ELVIRA
Vamos, ¿en qué os detenéis?
REY
Mas...
DOÑA ELVIRA
Fuerza es que eso selléis,
ó de mi casa salid.
Pues habéis, don Juan, venido 685
con condición de firmar,
cumplidme lo prometido,
que el precio habéis admitido
de amor por papel trocar.
REY
Pues prometí, cumpliré, 690
que al fin caballero soy.
Mas ¿me juráis...
DOÑA ELVIRA
¡Sí, á mi fe!
Nada innoble os propondré,
REY
Pues tomad.

 (Sella y dale el papel.) 

DOÑA ELVIRA
Gracias os doy.
REY

 (Con satisfacción.) 

Y ahora, pues que yo cumplí, 695
Rita, que cumplas es ley.
¿Me amas?
DOÑA ELVIRA
Sin duda que sí.
REY
¿Mucho?
DOÑA ELVIRA
Mucho.
REY
¿Cuánto? di.
DOÑA ELVIRA
Cuanto amar pudiera al Rey.
REY
¿Os burláis?
DOÑA ELVIRA
Por qué, no acierto.
700
REY
Más esperaba de vos.
DOÑA ELVIRA
¿Díjeos algún desacierto?
El Rey, don Juan, es, de cierto,
primero después de Dios.
Y si os amo como al Rey, 705
no alcanzo de qué os quejáis.
REY

 (Aparte.) 

(¡Ya respiro!) ¿Eso extrañáis?
No admite igualdad en ley
con nadie el que vos amáis.
DOÑA ELVIRA
¡Venís, don Juan, lisonjero! 710
REY

 (Con osadía.) 

Eres bella como el sol,
tu mirar es hechicero;
te amo, Rita.
DOÑA ELVIRA
Caballero,
sois audaz.
REY
Soy español.
Dadme que esa linda mano 715
acaricie, hermosa Rita.
DOÑA ELVIRA
No será. (¡Dios soberano!)
DON PEDRO

 (Aparte, entreabriendo las celosías.) 

¡Que sea un Rey tan villano!
¡Por los cielos, que me irrita!
REY

 (Á DOÑA ELVIRA.) 

Qué, ¿tu palabra me niegas? 720
¿Ser mía no prometiste?
DOÑA ELVIRA

 (Con orgullo.) 

Noble soy.
REY

 (Con audacia.) 

Mal voto alegas.
DON PEDRO

 (Sacando el melio cuerpo por las celosías.) 

¡Oh, león regio, te perdiste
si así con el tigre juegas!
MARQUÉS

 (Asomando por el gabinete de DOÑA ELVIRA.) 

¡Oh! ¡Por Cristo, que me infama! 725
DON PEDRO

 (Viendo al MARQUÉS.) 

Mas ¿qué veo?
MARQUÉS

 (Viendo á DON PEDRO.) 

¡Voto á Dios!
¡Tantos hoy contra mi fama!
DON PEDRO

 (Saliendo.) 

¿Conque tres para una dama?

 (Al MARQUÉS.) 

Salid, viejo.
MARQUÉS

 (Con ira.) 

Soy con vos.


Escena X

 

El REY, DOÑA ELVIRA, DON PEDRO y el MARQUÉS.

 
 

El REY recobra la majestad de su persona, aparentando su afectada galantería. DOÑA ELVIRA muestra temor; DON PEDRO, celos; y el MARQUÉS sigue recatando el rostro como en el acto primero.

 
REY

 (Con arrogancia.) 

    ¿Quién sois vosotros, que doquier tenaces 730
seguís á vuestro Rey? ¿Dais al olvido
que ahuyenta las salvajes alimañas
del soberbio león ronco el rugido?
¿Me entendéis? Despejad.
DON PEDRO

 (Adelantándose con orgullo.) 

Mucho te engañas
si piensas aterrarme con tus voces. 735
Si imbéciles reptiles de repente
á la voz del león huyen veloces,
atrevida le aguarda la serpiente.
Bajo tu ley nací, nací vasallo,
mas también á su dueño se somete 740
el orgulloso y lidiador caballo,
y tira, sin embargo, á su jinete.
Óyeme ¡oh Rey! y mi cuestión decide.
 

(El REY se cala su sombrero, que habrá dejado sobre el velador en la anterior escena, y sentándose en el sillón dice con la altivez y majestad que requiere la situación:)

 
REY
Valiente me pareces; ya te escucho;
habla, y con tiento tus palabras mide, 745
que hablando con tu Rey te importa mucho.
DON PEDRO
No sé quién soy; el nombre con que firmo,
no sé, Felipe cuarto, á quién le debo;
mas ó villano ó real, me lo confirmo,
y con audacia y altivez le llevo. 750
Ignoro todavía por qué mano,
de oro y consejos mi porción recibo;
mas buenos son, de noble y castellano,
y humilde yo los obedezco y vivo.
No conocí ni padres ni parientes, 755
que me esquivó el placer desde la cuna;
solo he vagado entre diversas gentes
esto es mi porvenir y mi fortuna.

 (Mostrando la espada.) 

Llegué un día de Flandes á esta casa,
que en anónima carta me mostraron 760
como un asilo en mi orfandad, y pasa
de años seis que sus puertas me franquearon.
Aquí á Elvira encontré, y aquí amé á Elvira.
La adoro ¡oh Rey! y voto al firmamento
que si no ha sido su pasión mentira, 765
su amor con nadie en dividir consiento.
Yo no tengo más padres, más hermanos,
más ilusión que Elvira, y más fortuna:
robármela es ahogar con necias manos
al tigre sus cachorros en la cuna. 770
Ahora bien, pues no tengo otra esperanza,
ni otra ventura en mi existencia quiero,
tigre seré que por la selva avanza,
vengador de sus hijos, carnicero.
No transijo con rey ni con villano, 775
y meditadlo bien, que yo, altanero,
si noble no nací ni caballero,
me siento con aliento soberano.
MARQUÉS
Basta, mancebo, basta; tu nobleza
bien la audacia atestigua de tu boca; 780
tu causa acaba do la mía empieza;
cédeme tu lugar, que á mí me toca.

 (Pónese delante del REY, recatando el rostro como hasta aquí.) 

 (Al REY.) 

Yo amaba á una mujer más que á mi vida,
era el único bien que me quedaba;
luz de mis ojos, para mí perdida, 785
presa de la vejez, ¿qué me restaba?
Un mancebo, señor, fué sin consejo
el bien á hurtarme que perdido lloro;
la sedujo, le amó, y el pobre viejo
quedó en su soledad sin su tesoro. 790
REY
¿Sin espada os dejó? ¿Qué hicisteis de ella?
MARQUÉS
No me atreví con él.
REY
Cobarde fuisteis.
MARQUÉS
No era esquivar por eso la querella.
REY
Entonces, ¿por qué, pues, lo consentisteis?
MARQUÉS
Porque noble nací.
REY
Y ¿eso es nobleza?
795
MARQUÉS
Yo ni ultrajado con mi rey me atrevo.
REY
¡Mentís, anciano!
MARQUÉS

 (Desembozándose.) 

Por mejor certeza,
doña Ana era mi amor, vos el mancebo.
 

(El REY se levanta y le mira. DON PEDRO pone mano á la daga, y DOÑA ELVIRA exclama:)

 
DOÑA ELVIRA
¡Padre mío!
DON PEDRO
¡Su padre!
MARQUÉS

 (Á DOÑA ELVIRA.) 

(Aparta.)

 (Á DON PEDRO.) 

(Tente.)

 (Al REY.) 

Perdonar pude al Príncipe, debía; 800
mas al futuro Rey mengua sería
igualar con don Juan de Benavente.
REY
¿Me amenazáis?
MARQUÉS
No sé, mas escuchadme.
El Rey gozó mi amor, y por cubrillo...
(¿que lo diga teméis? mas perdonadme), 805
me encerrasteis, señor, en un castillo.
REY
Basta, Marqués; si en el castillo os tuve,
fué por traidor no más, que vuestra gente
alzasteis contra mí; mas presto anduve
y sofoqué la hoguera de repente. 810
¿Calláis? Vos el rebelde fuisteis, sólo
lo sabemos los dos bien á conciencia;
pagarnos fué no más dolo por dolo,
por eso fué prisión vuestra sentencia.
MARQUÉS
Mal lo entendéis; no os pido de doña Ana 815
cuentas aquí, que de mi honor las pido.
REY

 (Con desprecio.) 

Si hija hubierais á fe menos liviana,
jamás hubiera por su amor venido.
MARQUÉS

 (Avergonzado.) 

¡Oh, que tenéis razón!
DON PEDRO
Yo no soy padre.
Yo también de su amor os pido cuenta; 820
mirad si me la dais.
REY
¡Tal vez te cuadre
que olvide que soy rey! ¿No te contenta?
DON PEDRO
Pláceme, ¡vive Dios! y defendeos.
REY

 (Sin hacer caso de DON PEDRO.) 

Marqués, por el balcón llamad mi gente
y que os prenda otra vez.
DOÑA ELVIRA

 (Dando el papel á su padre.) 

Señor, teneos,
825
que perdonado estáis, si no inocente.
REY
¿Qué es eso?
DOÑA ELVIRA
Su perdón; lo habéis sellado.
MARQUÉS
¡Hija mía!
DOÑA ELVIRA
Mirad si obré liviana;
tanto á vos por mi padre me he humillado.
REY

 (Después de un momento de silencio.) 

Dos partess tiene esa promesa insana; 830
os perdono, Marqués, cumplo la mía.
 

(DON PEDRO se adelanta hacia el REY. El REY sin hacerle caso se dirige primero á DOÑA ELVIRA.)

 
DON PEDRO
Que falta ved la de quien no perdona.
REY

 (Á DOÑA ELVIRA.) 

Para cumplir la vuestra os doy un día;

  (Á DON PEDRO, con desprecio.) 

y á vos..., ved quién os presta una corona.
 

(El REY sale apartando á DON PEDRO y cae el telón.)

 



Anterior Indice Siguiente