Canciones
Íñigo López de Mendoza,
Marqués de Santillana
[Nota preliminar : presentamos la
edición de las Canciones , de Íñigo
López de Mendoza, Marqués de Santillana, manuscrito
2655 de la Biblioteca Universitaria de Salamanca, basándonos
en la edición de Ángel Gómez Moreno y Maxim P.
A. M. Kerkhof (Santillana, Íñigo López de
Mendoza, Marqués de, Obras
completas , Madrid, Fundación José Antonio de
Castro, 2002), cuya consulta recomendamos. Se opta por mantener las
grafías del original eliminando las variantes
gráficas no significativas, y por eliminar las marcas de
editor, asumiendo, cuando lo creemos oportuno, las correcciones,
reconstrucciones y enmiendas propuestas por Gómez Moreno y
Kerkhof.]
- I -
Por amar non saibamente
Por amar non
saibamente,
mais como louco sirvente,
hei servido a quen non sente
meu cuidado,
nen jamais quer
sentir
5
miña cuita,
que por meu grand mal padezco,
la cual non poso soferir:
¡tanto he muita!
Pero vejo que peresco
10
e non sei pour qu'ensandesco,
e meu corazom consente
que muira como inocente
nom culpado.
Ben seria que
sirveses,
15
¡ay corazom!,
e viveses traballado,
si pour servir atendeses
bom gualardom
dos turmentes qu'has pasado.
20
Mais vejo, pour meu pecado,
que sempre som padescente
e nunca bom continente
hei achado.
- III -
Deseando ver a vos
Deseando ver a
vos,
gentil señora,
non he reposo, par Dios,
punto nin hora.
Deseando aquel
buen día
5
que vos vea,
el contrario d'alegría
me guerrea.
Del todo muero por vos
e non mejora
10
mi mal, júrovos a Dios,
mas empeora.
Bien digo a mi
corazón
que non se queje,
mas sirva toda sazón
15
e non se deje
de amar e servir a vos,
a quien adora:
pues recuérdevos, por
Dios,
piedad agora.
20
- VI -
Señora, cual soy venido
Señora,
cual soy venido
tal me parto:
de cuidados, más que
farto,
dolorido.
¿Quién non se farta de males
5
e de vida desplaciente,
e las penas desiguales
sufre callando pasciente,
si non yo, que sin sentido
me dirán
10
los que mis males
sabrán,
e perdido?
Habed ya de
mí dolor;
que los dolores de muerte
me cercan en derredor
15
e me facen guerra fuerte.
Tomadme'n vuestro partido
como quiera,
porque viviendo non muera
aborrido.
20
Pero al fin faced,
señora,
como querredes, que yo
non seré punto nin hora
sinon vuestro, cuyo so.
Sin favor o favorido
25
me tenedes,
muerto, si tal me querredes,
o guarido.
- VII -
Canción a la Reina doña Isabel de
Portugal
Dios vos faga
virtüosa,
reina bienaventurada,
cuanto vos fizo fermosa.
Dios vos fizo
sin emienda
de gentil persona y cara
5
e, sumando sin contienda,
cual Ioto non vos pintara.
Fízovos más
generosa,
digna de ser coronada
e reina muy poderosa.
10
Siempre la virtud
fuyó,
a la extrema fealdad,
e creemos se falló
en compaña de beldad,
pues non es cuestión
dubdosa
15
ser vos su propia morada,
ilustre reina famosa.
Pues loen con
grand femencia
los reinos donde nascistes
la vuestra mucha excelencia
20
e grand honor que les distes,
e la tal gracia graciosa
por Dios a vos otorgada,
gentil reina valerosa.
- VIII -
Si tú deseas a mí
Si tú
deseas a mí,
yo non lo sé,
pero yo deseo a ti
en
buena fe,
e non a ninguna
más,
5
así lo ten:
nin es nin será
jamás
otra mi bien.
En tan buen hora te vi
e te fablé
10
que del todo te me di
en
buena fe.
Yo soy tuyo, non
lo dubdes
sin fallir
e, non pienses ál nin
cuides,
15
sin mentir.
Después que te
conoscí,
me cativé
e seso e saber perdí
en
buena fe.
20
A ti amo e
amaré
toda sazón
e siempre te serviré
con grand razón,
pues la mejor escogí
25
de cuantas sé,
e non finjo nin fengí
en
buena fe.
- IX -
Ha bien errada opinión
Ha bien errada
opinión
quien dice: «Cuan lejos
d'ojos
tan lejos de
corazón».
Ca yo vos juro,
señora,
cuanto más vos soy
ausente,
5
más vos amo ciertamente
y deseo toda hora.
Esto face la afección,
sin compaña de los
ojos,
mas del leal corazón.
10
Alejadvos do
querades,
ca non vos alejaredes
tanto, nin jamás
podredes,
donde non me poseades.
Ca so tal costelación
15
vos vieron mis tristes ojos
e vos di mi corazón.
Mas non se puede
negar,
aunque yo non vos olvido,
que non sienta mi sentido
20
dolor de vos no mirar.
Pues diré con grand
razón:
cedo vos vean mis ojos
de todo buen corazón.
-
XII -
Amor, el cual olvidado
Amor, el cual
olvidado
cuidaba que me tenía,
me
face vevir penado,
sospirando noche e día.
En otros tiempos
quisiera
5
que de mí non se
membrara:
que cualquier bien me ficiera,
pues que ge lo soplicara.
Mas, después que
rebatado
me vio de como solía,
10
me
face vevir penado,
sospirando noche e día.
Pero, Amor, pues
me feciste
amador, fazme que crea
ser amado de quien viste
15
que me firió sin pelea.
Si no, dome por burlado,
pues dona de tal valía
me
face vevir penado,
sospirando noche e día.
20
Si non, sabe
ciertamente
que ya más tuyo non
sea,
ni me llame tu sirviente
nin vista de tu librea,
aunque sepa andar rasgado,
25
pues tu poca cortesía
me
face vevir penado,
sospirando noche e día.
-
XVI -
Canción
Francisco
Bocanegra
Sé que
pueden bien decirme
los que supieren mi pena:
vuestro mal es más
que suena,
si otra sirvo
enfengido
por encobrir mi turmento,
5
mas las penas que yo siento
de bien amar m'han venido.
Fortuna quiso partirme
de ti, mi señora buena,
por más mi daño
que suena.
10
Éñego López de
Mendoza
Desfrazo es que
bien s'entiende
a los que necios no son,
que tal disimulación
atarde o nunca se aprende.
Pensando serte más
firme
15
que Archiles a Polixena,
tengo más daño
que suena.
- XIX -
Esparsa
Por vuestra
descortesía,
certas, yo revesaré
mi buena empresa y
diré,
por doquiera que seré,
que vuestra grand
señoría
5
usó de engaño y
falsía
contra mí.
Pues loco es el que en vos
fía,
pues que así,
por do ganar vos debía,
10
vos perdí.